CAPITULO XXX
CUANDO TE FUISTE
Traducido y editado por: Patricia Pinto
Un sudor frío
me despierta a pesar de que estoy aferrado a Anastasia y nuestro calor corporal
ha aumentado. Las luces suaves del cuarto caen
suavemente sobre su rostro. Apacible,
hermosa, e increíblemente inocente... y
es mía. Yo desenredo mis miembros de su torso y me muevo lentamente para
no despertarla. Agarro mis jeans
y rápidamente me los pongo. No
quiero que pasemos la noche en la sala de juegos. Cubro su cuerpo con las sábanas y en
voz baja la levanto de la cama para llevarla al dormitorio. Le prometí que ella podría dormir
conmigo en mi habitación y yo no voy a romper esa promesa.
Poco a poco me dirijo a la habitación tratando de no despertarla. Ella suspira un par de veces en su
sueño, sus brazos me buscan y yo la levanto un poco más alto para que ella
pueda envolverlos en mi cuello. Estoy
en paz en este momento con ella en mis brazos. No estoy perdido, la tengo aquí y tengo este fuerte deseo
de mantenerla a salvo, y protegerla, y amarla de forma indefinida.
Now We Are Free – Gladiator soundtrack
Una vez que llego a mi habitación, cierro la puerta
suavemente empujándola con mi talón. La
acuesto en la cama y ella está aferrada a mí como un bebé estaría con su padre. ¿Acaso no me gusta cuando ella está aquí? ¿Acaso me gusta ser un planeta perdido
en busca de su sol, sin objetivo,
sin propósito, y absolutamente miserable? Me acuesto a su lado en la cama
frotando su cabello, haciéndola caer en un sueño profundo. Una vez que estoy seguro de que esta
completamente dormida, después de observar los movimientos de sus ojos detrás
de sus parpados, me levanto lentamente de la cama, las luces de la ciudad se
filtran débilmente en el dormitorio. Son casi las 4am y no tengo sueño. Salgo
del dormitorio y voy a la cocina, tomo un vaso de jugo de naranja y camino
hacia la sala de estar.
Estoy en la pared de cristal mirando la ciudad, con
sus luces que brillan tenuemente contra la oscuridad del cielo nocturno, es un
magnífico espectáculo para la vista. Lo
que Anastasia dice de mí es verdadero, estoy atrapado en mi torre de marfil
mirando gente debajo de mí. Parecen
hormiguitas. Me gusta estar aquí. Lejos
de la mierda y de lo malo que el mundo tiene que ofrecer, aunque Dios sabe que a
menudo la mierda hace su camino hasta mi puerta. No quiero volver a estar allí
de nuevo. Nunca jamás. Cuando estás ahí, eres tú contra el
mundo. Es una lucha dura. No sólo tengo capas sobre capas de
barreras, sino que también soy como una isla. Aun
sigo lejos de los que están más cerca de mí. Anastasia
es a la única que le permito penetrar en la pared, e incluso a ella la limito,
la dejo entrar con control. Me desconcierta y estoy agradecido con Dios cada
día porque ella vino a entrevistarme, porque de otra manera nunca nos
hubiéramos conseguido en circunstancias normales, nunca se hubiera encontrado
en mi camino. Me siento triste sin
embargo. Ella quiere más... más
de mí. Ella quiere tocarme y Dios
sabe que yo quiero que lo haga. Pero
tengo miedo, un miedo muy arraigado que yo nunca admitiría, ni a ella ni a nadie.
El toque hace que la bilis llegue a mi garganta y me
hace sentir náuseas como si estuviera siendo violado, es como si yo volviera a
tener cuatro años de edad, bajo las manos del chulo de la puta morena y siendo
torturado, quemado, pateado bajo sus botas. La
imagen de su cinturón siempre presente en su mano haciéndome sufrir y ver a mi
madre sollozando, ahogada, mientras se encoje y trata de hacerse más pequeña en
un rincón. Mientras eso sucede, yo me tapo los oídos y me escondo… quisiera
hacerme invisible, pero nunca lo logro, el proxeneta siempre me encuentra.
