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Sunday, August 31, 2014

The Pella Series - Echoes in Eternity #41 On Amazon Hot New Releases!


Sometimes there is no next time, no time-outs, no second chances. Sometimes it's now or never.





My Way - Frank Sinatra & Luciano Pavarotti



Libro III - Capítulo IV: CINCUENTA SOMBRAS DE GREY - CHRISTIAN Y ANASTASIA

CAPITULO IV
UN RAMO DE LUZ




Mi Blackberry zumba cuando estoy sentado en la mesa del desayuno. Le sonrío a Anastasia y tomo el teléfono.

_ Sr. Grey, habla Welch.

_ ¿Está todo listo? Le pregunto.

_ Sí, señor. Todo apunta a Andrew Warren. Pella señaló la falta de seguridad al llegar al hangar y nosotros ya nos habíamos dado cuenta. Hablé con Warren varias veces para solucionar este problema. También lo hizo Taylor. Y Cada vez me aseguraba que se estaba aplicando la mejor seguridad y que todas las personas estaban bien entrenadas para eso. Evidentemente nos estaba lanzando tierra en los ojos. 

_ ¿Qué hizo Pella para darse cuenta de la falta de seguridad?

_ Bueno, me lo demostró porque entró al edificio tres veces consecutivamente en treinta minutos y nadie lo detuvo.

_ ¡Mierda! ¡Dime exactamente cómo lo hizo! Siseo entre dientes y la mirada de Anastasia se fija en mí. Anastasia me mira preocupada, cuestionándome. Le doy una sonrisa tensa y le hago señas con mi dedo que espere un momento porque voy camino a mi oficina. 

_ Sr. Grey, Pella puede entrar en cualquier lugar y pasar desapercibido.

_ ¿Estaba vestido con un uniforme de  empleado?

_ No señor entró con su confianza arrogante. Apenas miró a la recepcionista, le sonrió y entró. Se supone que ella debe revisar las identificaciones, pero simplemente se quedó perpleja con la galantería y sonrisa de Pella y le permitió la entrada.

_ Podría ser una casualidad.

_ Sí, señor, pero él también pasó por otros dos tipos de seguridad. La primera fue un señor mayor con cataratas en los ojos y otro hombre con entrenamiento militar. Esas alcabalas deberían ser difíciles de pasar sin debida identificación. Y Pella no mostró ninguna identificación a nadie y además entró con dos guardias de seguridad.

_ ¡Vete a la mierda! ¿Cómo?

_ Él simplemente habló con ellos. Él sabía exactamente qué decir y cómo decirlo a la persona adecuada. Como si cada persona hablara un idioma y él los conociera todos. Sabía el cargo de los militares solo por su porte y descubrió a qué fuerzas pertenecían.   Él habló con todos ellos completamente a su gusto. Estaba desconcertado. Iba a pedirle que lo hiciera de nuevo, pero me dijo “Welch puedo entrar y salir a mi antojo todo el día si eso es lo que quieres, pero estoy seguro  que tu jefe no está pagando tan caro por la falta de seguridad que ya he demostrado. No tengo mucho tiempo, y tengo que reunir pruebas, determinar cómo se saboteó el EC135 y crear un perfil del saboteador. Si no hago eso, el hijo de puta lo volverá a hacer y créeme cuando te digo esto, él va a encontrar otra manera, porque él se escapó la primera vez. Si yo fuera tu jefe, despediría a los cabrones incompetentes. Pero no es completamente su culpa. Su formación es inadecuada. Todas sus respuestas deben ser uniformes, pero cada empleado aquí se comporta como si su entrenamiento fue dictado por diferentes instructores y cada uno a su estilo. Eso se debió corregir hace mucho tiempo”

_ ¿Qué otra cosa? Le pregunto con los dientes apretados.

_ Le he enviado todas las fotos en donde se ve como él pasa tranquilamente todos los controles de seguridad junto con sus escoltas, se nota que no hacen ni el esfuerzo por investigar quien es él. De hecho las fotos las tomaron sus guardias de seguridad, caminando lánguidamente por todo el hangar, y donde estaba el helicóptero que se supone es una zona inaccesible por la razón del accidente, y también, señor, se las arreglo para llegar hasta donde está el avión de GEH y accedió a él.  

_ ¡Mierda! ¡Mierda! ¿Al jet también?

_ Me temo que sí, señor, dice Welch disgustado.

_ ¿Cómo entró?

_ Él dijo que usó sus encantos señor, me contesta avergonzado.

_ ¿Sus encantos? ¿Qué mierda? No se usan los encantos como si fuera una tarjeta de identificación. Se supone que los protocolos sirven para algo ¡Mierda!

_ Él tiene presencia, señor. Y él ni siquiera tuvo que fingir ser un empleado o alguien que tuviera alguna nave allí. Sólo se paseó por el sitio.

_ ¿Qué pasa con el informe que pasaste hace un mes, debido a las fallas de seguridad?

_ Ese informe se le presentó al Sr. Warren. En aquella oportunidad prometió hacerse cargo de los fallos de seguridad, que en aquel momento eran insignificantes, prometió hacerse cargo de todo inmediatamente. Pero se demostró por el señor Pella, que no hizo ningún cambio, de hecho la situación ha empeorado.
La ira se está filtrando por mis poros, me paso la mano libre por el pelo, exasperado.

_ ¿Programaste cita para ese hijo de puta esta mañana en mi oficina? Le pregunto, mientras mi puño está apoyado en el escritorio. 

_ Sí, señor. Él debe estar en  GEH exactamente a las 08a.m.

_ Bueno. Simplemente lo dejaremos que se queme lentamente. No le adviertas nada. Quiero dejarlo con el culo al aire ¿entiendes? ¡No quiero más cagadas! ¿Y el resto?

_ ¡No, señor, no más cagadas! Todo lo discutimos ayer en la noche. ¿Ha leído los informes que le envié?

_ De arriba a bajo. ¡Yo no estoy de humor para perdonar a nadie hoy!

_ Sí, señor. Estaré en GEH en breve y montamos todo antes de su llegada.

_ ¡Bien! Coordina con Taylor. Voy a llegar a las 9:00.

_ Yo lo llamo en un momento, señor. 

_ ¡Muy bien! Le  digo y cuelgo. ¡El despiadado Grey está de vuelta!

Cuando camino a la zona de la cocina, Anastasia está bebiendo su té. Su encantadora presencia ahuyenta la rabia que siento en este momento y que está muy bien oculta bajo piel. La imagen dulce de ella con su taza de té, me trae el recuerdo de cuando bebimos champagne en tazas en su apartamento. La saboreo con la mirada, completamente admirado. Veo algo angelical en ese acto y de inmediato me da una idea. Una dulce idea. Hmmm voy a tener que asegurarme de hacerlo pronto. Ella se da cuenta de mi mirada sobre ella.

_ ¿Está viendo algo que le guste señor Grey? Me pregunta sonriendo mientras se voltea en la alta silla.  

_ El paquete completo señorita Steele, le digo paseando hacia ella con ojos oscuros, lujuriosos. Sus ojos siguen mis movimientos sin pestañear; la taza de té está a medio camino de sus labios, y su labio inferior está cautivo en sus dientes. Cuando llego hacia ella, tomo la taza de su mano y sin romper la mirada, la coloco sobre la mesa. Pongo mi cabeza hacia un lado para verla mejor y sus pupilas se dilatan mientras su respiración se va dificultando por mi proximidad. Me inclino y con una mano me acerco a su barbilla liberando el labio y lo atrapo con mis propios dientes chupando ligeramente. Ella gime en mi boca, disparando toda la electricidad por mi cuerpo. Subo la falda hasta sus muslos y me meto entre sus piernas. Luego tiro de su cola de su cabello y atraigo su culo hasta el borde de la silla para que su sexo sienta mi creciente erección y ella jadea en mi boca. Sus manos se sumergen en mi pelo y ella sube sus deliciosas piernas con medias de seda y las envuelve alrededor de mi cuerpo.  Los talones de sus tacones altos deliciosamente se clavan en mi culo. Nuestro beso perdura, chupando, lamiendo, nuestras lenguas bailando a un ritmo familiar, pero que singularmente es como un nuevo descubrimiento para mí. 

