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Friday, May 16, 2014

Libro II - Capítulo XVI: CINCUENTA SOMBRAS DE GREY - CHRISTIAN Y ANASTASIA

CAPITULO XVI
TE AMO CON LA PROFUNDIDAD
Y LA ALTURA QUE MI ALMA PUEDA ALCANZAR

  


El pequeño apartamento está lleno de humo. Me asfixia. Mis ojos se humedecen y comienzo a toser. Cierro mis pequeñas manos como un puño para frotar mis ojos con fuerza. Esto sólo hace que me duelan aun más. Todavía está sentado en la mesa con los pies sobre otra silla. Suelta una bocanada de humo al aire, poniendo sus labios como una pipa y va botando el humo a un ritmo pausado. El humo del cigarrillo sigue saliendo haciendo una pequeña nube por sobre él. Mira la colilla del cigarro y voltea a su alrededor. Chasquea la colilla y las cenizas caen en el suelo de la cocina.

_ ¡No hay un puto cenicero en esta maldita pocilga! Le grita a mi madre. Tengo miedo, pero yo trato de jugar con mi pequeño coche en el suelo. Sus ruedas están desaparecidas y la pintura ya casi no está.


_ ¡Bruum! ¡Bruum! Pretendo conducirlo.

_ ¡Cállate pequeña mierda tú si jodes! Grita. Espero con miedo y grito ¡Mami! Pero su gran mano agarra mis brazos y mis pies dejan el suelo. Dejo caer mi coche, que se rompe en el suelo golpeando el armario sucio y luego se detiene.

_ ¡Estoy harto de este mocoso! ¡Sólo quemándolo puedo apagar esta mierda! Dice y dando un tirón a mi camisa abierta, presiona la colilla de cigarro en mi barriga. Yo grito del dolor, grito con fuerza para que mi mamá me ayude.

_ ¡Mami! ¡Mami! ¡Ayúdame!

Pero mamá sólo mira. Ella no va a venir y ella no me va a ayudar. Ella está congelada en su sitio con el pánico bordeando sus ojos. Tiene miedo del hombre. Ella da un paso, pero él le grita.

_ ¡Sienta tu culo antes de que te ponga bajo mis pies! ¿Quieres ser follada delante de tu hijo? Mami se detiene. Ella no dice nada. Ella se sienta. Mamá no me va a ayudar. Yo grito de dolor.

_ ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate! Grita con sus dientes amarillos. Estoy herido. Aprieta la colilla más duro en mi barriga. Hace un sonido silbante. ¡Me está quemando! Yo trato de empujar su mano con mis manos y sigo gritando. Pero él detiene mis dos manos y me golpea en la cara. Lloro más duro.

_ ¡No! ¡No mamá, ayúdame! Pero mamá no viene. Ella está sentada, con la cabeza hacia abajo. Ella tapa sus oídos. Él me tira en la alfombra verde sucia. Me acurruco y tapo mi barriga. ¡Se quema, mamá! Se quema.

_ ¡Todavía estás gritando! ¡Cristo! ¡Cierra la maldita boca! Él se acerca y me patea con la bota. La última cosa que veo es un sucio trozo de goma en la parte inferior de su gran bota golpeando mi vientre ya maltratado. ¡Grito y me ahogo del dolor! ¡No me lastimes más! Se saca su largo cinturón y me toma por la pierna arrojándome en el sofá al lado de mamá. Baja mis pantalones y golpea mi trasero y yo grito más duro.

_ ¡Christian despierta! Alguien me sacude. Abro los ojos desconcertado, asustado. Todo mi cuerpo se tensa, los ojos vacíos, mi mente todavía está tratando de salir de esta pesadilla y mi garganta está seca y ronca de tanto gritar. Mis manos buscan alrededor de la cama y no consigo a nadie. Durante un minuto, tengo el miedo de que Anastasia esté ausente en nuestra cama. Mi respiración es áspera; mis ojos escanean rápidamente alrededor de la habitación que está desprovista de su presencia, hasta que la encuentro junto a la cama.


_ ¡Te fuiste! La acuso, medio murmurando, te fuiste… pensé que me habías dejado… le digo con los ojos muy abiertos, todavía asustado. Sus ojos tienen una mirada de preocupación. Ella se acerca a mí. 

_ Estoy aquí, susurra tratando de tranquilizarme. Su mano se extiende a mi cara acariciándome, y tratando de calmarme.

Mi respiración sigue siendo errática por la horrible pesadilla. 

_ Te habías ido, le susurro con voz ronca, todavía asustado.

_ Yo sólo fui a buscar algo de beber; estaba muy sedienta, dice ella. Después de esa horrible pesadilla que acabo de tener, buscándola y pensando que me dejó, me encuentro vacío y abandonado. Al verla me alivio por solo una fracción de segundo.

_ Estás aquí… gracias a Dios, doy un suspiro de alivio. Al instante la jalo hacia mí y la pongo en la cama agarrándola con fuerza como si se fuera a escapar.

_ Yo sólo fui a buscar algo de tomar Christian, me susurra con voz tranquilizadora. Pero mi corazón no se calmará. Está latiendo con tanta fuerza, como tratando de salir de mi cuerpo... tacatá… tacatá… tacatá… ¡Corre duro! Caballo blanco… caballo negro… caballo rojo… caballo pálido… no puedo calmar mi corazón está latiendo demasiado rápido desbocado, corriendo como los cuatro jinetes como el ominoso portador del Apocalipsis. Abrazo a Anastasia trayéndola más cerca de mí. La miro a la cara, para examinarla, para asegurarme de que ella no tenga la intención de correr lejos de mí. No podría soportarlo. Ella ve el miedo en mis ojos  y comienza rítmicamente acariciando mi pelo y mi mejilla. Mi respiración es todavía dura, todavía asustada, y la luz de la habitación no alumbra  la oscuridad que cubre mi alma desolada.

_ Por favor, Christian estoy aquí. Yo no me voy a ir...  no voy a ninguna parte, susurra en un tono suave repitiéndolo una y otra vez hasta que se filtra a través de la grieta en mi alma.

_ Oh, Ana, yo respiro con voz ronca, finalmente, al darme cuenta de que está conmigo me tranquiliza un poco y de pronto necesito tenerla más cerca.  Agarro su barbilla y sosteniendo a Anastacia cubro sus labios con los míos fuerte en un beso que todo lo consume. Quiero sentir su presencia, quiero sentirla toda. Mis labios hacen un sendero hasta su oído y la garganta, y de nuevo hasta sus labios, mordisqueando y separándolos con mis dientes. Mis manos viajan por todo el cuerpo. Paso mi mano debajo de la camiseta que lleva puesta y la empujo hacia arriba llegando hasta su pecho, acariciando y pellizcando sus pezones haciéndola gemir. Mi otra mano se mueve hacia sus caderas sintiendo los contornos de su cuerpo. Ella se retuerce en la misma pasión tirando de mí hacia ella, gimiendo de placer.

La necesito. Necesito sentirla. Necesito saber, necesito sentir que ella está conmigo, y que me quiere. El deseo que tengo por ella es enorme.

_ Te deseo, respiro en su boca entre besos.



_ Estoy aquí para ti Christian. Sólo para ti Christian, ella dice, y sus palabras son mi perdición, llegan a mi corazón, y viajan a través de mi alma, aliviando el dolor que me ha estado matando desde anoche, haciéndome gemir de necesidad y desesperación. Ella coge el dobladillo de mi camiseta, y de un tirón; la saca fuera de mí y yo la lanzo al rincón de la habitación. La quiero desnuda, no quiero nada entre nosotros. Me arrodillo entre sus piernas y la levanto hasta que la siento y de un tiro lanzo su camiseta fuera de ella también.   La quiero con una intensidad como nunca antes había sentido. Es una mezcla de necesidad, deseo, y amor, no es solo sexual; es una necesidad primaria. Tengo que sentirla. No me quiero sentir como si una parte de mí ha desaparecido. Ella me completa... Necesito esta conexión. Lo necesito más que a nada en este momento. Mis manos se extienden hacia su cara,  besándola, demostrándole cuanto la necesito. Los dos nos hundimos en la cama, Anastasia debajo de mí, mientras estoy acostado encima de ella. Mi muslo entre los de ella, y mi creciente erección está impulsando a través de mis boxers reclamándola. Este momento es diferente a cualquier otro.  No es solo la afirmación de mi amor por ella, sino que también le pido que afirme su amor para mí.

