CAPITULO XVII
FUEGO Y HIELO
Mis deseos por
ver a Anastasia y no haber podido hablar con ella hoy tanto como hubiera
querido, me ponen nervioso y trato de terminar mi entrenamiento rápidamente. Desde que la conocí mi mente siempre está
ocupada con y por ella. Mi obsesión por el control ha tomado una nueva
dimensión.
(Every Breath You Take Sting & The Police)
Mientras estoy pateando al maniquí que
está en frente de mí, Taylor está corriendo a toda velocidad en la caminadora.
¡Ese hombre puede correr más rápido que un galgo! Él tiene la formación, resistencia y
también se mantiene al día con todas sus operaciones encubiertas tanto como sea
posible. Puede correr diez kilómetros en
treinta y ocho minutos cincuenta y cuatro segundos con cincuenta libras de peso
en la espalda. Lo que más me
impresiona de Taylor no son las condiciones físicas de un militar como él es,
sino que siempre puede con más y seguir adelante. Él no sabe cuándo parar. Eso es algo que yo entiendo; porque no me gustan los cobardes, no trabajo
con los que se rinden.
Taylor es un
empleado leal, confío en él implícitamente; de
hecho yo le confío a él mi vida. Él
me ha visto en algunas de las posiciones más comprometedoras. No es que me importara; lo contraté por sus habilidades. Él siempre se mantuvo muy profesional
y sabía cómo hacer mutis si por casualidad me encontraba follando a una sumisa
atada tendida en la mesa del desayuno, y si había alguna urgencia, él tenía que
esperar a que yo terminara mi follada tipo emergencia. Siempre se las arregló
para mantener una cara seria y mirar para otro lado sin distraerse de su tarea.
No me importaba si me interrumpía, ni con quien, pero el juego ha cambiado
desde que Anastasia entró en mi vida. No quiero que nadie la vea desnuda, o en
la agonía del éxtasis, eso es solo para mis ojos.
(Sólo para sus ojos)
Le he dejado
muy claro a Taylor que cuando yo esté en privado con Anastasia, no me moleste y si es muy necesario, que lo
haga por otros medios. No está autorizado a verla desnuda bajo ninguna
circunstancia. Debo haberla amado
desde que la conocí, porque nunca le impuse esta regla a Taylor antes. ¡Nunca! Y Anastasia es la primera
chica que dejé que me tocara. Ella no sabía eso, porque yo nunca se
lo dije. El contacto físico es
algo que evité a toda costa. Pero el
toque de parte de ella ha sido muy valioso para mí. No importa qué tan
rizado, crudo o carnal sean nuestras relaciones, siempre he estado haciendo el
amor con Anastasia. En el pasado solo follaba, ahora no. Nunca sentí una
conexión emocional con ninguna otra mujer. Fue
horrendo para mí. Nunca busqué a
alguien que no estuviera en la escena dominante/sumisa. Nunca quise enseñar a nadie. Siempre
busqué a todas las sumisas ya establecidas, para que no hubiera sorpresas en lo
que estaban haciendo. Y las requería con paciencia y capaz de soportar toda la
mierda pervertida que quería hacer con ellas y para ellas. Una sumisa débil que
a los quince minutos de una escena, me dijera rojo, no era para mí. La pondría en frente de la puerta al segundo
de desabrocharle sus esposas y con ropa en mano. Sin embargo, no me importa que
Anastasia odie los azotes y la mierda extrema que yo solía disfrutar. Yo quería hacer aquellas cosas con
ella, pero a la segunda que lo hice me dejó; y
todos esos sentimientos se fueron por la ventana. Yo quería con ella mucho más que la
mierda pervertida, de eso me di cuenta inmediatamente que se fue. No podía respirar y por primera vez en
mi vida, me sentí culpable por querer practicarlas con ella. Me disgusté conmigo mismo por azotarla. Anastasia
me posee en cuerpo y alma. ¡Ella
es como ninguna! Una de sus
sonrisas puede hacer que un hombre llegue al cielo y si llegara a darme un
trato frío, movería cielo y tierra para cambiar eso y conseguir su gracia. No
puedo pensar en un mundo donde ella no exista. ¡Yo no podría
existir! ¡No sin ella!
Incluso Taylor
es aficionado a Anastasia, y si yo no supiera que él está enamorado de la
señora Jones, estaría celoso, y dispararía su culo aun siendo el mejor empleado
que tengo. Aunque sé que su amor
es casi el mismo que yo siento por mi hermana, todavía no puedo evitar sentir
una punzada de celos, especialmente cuando Anastasia muestra algún tipo de
interés hacia él, incluso si ese sentimiento es paternal. El pensar en eso hace que patee el
maniquí con más ahínco que casi se dobla al suelo devolviéndose con fuerza
muchas veces. Taylor voltea a verme, impasible mientras sigue corriendo. Me
dirijo a la caminadora y ajusto la cinta hasta ponerla en la inclinación y la
velocidad deseada. El blackberry de Taylor debe haber sonado porque él
expertamente se desliza de la caminadora y va a toda velocidad.
_ Taylor,
responde y en pocos segundos voltea su mirada hacia mí. Salto inmediatamente de
la caminadora.
_ Welch, él me dice y yo extiendo mi mano para agarrar
el teléfono.
_ ¿Qué pasa
Welch? Le pregunto con aprensión. Después
de que Anastasia insistió en ir a Nueva York con su jefe, me encargué de que Welch
profundizara más sobre este tipo, mi intuición rara vez me falla y a este Hyde
lo tengo como una piedrita dentro de mi zapato.
_ Señor Grey, traté de localizarlo por su
teléfono, pero como no contestaba, llamé a Taylor.
_ ¿Qué has encontrado?
_ Voy mandarle
un informe a la brevedad señor. Pero quería informarle de mis entrevistas con
las ex Asistentes del Sr. Hyde. Son siete en total las que ha tenido en los
últimos quince meses. La Señorita Steele es la octava.
Me estremezco,
pero yo ya estaba al tanto de esta información.
_ Sí, ya estaba
consciente de ello, eso salió en la investigación inicial. ¿Qué has encontrado
de nuevo?
_ Señor, personalmente fui a
entrevistar a todas estas jóvenes. Tienen
un denominador común. Son jóvenes, de unos veintitantos años, recién graduadas
de la universidad, o han tenido trabajos previos por muy poco tiempo. La única
asistente que trabajó para él por más tiempo, duró tres meses. Las demás han
trabajado menos tiempo. Eso despertó mi interés y en el momento que tuve con
ellas una conversación informal preguntándoles acerca del poco tiempo que
trabajaron con él, todas tenían el mismo guión, las respuestas fueron casi
textuales, como aprendidas.
_ ¿Cómo te
presentaste a ellas?
_ Les dije que
Jack Hyde estaba siendo considerado para una posición más alta en la empresa y que
estábamos tratando de ver si era capaz de manejar un mayor número de empleados
ya que había tenido muchas asistentes que no se quedaron en la empresa. Les
pregunté ¿qué tan difícil era trabajar con él? ¿Por qué creían que había
cambiado tanto de asistente? ¿Si el trabajo era de mucha presión?
_ Interesante. ¿Qué te dijeron?
_ Lo mismo,
señor. Que su jefe era exigente, que
requería la perfección de una asistente. Pero que con él se trabajaba muy bien.
Que era muy profesional. Todo un guión. Entonces les pregunté que si era la
mejor persona para trabajar ¿Por qué no se quedaron en SIP? ¿Por qué no
tuvieron recomendaciones de él? Y algunas de ellas se sintieron incómodas con
estas preguntas. Algunas ni siquiera siguieron trabajando en editoriales a
pesar de que se especializaron en esa carrera. Una cosa es la que dicen, pero
lo que demuestran con su lenguaje corporal es otra cosa.
_ ¿Qué has
descubierto? Le pregunto en silencio, casi amenazador.
_ Señor tengo
la sensación de que mienten. La sonrisa fue falsa cuando hablaron de que su
jefe era muy bueno, tenían los ojos dilatados, hablando rápido cuando yo las
presionaba.
_ Explícame
más.
_ Bueno, sentí
que estaban un poco enojadas o agitadas mientras las presioné. Si la respuesta
era la correcta no era necesario enojarse. No eran capaces de quedarse
tranquilas, estaban muy intranquilas. Las respuestas eran con monosílabos.
Cuando les preguntaba sobre el trabajo, respondían sin problemas, pero cuando
le preguntaba sobre él específicamente, mostraban muy poca emoción, se
congelaban, podía ver por sus miradas que no respondían con naturalidad.
Cerraban los puños, tan fuertes que sus nudillos se ponían en blanco, sus
rostros palidecían, su respiración aumentaba, se cruzaban de brazos.
Welch se
aclaraba la garganta y continúa.
_ El signo
físico de la mentira. Les hice una simple pregunta ¿Qué clase de jefe era Jack
Hyde? La respuesta de cada una fue idéntica. Cada una comenzó respondiendo con
dificultad y cambiando su entonación de voz. Una sonrisa forzada plasmada en
sus rostros y sus gestos no coincidía con lo que decían.
Entonces oigo el
movimiento de un papeleo por el teléfono como si Welch está buscando algo.
_ Ah, sí, dice,
y se aclara la garganta otra vez, como si va a decir un punto importante. Asistente número 3, Victoria, tenía un
gran ceño fruncido en su rostro mientras me decía que es un placer trabajar
para Jack Hyde. Como podía ser un
placer trabajar para él cuando su cara demostraba desagrado y casi tratando de
vomitar. Ya sabe que la lengua puede mentir, pero se necesita ser un experto
para que coincida con sus gestos. Claramente estás niñas no tienen la práctica,
se veían como malas actrices.
Yo estaba caminando
de un lado a otro.
_ ¿Les hiciste
la pregunta principal que quería saber? Pregunto con voz fría y controlada.
_ Sí, señor,
dice con solemnidad, y el tono confirma mis temores.