_ ¿Tenemos tiempo? Me pregunta en la boca. Sonrío. Cuando yo a regañadientes me aparto quedándonos sin aliento. Le pregunto con una sonrisa lujuriosa, ¿Tiempo para qué señorita Steele?  

_ ¡Christian! Ya sabes… para que me folles… me pide caliente y sonrojada.

_ Me sorprende Señorita Steele, le digo haciendo un gesto de sorpresa en mi rostro. No amaneció muy refinada esta mañana ¿eh?

_ Christian… dice quejándose,  no me puedes dejar así  ¡caliente y mojada todo el día! Ella me reprende.

_ Da la casualidad señorita Steele, que no podemos esta mañana, le contesto y su cara cae. No te puedo mandar relajada a la oficina. Pero voy a cuidar bien de ti esta noche... le digo con una promesa carnal.

_ ¿Qué? ¡No! ¿Por qué?

Me apoyo en su oído y le susurro. 

_ Ni se te ocurra hacer mi tarea, porque lo sabré. Quiero todo tu placer para esta noche. Ella me mira jadeante.

_ ¡Christian, no estás siendo justo! ¡Te quiero ahora!

_ Lo sé bebé. Yo también quiero, pero todo a su tiempo, me comprometo a satisfacer todas tus necesidades esta tarde, le digo sensualmente mostrándole mi deseo.

La frustración sexual sirve para varios propósitos. Cuando estoy frustrado sexualmente, yo soy como un arma cargada. Soy mucho más malo, mucho más agudo para tomar mis decisiones y necesito eso para actuar hoy. Pero eso también duplicará el efecto cuando hagamos el amor esta noche, porque lo hacemos más dulce, con nuestros deseos en el pico más alto y nuestra vainilla rizada que nos encanta. Ganar-ganar-ganar.

Ella entrecierra sus ojos hacia mí.

_ Está tramando algo señor Grey, dice. 

_ ¿Qué quiere decir señorita Steele? Pregunto fingiendo inocencia.

_ ¡Sr. Grey, eres un montón de cosas, pero inocente no! Me acusa haciéndome reír.

_ ¡Qué bien me conoce señorita Steele! le digo y la beso apasionadamente, una vez más.

_ ¡Esta noche! le digo y empaco muchas promesas con esas palabras, los latidos de su corazón se aceleran.  

_ Voy a tener que esperar por ello, responde  apretando mis bíceps. Aunque… dice como si recordara algo, no puedo ser responsable de las consecuencias por dejarme caliente y mojada señor Grey.

_ ¡Cuidado! Le hablo en voz baja y amenazadora. ¡Nadie me toca esto! Le digo colocando mi mano en su sexo apretando.

_ ¡Sí! Dice con voz entrecortada, ¡solamente tú Christian!

_ Buena chica. Termina tu té y nos iremos.

Cuando Anastasia toma su maletín, Taylor entra discretamente, y yo lo miro asintiendo, él sabe lo que significa. Todo está coordinado. Tomo la mano de Anastasia y  entramos en el ascensor con Sawyer y Taylor. Taylor y Sawyer  abren las puertas de los pasajeros de la camioneta, y ambos entramos. Una vez que estamos en la SUV, sostengo la mano de Anastasia de nuevo y froto en círculos la parte posterior. Ella instintivamente cruza sus piernas y aprieta sus muslos. Volteo a verla con una mirada lujuriosa. Está caliente y mojada. Umm… tal vez me pueda persuadir de regresar a casa temprano hoy. Levanto su mano para darle besos lentamente y ligeramente muerdo la yema del dedo meñique. Ella ahoga un gemido. 

_ Shhh, le digo y me inclino para decirle al oído. Esta noche… Ella se muerde el labio y yo le tomo la barbilla liberándolo de su cautiverio.

Nos detenemos delante de SIP y Sawyer salta para abrir mi puerta. Salgo y extiendo mi mano a Anastasia. Yo la acompaño hasta la puerta de la SIP.

_ No salgas del edificio. Utiliza a Sawyer si necesitas cualquier cosa de afuera, le recuerdo.

_ Sí, señor, ella responde bajito suspirando y luego me pasa la lengua en la comisura de los labios y se va, dejándome tan caliente como ella.   ¡Pequeña diablilla! Ella sabe lo que está haciendo. Giro en mis talones y pongo los ojos en blanco. Tal vez pueda pagarle con la misma moneda esta noche.
Cuando ya estoy llegando a GEH, Andrea me llama por teléfono.


_ Sr. Grey, el Sr. Warren ha estado esperando durante más de una hora y en un par de veces tuvo la intensión de marcharse. Me las arreglé para sentarlo hace cinco minutos. El parece… por un minuto creo que Andrea va a decir “molesto” él está mal por esperar tanto.

_ ¡Bien! Ya estoy llegando Andrea.

Llego a mi oficina con la confianza innata que me precede y Taylor sigilosamente me sigue. Warren cuyo rostro se distorsiona al verme, parece un rey que estaba esperando el nacimiento de un heredero y lo que le nace es la réplica más fea de su tío en una hija.

_ Sr. Grey, dice con voz desagradable y se levanta de su asiento.

_ Warren, le digo y paso por alto su mano extendida. Le hago una seña a Andrea para que lo haga pasar a mi despacho.

Abro la puerta y Taylor se coloca en su lugar habitual y Warren entra.

Abro el botón de mi chaqueta dándole la espalda y antes de sentarme me volteo rápidamente.

_ Siéntate, le digo enfatizando la “s” firmemente como lo haría un amo a su perro. Él obedece inmediatamente. Mi mirada se clava en la de él. 

(Éxtasis de Oro - de "El bueno el malo el feo)

_ ¿Me gustaría saber, por qué me llamó esta mañana señor Grey? Dice incómodo.

Lo miro en silencio, perforándolo con los ojos. Se mueve en su asiento incómodo.

_ Estoy seguro de que debes imaginártelo Warren, lo digo con voz lenta y mi mirada controlada que no disimulo el significado. El traga. Se frota los dedos de las manos tratando de buscar calor, como si un balde de agua fría le ha caído de pronto encima.

Mis ojos cambian ligeramente para dar un pequeño vistazo a Taylor sin siquiera voltear la cabeza, pero Taylor y yo no estamos en sintonía con este instinto de cada uno. Poco a poco y sigilosamente camina en la sala sin que Andrew Warren se dé cuenta. El rostro rosado  de Warren se pone  de color rojo en un segundo.  Las entradas de su cabello muestran gotas de sudor. Su arrogancia se desinfla como un globo rápidamente.

Taylor abre la puerta y Welch entra en silencio. Camina de nuevo a su lugar y él asiente imperceptiblemente. Todas las piezas del rompecabezas están aquí. A Welch se le notan sus rasgos antiguos de militar, dando pistas de que una vez perteneció a las Fuerzas Armadas, pero ahora es un profesional y su entre cejo denota que está muy enfadado.   Sus ojos verdes son profundos y penetrantes, y de inmediato clavan a Warren a su asiento, dándole una mirada acusadora. Su presencia de jefe de seguridad lo hace ver más alto. Está en su traje oscuro habitual de negocios, su actitud lo hace ver como un soldado profesional que camina con la espalda erguida dispuesto a joder a cualquiera.