Después de toda la mierda que hemos pasado juntos, necesito saber que todavía me ama.  Mis manos están sobre ella y mis labios van a su cara, su cuello y sus labios. Trato de consumirla con la boca, mi lengua se abre camino hacia la de ella. Ella está atrapada debajo de mí. Pero al instante siento que se pone rígida, distante y fría. ¡Oh, no!

_ ¡Christian, para por favor! No puedo hacerlo, dice y me aleja de ella. ¡Jamás ha hecho esto antes! ¡Ella no me quiere! Me mata internamente que ella no me desee más, incluso si es solo en este momento.  

_ ¿Qué? Ana, no... ¿Qué pasa? Murmuro sin parar. Continúo besándole el cuello pasando mi lengua por su garganta con un ligero toque, tal y como a ella le gusta y normalmente ella responde de inmediato. Sin embargo… no lo está haciendo… ¡No por favor nena no te me niegues!

_ No Christian no por favor, no puedo hacer esto ahora. Es que no puedo. Dame un poco de tiempo… Necesito un poco de tiempo por favor, ella me dice alejándome. Sé que todo su rechazo se debe a la jodida mierda que le dije de mí, de mi madre biológica y las chicas de pelo castaño… Leila, otras y ahora ella…

_ Por favor, nena, no lo pienses demasiado, le susurro al oído, sin romper la conexión. Si me detengo, me voy a volver loco con la intensidad de mi necesidad de ella. Le chupo un poco el lóbulo de su oreja, sabiendo que tiene una línea directa con su libido. 

_ ¡Ah! Ella gime. ¡Gracias a Dios! Su cuerpo está en sintonía con el mío y conectado conmigo más fuerte que los pensamientos de su mente. Su cuerpo me quiere, aunque su mente dice "no". Levanta las caderas hacia mí mientras sus manos me están empujando lejos.

_ Yo sólo soy el mismo Ana. Todo lo que sé es que te quiero y te necesito desesperadamente. Tócame... Por favor, Ana, le ruego sabiendo que no puede resistirse a tocarme. Tengo que darle eso a ella, necesito sentir esa conexión... sólo para ser capaz de sentirla otra vez.  Me monto sobre ella, mirándola para pedirle permiso para amarla… abrazarla. Quiero que ella me quiera. ¿Es mucho pedir? La idea de que Anastasia no me quiera es insoportable. Es desgarradora. Mis ojos delatan mi preocupación. Yo sé que ella siempre quiso tocarme. A pesar de que la pesadilla vendrá de nuevo, el dolor de ser tocado, el miedo asomará su fea cabeza en mi interior, quiero hacer esto por ella. Ella levanta su mano vacilante. La coloca suavemente sobre el pelo de mi pecho. Yo grito como si ella estuviera sosteniendo un puñado de brasas en su palma que me quema. Cierro los ojos con el renovado sentimiento de temor. Es sólo afefobia; sólo el miedo a ser tocado. Esta es Ana... Esta es Ana... su amor me salvará…  Es mi Ana... Sigo recordándome a mí mismo en mi cabeza, tratando de mantener el miedo a raya. Su mano me toca todo, subiendo por mi hombro sin perder la conexión con mi piel. Apenas puedo respirar. Mi cuerpo tiembla y se estremece con su toque. No sé si es mayor el dolor o el placer.  Gimo... tratando de estrangular el sonido del dolor con el placer como nunca antes lo había hecho.

Tengo que tenerla, superar este miedo. ¡Se trata de Ana! Mi cabeza se sumerge hasta su cuello; mis labios se ponen a trabajar chupando, besando y mordiendo suavemente, arrastrándolos hacia arriba y abajo de su cuello, hacia la barbilla, acariciando sus labios, su nariz, y de regreso a sus deliciosos labios de nuevo. Mis labios  cubren los de ella de una manera posesiva, exigiendo que me dé paso, exigiendo reciprocidad. Mi lengua entra en su boca explorando, y mis manos viajan a todo su cuerpo con el deseo de poseerla por competo.  Necesito oler su piel y dejar que me intoxique con su aroma. Bajo mi boca hacia el esternón arrastrando mis labios hacia las curvas de sus pechos, mordiendo y chupando. Llego a la cima de su suave pecho y tomo el pezón en mi boca mientras que con el pulgar y el dedo índice capto el otro. Quiero que Anastasia me distraiga de mis temores, que me influencie, que me muestre el camino para salir de mi miseria y me lleve a la luz y que me diga que realmente me ama, aun con todos los jodidos tonos de mierda que tengo.

Las manos de Anastasia viajan por mi espalda, sintiendo la forma de mis músculos en constante movimiento, tirando de mí hacia ella, tocando y bebiendo con una sed insaciable. Sus manos viajan por toda la espalda, los hombros, y parte de mi pecho.  Esta es la primera vez en mi vida alguien me ha tocado así... Yo no podía soportar esto antes. Esto nunca fue una posibilidad para mí; sin embargo, con Anastasia, todo es posible. Es mi más... Ella es mi esperanza, mi amante, y será mi mujer hasta el final de mis días. Solo de imaginarlo me da una mayor sensación de posesión y mis labios chupan con devoción sus pezones, succionando y tirando de él. El cuerpo de Ana se levanta para encontrarse con el mío y combinarnos en el momento en que sus uñas se arrastran suavemente por mi espalda haciéndome jadear y gemir de un dolor mezclado con un placer infinito y la intensidad de este sentimiento es nuevo e indescriptible.   

_ ¡Oh Dios Ana! Me quejo por todas las emociones que pasan a través de mí que hacen que me ahogue en medio de un grito de agonía y un quejido de placer. Ella está jadeando en respuesta y nuestra respiración se sincroniza en juego compitiendo con el deseo. Muevo mi mano hasta su ombligo y llego a su sexo para acariciarlo, mis dedos van dentro de ella y la sensación es abrumadora. Hago un movimiento circular en su interior y ella levanta su pelvis para encontrarse con la palma de mi mano y mis dedos entran en lo más profundo de ella. Ella me quiere y tengo que tenerla. Me incorporo de inmediato, para quitarme los boxers y cojo el paquete de condón y se lo entrego a Anastasia, pero primero quiero su aprobación.

_ ¿Quieres hacerlo? Todavía puedes decir que no. Siempre puedes decir que no, le digo recordándole que es ella la que tiene todo el poder.  

Ella me mira, con el deseo corriendo por sus ojos resplandecientes, posiblemente comparados con la misma intensidad que los míos.

_ Christian, no me des la oportunidad de decir que no, yo también te deseo, dice mientras desgarra el paquete y con manos temblorosas ella trata de rodarlo sobre mi longitud. Los sentimientos y deseos que tengo por ella, van más allá del placer y el tacto con sus manos temblorosas se suman a esta pasión incontenible.

_ Tranquila… vas a hacer que me corra Ana, apenas y puedo contenerme.  Me tumbo sobre ella aferrado con la fuerza de cada uno y doy un giro para que ella esté sobre mí. Estoy dejando que ella tome el control para que ella sepa que me puede poseer de la misma forma en que yo la poseo.  