Tiene un olor desagradable a licor barato y cigarrillos, mezclado con una
poción asquerosa inclinándose sobre mí y con voz amenazante gritarme: ven
aquí pedazo de mierda y empieza
a golpearme, apaga sus cigarrillos en mi cuerpo mientras su bota gigante me
mantiene pegado al piso, unas veces en mi pecho, otras en mi espalda. Yo grito
y nadie, ni siquiera mi propia madre viene a ayudarme. No puedo volver a ese estado mental.
He trabajado tan duro para evitarlo, es difícil de superar y siempre, siempre
me va a aparecer en mis sueños, siempre escondido en lo más profundo de mi alma
desgarrada.
Me preocupa que pueda hacerle daño a Anastasia o
perderla o marcarla de alguna manera como debo haber hecho con Leila, aunque lo
que sentí por Leila estaba fuera de lugar acerca de lo que siento por
Anastasia. Nunca tuve sentimientos por Leila. Ni por ninguna otra. Ella sólo fue mi
sumisa, al igual que muchas y ella lo entendía. Tuvo otros dominantes antes que yo, yo
no fui el primero. Yo no le enseñé nada a ella, ni le presenté esta forma de
vida. Esta manera de vivir fue su elección. Fue una sumisa muy obediente,
juguetona y hermosa. Incluso creo que se parecía a Anastasia ¿Pero entonces por
qué ahora no aceptó que no había más, así como yo acepté a Anastasia?
Ahora que lo pienso… ¡Leila se parece mucho a
Anastasia! Podría ser una hermana
gemela, pero yo no me fijé en Ana por eso. Eso sería superficial, aunque bueno
la superficie de Anastasia es exquisita. He tenido y conocido mujeres de gran belleza por
la que no sentí ningún deseo o algún tipo de apego, sólo fue una relación
Dom/Sum, un contrato, como cerrar un negocio. Yo nunca me vi afectado por la
belleza de ninguna. Era una norma mínima para mí. Nunca busqué en una sumisa
una relación de “más” siempre pensé que eso estaba fuera de mi vida. Ellas
estaban tan jodidas como yo y por eso la relación funcionaba. Incluso la
relación con Leila fue a largo plazo porque ella conoció todas mis reglas y
aceptó todas mis condiciones, de que la relación se limitaría a Dom/Sum y nada
más.
¿Por qué entonces hago una excepción con Anastasia? ¿Por qué ella no es como las otras? ¿Por qué? ¿Por qué? Me Sigo devanando los sesos por la
respuesta. Su inocencia… eso es lo que más me atrae… ella es un ángel ¿Por qué
siento esta emoción sin nombre por ella, esta fuerza, este deseo por ella? Y la respuesta viene a mí en una cita
de Catherine Earnshaw cuando estaba hablando con su enfermera Nelly, acerca de
si casarse con Linton o Heathcliff:
“Esto es lo que me agrada de casarme con Heathcliff, nunca sabré cuanto lo
amo, y no es porque sea guapo, Nelly,
sino porque él es más, es lo que nuestras almas se hacen, la suya y la mía son
las mismas. Linton es tan diferente es como un rayo de luna, o la escarcha del
fuego.”