_ Señor, me saluda respetuosamente. Él hace un espectáculo para entregarme los documentos que le pedí y que yo ya he examinado.

Warren lo mira desafiante y arrogante como si él fuera intocable.

_ Bueno, estoy esperando Grey, dice con impaciencia tratando de ganar la compostura. Usted me ha llamado aquí, sin embargo, todavía no tengo ni idea de qué se trata, a pesar de que… levanta la mano y mira su reloj, he estado aquí una hora y treinta minutos. Soy un hombre muy ocupado. Yo lo miro con malicia en mis ojos y me paro caminando alrededor de mi escritorio con mi mirada fija en él.  

_ Hace un mes, Welch te ha advertido sobre la falta de seguridad especialmente alrededor de los aviones de GEH. Hemos recaudado pruebas de que desde ese lapso hasta ahora, el problema persiste y se ha incrementado. Todo te señala. Esto muestra clara evidencia de que has hecho caso omiso a pesar de las repetidas advertencias de Welch, le digo en un tono sin levantar la voz, pero tan claro que resuena en mi oficina.

_ Pero sin duda Sr. Grey, sus aviones deben  estar asegurados, muy bien. Estoy seguro de que la empresa que usted contrató cubrirá cualquier costo de reparación y algo más. Además, ¿cómo podría yo asegurarme desde el centro de mi oficina en Seattle que sus aeronaves están bajo vigilancia constante cuando están en el Boeing o en la pista del aeropuerto? Dice como si el idiota no entiende mi punto.

El hijo de puta tiene las agallas de decirme que mis aviones están arrendados para otra compañía. Los aviones de GEH tienen su propia tripulación y sus propios mecánicos. Yo no dejo los activos de mi empresa  en manos de terceros. Pero esto no es de su incumbencia yo no tengo que explicárselo.

_ ¿Crees que me importa una mierda si el seguro cubrirá los daños y perjuicios? ¿Te gustaría que tu seguro pagara por tu vida y por la de un compañero por culpa de gente que no ha estado haciendo su trabajo?

_ ¡Yo no tengo que escuchar esta mierda!

_ Sin embargo, parece que lo harás, así que pon tu puto culo de nuevo en la silla, o lo haré por ti, le digo con mi voz de mando calmada. Asiento con la cabeza a Welch que va y abre la puerta de mi oficina. Cerca de ocho empleados entran y los ojos de Warren se abren como platos.
_ Yo no tolero un nivel bajo de seguridad en mi empresa. Por la evidencia recogida, cinco de los que están aquí, han abusado groseramente de sus puestos de trabajo, desde el nivel más bajo, digo mirando al guardia de seguridad, hasta el nivel más alto, digo volviendo mi mirada a Warren.

_ Yo no trabajo para la empresa de seguridad señor, dice unos de los empleados que parece que se ha tragado una gran cantidad de esteroides por lo abultado de sus pectorales y brazos.  

_ ¡Cállate Ronnie! Tú trabajas para el jefe del Boeing que soy yo y estabas trabajando el día que el helicóptero del señor Grey fue saboteado. Más bien estabas trabajando a la señorita Kingsley en vez de hacer tu trabajo, dice el gerente de la planta del Boeing. Ronnie tiene la indecencia de parecer disgustado.

Miro la lista que tengo en mi mano con las imágenes captadas por las cámaras de seguridad y los nombres de los empleados vinculados. No tolero la incompetencia en un nivel tal que pudo habernos costado la vida a Ros y a mí.

_ ¡Joe Coleman! Grito, y un guardia de seguridad se adelanta. Usted ha dejado que un hombre pase a través de la seguridad del aeropuerto, quien por cierto saboteó mi helicóptero. Espero que los cientos de dólares que recibió sean dignos de su trabajo. ¡Está despedido! ¡Fuera de mi edificio! Le digo con mi mirada gélida. El tipo cuelga la cabeza y se va.

_ ¡Sergio Ferrigno!  grito de nuevo y un hombre de cabello oscuro de unos treinta y cinco años de edad se adelanta. Usted fue el mecánico que firmó que el helicóptero estaba apto para volar, que todo estaba en orden, aunque no fue así.

_ Lo siento señor Grey. Yo no tuve tiempo de revisar los cables cuando me avisaron que el helicóptero estaba listo. Firme sin revisar, dice como si su explicación lo va a salvar. 

_ La próxima vez que trabajes para otra persona, tendrás la decencia de hacer tu trabajo correctamente, no puedes firmar nada sin saber antes si el trabajo fue realizado. ¡No puedes poner tu firma y responsabilizarte por algo que no sabes si está hecho o no! ¡Esa incompetencia es inaceptable! ¡Estás despedido! Seguridad te escoltara para que saques tus herramientas de mierda. ¡No volverás a poner un pie cerca de mis aeronaves! Y sale con la cabeza gacha escoltado por seguridad.

_ ¡Sr. Sullivan!

_ Sí señor, responde el jefe de Ronnie.

¿Trajiste a tus testigos?

_ Sí, señor, dice señalando a dos personas impecablemente vestidas. Por su porte, su corte de cabello raso y su parada, con las manos en la espalda y el pecho hacia delante me dice que son militares que han dejado el servicio recientemente.

_ Usted, le digo y da un paso adelante, colocándose al lado de otras personas que evitan mi mirada penetrante.

_ ¿Tu nombre? Quiero que me lo diga a pesar de que sé quien es.

_ ¡Lee Tyson, señor! Responde como un militar.

_ ¿Qué tienes que informar? pregunto firmemente.

_ El Sr. Yates aquí presente, y luego se corrige a sí mismo, Ronald Yates, era la persona encargada del piso ese día. Pero a pesar de que Paul Kovak, dice asintiendo con la cabeza al otro ex soltado,  y yo, le advertimos en repetidas ocasiones que debe hacer su trabajo, hizo caso omiso porque tenía que tener un encuentro con la señorita Kingsley señor.

_ ¿Es cierto lo que dice, Kovak? Pregunto  al otro ex-soldado que también tiene la mirada fija hacia adelante, sin mirar a nadie o nada en particular.

_ Lo que el señor Tyson dijo, es correcto señor. El Sr. Ronald Yates y la señorita  Kingsley desaparecieron al cuarto de utilidad durante más de media hora, señor. Le dije que no debía abandonar su puesto en hora de trabajo señor.  

_ ¿Y cuál fue tu respuesta a eso? Le pregunto.

Paul Kovak me mira por primera vez a los ojos. Está siendo veraz, pero se siente avergonzado de tener que pasar a la siguiente pieza de información con tanta gente. Mi mirada permanece impasible, cubriendo con cuidado el enojado Vesubio bajo mi mirada glacial.

Él traga. 

_ El Sr. Ronald Yates dijo que no podía esperar ni un minuto sin perforar ese dulce culo que lo había estado saludando toda la mañana señor.

La señorita Kingsley quien ha permanecido en silencio y sin expresión hasta entonces se pone roja como un tomate. Yo camino para hacerle frente a la señorita Kingsley que está a unos metros lejos de mí.

_ ¿Es eso cierto señorita Kingsley?

Ella endereza la espalda y empuja sus grandes tetas hacia delante, seguramente consiguió su empleo presentando otros activos. Me mira tímidamente con su cara llena de excesivo maquillaje, agitando su cabeza para mover su cola de caballo. 

_ Oh,  cariño lo siento, pero sólo yo estaba... La corto inmediatamente. Es evidente que no está acostumbrada a hablar con la autoridad.