_ Tú... tómate tú…  le susurro con toda la intensidad de mi deseo. Cuando me aferro a sus caderas, ella se hace cargo y poco a poco y sin prisa me entierra dentro de su sexo y el sentimiento… la conexión es abrumadora, satisfactoria y relajante, todo al mismo tiempo. Cierro los ojos disfrutando de la sensación de tenerla. Ella toma mis manos y comienza a moverse lentamente, se inclina y me besa. Pasa sus dientes a lo largo de mi mandíbula, dejando un rastro de su esencia con sus labios. Oh… la quiero tanto…

_ Ana… Tócame... Por favor, se lo ruego. Necesito su tacto. En un nivel más profundo, lo he estado anhelando, anhelando sus manos sobre mí, pero los temores personales de mi alma desgarrada siempre me han detenido.  Anastasia sólo se inclina hacia delante y coloca sus manos sobre mi pecho.

La sensación es tortuosa, ¡pero tengo que dejarla! Es mi veneno y mi antídoto. Duele, pero me recupero. Construyo mi resistencia. Un gemido escapa de sus labios, Ahhh… mientras corre sus uñas suavemente por mi pecho y me empujo más profundo en su interior. Tengo que tener el control… Tengo que dejar controlarme…  El miedo y el dolor son insoportables. Giro rápidamente y coloco a Anastasia debajo de mí, estoy en el borde de mi resistencia, y tengo que decirle que deje de tocarme. Mis temores están creciendo y estoy al borde de un sollozo que escapa de mis labios. No puedo decirle la palabra de seguridad a Ana. Somos amantes. Los amantes no usan palabras de seguridad, me recuerdo a mí mismo.



_ Basta por favor, Ana, le declaro gimiendo. No más, por favor, se lo ruego; finalmente, se abren las compuertas y las lágrimas empiezan a salir en silencio por su propia voluntad. Anastasia llega hasta mi cara y acaricia suavemente mis mejillas, con aire ausente enjugándome las lágrimas. Sus manos tiran de mi boca hacia ella y ella sube sus labios para encontrarnos con un suave beso a mitad de camino. Sus manos viajan a mi espalda. El dolor y el placer están de vuelta, pero es soportable. Me quejo y gimo, y me muevo dentro de ella con fuerza. Empujando, girando, pero ella no me va a cumplir, no se va a dejar ir. La noto demasiado envuelta en sus propias preocupaciones, pero necesito que ella esté conmigo y yo con ella. Lavar juntos todo lo que nos atormenta.

_ Déjate ir Ana, trato de convencerla.

_ ¡No! Responde ella. Es una batalla de voluntades.  
_ ¡Sí! Gruño con una voz gutural profunda. Ella se está bloqueando mentalmente y no se va a dejar ir. Ella no puede encontrar su liberación. Ella se aferra más a mí y su rostro la traiciona. Preocupación, temor, reservas de la noche anterior, todos estos sentimientos en su mirada.

_ Vamos nena… lo necesito dámelo. La insto de nuevo y giro las caderas un poco y empujo hasta que finalmente su cuerpo se sincroniza con el mío y ella llega al clímax. Sus músculos internos aprietan a todo lo largo de mí, me exprimen y son mi señal para dejarme ir. Grito su nombre como un grito de guerra… ya que ambos ganamos esta batalla de nuestras mentes. Me dejo caer sobre ella con todo mi peso empujándola profundamente en el colchón y nos quedamos envueltos uno alrededor del otro, aferrados, mientras nuestros cuerpos continúan con la réplica de temblores corriendo a través de nuestra conexión.  

Me siento saciado y por un momento me despreocupo cuando me acuesto entre los brazos de Anastasia envueltos alrededor de mí, me acunan y me miman. Ella frota mi cabello con dulzura y amor. Sus ojos brillan intensamente y verla tan saciada como yo, hacen que mi respiración y mi corazón se calmen. Me acuesto en su pecho.

_ No me dejes nunca, le susurro. Siento que su cuello se mueve involuntariamente y ella solo rueda la cabeza de esa forma cuando me está poniendo los ojos en blanco. Sonrío ante su reacción. Estoy plenamente consciente de que me estás poniendo los ojos en blanco, le digo con alegría.

Ella se sorprende por un momento, pero contesta con asombro.

_ Me conoces bien, dice.

_ Me gustaría conocerte mejor.

_ Volviendo a ti Grey, ¿De qué iba tu pesadilla? Pregunta con curiosidad.

Exhalo como para expulsar el aire tóxico fuera de mi cuerpo.

_ Es la pesadilla habitual, susurro.

_ Cuéntamelo.

¿Debo decirle? No es que yo no quiero que Anastasia sepa más de mí. Dios sabe que ya le he dicho lo peor. Pero esto... esta maldita pesadilla todavía me duele. Aún así se siente real. Pero no puedo dejar que me gane. No puedo dejar que el proxeneta siga ganando después de tantos años. No puedo dejar que me encarcele en su perversión. Ya no soy ese niño desamparado nunca más, sin embargo, me siento tan impotente. ¿Acaso no soy el amo de mi propio universo? Muchas personas para vivir dependen de mí y sin embargo un hombre indigno que me abusó, todavía se pone a llenar mis noches de terror. Trago y decido expulsar el veneno de una vez por todas. Pero mi cuerpo se tensa, y yo suspiro, largo y duro.

_ En ese sueño tengo como unos tres años de edad y el chulo de la puta está allí en el apartamento, loco como el infierno de nuevo. Por otra parte parece estar enojado con algo todo el tiempo. Fuma y fuma sin parar un cigarrillo tras otro y no encuentra un cenicero… No puedo seguir con el recuerdo desagradable, un infierno de fuego está quemando dentro de mí. La respiración de Anastasia se detiene mientras siente el cambio en mi cuerpo como respuesta a la pesadilla. Cierro los ojos al recordar el dolor, el ardor, mis gritos tratando de apagar el fuego y no ser capaz de hacerlo. Y lo peor no obtener ninguna ayuda de mi madre, que sólo se sienta allí con una mirada desconcertada. Ella no me va a consolar, a su propio hijo, no va a recogerme, sólo mira con ojos asustados. No puedo pensar la palabra. Es demasiado doloroso.

_ Duele. Lo que más recuerdo es el dolor. El dolor y el hecho de que ella no hizo nada para detenerlo; reitero amargamente.

Anastasia se tensa automáticamente abrazándome con fuerza, tratando de tranquilizarme, y envuelve sus piernas a mi alrededor y sus brazos me mantienen de una manera sobre protectora.   Siento su movimiento de garganta, tratando de tragar. Ella ahoga un gemido suave. Sé lo bloqueada que estaba por mi revelación de anoche, tanto que fue incapaz de encontrar su clímax.  Ella piensa que yo la veo como veo a la puta. Pero eso no es cierto. Anastasia no se parece absolutamente en nada a ella. Yo nunca dependí de la puta morena. Pero sin Anastasia no puedo vivir. No puedo existir sin ella. Incluso yo sobreviví mi niñez sin ayuda de la puta. Ana es todo mi mundo. Levanto mi cabeza y miro sus ojos azules con toda mi intensidad.

_ Tú no eres como ella. Ni se te ocurra pensarlo por favor, le digo de forma tajante.

Finalmente ella se tranquiliza con lo que le digo y parpadea hacia mí. Quiero demostrarle que puede confiar en mí y que yo estoy abierto con ella. Siento un gran alivio haberle contado lo que nunca le he dicho a otra persona que no sea Flynn.

_ A veces, en mis sueños, ella está simplemente tumbada en el suelo. Yo creo que está dormida.  Pero no se mueve. Nunca se mueve. Y yo tengo hambre, mucha hambre. Entonces oigo un ruido fuerte y el ha vuelto. Cierro los ojos mientras los recuerdos llegan de nuevo. Entonces el maldice a la puta por estar muerta. Su primera reacción era usar los puños o el cinturón, le digo en voz baja.

_ ¿Es por eso que no te gusta que te toquen? pregunta Anastasia suavemente. Una de las muchas razones. Yo sólo cierro los ojos con más fuerza, para sacar las imágenes de mi cabeza. Gracias a Dios que la presencia de Anastasia siempre las ahuyenta.

