CAPITULO XXV
"Yo te
amo y me encanta, siento por ti un amor
que no morirá. Hasta que el sol
se enfríe y las estrellas envejezcan.
Shakespeare
El amor todo
lo vence, incluso nos sometemos a él (Virgilio)
La postura de
Ana está entre la defensiva y la ofensiva. ¿Qué
hay en ese pedazo de papel? ¿Es
una carta de un ex amante? ¿Podría
ser? Ella no ha tenido ningún
otro novio. El pensamiento es más
que inquietante. Ella es mi
chica. Me estoy convirtiendo en
un manojo de nervios.
_ Ana, ¿qué
pasa? Murmuro en tono cauteloso. Ella
no responde, su mirada se centra en Katherine Kavanagh. Un escalofrío me recorre como si
alguien entró en mi tumba.
_ ¡Kate! Esto no tiene nada que ver contigo,
ella hierve con rabia. Kate sólo
está sorprendida por su respuesta y parpadea hacia ella con los ojos muy
abiertos. El intercambio de
miradas entre ellas es confuso. Ana parece que no quisiera que ella diga nada y
Kate quiere soltar todo. ¿Qué me está ocultando? ¿Qué hay en ese maldito papel?
¡Quiero saber!
_ ¿Qué es eso
Ana? Vuelvo a preguntar en un tono amenazante.
_ Christian, ¿Nos
puedes dejar solas por favor? ¡WTF! ¿Ella quiere que me vaya? ¡Ni muerto me
sacan de aquí!
_ ¡No! Muéstrame, le digo con la mirada
ártica. ¡No me jodas ahora! Extiendo
mi mano. Después de vacilar por un breve momento ella me lo entrega.
Cuando le doy
el primer vistazo, veo la dirección de correo electrónico de Anastasia,
enviándome un correo ¡Su respuesta al contrato de Sumisa! ¡Joder! Mi corazón se hunde más rápido que el Titanic… Oigo a Kate
hablando de nuevo.
_ ¿Qué te ha
hecho él? Le pregunta en tono aprensivo.
_ Eso no es de
tu incumbencia, Kate, responde Anastasia exasperada.
Escalofríos de sangre
corren por mis venas. Esta es la
primera vez que alguien tan cerca de mi familia se entera de mi estilo de vida. Pero incluso eso no me importa en
estos momentos. Lo que me preocupa es ¿Cómo
ella intervendrá en mi relación con Anastasia? ¿Va a tratar de alejarla de mí? ¡La mataría antes de que eso suceda!
¿Quién le dijo que nos hablara de esto? ¿Elliot? ¿Mis padres? ¡Oh, Dios! ¡Mis padres! ¿De dónde sacó esto? ¿Entró en el correo de Anastasia? ¿Alguien se
lo envió a ella?
_ ¿De dónde
sacaste esto? Pregunto en un tono amenazador, suave y reservado, porque ella no
me va a joder. Inclino mi cabeza sin pestañear. Por lo menos sé que mi voz
impacta porque se sonroja.
_ Eso es
irrelevante, responde, y su respuesta sólo hace que mi mirada se torne más glacial,
por lo que decide responder.
_ Fue del
bolsillo de una chaqueta, que supongo que es tuya. Estaba detrás de la puerta
del dormitorio de Ana, responde con su mirada impasible.
Bueno, ya
sabemos de dónde lo sacó, ahora hay que saber si le ha hablado a alguien de
esto. ¿Con quien tendré que pelear o discutir?
_ ¿Le has dicho
a alguien? pregunto con una voz suave como la seda. Yo no quiero que mi perversión de
mierda manche a mi familia demasiado perfecta. Lo que más me preocupa, con razón y
que me tortura de alguna manera, es que alguien separe a Anastasia de mí.
¡Todas mis cincuenta sombras volverán otra vez!
_ ¡No! Por supuesto que no, ella me grita enfadada.
Eso es algo. Asiento con la cabeza y me relajo. Con
el papel en mi mano, me dirijo hacia la chimenea del comedor, y tomo el
encendedor de la repisa de la chimenea; prendo en llamas al papel y me quedo y
me aseguro de que ha sido consumido todo por el fuego.
_ ¿Ni siquiera
Elliot? Oigo que Anastasia le pregunta.
_ Nadie,
responde ella de manera inequívoca. Hay
un silencio momentáneo que Katherine
rompe.
(The Sound of
Silence)
_ Yo sólo quiero
saber que estás bien, Ana, dice en un susurro.
Por lo menos
sus intenciones son honorables y buenas. Pero
el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Ella nos puede destruir y no me gusta
la gente que tiene el control sobre mi destino, mucho menos del destino de Anastasia.
_ Estoy bien
Kate. De hecho, más que bien. Por favor, Christian y yo estamos
bien, muy bien. Eso es del pasado. Por
favor ignóralo, dice Anastasia.
_ ¿Qué lo
ignore? Pregunta la bruja con su escoba estacionada en la puerta principal.
¿Cómo puedo ignorar eso? dice señalando la chimenea con su mano. ¿Qué te ha
hecho? Su voz es de inquietud y preocupación.
_ Él no me ha
hecho nada, Kate. En serio estoy bien, responde
Anastasia con voz convincente.
Pero lo bruja
no se detiene.
_ ¿De verdad?
Ella sondea
esperando que Anastasia diga algo malo, haciendo casi un esfuerzo para alejarla
de mí. Quiere despertar a Anastasia del
hechizo que la aqueja y de pronto siento la necesidad de mantener a Ana lejos
de todos, especialmente de Kate. Envuelvo mis brazos alrededor de la
cintura de Ana y la acerco hacia mí. Mis ojos están constantemente en los de Katherine,
sin siquiera parpadear. Ella es la que está tratando de arrebatarme algo que es
muy preciado para mí y no la voy a dejar.
_ Ana ha aceptado
ser mi mujer Katherine, le digo muy tranquilamente y de forma tajante, para que
no le quede la menor duda.
_ ¡Tú mujer! ella chilla en
un tono que dice: ¿Estás
loca de mierda? Ella está enojada,
conmocionada, horrorizada y sus ojos casi que se salen de sus órbitas. Si los abre más
seguro le chorrean por la cara.
_ Vamos a
casarnos. Vamos a anunciar nuestro compromiso esta noche, y mentalmente añado “ni se te ocurra joder nuestra noche” Ahora
la tengo de primera en mi lista negra, más que a cualquier otra persona.
_ ¡Oh! Es lo
único que puede decir, casi que le regojo la mandíbula del piso. Creo que no se
hubiese sorprendido tanto si le digo que soy Han Solo. Una vez que cae en
cuenta de lo que acaba de oír, vuelve a hablar entre silbidos.
_ ¿Te dejo sola
durante quince días y vas a casarte? Es
muy repentino. Así que ayer,
cuando dije… busca la mirada de Anastasia. De la manera en que se comporta
parece que ella hubiese parido a Ana. Se ve confundida y vuelve a hablar ¿Y
cómo encaja este email en todo esto?
¡No quiero a
una esposa sumisa! Aunque me
encantaría que de vez en cuanto me obedezca. ¡Pero
eso no es asunto de Katherine!
_ No encaja Kate.
Olvídalo por favor. Yo lo amo y él me ama. No arruines su fiesta y nuestra
noche… No lo hagas… Anastasia le susurra una súplica. Odio que tenga que
mendingarle a Kate por mí. Yo no quiero a mi nena mendingándole a nadie. Mi
corazón se enamora de ella de nuevo, debido a su declaración de amor.
_ No, por supuesto que no lo haré. ¿Estás bien? Ella insiste.
¿Qué coño es lo
que tenemos que hacer para demostrarlo Kavanagh?
_ Soy más feliz
que en toda mi vida. La declaración de Ana me hace más feliz aun, así que no la
aparto de mi lado. Pero Kavanagh sigue siendo implacable. Extiende la mano y agarra la de ella, aunque yo no la suelto. No
me gusta la acción. Siento como si
estuviera tratando de apartarla de mí.
_ ¿De verdad
estás bien? Le pregunta de nuevo en busca de una confirmación.
_ Sí, responde
Anastasia con una alegría contundentemente. Anastasia
se aparta de mi abrazo y Kavanagh la abraza. Un
millón de cosas pasan por mi mente. El
miedo es lo más importante, seguido por la ira muy bien escondida. Miedo de perder a Anastasia, el miedo
de que mi familia se entere exactamente lo jodido que estoy. ¡Ellos no se merecen estar
contaminados con mi mierda! Me molesto
conmigo mismo por no tener cuidado con Katherine en su esfuerzo de alejar a
Anastasia de mí. Nadie puede protegerla mejor que yo. Ella es mi chica, mi
mujer, mi prometida. ¡Mataría mil veces si alguien la aparta de mí!
_ Oh, Ana... yo
estaba tan preocupada cuando leí eso. Yo
no sabía qué pensar. ¿Me lo
explicarás? Le pregunta en voz baja a Anastasia.
_ Un día, pero
no ahora.
_ Bien. No se lo diré a nadie. Te quiero mucho Ana, como a mi
hermana. Es que pensé… no sabía qué pensar… Perdona. Si tú eres feliz, yo
también soy feliz. ¡Joder gracias por eso!
_ Christian. ¡Lo siento mucho! Estaba preocupada por Anastasia. Siento entrometerme. Asiento con la
cabeza. Por lo menos ella está
arrepentida. Pero eso no te va a sacar de mi lista negra. Mis ojos son fragmentos de hielo, mi
mirada no es más que el ártico.