_ ¿Y?
_ Sólo tres de
ellas asistieron a una conferencia con Hyde,
señor. Y dijeron la palabra conferencia como un insulto.
_ ¿Qué pasó?
_ Me estoy
enfocando en Victoria. Ella fue
la primera en asistir a una. ¿Cómo
fue la reunión? ¿Qué es lo que
usted y su jefe hacían fuera de la conferencia? Le pregunté.
_ ¿Cuál fue su
respuesta? Pregunto con impaciencia.
_ Parecía
distraída, como si estuviera tratando de no prestar atención a lo que le pregunté,
hizo como un esfuerzo tratando de olvidar un mal recuerdo. Ella empezó a sudar como un luchador.
Estaba claro que estaba perturbada. ¡La
cantidad de sudor que salió de esa pequeña niña! Luego comenzó a mover su cuerpo con
incomodidad, sus ojos me miraron desconcertada y luego los bajó, no quiso hacer
más contacto visual, evitando mi escrutinio, su respiración aumentó y el tono
de su voz se elevó. Finalmente se las arregló para decir ¿A qué te refieres?
_ Eso no quiere
decir que está mintiendo.
_ Señor, las
cuerdas vocales se contraen bajo presión. Tenía
miedo de mí. Yo no era una
amenaza para ella. La única vez
que vi estas emociones en sus respuestas fue cuando me estaba dando información
falsa acerca de su antiguo jefe. Empezó
sentada encorvada. Mirando a la
puerta como si quisiera irse en cualquier momento. Su rostro se enrojeció. La pregunta final que le hice fue:
¿está siendo sincera acerca de su ex jefe? La
respuesta simple sería, 'sí', o 'por supuesto', o 'seguro', o incluso
simplemente, «lo estoy». ¿Sabe lo
que todas contestaron? “ser mentirosa es
la peor cosa que puedes hacer”. Excepto
Victoria... Ella dijo “la mentira es una acción deshonrosa”
_ No todo el
mundo responde en una o dos palabras, Welch. ¿Cómo
puedes concluir que estas respuestas
demuestran, más allá de la sombra de una duda, de que ella estaba mintiendo?
_ Señor, por
favor déme un poco de crédito. Mi
antiguo entrenamiento incluyó expresiones corporales para saber detectar una
mentira. Hacer estas pruebas a jovencitas entre 21 y 25 años no es nada para
mí. He entrevistado funcionarios del gobierno, políticos, espías que han sido
entrenados para no reaccionar ante una mentira. Esta es una de mis tareas y es
muy simple.
_ Welch, yo conozco
el contenido de tu curriculum. Lo
que te estoy preguntado es simple. Quiero que me dejes absolutamente claro, sin sombra de dudas de que en
realidad estaban mintiendo. ¿Me puedes proporcionar evidencia de ese hecho? ¿Cómo apoyas tu instinto? Pregunto con
voz exigente.
_ El mentiroso
nato responde a una pregunta con una voz plana. La mayoría de las chicas me pidieron
que repitiera la pregunta; y eso
por lo general es para retrasar su respuesta. Victoria
me preguntó ¿por qué necesita saber eso? eso implica que también está diseñando
su propia respuesta. Yo no la
evalué, por lo que respondía. Porque eso individualmente puede significar poco
o nada. Pero el comportamiento colectivo y sus expresiones corporales, me
indican que están tratando de ocultar algo.
_ ¿Y por qué lo
cubrirían a él?
_ Mi apreciación
me indica que es miedo. Ellas
tienen algo que perder. El señor
Hyde tiene o sabe algo acerca de ellas. No
sé qué es. Pero estas chicas
claramente sentían miedo de él, a pesar de que sus palabras, decían todo lo
contrario.
_ ¿Eso es todo?
_ Hasta ahora,
sí, responde.
_ Está bien,
quiero enterarme rápidamente si descubres algo más, le digo y cuelgo.
Estoy que hecho humo por la nariz como un torro en una
corrida. Taylor se aclara la garganta.
_ Señor, ya es
hora de ir a las duchas y luego ir a SIP. Estoy
seguro de que podemos esperar a la señorita Steele allí, dice casi leyendo mi
mente. Prefiero estar cerca de
ella allá, que preocuparme aquí. Tengo
que despedir a ese hijo de puta sin que Anastasia piense algo malo. He estado
recopilando información sobre él de todos modos y las he compartirlo con Roach. No es suficiente para hacer que lo despidan. La única cosa que me está frenando es
la reacción de Anastasia. Ya lo
veremos. Voy a sondear esta noche
su reacción y el último pedazo de información que tengo podrían inclinar la
balanza. ¡No quiero que ese hijo de puta en ningún momento esté cerca de mi
mujer! Él es un mujeriego. ¡Joder, quiero sacarle la mierda de
este hombre! Me retuerzo de ira.
Me dirijo a
Taylor, bien, a la ducha y luego nos vamos y él asiente con la cabeza
solemnemente.
*****
Taylor estaciona
la SUV en frente de SIP. Está en la zona de negocios del
centro. Es un edificio renovado que
ahora parece nuevo. Por supuesto las ventanas de cristal dan un aire de
modernidad. La entrada en forma
de U tiene una gran pasarela, con una reja que enmarca el paisaje a ambos lados
de la calzada y debajo, un largo pórtico que es el remanente de la construcción
original. Este conduce a la entrada de
vidrio de gran tamaño que, por supuesto, tiene puertas correderas automáticas. Cuando Anastasia me dijo que le dieron
trabajo aquí, mandé a Taylor a explorar la seguridad. Mi preocupación no era solamente por los
empleados o por el hijo de puta de su jefe para el que trabaja, sino también por
la gente de fuera. No se puede
ser Christian Grey y no hacer un par de enemigos en el camino. Yo estaba preocupado por la lamentable
seguridad del edificio. No hay
suficientes cámaras para cubrir los puntos de entrada cruciales y fue muy fácil
para Taylor entrar al edificio. Es
algo que voy a corregir tan pronto como la orden de silencio sea levantada. Hay un restaurante italiano cerca, un sitio
de bebidas, una tienda de recuerdos para los turistas, y un par de tiendas de
ropa. Por supuesto la parada del
monorriel también está cerca en una distancia a pie.
Estamos
esperando justo delante del edificio frente a la doble calzada de la puerta de
entrada. Verifico mi reloj. Ahora son las 06:30 y ella no ha
salido todavía. ¿Debo entrar a
buscarla? Le daré cinco minutos
antes de que vaya. Desde que Anastasia ha entrado de nuevo en mi vida, me
encuentro constantemente preocupado por lo que va a decir o pensar. ¡Soy como un gato sobre un tejado de
zinc caliente! Empiezo a contar
el tiempo: Cuatro minutos treinta y nueve segundos... Mis ojos están pegados a
la puerta. Tres minutos once segundos...
No hay movimiento. Me remuevo en
mi asiento y mi mirada con la de Taylor se reúnen brevemente en el espejo
retrovisor. Dos minutos ocho
segundos, tengo la mano en la puerta. Cincuenta
y cuatro segundos y las puertas correderas se abren, Anastasia sale fuera del
edificio como si los cancerberos la están persiguiendo ¿Qué diablos pasó? Mientras llega a la mitad de la
pasarela se queda sin aliento, como si no pudiera tener suficiente aire en sus
pulmones y cae en el suelo de cemento. ¡Es
como una pesadilla! Mi corazón se
detiene primero cuando la recuerdo en su apartamento y Leila estaba apuntándola
con una pistola y entonces comienza a latir a cien millas por hora con la
adrenalina corriendo y abro la puerta de inmediato mientras Taylor sala de la
camioneta a toda velocidad y vamos hacia ella. Cuando llego a ella la recojo en
mis brazos, verifico con mis ojos que no hay alguna señal de sangre o de dolor…
¡Oh Dios! ¿Qué o quién le hizo
daño? ¿Ella simplemente estará
abrumada por todas las cosas desde el día anterior? ¿Acaba de darse cuenta de que ella no
puede soportarlo? ¿Está enferma? ¿O es que acaba de ocurrir algo?
_ Ana, nena,
¿qué te pasa? pregunto fervientemente tratando saber lo que está mal con ella
físicamente. Ella no contesta,
sigue respirando con dificultad ¿Qué
pasa Ana? Pregunto en un tono de tranquilidad. Ella está en mi regazo; tomo su cara para que me mire, buscando. ¡Habla conmigo bebé! ¡Me estoy muriendo aquí! ¿Está herida, lesionada? Ella se hunde en mis brazos a punto de
desmayarse. Estoy completamente
alarmado y estupefacto. ¿Qué pasa
con ella?
La agito
mientras la sostengo en mis brazos, ¿tendré que llevarla al hospital?
_ ¡Nena qué
pasa! ¿Estás enferma? Sus ojos están rodando de nuevo como si fuera a vomitar.
Con un brazo sostengo su espalda y con el otro levanto su cabeza para que me
mire. Ana, habla conmigo nena. ¿Qué
es lo que te pasa? Ella trata de enfocarse y parpadea un par de veces, tratando
de ser coherente. Mi corazón late
con fuerza que lo siento en mis oídos, el miedo me agarra. ¡No sé qué le pasa a mi novia! Un millón de cosas están pasando a
través de mi mente, ninguna de las cuales es agradable. Ella abre su boca y
solo suelta una palabra.
_ Jack…
susurra.
Mi cuerpo se
tensa y mi ira se intensifica y me sacude para convertirme en una furia asesina. Creo que Taylor también está sintiendo
lo mismo. Mi cabeza voltea a
mirarlo; cuando ve la furia
ardiente en mis ojos, él sabe, y como un fantasma desaparece dentro del edificio de SIP.
