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Saturday, June 21, 2014

Libro II - Capítulo XX: CINCUENTA SOMBRAS DE GREY - CHRISTIAN Y ANASTASIA

CAPITULO XX
VEN A CASA CONMIGO


Le indico a Ana que gire a la izquierda, hacia la interestatal cinco, vamos hacia el norte. Ella pisa el acelerador tan rápido que me lleva hacia atrás del asiento y luego lo suelta cuando se da cuenta del poder de su coche. Apenas y me doy cuenta de que acabo de ponerme el cinturón de seguridad y me aferro al agarradero de la puerta.  

_ ¡Demonios!  Cuidado Ana, le increpo. Creo que está tan acostumbrada a su motor de tres caballos y medio de fuerza, después de que treinta y seis de ellos murieron hace mucho tiempo, que posiblemente su pie empujó con tanta fuerza pensando que tardaría en acelerar. Su escarabajo no llegaba ni a veinticinco kilómetros por hora en la primera arrancada para mover todo ese peso, pero éste, llega a sesenta y cinco con solo medio pisar el acelerador. No hay necesidad de acelerar con tanta fuerza. Ella convenientemente me voltea los ojos, mientras Van Morrison comienza cantando una noche fabulosa para el amor… ¡y ella acelera de nuevo!  

_ ¡Más despacio! Me encuentro levantando la voz cuando me agarro de la puerta una vez más.

_ ¡Estoy yendo despacio! Dice. ¡Que mujer más frustrante! Es imposible que obedezca y cuando lo hace es un milagro que casi requiere un aleluya.  Suspiro.

_ ¿Qué te dijo Flynn? Pregunto con ansiedad. Traducción: ¿Te ha dicho que me patees el culo? Mejor aún, ¿qué le preguntaste?   ¿Por qué era necesario que estuviera fuera de la habitación? ¿Tenían miedo de que yo hiciera una escena? Estoy preocupado, ansioso y enamorado. ¡Quiero saber!

_ Ya te lo dije Christian. Dijo que debo darte el beneficio de la duda, dice ella y de pronto pone las luces intermitentes.  ¿Qué demonios está haciendo? ¿Consiguió su licencia de conducir en el mercado de pescado de Pike, o qué?

_ ¿Qué demonios estás haciendo? Le grito al entrar en pánico. ¡Nunca sé lo que está haciendo!

_ Dejar que conduzcas tú,  dice con calma.

_ ¿Por qué?

_ Así podré mirarte, dice ella haciéndome reír en voz alta.

¡Oh, no, señorita Steele! Estabas tan insistente hasta el punto de pelear por conducir. Voy a disfrutar esto y dejar que manejes.

_ No, no… querías conducir tú, así que sigue conduciendo y yo te miraré, le digo con un brillo en mis ojos. Ella me fulmina con la mirada, por no poderse salir con la suya.  

_ ¡No apartes la vista de la carretera! Le digo gritando.  No, esta es Anastasia estoy hablando de que siempre hace lo inesperado. Entonces rápidamente llega hasta la acera justo antes de un semáforo, se detiene y sale corriendo del coche dando un portazo, y corre hacia la acera, se cruza de brazos en un gesto defensivo y sus ojos me miran con furia. ¡Qué demonios! Salgo igual de rápido para decirle que se monte en el coche.

_ ¿Qué estás haciendo Ana? ¡No te puedes parar aquí! Pregunto enfurecido, de pie a pocos centímetros de distancia de ella y mirándola fijamente.

_ ¡Yo sé que no puedo!

_ ¿Entonces por qué te detienes? Le pregunto, completamente exasperado con ella.

_ Porque ya estoy harta de que me des órdenes a gritos ¡O conduces tú o dejas de comentar cómo conduzco!

¡No podemos aparcar justo en el medio de la calle en un semáforo, porque Anastasia decide tener una rabieta!

_ Anastasia, vuelve a entrar al coche antes de que nos pongan una multa.  

_ ¡No! Grita con terquedad.

¡Ella me frustra y me vuelve loco!  Me contesta, se enfrenta conmigo y aun parados en un semáforo de mierda, le importa muy poco joderme. Incluso enojados la atracción entre nosotros es muy palpable y algo fuera de este mundo. Odio y amo esto. ¡Me siento vivo con ella! Tomo una bocanada de aire y me rindo. Paso mis manos por mi pelo doblemente exasperado. Enojado, caliente, ansioso, estupefacto, me le quedo mirando sin poder decir una palabra. Ella cambia su estado de ánimo y comienza a sonreírme. ¿En serio? ¿Aquí? Cuando estamos peleando, estoy casi listo para follarla en la  calle y ¿ella me sonríe? 

_ ¿Por qué demonios te ríes? Le pregunto.

_ De ti, responde ella divertida. Bueno, me alegro de que ser el que proporciona el entretenimiento aquí. Mi mujer es la chica más frustrante, y por el amor de Dios, no puedo conformarme con nadie más sino con ella.

_ Anastasia, eres la mujer más frustrante que he conocido en mi vida, le digo y levanto mis manos en señal de rendición. ¡Muy bien! Conduciré yo le digo listo para volver al coche y ella me agarra por la chaqueta tirando de mí hacia ella.
_ No… usted es el hombre más frustrante que he conocido en mi vida señor Grey.

¡Ella está hecha para mí! Encajamos como guates perfectos.

_ Bueno señorita Steele, creo que estamos hechos el uno del otro, le digo en voz baja inclinándome al oído mientras corro mi nariz por su pelo inhalando su aroma profundamente.  Paso mis manos como serpientes alrededor de su cintura y la abrazo fuerte, ella me rodea igualmente con sus brazos y finalmente siento la tensión salir de su cuerpo.

_ Dios... Ana, Ana, susurro mientras beso su pelo y ella me abraza con más fuerza y así como así, nuestro estrés se alivia, y hemos terminado la pelea.
I hate you then I love you - Celine Dion e Luciano Pavarotti

_ Vamos, le digo mientras le abro la puerta del pasajero, asegurándome de que entre. Luego rodeo el coche y me voy al lado del conductor. Con una última mirada hacia ella, entro el coche y me muevo en el tráfico. Empieza Van Morrison  a cantar "Moondance" desde el principio. Siempre me gustó esta canción y con un estado de ánimo relajado y ausente empiezo a cantar.

Moondance por enlace de Van Morrison

Bien, es una maravillosa noche para un baile de luna, 
con las estrellas arriba sobre tus ojos, 
una fabulosa noche para tener un romance, 
cubierta con la manta de los cielos de octubre, 
con todas las hojas de los árboles que están cayendo, 
con el sonido de la brisa que sopla, 
y estoy tratando de satisfacer la llamada, 
de las notas de tu corazón que tocan suave y tranquilamente. 
Y toda la magia de la noche parece susurrar y callar, 
y toda la suave luz de la luna parece brillar en tu rubor. 
¿Puedo tener solo un baile más de luna contigo, amor? 
¿Puedo tener solo un romance más contigo, mi amor? 
Bueno yo quiero hacer el amor contigo esta noche, 
no puedo esperar hasta que la mañana llegue, 
y yo sé que ahora es el momento correcto 
si te tomo entre mis brazos quizás huyas, 
y cuando regreses mi corazón estará esperando, 
para dejar en claro que jamás estarás sola. 
Solo entonces todos mis sueños se harán realidad, querida, 
solo entonces te haré mía. 
Y cada vez que te toque, tu temblarás 
y yo se cuanto me quieres, no lo puedes ocultar. 
¿Puedo tener solo un baile más de luna contigo, amor? 
Desde mi visión periférica, veo que Anastasia me mira y su boca se abre en estado de shock por verme cantar y entonces frunce el ceño ¿Qué pasa? ¿Tan mal canto? Pero canto todo el camino y en unos minutos veo que sus rasgos se suavizan.