_  Es complicado,  ¿Cómo podrías explicar el sentimiento de inutilidad? ¿Cómo podrías explicar la falta de amor? ¿Cómo puedo explicarle que trato de llenar un vacío que es un agujero negro que chupa y chupa sin llenarse nunca? ¡Estoy en busca de un ajuste de cuentas que nunca va a llegar! Nada es suficiente y nada te sacia... Cuando te sientes sin valor, no hay amor que penetre incluso si se vierte por galones. No sé como Anastasia se pondrá por contarle todo esto, además ya no quiero hablar más de toda esta mierda. Simplemente es demasiado abrumador. Trato de distraerme de la inquisición española de Ana. Así que entierro mi nariz entre sus pechos y aspiro su perfume femenino… jabón, aire libre y el aroma embriagador que ella lleva.

Pero, Anastasia está muy atenta y por primera vez, no se distrae. Sus manos se lanzan por mi pelo, y suavemente frota y su dedo índice pasa por debajo de mi barbilla levantándola para mirarla a los ojos.

_ Dime, me persuade. La inquisidora está de vuelta. Suspiro y me doy por vencido, ya que Anastasia es muy persistente. 

_ Mi madre biológica no me quería. Yo no me quería. El único roce que conocí era violento… De ahí viene todo, John lo explica mejor que yo, le digo.

Los ojos de Anastasia se alegran momentáneamente como si tuviera una epifanía. 

_ ¿Puedo ver al Dr. Flynn? Pregunta.

Yo cambio mi cabeza para escudriñar su expresión mejor. 

_ ¿Quieres profundizar más en mis cincuenta sombras?

Ella se mueve juguetona.

_ Incluso más, ahora mismo me gusta como profundizo en él, me dice y menea sus caderas desnudas debajo de mí. Exhalo para frenar el deseo. 

_ Me gusta eso también, Anastasia, sonrío escabrosamente y mis ojos se oscurecen por el amor y el deseo desbordante justo por encima de mi piel. Mis labios alcanzan los de ella y la beso lentamente, saboreándola. Le beso el contorno de sus labios, la mandíbula, las comisuras de sus ojos, simplemente no puedo tener suficiente de ella.

_ Eres tan valiosa para mí Ana. Decía enserio lo de casarme contigo. Así podremos conocernos. Yo puedo cuidar de ti. Tú puedes cuidar de mí, le digo mirándola esperanzado. Podemos tener hijos si quieres. Yo pondré el mundo a tus pies Anastasia. Te quiero en cuerpo y alma, para siempre, por favor piénsatelo. Ella niega con la cabeza.

_ Lo pensaré Christian, lo pensaré. Pero realmente me gustaría hablar con el Dr. Flynn si no te molesta, ella dice levantando las cejas.

_ Lo que sea por ti, nena. Lo que sea. ¿Cuándo quieres verlo?

_ Lo antes posible, dice ella.

_ De acuerdo, me ocuparé mañana de eso. Volteo a ver el reloj y es muy tarde son casi las cuatro de la mañana. Es tarde, deberíamos dormir, le digo. Apago la luz de la mesita de noche y me cuchareo con ella y la atraigo hacia mí. No hay nada entre nosotros, piel con piel. Acaricio su cuello susurrándole que la quiero y que quiero que esté a mi lado siempre.

*****

Siento que Anastasia se está moviendo entre mis brazos como si estuviera a punto de salir corriendo. Quédate nena… murmuro, medio dormido. Luego la oigo ¡Oh mierda! ¡Oh mierda! y sale corriendo de la cama. Me divierte su nerviosismo por llegar tarde. La oigo abrir la ducha y meterse a toda prisa.

Agarro el teléfono de nuestra cama, y marco dos números. Taylor contesta después del primer timbre.

_ Sí, señor Grey, responde.

_ Taylor, la señorita Steele va tarde esta mañana. Necesito que la lleves hasta SIP. Ella se está preparando en estos momentos. Creo que sería mejor si esperaras abajo.

_ Sí, señor, responde y cuelgo. Todavía puedo tratar de convencer a Anastasia para que se quede. Yo ni siquiera tengo ganas de trabajar hoy. Anastasia sale medio goteando en sólo cinco minutos.  Me siento en la cama mirándola con gracia. Estoy un poco cansado, así... ¿Qué pasaría si cambia de opinión después de que durmió? A lo mejor el peso de lo sucedido anoche hace que se aleje de mí. Se ha vestido toda de negro. Sujetador de encaje negro, braguitas negras. Luego se pone unos pantalones negros y una camisa negra. ¡Uff se ve muy caliente! ¡Cómo me gustaría quitarle todo lo que lleva puesto!

_ Te ves muy bien, nena... digo con picardía.  Sabes que puedes llamar y reportarte enferma, le digo tratando de hacerla volver a la cama con mi mejor sonrisa.

Ella gime. 

_ No, hoy no puedo Christian. No soy un director general megalómano con una sonrisa preciosa que puede entrar y salir cuando le plazca, ella trata de reprenderme.

_ Me gusta entrar y salir a mi antojo, le digo sonriendo más. Vamos, nena, vuelve a la cama. 

_ ¡Christian!  Me regaña y me tira la toalla de esa manera burlona.

_ ¿Una sonrisa preciosa ah?

_ Sí, ya sabes el efecto que tiene en mí, dice mirándome fijamente y, a continuación, se pone su reloj.

_ ¿Efecto?  Le pregunto muy inocente.

_ Sí lo sabes, me dice entrecerrando los ojos. El mismo efecto que tiene en todas las mujeres. La verdad es que resulta muy cansino ver como todas se derriten, ahora está hablando medio celosa. ¡Oh nena me estás encendiendo!

_ ¿Ah sí? Le pregunto fingiendo inocencia, pero no puedo ocultar la maldad de mi voz.

_ No se haga el inocente señor Grey, la verdad es que no te va para nada, me regaña mientras recoge su cabello en una coleta. Ella se inclina para besarme y el deseo sigue fluyendo, la tomo y la pongo en la cama debajo de mí. 

_ ¿Qué puedo hacer para tentarte a que te quedes? Le susurro mientras aspiro su olor, y paso mi nariz a lo largo de su mandíbula. Siento los latidos de su corazón cada vez más fuerte.

_ No puedes, refunfuña luchando para levantarse. Ahora deja que me vaya. ¡Mujer exasperante!  Hago pucheros como un niño pequeño que no se pudo salir con la suya. Ahora sé el efecto que tiene sobre ella. Ella inmediatamente sonríe y pasa los dedos sobre mis labios. Su mirada no tiene nada más que amor en ella. Se inclina y me besa. ¡Argh! Me quejo y le devuelvo el beso largo, duro y posesivo. A continuación la ayudo a ponerse de pie.

_ Muy bien, mujer obstinada, Taylor te llevará al trabajo. Llegarás antes si no tienes que buscar donde estacionarte. Está esperando en la puerta del edificio.

_ Está bien. Gracias, ella dice decepcionada.

_ Disfrute de su mañana de vagancia señor Grey. Me gustaría poder quedarme, pero al hombre que posee la empresa donde trabajo, no aprobaría que su personal abandone el trabajo por disfrutar de un poco de buen sexo, me dice haciendo camino a la puerta.

_ Personalmente señorita Steele, no  tengo dudas de que él lo aprobaría. De hecho puede que insistiera en eso. Ella me entrecierra los ojos.  
_ ¿Por qué estás todavía en la cama? No es propio de ti, dice confundida. Sonrío de oreja a oreja. Con un gesto vago, doblo mis manos debajo de mi cabeza, y digo: Porque puedo señorita Steele.

Ella niega con la cabeza hacia mí, y me tira un beso, diciendo, nos vemos luego nene.