Mi cuerpo está
vibrando con una violencia despiadada y perniciosa. ¿Qué
le dijo el hijo de puta a Ana que hiciera? ¿Él
la violó? ¿La golpeó? ¿La tocó? Si él le hizo daño de cualquier forma,
¡voy a matar al puto bastardo! Cuando
la sostengo con más fuerza entre mis brazos comienzo a balancearla para
calmarla. ¡Vete a la mierda! ¡Vete a la mierda!
_ Ana, dime, ¿te hizo algo ese hijo de
puta? La idea del desgraciado en
el interior de Ana, hace que la bilis suba a mi garganta con fuerza y apenas me
estoy conteniendo. ¡Tengo que averiguarlo! La
reacción de Anastasia es de colapso nervioso. Ella
empieza a reírse.
_ Más bien qué
le hice yo a él, dice entre risas nerviosas.
_ ¡Ana! ¿Acaso Jack Hyde te tocó? Le digo en
un tono claro y amenazante.
_ Una vez, se
las arregla para susurrar, sólo una vez.
La locura barre
a través de mí. ¡Millones de
megavatios de electricidad es poco para describir cómo me siento ahora mismo! Todo mi cuerpo se tensa. Saber que ese puto bastardo tocó a mi
mujer es como si alguien metiera una brasa brillante en mi garganta mientras cae
hacia abajo ácido nítrico. Mis
entrañas se retuercen y el animal salvaje que he enjaulado cuidadosamente en mi
cabeza se escapa. ¡Varias cabezas rodarán por esto! ¡Le sacaré la mierda con su propia
polla si alguna vez intentó meterlo en mi mujer!
_ ¿Dónde está
ese maldito bastardo, Ana? Le pregunto amenazadoramente. Oigo gritos, y puedo distinguir la voz
de Taylor.
_ ¡Nunca más
vuelves a tocar la señorita Steele!
Voy a sacarle
la mierda a ese desgraciado. Ahora
que sé que Ana está físicamente bien, ¡voy a cobrar mi deuda con ese hijo de
puta! Ana, ¿Crees ser capaz de
mantenerte de pie? Les pregunto cuando me levanto con un movimiento rápido y la
levanto a ella. Ella asiente con
la cabeza en sentido afirmativo.
_ Bien, le digo
girando para entrar en el edificio SIP.
_ ¡No te vayas
Christian! Por favor, no, me
suplica con mi miedo.
_ Anastasia,
entra en el coche ahora, le digo amenazadoramente.
Ella se aferra
a mi brazo como una garrapata en la oreja de un perro… ¡No vayas, Christian, no!
Yo saco su
brazo con fuerza y apunto con mi dedo en dirección del coche.
_ ¡He dicho que
entres en el maldito coche Anastasia! ¡Hazme caso aunque sea una vez!
_ ¡Cristiano
por favor, no vayas! ¡No me
puedes dejar aquí sola! La ira
está vibrando a través de todo mi cuerpo. Apenas
puedo contenerme. Yo le dije que
no fuera a trabajar esta mañana. Se
lo pedí, no, prácticamente le rogué que se quedara. Pero, no, ella tenía que ir. Le dije que yo me encargaría de ella. ¡No, tenía que ir y hacer su vida! Le pedí que se casara conmigo, para
que yo poder cuidar de ella, protegerla y amarla. Pero, no, ella lo va a pensar. ¡Ahora, ella no quiere que entre a
joder a ese hijo de puta! ¡Ahorita
soy una bomba de tiempo de mierda a punto de explotar! Voy a morir de un ataque al
corazón antes de cumplir los 40 porque siempre estoy preocupado por ella, y
ella constantemente desobedece, haciendo lo que sea que quiere. Cursos de exasperación pasan a través
de mí, y yo corro las dos manos por el pelo tratando de controlarme, para que
no haya una reacción de mi propio cuerpo.
Oigo gritos y
ruidos de lucha fuertes procedentes del edificio y el ruido se detiene
abruptamente. Me preocupo por Taylor,
y tomo mi Blackberry.
_ Christian,
Jack Hyde tiene un archivo con todos mis e-mails, deja escapar.
_ ¿Qué dijiste?
Le pregunto con una amenaza amplificado.
_ Todos los
e-mails que te he enviado, quería saber en donde estaban todos los que tu me
enviaste a mí.
¡Voy a matar a
ese hijo de puta! No... ¡Voy a darle
una coñaza y dejarlo con una pulgada de vida! La muerte es demasiado buena para
él... demasiada rápida. Necesito inflingirle dolor. Voy a acabar con él para que él se
acuerde todos los putos días de su vida que trató de tomar lo que es mío y que
lo jodí. ¡Anastasia, estoy tan jodidamente enojado contigo ahora mismo! Te lo he dicho y te lo repetí, no
utilices tu correo electrónico del trabajo. ¡Y maldita sea no me escuchó! ¡Por
el amor de Dios! ¡Estás tomando todo el control de mi
vida!
_ ¡Hijo de
puta! Maldigo en voz baja en un tono feroz. Tener
el control... cálmate Grey… cálmate. Cuando el temblor desaparece sólo por una
fracción, tomo mi celular y le doy a la marcación rápida # 3 para Barney.
_ Barney soy
Grey. Necesito que accedas al servidor central de SIP y elimines todos los
e-mails que la señorita Steele me ha enviado a mí. Después accede a los archivos personales de
Jack Hyde, para comprobar que no están almacenados allí. Si lo están,
elimínalos.
_ ¿Todos ellos,
señor?
_ Sí todos.
Ahora. Cuando esté listo házmelo saber.
_ ¡Estoy en
ello, señor! Dice y cuelgo, inmediatamente después marco a Roach a su teléfono
celular personal.
_ Habla Roach
aquí, responde en un tono profesional mezclado con un poco de aprensión.
_ Roach es Grey. Hyde, lo quiero fuera.
_ ¿Qué? Que… ¿Cuándo? Dice tropezando con sus palabras.
_ Ahora. Ya.
Llama a seguridad. Que vacíen inmediatamente su escritorio.
_ Pero, señor
Grey. ¿Está diciendo en este
momento? ¿Cuál es la causa?
_ El Tiene la
justificación necesaria para darle la carta de despido. Quiero que le informes
inmediatamente de su partida prematura, o lo primero que haré a primera hora de
la mañana será liquidar esta empresa. ¡Confío en que va a hacer lo que se le
pide que haga! Enfatizo claramente lo que sucederá si no lo hace.
_ Señor Grey, claro que entiendo la gravedad
de su problema. Voy a llamar a seguridad
de inmediato y hacer que lo acompañen fuera del edificio con el conocimiento de
que sus servicios ya no son requeridos en el SIP ¿por una conducta poco
profesional? ¿será?
_ Está bien, le
digo y cuelgo.
Anastasia está
desconcertada y la veo de pie asustada hasta la médula y temblando. Ella
debería tener la paliza más grande de su vida, pero me prometí a mi mismo que
los azotes no son un castigo y yo ando muerto de miedo preocupado por ella.
_ ¡Usa la
Blackberry! Siseo con la ira bullendo por todos los poros de mi cuerpo.
_ Christian, por
favor, no te enfades conmigo, dice ella con voz suplicante, pero la ira ni
siquiera empieza a cubrir lo que estoy sintiendo en estos momentos. La Furia letal tan sólo se le acerca.
_ Ahora mismo,
estoy muy enojado contigo, le gruño mientras paso mis manos por mi pelo. ¡Entra
en el coche!
_ Por favor...
ella suplica tendiéndome la mano.
_ ¡Entra en el
jodido coche Anastasia! No me obligues a
tener que meterte yo personalmente, le gruño con mis ojos disparando dagas.
_No hagas
ninguna estupidez por favor… me suplica con sus manos temblorosas y con una
mirada de preocupación que cubre toda su cara. Tiene miedo y no por estar cerca
de mí.
La ira estalla
de mí como el monte Vesubio. ¡Sus
palabras son como insulto! ¡Vierte la sal en la herida abierta ya!
_ ¿Estupidez? Voy con toda mi furia
dirigida a ella. Te dije que usaras tu
jodida BlackBerry. A mi no me hables de estupideces. Entra en el puto coche
Anastasia ¡Ahora! Le grito. Se queda congelada y salta de miedo.
_ Está bien...
Pero por favor, ten cuidado, Christian. Mis
ojos se centran en ella y mi boca se tensa en una línea fina. Estoy muy enojado. Ni siquiera quiero encadenar dos
palabras juntas con el fin de evitar decir algo de lo que luego me arrepentiré. Sólo señalo el SUV agudamente.
Ella me mira
con ojos suplicantes.
_ Christian, por
favor ve con cuidado, no quiero que te pase algo… me moriría, dice con todo su
aliento. ¿No era esa mi preocupación? Si algo le pasa a ella y la pierdo… veo
mi propia preocupación y mis demonios personales reflejados en sus ojos, mi
corazón se desacelera y mi ira se desploma, convirtiéndose en amor en esta
tormenta que me consume.
_ Tendré
cuidado, le digo mientras tomo una respiración más profunda. Anastasia finalmente
entiende mi comportamiento, abre la puerta y entra en la SUV.
Le doy una
mirada de advertencia recordándole permanecer en el vehículo y me voy al
edificio. Me las arreglo para
mantener mi rabia justo debajo de mi piel para dispersar la ira. Marco el
teléfono de Taylor y él responde al primer tono.
_ Señor, baje
por el pasillo a la izquierda. Encontrará
una gran área. Entre a la sala de
reuniones número dos.
Eso es lo que
me gusta de Taylor, va directo al grano, él sabe para que lo llamé.
_ Nos vemos
allí, le digo y cuelgo.
Taylor me
encuentra en frente de la puerta. Abre
solo una rendija. Veo que Hyde está sentado en una silla con las manos
esposadas. Mi mirada se encuentra
con Taylor y él sale y cierra la puerta detrás de él.
_ Ya viene
seguridad, necesito las llaves de las esposas. Mantenlos ocupados unos cinco
minutos, le digo extendiendo mi mano de una manera sensata para que me dé las
llaves.