_ Realmente lo
siento. Tienes razón, no es
asunto mío, le susurra a Anastasia disgustada por su comportamiento anterior.
Llaman a la
puerta y Katherine se separa del abrazo
de Anastasia. Mi madre asoma la
cabeza por la puerta.
Su pregunta va
dirigida a mí. Mi padre debió
haberle dicho acerca del comportamiento agresivo con el que nos recibió Katherine.
_ ¿Está todo
bien, cariño?
Pero Kavanagh
contesta primero.
_ Todo está
bien, señora Grey.
_
Estupendamente, mamá, le respondo.
_ Bien, dice
aliviada y entra en la habitación. Entonces
no te importará que le dé un abrazo a mi hijo por su cumpleaños, dice radiante
de felicidad. Tengo que verla
también. Necesito su ayuda
después de todo.
_ Feliz cumpleaños,
querido, dice mi madre con su voz suave. Estoy
tan contenta de que no te haya pasado nada.
_ Estoy bien
mamá, le digo para tranquilizarla y le sonrío. Ella se aleja un poco y me mira como
solo una madre sabe hacerlo y su felicidad está en su cara. Está radiante.
_ Estoy feliz
por ti, dice ella y me acaricia suavemente el rostro. Su afecto me toma por sorpresa, pero le
doy la bienvenida y me encuentro sonriendo como un idiota.
_ Bueno,
chicos, si todos han terminado su tête-à-tête, hay una montón de gente que
quiere comprobar que realmente estás en una pieza y desearte feliz cumpleaños
Christian.
_ Ahora mismo
voy.
La mirada de mi
madre escanea con ansiedad a Anastasia y a Katherine y sus sonrisas la
tranquiliza. Mi madre hace un
guiño de complicidad a Anastasia, y abre la puerta para nosotros. Le tiendo una mano a mi novia para salir,
porque no la dejaré sola con la bruja de Kate en el comedor.
_ Christian de
verdad perdóname, dice Kate antes de salir. Asiento con la cabeza hacia ella,
disculpa aceptada, pero el hecho no se olvida.
Cuando salimos
al pasillo, Anastasia me mira con cautela y me pregunta ¿Tu madre sabe de
nosotros?
_ Sí, le digo,
porque no quiero dar más detalles.
_ Ah, dice
sorprendida gratamente. Luego
agrega, bueno ha sido una forma interesante de empezar la noche.
De repente
siento ganas de reírme por la evaluación que ella da, pero sólo me conformo con
una sonrisa divertida. Nadie
puede simplificar un tema como Anastasia lo hace. Pero, eso es una de las cosas que me encanta
de ella. Su rabia es como la
lluvia de verano en el desierto; viene
con un trueno, pero desaparece a los pocos minutos.
_ Tiene usted
el don de quedarse corta señorita Steele. Como siempre, le digo y levanto su
mano hasta mis labios y le beso los nudillos. Cuando
entramos en el amplio salón aparte de mis padres, estoy sorprendido por la
multitud reunida allí. Hay un
estruendoso aplauso y gritos de ¡Feliz cumpleaños!
Anastasia
también está sorprendida por la cantidad de gente y su mirada escanea la
habitación con timidez. Toda mi
familia está presente. Ethan con mi hermana. Estrecho
mis ojos, pero ella ya es una mujer adulta. John
y Rhian están aquí, y Claude, Mac, la perra de Lily, y ¡Oh mierda! ¡Elena!
Cuando el
aplauso se apaga, todos los ojos se vuelven a mí.
_ Gracias a
todos, les digo y aprovecho que Gretchen pasa con una bandeja de Champán. Voy a
necesitar una de estas digo y tomo dos copas, una para Ana y otra para mí.
Levanto la copa
de champán a todos los presentes y Elena se sale del grupo para comunicarse
conmigo.
_ Christian, estaba
preocupadísima, dice abrazándome y besándome en ambas mejillas. Anastasia
intenta retirar su mano de la mía, claramente perturbada por Elena, pero le agarro
con más fuerza.
_ Estoy bien
Elena, murmuro en tono poco amistoso.
_ ¿Por qué no
me has llamado? Ella pregunta fervientemente, buscando mi mirada.
_ He estado muy
ocupado, la corto en seco.
_ ¿No recibiste
mis mensajes? ¡Vete a la mierda! ¡No
quiero molestar a Anastasia! Me
siento incómodo, porque Elena se comporta como si fuera mi propietaria, como si
tuviera que entregarle cuentas, cuando ella está en pleno conocimiento de que
Anastasia es muy importante para mí. Ella no retrocede y tampoco reconoce que
Anastasia es mi novia y que la tengo muy cerca de mi cuerpo. ¡Estamos pegados
por las caderas! Traigo a Ana aún más cerca, casi como si fuera mi manta de seguridad, ella es mi centro, y
ella es mi alma. Sin ella, no
tengo un corazón ni un alma. Ella
me hace casi humano. Me hace
sentir. Paso mis brazos alrededor
de ella. Si estuviéramos más
cerca, estaríamos haciendo el amor. Doy
mi mirada más impasible a Elena, y ella finalmente no puede ignorarla más.
_ Ana… estás
preciosa, querida, dice en un murmuro.
_ Elena,
Anastasia refleja su tono. Gracias.
Mi madre está
desconcertada con la incomodidad y el desagrado de Elena hacia Anastasia. Ella frunce el ceño, contemplando. Y no es bueno si ella hace eso. Mi madre es una mujer brillante.
Pero, yo no voy
a tolerar el asedio de Elena. Sabemos
el resultado de eso. Voy a tener
que cortar de raíz antes de que se convierta en una guerra aquí.
_ Elena,
necesito hacer un anuncio, le digo con indiferencia, para que mueva su culo
fuera de Anastasia. Yo no quiero
que nadie arruine su estado de ánimo.
_ Por supuesto,
dice con su sonrisa enyesada reservada solo para bromas y da un paso atrás.
_ ¡Escúchenme
todos! Hago un llamado a los invitados con una clara voz. Yo sé cómo conseguir la atención en una
habitación. Una advertencia firme
para que todo mundo preste atención. A pesar de que esto es una ocasión feliz,
yo todavía sigo al mando, exijo que me miren. En menos de un minuto, las voces
en la sala se calman y todas
las miradas se dirigen a mí.
_ Gracias por
haber venido. Debo decir que esperaba una tranquila cena familiar. De manera
que esto es una sorpresa muy agradable. Mi hermana capta mi mirada, y ella me
sonríe para saludarme. Ella está
en un modo lúdico de nuevo.
_ Ayer a Ros y
a mí, les digo al recordar la terrible experiencia que hemos pasado juntos, casi
que no la contamos.
Ros sonríe
felizmente y levanta su copa hacia mí, y yo asiento con ella.
_ Así que estoy
especialmente contento de estar aquí hoy para compartir con todos ustedes una
muy buena noticia. Esta hermosa
mujer, le digo mirando a mi novia con amor, la señorita Anastasia Rose Steele,
ha aceptado ser mi esposa y quería que todos ustedes sean los primeros en
saberlo.
La multitud jadea
al unísono completamente atónita. Pero, finalmente, caen en cuenta de la
noticia y comienzan a aplaudir emocionados. ¿Todos pensaban que era gay? Anastasia
se sonroja con todas las miradas, algunas sinceramente felices como la de mi
familia, John y su esposa. Algunas
celosas como la perra Lily, y la de Elena que parece tornarse de color verde. ¡Que se jodan! No quiero perder un minuto más mirando
a otras personas, sino a mi mujer. Le agarro
la barbilla, la levanto hasta mis labios y la beso rápidamente.
_ Pronto serás mía, le susurro.
(Aquí estoy por Bryan Adams)
_ Ya soy tuya,
murmura de nuevo.
_ Legalmente, le susurro en su boca y sonrío con la idea
de que nadie podrá quitármela. Demasiado pronto, se acercan mis padres y
abrazan y besan a Anastasia y pasan a su alrededor como los dulces de
Halloween.
Mi madre está
fuera de sí. Creo que su reacción
es la misma que la primera vez que me encontró con Ana y se dio cuenta que yo
no era gay. Describiría su felicidad como si tuviera una ducha de luz.
_ ¡Oh, querida
Ana! ¡Estoy tan contenta de que
vas a entrar en familia! El
cambio que ha dado Christian... ahora es feliz… Te lo agradezco tanto, dice
medio sollozando y abrazando de nuevo a Ana.
Mia grita.
_ ¡¿Dónde está
el anillo?! Y, por supuesto, no hay uno en su dedo, ¡porque no se lo he dado
todavía!
_ Uhm...
Anastasia dice con mirada perdida, y mira hacia mí en busca de ayuda.
_ Vamos a
elegir uno juntos, digo frunciendo el ceño hacia ella.
Pero, Mia no se
deja intimidar. Ella me hace
frente como nadie puede. Bueno,
casi nadie, excepto Anastasia.
_ ¡Ay, no me
mires así Grey! Dice reprochándome y luego me abraza con toda su fuerza. ¡Estoy tan emocionada por ti, Christian!
_ ¿Cuándo vas a
casarte? ¿Ya han fijado una
fecha? Me pregunta sonriendo.
Estoy tan
contento de que mi madre me esté ayudando con la sorpresa para Anastasia. Mia no podría guardar un secreto sin dejar
que todo el mundo se entere, así que no le dije nada porque podría echar a
perder mi sorpresa. Ya metí la mata en mi propuesta inicial, así que no quiero
repetir el desastre. Mi hermana puede ser exasperante. Anastasia acaba de aceptar ¿cómo podemos
tener una fecha?