_ Anastasia, ¿sabes que si nos hubiesen puesto una multa, el coche está a tu nombre? Le digo mientras Van Morrison empieza a cantar  "Days Like This" 

Days Like This - Van Morrison 

_ Que bueno que me dieron el ascenso entonces, así puedo pagar la multa señor Grey, dice con aire de suficiencia, haciéndome reprimir una sonrisa.  

Me dirijo hacia la Interestatal 5 hacia el norte. Anastasia me mira completamente inocente y llena de curiosidad por saber hacia dónde vamos.

_ ¿A dónde vamos Christian? Ella pregunta para satisfacer su curiosidad.

_ Es una sorpresa. Dime, ¿qué otra cosa te dijo Flynn?  Le pregunto. Ella sabe que yo voy a cambiar el tema y su pregunta no va a ser contestada.

_ El Dr. Flynn dijo que te está tratando con SSFFTB o algo así, dice ella.

_ SFBT, la última opción terapéutica, murmuro casi para mí. Es la famosa Terapia Breve Centrada en Soluciones.

Ella se sorprende. 

_ ¿Quieres decir que ya has intentado otras opciones de terapia?

Resoplo al recordar a todas ellas. Cincuenta sombras de mierda no se limpian fácilmente y hasta ahora nada ha funcionado, pero ésta parece un poco más eficaz. Me volteo brevemente hacia ella.

_ Nena me he sido sometido a todas. Cognitiva, Freudiana, Funcionalista, Gestalt, del comportamiento… Escoge la que quieras, que durante estos años, seguro que la he probado, le digo con amargura. Hasta que conocí a Ana. Ella es mi terapia. Es por eso que temo tanto perderla. Si la pierdo, me perderé. La pregunta de Anastasia me saca de mis ensoñaciones.

_ ¿Crees que este último enfoque te ayudará? Ella pregunta, pero yo no quiero pensar en eso ahora.

_ ¿Qué más te dijo Flynn?

_ Que no escarbáramos en tu pasado. Que nos centráramos en el futuro… en la meta a la que quieres llegar.
Asiento porque sé que él sigue diciendo lo mismo, pero al mismo tiempo me encojo de hombros porque no sé si funcionará. Mi mente todavía está ocupada tratando de averiguar qué más hablaron durante esos veinte ocho minutos. Tuvo que haberle dicho algo más.

_ ¿Qué más? Quiero saberlo todo.

_ Luego habló de tu miedo a ser tocado, aunque él lo ha llamado de otra forma. Se llama haphephobia, pero no la interrumpo. Asiento con la cabeza para que ella continúe. También habló acerca de tus pesadillas, y creo que él los llamó terrores nocturnos, y también habló acerca de su auto-aborrecimiento, dice mirándome para medir mi reacción.  Aparentemente Flynn trató de decir todo sin asustarla, más bien creo que para su beneficio, para que sea más objetiva a la hora de juzgar. Estoy perdido en mis pensamientos que tratan de evaluar lo que todo esto significa para nosotros, ausente comienzo a morderme la uña del dedo pulgar. Más importante aún, ¿qué dijo ella? Pienso en todo lo que le pregunto de mí y me volteo para mirarla. 

_ Mantenga sus ojos en la carretera Sr. Grey, no en mí.

Sacarle información a Anastasia es como hablarle a la pared. 

_ Vamos Anastasia... trato de convencerla. Estuviste en la oficina con Flynn mucho tiempo. Estoy seguro de que han hablado de otras cosas. ¿Qué más te dijo?  Quiero que me cuente todo.

_ El Dr. Flynn no cree que seas un sádico, susurra en voz baja.

_ ¿En serio? Pregunto en silencio, y yo no estoy de acuerdo con su evaluación. Frunzo el ceño. Yo soy un sádico, y ahí es donde Flynn y yo no concordamos. Aunque no tenga la compulsión más y estemos de nuevo juntos, el temor de que podría volver siempre está presente y me preocupa demasiado. Porque sé que Anastasia me dejaría si alguna vez se me ocurre practicar esa mierda a la que estaba acostumbrado. La idea es deprimente.

_ Dice que la psiquiatría ya no reconoce ese término desde los años noventa, me suelta en un suspiro. Doy un gemido interior. Su evaluación es toda teórica. Lo que esas teorías sugieren y lo que siento, o he sentido son dos cosas diferentes. La idea de que yo tenía esos impulsos hasta hace poco oscurece mi estado de ánimo. Exhalo una bocanada de aire lentamente por la frustración.

_ Flynn y yo tenemos opiniones  distintas al respecto, le digo  en voz baja. Anastasia se encoge de hombros. 

_ El dice que tiendes a pensar siempre lo peor de ti mismo. Yo sé que eso es verdad. También habló sobre el sadismo sexual… pero ha dicho que es una opción vital no un trastorno psiquiátrico. Quizás sea en eso en lo que estás pensando, murmura muy segura. Pero su conclusión me vuelve loco, y le doy una mirada penetrante. Conozco mis malditas tendencias durante años. Estoy jodido; no hay forma ni manera que se vea mejor. Soy un depravado. Casi que me enojo con ella.

_ Así que tienes una charla con el médico y te conviertes en una experta. Le digo fuertemente. Mis palabras gotean como ácido hiriendo los sentimientos de Anastasia.

_ Mira… si no quieres oír lo que me ha dicho, entonces no preguntes, replica en baja voz. Vuelve la cabeza hacia un lado, lejos de mí y mira por la ventana, no a un lugar determinado; ella quiere distanciarse. Apenas perdida en sus propios pensamientos. No puedo con su silencio. Es peor. Quiero saber. Tengo que saber. ¡Vete a la mierda! ¡Me comporté como un culo de nuevo!

_ Quiero saber lo que han hablado, le digo mientras dejo la interestatal 5 para dirigirme al oeste. Ya el crepúsculo se nota en el horizonte.

Ella suspira y responde lentamente. 

_ Me ha dicho que soy tu amante.

Finalmente estamos de acuerdo en algo. 

_ ¿Ah sí? Bueno es bastante maniático con los términos. A mi me parece una descripción bastante exacta. ¿A ti no?

_ ¿Tú considerabas amantes a tus sumisas? Pregunta medio curiosa o medio celosa. Yo ya sé la respuesta a esa pregunta. Nunca hubo emociones involucradas y ciertamente no quise a ninguna de ellas. Solo fue sexo, más nada.  

_ No. Ellas eran compañeras sexuales, murmuro.  Este es un tema delicado con ella, porque ella no maneja mi pasado muy bien, y es un pasado que no puedo reformar. Casi que la perdí de nuevo después de que Leila apareció. Soy cauteloso,  por la dirección que esta tomando la conversación. Pero yo quiero que ella sepa. 

_ Tú eres mi única amante Anastasia. Y quiero que seas algo más, agrego para recordándole que yo quiero casarme con ella.

_ Lo sé. Sólo necesito un poco más de tiempo Christian. Para reflexionar sobre estos últimos días, dice ella cuando llego a un semáforo. Miro su cara con ansiedad tratando de descifrar sus palabras. ¿Eso es un no? ¿O será que sólo piensa? Cuando el semáforo se pone verde, asiento y subo el volumen de la música.