All I Believe In - Magic Numbers
¿Alguna lo intentó de la manera más eficaz? Mi respuesta es no. Pero Anastasia no tiene ni
siquiera que intentarlo. Eso es
algo natural en ella. De lo que
las almas están hechas, ahora caigo en cuenta, ¡la mía y la de ella son
iguales! Somos el Yin y el Yang. Somos la mitad de la otra; piezas
perdidas que se encontraron y ahora nos completamos. No soy nada sin ella. Pero, no estoy tan perdido en la causa
como Catalina Earnshaw estaba, al actuar de la misma manera para la elección de
una persona a causa de su estado, o de la belleza por sí sola. Mi alma ha sido llamada y su respuesta
fue contestar al llamado. No busqué
ninguna coincidencia con Anastasia. ¡Ninguna! Después de que mis
ojos se abrieron a ella, se cerraron a todas las demás. La luz que buscaba para que me guiara
alrededor de mi universo la encontré y me centré en ella nada más. No
estoy en busca de amar lo que otros tienen. Anastasia tiene todo lo que quiero
y me refiero a todo. Yo la deseo con todo mi corazón y mi alma oscura. Si trato de evitarla, estoy perdido, soy
un miserable ansioso y en las puertas de mi propia destrucción. Si estoy en la misma ciudad con ella,
por no hablar de la misma casa, estoy tan centrado en ella que pierdo todo
pensamiento, y el deseo, de estar a su lado... Me consuela saber que está en mi mismo
universo, en el mismo plano que yo estoy. Cuando
ella está en la misma habitación, quiero tocarla, y cuando la toco, quiero
amarla, hacerla mía, y reclamarla como si no hubiera mañana y como si este es
el único momento que tenemos. Sólo
me he dado cuenta de que estoy viviendo desde que la encontré. La vida sin ella sería un abismo, ¡yo
simplemente no puedo vivir sin ella! ¡Yo
no quiero vivir en el umbral del infierno!
Ella es mi cielo, ella es mi paz, ella es todo y ¡más!
Tal vez todo el mundo está más conciente, de que yo
simplemente estoy enamorado de ella.
Have You Ever Really Loved A Woman - Bryan Adams
Tal vez estoy forzando mis sentimientos. Si lo que Elena y el Dr. Flynn
dicen es correcto, si lo que siento es
amor, puede ser que sea para mi detrimento. Me
tengo que mantener dentro de los límites de mis reglas. Es lo que yo sé, y mis reglas han dado
orden a mi vida, aunque no tengo ningún problema con un poco de compromiso.
¡Vete a la mierda! ¡Tengo
un tormento en mi cabeza entre lo que sé y lo que quiero! Lo que siento por Anastasia es tan
fuerte, que me da miedo en lo más profundo. Lo que sí no puedo permitir es que
Anastasia se ponga en peligro como Leila, una mujer destrozada, debilitada. Pero, yo les he dicho desde el
principio que esto es lo que yo busco, y nada más. ¡Ellas lo entienden! Ellas voluntariamente se comprometen a
mí. Sería un gran error y falta
de honradez si vienen con motivos ocultos que no sean los que acordamos, mientras
que yo siempre he sido sincero y comunicativo en todo lo que me gusta y lo que
no de una relación.
La pesadez de estos sentimientos me ahoga de nuevo, y
me encuentro yendo a mi piano para drenar toda mi miseria que está tratando de
ahogarme. Bajo la tapa del piano para no despertar a Anastasia y
empiezo a tocar, Chopin Opus 28, número 4 en mi menor.
Chopin’s Opus 28, Number 4 in E Minor
La música ha sido mi otro mecanismo de supervivencia, desde que tenía seis años de edad. Lo que no puedo decir con palabras, lo
digo con música. Dejo que mis dedos hablen a través del piano derramando las
emociones que nublan mi mente, las que me consumen. Repito una y otra vez las notas, y la pequeña
luz que está por encima del piano, me envuelve en su burbuja como el resto de
la casa que está en la oscuridad, estoy solo con mi pobre alma desgarrada de
miseria.
Me siento perdido... perdido en mis sentimientos,
evité por tanto tiempo que entraran en mi vida, estoy en una lucha entre lo que
quiero, lo que sé y no dañar a los demás ¿Cómo un hombre como yo, que tiene aparentemente todo, puede ser tan miserable? No es tan difícil si se es cincuenta
tonos jodido para empezar, un pedazo de mierda, como dijo el proxeneta. ¡Sin valor! Hoy Leila necesita mi ayuda, pero se
ha perdido. También me preocupa que
ella pudiera inadvertidamente amenazarme. Yo
no creo que ella me perjudique, pero ella podría hacerle daño a Anastasia. ¡Maldita sea! ¿Dónde diablos está?