Taylor
escudriña mi cara tratando de asegurarse de que no voy a matar al hijo de puta.
Él ve la ira hirviendo a través de mi piel. Mis
ojos son glaciales con la venganza y la ira controlada como el Monte Etna y el
Vesubio juntos, listo para matar. Poco a poco cambia su cuerpo para bloquear la
puerta. Taylor ha trabajado para
mí durante unos cuatro años. Él me
ha visto lujurioso. Él ha visto
cogerme a plena luz del día a una de mis sumisas suspendidas del techo de mi
cuarto de juegos. Él me ha visto azotar
a otra. Él me ha visto azotar a Leila
con una paleta. Me ha visto con
el control total en una sala de juntas con hombres poderosos de negocios. Él me ha visto enojado, loco, furioso; pero siempre en control. Me ha visto en posiciones
comprometedoras. Me ha visto en estas
situaciones más veces de las que puedo contar.
Muchos de esos
momentos que ha visto no me importan; pero estar
enamorado de Anastasia sí. Cuando se fue a Georgia pensando que podía
olvidarme; él vio mi desesperación. Vio el dolor y el sufrimiento que me causó su
partida, todas esas cosas me debilitaron. Taylor me ha visto en la mayoría de
mis cincuenta sombras, pero nunca me ha visto con furia asesina. Con la ferocidad apenas controlada y la
violencia... la mano de Taylor se sitúa automáticamente en la manija de la puerta
y se pone delante de ella, decidido a no dejarme entrar
_ ¿Está la señorita
Steele bien, señor? me pregunta tratando de distraerme.
_ Ella está
bien. Hazte a un lado
Taylor, le digo con una amenaza funesta
en mi voz, toda la intensidad de mi mirada se centra en él. Taylor no se perturba. Él está muy decidido a impedir que yo
cometa un asesinato esta noche.
_ Le saqué la
mierda ya, dice y por primera vez me doy cuenta del aspecto
desaliñado de Taylor. Él tiene un
corte sobre su ojo, un labio hinchado y una mejilla amoratada. Cuando me ve
mirándolo dice: el hijo de puta está peor señor y sonríe.
Mi mano todavía
sube para tratar de entrar por la fuerza.
_ Señor... dice
con timidez, yo umm…
_ ¡Dilo de una
vez hombre!
_ Bueno, yo
entiendo su rabia perfectamente, señor. No
sé cómo decir esto... pero... él se me acerca murmurando algo en voz baja,
tratando buscar palabras educadas y luego me mira a los ojos y dice: Ese pedazo
de mierda no vale la pena señor, dice haciendo un gesto con la cabeza hacia la
puerta, mientras sigue agarrando firmemente la manija. Él me mira por un minuto
mientras trato de agarrar la manija con rabia.
_ Dicen por ahí
que un indio gurú escribió en alguna parte que el infierno tiene tres puertas:
la lujuria, la ira y la codicia, dice tratando de calmarme. Pensé que le
gustaría saber y señala con el pulgar hacia afuera. Creo que sería un infierno
para ella, también, señor, dice encogiéndose de hombros, y me detengo en seco
por un breve segundo.
_ Bueno Taylor,
en ese caso, yo estaría entrando en el infierno por las tres puertas. ¡Todavía
quiero meter su polla en su culo por tratar de asaltar a mi novia! siseo entre con
los dientes apretados, hirviendo de veneno. Los
ojos de Taylor están como platos, y su postura se pone más firme. Suspiro.
_ Mira, Taylor,
agradezco tu preocupación, pero si tuviera que matarlo, yo no hubiera llamado a
seguridad. Estarán aquí dentro de poco para
escoltarlo afuera. Pero yo quiero
un tiempo con él. ¿No harías lo
mismo por Gail? Le pregunto y él cambia de inmediato su postura. ¡Voy a joderlo de manera que no arruine
la vida de cualquier mujer otra vez! Pero
no lo voy a poner bajo tierra, le digo con todo mi autocontrol tratando de
controlar mi ira. Él asiente
solemnemente y sonríe.
_ Al parecer la
señorita Steele le pateó las bolas, señor, dice con orgullo. Entonces me doy
cuenta de que es en realidad como Anastasia dijo; amor paternal. Él estaba maldiciendo por los codos mientras
se agarraba las pelotas, dice en un tono impasible, aunque sus ojos se iluminan
con una especie de alegría. De
todos modos, es todo suyo, señor. Tome
diez, voy a mantener a seguridad ocupado. El
hijo de puta ha estado quejándose y quejándose de todos modos, dice y abre la
puerta de par en par mientras me entrega la llave de las esposas. Cojo las llaves cuando entro en la
habitación.
Después de
entrar en la sala de reuniones, cierro la puerta y la bloqueo detrás de mí. Jack Hyde tiene la cabeza colorada, la
mitad de su cabello espelucado, medio torcido el pendiente y me mira
desafiante. Una sonrisa
espeluznante le viene a su boca ensangrentada. Yo con cara impasible cubriendo
mi monte Vesubio con glaciares camino
detrás de él para deshacer sus esposas.
_ Tu novia es una
buscadora de oro, me dice en tono de burla. ¡Si
no tuvieras más dinero que yo, estaría jodiendo conmigo ahora! ¡En cambio aquí estoy sosteniendo mis
bolas pateadas! El dice la segunda oración mientras termino de desbloquear sus
puños y se frota las muñecas. Agarro su
cola de caballo asquerosa y tiro la cabeza hacia atrás y de un golpe lo pego
contra la mesa de madera. Escucho como se le rompe la nariz y la sangre brota
inmediatamente de él. Mis ojos están tan
dilatados que siento como si los capilares están rompiéndose. Mis fosas nasales
están ensanchadas como las de un toro, mi respiración se incrementa minuto a
minuto, estoy listo para pelear y por un momento siento que no voy a ser capaz
de controlar mi ira.
_ Ni siquiera
se te ocurra mencionar su nombre, ni siquiera se te ocurra pensar en ella. ¡Te
voy a despellejar vivo! Le dijo en un siseo mortal.
_ ¡Me partiste
la nariz! Grita mientras trata de limpiarse con la manga de la camisa, se
inclina hacia abajo en un intento de pellizcarse la nariz y detener el
sangramiento. Levanta la cabeza mientras gruñe y se pone de pie rápidamente,
lanzando un gancho de derecha que conecta a mi torso y yo lo esquivo. Se mueve y me aterriza un gancho
izquierdo en las costillas e intenta otro golpe con el puño derecho,
obligándome a dar un paso atrás para evitar una caída. Me doy cuenta de que tiene un morado
alrededor de sus nudillos y se lo atribuyo a la pelea con Taylor. Sonrío. ¡Me
encanta una buena pelea!
_ ¡Finalmente conseguiste
a alguien de tu tamaño! ¿A cuantas jóvenes arrinconaste? Le digo en tono de
burla.
Oigo ruidos
afuera. Golpes fuertes en la
puerta. Tengo un par de minutos
para darle una buena paliza.
Hyde cierra el
puño de nuevo, pero esta vez el factor sorpresa se ha ido. Él gira a la derecha, lanzando
rápidamente un gancho de izquierda. Agacho
mi cabeza mientras me balanceo a su izquierda, acomodo mi derecha apretando el
puño con fuerza y mantengo el brazo en posición vertical. Por último le doy dos
puñetazos en las costillas en rápida sucesión sacando el aire de sus pulmones y
luego le doy otro puñetazo en la mejilla cuando él se agacha para tomar aire.
Pude sentir el crujido de su mandíbula debajo de mi puño. Pongo mis manos sobre
sus hombros y con la rodilla le doy en la ingle, le levanto la cara con ambas
manos y le doy un golpe con la cabeza. Cuando finalmente va a desplomarse, con un golpe agudo le entierro mi codo en sus
costillas. Es entonces cuando seguridad irrumpe en la sala, rompiendo la puerta
Me inclino y le
susurro en el oído en un tono lento, frío
y sanguinario.
_ Si se te hubiese
ocurrido hacerle algo a ella, no lo estarías contando desgraciado. ¡Tuviste
suerte hijo de puta!
Dos oficiales
de seguridad entran violentamente viendo a Hyde en el suelo y yo a su lado.
_ Es todo tuyo,
le digo finalmente nublando mi ira con hielo.
Lo pongo de pie
con una mano y se lo entrego a los guardias de seguridad que me miran con los
ojos muy abiertos.
_ Llévenselo,
parece que se cayó y se golpeó, les digo y se lo entrego a los guardias de
seguridad para que le administren los primeros auxilios. Entonces uno de los
guardias le entrega un teléfono a Hyde. Mientras
escucha la voz de Roach en el teléfono, se da cuenta de que está siendo despedido
con su puto culo fuera de este edificio. Se pone blanco y parece que se va a
caer. Los guardias lo agarran y finalmente le entregan una caja de cartón con
todas sus pertenencias. Los oficiales se las arreglan para trabajar
profesionalmente y actúan como si no hubieran visto nada.
_ ¿Qué les
dijiste? Le pregunto a Taylor con voz tranquila señalando a los guardias con
mis ojos.
_ Les pedí que
le diera unos minutos, murmura con voz apenas audible.
_ ¿Simplemente
que me dieran unos minutos? Le pregunto
con las cejas levantadas al interrogarlo.
Taylor se
encoge de hombros.
_ Los dos
tienen novias... y hermanas. ¿Qué
le puedo decir? Supongo que ninguno de ellos dejará a un canalla moverse en su
propio territorio señor, dice con una cara impasible.
Jack Hyde es
escoltado a las puertas por uno de los guardias de seguridad mientras que el
otro se queda dentro del edificio para limpiar el desorden. Veo a Taylor dándole la mano al
guardia y al mismo tiempo le pasa discretamente unos billetes de su mano.
Salimos del
edificio en una sola fila, Jack de primero hace su camino hacia el taxi que lo
está esperando y el guardia se asegura de decirle que no puede volver más
nunca. Luego salimos Taylor y yo detrás de él.