_ No tengo ni idea, aun no lo hemos decidido, todavía
tenemos que hablarlo Ana y yo.
_ ¡Espero que
hagan una gran boda aquí! Dice esperanzada ignorándome por completo.
_ Probablemente
volemos a Las Vegas mañana, le gruño, y ella se burla de mí, haciendo un mohín. ¡Dios! Tratar con mujeres con las que no
tenemos el control es totalmente agotador. Me
doy la vuelta y encuentro a mi hermano que me da un abrazo de oso completamente
feliz.
_ ¡Así se hace
hermano! Dice palmeando mi espalda, menos ahogado que ayer, pero feliz. Yo...
Estoy abrumado con la muestra de amor de mi familia. Después de que mi familia nos libera, Flynn
y Rhian vienen a nuestro encuentro.
John extiende
la mano.
_ Christian,
dice y me da la mano completamente satisfecho.
_ John, Rhian, los saludo. Anastasia evalúa su
pelo negro, ojos color avellana. Creo
que las mujeres evalúan a otras mujeres como los hombres en un concurso de
meadas. Estoy secretamente
complacido con la posesividad de Ana hacia mí y yo quiero que ella sepa que
ella me posee en cuerpo y alma.
_ Estoy
encantado de que sigas entre nosotros Christian. Mi mujer estaría muy apenada y
aburrida sin ti, bromea. Estoy a
gusto y cómodo con él, porque es una de las pocas personas que pueden hablarme
abiertamente si dejarse intimidar. Sonrío ante su comentario y John a cambio recibe
un reproche de su esposa. De alguna manera me divierte porque pienso que
Anastasia me puede hacer eso a mí, sabiendo que John y Rhian tienen una
relación íntima, me da más esperanza para nuestro futuro.
Le presento a
mi novia con orgullo.
_ Rhian, ella
es Anastasia, mi prometida. Ana,
la esposa de John.
_ Encantada de
conocer a la mujer que finalmente ha capturado el corazón de Christian.
Ana, murmura
gracias.
_ Esta si ha
sido una buena bolea Christian, dice John en su acento londinense sacudiendo la
cabeza con incredulidad, así que le frunzo el ceño. Yo no quiero que piensen
que mi decisión de casarme con Anastasia es para salir del paso. Él debería
estar claro que estoy enamorado de ella.
_ ¡John, tú y
sus metáforas de cricket! Rhian regaña a su marido de nuevo. Felicidades a los dos y feliz cumpleaños Christian. Qué
regalo tan maravilloso, dice viendo a Ana a los ojos.
_ ¿Qué es una
bolea? Pregunta Anastasia.
_ Oh, es un
giro de la bola en el juego, un arma básica y común que…
_ ¡John! lo reprende
Rhian dándose cuenta que va a entrar en la explicación completa.
_ Básicamente
se trata cuando la pelota de cricket rueda de una manera y luego se desvía
tomando el camino contrario, explica John la versión corta. Rhian le pone los ojos en blanco.
Le doy las
gracias, y sonrío.
_ Ana, que
bueno conocerte finalmente, ¿qué haces?
Anastasia
sonríe y le dice que ella trabaja en el mundo editorial.
_ John, le digo
y doy un par de pasos a distancia de las mujeres. Anastasia aunque está
hablando con Rhian me sigue con la mirada.
_ ¿Cómo está Leila?
_ Está bien
Christian. Respondiendo al tratamiento. Un par de semanas más y ya podemos
ponerla en un programa ambulatorio. Asiento con la cabeza.
_ ¿Te dijo
cuántas veces entró en el apartamento?
_ Me dijo que un
par de veces. Pero no un número
exacto.
_ ¿Siempre
utilizó la misma ruta?
_ Sí, eso fue
lo que me dijo.
_ Pregúntale
algo por mí.
_ Claro, ¿qué
será?
_ Pregúntale si
sacó de mi caja fuerte unas fotos y si las puso en mi closet.
_ ¿Fotos? pregunta
ladeando las cejas. Me siento un
poco avergonzado. Bajo mi voz.
_ Sí, unas
fotos de ella y otras sumisas.
_ ¿Qué tipo de
fotos?
_ ¿Qué clase te
parece? Pregunto con sarcasmo. Él
evalúa por un minuto.
_ ¿Por qué las
tienes? John pregunta con sus cejas levantadas.
_ Ya no las
tengo más, las destruí.
_ ¿Cuándo lo
hiciste?
_ Anastasia las
encontró. Sospecho que Leila las
puso en donde Ana pueda encontrarlas, le digo.
_ Ajá... dice,
y con esa palabra, sé que vamos a estar hablando de esto durante las próximas
semanas. Finalmente, niega con la
cabeza. Cuando levanto la vista
Ros y Gwen vienen hacia nosotros, él cierra el tema.
_ Está bien, le
preguntaré. Hablaremos de esto en
tu próxima sesión. Es tu
cumpleaños.
_ ¡Feliz
cumpleaños señor Grey! Dice Ros y Gwen al unísono y ambas me dan un abrazo
breve.
_ Ros, Gwen y
me giro hacia Anastasia. Esta hermosa mujer es mi prometida Anastasia.
_ ¡Anastasia, que
agradable conocerte! Dice Ros con su voz ronca. Gwen es una rubia burbujeante y le da a
Anastasia un abrazo. Yo no quiero
que pasen mucho tiempo abrazando a mi mujer, ya que ambas batean para el equipo
contrario. No es que ellas van a poner los ojos en otras personas pero ¿por qué
arriesgarse?
_ Por favor,
llámame Ana, dice ella.
Con cautela tomo
a Anastasia bajo mi brazo y la abrazo.
_ Anastasia, tienes
que estar orgullosa de las habilidades de pilotaje del Sr. Grey. Eso fue lo que nos salvó ayer. Terrible fue la experiencia pero yo no
dudaría en volver a viajar con él en el Charlie Tango, dice Ros con
excesiva efusión.
_ Sí. Estoy agradecida de que ambos llegaron
a casa sanos y salvos, dice Anastasia en una voz sombría.
_ ¡Yo también! y aliviada cuando vi a Ros entrar a la
casa, dice Gwen ahogándose con sus palabras.
_ Cuando Len,
el conductor del camión me dejó primero, yo estaba caminando en medias, con mis
zapatos en la mano, toda sucia y con la camisa ensangrentada.
_ ¿Dónde vives?
Le pregunta Ana queriendo cambiar el tema desagradable.
_ Oh, no
estamos muy lejos del apartamento del Sr. Grey. De hecho, nuestro apartamento está
casi al lado opuesto de Escala.
_ ¿Tomaste el
consejo de Len? Le pregunto a Ros. Por
un momento se ve confundida.
_ ¿Qué consejo? Me dio algunos... creo... dice
tratando de recordar.
_ La de poner
los pies en sal de Epsom. Los tenías my
hinchados cuando llegamos a la carretera.
_ ¡Sr. Grey, Ros me contó que estuviste a
punto de tirar sus Jimmy Choos! Gwen grita completamente sorprendida. A veces es difícil entender a las
mujeres. Lo peor no fue que tuviéramos el
accidente de helicóptero, sino que fuera a botar sus zapatos.
_ Bueno, todo
salió bien. Se puso mis zapatos hasta
que nos recogieron, digo con desdén.
_ ¿Le prestaste
tus zapatos? pregunta Anastasia casi con reverencia.
_ Sí, ella
estaba descalza, le digo con indiferencia, pero me hace más que feliz de que
ella se ve muy orgullosa de mí.
Pocos minutos
más tarde, mi madre viene e interrumpe nuestra conversación y anuncia a todos
que la cena está lista y que se servirá estilo buffet en la cocina. Mientras caminamos hacia el comedor,
busco la oportunidad de hablar con mi madre sin Anastasia. Por primera vez la presencia de Mía es
bienvenida. Ella está en tacones altos y un vestido pálido color rosa y
trae en sus manos dos copas de cóctel. Por lo que veo, son los Martini de limón
especial de mi papá.
_ Ana, le dice
y tengo la oportunidad de soltarle la mano a Ana y dejarla con mi hermana que se aferra a ella como una
garrapata en la oreja de un perro. Anastasia me mira, desconcertada y me encojo de hombros,
y le doy una sonrisa simpática. Es
Mia. Bien podría acostumbrarme a
ella. Entonces voy y busco a mi
madre.
Tratamos de
encontrar un rincón tranquilo, lejos de las miradas indiscretas. Mi madre se está comportando como un
espía 007.
_ ¿Tienes lo
que necesito? Ella me pregunta mirando a todas partes menos a mí. ¿Quién es esta mujer y que ha hecho
con mi madre?
_ ¿Qué?
Pregunto confundido. Ella repite
la misma pregunta.
_ Vamos Christian. La gente está esperando adentro. ¡Es tu fiesta no tenemos tiempo! ¿Tienes o no lo que necesito? Me regaña.
_ Sí, señora.
Me saco la preciosa caja de mi bolsillo.
Lo coloca en el
interior de su bolsillo.
_ ¿No quieres
verlo? Le pregunto tratando de no sonreír.
_ No, yo confío
en que has puesto lo que se necesita aquí. De
lo contrario vas a estar en problemas y no por mi culpa. Y además, yo quiero sorprenderme
cuando lo vea en su dedo, dice sonriendo.
_ ¡Grey! ¡Feliz cumpleaños! Dice Claude cuando
va hacia la cocina.
_ ¡Bastille
Gracias! Respondo cuando sigue su camino.