Cuando Anastasia se va, me siento vacío de repente, como si ella se llevo el aire con ella. No me gusta la sensación de desolación. Me levanto y hago mi camino a la ducha. Me baño rápidamente y me pongo unos pantalones y camisa blanca. Paso mis manos por el pelo para peinarlo y cuando me dirijo a la cocina, la señora Jones ya está arreglando mi desayuno.

_ ¿Lo de siempre señor Grey? Pregunta.

_ Sí, señora Jones, buenos días.

Ella me ve de nuevo para ver mi actitud dócil y juro que suspiró de alivio. Muy diferente a la actitud de cara de culo que tuve anoche. Creo que la asusté. Cuando Anastasia me dejó la primera vez, yo fui incapaz de funcionar. Pero anoche, era un infierno sobre ruedas. ¿Cómo iba a estar esta mañana si Anastasia se hubiera ido? Me estremezco como si tuviera escalofríos. Ni siquiera quiero pensarlo. Siento un tremendo vacío. ¡Yo la amo! Todo el mundo lo sabía antes de que yo pudiera ser capaz de expresárselo a ella. Pero ella es tan terca, que me recuerda que tengo que recordarle una vez más que debe usar su blackberry para enviarme email. Tomo mi teléfono y le escribo. 
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De: Christian Grey
Tema: Te echo de menos
Fecha: 15 de junio 2011 09:04
Para: Anastasia Steele

Por favor use su Blackberry.
X
Christian Grey
CEO Grey Enterprises Holdings Inc.
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Presiono enviar y como el e-mail lo he enviado a su trabajo, escribo otro mensaje a su e-mail privado en su Blackberry. Cuando estoy terminando mi desayuno y escribiendo el nuevo mensaje para ella, Taylor regresa.
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De: Christian Grey
Tema: Me haces falta.
Fecha: 15 de junio 2011 09:05
Para: Anastasia Steele

Mi cama es demasiado grande sin ti, inclusive los presidentes megalómanos tienen algo que hacer.
X
Christian Grey
Presidente mano sobre mano Grey Enterprises Holding Inc
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Me dirijo a Taylor.

_
¿Lograste que llegara a tiempo?

_ Quince minutos tarde, porque salimos de aquí a las nueve, dice Taylor. ¡Taylor y su tiempo de guerra! Asiento con la cabeza en respuesta.

_ Dame unos minutos, y luego nos vamos a GEH.

_ Sí, señor, responde.

Cuando Taylor me está llevando a GEH, llamo al Dr. Flynn.

_ Christian, ¿cómo puedo ayudarle? Responde el teléfono.

_ John bueno días, Anastasia le gustaría verte, entre más pronto mejor. 

_ ¿En serio? Responde el Dr. Flynn completamente sorprendido.

_ ¿Por qué te sorprende?

_ Bueno, ella dijo que yo era un charlatán caro, me dice en tono de broma. Aunque yo creo en la mitad de lo que ella dice. ¿Es por lo de anoche?

Cierro los ojos, y suspiro. 

_ Sí.

_ ¿Cómo se lo tomó? Me pregunta.

_ Ella no lo entendió.

_ Yo… una estela luminosa viene a mi mente antes de hablarle. Realmente pensé que iba a dejarme John. Yo estaba… exhalo fuertemente. Pero no lo hizo a pesar que conoció mi mierda de una vez. Le dije toda la verdad acerca de mí, le digo totalmente devastado y herido.  

_ ¿Le dijiste la real verdad? Dice John con voz medio incrédula.

_ Sabes lo que es John. Que soy un sádico.



_ ¡Christian no eres un sádico! Ya hemos hablado acerca de eso muchas veces. Siempre ves lo peor de ti mismo. Nunca das crédito a lo mucho que has cambiado en tan poco tiempo. Necesitabas a alguien para romper las paredes que has erigido desde que eras un niño. Esa fue un mecanismo de defensa. Si te hubieses formado con apegos, entonces no te sentirías abandonado. Algunos de mis colegas tienen una ecuación simple para eso. Expectativa menos Realidad es igual a Decepción. Creo que estabas tratando de equilibrar esa ecuación al no esperar nada. Como resultado, has tenido decepción tras decepción. Pero eso, a veces, tiene otras consecuencias positivas en la psiquis de uno. A veces hay que sentirse decepcionado. No todo es malo. Las tormentas en la vida de uno son la limpieza de su cubierta personal. Ningún hombre es una isla, mi amigo.

Eso me hace sonreír.

_ Eso es lo que Anastasia dice todo el tiempo... que parezco una isla. Una cosa más John.

_ Sí, estoy escuchando.

_ ¿Estás sentado? No estás conduciendo ni comiendo ¿verdad?

_ Voy a sentarme un momento. Deduzco que tienes una noticia de importancia.

_ Sí. Aquí va. ¡Le pedí a Anastasia que se casara conmigo! Y Taylor de pronto se desvía por el hombrillo, y de inmediato toma el control y se incorpora a la autopista de nuevo.  

_ ¡Taylor! Grito.

_ Lo siento señor Grey, se disculpa. Se aclara la garganta y de pronto se pone carmesí hasta las orejas y fija sus ojos en la vía sin moverse, incluso no voltea la cabeza para mirarme por el retrovisor. Por lo visto mi noticia lo tomó por sorpresa. Poco a poco me enderezo y tomo de nuevo la conversación con John.

_ Christian, ¿estás bien? El Dr. Flynn pregunta con ansiedad.

_ Sí, estamos bien. No fue nada, le digo fríamente con la mirada perdida en la parte posterior de la cabeza de Taylor, que está ignorándome y sonrojándose más.

_ ¿Cuál fue la respuesta de Anastasia? pregunta Flynn con una curiosidad apenas contenida.

_ Ella no me ha dado una respuesta. Dijo que lo considerará. Creo que esta es la razón por la que quiere verte.

_ Ya veo. En ese caso, la veré pronto. ¿Qué tal mañana por la tarde?

_ Eso suena muy bien. Oh, por cierto, ¿cómo te fue con Leila?

_ La dejé descansado, hoy se le harán unas evaluaciones psiquiátricas. Tengo un colega genial que trabajará con ella, pero voy a consultarla en todo momento y colaborar con los otros psiquiatras. Ella se recuperará, pero tomará un poco de tiempo. Te mantendré informado, Christian.

_ Gracias, digo y cuando estoy listo para colgar, John me habla.

_ ¿Y Christian?

_ ¿Sí?

_ Ten un poco de fe en ti mismo.

_ ¿Esa es tu opinión profesional?

_ Sí, y un consejo de un amigo.

_ Cincuenta sombras, John. Ya sabes, que no es fácil.

_ Recuerda, hay que centrarse en la solución. Concéntrate en tus metas, las que quieres lograr, como deseas verte a ti mismo. Los problemas del pasado serán sólo eso. Pasado.

_ Siento que mi Blackberry vibra en mi mano mientras estoy hablando con John, anunciando que hay un email entrante.

_ Lo tendré en cuenta, le digo y cuelgo ansioso por saber quien me ha enviado el mensaje esperanzado de que sea de Anastasia.   Taylor se detiene en el garaje subterráneo del GEH.
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De: Anastasia Steele
Asunto: Qué bien se la pasan algunos
Fecha: 15 de junio 2011 09:26
Para: Christian Grey
Mi jefe está enojado conmigo, y yo te culpo por mantenerme despierta hasta tarde con tus tejemanejes.
Deberías estar avergonzado Sr. Grey.