Cuando estoy a punto de ahogarme aún más en mi miseria
como cuando un borracho encuentra consuelo en el licor, siento su mirada
tirando de mí hacia atrás, la inyección de la vida... esa mirada que promete solo cosas
buenas, será amor… no, no puede ser amor... una especie de afecto... sí, eso es todo, afecto. Y el dulce sobresalto de su
proximidad traen mis sentidos al aquí y ahora. Pero, ¿por qué está despierta a esta
hora? Ella necesita descansar. Me encuentro con el ceño fruncido y
todas las emociones que estaban tratando de llegar a la superficie, su
presencia las ahuyentó.
_ Deberías
estar durmiendo, le regaño suavemente.
_ También tú, ella
replica.
_ ¿Me estás
regañando, señorita Steele?
_ Sí, señor
Grey, lo estoy haciendo, ella responde.
Ella se acerca
al banco del piano, y poco a poco se escabulle a mi lado; colocando su cabeza
en mi hombro desnudo viéndome tocar. A
medida que mis dedos se deslizan sobre las teclas del piano con pericia y con
facilidad, ella me mira hipnotizada.
_ ¿Qué fue eso?
Me pregunta en voz baja.
_ Chopin. Opus 28, número 4. En mi menor, si estás interesada, murmuro
en respuesta a su pregunta.
_ Siempre estoy
interesada en lo que haces. Ella siempre tiene una respuesta a todo.
Me doy vuelta y
suavemente presiono mis labios contra su pelo.
_ No quise
despertarte, digo sinceramente.
_ No lo
hiciste. Toca la otra, dice ella.
_ ¿La otra?
_ La pieza de
Bach que tocaste la primera noche que me quedé.
Bach’s Marcello played - Alexandre Tharaud
Me pongo a tocar la pieza Marcello lenta y
decididamente. Es una pieza triste y hace
aflorar todas las emociones que no puedo expresar sino a través de mis dedos y
de alguna manera dan voz a mis penas y mis gritos silenciosos. Las
conmovedoras notas, lenta y tristemente llenan la sala y rodean nuestros
corazones, haciéndose eco a través de las paredes, pero también haciéndose eco
los sonidos y los gritos de mi alma que no puedo pronunciar. Es mi lamento que nunca dejaré escapar
a través de mi voz. Cuando
termino la pieza, abre los ojos lentamente.
_ ¿Por qué sólo
tocas música tan triste?
¿Cómo puedo
decirle a Anastasia que mi alma está sangrando, llorando, tratando de llenar el
vacío en mi ser y que nunca seré capaz de cerrarla? Tal vez esta es mi verdad para
simplemente ser... salir...
Pero mi
respuesta a ella es sólo un encogimiento de hombros, mientras se sienta erguida
y levanta la cabeza de mi hombro mirándome. Mi
expresión es cautelosa, yo no quiero descifrarle esta mierda que hay en mí... No es para ella, ella es demasiado
pura para esta mierda.
_ ¿Así que sólo
tenías seis años cuando empezaste a tocar? Me pregunta.
Asiento con la
cabeza pensando a dónde esta conversación nos llevará. El Piano fue mi primera herramienta para
afrontar mi mierda. Si hablo de
ello, es posible que caiga algo de información en respuesta a su inquisición. Ella me mira expectante.
Finalmente me
ofrezco voluntariamente a hablar.
_ Me lancé a
aprender a tocar el piano para complacer a mi nueva madre.
_ ¿Para encajar
en la familia perfecta?