_ ¿Han traído…
bajo mi voz por si alguien nos escucha, las flores?
_ Oh hijo, ella
niega con la cabeza. Sí, se ve
como un prado en primavera. Simplemente hermoso, lloré. Hay un centro muy llamativo. Voy a poner el anillo allí.
_ ¡Gracias por
ayudarnos mamá! Y la abrazo tomándola
por sorpresa.
_ Lo que sea
por mi hijo, dice con una voz alegre pero ahogada. A veces es imposible entender a las
mujeres, especialmente cuando están en extrema felicidad y lloran como si
estuvieran tristes. El flujo de emociones llega con el mismo entusiasmo que las
cataratas del Niágara. ¡Vivirás con ello!
Me grita mi subconsciente.
_ Bien, ve con
tu prometida. Ya te he quitado suficiente tiempo. No lo hagas antes de que se
haya terminado la cena. Si los dos desaparecen parecerá extraño. Asiento con la
cabeza y me voy a buscar a mi chica.
Voy a la sala
de estar y Anastasia no está por ningún lado. Me
dirijo a la cocina y frunzo el ceño cuando no la veo, pero Mia está allí charlando
animadamente con Kate.
_ ¿Mia has
visto a Anastasia?
_ La última vez
que la vi fue en el área del comedor, me dice y vuelve a su conversación. Es
extraño que Anastasia no esté en la cocina aun. Rápidamente me dirijo al
comedor y encuentro la puerta cerrada. Pero
hay voces que vienen de dentro. Voces
molestas… ¡Una de ellas es Anastasia y la otra es Elena!
_ Y no tienes
idea en donde te estas metiendo. Y si crees que él será feliz con una insulsa
caza fortunas como tú… oigo que le dice a Anastasia cuando me acerco a la
puerta.
_ ¡No te
atrevas a decirme tú donde me estoy metiendo! ¡¿Cuándo
aprenderás que no es asunto tuyo?!
Empujo la
puerta tan rápido como puedo y veo a Elena empapada de Martini, furiosa con
ojos desorbitados.Yo conozco esa mirada. La
veo como si quisiera sacar la mierda de Ana y Anastasia está temblando y
pálida. ¿Cómo sucedió esto? ¿Y
qué pasó exactamente? La ira, no...
furia asesina pasa por mi sangre. Me
coloco entre Anastasia y Elena en una posición protectora sobre Anastasia. Es
el choque de trenes de mi pasado y mi futuro que viene otra jodida vez,
irónicamente mi postura es la misma que ella tomo cuando se colocó entre Kate y
yo cuando llegamos aquí.
_ ¿Qué coño
estás haciendo Elena? Le digo en un tono amenazante ártico que ella entiende muy
bien. Ella está sorprendida de
que me dirijo a ella.
_ Ella no es
adecuada para ti Christian, susurra.
La sangre drena
por mi cerebro esta vez.
_ ¡¿Qué?! Le
grito con tanta fuerza que ni siquiera reconocí mi voz. Elena y Ana pegan un
brinco.
_ ¿Tú como coño
sabes que es bueno para mí? Estoy hirviendo de ira.
_ Tú tienes necesidades, Christian, dice en un tono más
suave, tratando de convencerme. Va a traer sus habilidades de sumisión. ¡Puta de mierda!
_ ¡Ya te he
dicho, esto no es asunto tuyo! Le digo tan duro que mi voz resuena en toda la
habitación y en este momento me importa una mierda quien me escuche. ¡Nadie
aparta a Anastasia de mí y se sale con la suya! Me doy cuenta de su juego. Ella
sabe que yo amo a Anastasia y lo que ha hecho es tratar de separarla de mí.
¡Ella ya no me gobierna! ¡No me controla! ¡Soy dueño de mi vida! Voy a jugar su
mismo juego.
_ ¿De qué se
trata? La fulmino con la mirada. ¿Crees que eres tú? ¿Tú? Pregunto incrédulo.
Puedo ver un reflejo en su rostro que me dice que sí. ¿Crees que eres tú la
adecuada para mí? Le Hablo con los dientes apretados con repugnancia.
Cuando las
palabras salen de mi boca, Elena cambia su compostura y luego su mirada cambia
a la de dominatriz. Al mando, tomando el control, con esa mirada que te obliga
a obedecerle. Pero eso ya no funciona para mí. ¡Vete a la mierda! ¡Ya no soy un
niño de quince años!
_ Yo fui lo
mejor que te pasó en la vida, susurra insolente, evaluando mi apariencia frente
a Anastasia, ignorándola y tratando de asumir el mando en la sala. Mírate
ahora, uno de los empresarios más ricos y triunfadores de Estados Unidos. Equilibrado… emprendedor… dice mientras su
mirada se deriva levemente hacia Anastasia con menosprecio y luego se voltea
hacia mí para enfatizar su punto. ¡No necesitas nada! Eres el amo de tu mundo.
Me sorprendo al
ver que ella se atribuye el mérito de todo el trabajo duro que he hecho,
¡durante veintisiete horas seguidas a veces! Me
siento violado. La incredulidad me
atrapa como si me hubieran arrojado un vaso de agua fría.
_ Aquello te
encantaba Christian, sisea. No trates de engañarte a ti mismo. Tenías una
tendencia autodestructiva de la cual te salve yo, te salvé de acabar en la
cárcel, se burla.
Ella cree que tiene un látigo y me
tiene atado disfrutando de las marcas que va dejando en mi cuerpo. La última
vez cuando era su sumiso… recuerdos de mierda invaden mi vista en este momento.
Ella se burló de mí muchas veces. Ella quiere asumir el control sobre mí otra
vez.
_ Créeme nene hubieras acabado allí.
Yo te enseñé todo lo que sabes, todo lo que necesitas, termina de enunciar.
Definitivamente,
eso es lo que piensa… que ella es mi
dueña. Ella cree tener derechos sobre mí. Sobre lo que quiero, lo que escojo, a
quien me tiro, quien entra en mi empresa, lo que tengo que hacer. Su manera de
hablar me hace caer en cuenta de quien realmente es ella. Me hace conocer su
verdadera personalidad, nunca me había dado cuenta de esto antes. ¿Cómo pude
ser tan estúpido?
_ Tú solo me
enseñaste a follar Elena. Pero eso es algo vacío como tú. No me extraña que
Linc te dejara, le contesto.
¡Ella cree que
puede tomar una decisión en mi vida! ¡Puedo
verlo ahora! Ella me envió a
Georgia sabiendo que Anastasia se asustaría cuando le mostrara mi verdadero yo
y así me dejaría. ¡Ella ha estado jugando conmigo todo el tiempo! ¡No me jodas!
¡Ella no tiene ni idea de lo que significa el amor para una persona! Pero eso
ya no me sucede a mí. Puedo ser un hombre jodido sin corazón, pero aun siento
algo… algo por Ana. Y ella quiere apartar eso de mí. La mataría primero si
intenta alejarla de mi vida.
_ Tú nunca me
abrazaste, le digo en un susurro, recordando cuán desesperadamente lo
necesitaba entonces. Nunca me dijiste que me amabas. Derramo mis tripas en
frente de mi novia y mi ex dominante.
Veo la misma
mirada en su cara otra vez. La mirada
que está tratando de penetrar a través de mis pensamientos, buscando el interruptor que hace que me someta a ella.
_ ¡El amor es
para tontos, Christian! dice ella con voz despectiva.
_ ¡Fuera de mi
casa! Oigo una voz furiosa que nunca había escuchado y que me sacude y me trae
al aquí y al ahora. Mi madre está al pie de la puerta, y su mirada está fija en
Elena, con una furia asesina, haciéndola que se ponga pálida. ¡La mirada que le está dando puede
hacer que un hombre se cague en sus pantalones! Está como una leona protegiendo
a su cachorro.
Todos
suspiramos al mismo tiempo con la presencia de mi madre. Este es el mayor
momento de mierda de toda mi vida.
Mi madre se
pasea en la habitación como un depredador acechando. Agraciada, como su nombre. Sus ojos sin pestañear, la furia le está
goteando, saliendo por cada célula de su cuerpo. El aire está lleno de su rabia. No sé si voy a tratar de salvar a la
mujer que quería sacarme la mierda hace un minuto o salvar a la Dra. Trevelyan
de los cargos de asesinato. Mi
madre se detiene justo en frente de Elena. Parece
que ha crecido como tres metros. Es una madre leona. Elena está
congelada en su sitio, con los ojos abiertos y los pies congelados, sin poder
sostener la mirada de mi madre. Mis ojos
apenas se dan cuenta cuando mi madre levanta la mano y balanceándose hacia
atrás aterriza la mano en la cara de Elena con tanta fuerza que hizo eco en la
habitación.
_ ¡Quita tus
asquerosas zarpas de mi hijo puta y sal de mi casa ahora! Sisea mi madre a través de una voz
amenazante, pero manteniendo el estatus propio de una dama, y en este momento
no creo que nadie querría enfrentarse a ella.
La gravedad de
la situación finalmente se posa sobre Elena, y ella pasa la mano por su mejilla
enrojecida junto con su ego herido. El horror está en su rostro, incapaz de
pronunciar una sola palabra a mi madre. Se las arregla para mantenerse derecha
y se precipita fuera de la habitación. Puedo oír un solo sollozo incontenible cuando
Elena se retira apurada.