Anastasia Steele
Asistente de Jack Hyde, puesta Editor, SIP
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Me encantó haber hecho algunas travesuras con ella. Pero ella no tiene porque dejarse regañar como un niño de colegio. Y además ¿por qué no se quedó conmigo en casa esta mañana? Le supliqué que no fuera. Y el hijo de puta de su jefe viene ahora a darle un mal rato. Con una sonrisa salgo de la camioneta tan pronto como Taylor me deja delante de los ascensores y le escribo un mensaje en mi camino a mi oficina.
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De: Christian Grey
Asunto: ¿Tejemaqué?
Fecha: 15 de junio 2011 9:31

Realmente no tienes que trabajar Anastasia. No tienes idea de lo horrorizado que estoy por mis tejemanejes. Pero me gusta tenerte despierta hasta tarde. Por favor utiliza tu blackberry. Ah y cásate conmigo por favor.  

Christian Grey
CEO Grey Enterprises Holdings Inc.
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¿Por qué me siento tan mareado? Como un adolescente... tan inmaduro, tan diferente a mí. Su respuesta llega un poco después. El ascensor me sube de un tirón junto con cuatro pasajeros, pero estoy demasiado centrado en mis mensajes y ni cuenta me doy de quien está a mi alrededor.
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De: Anastasia Steele
Asunto: Ganarse la vida
Fecha: 15 de junio 2011 09:34
Para: Christian Grey
Conozco tu tendencia natural a insistir, pero para ya. Tengo que hablar con tu psiquiatra. Hasta entonces no te daré respuesta. No soy contraria a vivir en el pecado.
Anastasia Steele
Asistente de Jack Hyde, puesta Editor, SIP
¿Qué carajo? Ella está usando su correo de SIP para enviarme un e-mail, hablando de cosas privadas a sabiendas de que los mensajes son monitoreados por los servidores de la empresa. ¿Por qué es tan jodidamente desobediente? Yo le respondo de inmediato. Mi estado de ánimo cambia. Cuando salgo del ascensor y entro a mi oficina tanto Olivia la interna como Andrea saltan y se ponen de pie. Pero creo que la descripción del trabajo de Olivia la obliga a saltar. ¡Dios! ¡Nunca he visto a esta chica que no salte! Ella es muy voluble. Me pregunto por qué. ¿No puede quedarse quieta? Es como si estuviera sentada en un puñado de tachuelas, por el amor de Dios, relájate un poco.

_ Señor Grey dice Andrea, recogiendo las citas diarias en su iPad.

_ Ahora no, Andrea, le digo.    Andrea se detiene en seco. Le escribo un mensaje a Anastasia.
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De: Christian Grey
Asunto: BLACKBERRY
Fecha: 15 de junio 2011 09:39
Para: Anastasia Steele
Anastasia  si vas a hablar del Dr. Flynn en tus mensajes, entonces usa tu Blackberry.
Esto no es una petición.

Christian Grey
CEO Ahora cabreado, Presidente de Grey Enterprises Holdings Inc.
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No hay respuesta de ella. Bueno, ella tiene el mensaje y sabe que estoy enojado. Pasan cinco minutos y todavía no hay respuesta. ¿Estará enojada conmigo porque usé las letras mayúsculas chillonas como ella les llama?  Sea lo que sea un miedo va creciendo en mí. Escribo otro correo a su blackberry.
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De: Christian Grey
Asunto: La discreción
Fecha: 15 de junio 2011 09:39
Para: Anastasia Steele
Es la mejor parte del valor, Anastasia. Por favor actúa con discreción. Tus e-mails de trabajo son monitoreados.  ¿CUÁNTAS VECES TENGO QUE RECORDARTE ESO? Sí, mayúsculas chillonas como tú dices. USA TU BLACKBERRY.
El Dr. Flynn puede reunirse con nosotros mañana por la tarde.
X
Christian Grey
CEO Todavía enojado, Grey Enterprises Holdings Inc.
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Pulso el intercomunicador y me dirijo a Andrea.

_ ¿Andrea?

_ Sí, señor Grey.

_ Vamos a revisar la agenda.

_ Enseguida señor, responde Andrea. 

Unos minutos más tarde Andrea está en la oficina. Ella es una de las pocas personas que pueden manejar mis estados de ánimo en el trabajo. La primera es Ros y Andrea está en segundo lugar. Por eso es que le tengo que dar un mega bono de fin de año, porque se maneja profesionalmente y con calma. Olivia la interna no tanto. Juro que esa chica camina por los pasillos con un puñado de tachuelas en el culo. Me alegro que Andrea sepa como manejarla.

_ Señor Grey, Ros lo estaba buscando y me pidió que la llamara tan pronto como llegara ¿La llamo?

_ Sí. Pero, puedo ir a buscarla, para variar. No es necesario que la llames, respondo distraídamente. Todavía preocupado por que Ana no ha llamado.

_ Hay algunas reuniones de negocios que tiene señor y la primera se inicia dentro de la siguiente hora.

_ Antes de continuar con la agenda, tengo que informarte de algo. Hoy va a hacer un día de reuniones, así que voy a estar fuera de la oficina. En caso de que mi novia la señorita Anastasia Steele me llame, tú me buscas de inmediato.

_ Sí, señor, dice sin dar ninguna señal de sorpresa, aunque ya ella conoce ese nombre porque se lo mencioné hace días.

_ No importa lo que esté haciendo, con quién estoy hablando. Ella es lo primero. En el momento en que llame me tienes que buscar. ¿Entendido?

_ Sí, por supuesto, señor, responde ella.

_ Muy bien, entonces. Dame la agenda del día, le digo y ella comienza con su rutina de trabajo. Una vez que Andrea se ha ido, me voy al encuentro con Ros  en su oficina, lo cual le sorprende. Ella esperaba que Andrea la llamara. Pero, de vez en cuando es bueno mantener a sus empleados y a su mano derecha, en estado de alerta. No es que esto sacuda a Ros, ella ha estado conmigo desde el inicio de mi empresa y me conoce muy bien. Nos sumergimos en el negocio y repasamos los números que me está mostrando para salir de la empresa que GEH va a liquidar. Ella también quiere discutir las propuestas que el Sr. Ipkins y su equipo habían presentado.

Ross viene conmigo a la sala de reuniones y discutimos los números que hemos analizado con el equipo de finanzas. Por los momentos los números no coinciden y varios de los miembros del equipo sudaban bajo sus camisas, es casi mediodía ya y me doy cuenta de que Anastasia no ha respondido mi correo electrónico. Ros se da cuenta de mi incomodidad, pero no dice nada. Una vez que termina la reunión ella me pregunta.

_ ¿Todo bien señor Grey? Lo veo preocupado.  

_ Sí, todo está bien, le digo medio apagado. Tengo algo que atender en mi oficina. Te veré en el almuerzo de trabajo, le digo y salgo dejándola mirando detrás de mí.

Le escribo un mensaje a Ana desde mi Blackberry.
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De: Christian Grey
Asunto: Nerviosismo
Fecha: 15 de junio 2011 12:14
Para: Anastasia Steele

No he sabido nada de ti Anastasia. Por favor, dime que estás bien. Sabes que me preocupo. Enviaré a Taylor a comprobarlo.
X
Christian Grey
CEO Ansioso, Grey Enterprises Holdings Inc.
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Me doy cuenta de que mi teléfono celular se está quedando sin carga y se lo doy a Andrea para cargarlo y le instruyo con severidad de nuevo, en caso de que Anastasia me llame, avisarme inmediatamente.

_ ¿Está listo el almuerzo? Pregunto.

_ Sí, todo está listo señor; lo están esperando en la sala de reuniones, dice ella y me dirijo a una de las salas de reuniones en el mismo piso.

_ Andrea, de nuevo, estoy esperando que la señorita Anastasia Steele me llame. Avísame tan pronto lo haga.

_ Sí, señor, pero usted estará en la reunión con los empresarios coreanos.  

Me detengo abruptamente y me vuelvo sobre mis talones.
_ ¿Crees que me importa un carajo? Ella llama, me avisas ¿Entiendes? Andrea palidece.

_ Sí, señor, claro, dice mientras sacudo la cabeza y Andrea  abre la puerta y entro directo.