_ Sí, por así
decirlo, digo con evasivas. A mi
madre perfecta le gusta que sus hijos sobresalgan en algún instrumento musical,
idiomas y artes marciales. Yo haría cualquier cosa para hacerla feliz. Ella me salvó de un destructor y de una
vida de mierda. Ella me mostró
que había otra forma de vida que no sabía que existía en mi corta vida de
abusos.
_ ¿Por qué
estás despierta? ¿No necesitas recuperarte
de los esfuerzos de ayer? Le pregunto tratando de distraerla de su inquisición.
_ Son las 8:00
de la mañana para mí. Y tengo que
tomar mi pastilla, dice ella.
Alzo las cejas
con sorpresa. Me alegro de que
ella esté siendo responsable, pero también me sorprendo que haya comenzado en
una hora estándar de la costa Este y vivimos en la costa Oeste. Sólo ella puede
sacarme de mis miserias con sus actitudes.
_ Bien que lo
recordaste. Sólo tú empezarías un tratamiento de control de natalidad con
píldoras en una zona horaria diferente. Tal vez deberías esperar media hora y
luego otra media hora mañana en la mañana. De modo que eventualmente puedas
tomarlas a una hora razonable.
_ Buena idea, me
dice. Entonces, ¿qué deberíamos hacer por la próxima media hora? Dice
parpadeando inocentemente hacia mí. ¡Oh nena! ¿Cómo haces eso?
_ Puedo pensar
en algunas cosas, digo sonriendo.
_ Por otro
lado, podríamos hablar, sugiere.
Mi frente se
arruga con decepción.
_ Yo prefiero
lo que tengo en mente y la subo a mi regazo.
_ Siempre
preferirás el sexo que hablar, se ríe cuando ella trata de mantener el
equilibrio agarrándose de mis brazos.
_ Cierto. Especialmente contigo, le digo
acariciando su cabello y paso un rastro constante de besos desde debajo de la
oreja hasta el cuello. Tal vez en
mi piano, le susurro.
Siento que todo
su cuerpo se aprieta con la anticipación. La
reacción que yo esperaba.
_ Quiero dejar
algo claro, susurra. Me detengo
un momento para escucharla antes de continuar mi asalto sensual en mi novia.
_ Siempre tan
ávida de información, señorita Steele. ¿Qué
necesitas aclarar? Respiro contra su piel en la base de su cuello, sin romper
mis suaves besos.
_ Nosotros,
susurra mientras cierra sus ojos.
_ Hmm...
tarareo, ¿Qué pasa con nosotros? Le digo, cuando me detengo en el camino de
besos a lo largo de su hombro.
_ El contrato,
dice ella.
Levanto la
cabeza y la miro, un poco divertido y por último suspiro. Acaricio mis dedos con su mejilla.
_ Bueno, creo
que el contrato ha quedado obsoleto, ¿no te parece? Le digo en voz baja y
ronca, con la mirada suave.
_ ¿Obsoleto?
Ella pregunta.
_ Obsoleto… le digo sonriendo. Ella abre la boca con curiosidad.
_ Pero estabas
tan interesado.
_ Bueno, eso
era antes. De cualquier manera,
las reglas no son discutibles, siguen en
pie, le digo con la expresión ligeramente endurecida. No voy a dejar ir mi control, o las
normas que tenemos que repasar.
_ ¿Antes? ¿Antes de qué?
_ Antes de...
digo haciendo una pausa, y mi expresión cautelosa está de vuelta con este
territorio desconocido. "Más",
le digo encogiéndome de hombros.
_ Oh, es su
respuesta entrecortada.
_ Además, ya
has estado dos veces en la sala de juegos y no has salido gritando por las
colinas.
_ ¿Esperas que
lo haga?
_ Nada de lo
que haces es esperado Anastasia, le digo secamente, como ella siempre está
fuera de las normas.
_ Entonces,
déjame tenerlo claro. ¿Sólo
quieres que siga las Reglas del contrato todo el tiempo pero no el resto del
contrato?