_ Usted debe dirigirse a mí como señor Grey o señor. Ni se te vuelva a ocurrir llamarme cariño ¿entiendes?  Su boca se cierra. Creo que nunca ha sido rechazada cuando enseña sus enormes tetas.

_ ¿Qué? Me pregunta como si no comprende.

_ ¿Entiendes lo que te estoy diciendo?

_ Sí, señor, dice tartamudeando. Ella parpadea varias veces y luego me mira indignada.

_ ¡Señorita Kingsley, usted y el señor Yates están despedidos!

_ ¿Por qué? Pregunta con petulancia.

_ Para hacer el relato corto señorita Kingsley, está despedida por estar follando con un compañero de trabajo en horario laboral. ¡No le pagan para que la follen! ¡Le pagan para trabajar! 

_ ¡Pero yo no soy empleada de su compañía! Estoy trabajando con…

_ Permítame, Sr. Grey, dice Andy Sullivan caminando hacia adelante con una cara de vergüenza mirando a sus empleados. ¡Los dos han sido una desgracia para nuestra empresa y para uno de nuestros mayores clientes! No sólo por el descuido de su trabajo para el que fueron contratados, sino que se negaron a escuchar a sus compañeros de trabajo que le habían advertido de lo contrario. Sus acciones íntimas han sido capturadas por las cámaras de seguridad. ¡En resumen señorita Kingsley, usted y Ronnie, los dos están despedidos! No se molesten en volver a trabajar mañana. Seguridad los acompañará para buscar sus pertenencias en este momento. ¡No quiero ver ninguno de los dos en el local!

Ronnie y la señorita Kingsley salen como rebaño detrás de Andy Sullivan, quedando solo Warren quien hace un gesto para marcharse. 

_ Grey, usted pudo haber convencido al aeropuerto de que esas personas no estaban haciendo bien su trabajo. Pero yo soy el Gerente General de mi empresa de seguridad. ¡No puedes despedirme! ¡Incluso si intentara hacer algo, voy a ir feliz a la corte! grita con malicia.
_ No tienes ni puta idea de lo que soy capaz de hacer. ¡Puedo y voy a disparar tu culo!  Ninguna empresa que yo conozca, empleará a un CEO tan incompetente como tú. Mucho menos después de haber sido advertido hace más de un mes de todos los inconvenientes que le costaron a cuatro personas sus puestos de trabajo. ¡Fuiste el responsable de aplicar todas las medidas para evitar los fallos de la seguridad y no hiciste nada!

_ ¡No puede probarlo!

_ ¡Welch, lee al maldito bastardo sus derechos!

_ Con mucho gusto señor, dice, y extiende los documentos delante de él. Sr. Warren, desde hace un mes hasta la fecha, le hice varias visitas indicándole las fallas de seguridad acerca de las aeronaves de GEH. Le pagamos una suma grande de dinero para que cumpliera su tarea mensualmente. Taylor quien siempre ha estado en contacto con usted, trasmitió nuestras exigencias en la seguridad. La incompetencia de sus empleados es como para ser detenidos. Nosotros nunca hablamos con la gerencia media. Usted fue advertido directamente, el mes entero.  

_ No nos gustaría perder el contrato con usted, dice Warren con un gruñido, pero...

_ ¡Pierdes más que el contrato Warren, perderás la empresa! ¡Estás despedido! Le grito hirviendo de ira.

_ Usted no me puede despedir; soy el CEO de...

_ ¡De la empresa en la que yo tengo el puto control! Siseo y él se pone blanco como un fantasma.

_ Pero señor Grey... ahora cambia su tono a querer besarme el culo.  

_ ¡Nadie bajo mi mando me jode y se queda con el trabajo! Saca tu culo de aquí. ¡Welch! ¡Saca a esta maldita basura!

_ ¡Con mucho gusto, señor! Dice y marca el camino para que Warren salga  sorprendido de mi oficina.

Me siento en mi silla con fuerza y escucho el cuero protestar. Presiono el intercomunicador y llamo a Andrea.

_ ¿Sí, señor Grey?

_ ¿Hay reuniones urgentes o cualquier cosa en mi agenda que no se puedan evitar?

_ Nada que no se pueda reprogramar señor.

_ Bueno, entonces reprograma la agenda. Tengo algunos asuntos personales que atender, le digo y el cambio de planes hace que las cejas de Taylor se levanten.

_ ¿Vamos a algún lugar, señor? Me pregunta. Levando mi dedo para indicar un minuto. No quiero incomodar a Taylor, porque le gusta hacer un barrido de seguridad antes de ir a algún lugar, pero bajo las circunstancias tengo que hacerlo.  No tengo mucho tiempo.

Tomo mi Blackberry, y marco.

_ Me alegro de que te llegara mi mensaje y me llamaras, dice una voz suave femenina.  

_ ¡Hola, mamá! Le digo sonriendo. Tuve algunos asuntos urgentes y no te pude llamar de inmediato. Pero tengo algunas sugerencias para la boda y quiero que sean exactamente como te las voy a pedir. ¡Ni más ni menos!  

_ Estoy intrigada y muy contenta de que estás participando. Cuando Anastasia llegó sola ayer, yo no sé si... pero la interrumpo.

_ Por supuesto que quiero participar madre. ¡Me voy a casar con la chica de mis sueños, después de todo! Pero yo confío en el gusto de ella, y ella puede decidir sobre la mayoría de  lo que tienen planificado. Quiero que esta boda sea perfecta para ella, y que refleje sus sueños; pero quiero mejorar esos sueños con mi participación, no quiero desviarme de lo que ella quiera. Después de todo con esto es que sueñan desde que son niñas. Como su madre no está aquí, estoy contenta de que Mía y tú estén llenando ese vacío. Anastasia no ha dicho nada, pero estoy seguro que está extrañando la participación de su madre.  

_ ¡Oh, querido! ¡Nos encanta Ana! Mia y yo estamos muy emocionadas por la planificación de la boda. Sabes que Mia ha estudiado comida francesa y ella tiene un montón de ideas y está ayudando a Ana a tomar las decisiones. Son de la misma edad después de todo y sus gustos son similares. ¡Son como hermanas cariño!  ¡Me hace muy feliz de ser parte de esta boda! Gracias por dejarme hacer esto, bebé, dice con voz suave.

_ Es nuestro placer madre, le respondo.  Mira, tengo una lista de cosas que quiero hacer. No quiero que le digas nada a Ana bajo ninguna circunstancia. Quiero darle la sorpresa. Si tienes que decirle a Mia, debes indicarle que mantenga la boca cerrada. Pero preferiría que no se lo digas a nadie, excepto al planificador de la boda con el que vas a trabajar. ¿Ya firmó el acuerdo de confidencialidad?  

_ Sí cariño y mi madre suspira. El planificador de la boda y su personal están arreglando todo. Aunque Mia y yo estamos haciendo todo el trabajo, él me está ayudando a coordinar. Necesito a alguien que pueda hacerse cargo en el día de la boda, mientras estaré disfrutando del día más feliz de mi hijo,  dice casi asfixia.

_ ¡Gracias por todo el trabajo que estás haciendo por nosotros, mamá! Óyeme, acerca de la banda que va a tocar, te voy a dar una lista de lo que quiero que toquen, puedes pedirle una lista a Anastasia, pero también pueden tocar lo que ellos consideren bueno.  Y hay dos músicos que quiero que toquen en mi boda, aparte de la banda. Quiero que tus agentes los contacten inmediatamente. ¿Quiero saber si esto es algo que puedes hacer o le digo a mi personal de la oficina?