Cuando entro en la habitación, todo el mundo se pone de pie. Ros ya está ahí con su asistente y dos de los directores de astilleros ya están aquí. ¡Bueno! Mi mente todavía está preocupada por Anastasia. Ella no me ha enviado un correo electrónico y ella no me ha llamado. Normalmente no hace eso. ¿Qué está pasando? ¿Estará pensando lo de anoche? ¿Estará molesta? Estoy nervioso por ello y la persistente sensación nunca me deja. Ahora mismo, estoy casi sin poder mantenerme ocupado. Yo sólo puedo mandar a Taylor a SIP. A pocos minutos de la reunión, estoy galopando mis dedos debajo de la mesa. Andrea abre lentamente la puerta de la sala de reuniones y se me acerca.  

_ Pido disculpas por la interrupción Sr. Grey, dice ella profesionalmente. Pero hay algo importante que requiere su atención señor ¿puedo? Dice ella.

_ La llamada telefónica que estaba esperando acaba de llegar señor ¿Le gustaría tomar la llamada fuera? Yo asiento con la cabeza solemnemente.

_ Señores, me disculpo sinceramente. Les pido permiso para atender un asunto urgente. Por favor, disfruten de la comida. No tardaré mucho. Son de esas cosas que vienen inesperadamente, ya regreso y salgo de la habitación. Por la cara que ponen los coreanos, les desagrada esta interrupción, pero lo siento. Ellos piensan que esto es un acto irrespetuoso, pero ahora mismo, me importa un carajo. Con un rostro solemne de un hombre de negocios que está asistiendo a una emergencia de la empresa, abandono la habitación y rápidamente voy a buscar mi teléfono celular.

¿Por qué estoy tan jodidamente nervioso? Tomo una respiración profunda y me las arreglo para mantener mis manos temblorosas mientras tomo el teléfono.

_ ¿Estás bien? Pregunto inmediatamente.

_ Sí, estoy bien, responde ella inmediatamente y suelto un suspiro que no sabía que estaba sosteniendo.

_ Christian  ¿por qué no iba a estar bien? Susurra ella y hay calma y tranquilidad en su voz.

_ Siempre contestas enseguida mis correos. Después de lo que te dije ayer, estaba preocupado, le susurro.

Andrea sale retorciéndose las manos medio nerviosa, raro en ella, porque normalmente siempre está fresca, tranquila y serena.
_ Señor Grey  me envió  Ros porque dice que los invitados se van a ir y están bastante disgustados. Dice que vaya con urgencia a la reunión, me dice con los ojos casi suplicantes.

_ No ahora Andrea. Diles que esperen, le digo muy tranquilo. Y será mejor que ella haga lo que le digo.

_ Me gustaría señor Grey, pero Ros dijo que ellos solo harán negocios con usted, y no con una mujer, me lo dice en un tono que la misma Ros seguro le dijo, como si la palabra mujer es una palabra sucia. Me siento exasperado.

_ ¡No! ¡He dicho que esperen! Oigo mi voz sonando en la oficina. Andrea se devuelve y cierra la puerta tan rápido como puede. Supongo que preferirá tratar con los coreanos que con un enojado señor Grey.

_ Christian, claramente estás muy ocupado. Sólo he llamado para decirte que estoy bien… en serio, solo he tenido mucho trabajo, Jack ha sacado el látigo… eh… quiero decir… y de pronto se queda callada. Yo sé que se está ruborizando.

Siento que la calma cae sobre mí. ¡Estamos bien! Ella no está enojada conmigo. Ella no se va. Incluso la siento divertida.

_ Así que el látigo ¿eh? Bueno hubo un tiempo en que le habría considerado un hombre afortunado. No permitas que se te suba encima nena, le digo en broma.

_ ¡Christian! Me regaña y yo estoy sonriendo de oreja a oreja.

Pero mi sonrisa dura poco, odio a ese hijo de puta.

_ Solo digo que lo controles nada más. Me alegro de que esté bien, ¿A qué hora te voy a recoger?

_ Te mandaré un email, responde ella.

_ Usa tu Blackberry, le advertí inmediatamente.

_ Oh, por el amor de... Sí, señor, responde ella irritable.

_ Nos vemos nena, le digo finalmente sin preocupaciones y completamente aliviado.

_ Adiós... dice, pero no cuelga y yo no estoy dispuesto a colgar.

_ Cuelga Christian, ella dice regañándome pero de alguna manera hay un tono agradable en su voz.
Joder, odio este día lejos de ella. Mi corazón ha estado saltando desde hace varias horas.

_ Ojalá no hubieras ido a trabajar esta mañana, digo anhelo.

_ Yo pienso lo mismo, pero estoy muy ocupada, cuelga, dice.

_ No, cuelga tú, le digo sonriendo.

_ Ya estamos otra vez… dice haciendo una pausa y puedo imaginar exactamente lo que está haciendo.

_ Te estás mordiendo el labio Anastasia. Ella corta su respiración.

_ ¿Ves? Tú crees que yo no te conozco, pero te conozco mejor de lo que crees, murmuro seductoramente, conociendo el efecto que mi voz tiene en ella. Ella da un gemido ahogado.

_ Christian, ya hablaremos más tarde, ahora mismo yo también desearía sinceramente no haber trabajado esta mañana, dice con pesar.

_ Voy a esperar por su e-mail señorita Steele, murmuro.

_ Que tenga un buen día, señor Grey  y cuelga.

En mucho mejor estado de ánimo, rápidamente me dirijo a la sala de reuniones cuando encuentro a Ros y a Andrea casi tratando de acorralar a los coreanos. En realidad es un espectáculo divertido, pero entro en la habitación con autoridad y apaciguo a los coreanos. Y todo está bien en el universo una vez más desde que Anastasia me llamó.

En el momento en que los empresarios coreanos se van, nos ponemos mutuamente de acuerdo para volver a reunirnos. Y porque mi mente no estaba preocupada con los pensamientos de que Anastasia me dejó, soy capaz de convertirme en todo un encanto y calmarme.

Mi Blackberry zumba, y miro con la esperanza de que sea Anastasia, pero es mi hermanita Mia.

_ Christian, me saluda.

_ Hola Mia, ¿qué pasa? Le preguntó.

_ ¡Sabes lo que pasa! ¡Es tu cumpleaños, tonto! Y quiero hacerte una fiesta en la casa de nuestros padres este sábado. Bueno, ya sabes que mamá y papá, quieren que vayamos todos a cenar para celebrar tu cumpleaños. Pero creo que, también están muy contentos de verte feliz, y quieren presentar a Anastasia a los amigos y familiares. Pero yo no tengo el número de Ana. Tenía la esperanza de que me lo des, así yo la puedo invitar a la fiesta, dice en un suspiro.

_ Oh, Mia. ¡Ya sabes que no me gusta celebrar mi cumpleaños! Digo protestando.

_ ¡Christian no me arruines los preparativos, yo quiero hacer esto para ti! Así que déjate de cosas y dame el número de Ana. Conozco a Mía, no se quedará tranquila hasta que se lo dé, pero sonrío ante la tenacidad de mi hermana y le doy el número de Anastasia en SIP.

_ Mia, estoy contento de hablar contigo, pero me tengo que ir. Tengo mucho trabajo que hacer. ¡Te quiero!  Le digo sorprendiéndola.

_ ¡Yo también te quiero, Christian! Dice después de una pausa, casi sin palabras, y cuelga. Me sumerjo de nuevo en el trabajo. 