_ Excepto en el
cuarto de juegos. Quiero que sigas
el espíritu del contrato en la sala de juegos, y sí, quiero que sigas todas las reglas todo el
tiempo. De esta forma sabré que estarás
a salvo y podré tenerte todo el tiempo que desee.
_ ¿Y si rompo
una de las reglas?
_ Entonces te
castigaré, le respondo.
_ ¿Pero
necesitarás mi permiso?
_ Sí, lo necesitaré.
_ ¿Y si digo
que no? Ella contesta.
La miro por un
momento. Sabiendo que Anastasia
puede saltar las reglas a cada momento y siempre decir que no a un castigo. Mi expresión es un poco confusa. No voy a renunciar a mis reglas,
porque ella necesita saber que tengo que tener el control en todo momento.
_ Si dices que
no, dirás que no. Voy a tener que
encontrar una manera de persuadirte, le digo. Soy
muy creativo a la hora de persuadir.
Ella
inmediatamente se aleja de mí y está creando una distancia entre nosotros. Yo frunzo el ceño mientras me mira. La miro perplejo con su comportamiento
y a la vez preocupado.
_ Así que el
aspecto del castigo permanece, dice tratando de confirmar.
_ Sí, pero sólo
si rompes las reglas.
_ Voy a tener
que volver a leerlas, dice ella.
_ Te las traeré,
le digo al igual que hago con mis negocios, simplemente estoy tratando de limar los detalles de un
contrato comercial.
Me levanto del
piano y camino a mi estudio. Enciendo
mi ordenador portátil, y abro el archivo pdf con su contrato modificado y le
doy "Imprimir". Una vez
que la impresora escupe el contrato, cojo los papeles y salgo del estudio, y
regreso a mi sala de estar donde Anastasia está de pie con una expresión
confusa plasmada en su rostro.
_ Aquí tienes,
le digo y le entrego el contrato que acabo de imprimir. He tachado por supuesto las líneas con
las que ella no está de acuerdo.
REGLAS
Obediencia:
La sumisa obedecerá inmediatamente cualquier
instrucción dada por el Dominante, sin vacilación o reserva y de una manera
expedita. La Sumisa estará de acuerdo con cualquier actividad sexual
considerada apropiada y placentera por el Dominante, exceptuando las
actividades que están explicadas como límites duros (Apéndice A). Ella lo hará
con entusiasmo y sin dudar.
Sueño:
La Sumisa se asegurará de mantener un mínimo de ocho o
siete horas de sueño en una noche cuando no esté con el Dominante.
Ropa:
Mientras esté con el Dominante, la Sumisa
usará ropa sólo aprobada por el Dominante. El Dominante proporcionará un
presupuesto para la ropa de la Sumisa, el cual la Sumisa deberá utilizar. El
Dominante deberá acompañar a la Sumisa a comprar la ropa para dicho propósito.
Ejercicio:
El Dominante deberá proveer a la Sumisa de
un entrenador personal cuatro tres veces por semana en sesiones de una hora de
duración, a veces siendo de mutuo acuerdo entre el entrenador personal y la
Sumisa. El entrenador personal informará al Dominante del progreso de la
Sumisa.
Higiene personal / Belleza:
La Sumisa se mantendrá limpia, afeitada
y/o depilada con cera en todo momento. La Sumisa visitará un salón de belleza
elegido por el Dominante en el momento que elija el Dominante y se someterá a
los tratamientos que el Dominante crea convenientes.
Seguridad personal:
La Sumisa no beberá en exceso, ni fumará,
ni tomará drogas por gusto, ni se pondrá a sí misma en peligro innecesario.
Cualidades personales:
La Sumisa no tendrá ninguna relación
sexual con alguien que no sea el Dominante. La Sumisa se comportará de una
manera respetuosa y modesta en todo momento. Debe reconocer que su
comportamiento es un reflejo directo del Dominante. Ella se hará responsable de
los delitos, faltas cometidas y la mala conducta cuando no esté en la presencia
del Dominante. El incumplimiento de cualquiera de los anteriores, tendrá como
resultado un castigo inmediato, cuya naturaleza será determinada por el
Dominante.