_ ¡Christian! Me regaña. Conozco a muchos músicos a través de mi trabajo de caridad. Si quieres sorprender a la gente yo me encargaré de eso. ¡Así que dime que me muero por saber! ¿Quiénes son?

Sonrío ampliamente y le digo los dos nombres de mis cantantes, incluso Taylor oye el grito gozoso de mi madre y sonríe. ¡Otra sorpresa!

_ Pero eso no es todo. Quiero hacer algo más. Tiene que ver con...  y comienzo a explicarle mi plan.

_ ¿Christian vas a hacer eso por ella? La voz de mi madre es completamente de asombro, reverente, pero sorprendida al mismo tiempo, como si acabara de conocerme. No tiene idea de lo que puedo a hacer por ella, pienso para mis adentros. ¡Ninguna idea en absoluto! Incluso Taylor se ve sorprendido que a veces quisiera patearme el culo porque yo le oculto o le hablo de más a Anastasia. Si yo no supiera que está enamorado de Gail, le patearía el culo hasta la otra acera, pero sé que el amor de él hacia Ana es paternal.  

_ ¡Diablos madre haría todo por ella! Por cierto, tengo otra petición con respecto a la música… le digo y le explico lo que quiero.

_ ¡Guau! Eso está fuera de todo parámetro Christian. ¡Pero, por extraño que parezca es  muy romántico! Me encanta la idea. ¡Nunca he oído que alguien lo haga!

_ Nada entre Anastasia y yo está dentro de los parámetros mamá. Pero lo quiero exactamente así, le digo y ya la falta de Ana la siento, nada más mencionar su nombre.

_ Sí, yo diría que sí, dice y siento su sonrisa al otro lado del teléfono.

_ Por cierto, yo la quiero en un vestido rojo, agrego.

_ ¿A Ana?
_ No, madre, suspiro exasperado.

_ Oh, ¿puedo preguntar por qué? Me pregunta.

_ Largo vestido rojo de satén, reitero.

_ Está bien... ¿Puedo saber lo que eso significa? Para tener algo en mente,  me aseguraré de que se haga.

_ Gracias, mamá, le digo, sin contestar a su pregunta. Por supuesto que significa algo. Esto significa un montón de cosas. Te voy a enviar un correo electrónico de la lista en breve. Déjame saber si necesitas algo. Ya creé una cuenta para la boda y Andrea se pondrá en contacto contigo para todos los detalles.  

_ ¡Christian! Ella protesta.

_ ¡Madre, no empieces con eso! Voy a pagar por todo, porque estás haciendo ya mucho con la planificación, lo cual aprecio. Además nos has permitido hacer la boda en tu casa. Usa el dinero que estoy asignando por favor.  

_ Está bien. Una pregunta ¿Cómo están tú y tu padre? ¿No han hablado todavía?

_ No del todo, pero estoy dispuesto a rectificar la situación en cualquier momento.

_ ¿En serio? ¿Cómo?

_ Déjame eso a mí, le digo sonriendo.

_ Christian, yo sé que puede ser difícil para ti entender ahora. Y de hecho te puede tomar un largo tiempo entenderlo, pero recuerda, no importa lo que sucedió, tu padre te ama, y lo que ha hecho es un acto de amor. El todavía está tambaleándose por el incidente de Elena. Y defiendo a Anastasia, pero dale el beneficio de la duda.

Suspiro. 

_ Voy a hacer todo lo que pueda mamá. Pero Anastasia está fuera de los límites.

_ Él lo entiende ahora. Él no va a hablar de eso de nuevo.

_ Bueno. Te amo mamá, le digo, sorprendiéndose  mi mamá y Taylor también.

_ Yo también te quiero cariño, dice y cuelga.

_ Taylor, vamos a tener que ir de compras.
_ ¿Señor de compras?

_ Sí, de un anillo de bodas.

_ Con mucho gusto, señor.

_ Vamos a usar la misma joyería. Me gustó el trabajo que hicieron con el anillo de compromiso.

_ Si me da unos minutos, señor, voy a llamar a la tienda, para que nos esperen y la desalojen. No queremos a nadie curioseando en los alrededores. Asiento con la cabeza.   Mientras que Taylor sale a hacer su llamada telefónica, envío rápido a mi madre el e-mail con mis peticiones de la boda. Pero ya hay un mensaje de ella.
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De: Grace T. Grey
Asunto: Invitaciones
Fecha: 21 de junio 2011 11:04
Para: Christian Grey, Anastasia Steele

Hola Christian y Ana,
Me olvidé por completo de preguntarles sobre la lista de invitados. Necesito hacer las invitaciones y necesito la lista de ustedes. De acuerdo al color que escogieron les envío muestras de algunas tarjetas. Por favor díganme cual les gusta más y me la devuelven lo más pronto posible para hacer las entregas.
Con mucho cariño
Mamá

Datos adjuntos: Invitación1.jpg, Invitatión2.jpg, Invitación3.jpg
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De: Christian Grey
Asunto: Invitaciones
Fecha: 21 de junio 2011 11:08
Para: Grace T. Grey
Hola mamá,
Anastasia y yo veremos las invitaciones esta noche y te enviaremos respuesta rápidamente. Gracias por todo lo que haces por nosotros. Te adjunto la lista de las personas que serán mis invitados y estoy seguro de que Anastasia te proporcionará la de ella. Te anexo la otra lista que te mencioné por teléfono. Asegúrate de eliminar los archivos adjuntos si vas a responderme a mí y a Ana al mismo tiempo. Te quiero mamá.

Christian Grey
CEO, Grey Enterprises Inc.

Invite.doc, boda requests.doc
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Taylor camina de regreso a mi oficina y espera a que yo termine mi mensaje.

_ Todo listo, señor. Podemos irnos. Ellos estarán esperando por nosotros.

Cuando entramos en el ascensor, me dirijo a Taylor.

_ Taylor, te voy a dar un calendario para que el avión se programe para mi luna de miel y los destinos. Coordina con la tripulación y revisa que los pasaportes de todo el mundo estén en orden, incluyendo el de Anastasia. Has que Sawyer le saque su pasaporte mañana y lo acelere. Esa gente se toma su tiempo par enviarlo por correo. También coordina con Welch para organizar toda la seguridad en nuestros puntos de destino.  

_ Sí, señor. ¿Ya ha determinado los destinos?

_ No aun, te lo envío por correo esta noche con copia a Welch. Ustedes necesitarán coordinarse y tengo preferencias específicas en cuanto a los lugares en que nos quedaremos.

_ Me aseguraré de que todo esté hecho según sus especificaciones señor.

_ Tú viajas con nosotros. Sawyer se queda para vigilar a Escala y a Gail, a menos que ella desee quedarse con su hermana, agrego después de ver que la cara de Taylor se torna medio verde y su respuesta es rápida.

_ Yo preferiría que ella se quede con su hermana en mi ausencia, señor. Estoy seguro de que Sawyer se puede defender por su cuenta, me dice y yo quiero reírme de su respuesta, pero no lo hago, sabiendo la clase de hombres que somos: posesivos. Eso también me da una razón para confiarle a Taylor a Anastasia, porque su respuesta me confirmó que está completamente enamorado de Gail, y eso significa que su afecto por mi chica es sólo paternal, y me gusta que se mantenga de esa manera.