Mi madre, la doctora
Grace Trevelyan-Grey se vuelve hacia mí. El
sonido del silencio es ensordecedor. Es
tangible, espeso, y preocupante. La mirada
de dolor de mi madre, con decepción, ira, angustia, y un millón de preguntas
todas exigiendo una respuesta. Entonces, sin abandonar su mirada con la mía,
ella se dirige a Anastasia.
_ Ana, antes de entregarte a mi hijo ¿Te
importaría dejarme unos minutos a solas con él? Dice en voz baja, pero con
control, y ella se ve más fuerte de lo que yo la he visto en mi vida.
_ Por supuesto,
susurra Anastasia, saliendo de la habitación. No tengo fuerzas para mirarla. Mi madre y yo continuamos mirándonos
uno al otro, y ella finalmente rompe su silencio.
_ ¿Cuánto duró Christian?
Me pregunta en voz baja. Quiero que
mi madre me grite, que se vuelva loca y me golpee, que se disguste conmigo, pero
esto no… la piedad no… la ternura… no ¡Yo no la merezco!
_ ¿Qué edad
tenías? Me pregunta en un tono más insistente.
No digo nada. Quiero evitarle el dolor, ya la he
hecho pasar por muchos.
_ Está bien,
Christian. Déjame ponerlo
de esta manera. Es evidente que
ella te sedujo, y tú… aguanta la respiración, y mi madre tan gentil cuya única mala
palabra que puede decir es infierno
me pregunta. Quiero que me lo expliques Christian. ¿Cuándo
empezó a follar a mi hijo? ¿Qué
edad tenías cuando te sedujo?
_ Mamá, déjalo
ir. Ya se acabó. Ya ha pasado, le digo con
mortificación.
_ ¡No lo dejo Christian! Ella te estaba seduciendo, intentaba
convencerte de que dejaras a Ana. Suena como una mujer abandonada. Ahora dime
¿Cuántos años tenías?
_ Mamá, por favor. Vamos... le digo, pero ella no me deja
terminar. Su mirada se vuelve helada
y caliente. Su dominio es
palpable. Ella no está como para
que no le responda hoy. Ella está en modo de mama completa. ¡Tú me contestas porque soy tu madre carajo!
Mi madre tan dulce está
lista para sacarme la mierda por primera vez en su vida.
_ ¡Christian
Grey! Sé dónde vive la perra. Puedo conducir a su casa con tu padre,
en medio de tu fiesta de cumpleaños. ¡Y
voy a darle de coñazos hasta que no se pueda ni parar! Así que por tu bien, yo
realmente no quiero pasar tu cumpleaños en la cárcel del condado. Pero estoy
dispuesta a hacerlo. Nadie seduce a mi hijo bajo mi nariz, dice asfixiada y
lleva sus manos a la boca en agonía. Ahora
dime antes de que me salga por esa puerta… sus ojos se llenan hasta los bordes de
lágrimas.
_ ¡Yo
tenía quince años! Le suelto de un golpe.
La agonía
pasa como ondas a través de su cara.
_ ¿Quince? Dice
con una voz apenas audible completamente sorprendida. Las lágrimas gotean por su propia voluntad
en silencio.
_ ¿Cómo? Logra
susurrar.
_ Mamá, por
favor...
Mi madre está
más alta que yo y me siento como si tuviera catorce años teniendo una
conversación después de una de mis peleas.
_ ¡Christian
Trevelyan Grey! Te he hecho una
pregunta directa, espero una respuesta directa. ¡No soy estúpida, así que no me trates
como una idiota! Si tienes algún
respeto por mí... si alguna vez tuviste algún respeto por mí, dime la verdad.
_ Sucedió
cuando el Sr. Lincoln estaba remodelando parte de su casa. ¿Recuerdas cuando me llevaste allí la
primera vez para un trabajo de verano? Ella
me dio un beso y así comenzó todo.
_ ¿Cómo?
Respira de nuevo.
_ Mamá, por
favor... Ya sabes lo que pasó. ¿Quieres
que te cuente los detalles de cómo follamos? Digo con frialdad.
_ ¿Por cuánto
tiempo? Ella pregunta ignorándome severamente y continúa su inquisición.
_ Seis años.
Ella me mira.
_ No sonaba
como hace seis años. Sonaba como
si todavía tuvieras algo con ella y que ella todavía te quiere. ¿Quieres destruir todo lo que tienes
con Ana por esa abusadora de menores?
_ ¡Dios, no! Mamá, han pasado mucho años. Ella está en el pasado. Anastasia es mi futuro. Ella es la persona que amo. Ella es con la que quiero pasar el resto de mi vida.
Ella niega con
la cabeza.
_ Siéntate y apunta a la silla.
_ ¡Mamá!
_ ¡Siéntate he
dicho! No me hagas llamar a tu
padre y a tu hermano para que ponga tu culo en la silla. Me siento en la silla
de mala gana como un adolescente.
_ Christian
Grey, si no es por tu cumpleaños y Anastasia no estuviera aquí, no sé si pudiera
contenerme y no te matarte. ¡Le debes la vida a Ana esta noche! Dice mirándome.
_ No tienes
idea, de lo enojada que estoy con ustedes. No
dijiste nada cuando eso empezó. ¿Cómo iba a saberlo? ¿Cómo no me di cuenta?
¿Cómo se las arreglaron los dos para esconder eso?
Mi madre está paseándose alrededor
de la silla. ¡Me siento como una mierda!
_ He fallado como madre… Soy una mala
madre. ¿Qué hice mal? Traté de hacer lo correcto por ti Christian… Tú no me
dijiste nada cuando eso empezó. ¿Cómo
iba a enterarme? ¿Cómo no pude
intuirlo? ¿Cómo te las arreglaste
para esconder esto de nosotros? Mi madre me confunde por segundo día
consecutivo.
_ ¡Mamá! Por favor... No es por nada que tú y
papá hayan hecho. ¡Soy yo! ¡Estoy jodido! No valgo nada. Estoy corrompido... lamento…
pero ella me interrumpe.
_ ¡NO! ¡NO! ¡NO! A mi no me vienes con tu autodestrucción.
Eres inteligente, siempre fuiste amado. ¡Todo lo que tienes que hacer es amarte
a ti mismo hijo mío! ¡Yo culpo a Elena por esto! Eras un niño con problemas.
Ella es una mujer adulta que se hacía pasar por mi amiga mientras seducía a mi
hijo. Una mujer que se aprovechó de tu vulnerabilidad. Eso realmente es
perverso. Pero debiste haberlo dicho. Ella se ahoga con sus palabras y
continúa. Yo no soy una buena madre… solloza y se cubre el rostro con
ambas manos.
Me levanto y
sostengo a mi madre en mis brazos.
_ Soy yo, mamá. Siempre soy yo. Estoy jodido. Yo soy...
Ella levanta la cabeza y golpea mi brazo con fuerza.
_ ¡Tienes que dejar de decir eso
ahora mismo! Tú no eres nada de esas cosas. Tuviste
una mala infancia, pero no fue tu culpa. Tuviste una madre que no pudo
protegerte, pero eso tampoco fue tu culpa. Pero a la hora de tomar decisiones
sobre ti mismo, lo jodes. Ella se echa hacia atrás y me mira.
_ Hay una chica preciosa que está afuera enamorada de ti. Será mejor que no arruines eso por la perra de Elena porque entonces ahí sí ¡Dios mío ayúdame! ¡Me aseguraré de pegarle un tiro yo misma y que ningún médico vaya a socorrerla! ¡Y sabes como detesto las armas! ¡No se te ocurra dejar a Ana por este lío!
_ ¡Mamá, yo amo
a Anastasia! Ella es mi futuro. Ella es todo. No puedo vivir sin ella y por algún
milagro, ella me ama. Aunque no
sé por qué… le digo en voz baja.
_ Ella te ama, porque eres digno de amor. Si crees que no eres digno de ella entonces ¡por el amor de Dios a ver si tienes bolas para crecer y ser digno! ¿Me entiendes Christian Trevelyan-Grey?
_ Sí, señora.
Luego se
recompone y se seca los ojos, pone sus hombros en alto y levanta la barbilla.
_ ¡Muy bien! Anda a darle las gracias a Ana por salvar tu
vida, ya que no estarías respirando si no fuera por ella. Así que vas a ser un
buen novio y no debes dejar que la perra
de Elena se meta entre los dos. Ahora ocúpate de hacer feliz a esa chica.
_ Está bien
mamá, le digo en silencio y doy un paso para salir y mi madre me agarra y me
abraza firmemente en sus brazos.
_ Todavía estoy
loca como el infierno, pero te amo hijo. ¡No
te olvides nunca de eso!
_ Yo también te
amo mamá, le digo desconcertado.
_ Espera Christian dice ella y saca la caja con el anillo de su bolsillo.
_ A la luz de
la última media hora, creo que lo mejor es que se lo des tu mismo, en lugar de
tratar que ella lo consiga entre las flores. Y es la tradición de todos modos,
ya sabes… te arrodillas y todo, dice sonriendo.
_ Sí, mamá sonrío y tomo el anillo de vuelta.
*****
Pensé que
Anastasia estaba detrás de la puerta, pero no está ahí. Me dirijo a la sala de
estar. La gente está comiendo y
charlando. Mi mirada escanea la
habitación, pero no la veo. Miro
en la cocina y en varias salas, pero nada. El pánico se levanta en mí. ¡Ella me dejó! Estoy a punto de llamar a Taylor, pero
decido revisar una habitación más. Mi
antiguo dormitorio. Me dirijo a
la barandilla y subo las escaleras de dos, de tres en tres, y cuando voy por la
escalera del segundo piso me encuentro a Anastasia bajando. Ella se detiene a
mitad de camino y yo voy hacia ella.