Ella lee cada
línea con cuidado, con atención y con plena comprensión. Una vez que ha terminado de leer,
levanta la cabeza y me pregunta:
_ ¿Así que la
cosa de la obediencia sigue en pie?
_ Oh sí, le
digo sonriendo. La obediencia es
muy importante para mí. Sin ella,
no tengo control. Ella niega con
la cabeza divertida, más por costumbre que por intención, ella me pone los ojos
en blanco y me enciende como un árbol de Navidad.
_ ¿Acabas de
ponerme los ojos en blanco, Anastasia? Respiro con expectativa.
Ella tiene la
cara de ¡qué momento de mierda! plasmada en su rostro.
_ Posiblemente,
depende de cual sea tu reacción, dice ella.
_ La misma de
siempre, le digo sacudiendo ligeramente la cabeza y mis ojos están iluminados
por la emoción de la posibilidad de darle nalgadas en su culo maravilloso.
Ella traga y mira
a su alrededor para distraerse, o buscando una intervención divina.
_ Así que… dice
ella en busca de una salida.
_ ¿Sí?
_ ¿Quieres
pegarme ahora? Pregunta.
_ Sí y lo haré,
le respondo naturalmente.
_ ¿Ah sí señor
Grey? me reta, sonriendo hacia mí. Ella
quiere jugar.
_ ¿Vas a
detenerme?
_ Vas a tener
que atraparme primero, dice ella, y mis ojos se abren y sonrío, levantándome
lentamente a su reacción.
_ ¿Oh de verdad
señorita Steele? Le pregunto.
Ella está ahora
detrás de la barra de desayuno y no hay nada más entre nosotros. De hecho, yo puedo saltar para llegar
a ella. Mi adrenalina está
corriendo con entusiasmo y se muerde el labio inferior y eleva el nivel de
entusiasmo que hay en mí.
_ Y te estás
mordiendo el labio, yo respiro, mientras me muevo lentamente hacia mi izquierda
y ella también se mueve en la dirección opuesta.
_ No lo harías,
dice burlona. Después de todo, tú
también pusiste los ojos en blanco, dice tratando de razonar conmigo. ¡Lindo! Sigo moviéndome al igual que lo hace
ella.
_ Sí, pero acabas
de subir el nivel de excitación de este juego, le digo con los ojos en llamas y
una anticipación salvaje.
_ Soy bastante
rápida, ya sabes, dice con indiferencia.
_ Yo también,
le respondo.
La acecho en la
cocina.
_ ¿Vas a venir
tranquilamente? Pregunto.
_ ¿Cómo
siempre? Responde ella.
_ Señorita
Steele, ¿qué quieres decir? Sonrío. Va a ser peor si tengo que ir por ti, le
digo.
_ Eso es sólo
si me atrapas, Christian. Y ahora
mismo, no tengo ninguna intención de dejar que me atrapes, dice con valentía.
_ Anastasia, te
podrías caer y hacerte daño. Lo
que te pondrá en directa desobediencia de la regla número siete, le digo.
_ He estado en
peligro desde que te conocí, Sr. Grey, con o sin reglas, responde ella.
_ Sí lo has
hecho, yo digo haciendo una pausa considerando su declaración. Puse a las personas en peligro,
incluso si las trato de buena gana.
De pronto me
lanzo por ella y ella chilla. Ella
logra escapar y ahora está con la mesa del comedor entre nosotros. Estoy emocionado como un depredador a
la caza de su presa.
_ Desde luego,
sabes como distraer a un hombre, Anastasia.
_ Nuestro
objetivo es complacer, Sr. Grey. ¿Distraerlo
de qué?
_ La vida. El universo, le digo agitando mi mano
alrededor.
_ Parecías muy
preocupado mientras estabas tocando.