Hemos llegado al punto de partida cuando Van Morrison empieza a cantar "Moondance" de nuevo. Yo conduzco a través de las carreteras bordeadas de abetos y pinos, y, finalmente, hago un giro hacia un barrio residencial, y hago mi camino hacia el oeste hacia el Sound. La curiosidad de Anastasia se despierta.

_ ¿A dónde vamos Christian? Me pregunta otra vez. No se lo diré hasta que lleguemos allí.

_ ¡Sorpresa! Le digo.

Pasamos por unas casas de madera bien cuidadas. Hay niños jugando en los patios y manejando bicicletas. Por fin llego a mi destino después de girar a la izquierda. Llegamos a una propiedad con puertas de hierro forjado clavadas en un muro de piedra de dos metros. Marco el código de entrada y las puertas se abren. Estoy nervioso ahora, porque ella no me ha dado respuesta y no quisiera forzar su decisión. ¡Joder pero quiero que me diga que sí! ¡Oh mierda! Yo me emocioné cuando vi que esta propiedad estaba en el mercado y no quiero que nadie le ponga las manos antes que yo. Si a Ana le gusta… será una esperanza para mí. Miro a Ana nerviosamente. ¡Espero que le guste! ¡Espero que ella me ame! Espero…  

Ella está desconcertada con mi expresión y crece su curiosidad.

_ ¿Qué es esto? Pregunta.

_ Es sólo una idea, le digo sin dar nada, todavía con esperanzas y conduzco el coche a través de las puertas. El camino privado serpenteado por árboles, es lo suficientemente amplio como para que pasen dos coches. Hay más árboles del lado izquierdo de la carretera en comparación con el lado derecho donde se ven un terreno plano lleno de grama verde y salpicada de flores silvestres. Anastasia curiosamente mira por la ventana ya cuando está la puesta del sol.


La casa finalmente se encuentra en la próxima curva. Es de un estilo mediterráneo con piedra arenisca de color rosa suave que muestra su impresionante estructura. El BMW negro de la inmobiliaria está estacionado en frente del garaje de cuatro coches. Aparco el coche frente al gran pórtico. Apago el coche y me volteo a ver a Anastasia más ansioso que nunca. Pudiera tener una idea de qué me responderá una vez que haya visto la casa.

_ ¿Me prometes mantener una actitud abierta? Le pido con voz suplicante. Ella me frunce el ceño y yo conozco esa mirada, algo me va a replicar.

_ Christian desde el día que te conocí he necesitado mantener una actitud abierta. Es una respuesta muy acertada.  

_ Buen punto señorita Steele. Entonces vamos.

La Señorita Olga Kelly es la persona que nos abre la puerta de madera maciza. Está muy sonriente, elegantemente vestida y lista para cerrar esta venta. Anastasia la esta viendo y aunque trata de ocultarlo no está feliz con que otra mujer morena me mire de manera apreciativa. Su posesividad me hace sentir un poco mejor. ¡Tú eres mi dueña bebé!

_ Buenas tardes señor Grey, dice saludando con una gran sonrisa y me estrecha la mano.

_ Señorita Kelly, le respondo el saludo.  Se vuelve a Anastasia para presentarse.

_ Soy Olga Kelly, dice ella extendiendo su mano a Anastasia.

_ Ana Steele, dice Anastasia automáticamente, aún no puede descifrar quién es. Olga Kelly se hace a un lado y nos deja entrar en la casa. Cuando entramos en la propiedad, Anastasia mira a su alrededor  completamente sorprendida que estemos en una casa sin ningún mobiliario. Las paredes están pintadas de un amarillo pálido con las sombras de cuadros que alguna vez estuvieron colgados, como si la casa vacía tiene anhelo de albergar una familia feliz de nuevo. Algo que dejaron los antiguos ocupantes es una gran lámpara de araña colgando. No es de mi gusto. Me gustan los accesorios modernos. Los pisos son de madera de nogal que tampoco es de mi gusto, Anastasia está viendo la casa, pero no estoy interesado en la casa, lo que me interesa es el lugar porque tengo la intención de demolerla.  

La tomo de la mano y entramos a través del arco hacia el interior que tiene de entrada una doble escalera de hierro forjado que llama la atención por su grandeza. La llevo hacia la sala de estar magnífica que solo tiene una alfombra que coincide con las paredes descoloridas. Los ojos de Anastasia van hacia los cuatro candelabros de cristal de gran tamaño que cuelgan del techo en la gran sala. Pero, esto no es lo que quiero mostrarle tampoco. Seguimos caminando a través de la sala. Cuando por fin llego a las puertas dobles francesas, me emociono con la perspectiva de los maravillosos paisajes que tiene el patio trasero. Caminamos a través de las puertas y pasamos por una gran terraza pavimentada con gruesos adoquines de mármol travertino de color pálido que le da un encanto del viejo mundo. Luego bajamos hacia una pendiente de césped bien cortado y más abajo el Sound donde ya se reflejan las últimas luces del día.


El paisaje que estamos viendo es lo contrario a lo que veo cuando paseo con mi catamarán. Desde este lado podemos ver claramente la Isla Bainbridge que se ve a la distancia, un poco más lejos el Parque Nacional Olímpico. Los colores del atardecer  son mágicos; como si un fuego en el cielo reflejara perfectamente el estado de ánimo en mi alma... muy emocionado, pero calmante. Las aguas profundas y calmas junto con el crepúsculo forman una imagen celestial y a Anastasia la ha cautivado, casi se queda sin respirar. Mis ojos la miran con ansiedad por ver y oír la reacción que pueda tener.
_ ¿Me has traído aquí para admirar esta hermosa vista Christian? Me pregunta en un susurro. Sólo puedo asentir. Mi corazón está en mi garganta. Quiero albergar aquí nuestro futuro hogar.  Espero tenerla como mi esposa.

_ La vista es sencillamente magnífica. Extraordinaria. Muchas gracias por esto Christian, murmura volviendo la cabeza de nuevo para admirar un poco más. Quiero decirle muchas cosas. Las emociones que estoy pasando en estos momentos son abrumadoras. Yo la quiero en mi vida de forma permanente más que a nada. Yo quiero que sea mi esposa; ella me da esperanza de más. La esperanza de una familia incluso... ¿Cómo puedo expresar perfectamente lo que pienso, lo que quiero, lo que hay en mi corazón? ¿Serían mis palabras suficiente? Lo que Charles Dickens expresa en Nuestro común amigo, refleja mis sentimientos en una forma que yo no podría haber dicho mejor:

¿Sabes lo que voy a decir? Te quiero. ¿Qué quieren decir otros hombres al usar esa expresión? Yo no lo sé; lo que quiero decir es que estoy bajo la influencia de alguna tremenda atracción que me he resistido en vano, y que me confunde. Usted podría atraerme al fuego,  ¿podría dibujar en el agua? ¿Podría ir la horca? ¿Podría ir a cualquier muerte? ¿Podría ir a cualquier exposición y a la desgracia?  Esto y la confusión de mis pensamientos, es lo que me hace decir que tú eres mi ruina. Pero si usted desea devolverme una respuesta favorable por mi oferta de matrimonio, podrías traerme de nuevo a la alegría con la misma fuerza”

Pero estoy demasiado abrumado por la emoción y todo lo que puedo decir en una sola respiración es:

_ ¿Qué te parecería contemplarla durante el resto de tu vida?