Nos dirigimos
hacia la camioneta y Taylor me alcanza para entregarme las llaves, cuando se da
cuenta que Anastasia está sentada en la parte delantera. Taylor se sienta en la
parte de atrás. Todavía estoy
enojado, todavía estoy humeante, y ni siquiera después de haberle sacado la
mierda a ese desgraciado me siento mejor. No le digo nada a Anastasia. Ella
solo me mira, pero tampoco pronuncia ninguna palabra. Mi blackberry conecta con
el bluetooth del vehículo cuando empieza a sonar a través de las cornetas. Tomo nota de la persona que llama.
_ Grey
respondo.
_ Es Barney, responde.
_ Barney, estoy
en mi coche con otros pasajeros y estás en el altavoz, le digo para advertirle.
_ Señor ya está
todo hecho, pero tengo que hablar con usted sobre otras cosas que he encontrado
en la computadora del señor Hyde.
_ Te llamaré cuando
llegue. Y gracias Barney, le digo.
_ Muy bien
señor Grey dice y colgamos.
La mirada de
Anastasia está quemando dentro de mí, pidiéndome que diga algo. Estoy demasiado enojado como para hablar. Ella ha sido muy desobediente, y
debido a eso, casi mato a ese hijo de puta. ¿Y
si él la lastimó? ¿Qué pasa si la
hubiera violado? La idea me
enfurece más.
_ ¿No vas a
hablarme? Me pregunta en un susurro.
_ No, le
respondí todavía meditabundo, la miro y volteo mi cara hacia la carretera. El resto del camino a Escala continúa en
pleno silencio. Apenas pude
contener mi rabia por Jack Hyde. ¡Pude
haberlo matado! Lo habría matado,
pero la muerte es demasiado buena para él. Me
paro delante de Escala y salgo del coche. Rápidamente
me dirijo hacia a Anastasia y le abro la puerta. Le tiendo mi mano para
ayudarla a salir y ella levanta la suya rápidamente. Taylor tomó el coche y lo
lleva al estacionamiento. No digo nada cuando llegamos a los ascensores. Mi
mano está firmemente apretando la de ella.
_ Christian, no
entiendo por qué estás tan enojado conmigo, respira en un susurro asustada.
_ Tú sabes muy
bien porque le digo, y de un tirón entramos en el ascensor. Después de introducir el código,
comenzamos a movernos hacia la última planta. Dios si te hubiera pasado algo,
juro que a estas horas sería hombre muerto, le digo en un tono asesino apenas contenido
durante las últimas horas.
_ Créeme voy a
arruinar su carrera profesional para que no pueda volver a aprovecharse de
ninguna jovencita, nunca más, una excusa muy miserable para un hombre de su
calaña. El miedo, la ira y la rabia pasan a través de mí. El ¿qué pasaría si? está haciendo que
se me revuelva el estómago. ¿Y si
la hubiera lastimado? ¿Violado? ¿Dañado? ¡Estoy jodido ya! ¡Lo habría matado con mis propias
manos! El miedo a perderla hace
que la agarre y la encierre en la esquina del ascensor en un abrazo. ¡Dios Ana!
Le digo.
Quiero
sentirla. Quiero tenerla en mis
brazos, y ahuyentar a los demonios, ahuyentar los temores de que ella pudo
haber sido herida. Los últimos dos días
con dos intentos de salir lastimada ¡qué mierda! Tengo miedo de que a la
tercera tengan éxito. El miedo me atenaza y estoy indefenso. Agarro el cabello de Anastasia y lo enrollo
alrededor de mi mano levantando su cabeza. Mi
boca cubre la de ella ferozmente, besándola con desesperación, con pasión,
posesivamente. Quiero sentirla,
quiero saber que los dos estamos vivos, que estamos los dos juntos, y que ella sigue
siendo mía, que todavía puedo protegerla. Mi
lengua se sumerge en su boca y conmocionada por mi actitud se queda congelada
en el sitio. Pero pronto ella está respondiendo y me siento aliviado y la beso
hasta que ambos nos quedamos sin aliento. La estoy sosteniendo con posesión,
dentro de mi brazo y el peso de mi cuerpo la está empujando contra la pared del
ascensor. Ella levanta la mirada buscando mis ojos y mi miedo está grabado ahí.
Apenas puedo contenerme. Me siento aliviado y agradecido de que está a salvo. Trago
saliva, y tomo el control de mis demonios personales que vienen a atormentarme,
susurrando en mi mente lo que pudo haber sucedido.
_ Anastasia, le susurro, mis labios rozando
sus ojos, si te hubiera pasado algo… si él te hubiera hecho daño… el temor me
sacude físicamente y un estremecimiento pasa a través de mí.
_ La
blackberry, le ordeno en voz baja. A partir de ahora ¿entendido? Ella sólo
puede asentir su cabeza en respuesta, incapaz de pestañear mientras nuestras
miradas permanecen bloqueadas.
Cuando el
ascensor se detiene y las puertas se abren, la tomo de la mano para salir.
_ Hyde dijo que
le diste una patada en las pelotas, le digo. Se
encoge de hombros.
_ Sí. Ray estuvo
en el ejército y me enseñó muy bien, dice ella, simplemente como si no fuera
gran cosa. Siento una punzada de
sonrisa en mis labios y mucho orgullo.
_ Bien, me
alegro mucho de que lo hiciera, le digo complacido de que se las arregló para
defenderse. Pero también me recuerdo a mí mismo, que no me gustaría tener una
patadas en las pelotas por mi mujer. Así que arqueando una ceja le dejo saber
que lo tomaré en cuenta.
_ Tengo que
llamar a Barney, no tardaré, y la dejo
en la sala haciendo camino hacia mi oficina. Estoy muy curioso por ver lo que
Barney ha descubierto.
Cierro la
puerta de mi oficina y marco a Barney
cuando me dirijo a mi silla.
_ Habla Barney.
_ Es Grey ¿Qué has encontrado?
_ Le voy a
enviar toda la información por supuesto, pero aquí hay algo muy interesante:
El Sr. Hyde
tiene en su computador todas las direcciones donde su familia ha residido.
Vamos a ver, dice mientras escucho el ratón haciendo clic a través del
teléfono. Veo cinco direcciones en Seattle, y dos más no sé si son antiguas o
actuales, pero hay dos propiedades que figuran, una en Detroit y otra en
Michigan. También tiene historia
de vida de todos los miembros de su familia. Del Sr. Carrick Grey, Elliot Grey,
Dra. Grace Travelyan Grey, Mia Grey y de la señorita Anastasia Steele.
Me pongo tenso
en mi asiento, y me doy cuenta de que estoy apretando mi Blackberry, mi otra
mano se agarra fuertemente a mi escritorio.
_ ¿Eso es todo?
Le pregunto en un tono bajo de silbido.
_ No señor, hay
más. Tiene una serie de links de la red
en donde aparece usted con la Dra. Grace y los demás miembros de su familia.
_ ¿Algo más?
_ Sí, señor,
aún hay más. Él tiene una gran
colección de fotos de todos ustedes. Cientos
de ellas. Su padre, su madre, su
hermano, su hermana, y usted señor. Eso
es todo lo tiene, dice.
_ Mándame la
información con copia a Welch Barney, gracias y cuelgo.
¿Qué está
tratando de hacer este hijo de puta? Está claro que tiene algo en mi contra.
Esto no puede ser por Anastasia ¿Por
qué tiene esa información de toda mi familia?
Yo marco el
número de Welch.
_ Welch,
responde.
_ Grey.
_ Sí, señor.
_ Quiero que caves
más profundo sobre Jack Hyde. Barney
acaba de hablar conmigo y ha descubierto una información que no me gusta. Hyde
ha estado buscando información mía y de toda mi familia. Revisa el email que
Barney te va a enviar con toda la información y quiero que averigües todo sobre
él. ¡Quiero saber quien era su maestra de Kindergarten, quiero saber qué
desayuna, con quien se acuesta, quiero conocer sus resultados del SAT, quiero
saber qué tipo de shampoo utiliza y su bebida preferida, quiero saber hasta el
nombre del novio de su madre y quien es su jodido padre! ¡Quiero que no dejes
piedra sin mover acerca de este hijo de puta!
Si tienes que entrevistar gente, hazlo. Hazlo con discreción ¿Entiendes?
_ Perfectamente
claro, señor. ¿Algo más?
_ Infórmame tan pronto como consigas cualquier información
_ Lo haré
señor, dice y cuelgo.
Guardo mi
blackberry en el bolsillo y me quedo estático en mi silla. Me aguanto la cara
con ambas manos y finalmente paso mis dedos por mi pelo, tratando de apagar la
mortificación y el resto de la ira de esta noche. Poco a poco me levanto de la
silla ansioso por salir y estar con Anastasia.
Cuando voy de
regreso a la gran sala, localizo a Anastasia sentada en la barra de desayuno,
la señora Jones está arreglando la cena y ella está bebiendo vino blanco.
Voy directo al
refrigerador para tomar una copa de vino y saludo a la señora Jones.
_ Buenas noches
señor. En diez minutos está lista la cena.
_ Me parece muy
bien, le contesto con una pequeña sonrisa. Después
de servirme el vino, levanto mi copa para brindar. Por los militares que
entrenan bien a sus hijas, salud, le digo.
_ Salud, contesta
Anastasia en tono cansado. Su
tono de voz me toma por sorpresa. Sé
que ella ha tenido una tarde dura, pero hay algo más que le sucede. Mis
demonios personales prestan atención inmediatamente.
_ ¿Qué te pasa?
pregunto rápidamente.
_ No estoy segura
de si todavía tengo un trabajo, dice preocupada. ¿Eso es todo? Le doy un suspiro de alivio.
_ ¿Todavía
quieres un trabajo? Le pregunto ladeando la cabeza.