Ahora me alegra ver un correo de Ana.
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De: Anastasia Steele
Asunto: antediluviano
Fecha: 15 de junio 2011 16:10
Para: Christian Grey
Querido señor Grey,
¿Cuándo exactamente pensabas decírmelo?
¿Qué debería comprarle a mi vejestorio por su cumpleaños?
¿Quizá unas pilas para el audífono?
Ax
Anastasia Steele
Asistente de Jack Hyde, Editor, SIP
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Al ver a su mensaje me siento completamente feliz y con una sonrisa idiota en mi cara, yo le escribo una respuesta.
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De: Christian Grey
Asunto: prehistórico
Fecha: 15 de junio 2011 16:19
Para: Anastasia Steele
No te burles de los ancianos.
Me alegro que estés vivita y coleando y de que Mía te haya llamado.
Las pilas siempre van bien.
No me gusta celebrar mi cumpleaños.
X
Christian Grey
Presidente sordo como una tapia de Grey
Enterprises Holdings Inc.
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Cuando le doy enviar, me doy cuenta de que este es el primer año que tengo una novia. Esperemos que mi novia diga "Sí" para que sea mi esposa. El mensaje de Ana llega rápidamente.
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De: Anastasia Steele
Asunto: hmm
Fecha: 15 de junio 2011 16:23
Para: Christian Grey
Querido señor Grey,
Le imagino haciendo morritos mientras escribía esta última frase. Eso ejerce un efecto sobre mí.
A xox
Anastasia Steele
Asistente de Jack Hyde, puesta Editor, SIP
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Acabo de darme cuenta de que Anastasia ha estado usando su correo electrónico del trabajo para todos sus e-mails. ¡Mujer exasperante!
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De: Christian Grey
Asunto: Rodando los ojos
Fecha: 15 de junio 2011 16:28
Para: Anastasia Steele
Señorita Steele,
! UTILICE SU BLACKBERRY!
X
Christian Grey
CEO de mano suelta de Grey Enterprises Holdings Inc.
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Cuando su mensaje viene de vuelta, me doy cuenta con alivio que es de su Blackberry. ¿Por qué es tan difícil para ella seguir una instrucción simple?
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De: Anastasia Steele
Asunto: inspiración
Fecha: 15 de junio 2011 16:32
Para: Christian Grey
Mi Querido señor Grey,
Ah… no puede no puede estar sin la mano suelta por mucho tiempo ¿verdad? Me pregunto que diría sobre eso el Dr. Flynn. Ahora ya sé que regalarte para tu cumpleaños y espero que me haga daño. ;)

A x
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¡Qué mierda! Anastasia me da un ataque de nervios. Ella es la única mujer que puede sacarme del frío al calor abrasador en cuestión de segundos y hacer que mi corazón se acelere como nadie más. Y sé que algunos se enamoran mucho, pero lo que yo siento por ella es algo como nadie jamás lo ha sentido. La quiero como nunca nada he querido.
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De: Christian Grey
Asunto: angina de pecho
Fecha: 15 de junio 2011 16:37
Para: Anastasia Steele

Señorita Steele,
No creo que mi corazón pueda aguantar la tensión de otro correo como este, ni tampoco mis pantalones por cierto.
Compórtese.
X
Christian Grey
CEO de Grey Enterprises Holdings Inc.
_______________________________________________
De: Anastasia Steele
Asunto: Pesado
Fecha: 15 de junio 2011 16:41
Para: Christian Grey

Christian actualmente estoy tratando de trabajar para mi muy pesado  jefe.
Por favor, deja de molestarme y de ser tan pesado tu también. 
Tu último correo me ha puesto a cien.
X
PS: ¿Podrías recogerme a las 6:30, por favor?

A x
_______________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: Voy a estar allí
Fecha: 15 de junio 2011 16:45
Para: Anastasia Steele

Señorita Steele,
Nada me daría más placer. Bueno, en realidad,  puedo pensar en una serie de cosas que me daría más placer y todas tienen que ver contigo.
X
Christian Grey
CEO Grey Enterprises Holdings Inc.
_______________________________________________

!
Pon eso en tu pipa y fúmatelo nena! 

Taylor está en la esquina de mi oficina  tratando de ser muy  discreto.

_ Vamos a buscar a Anastasia a las 6:30 Taylor. Creo que tengo algo de tiempo para hacer ejercicios. Vamos al gimnasio, le digo y Taylor asiente mientras salimos de mi oficina llamándolo el día.


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Soneto 43 - ¿Cómo te amo? Déjame contar las maneras

por Elizabeth Barrett Browning



¿De qué modo te amo? Pues te quiero
hasta el abismo y la región más alta
a que puedo llegar cuando persigo
los límites del Ser y el Ideal.
Te quiero en el vivir más cotidiano,
con el sol y  la luz de una candela.
Con libertad, como se aspira al Bien;
con la inocencia del que ansía gloria.
Te quiero con la fiebre que antes puse
en mi dolor y con mi fe de niña,
con el amor que yo creí perder
al perder a mis santos... Con las lágrimas
y el sonreír de mi vida... Y si Dios quiere,
te querré mucho más tras de la muerte.

4 comments:

Unknown said...

Como se puede dejar de querer a cristian eso es imposible, aveces es como un niño indefenso, y el con todo y su poder y su supuesta seguridad ha sufrido de mas, eso es lo malo de reservarse para si mismo sus problemas y conflictos hay que desahogarse, o de lo contrario uno explota, ne encanta este cap. en especial porque Ana se da cuenta en su interior que de verdad quiere a cristian lo ama, con sinceridad, es como yo digo aveces es un cap muy esclarecedor, gracias Emine fabulosa como siempre y Patricia mil gracias mi reina te quiero muchooooo

La abuela said...

magnifico capitulo gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Unknown said...


Daniela Avellaneda Fantástico como siempre,,,,!
21 h · Me gusta

Lrx Orlnd Mi amor cto sufrimiento!
21 h · Me gusta

Andrea Valenzuela Ulloa wuau....genial sorprendente hacia rato que no me reia y suspiraba al mismo tiempo...excelente capitulo como siempre...-no paren por fa son geniales
20 h · Me gusta

Leidy Diana Bedoya Ahhh me da una tristeza esas pesadillas de Christian ..... siempre me a encantado los correos entre ellos dos.. es fascinante la manera q cuentas la historia Emine Gracias y Patricia por su trabajo..... Son geniales...
19 h · Me gusta

Wendy Blandon Que capítulo más emocionante, me encantó!!!
19 h · Me gusta

Nancy Fica Soto fantastico como siempre emine y patricia son geniales ....que manera de suspirar por este hombre
18 h · Me gusta

Dori Crespo Chicas me encanta gracias son geniales
18 h · Me gusta

Yudii Moràn Emine , patricia son estupendas gracias..
18 h · Me gusta

Maria Gabriela Seco Avila fantastico! ahora es cuando vienen mas dramas pobre christian!
18 h · Me gusta

Naty Leyva Chicas que capítulo Emine muchas felicidades me encantó
17 h · Me gusta

Alejandra Moyano Facinante capitulo hasta un grey muy mimoso ¡¡¡ Enime y patricia and fanny por subirlo !¡!!
16 h · Me gusta

Analia Cesar The relationship is turning solid now that Christian opened his heart and his soul. Now all begins. Thanks! !!
16 h · Me gusta

Claudia Henao Gracias!!! Enime y Patricia.
16 h · Me gusta

Patricia Cabrera genial, donde encuentro los anteriores
14 h · Me gusta

Nuris Fuentes Peñaranda Ahhh me parte el corazón con todo lo que sufrió Christian de pequeño pobre mi bebe.
12 h · Me gusta

Maritza Cordova wow cada vez mejor gracias!!!!
11 h · Me gusta

Liliana Rodriguez Genial chicas emine y paty. Gracias fanny,
10 h · Me gusta

Giselle Sanchez Rodriguez Genial chicas sigan así lo espero día a día gracias
10 h · Me gusta · 1

Ana Silvia Rosales Buenisimo, todos y cada uno de ellos, gracias. Patty, Emine, Fanny Gracias.
10 h · Me gusta

Patricia Aurora Gracias chicas, buen capitulo!!
9 h · Me gusta

Francisca Rodriguez Fernandez Cada vez mas interesante

tasha12feb said...

no puedo parar de leer, igual q ana, yo tambien quiero mas, jajaja esto es genial