Su cabeza se voltea repentinamente con la boca abierta y una expresión de sorpresa. Medio aturdida y atontada con sus hermosos ojos azules abiertos como platos.

No sé lo que significa esa expresión. Pero como aun me queda coraje continúo.

_ Siempre quise vivir en la costa. He navegado por todo el Sound soñando con estas casas. Esta lleva poco tiempo en venta. Quiero comprarla, echarla abajo y construir otra nueva… le digo ansioso de terminar con lo que pienso y le susurro con esperanza, para nosotros… La miro expectante, con el corazón en la mano, la esperanza es algo bueno. Espero tener un futuro con Anastasia… espero por más.

Ella se queda callada. ¿Es que no le gusta la idea? ¿La he asustado? ¿La cagué de nuevo? Ana dí algo… o un gesto…

_ Solo es una idea, agrego para que no se sienta presionada. Sus sentidos finalmente vuelven a ella. Se voltea y mira hacia atrás en dirección a la casa. No puedo leer su rostro. Nunca he visto esta expresión en su cara antes.

_ ¿Por qué quieres demoler la casa? Ella me pregunta inesperadamente. Mi cara se cae pensando en que no le gusta el lugar.

_ Uhm... Me gustaría construir una casa más sostenible, utilizando las técnicas ecológicas más modernas. Elliot podría diseñarla.

Anastasia ve el interior de la casa con ternura. Sus ojos miran a la agente inmobiliaria que está lo suficientemente cerca para responder cualquier pregunta, pero lo suficientemente lejos como para darnos privacidad. Luego Ana mira hacia el techo de doble altura en donde se ve una balaustrada que debe ser el rellano de la plata superior y una chimenea inmensa con una hilera de ventanales. Su mirada se pierde en la nada. 

_ ¿Podríamos por favor echar un vistazo a la casa?

¿Qué? ¿Ella quiere ver la casa? ¿Significa eso que está interesada? Parpadeo con sorpresa. – Claro –  le digo encogiéndome de hombros. 

Las palabras de Anastasia son como música para los oídos de la señorita Kelly cuando nos damos la vuelta para ver la casa. A ella se le ilumina el rostro de alegría al pensar que puede vender la casa. Apenas y escucho a la señorita Kelly porque mi mente está ocupada tratando de descifrar qué puede significar para Ana. ¿Le gustará la casa? ¿Esto significa más para nosotros?  

_ Señor Grey, señorita Steele, dice la señorita Kelly, sus palabras gotean como miel. Esta hermosa casa tiene mil cien metros de construcción en una finca de dos hectáreas y media de terrero, que bordean el Sound. Como ustedes han visto por fuera, este inmueble cuenta con una primera línea de playa excepcional, que mide hasta más de ochenta metros. Esta impresionante casa fue diseñada por un arquitecto europeo bien conocido. El salón principal con un techo de veinte pies de alto… dice mientras camina con nosotros a lo largo de la cocina.

_ Esta cocina es de tamaño industrial, construida con mármol cálido y encantadores azulejos españoles e italianos en el piso como puede ver. ¡Las encimeras las trajeron desde España! Dice emocionada. Por supuesto que aquí cabe un grupo grande y pueden tener como mínimos dos chefs para atender cualquier reunión o evento que deseen hacer. A medida que avanzamos hacia el comedor, pueden observar que también pueden tener un gran número de personas para cenar. Miro a Anastasia atenta a todo lo que la señorita Kelly nos está diciendo, como si se estuviera confesando.  

_ Señorita Steele, ¿Le gusta la lectura? pregunta la señorita Kelly a Anastasia. Anastasia parece desconcertada.

_ Sí, me encanta leer, responde ella con una mirada inquisitiva en su cara.

_ ¡Bueno, está de suerte! La habitación de al lado que voy a mostrarles es la biblioteca, e incluso tenemos una sala de música como es tradición en las antiguas casas mediterráneas grandiosas. Hay por supuesto un estudio bastante grande, ella dice mirándome.


_ Junto a la cocina, dice mientras hace un gesto con la mano, hay una habitación muy grande, es un salón familiar. Los ojos de Anastasia se agrandan cuando oye la palabra familia ¡Oh Dios! ¡Las esperanzas crecen en mí!

_ Hay, por supuesto, una piscina cubierta, un gimnasio, y un sauna todo dentro de un complejo deportivo.

_ Ahora, si me siguen por aquí, nos dice y nos lleva a través de un pasillo muy iluminado, descendemos hacia abajo por otra escalera de hierro forjado hacia el sótano.

_ Aquí tenemos una sala de entretenimiento con su sala de cine, dice ella. Sillas de cuero reclinables marrones oscuros se han fijado en su lugar, y la pantalla para trasmitir la película se ve atractiva.

_ Justo al lado de esta sala, está la sala de juegos. Anastasia inmediatamente me mira y se sonroja. Apenas puedo ocultar una sonrisa ante su reacción.   

_ Por favor si me siguen a la segunda planta, dice la señorita Kelly y nos lleva hasta el segundo piso subiendo por la gran escalera. Las manos de Anastasia acarician las balaustradas de hierro forjado como si estuviera consolándolas. Luego se vuelve hacia mí y me pregunta, Christian, ¿no podría convertirse la casa ya existente en una más ecológica y autosostenible?  

¿Qué? Estoy más que sorprendido.  Anastasia me está dando esperanzas. Me encantaría tener esperanza, pero ¿por qué no me ha contestado todavía? Parpadeo con sorpresa.

_ Tendría que preguntárselo a Elliot. Él es el experto. Ella asiente con la cabeza sumida en sus pensamientos. Cuando llegamos a la segunda planta, la señorita Kelly nos detiene drásticamente ante una puerta.

_ Sr. Grey, señorita Steele, ella abre las puertas dobles de diez pies que ocultan un gran dormitorio. Aquí tenemos la suite principal, dice  y nos permite entrar. La habitación puede ser que necesite un poco de atención, sin embargo, las ventanas son de una altura hermosa y las balaustradas de piedra caliza en la terraza con vistas al Sound y a la  isla de Bainbridge  ¡son para morirse! Como pueden ver, en el muelle hay dos espacios para embarcaciones de 90 pies, dice ella admirada. Anastasia está demasiado hipnotizada y perdida con la vista.  

_ Tenemos cinco habitaciones adicionales en esta planta, dice la señorita Kelly y continúa la gira. No estoy pendiente de escuchar lo que está diciendo. Estoy demasiado ocupado viendo a Anastasia interactuar con ella, como una mujer que se está preparando para escoger la casa para su familia. Las palabras su precio muy por encima que el precio de los rubíes, hace eco en mi cabeza. Ella es mi mujer. Pero ella no me ha dicho "sí" todavía. ¿Por qué no me ha dado una respuesta? ¿Por qué esta tortura?

En un momento la señorita Kelly ha terminado su gira y nos lleva de nuevo a la gran sala. Se aleja para darnos intimidad y tomo la mano de Anastasia para llevarla a la terraza de nuevo. El sol se ha ocultado completamente y ahora sólo las luces centelleantes de la ciudad están brillando en la superficie del agua. Traigo a Anastasia hacia mis brazos para abrazarla con fuerza, y con el dedo índice, levanto su cabeza buscando su mirada.

_ ¿Demasiadas cosas para digerir? Le pregunto tratando de mantenerme sin expresión. Pero un huracán se está gestando dentro de mi alma. Yo anhelo que ella acepte mi propuesta de ser mía. Ella asiente con la cabeza sin decir nada.