_ Hola, le digo
con cautela.
_ Hola, ella responde.
_ Estaba
preocupado... Empiezo mis palabras pero ella me interrumpe.
(I Wanna Run to You de Whitney
Houston)
_ Lo sé. Lo siento... no era capaz de sumarme a
la fiesta. Necesitaba apartarme y pensar. Alarga su mano y me acaricia la cara,
yo me paro y dejo que el sentimiento llegue
hasta mi corazón.
_ Y se te
ocurrió hacerlo en mi habitación, le contesto cuando abro los ojos.
_ Sí, susurra.
Le doy mi mano
y automáticamente la atraigo hasta mis brazos, aliviado de que vino de buena
gana y la abrazo más fuerte disfrutando de su olor inhalando profundamente su
cabello.
_ Lamento que
hayas tenido que pasar por todo eso nena.
_ No es tu
culpa, Christian. ¿Por qué estaba
aquí?
Mi cara hace
una mueca de disculpa.
_ Ella es una
amiga de la familia.
_ Ya no. ¿Cómo está tu mamá?
_ Ahora mismo,
está bastante enfadada conmigo. Sinceramente estoy encantado de que estés aquí
y de que esto sea una fiesta. De no haber sido así, puede que me hubiera
matado, le digo todo en pocas palabras.
_ ¿Tan enojada
está?
Sólo puedo
asentir en respuesta. Todavía
sorprendido por la respuesta de mi madre.
_ ¿Y la culpas
por eso? Me pregunta en voz baja y seductora. Me
encuentro abrazándola con más fuerza. Estaba
muy preocupada, y las palabras que mi madre me dijo, que yo podría perder
Anastasia por culpa de Elena es lo que más me asusta y la abrazo con más
fuerza.
Después de lo
que parece una eternidad, le respondo.
_ No.
Puedo sentir un
respiro agudo de Anastasia después de oír mi respuesta.
_ ¿Podemos
sentarnos?
_ Claro. ¿Aquí? Pregunto confundido. Ella asiente con la cabeza y nos
sentamos en la parte superior de las escaleras.
_ Entonces, ¿cómo
te sientes? Me pregunta con voz solícita, nerviosa. Sus manos agarrando las mía con
fuerza, su mirada en mi rostro sombrío. Sólo
puedo suspirar al principio.
_ Creo que me
siento liberado, le respondo con sinceridad. Después
de años de esconder esto, ni siquiera me di cuenta que era una carga sobre mis
hombros. Siempre ocultándolo, siempre manteniendo los brazos extendidos, para
que nadie se acercara lo suficiente como para averiguarlo. Sonrío con alivio.
_ ¿En serio?
Ella pregunta radiante.
_ Nuestra relación de negocios ha terminado.
Ella se ve confundida
y frunce el ceño.
_ ¿Vas a cerrar
la cadena de salones de belleza?
Resoplo en
respuesta.
_ Anastasia, yo
no soy tan vengativo. No, le regalaré el negocio, se lo debo. Voy a hablar con
mi abogado el lunes.
Ella ladea
hacia un lado, y arquea la ceja de manera inquisitiva.
_ ¿Se acabó la
Sra. Robinson? Oh Ana, ella da luz ante cualquier situación.
_ Para siempre,
le digo y su sonrisa puede iluminar toda la ciudad de Seattle.
_ Siento que
hayas perdido una amiga.
Me encojo de
hombros, entonces la miro. ¿En verdad señorita Steele?
_ No, se
confiesa ruborizada. De alguna
manera, su respuesta me hace feliz. Significa
que está celosa de mí, posesiva y propietaria. Me encanta eso en mi mujer.
_ Ven, unámonos
a esa fiesta en nuestro honor. Incluso puede que me emborrache.
_ ¿Tú te
emborrachas?
_ No desde mis
tiempos de adolescente salvaje.
_ ¿Has comido?
Pregunto.
_ No, contesta
en voz baja.
_ Bueno,
deberías. A juzgar por el olor y
el aspecto que tenía Elena, lo que le tiraste fue uno de esos combinados de mi
padre. Recordando el rostro lívido de
Elena y lo pegajosa que se veía, no puedo evitar sonreír por eso.
_ Christian yo…
dice ella, pero tomo su mano y la corto. No
la estoy reprendiendo.
_ No discutamos
Anastasia. Si vas a beber y a tirarles bebidas a mis ex, antes tienes que
comer. Es la norma número uno. Creo que ya tuvimos esa conversación después de
la primera noche que pasamos juntos. Me detengo en el pasillo, de pie ante ella
y le acaricio la cara y la mandíbula, recordando la primera noche que pasé con
ella en el Hotel Heathman.
_ Estuve
despierto durante horas, contemplando como dormías, le confieso en un murmullo,
puede que te amara desde entonces.
Me inclino y la
beso suavemente en los labios y sus ojos se cierran por la fusión de nuestro
beso.
_ Come… le
susurro en sus labios.
_ Está bien,
dice ella, y le sostengo la mano y caminamos en dirección a la cocina.
*****
Los dos últimos
invitados en abandonar la fiesta son John y Rhian.
_ Felicidades
de nuevo, Ana. Van a ser felices juntos,
dice John en un tono tranquilizador. Salen de la casa tomados del brazo como
una pareja feliz que son.
_ Buenas noches,
los dos decimos al unísono.
Tan pronto como
cierro la puerta, estoy encendido de emoción.
_ Sólo queda la
familia. Me parece que mi madre ha
bebido demasiado, le digo al oír la voz jovial de mi madre cantando en
el karaoke fuera de tono.
_ ¿Y la culpas
por eso? Ella pregunta sonriendo.
_ ¿Se está
riendo de mí señorita Steele?
_ Así es, responde
ella.
_ Un día
memorable, le digo haciendo un resumen de los acontecimientos que han sucedo
esta noche.
_ Christian, últimamente
todos los días que paso contigo son memorables, dice con sorna.
_ Buen punto
señorita Steele. Ven conmigo...
Quiero mostrarte algo, le digo nervioso, excitado, ansioso, preocupado... ¿dije
nervioso? Tomo la mano de
Anastasia, y caminamos a través de la casa por la zona de la cocina, donde
papá, Elliot y Ethan están hablando de los juegos de los Marineros, mientras beben
el último de los cócteles y comen el resto de la comida.
Elliot lanza
una puntada burlona sugestivamente.
_ ¿Van a dar un
paseo? Pero, estoy demasiado nervioso para prestarle atención. Mi papá le da un gesto de reproche,
sacudiendo la cabeza para amonestar a mi hermano.
El tiempo está
bueno afuera; la media luna está
brillando sobre la bahía, y las luces de la ciudad parpadean en la distancia,
haciendo sombras de grises en el cielo nocturno. Las luces de la casa del embarcadero
están encendidas. Bueno. Mi madre se aseguró de que así fuera.
_ Christian, me
gustaría ir a la iglesia mañana, dice Anastasia tomándome por sorpresa.
_ ¿Ah, sí?
_ Recé para que
volvieras con vida y lo hiciste. Es
lo menos que podía hacer, dice ella suspirando.
_ Está bien, le
digo. Caminamos de la mano
hacia el cobertizo en silencio por unos minutos.
_ ¿Dónde vas a
poner las fotos que José me tomó?
_ Pensé que
podríamos colgarlas en la casa nueva, le
respondo.
_ ¿La
compraste? Me pregunta sorprendida. Pensé
que amaba la casa. Me detengo en el
acto. ¿Ella no lo quiere ahora? Mi corazón se hunde de repente. ¿Está contenta de que lo compré?
_ Sí, lo hice. Pensé que te gustaba.
_ Me gusta. ¿Cuándo lo compraste?
_ Ayer por la
mañana. Ahora tenemos que decidir
qué hacer con ella, le digo aliviado.
_ No la eches
abajo por favor. Es una casa preciosa. Solo necesita mantenimiento, me dice
suplicante.
Esta es mi
chica. Siempre tratando de arreglar las cosas, de ver lo bueno de ellas en
lugar de centrarse en lo que está mal. Yo no esperaría menos de ella.
_ De acuerdo.
Hablaré con Elliot. El conoce a una arquitecto muy buena que me hizo unos
trabajos en Aspen. Él puede encargarse de la reforma.
De repente
Anastasia resopla. ¿Qué? ¿Qué dije?
_ ¿Qué pasa? Pregunto.
_ Recuerdo la última vez que me llevaste al embarcadero.
_ Recuerdo la última vez que me llevaste al embarcadero.
Oh sí, me
encuentro sonriendo con cariño recordando.
_ Oh, eso fue
divertido. De hecho... le digo y la levanto de pronto y la pongo
sobre mi hombro haciéndola chillar de alegría.
_ Estabas muy enojado, si no mal no recuerdo, dice ella jadeando.
_ Anastasia, yo
siempre estoy muy enojado, le respondo.
_ No, no es verdad.
Le doy una
nalgada cuando llegamos a la puerta del embarcadero. La deslizo por mi cuerpo
mientra la bajo y tomo su mano con la mía.
_ No, tienes
razón, ya no, le digo mientras me inclino hacia abajo y la beso, duro y con
pasión, ardiente y deseoso. Cuando
rompemos el beso, los dos estamos jadeando y sin aliento.
La ansiedad y
el nerviosismo me cubren como un manto. La
miro y estoy preocupado por su reacción. Se da cuenta de mi tensión y sin decir
una palabra ella levanta su mano y acaricia suavemente mi cara, pasando por mi
mandíbula, hasta finalmente tocar con su dedo índice mis labios. Cierro
los ojos al instante de relax. Cuando los abro de nuevo estoy ardiendo de deseo
por ella.