_ Sí, por
supuesto, responde ella con fervor.
_ En ese caso, todavía
lo tienes y sonrío. Ella me mira
boquiabierto. Me encojo de
hombros.
Gail pone dos
manteles individuales para nuestra cena, y Anastasia comienza con su habitual
inquisición española cuando nos ponen nuestros pasteles de pollo.
_ Entonces,
dice ella con indiferencia. ¿Qué
fue exactamente lo que Barney encontró en el ordenador de Jack?
_ Nada de
importancia cariño, le digo impasible.
_ Ya veo. Si lo que encontró no era importante,
¿por qué no lo dijo por teléfono?
_ No sabía
quien estaba conmigo. Come, que
te debes estar muriendo de hambre y ella entrecierra sus ojos hacia mí.
_ No me vas a
decir… dice dejando su pensamiento
colgar en el aire.
_ No, le respondo. Ella suspira.
_ Después de todo lo que ha pasado
hoy, se me olvidó decirte que José me llamó.
Mi tenedor se detiene
en el aire cuando levanto la cara para mirarla. ¿Ah, sí? Le digo en tono de pregunta.
_ Quiere traer
tus fotografías el viernes.
¡Otro hijo de
puta que tiene los ojos en mi mujer! Estoy
seguro de que está haciendo la entrega personalmente para ver a Ana.
_ ¡Wow! Una entrega personal, qué cortés de su parte,
murmuro en voz baja.
Anastasia finge
que no me oyó.
_ Quiere salir.
A tomar algo. Conmigo. ¿A dónde va con esto? ¿Me
está pidiendo permiso, o mi opinión?
_ En serio...
_ Kate y Elliot
deben también estar de vuelta en la ciudad, dice rápidamente. Pongo mi tenedor en mi plato y me giro
y la miro fijamente.
_ Anastasia,
¿qué me estás pidiendo exactamente? Le pregunto alzando las cejas.
_ No te estoy
pidiendo nada. Te estoy informando de mis planes para el viernes. Mira, yo
quiero ver a José y él necesita un sitio para dormir. Puede que se quede aquí o
en mi apartamento, pero si se queda allá, yo debería quedarme también, lo dice
en un suspiro como si estuviera siendo perseguida o que no va a ser capaz de
decir todo si no lo dice rápido. ¡Estoy sorprendido! Después de todo lo que ese hijo de
puta le ha hecho y casi la hubiera violado, ella todavía quiere verlo… Y no
sólo verlo, quedarse con él.
_ Intentó
propasarse contigo, le recuerdo.
_ Eso fue hace
varias semanas Christian. Para
entonces los dos estábamos borrachos. Tú lo solucionaste, no volverá a pasar. ¡José no es Jack por el amor de
Dios!
_ Ethan está
aquí, él puede hacerle compañía, le digo de mala gana. ¿No estuvo a punto de ser casi
violada? Y he aquí otro hijo de puta que trató de forzarla y mi novia quiere
pasar un rato con él. ¿Por qué se me está haciendo más difícil protegerla?
_ Christian,
José quiere verme, no a Ethan. ¡Concédeme paciencia Dios! La miro con muecas.
Ella toma una
expresión suplicante.
_ Christian,
José es sólo un amigo, eso es todo.
_ No me hace
ninguna gracia.
_ Es amigo mío
Christian, no le he visto desde la exposición y estuve muy poco tiempo. Yo sé
que tú no tienes ningún amigo, a parte de esa espantosa mujer, pero yo no me
quejo de que la veas.
¿Cuándo se
convirtió este tema en Elena? ¿Ana no quiere que yo vea a Elena?
_ Christian,
quiero ver a José, no he sido una buena amiga.
Pero todavía
estoy atascado con el tema inicial.
_ ¿Eso es lo
que sientes?
_ ¿Lo que
pienso de qué?
_ Sobre Elena.
¿Preferirías que no la viera? Yo sé que ella la odia, y se pone celosa de que
tenemos un pasado, pero no pensé que ella no querría que la viera nunca más.
Ella suspira y
se detiene por un minuto, midiendo mi reacción con sus ojos azules.
_ Exacto. Preferiría
que no la vieras, dice con fervor.
_ ¿Por qué no
lo dijiste antes? Pido acusadoramente. Aclaro
mis sentimientos para que ella haga lo mismo.
_ Porque no me
corresponde a mí decirlo. Tú la consideras tu única amiga. Del mismo modo que
no te corresponde a ti decir si puedo o no puedo ver a José. ¿Es que no te das
cuenta? Dice levantando los hombros exasperada.
Mi mente
calcula rápidamente las concesiones que puedo hacer. Vamos
Grey escoge bien tus batallas. Dios sabe que me molesta ver al
fotógrafo. Pero dejar a Anastasia en su
apartamento con dos hombres que al mismo tiempo babean por ella no es una
opción. Por otro lado si él se queda aquí, se dará cuenta que es mi mujer y yo
puedo mantener un ojo en él. Por mucho que me desagrade esta será la mejor
opción.
_ Puede dormir
aquí supongo, así podré vigilarle, murmuro con disgusto.
_ Gracias,
Christian. ¿Sabes? Si yo también
voy a vivir aquí… dice dejando sus pensamientos flotando en el aire. Así que no
es que falte espacio precisamente y hace un gesto con la mano, sonriendo.
_ ¿Se está
riendo de mí señorita Steele?
_ Desde luego
señor Grey, dice mientras recoge los platos. Yo le digo que la señora Jones
hará eso, pero ella me ignora y lo hace.
_ Ana, tengo que trabajar un rato, y veo su rostro para ver si se siente bien.
_ Está muy
bien. Yo buscaré algo que hacer,
responde ella.
_ Ven aquí
nena, le ordeno en un tono suave y seductor, mis brazos están abiertos esperándola.
Rápidamente ella viene a mis brazos, y envuelve los suyos alrededor de mi
cuello. Tomo una inhalación brusca y aprieto alrededor de su cuerpo. Cierro los
ojos teniéndola cerca y aspiro su aroma. ¿Estás bien? Le susurro.
_ ¿Qué quieres
decir? Ella pide.
_ Después de lo
que ha pasado con ese cabrón. Después de lo que pasó ayer. Quiero saber que
estás bien, le digo preocupado.
_ Sí, ella
susurra de nuevo. Cierro los ojos con alivio, y
agradecido por su capacidad de recuperación y la abrazo fuertemente entre mis
brazos una vez más, besando su cabello repetidamente.
_ No peleemos,
por favor, le suplico entre mis besos. Tomo
una profunda inhalación de su aroma. Hueles
divinamente como siempre Ana, le susurro.
Ella llega y me
besa el cuello.
_ Tú también
responde. Y le digo que la veré en un par de horas. Ella asiente con la cabeza sonriendo.
Voy a mi
oficina y cierro la puerta detrás de mí.
Verifico mi
correo electrónico inmediatamente para ver el correo de Barney.
_____________________________________________
De: Barney Sullivan
De: Barney Sullivan
Asunto: Jack Hyde
Fecha: 15 de junio 2011 21:37
Para: Christian Grey
Sr. Grey:
He compilado una lista
de artículos que encontré en el ordenador de SIP de Jack Hyde. El contenido real están en los servidores
FTP de GEH como los contenidos
originales que son demasiado grandes. Utilice
el enlace que le estoy ofreciendo para acceder y descargar los contenidos
relacionados con usted y los suyos.
Casa
direcciones Familia Grey:
Cinco
propiedades en Seattle, WA zona (varias direcciones que han tenido la familia y
el hermano) Dos propiedades en Detroit.
Hojas de vida detalladas para:
Sr. Christian Grey
Sr. Carrick Gris
Sr. Elliot Gris
Dra. Grace
Trevelyan-Gris
Señorita Mia Gris
Srta. Anastasia Steele
Los artículos
de prensa y publicaciones en línea relacionados con:
Sr. Christian Grey
Sr. Carrick Gris
Sr. Elliot Gris
Dra. Grace Trevelyan-Gris
Sr. Carrick Gris
Sr. Elliot Gris
Dra. Grace Trevelyan-Gris
Fotos:
Christian Grey (1 archivo)
Señorita Mia Grey (archivo 2)
Dra. Grace Trevelyan-Gris (archivo 3)
Sr. Carrick Grey (archivo 4)
Sr. Elliot Grey (archivo 5)
Señorita Mia Grey (archivo 2)
Dra. Grace Trevelyan-Gris (archivo 3)
Sr. Carrick Grey (archivo 4)
Sr. Elliot Grey (archivo 5)
Utilice el
siguiente enlace de FTP para acceder a dichos archivos. Puede usar sus datos de acceso para
descargar.
https://geh.com/ftpclient/account/login.htm
Lo comprobaré
por supuesto, para ver si hay otros archivos ocultos en el ordenador, o
cualquier lugar en el servidor SIP. Le
informaré cuando lo que encuentre.
Barney Sullivan
Jefe de TI, GEH
_____________________________________________
Me conecto con
el servidor y descargo la información que
Jack Hyde tiene sobre mí y mi familia, que abarcan un gran número de años.
Examino la
información. Parece que él está
en una misión. ¿Qué está haciendo recopilando esta información? ¿Por qué mi familia? Durante la hora siguiente, voy a
través de todo en los archivos. El
hombre está obsesionado con mi vida. Tengo
la sensación de que esto es totalmente sobre mí. Está reuniendo información sobre mi familia, MIS propiedades, MI novia... ¡Mi novia! Él la atacó hoy y pudo herirla
gravemente si no hubiera sido por la formación que Ray le dio. Dejo mi portátil de inmediato con un
deseo de encontrar Anastasia y tenerla en mis brazos una vez más. Cuando voy al
salón, ella no está allí. Me dirijo a mi habitación, pero no hay
ni rastro de ella tampoco. Me
acerco a lo que solía ser su cuarto y tampoco está allí. Esta vez voy a la biblioteca y está
oscura y vacía. ¿Dónde más podría
estar?