_ Quería comprobar que te gustara antes de comprarla.

_ ¿Quieres decir que si me gusta la vista? Me pregunta. Asiento con la cabeza en respuesta, porque las palabras tropiezan unas con otras en mi garganta y no logran salir.

_ Me encanta la vista Christian y esta casa también, dice haciendo un gesto con la mano. ¿Qué? La esperanza inunda mi corazón.

_ ¿Te gusta? Le pregunto.

_ Christian me tuviste ya desde el prado, me dice con una sonrisa tímida.

Sus palabras son mi perdición, inhalo fuertemente con su respuesta, y sonrío de oreja a oreja, mientras mis manos toman su cabello y mis labios descienden en los de ella. El beso nos consume. ¡Estoy en el cielo!

Agradecemos a la señorita Kelly y le digo que me pondré en contacto con ella con una oferta.

El precio inicial es de 12,8 millones de dólares. El impuesto a la propiedad es más de cincuenta y cuatro mil dólares al año. Pero eso no me importa, si compro esta propiedad voy a formar una familia con Anastasia. Espero…
Después de entrar en el coche, nos dirigimos hacia Seattle y estoy completamente eufórico.  

_ Entonces ¿Vas a comprarla? Me pregunta

_ Sí, sobre todo porque te gusta, le respondo.

_ ¿Pondrás a la venta el apartamento de Escala?

_ ¿Por qué iba a ser eso?

_ Para pagar la…

_ No te preocupes nena, me lo puedo permitir, le digo sonriendo.

_ ¿Te gusta ser rico? Me pregunta con curiosidad.

Me gusta el dinero porque me da poder. Me gusta la libertad y el control que me da. Le respondo sinceramente. 

_ Sí. Muéstrenme a alguien que no le guste, digo ominosamente. El hecho es que a todos les gusta ser ricos.

Ella se ve incómoda. Yo no quiero que esté incómoda a mí alrededor por culpa de mi riqueza. Ella nunca ha estado hambrienta. Ella nunca ha vivido en la pobreza extrema. Mi madre llegó muy bajo por culpa de esa pobreza y murió a causa de ella. Ni siquiera su propio hijo la motivó a levantarse. Pero no quiero que ella se sienta intimidada por todo lo que tengo.

_ Anastasia si aceptas mi proposición vas a aprender a ser rica también, le digo en voz baja.

_ La riqueza es algo a lo que nunca he aspirado Christian, dice en un suspiro.

_ Lo sé y eso me gusta de ti. Pero también es verdad que nunca has pasado hambre. Es algo que no se lo deseo a nadie. Esa es mi realidad. Ella asiente con la cabeza y cambiamos el tema.

_ ¿A dónde vamos? Pregunta.

_ A celebrar.

_ ¿A celebrar qué, la casa?

_ ¿Ya no te acuerdas? Tu puesto de editora.

_ Ah sí ¿Dónde?

_ Arriba en mi club, le digo sonriendo.

_ ¿En tu club?

_ Sí, uno de ellos, le respondo.

_ ¿Dónde está?

_ En el piso setenta y seis del Columbia Tower, le digo sonriendo. Los ojos de Anastasia se amplían.

Cuando llegamos nos sentamos en el bar mientras esperamos por una mesa más privada, le entrego a Anastasia una copa bien fría de champán Cristal. 

_ ¿Una copa señora? Le pregunto.

_ Muchas gracias señor, dice batiendo sus pestañas coquetamente hacia mí. Definitivamente está coqueteando conmigo y me lo hace saber.

_ ¿Está coqueteando conmigo señorita Steele?

_ Sí señor Grey, estoy coqueteando ¿Qué piensa hacer al respecto?

Ah, se me ocurre una serie de cosas. Pero, estoy pensando en la frustración sexual, sabiendo que a ella le gusta la gratificación instantánea. Yo puedo retrasar mis propios impulsos para una gratificación luego. Por supuesto ella nunca ha trabajado en esto. Después de todo la anticipación solo amplifica la intensidad del resultado final. Ella me ha hecho sufrir toda la semana sin una respuesta y la única manera en que puedo pagarle es en especie: frustrarla  igualmente.

_ Seguro que se me ocurrirá algo, le digo con voz deseosa. Vamos nuestra mesa está lista.

Cuando nos estamos acercando a nuestra mesa, me detengo y la tomo por el codo.

_ Ve a quitarte las bragas, le susurro en el oído. Ella se detiene en seco y voltea a mirarme.

_ Ve, le ordeno en un susurro. Ella busca en mi cara para asegurarse de que hablo en serio. Nunca he hablado más en serio de nada hoy. Siento su cambio de actitud a una de insensible. Sin decir una palabra, ella me entrega su copa de champán, y se gira rumbo al baño.

Cuando me siento en la mesa, el camarero se acerca.

_ ¿Desea esperar a la dama para ordenar señor?

_ No, yo sé lo que queremos.

_ Muy bien señor. ¿Qué desea?

_ De entrada queremos unas ostras, de segundo lubina con espárragos en salsa holandesa  y patatas salteadas.

_ ¿Eso es todo, señor?

_ Sí, gracias, le digo y el camarero sale de prisa a poner nuestro pedido.

Anastasia llega después de unos pocos minutos. Me pongo de pie cuando ella vuelve a nuestra mesa. La impresión que quiero darle es como de expectativa. Estoy muy tranquilo para su beneficio y el de los clientes. Ella está tratando de leer mi expresión, tratando de descifrar lo que voy a hacer, pero no puede.

_ Siéntate a mi lado, y ella se desliza en el asiento junto a mí. Ya he ordenado por ti, espero que no te importe, le digo mirándola. Le entrego su copa de champán. Ella me ha frustrado toda la semana esperando por su respuesta; haciendo que me den ganas de gritar, suplicar, incluso obligarla a que me diga que sí. Sin embargo, no dice nada; pero esta noche, igualmente la frustraré tal cual como ella hace conmigo. ¡En el momento en que termine con ella, el universo se reirá de culo irónicamente!   ¡Una por una no es trampa Anastasia! Coloco mis manos sobre mis muslos como si me estuviera preparando para tocarla y me doy cuenta que ella se tensa y separa las piernas. No puedo dejar de sonreír internamente.

No ha pasado mucho tiempo desde que Ana se ha sentado, cuando el camarero trae las ostras sobre hielo. Le sonrío con el recuerdo del Heathman y la cena.


_ Anastasia, si mal no recuerdo, me parece que las ostras te gustaron la última vez que las probaste, le susurro en tono seductor.

_ La única vez que las he probado, dice en un tono muy sensual. Le sonrío sabiendo que prendí el fuego. ¡Qué comience el juego!

_ Señorita Steele, ¿cuándo va a aprender? Le pregunto divertido. Tomo una ostra y haciendo un amague levanto mi mano del muslo. Veo que a Ana se le corta la respiración y todo su cuerpo tiembla de anticipación; nuestros cuerpos están tan en sintonía. Pero yo tengo el control, yo soy el conductor. Cuando ella ve que mi mano toma una rodaja de limón, veo la decepción que cruza por su rostro.

_ ¿Aprender qué? Ella pregunta distraídamente. Aprender que puedo torturarla con deseo insatisfecho, puedo dejarla caliente y con ganas y no hay final a la vista. Puedo hacer que ella me pida que la toque.  Casi puedo oír su pequeño corazón palpitante; la yugular en el cuello está pulsando frenéticamente. Aprieto el limón en la ostra y la llevo directamente a sus labios. 