_ Tengo algo
que enseñarte aquí y abro la puerta. Subimos la escalera de madera. Una vez
frente a la otra puerta la abro y la invito a entrar directamente. No había
visto la habitación; y por la reacción de Anastasia me doy cuenta de que Janice
y su equipo hicieron un trabajo más que maravilloso arreglando las flores. Su
mandíbula se abre. Hay flores por
todas partes. Flores de todos los
colores, flores de primavera, salvajes y exóticas. Hay brillantes luces de colores, y
luces en miniatura que titilan brillando suavemente alrededor de la habitación. El lugar parece la página de un cuento
de hadas. Completamente mágico. Pero, quiero saber lo que piensa. Todavía estoy nervioso.
Como si leyera
mis pensamientos ella vuelve su mirada hacia mí con los ojos completamente
abiertos sorprendida. Quiero que le encante, no solo que le guste. Quiero que
recuerde este momento hasta su último aliento. Sin embargo, yo sólo me encojo de
hombros con indiferencia.
_ Querías
corazones y flores… y mi corazón ya lo tienes, le digo en un pequeño susurro, y
luego le hago un gesto mostrándole la habitación completa.
(Just Say Yes de Snow Patrol)
_ Y aquí están
las flores, susurra. ¡Christian, es absolutamente precioso! Dice sin aliento.
La tomo de la
mano y la hago entrar a la habitación. Mi corazón está tamborileando en mi
garganta tratando de salir de mi cuerpo. Y tan pronto como estamos en la
habitación pongo mi rodilla en el piso delante de ella. Ana abre la boca
incapaz de decir una palabra. Nada sale… ni siquiera un susurro de respiración.
Tomo el anillo
de mi bolsillo, el cual iba a poner entre una flor que le iba a entregar… ya
saben flores entre flores, joyas entre joyas… únicas en su clase, como ella.
Trago saliva,
una vez más, tratando de asimilar lo que está sucediendo. Todo mi amor, mi pasión y mi corazón delante
de ella, se lo ofrezco a ella. Todo
lo que tiene que hacer es tomarlo.
_ Anastasia
Steele. Te amo. Quiero amarte, honrarte y protegerte
durante el resto de mi vida. Sé mía. Para siempre. Comparte tu vida conmigo,
Cásate conmigo.
Sus ojos se
agrandan y las lágrimas amenazan con caer en un mar de emociones. Sus labios se
estremecen y tiemblan. Casi puedo
oír su corazón latir como las alas de un colibrí, rápido, y más rápido. Ella parpadea y las lágrimas caen, y de
forma clara y nítida me dice “Sí”. Yo sonrío ampliamente. Deslizo el anillo en
su dedo. Es un diamante de 14 kilates estilo eduardiano, con un corte ovalado
en un anillo de platino. Es simple, pero
elevando lo ordinario a lo extraordinario. Su
simplicidad es su belleza.
Cuando quieres
algo y el dinero no es importante, casi todo lo que quieres, en cualquier lugar y en cualquier momento, es
muy posible tenerlo. Después que le
propuse matrimonio a Ana con tanta torpeza, yo quería hacer algo especial. Algo
que la deslumbrara y no comprar un anillo en una vitrina, quería intervenir en
su realización. Pero por ser quien soy,
yo no quería que la información se filtrara y luego llegaran los paparazzi a
fastidiar a Ana. Lo primero que Taylor hizo por mí, fue que el joyero firmara
un acuerdo de confidencialidad sin saber quien era su cliente. Todo lo que el
joyero necesitaba saber era que Taylor tenía el dinero y que estaba autorizado
a buscar un diamante hasta por la cantidad de cinco millones de dólares para
cubrir el costo del diamante que elegí. Tuvimos una visita privada para ver los
diamantes disponibles antes de seleccionar el anillo en donde se montaría. Después
de haber revisado tantos diamantes, y frustrado por no encontrar algo que me
gustara, estuve a punto de buscar un joyero particular. Entonces el joyero por fin me mostró otros
diamantes que le acababan de llegar y que aun no estaban cortados ni refinados.
Pude encontrar el elegido. Igual que cuando vi a Anastasia por primera vez, un
diamante en bruto.
Hermoso, y sin
refinar. Elegante y sin
pretensiones. Yo puse mis ojos
inmediatamente en ese diamante sencillo de 14 kilates y finalmente después de
haberlo elegido había que seleccionar el anillo de platino en donde iba
montado. Todas las transacciones se manejaron de forma anónima. Cuando me mostraron el diamante me di
cuenta de su sencillez bajo la mirada de la lupa, algo especial había en él,
el brillo que tenía, la claridad de la
piedra. Yo supe que esta piedra iba a reflejar la brillantez de Anastasia. Su
belleza, solo la mejora, no le quitan su elegancia ni le hace sombra. Es único
ella. El anillo estuvo listo esta mañana y Taylor lo recogió.
_ ¡Buena suerte
señor! Me dijo con voz áspera cuando me lo entregó. ¡Ha estado haciendo un agujero
en mi bolsillo todo el día!
(Because You Loved Me de Celine Dion)
_ Oh,
Christian, solloza entre lágrimas de alegría, se agacha hasta mis rodillas para
unirse a mí en el piso. Pasa sus manos por mi cabello y me besa con total
pasión, con tanto fervor, de tal manera que nuestras almas se unen porque
realmente pertenecemos el uno al otro. En
este momento, ella es todo mi universo. En
este momento, su alma y la mía están desnudas. Este beso es mi rendición final a
ella, y el de ella por mí. Ella
es mi mujer. Ella es la mitad de
mi alma. Ella es mi primer y
último amor. Soy egoísta. La quiero toda para mí, no quiero
compartirla ni aun con su propia sombra. Estoy
jodido e inseguro cuando se trata de ella. Incluso
estoy loco y fuera de control por mi amor por ella. Me siento como un estúpido adolescente en el
cuerpo de un adulto. Pero ella me comprende. ¿Cómo no podría ofrecerle lo mejor
de mí? Su amor por mí, me hace ser un hombre mejor.
Su amor por mí
me dan ganas de amarla más, como si mi corazón creció a pasos agigantados. Estoy profundamente, locamente, e irrevocablemente
enamorado de esta mujer, y ni siquiera la muerte nos separará.
I have Nothing – Whitney Houston
*****
Te amo sin
saber cómo, ni cuándo, ni dónde. Te
amo directamente sin problemas ni orgullo. Así
te amo porque no sé de otra manera, sino de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía, tan cerca que se cierran tus ojos
con mi sueño.
Pablo Neruda, 100 sonetos de amor
*****
¡Sólo
un beso, y luego nos separamos!
¡Una
despedida y, a continuación un para siempre!
Lo
profundo de mi corazón arrancó con una promesa para ti,
Combatientes
suspiros y gemidos te van a librar.
Quien
dice que la Fortuna lo aflige,
Mientras
que la estrella de la esperanza sale de ella
A
mí llega el alegre brillo de luces
Oscura
desesperación alrededor de mí.
Robert Burns
*****
Salió el
artículo en la prensa.
Seattle Times
Sábado, 18 de junio 2011
Christian Grey,
uno de los hombres más ricos del mundo, número dos en Seattle, sólo detrás de
Bill Gates y el Presidente de Grey Enterprises Holding, ha sobrevivido a un
accidente de helicóptero junto con su Gerente la señorita Ros Bailey cerca del
Silver Lake, WA con lesiones mínimas. Las
habilidades de pilotaje del señor Grey han logrado salvar sus vidas. La policía
no suelta ninguna información hasta que se complete la investigación. Sin
embargo, según una fuente anónima de investigación, la policía sospecha de un
atentado. La fuente dijo que ambos
motores del helicóptero fallaron simultáneamente. Un comunicado emitido por la empresa
confirma esta situación como irregular. Según
el comunicado difundido por GEH, el Eurocopter
EC135 del Sr. Grey había tenido problemas técnicos y los motores del
helicóptero fallaron cuando pilotaba de vuelta de Portland a Seattle, pero los
representantes de la empresa aun se mantienen en silencio sobre los rumores de
algún tipo de fraude.
El EC135 de
Eurocopter es uno de los más seguros y más caros de su clase. Su alta resistencia y autonomía permite
que este helicóptero lleve a cabo una amplia gama de requisitos para una
misión. El helicóptero cuenta con
una cabina de vuelo moderna, así como el rotor de cola Fenestron de Eurocopter
dándole un alto rendimiento y una manejabilidad extraordinaria. El EC135 ha sido diseñado con un alto
grado de resistencia a los choques debido a la absorción de su fuselaje en los
asientos.
Finaliza el
artículo y cierra los pliegues del periódico en su cara con ira.
_ ¡Vete a la
mierda ese maldito hijo de puta! ¡Ya
llegará tu día Grey! ¡Tú día
llegará! dice lanzando el periódico al suelo. Puede
guardar su rencor. Puede
mantenerlo durante años, esperando su momento. Él hizo su cobro, ahora era su momento
de pagar.
_ ¿Qué estará
haciendo ahora? ¿Grey pisó o jodió
a otra persona otra vez? ¿A la esposa de quién le sacaste la mierda en esta
ocasión Grey? Murmura. Él se enteraría. Y él se aseguraría que otro hijo de
puta complete el trabajo correctamente la próxima vez.