Me doy vuelta y
miro hacia arriba y veo la luz que se filtra por debajo de la puerta desde la
sala de juegos. No me acuerdo de
haber dejado la puerta abierta.
Poco a poco me
dirijo hacia allá. Anastasia está curiosamente
mirando en los cajones donde guardo algunos de los juguetes sexuales. ¿Qué hace ella aquí? Ella toma un consolador anal del cajón
y ladea la cabeza y lo mira como si fuera un elemento del Museo de Ripley aunque usted no lo crea. Luego agarra otro por el extremo y lo
examina, completamente desconcertada sin saber su función. Siento una sonrisa arrastrarse por mis
labios. Su inocencia es completamente adorable. Ella levanta la cabeza con la sensación
de que mi intensa mirada está sobre ella y me ve de pie en el umbral.
_ Hola, dice con timidez, mirando mi mirada ardiente.
_ ¿Qué estás
haciendo aquí? pregunto en voz baja. Su
presencia aquí me despierta y me asusta. El
recuerdo de ella aquí dejándome, aún está fresco y yo no sé si la quiera de
nuevo en esta habitación. Pero
también, hemos tenido algunas horas muy agradables, follando aquí. Bueno…
haciendo el amor, con ella yo siempre hago el amor. Mis sentimientos se
confunden y se desploman en esta sala de
juegos. Ah, sí, ahora recuerdo, yo
estuve aquí antes, preguntándome qué debía hacer con esta habitación. No estoy
muy seguro de si ella quiere que la deje, pero sin embargo, aquí me sorprende
por completo una vez más.
_ Umm estaba un
poco aburrida y sentí curiosidad, dice encogiéndose de hombros, como si esa
explicación es suficiente. Así que aquí
estoy, dice avergonzada y con una sonrisa. Entro en la habitación y la
cierro sin hacer ruido; corro mi dedo índice sobre los labios tratando de no
reirme.
_ Curiosa y
aburrida es una combinación peligrosa señorita Steele, le digo con mirada
lujuriosa. Ella traga saliva, sabiendo lo que está detrás de mi mirada.
_ ¿Y
exactamente sobre qué le entró curiosidad señorita Steele? Tal vez te pueda
ayudar.
_ Bueno… la
puerta estaba abierta, dice ella nerviosa.
Cuando
finalmente llego hasta ella, descanso mis brazos sobre la cómoda y pongo mis
manos apoyando mi barbilla.
_ Supongo que
me olvidé de cerrar la puerta cuando yo estuve por aquí preguntándome qué hacer
con todo esto, le digo un poco molesto conmigo mismo por no pasar el seguro a
la puerta.
_ ¿Ah, sí? Ella
pregunta con sorpresa.
Ahora, tengo
curiosidad. Ella está aquí, en
esta habitación. Es evidente que
hay algo que le gusta de ella. Pero,
¿qué?
_ Pero ahora
estás aquí, curiosa como siempre, Anastasia
me mira sorprendida.
_ ¿No estás
enfadado? Susurra casi asustada.
_ ¿Por qué iba
a enfadarme?
_ No lo sé. Tal vez porque estoy invadiendo una
propiedad privada y tú siempre estás enfadado conmigo, dice encogiéndose de hombros
como si yo fuera un misterio. Esta apreciación me sorprende. No siempre me enojo con ella, ¿verdad? No. Sólo cuando se pone a sí misma en
un peligro innecesario.
_ Sí, la estás
invadiendo, pero no estoy enojado contigo. Espero que un día vivas aquí conmigo
y todo esto, le muestro con mi mano, será tuyo también. Por eso entré aquí
antes. Intentaba decidir qué hacer. ¿Así que siempre me enfado contigo? Esta
mañana no estaba enfadado contigo, le digo con picardía y ella sonríe.
_ Tenías ganas
de diversión. Me gusta el Christian juguetón.
_ ¿Te gusta eh?
Digo arqueando las cejas con una sonrisa de satisfacción.
Por último
recuerda que tiene un juguete en la mano, ella lo sostiene con curiosidad y me
pregunta qué es.
_ Siempre ávida
de saber señorita Steele. Eso es un dilatador anal, lo compre para ti.
_ ¿Para mí? me
pregunta con voz chirriante. Asiento
con la cabeza, pero ahora estoy cuidadoso con su reacción porque ella frunce el
ceño.
_ ¿Compras juguetes nuevos… umm para
cada sumisa? Pregunta nerviosamente.
_ Algunos de los juguetes, sí.
_ ¿Dilatadores
anales?
_ Así es.
Traga saliva,
incómoda. Ella saca otro juguete
con una disminución gradual de esferas.
_ Un rosario
Anal, le contesto. Ella simplemente lo deja caer en el
cajón, como si tocó el fuego con una
expresión de horror en su rostro. Ella
niega con la cabeza, como para borrar una imagen desagradable de su mente.
_ Causan un
gran efecto si las sacas a mitad de un orgasmo, le digo encogiéndome de
hombros. Para mí no son más que juguetes.
_ ¿Esto es para
mí?
_ Para ti.
_ ¿Este es el
cajón de los juguetes anales? Pregunta sonrojada.
_ Sí así
quieres llamarle. Y ella lo cierra enseguida.
_ ¿No te gusta
el cajón de los juguetes anales? Pregunto con indiferencia.
Se aclara la
garganta.
_ No estaría
entre mis regalos favoritos de navidad, dice ella inocentemente y me hace
sonreír de oreja a oreja.
Ella toca el
siguiente cajón, pero tiene miedo de encontrar lo que está en él. Yo le digo que el siguiente cajón
contiene vibradores. Lo cierra
inmediatamente y pregunta por el otro cajón.
_ Ese es más
interesante. Son pinzas genitales,
le digo, y su expresión vale más que mil palabras. Ella comienza a ver dentro del cajón
inmediatamente.
_ Algunas son
para provocar dolor, pero la mayoría son para provocar placer, le explico en
una voz suave.
Ella toma otro
elemento, y me pide que lo identifique.
_ Pinza para
pezones, son para el dolor y el placer, le explico. Siente curiosidad por ellas
y le hago una demostración con su dedo meñique.
_ La sensación es muy intensa, pero resulta más
doloroso y placentero cuando las retiras.
_ Esto tiene
buena pinta… murmura con timidez.
_ ¿No me diga
señorita Steele? Qué te puedo decir. Ella asiente y distraídamente se muerde el
labio. Mi mirada se oscurece y mi
deseo por ella ya está en pleno apogeo en esta habitación. Me acerco y tiro de su barbilla liberando el
labio de la cautividad de sus dientes.
_ ¿Sabes lo que
eso me hace? le digo sombríamente.
Cuando ella
pone las pinzas en el cajón, le muestro otro par.
_ Estas son
ajustables, le muestro.
_ Ajustables
¿cómo?
_ Puedes
llevarlas muy ajustadas o no, depende del estado de ánimo, le digo sin romper
mi mirada mezclada con un deseo lascivo. Su
respiración se incrementa, ella traga, y se ruboriza, se afana por encontrar otro juguete en el
cajón.
_ ¿Para qué
necesitas un cortador de galletas? Pregunta inocentemente.
Sonrío.
_ Eso se llama
un molinete de Wartenberg, y ella me
mira interrogándome. Extiendo la mano y la tomo. Abre tu mano, le digo mientras mis
pulgares acarician sus nudillos. A
medida que nuestros cuerpos se conectan, una sacudida de energía surge a través
de los dos, nos estremecemos. La
miro con unas ganas. Cuando ella voltea su mano, corro el molinillo
por encima de su palma. Ella gime
¡Ah! Pero pone una mirada de sorpresa en su rostro por la forma en que se
siente.
_ Imagina esto
sobre tus pechos, le susurro al oído licenciosamente. Ella hecha su mano hacia atrás, sonrojándose. Sólo hay una línea muy fina entre el
dolor y el placer, Anastasia, le digo mientras coloco el molinete en el cajón.
_ ¿Para qué
utilizas las pinzas de la ropa para?
_ Se pueden
hacer muchas cosas con pinzas de ropa, le digo con deseo abrasador.
Ella se inclina
sobre el cajón, empujándolo y lo cierra. Adivina…
nuestro demostración ha terminado.
_ ¿Eso es todo?
Le pregunto divertido para ver su reacción.
_ No, dice ella
y abre otro cajón donde se encuentra la mordaza de bola.
_ Para que
estés callada, le digo pensando en su boca inteligente.
_ Límite
tolerable… murmura.
_ Lo recuerdo. Pero puedes respirar, los dientes se
clavan en la bola le digo demostrándole. Me pregunta si he usado una y le digo
que sí.
Ella por
supuesto lo asocia con el dolor de nuevo, pensando que la había usado para
enmascarar mis gritos. Suspiro,
una vez más.
- Es un tema de
control Anastasia, ¿Sabes lo indefensa que te sentirías si estuvieras atada y
no pudieras hablar? ¿El grado de confianza que deberías mostrar, sabiendo que
yo tengo todo ese poder sobre ti? ¿Qué yo debería interpretar tu cuerpo y tu
reacción, en lugar de oír tus palabras? Eso te hace dependiente y me daría a mí
el control absoluto.
Ella inclina su
cabeza y examina mi expresión, casi triste.
_ Suenas como
si lo echaras de menos.
_ Es lo que
conozco, le confieso. Todo lo
demás es nuevo y esta ha sido mi forma de vida durante mucho tiempo.
_ Tú tienes
poder sobre mí, ya lo sabes… murmura.
_ ¿Lo tengo? Tú
me haces sentir… inadecuado, expuesto,
impotente, indefenso… vulnerable le digo finalmente. Eso lo resume todo.
_ ¡No! ¿Por qué piensas eso? Pregunta
fervientemente.