_ Come, le susurro.

Sus labios se abren por la anticipación, pero el único contacto que tendrá será con la concha de la ostra. No la voy a tocar en absoluto.

_ Inclina la cabeza hacia atrás nena, le susurro en un tono salaz. Lo hace, y yo inclino la concha de la ostra que se desliza hacia su boca y puedo ver su garganta tragando sin problemas. ¡Tan podidamente sexy! ¡Sólo puedo imaginarme mi polla allí y ella tomando todo de mí!

Tomo otra ostra y exprimo el limón y la llevo a mis labios para que ella me vea comerla. Ella traga con dificultad, sus labios se abren para dar cabida a su respiración.  Tomo otra ostra y le exprimo el limón de nuevo. Pongo la mano sobre mi cadera y la paso por mi muslo frotándolo. Ella me ve emocionada esperando mi toque, pero por supuesto no lo haré. Llevo la concha de la ostra a sus labios otra vez y una vez más le doy de comer. Tomo la próxima para mí y ella está casi jadeando. Continúo mi tortura con las doce ostras. No hago ningún contacto físico con ella; sólo le doy la idea de que la voy a tocar, construir el deseo, la esperanza, la anticipación, pero nunca la conexión de piel con piel. Se está volviendo loca. Cuando pongo mi mano en mi pierna de nuevo, la paso por todo el muslo  arriba y abajo y ella solo mira mis movimientos a punto de saltar sobre mí en la mesa. Entonces hago de nuevo el amague de levantar mi mano para tocarla, pero la pongo sobre la mesa. Ella mira mi mano como si fuera un premio, estoy seguro que en este momento anhela mis dedos en ella.

El camarero vuelve de nuevo con nuestro plato principal y también llena nuestras copas de champán. Cuando ella se da cuenta de lo que pedí sonríe.  

_ ¿Es este uno de sus platos favoritos señor Grey? Ella pregunta con un brillo en sus ojos recordando el Heathman.

_ Sin duda, se convirtió en uno, señorita Steele. A pesar de que fue bacalao lo que comimos en el Heathman, le digo recordándole. Bajo mi mano a mi pierna de nuevo y la recorro a todo lo largo. Mi mirada está en ella. Su pecho comienza a subir y bajar en una sucesión rápida, distraída y ardiente.

_ En ese entonces estábamos en un comedor privado y recuerdo que estábamos hablando de contratos, dice mientras sus ojos van a mi mano.

Sonrío al recordar. Ella está ansiosa de tener mi mano sobre ella, así como yo lo quería en aquella oportunidad. Supongo que está bien excitada por su sonrisa lujuriosa.

_ Qué días aquellos… sonrío con malicia. Espero esta vez conseguir follarte, le digo y sin esperar su respuesta, agarro mi cuchillo y corto la lubina. Yo sé que ella está deseosa porque la toque, pero al darse cuenta de que mis acciones no van con mis palabras, su frustración se eleva.

_ Yo no contaría con ello Sr. Grey, murmura haciendo pucheros. Hablando de contratos, el acuerdo de confidencialidad…

_ Rómpelo, le digo sin más.

_ ¿Qué? ¿En serio?

_ Sí, contesto tajante.

_ ¿Estás seguro de que no iré corriendo al Seattle Times con una exclusiva? Dice en tono burlón y como siempre me hace sonreír.

_ No, confío en ti. Voy a concederte el beneficio de la duda.  Ella levanta la vista hacia mí con una mirada de admiración y su sonrisa tímida de amor.

_ Lo mismo digo señor Grey, susurra.

Ahora continúo con la próxima ola de asaltos.

_ Estoy encantado de que lleves un vestido, le susurro. Ella entrecierra los ojos y me mira con enojo.

_ Entonces por qué no me has tocado, gruñe entre dientes.

_ ¿Añoras mis caricias? Le pregunto sonriendo. Sus labios se separan exhalando.

_ Sí, dice echando humo.

_ Come, le ordeno.

Ella levanta su mirada hacia mí fijamente. 

_ ¿No vas a tocarme verdad?
_ No.

_ ¿Qué? Dice en un gemido ahogado.

_ Imagina cómo te sentirías cuando lleguemos a casa. Estoy impaciente por llevarte a casa, le susurro en su oído. Más leña al fuego señorita Steele.

_ Si empiezo a arder aquí, en el piso setenta y seis será culpa tuya, sisea entre dientes.

_ Oh Anastasia ya encontraremos el modo de apagar el fuego, le digo sonriendo con unas ganas... Ella me está contemplando y sé que está tramando algo. Sumerge el tenedor en su pescado, y rompe una pieza. Cuando la comida toca sus labios, cierra los ojos saboreando gustosamente, con una mirada perdida de placer. Una vez que lo traga, revolotea sus pestañas y su mano baja hasta su pierna. Lentamente sube el vestido sobre su hermoso muslo. Ella me está devolviendo la pelota y trata de derrotarme en mi propio juego.  Mi tenedor se detiene en el aire. Ella quiere que la toque. Pero hago un esfuerzo por ignorarla, que no es tan fácil cuando está jadeando y ofreciéndose a mí. Yo pretendo hacerle ver que su juego no me afecta y sigo comiendo. Anastasia suelta el cuchillo y sensualmente pasa su mano por el muslo tocándose, tratando de doblegarme y lo está logrando. Ella no lo sabe, pero mi polla inmediatamente responde con un movimiento. Me detengo de nuevo, para recuperar el control y me inclino para susurrarle: Sé lo que estás haciendo.

_ Ya sé que lo sabe señor Grey, de eso se trata, dice con voz suave.

A continuación, toma un tallo de espárragos, y lo sumerge en la salsa, y lo lleva a sus labios, girando y arremolinando la lengua sobre él como si le estuviera haciendo una felación. Está tratando de devolverme el juego a mí, una vez más.

_ No crea que me está devolviendo la pelota señorita Steele, le digo y le quito el espárrago. Abre la boca, nena…

Ella jadeaba mientras me mira con sus largas pestañas. Yo no soy inmune a sus encantos, es sólo que tengo un mejor control. Yo siempre estoy con el arma lista cuando se trata de Anastasia, dispuesto a disparar. ¡Siempre me tiene excitado! Un poco más de esto y me tendrá en sus manos. Ella abre los labios lo suficiente para que el aire pase a través de ellos y pasa su lengua por el labio inferior. ¡Oh mierda! Solo puedo sonreír pero mis ojos se oscurecen con un deseo lascivo.

_ Más… apenas puedo decirle. Con mis labios entreabiertos le dejo ver un poco mi lengua también. Ella abre más la boca aceptando. Su lengua a la espera y sus labios color rosa deliciosos. Tomo una inhalación brusca. Nuestros ojos se bloquean. Ella toma el espárrago, pero en vez de morderlo lo chupa lenta y suavemente con unas ganas… ¡No me jodas! ¡Sé que tiene una boca y lengua talentosa, eso ya lo he probado!

Cierro los ojos para suprimir el deseo creciente, pero cuando los abro de nuevo otra vez, yo también me estoy quemando por ella. Al ver mi reacción ella gime y su mano se estira para tocar mi muslo. Tomo su mano. Nop. El juego no ha terminado. Todavía estamos jugando.

_ ¡Ah no! No haga eso señorita Steele, le digo en voz baja. Luego pongo su mano en su propia rodilla.