_ No vamos a estar en la ciudad, por lo que, puedes hablar con Gail. Lo que sea que decidan los dos está bien. Ella no va a perder nada de su tiempo de vacaciones. Será un descanso para visitar a su familia, le digo. Taylor asiente, pero por su cara parece que no le gusta mucho la hermana de Gail. Taylor es un gran tipo, pero su línea de trabajo en alta seguridad, le quitan mucho tiempo. Él está divorciado y tiene una hija de ese matrimonio, que no puede ver muy a menudo y que no debe ser un atractivo para la familia de Gail.  Todo lo que tienen que hacer es llegar a conocer al hombre detrás de la fachada. Cuando estoy enredado en mi pensamiento las puertas del ascensor se abren, y estamos en el garaje. Mi Blackberry vibra con un e-mail entrante. Doy un vistazo y el nombre del remitente trae un brillo a mis ojos. La voz de Taylor me lleva de nuevo a mis sentidos.

_ ¿Señor? Él abrió la puerta para entrar en la camioneta. Después que me siento, abro el correo electrónico.
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De: Anastasia Steele
Asunto: Temperaturas elevadas.
Fecha: 21 de junio 2011 11:44
Para: Christian Grey

Estimado Sr. Grey,

Espero que esté consciente de la difícil situación en la que me ha puesto esta mañana. No me podía concentrar en la reunión de editores que tuve a primera hora. Lo único que pude hacer fue asentir. Tuvieron que repetir varias veces las cosas para saber que yo estaba de acuerdo. No quiero parecer una estúpida todo el día. ¿Seguro que no puedo aliviar la tensión yo misma señor?

Ana
xx
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De: Christian Grey 
Asunto: ¡Absolutamente NO!
Fecha: 21 de junio 2011 11:49
Para: Anastasia Steele

Estoy fuera de la oficina ahora. Sí quieres puedo hacer una parada en tu trabajo y proporcionarte el alivio que tanto necesitas. De lo contrario tendrás que esperar hasta la noche. Tal vez pueda recogerte antes. NO trates de hacer mi trabajo. ¡LO SABRE!  

Christian Grey
Proveedor de alivio, CEO, Grey Enterprises Inc.
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Su respuesta es rápida.
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De: Anastasia Steele
Asunto: No... 
Fecha: 21 de junio 2011 11:44
Para: Christian Grey

No necesito visitas conyugales señor Grey. ¡NO EN SIP! Pero realmente estoy teniendo dificultades para esperar hasta la tarde.

Ana
xx
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_ ¡Taylor, desvío rápido!

_ ¿Señor?

_ Tengo hambre y quiero almorzar temprano. Vamos a recoger a la señorita Steele al trabajo. Llama al joyero.

_ Sí, señor, dice, y marca el joyero.

Tomo mi Blackberry y llamo Andrea.

_ Necesito que me hagas una reserva para el almuerzo en habitación privada, le ordeno.

Taylor reprograma la cita con el joyero, mientras me deja en SIP y Andrea realiza la reserva para el almuerzo.

_ Vengo a buscar a la señorita Steele, le digo a Sawyer, quien me recibe en la puerta.

_ ¿Todo bien, señor?

_ Sí, muy bien, vamos a almorzar.

Él se aparta para dejarme pasar y cuando llego a la puerta de la oficina de Ana y la abro, ella discretamente se voltea y se sorprende al verme.

_ ¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué estás haciendo aquí, Christian?  Me pregunta desconcertada.

_ ¿Por qué te sorprende? Vine a proporcionarte el alivio necesario, le digo. 

_ Christian,  te dije que aquí no…  dice con los ojos desorbitados.

_ Bueno, señorita Steele, puedes elegir. Tienes dos opciones: aquí en tu oficina o de hecho, tengo una reserva para almorzar en un salón privado, podemos ir allí, le digo en voz baja lujuriosa.

_ Oh, ella dice con su mano derecha aferrada a su pecho mientras el otro brazo se aferra a su cintura como si quisiera empujar sus deseos hacia abajo. 

Doy un paso hacia adelante.

_ No te ves muy bien, señorita Steele. ¿Estás bien? Pregunto cerrando la distancia entre nosotros. Te ves sonrojada, susurro inclinándome hacia abajo mientras le acaricio la mejilla con el lado de mi dedo índice. El aliento se le engancha, y ella se inclina hacia mis caricias. La única conexión que tenemos es a través de mi dedo y la mejilla. Ella se acerca a mí, pero yo hago un gesto de detenerse.

_ No, no, señorita Steele. ¿Aquí, o en el almuerzo? Tú eliges.

_ Yo no le pregunté a mi jefe si podía salir a comer.

_ Yo soy el jefe del jefe de tu jefe. Puedes venir a almorzar conmigo, le digo de manera convincente. Ella me mira con los ojos entrecerrados. 

_ ¡No estás siendo justo, Christian!

_ ¿Qué no es justo nena? Necesitas alivio y Dios sabe que necesito alivio. Es más te necesito ahora. Me doy cuenta de su creciente deseo. Sin romper nuestras miradas, ella toma el teléfono y llama a su jefe.

Cuando Anastasia le avisa que se va a tomar las dos horas completas de almuerzo, la tomo firmemente de la mano y hacemos nuestro camino hacia Taylor que nos está esperando. Sawyer se queda en SIP.

_ Sr. Grey, el Maître nos estará esperando por la entrada trasera, para evitar la multitud, dice Taylor.

_ Bien, le contesto.

El maître nos lleva a nuestro comedor privado. Es pequeño y acogedor. Ya ordené la comida y el vino antes de nuestra llegada por lo que nos debe ahorrar tiempo.

_ ¿Desea su comida ahora, o le gustaría disfrutar del vino primero señor?

_ Danos unos 30 minutos para la comida. Quiero  el aperitivo primero, le digo. Mientras camina hacia fuera, lo acompaño a la puerta y llamo a Taylor a un lado.

_ Taylor, después de que traigan los aperitivos, nadie entra por esta puerta durante al menos 30 minutos. Mándame un mensaje antes.

_ Sí, señor, responde con firmeza. Camino de vuelta al comedor.

_ ¿Qué fue eso? Pregunta Anastasia.

_ Nada de importancia nena, le respondo.  Me siento  cerca de Anastasia, mi mirada fija en ella. Mi pulgar roza mi labio inferior.

_ Christian… pronuncia mi nombre con tanta sensualidad y deseo que mi polla entra en modo de saludo completo.

_ Anastasia, quítate las bragas... le ordeno con voz ronca.

_ ¿Aquí? Me pregunta mirando hacia la puerta.  

_ No te preocupes por la puerta, se ha asegurado, digo.

_ ¿Taylor? Pregunta  ruborizándose.

_ No te preocupes por Taylor nena, le digo mirándola fijamente. Quiero toda su atención y concentración. Ella está muy aprensiva.

_ Christian, tu guardaespaldas está por ahí y ya van a traer la comida.

_ Cariño… ya te dije que no te preocupes por nada… déjame a mí por favor, me quejo. Ahora mismo lo único que quiero hacer es quitarte la blusa, la falda, las bragas y el sujetador, le digo lentamente mientras ella toma un sorbo de vino. Ella engancha su aliento y traga. Mi Blackberry zumba.

Es un mensaje de texto de Taylor.

*Los aperitivos están aquí*



Sin decir una palabra, camino hacia la puerta y dejo que el camarero entre con las ostras, aceitunas y nueces. Cuando él sale, Taylor asiente, y cierro la puerta. Tengo treinta minutos.


Me dirijo hacia Ana que está nerviosa y sonrojada.

_ No quiero que estés nerviosa cariño… confía en mí, nadie pasará por esa puerta durante treinta minutos. Entonces ella asiente y sonríe. Se pone de pie y sube lentamente su falda, mostrando el liguero de la parte superior de sus medias de seda. Trago saliva. Sus dedos llegan hasta la parte superior de sus bragas negras de encaje y ella hace un espectáculo tras enganchar sus pulgares a los lados de sus bragas, y los mueve alrededor de su cintura. Luego, lentamente y sin prisa ella les desliza hacia abajo hasta que llegan a sus pies. Cuando va a mover sus pies para sacarlas, la detengo.