_ Porque tú
eres la única persona que realmente puedes hacerme daño, lo confieso. Herirme sin posibilidad de reparación. Me sentí impotente cuando ella me
dejó. ¡He muerto miles de muertes
ayer pensando que sería asesinada! ¡Y
hoy, alguien trató de hacerle daño! Ella
simplemente me puede destruir si no esta conmigo.
_ Oh, Christian,
eso es así tanto para mí como para ti, sí tu no me quisieras… dice mirándose
los dedos anudados con nerviosismo. Ella
se estremece como si un viento frío paso a través de la habitación. Lo último que quiero es hacerte daño, yo te
amo, susurra. Todavía no puedo entender por qué ella me ama. No soy digno de ser amado. Ella pasa su mano por mi cara y su
tacto es celestial. Cierro los
ojos y me encuentro apoyándome en su caricia. Dejo caer el último juguete en el
cajón con aire ausente y lo cierro. Todo
lo que quiero hacer es mantener a mi niña en mis brazos y sentir su presencia. Paso mis manos como serpientes por su cintura
y la acerco hacia mí.
_ ¿Hemos
terminado ya con la exposición teórica? Le pregunto con voz suave y lasciva.
_ ¿Por qué? ¿Qué quieres hacer? Pregunta cuando me inclino y la beso
suavemente, ella sólo moldea mi beso, y se mueve en vaivén, mientras que ella se
sostiene con fuerza en mis brazos.
_ Ana, hoy han
estado a punto de agredirte. Quiero saber que estás bien.
Se encoge de
hombros.
_ ¿Y? ¿Cuál es el problema? Me echo hacia
atrás para mirarla.
_ ¿Qué diablos
quieres decir con Y? Siseo enfadado.
_ Estoy bien,
Christian, dice totalmente imperturbable. La
abrazo aún más.
_ Cuando pienso
en lo que podría haberte pasado, me ahogo... ¡Habría
matado al hijo de puta! Trato de
sentir a Anastasia con el tacto, el gusto y el olfato.
_ ¿Cuándo
aprenderás que soy más fuerte de lo que aparento? susurra contra mi cuello.
_ Sé que eres
fuerte nena, le susurro. Pero eso
no es suficiente para que me sienta seguro. No quiero complacer a mis demonios
esta noche. Beso su pelo otra
vez, soltándola. La mente de
Anastasia siempre está curiosa y atrapa otro juguete del cajón. Ella lo levanta
y lo mira con curiosidad.
Ese es otro
dispositivo de control que me gustaría utilizar en su momento.
_ Es una barra
separadora con restricciones para los tobillos y muñecas, murmuro mientras mi mirada se
oscurece con pasión.
_ ¿Cómo
funciona? Ella pregunta con los ojos brillantes.
_ ¿Quieres que
te enseñe? Respiro y le doy gracias a Dios por la curiosidad de esta mujer. Cierro
los ojos en una breve súplica. Ella
me quita el aliento con una pregunta simple, y despierta mi dios del sexo como nadie más.
_ Sí, quiero
una demostración. Me gusta estar atada, susurra con timidez y casi exploto. Inhale,
exhale Grey.
Pero mi deseo
es de corta duración, ya que esta sala es dolorosa para mí. No puedo tenerla aquí. El recuerdo de lo que sucedió en esta
sala está demasiado fresco.
_ Oh, Ana. Aquí no, le digo con voz atormentada.
_ ¿No? ¿Por qué?
_ Porque te
quiero en mi cama, no en esta habitación. Vamos,
le digo agarrando la barra y sacándola de la habitación, donde el último
recuerdo que tengo es que ella me abandonó. Me dejó adolorido y el recuerdo que
me atormenta lo dejaré en este momento dentro de los confines de esta sala de juegos.
*****
Fuego y Hielo
Algunos dicen que el mundo terminará en
fuego,
Algunos dicen que en hielo.
Por el deseo que he experimentado
tengo que favorecer al fuego.
Pero si tuviera que sucumbir dos veces,
creo que sé que el odio es suficientemente grande
para decir que será destruido por hielo.
Algunos dicen que en hielo.
Por el deseo que he experimentado
tengo que favorecer al fuego.
Pero si tuviera que sucumbir dos veces,
creo que sé que el odio es suficientemente grande
para decir que será destruido por hielo.
2 comments:
Waw que capitulo mi hermana, muy intenso, que problema con los humanos, el Yack culpa a medio mundo por su vida, siendo un hombre inteligente, y sin embargo la usa para la maldad, el prácticamente violaba a sus asistentes,que horror y quiso hacerlo con Ana por venganza como si ella tuviera la culpa de sus males, no sabe en que se metió, es una rata de alcantarilla, y se merece todos los males del mundo hacen el mal los meten presos o los hieren y tiene los riñones de preguntar porque a el,los malos nunca entienden, , y de grey le doy la razon de estar molesto con Ana por lo del celular, debió hacer caso, Ana no le para en muchas cosas a Cristian y esa es una gran falla, una cosa es que conserve su independencia y otra es ser estúpida, no tiene instinto de conservación, mas bien a tenido mucha suerte.Gracias Emine fabuloso como siempre y patricia que te puedo decir sino que te AMOOOOOO. UN BESOTE MUAAAAA.
MarjoreAle MendOri ohhhhh fanny gracias! esperaba este capitulo!!! que maravilla hace emine al escribir tan detalladamente la historia desde la perspectiva de nuestro amado Grey
16 de diciembre a la(s) 11:59 · Me gusta · 1
Analia Cesar Wow!!!! Christian's naked soul!!
16 de diciembre a la(s) 12:43 · Me gusta
Wendy Blandon Es simplemente maravilloso!!!
Siento tanta emoción con cada capítulo que leo como cuando leí los libros por primera vez.
Gracias Emine y Patricia
16 de diciembre a la(s) 13:09 · Me gusta
Patricia Aurora Excelente capitulo!!!! Gracias Emine y Patricia
16 de diciembre a la(s) 13:38 · Me gusta
Yudii Moràn Oh uno de los mejores capítulos de la historia y Emine nunca decepciona, gracias Emine y Patricia
16 de diciembre a la(s) 13:43 · Me gusta
Yudii Moràn Ok Fanny gracias..
16 de diciembre a la(s) 14:08 · Me gusta
Alejandra Moyano Lo leere mas tardecito !!!
16 de diciembre a la(s) 14:11 · Me gusta
Rosyta Garcia Klderon Wow
16 de diciembre a la(s) 14:25 · Me gusta
Francisca Rodriguez Fernandez Es buenisimo como leer otro libro
16 de diciembre a la(s) 14:30 · Me gusta
Niyireth Urrea Gutierrez Wow gracias me encanta chicas
16 de diciembre a la(s) 14:48 · Me gusta
Andrea Valenzuela Ulloa me encanta la manera que describen los sentimientos que el tiene cuando le van sucediendo las cosas...el libro es un poco superficial en esto(aunque lo ame)....pero ver su vision y lo que el siente en cada paso de su relacion es fantastico....me encanto el capitulo......gracias
16 de diciembre a la(s) 14:50 · Me gusta
Daniela Avellaneda Muy bueno! Felicitaciones a las que hacen esto posible
16 de diciembre a la(s) 14:55 · Me gusta
Maria Gabriela Seco Avila fabuloso! siempre tan emocionate como la primera vez q lei el libro
16 de diciembre a la(s) 15:41 · Me gusta
Maritza Cordova oh maldito Jack lo odio, gracias como siempre es un placer leer estos capitulos
16 de diciembre a la(s) 15:58 · Me gusta
Se ocultó este comentario.
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Maritza Cordova
16 de diciembre a la(s) 16:23 · Me gusta
Se ocultó este comentario.
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Nuris Fuentes Peñaranda excelente gracias Emine y patricia son las mejores
16 de diciembre a la(s) 16:26 · Me gusta
Sonia Valdez wooooooooooooooow
16 de diciembre a la(s) 16:41 · Me gusta
Claudia Henao Gracias Emine y patricia muy bueno
16 de diciembre a la(s) 16:52 · Me gusta
Leidy Diana Bedoya ahh que ataque de nervios en esta parte con lo de Jack desgraciado, bien por Ana que le dio en la bolas jajaja, y amo a Jackson por querer tanto a Ana y defenderla tan ferozmente y que decir de Christian como se preocupa y la protege, es extraordinario lo detallado de estos capitulos.... Gracias Emine y Gracias Patricia...
16 de diciembre a la(s) 17:02 · Me gusta
Nancy Fica Soto muy bueno como siempre emine y patricia
16 de diciembre a la(s) 18:03 · Me gusta
Noelia Palma Fuentes Muy bueno
16 de diciembre a la(s) 18:19 · Me gusta
Alejandra Moyano Jack casi la toca y grey sacando la furia y ana que le gusta jugar con los juguete del cuarto rojo ... Y christian como buen maestro enseñando a la alumna jaja . Estubo buesimo gracias enime y patricia...
16 de diciembre a la(s) 18:23 · Me gusta
Liliana Rodriguez Wowww q buen capitulo.
16 de diciembre a la(s) 20:49 · Me gusta
Sandriita Sarmiiento Cada dia me enamoro mas de Grey !!!!!!
16 de diciembre a la(s) 21:49 · Me gusta
Giselle Sanchez Rodriguez Me encanto pero no encuentro la segunda parte!
16 de diciembre a la(s) 23:44 · Me gusta
Vita Garcia Rangel que buen pero que buen capitulo
17 de diciembre a la(s) 1:26 · Me gusta
Teresa Dahlin Precioso, me encantaaaaa
17 de diciembre a la(s) 3:06 · Me gusta
Jennifer Denisse Pino Arce Oooh ! Que capitulo. Fue intenso
Gracias chicas, como siempre, fue un placer leer
17 de diciembre a la(s) 15:55 · Me gusta
Dori Crespo Genial chicas como siempre me encanta
18 de diciembre a la(s) 3:39 · Me gusta
Begoña Fraile Toribio me encanta
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