_ ¡No juegas limpio! Se queja poniendo mala cara.

_ Lo sé, digo recuperando el control del juego una vez más. Levanto mi copa de champagne y propongo un brindis por su ascenso. Tintineamos las copas.

_ Sí, no me lo esperaba, murmura, recordando lo que el hijo de puta de Jack le hizo y mi expresión se oscurece. Pero, yo no quiero que frustremos nuestro estado de ánimo aquí.  

_ Come. No te llevaré a casa hasta que termines toda la comida y entonces lo celebraremos de verdad.

_ No tengo hambre de comida,  se queja lista para ser follada en estos momentos.

_ Come o te pondré sobre mis rodillas aquí mismo y daremos un espectáculo a los demás, le digo amenazante.  Ella se retuerce en su asiento, y su boca va en una línea tensa, y sólo me mira fijamente. Tomo otro tallo de  espárragos, lo sumerjo en la sala y se lo ofrezco. 

_ Cómete esto y la miro seductoramente.  Su mirada se conecta con la mía, ella abre sus labios y toma la punta, lo chupa y lo come.

_ No comes como es debido. Has perdido peso desde que te conozco, nena.

_ Todo lo que quiero es ir a casa y hacer el amor, murmura tristemente, haciéndome reír con su declaración.

_ Yo también y eso haremos, come.

Entonces se da cuenta que no iremos a casa hasta que ella coma. Así que se da por vencida y comienza a comer.

_ ¿Cuánto tiempo que conoces a Kate Kavanagh, Anastasia? Le pregunto a la ligera.

_ Desde que empecé la universidad.

_ Ya veo... ¿Ese mismo tiempo tienes conociendo a  Ethan?

_ Sí, más o menos, dice entrecerrando los ojos tratando de descifrar a dónde voy con este tipo de preguntas.

_ Nunca los conocí hasta después de que te conocí, pero conozco a su padre desde hace bastante tiempo, hemos hecho negocios de vez en cuando.  

_ ¿En serio? Yo no sabía eso, dice sorprendida.

_ ¿Alguna vez has salido con Ethan? Le pregunto, apenas reprimiendo los celos.

_ No, solo es un buen amigo. El hermano de mi mejor amiga, responde ella. 

A Ethan le ocurre lo contrario. Él tiene ojos para Anastasia. Cuando la mira me hace pensar que tuvieron relaciones sexuales durante una semana y él parece que no acaba de saciarse con ella. Pero, por supuesto, yo sé que no es cierto. ¡Es sólo que no quiero que otros hombres se le hagan agua la boca con mi mujer!

_ ¿Cómo está tu comida? Le pregunto pasando mi mano por mi muslo de nuevo, tan cerca de ella pero nunca tocando. Ella parpadea. Ni siquiera registra la pregunta en su cabeza, ella está distraída viendo mi mano.  

_ Todavía estoy comiendo, dice con aire ausente. Sonrío. En los próximos minutos, finalmente se las arregla para terminar toda la comida y pone el cuchillo en el plato.

_ Terminé y sonríe como un niño pequeño que logró algo monumental.

_ Buena chica, la alabo. Mis palabras están llenas de promesas de lo que va tener para su recompensa, y ella se retuerce en su asiento.

_ ¿Qué hacemos ahora? Pregunta jadeando.

_ Ahora, nos vamos, nena. Creo que tiene usted ciertas expectativas señorita Steele, las cuales voy a intentar complacer lo mejor que sé, le respondo y ella casi convulsiona en su asiento.

_ ¿Lo… mejor… que sabes? Dice incapaz de formar una frase coherente. El deseo está rebosante en ella. Me levanto y le extiendo mi mano. Ella me pregunta si no voy a pagar.

_ No, soy un miembro de aquí, me van a enviar la cuenta. Vamos, nena, después de ti, le digo sonriendo.
Miro a mi mujer con un oscuro deseo, la desnudo con los ojos, me imagino todas las cosas que voy a hacer con ella en poco tiempo. No puedo esperar para ver su reacción. Ella se levanta majestuosamente, y se pone delante de mí y se arregla el vestido lentamente, tomándose su tiempo suavizado sus muslos. Sé lo que está haciendo. 

_ Estoy impaciente por llegar a casa, le murmuro y vamos camino hacia los ascensores. Le digo al Maître que por favor tenga el coche listo para nosotros. No puedo esperar más. Quiero a mi mujer de postre.   

Pulsamos el botón para llamar al ascensor. Hay una pareja de mediana edad esperando igual que nosotros. Cuando se abren las puertas tomo a Anastasia por el codo y la llevo a la parte final del ascensor. Cuando entramos George Stathakis está con su esposa y me saluda. El se ha hecho millonario con la importación y exportación. Sabe donde conseguir las mejores ofertas y precios más bajos en todo el mundo para venderlo a los mayoristas y comerciantes de todo el país.


_ Grey, me saluda. Asiento con la cabeza en respuesta. Hay dos parejas en frente de nosotros charlando en voz alta posiblemente debido a que están medio embriagados.


Las puertas del ascensor se cierran y me agacho para amarrarme el cordón de mi zapato para no levantar sospechas de lo que estoy a punto de hacer. Después de volver a atar mis cordones, discretamente pongo una mano en el tobillo de Ana que se pone completamente rígida. Poco a poco me levanto del suelo deslizando mi mano por su pierna hasta arriba llegando hasta su culo y aprieto. Anastasia se sofoca rápidamente con un jadeo ahogado. Mi brazo libre la serpentea alrededor de su cintura mientras me coloco detrás de ella y la acerco a mi cuerpo con fuerza. Mi dedo índice se sumerge en su sexo húmedo y deseoso y empiezo dando vueltas dentro de ella. Apoyo la cabeza en su hombro y la abrazo fuerte mirando la parte de atrás de la cabeza de las demás personas.  Mi dedo entra en profundidad hasta los nudillos y Anastasia trata de sofocar otro gemido. El ascensor se detiene en el piso cincuenta y tres y otras personas entran y yo la abrazo con más fuerza. Meto otro dedo en su sexo y sigo con mi deliciosa tortura. Ella está caliente, húmeda, exquisita como siempre. Me apoyo en su oído y susurro con una voz que sólo ella pueda oír. – Siempre tan caliente y lista para mí, señorita Steele –   Ella se retuerce y jadea, apenas capaz controlarse a sí misma.

_ Estate quieta y callada, le ordeno. El ascensor se detiene en el piso cuarenta y cuatro y entran otras personas. Todas ajenas a lo que le estoy haciendo con ella. La llevo más a la esquina y sigo sumergiendo mis dedos dentro y fuera de su sexo. Puedo sentir sus pliegues hincharse mientras mis dedos van en una danza deliciosa en su interior. Mi polla está preparándose para lo que viene, y necesito un poco de fricción, así que me pego en su contra para que me sienta. Ella jadea de nuevo.

_ Chsss, le doy otra advertencia. ¡Estoy tan jodidamente caliente ahora! Para los otros pasajeros, probablemente parecemos una pareja muy enamorada que anda con besuqueos, ajenos al mundo en la esquina del ascensor. Nadie se molesta en prestar atención a nosotros.

Saco mi dedo y froto su perla de placer que está sensible y entonces sumerjo mi dedo de nuevo en su sexo otra vez y meto otro. Ella se hunde en mis brazos, entregada al placer que le proporciono, pero yo no quiero que se corra. Quiero que esté deseosa por mí cuando lleguemos a casa.