_ Para, le digo cuando estoy en frente de ella. Tomo su mano y la ayudo a salir de sus bragas. Cuando me voy a agachar mi mirada se cruza con la de ella, coloco mis manos en sus caderas y mientras bajo masajeo lentamente sus piernas haciéndola temblar. Finalmente llego hasta el suelo y recojo su ropa interior y me las coloco en el bolsillo.

Me levanto y mis manos van acariciando sus piernas vestidas de la suave seda de sus medias y finalmente alcanzo el vértice de sus muslos para colocar la palma de mi mano sobre su sexo. Masajeo dulcemente y ella entrecierra sus ojos suspirando profundo.

_  Deshace los botones de tu camisa, menos los dos últimos nena, le ronroneo en su oído.

_ Sí, ella responde con voz entrecortada. La palma de mi mano está en un movimiento circular sobre su perla de placer y yo aprovecho para sumergir un dedo en su sexo húmedo y codicioso.  Ella se reclina de la mesa y se sujeta con ambas manos.  Mi otra mano llega hasta el sujetador y acaricio sus pechos sobre el material de encaje. Bajo la copa del sujetador liberando un pecho y luego el otro, lo que hace que se levanten. Con mi pulgar y dedo índice ruedo un pezón y capturo el otro con mis dientes tirando ligeramente. Mi lengua caliente chupando y lamiendo lentamente.  

Ella arquea la espalda empujándose contra mi mano y mi boca. Mis labios viajan hasta su cuello mordiendo y chupando suavemente mientras mis manos siguen sus movimientos.  Mis dientes pastan por su mandíbula y por la comisura de sus  labios sin besar. Me acerco más a ella y la siento en la mesa con firmeza. Ella sigue con sus manos aferradas a los lados de la mesa y sus piernas flotan ligeramente un poco del piso.  

_ Nena… quiero esas hermosas piernas alrededor de mi cuello, le susurro en el oído  antes de arrodillarme frente a su magnífico sexo.  Me arrodillo y mis ojos están justo enfrente de su abertura. Ella inmediatamente sube sus piernas y las apoya en mis hombros. Yo beso y lamo sus deliciosos muslos justo en el pliegue de sus piernas. Jugando con ella sin llegar al centro de su universo.



_ Christian… ella me suplica gimiendo con los ojos cerrados.
_ Mírame cariño, le digo. Con la punta de la lengua rozo su pequeña protuberancia, haciendo que sus piernas tiemblen alrededor de mis hombros. Una y otra vez juego con el centro de su universo y ella se va rodando tratando de acercase más a mi boca.
_ Argg… Christian… por favor… ¡Ah!
Realizar un buen cunnilingus tiene sus técnicas. Y por supuesto yo me las sé todas. Tener a mi mujer en mi boca es una delicia. Solo yo he estado y estaré aquí. Ella es suave y dulce como el néctar de una flor. Así que le voy a dar el alivio que ha estado anhelando desde esta mañana.
Me sumerjo dentro de su sexo girando mi lengua sin descanso. Ella suelta una mano de la mesa y la pone en mi cabeza aferrándose a mi pelo y levanta su cadera para acercase más a mí. Encuentro ese dulce lugar en la pared frontal de su vagina y saco y meto mi lengua sin descanso trayéndola a su pico. Luego chupo su delicioso coral haciéndola gritar una versión mutilada de mi nombre y solo me detengo cuando me he quedado con la última gota de su placer. 
A medida que sus piernas dejan de temblar, lentamente me levanto y la acomodo en la mesa.  

_ Bebé, te voy a atar las manos para que las pongas en mi cuello ¿De acuerdo? Le pregunto y ella apenas puede asentir con la cabeza. Saco las bragas de mi bolsillo y amarro sus manos rápidamente en frente de ella. Me da una sonrisa por la elección improvisada de mi dispositivo de retención y yo le guiño un ojo. Bajo mi cremallera para que mi erección impaciente brote de golpe y ella al verla da un fuerte suspiro. Sí cariño esto es todo tuyo.


_ Ahora, quiero sumergirme y perderme dentro de ti, le susurro. Le subo la falda  hasta la cintura y le separo las piernas para entrar en ella poco a poco.  

(A Touch Too Much - AC / DC)

_ Espera, un segundo cariño… le digo sin aliento. Deja que te saboree.  Y la sensación de plenitud es estimulante. Estamos lo más cerca que dos personas puedan estar. Sus brazos sujetados envueltos alrededor de mi cuello, mi polla está enterrada hasta la empuñadura y sus senos se frotan en mi pecho. Ella se muerde el labio inferior y yo automáticamente me inclino y lo chupo suavemente para luego besarla sin descanso. La tensión que tengo desde la noche anterior y luego la de esta mañana ahora buscan su liberación. Mi lengua invade su boca y ella la chupa con fuerza. Mis manos van a su trasero desnudo acercándola más a mí. Mi boca sabe a su sexo y con las dulces especias de su aliento es un brebaje embriagador. Mis dientes rozan sus labios y ella jadea. Mi boca se mueve hacia su cuello lamiendo y bajando hasta sus pechos y ella arquea su espalda y se acomoda de manera que mete un pezón en mi boca. Yo felizmente sonrío y lo tomo para chupar con fuerza, trayéndola a la línea del placer y el dolor. Ella gime con fuerza y trata de mover sus caderas. Cuando ella empuja sus caderas hacia abajo yo empujo para encontrar el punto más profundo. Ella siempre húmeda, resbaladiza y cerrada. Localizo mi lugar favorito. Estar enterrado en Anastasia es como llegar al cielo. Giro sus caderas sin salirme de ella para crear fricción en su clítoris y proporcionarle un orgasmo doble. Ella mueve sus caderas en dirección opuesta a la mía para proporcionar el máximo placer para los dos. A medida que mis labios se mueven al siguiente pezón, siento que su sexo va apretando construyendo su orgasmo, entonces me acomodo para agarrar su trasero y salgo y la atraigo hacia mí con fuerza. Los dos gemimos en voz alta. Esto es el cielo y la gloria. Salgo y entro en ella guiando sus caderas hacia mí en repetidas ocasiones. Las ondas de su orgasmo recorren mi polla apretando deliciosamente y me lleva a mi pico. Los dos volamos cada vez más alto mientras empujo más profundo. Y en la unión de nuestros labios ahogamos nuestros gemidos mientras nos venimos con fuerza.



La cabeza de Anastasia cae sobre mi hombro con una fina capa de sudor que cubre su hermoso rostro sonrojado. La beso de nuevo con dulzura y deshago las bragas de sus manos. Nos quedamos un rato así abrazados sin romper la conexión. Con cuidado la acuesto en la mesa para limpiar su sexo y ponerle las bragas de nuevo. Después de limpiarme, le pregunto a mi mujer que está muy cansada ¿Hambre? Y ella responde ¡Hambrienta! Eso es música para mis oídos.  

Mi Blackberry zumba justo a tiempo.

* La comida está aquí. *

  *****

_ ¡Sr. Grey!  ¡Qué placer tenerlo de nuevo en nuestra tienda! ¿En qué podemos ayudarle? Me pregunta el joyero. El no solo es el mejor joyero de Seattle, sino que su tienda es una de las más antiguas del mundo. Ha pasado de generación en generación. ¿Qué puedo decir? Hago mi tarea.

_ Mi novia está muy feliz con el anillo de compromiso que ha creado. Vine para buscar su gemelo. No me refiero a uno igual. Quiero me haga un anillo con la misma simplicidad que el primero, solo quiero hacerlos coincidir de una manera diferente.