Se sienta en su
silla de oficina, que chirrea bajo su peso. A
pesar de tener 47 años de edad, no está en la mejor forma teniendo en cuenta su
estilo de vida, y la constante de manejar un trabajo riguroso. Por un momento se pierde en sus
pensamientos, desaparecido en el tiempo hasta hace siete años atrás. Estaba en un viaje de negocios. Se suponía que iba a traer una gran
fuente de dinero para Timber Lincoln. Pero
le iba a tomar por lo menos una semana.
_ Yo no quiero
ir. Tú sabes lo que es eso reuniones
todo el día y en la noche trabajando. Voy a estar completamente aburrida. Y además... dice ella arrastrando su mano sobre el pecho,
y abre los dos primeros botones de uno en uno, ella continuó su ronroneo sensual
asaltando su oído. Me vas a echar de menos y yo a ti. Puedes atarme en la cruz de madera, y
castigarme por no ir contigo. Sus ojos se estrecharon. Era una muy buena proposición. ¡Sancionar y follar! Sí, iba a estar cansado de todos modos
y no estaba llevando ningún juguete con él. Estaré
con mucho trabajo y Elena sería una distracción.
_ Cruz de
madera, y la mesa de flagelación, dijo con voz
ronca.
Después de abrir
el último botón, pasó sus manos por sobre sus hombros y la saco lentamente de
sus brazos. Un escalofrío le recorrió el cuerpo. Le encantaba esto. Le encantaba cuando ella se hace cargo
y le encanta cuando la castigan y la follan.
Su viaje
terminó más rápido de lo previsto. En
el segundo día de su viaje, se selló el acuerdo, y volvió a su casa en Seattle
desde la Costa Este con ganas de azotar y follar a su mujer.
Llegó a una
casa vacía. Llamó al celular de su esposa.
_ Hola, ¿dónde
estás? Pregunta en un tono de reproche.
_ En casa,
leyendo. Y ¿Tú?
Hizo una pausa,
pero decidió seguirle el juego.
_ Sólo estoy en
el hotel. Deseando que llegue mi
recompensa cuando llegue a casa, dijo, pero sólo se dio cuenta de la amenaza en
su voz.
_ Yo también,
respondió ella.
Después de colgar,
llamó a las compañías de tarjetas de crédito y revisó en donde su esposa estaba
gastando su dinero y qué estaba haciendo. Se
sorprendió al ver que viajaba a
Cambridge, MA cada vez que él estaba fuera de la ciudad, pero los viajes se
detuvieron hace aproximadamente un mes. ¿Qué iba a hacer allá? Los estados de cuenta bancarios... Dos de sus cuentas conjuntas no contenían
nada fuera de lo común. Ella
tenía una a su nombre. Hubo
cuatro grandes depósitos de varias cuentas que ambos sostenían. En total 100.000 dólares depositados y
luego transferidos el mismo día a la cuenta de ¡Christian Grey!
¿Christian Grey hijo de Carrick y Grace Grey? No les falta dinero. Están tan bien como para hacer lo que
nadie hace en el vecindario. ¿Por
qué Elena le tiene que dar dinero? A
menos que... A menos que... ¡ella lo esté follando! En alguna ocasión, le permití a Elena
añadir otra chica, incluso otro sumiso. ¡Pero nunca sin mi permiso! Él es su juguetito. ¡Yo soy el dueño de su culo! ¿Y le da
esta mierda de dinero a Grey?
Elena nunca
volvió a casa esa noche. Cuando regresó
al día siguiente, se sorprendió de encontrarlo en casa.
_ Te he echado
de menos, y desde que terminé el trabajo temprano, pensé que lo mejor era
venirme a casa y reclamar mi premio, dijo con una sonrisa licenciosa. Ella rápidamente sonrió con evidente
alivio en sus ojos.
_ Oh, estoy tan
contenta. Yo estaba de compras,
dijo con demasiada rapidez.
_ ¿En serio? ¿Qué has comprado?
_ Nada me llamó
la atención, por lo que decidí no hacerlo.
_ ¿Acaso
Christian Grey estaba contigo? Le preguntó con indiferencia y la detuvo en
seco.
_ ¿Christian,
quién, Grey? ¿El hijo de Grace? ¿Por qué? no lo entiendo. Sonaba
nerviosa.
_ ¿Por quién coño
me tomas Elena? ¿Crees que soy
tan estúpido como tú?
_ ¿Le diste cien
mil por follarte? Toda la sangre desapareció de su rostro.
_ ¿Cómo sabes
eso? ¡Quiero decir no! Dice ella.
Pero la cachetada que él le da en el rostro le parte el labio y hace que se lo
muerda accidentalmente. La sangre sale a borbotones de la boca. Él agarra su pelo rubio y tira hacia
abajo y captura su boca saboreando la sangre, y le muerde el labio inferior con
fuerza tratando de rasgarlo. Toda la sangre de su labio brota de la boca y él
lo traga con avidez, luego con su
cabello en la mano, golpea con fuerza de nuevo en la otra mejilla.
_ ¿Decidiste
follar a otra persona sin mi permiso? Grita con furia asesina. Sus ojos azules
son fragmentos de hielo, enloquecidos con la locura en el límite.
_ ¡Pero a veces agregas a alguien en la relación! Grita ella.
_ ¡Yo tomo las
decisiones Elena, no tú! ¡Yo te voy a joder cada centímetro de
tu vida Elena! ¡Te vas a arrepentir de estar follando con alguien sin mi
consentimiento!
Sus ojos se
agrandaban con cada grito.
_ ¡Rojo! ¡Rojo! Ella grita con la sangre
goteando de su boca.
_ ¿Rojo? ¿Cuánto tiempo hace que te lo estás
tirando? Su pelo todavía está en sus manos.
_ ¡Rojo!
_ ¿Desde cuándo
Elena?
_ ¡Rojo! ella
grita de nuevo y él la golpea sintiendo el crujido de sus costillas bajo su
golpe satisfactorio.
_ ¿Cuánto
tiempo hace que lo estás jodiendo?
Ella se doblegó
en el suelo. Tiró de ella por su
pelo rubio ahora ensangrentado y la atrae a la altura de sus ojos. ¿Desde cuando? Le preguntó con un tono
amenazante.
_ S... ella
jadea. Tiró de ella de nuevo. Unos s... seis... años… Sus ojos se abren como platos.
La golpea de nuevo y ella levanta sus brazos en defensa y su muñeca se quiebra con
el golpe.
_ ¿La cagaste con
un niño? ¡Perra! Oh, eso no tiene precio. ¡Deberías habérmelo dicho!
_ ¿Así que te gusta joder con niños? la idea nunca se le pasó por la mente, pero si lo hiciera, no estaría tan enojado.
_ ¿Así que te gusta joder con niños? la idea nunca se le pasó por la mente, pero si lo hiciera, no estaría tan enojado.
_ No me gustan especialmente de esa edad. Pero si querías joder, tenías que pedirme permiso. Yo tenía que el ser encargado. Soy el mejor, ¿recuerdas?
_ Fue mejor que
tú… mejor que tú en estos quince años… suspira, ¡En la flor! De alguna manera
reunió fuerzas para lanzarle el último veneno a su marido.
_ ¡Creo que voy
a vomitarte! Dijo ese día nefasto, y en el momento en que había terminado con ella, uno
de los lados de su cara está casi hundido, y el otro golpeado con hematoma. Le dejó tres costillas rotas, una
fractura de muñeca y brazo y moretones en lugares donde sólo los Dominantes
saben que existen.
_ ¡Ahora,
perra! Así es como esto va a quedar. Yo todavía estoy fuera de la ciudad. Si te
atreves a presentar cargos, te voy a exponer a ti y a Grey. Serás procesada con
cargos de abuso sexual infantil. Serás una vergüenza para la comunidad y yo voy
a ser el marido que no soportó el abuso de menores de su esposa. ¿Con quien
crees que la ley va a ser indulgente?
Ella apenas se
mueve en el suelo.
_ O, quedas con
cargos y los dos vamos a la cárcel. ¡Te estoy dando un buen divorcio! ¡Lo tomas
o lo dejas! ¡No hay negociación! Si presentas cargos ¡No hay dinero! ¡Y me
aseguraré de que seas catalogada como una abusadora de menores para toda la
vida! ¡¿Aceptas el trato?! Le preguntó con fuerza.
Hay un
movimiento de cabeza apenas perceptible de Elena en el suelo. Ella mantuvo su parte del trato. Ahora es hora de que el hijo de puta de
Grey pague, sabiendo que alguien más podría aliarse con él. Nada está fuera de
los límites. El haría que Christian Grey pague muy caro.
2 comments:
Wawwwww amiga ese coñazo vale oro, debió barrer el piso con ella, me encanta, y falto que grace los dejara hablar mas, grey no fue tan contundente con elena, pero no me jodas grace lo triplico, ufff buenísimo y lo del cobertizo muy romántico cuando grey quiere hacer algo fantástico siempre lo logra bella esa parte, y la parte del marido de ele Linc, ufff que hombre tan vengativo no ve que el era apenas un niño,ese tipo es un desgraciado, y lo que falta por ver de el hay dios , gracias mil Emine eres fabulosa madre, y patricia mi amiga querida mil gracias te quiero y admiro muchísimo gracias por este regalo un besote para ti.
Superaron mis expectativas, muy intenso todo, Emine que mas decirte, estas en la piel y en la mente del cristian que imagine y Patricia la traducción es fantástica y transmiten todas y cada una de las emociones, las felicito una vez mas y bueno lo que espero es que continúes con la traduc, un abrazo Andrea desde Arg.
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