_ No te corras, le pido firmemente. Eso lo quiero para después…  Mi brazo libre aprieta de nuevo su cintura y extiendo mi mano sobre su vientre presionando para mantenerla en su lugar, pero es para darme más facilidad de profundizar en ella y torturarla deliciosamente.

El ascensor finalmente llega a la planta baja y yo saco cuidadosamente mis dedos fuera de ella y le beso la parte superior de la cabeza. Stathakis se despide de mí cortésmente y tomando a su mujer sale del ascensor. Ana se da la vuelta gastada, deseosa, sin acabar, caliente y mojada.

_ ¿Lista nena? Le pregunto cuando sumerjo mis dedos en mi boca y los chupo con fuerza. – Pura delicia señorita Steele – Le susurro.

_ No puedo creer que acabes de hacer eso, dice casi cayéndose a pedazos.

_ Le sorprendería lo que soy capaz de hacer señorita Steele, le digo extendiendo mi mano para meter un mechón de pelo detrás de su oreja.

_ Quiero poseerte en casa, pero puede que no pasemos del coche y salimos del ascensor.

_ Vamos señorita Steele.

_ Sí, quiero hacerlo,  murmura con petulancia.

_ ¡Señorita Steele! Le reprendo con un fingido horror.

_ Nunca he practicado el sexo en un coche, murmura. ¡Más vale que no lo haya hecho! Me detengo en seco y me vuelvo hacia ella, sosteniendo su barbilla para mirarla a los ojos. 

_ Me alegra mucho oír eso. Debo decir que me habría sorprendido mucho, por no decir molestado, que no hubiera sido así, siseo entre dientes apretados. Ella no sabe cómo me pongo de celoso. Incluso la idea de ella con alguien más me vuelve loco. Ella es mía y sólo mía.

_ No quería decir eso, ella replica de nuevo.

_ ¿Qué querías decir? Pregunto en todo áspero.

_ Solo era una forma de hablar Christian, responde

_ Ya. La famosa expresión “nunca he practicado el sexo en un coche” Sí es muy conocida. Es sorprendente la facilidad con que dispara su lengua señorita Steele.

La mayoría de la gente tiene miedo de los celos, del odio, incluso. Pero Sidonie Gabrielle Colette dijo que “los celos no son del todo bajos, pero nos pillan humillados y abatidos, a primera vista”, y mi amor y deseo por Anastasia es tan grande que incluso la idea de que alguien más la mire con los mismos ojos que yo, hace que mi corazón se corte en mil pedazos, poco a poco sangrando casi hasta la muerte.

_ Lo he dicho sin pensar Christian… Por Dios, tú acabas de… hacerme eso en un ascensor lleno de gente. Tengo la mente aturdida.

_ ¿Qué te he hecho yo? Le pregunto porque quiero que me diga que yo soy el único que la calienta, que la pone deseosa y lujuriosa. ¡Quiero que me diga que soy su hombre!

_ Me has excitado. Muchísimo. Ahora llévame a casa y fóllame, me dice con los ojos ceñudos y enojada. Esto es más de lo que esperaba. Mi mandíbula se abre  y no puedo dejar de escapar una risa.

_ Es usted una romántica empedernida señorita Steele, le digo y la tomo de la mano para sacarla del edificio en donde ya nuestro coche nos espera.




5 comments:

Anonymous said...

Que descriptivo este capitulo, mejor imposible gracias por este nuevo capitulo, como siempre un honor y un gran placer.Espero por mas Emine sin palabras, Patricia gracias por seguir traduciendo

aries said...

Muchas gracias!!!!!

Unknown said...

fantástico CAPITULO ME ENCANTA ESE JUEGO DE CRISTIAN, ES TREMENDO,AMO SI DESESPERO POR SABER LA RESPUESTA, ME ENCANTA COMO PIENSA EN ANA, DE VERDAD ES UN PLACER LEER ESTA HISTORIA, Y ANASTACIA COMO SE COMPLEMENTA A EL, HAY QUE VER COMO LE SIGUE EL JUEGO, Y DICEN QUE ELLA ES MEDIO BOBA, JA ESA DE BOBA NO TIENE UN PELO, GRACIAS EMINE COMO SIEMPRE ERES GENIAL, Y TU MI AMIGUI PATRICIA TE AMO GRACIAS MIL POR ESA MARAVILLOSA TRADUCCIÓN, ESPERO CON ANSIA EL PRÓXIMO CAPITULO. UN BESOTE..

Unknown said...

Patricia Aurora Mmmmm....ayer extrañe el capitulo!! Gracias Emine y Patricia por su trabajo y a Fanny por subirlo
20 de diciembre a la(s) 11:42 · Me gusta · 1

Claudia Henao Gracias Patricia, Emine
20 de diciembre a la(s) 12:24 · Me gusta

Andrea Valenzuela Ulloa aaaa dios mio!!!!!...que hombre por todos los cielos...-.-que buen capitulo..quien no querria celebrar algo con el......es genial gracias emine y patricia...fantastico me encanto
20 de diciembre a la(s) 13:21 · Me gusta

Analia Cesar I love Christian's side of the story. Thanks Emine! You're a genie!
Patricia un impecable trabajo como siempre! Gracias!
20 de diciembre a la(s) 13:40 · Me gusta

Anna Wann Graciassss!
20 de diciembre a la(s) 13:49 · Me gusta

Maria Gabriela Seco Avila yo tambien quiero una celebracion tan atrevida jajaja excelente capitulo como siempre
20 de diciembre a la(s) 14:09 · Me gusta

Nancy Fica Soto se extrañaba a grey muy vuen capitulo emine y patricia yo tb quieri una cena asi jajaj
20 de diciembre a la(s) 15:29 · Me gusta

Paola Baez muy bueno este capitulo
20 de diciembre a la(s) 15:39 · Me gusta

Yudii Moràn Gracias Emine y Patricia que gran trabajo..
20 de diciembre a la(s) 15:59 · Me gusta

Noelia Palma Fuentes Genial me e
20 de diciembre a la(s) 16:40 · Me gusta

Vita Garcia Rangel como siempre mas que sorprendentee....... gracias Emine
20 de diciembre a la(s) 16:49 · Me gusta

Titi Jerez de ensueño gracias bs
20 de diciembre a la(s) 17:13 · Me gusta

Alejandra Moyano Ahi lo leoo !!!!
20 de diciembre a la(s) 17:14 · Me gusta

Teresa Dahlin Genial
20 de diciembre a la(s) 17:56 · Me gusta

Alejandra Moyano Tres reglas fundamentales para a una cena una no llevar bombacha. Dos comer provocativamente y haya un ascensor ... Jaja . Que capitulon gracia enime y patricia .... Fanny gracias por subirlo !¡!!!
20 de diciembre a la(s) 18:37 · Me gusta

Maritza Cordova wow, como siempre un deleite leerles gracias, cada capítulo amo mas su forma de ser de Cristian
21 de diciembre a la(s) 2:49 · Me gusta

Francisca Rodriguez Fernandez Ke bueno
21 de diciembre a la(s) 7:00 · Me gusta

Begoña Fraile Toribio me encantaaaaaaaaa
21 de diciembre a la(s) 13:47 · Me gusta

Giselle Sanchez Rodriguez gracias chicas excelente!
24 de diciembre a la(s) 0:13 · Me gusta

Claretzimar Barboza amiga donde encuentro los otros capitulos?

Marise said...

Me encanta como plasmas todo desde el punto de vista de Cristian. Eres muy buena escritora.