_ Supongo que usted quiere una aro de platino a juego.

_ Sí, seguro.

_ Quiero que me muestre las piedras que tiene, no me interesa la más grande ni la más llamativa. Quiero una única en su clase, digo con firmeza.

_ Usted no es un señor convencional. Le mostraré nuestras piedras sin tallar y tal vez algunas otras. Dice con una voz apenas audible y entra a la parte posterior de la tienda.  Tres guardias de seguridad esperan alrededor pacientemente.

Cuando el viejo joyero sale, tiene una bandeja con piedras colocadas en varios nichos etiquetadas. Son piedras grandes y luminosas, que captan mi atención, pero ninguna de ellas me conecta.

_ Curiosamente, Sr. Caria, no siento ninguna conexión con ninguna de estas piedras. ¿Tiene usted alguna otra? Sus ojos brillan como si mi respuesta es la que estaba esperando.

_ Sí, señor. Tengo otras cuatro, dice, y abre una caja de madera sin adornos muy anticuada. Dos de las piedras llaman inmediatamente mi atención. Una tiene la forma de un barco, que el joyero llama diamante talla Marquise y la otra es un diamante de Pera.  Son muy luminosas a pesar de que no están talladas y son casi incoloras. Me tomará tiempo decidir. Algo acerca de ellas me captura. El diamante Marquise con forma de un barco, haría el dedo de Anastasia más hermoso por su aspecto delgado y largo, y me recuerda al Grace. Pero hay algo en la otra, que me atrae a un nivel más profundo. Siento una conexión instantánea con este objeto inanimado. El joyero se da cuenta de mi indecisión.

_ Tal vez, dice, con un fondo de diamantes pequeños se vería mucho mejor éste señor. Él sostiene el diamante Pera entre el pulgar y el dedo índice enguantado, este es el más pequeño de los dos. Este se parece al que ha comprado. Y tenemos el Marquise que es de 15 kilates. Tienen la misma luminosidad y los dos son incoloros. Bueno sin color para un ojo inexperto. Es posible que vea un ligero oscurecimiento en este, pero tiene que ser como yo, que he estado viéndolos por cuarenta y cinco años. Comparando el Marquise con el de Pera, en cuanto al precio, el de Pera cuesta un poco más pero no mucho.

_ ¿Por qué si me dijo que el Marquise es mucho más grande?

_ La diferencia de precio es  alrededor de sesenta mil dólares que es insignificante, dice y Taylor que está detrás de mí hace un sonido de asfixia pero discretamente la oculta con una tos. A pesar de que ambos son únicos, el diamante en forma de pera es una de los más raros del mundo. De hecho es el gemelo del diamante Spoonmaker. O debería decir, tienen historias gemelas.

Me digo para mis adentros que este señor necesita una cirugía de cataratas, hay enormes diferencias este los diamantes.

_ Sé del diamante Spoonmaker, es de color amarillo. Éste es incoloro. Creo que el otro es de unos 86 quilates, y este es, de qué ¿10 o 12?

_ Es de 12 quilates señor. Pero yo le dije que tienen historias gemelas. Color y tamaño diferentes. Pueden ser iguales en belleza y no tener el mismo color ni tamaño. ¿No le parece señor Grey? Pero lo que es gemelo en los dos es su historia. Son casi idénticas. 

_ Cuénteme le digo cruzando mis brazos.

_ La joyería es un negocio familiar para nosotros, por más generaciones que no puedo contar señor, está en nuestra sangre. Cuando la ciudad de Constantinopla fue conquistada por los turcos en 1453, uno de mis antepasados era el mayor joyero que en su momento sirvió al emperador Constantino XI. Después de muchos años con un cambio de poder, la gente iba con sus vidas, pero algunas personas aceptaron el aviso del nuevo sultán que sólo tenía 21 años de edad. Científicos, poetas, escritores, historiadores, arquitectos, artistas y joyeros tenían libertad de crear sus propias obras. Mi abuelo de muchas generaciones pasadas, aceptó este desafío.

Esta pequeña gema  que talló mi abuelo en la época del sultán, se le perdió, pero su historia se mantuvo y esta niña viajo por todo el mundo, hasta que se la mostraron en 1822 a otro antepasado mío.

Bueno, la historia inicial de esta pieza, es que un pobre pescador estaba preguntando cómo llegar a una ciudad llamada Yenikapi. El hombre estaba completamente con las manos vacías, no tenía nada, ni posesiones ni nada que comer. Entonces buscando entre la basura esperanzado por encontrar algo que comer, se da cuenta que una piedra brillante estaba entre el basurero, él sigue escarbando y se mete la piedra en el bolsillo sin saber lo que es. 

Así que después de caminar por ahí con este pedazo de piedra en el bolsillo, se recuerda que la tiene y va al primer joyero que encuentra. Por supuesto el joyero reconoce el valor de la misma con solo mirarla. Pero no quería tener otro postor en la compra de esta rara joya, se hace el desinteresado, y le dice al pobre pescador: “Es un pedazo de vidrio. Si quiere se la lleva o le puedo dar tres cucharas de madera por todos los problemas que le ha tomado traerla aquí” ¿Qué podría saber un pobre pescador sobre el valor de esta joya? No es nada diferente a un pedazo de  vidrio para él. Y el pescador toma las tres cucharas y le deja el diamante al joyero.   Verá señor, así es como obtuvo su nombre el diamante Spoonmaker. Alguien que no sabía su valor, lo vendió por un precio mucho... mucho... mucho... por debajo del valor real. Éste, él lo levanta y me muestra para que vea una luz diferente, ha recorrido un camino similar desde el tiempo que nos llegó hace ya varias generaciones, tratando de encontrar una persona que realmente conozca su valor. Es como si esta piedra, tuviera corazón propio. No me he separado de ella. Y se la estoy mostrando a usted ahora, porque me di cuenta del cuidado, atención y esmero que mostró en la compra de la joya anterior. Usted es al primero que se la muestro para la venta. Nuestra empresa a caído en desgracia en tiempos difíciles, pero ninguno de mis antepasados se separó de la piedra a sabiendas de su valor, porque solo una persona digna debería tenerla. No ha venido ninguna persona que me demuestre el interés para poseerla. 

_ Este diamante, dice levantándolo en el aire, da la apariencia de una luna llena iluminando un cielo brillante en medio de las estrellas. Este diamante; pensé que no querría desprenderme de él, es un amuleto de buena suerte. A lo largo de la historia, siempre encontró un digno propietario. Nadie se lo robó, y sus dueños vivieron muchos años con ella. Es como si este pedazo de joya elige a su dueño. Me retiro muy pronto y no tengo hijos para dejarle mi negocio, aunque tengo sobrinos que son de la misma escuela que yo, ninguno de ellos son pobres en dinero, pero al igual que el pobre pescador, no comprenden su verdadero valor. Creo que es hora de encontrarle un dueño digno, dice mirándome con un brillo esperanzador en sus ojos.  
Por primera vez en mucho tiempo, estoy sin palabras. He visto la pasión en los ojos de este hombre por el amor a su profesión, que está arraigada en él.

_ Usted puede apreciarlo señor, aunque no sé si quisiera buscar a otro joyero más calificado para valorarlo. Pero mi familia ha estado en este negocio desde hace casi seiscientos años en tres continentes. Soy el último de la vieja escuela de mi línea familiar.

Incluso Taylor está escuchando con atención.

_ Si usted cree tener una mujer merecedora de ella… Se llama “Un ramo de luz”  señor.

_ Lo quiero. Es solo lo que puedo decir. Porque mi chica se merece esta piedra única, con una historia única, porque ella es única.