Me detengo y
cruzo los brazos, divertido.
_ Podemos hacer
esto todo el día, cariño, pero te atraparé y será peor para ti cuando lo haga.
_ No, no lo
harás, dice ella con terquedad. En
cuanto a mí, la tengo medida para cuando empiece a correr.
_ Cualquiera
pensaría que no quieres que te alcance.
_ No, no quiero. Ese es el punto. Siento por el castigo lo mismo que tu sientes
cuando te toco, dice ella y me detengo en seco como si me hubiese dado
un puño en el estómago ¿Qué? ¿Cómo podría decir eso? ¿Le estoy haciendo algo con la misma
intensidad y repulsión que me hicieron a mí? Esto me pone en el mismo
nivel que el proxeneta. ¿Por qué nunca me lo dijo? Peor aún, ¿por qué diablos no me di
cuenta de eso? ¡Qué idiota soy!
_ ¿Eso es lo
que sientes? Apenas puedo susurrar, toda la voluntad sale de mí, horrorizado de
que yo podría ser el que le infrinja algo tan agresivo y detestable. Siento como
se drena toda mi energía dejándome sin vida. Ella frunce el ceño.
_ No. A mí no
me afecta tanto como a ti, pero te da una idea, murmura, mirándome ansiosamente.
_ Oh, le digo
completamente perdido. ¡Oh,
mierda! ¡La primera vez que le
pegué ella estaba casi destrozada! Y
su compañera de cuarto casi pateó mi culo fuera. Por supuesto que sí, porque yo no
sabía el daño que le estaba haciendo. ¡Vete
a la mierda! ¡Vete a la mierda! ¿Qué
clase de mierda soy? Yo… No sé cómo responder a esta revelación. Mi mirada se acerca a ella en blanco,
desconcertado y perdido.
_ ¿Lo odias
tanto? Respiro con un horror interior que se refleja en mis ojos. ¡Horror! por lo que le he infligido a ella a la
única mujer que me ha gustado.
Se detiene en
seco y poco a poco viene alrededor de la mesa del comedor.
_ Bueno... no, dice ella tratando de
tranquilizarme. No lo tengo muy
claro. No es que me guste pero tampoco lo odio.
_ Pero anoche,
en el cuarto de juegos parecía… digo con voz apagada.
_ Lo hago por
ti, Christian, porque lo necesitas. Yo
no. Anoche no me hiciste daño. El contexto era muy distinto y eso
puedo racionalizarlo a nivel íntimo, porque confío en ti. Sin embargo cuando
quieres castigarme me preocupa que me hagas daño.
¡Oh, Dios! ¡Aquí está el quid! ¡Realmente no quiero herirla! Nada más allá del límite que pueda
soportar, sin embargo, eso no cambia el hecho de que me gusta hacerlo. Y en este momento, más que nada. Estoy desgarrado por dentro. Mis ojos están ardiendo como un
tornado... Soy incapaz de formar
palabras para expresar mis pensamientos. No
sé si el tiempo se detiene o se estira, pero siento como que pasan años antes de que pueda abrir
la boca de nuevo.
_ Yo quiero
hacerte daño. Pero no más allá de
cualquier cosa que no puedas soportar.
_ ¿Por qué?
Pregunta.
Me paso la mano
por el pelo y me encojo de hombros. Ella
correría y nunca volvería si le digo la razón. Nunca me di cuenta de eso. ¡Nunca!
_ Porque lo
necesito, le digo con pausa, mirándola con angustia y cierro los ojos y muevo
la cabeza. Ella continúa mirándome para que le dé una respuesta.
_ No te puedo
decir, le susurro.
_ ¿No puedes o
no quieres? pregunta
_ No quiero.
_ Así que sabes
por qué.
_ Sí.
_ Pero no me lo
quieres decir, me dice buscando una confirmación.
_ Si te lo
digo, saldrás corriendo de aquí y no querrás volver, le digo mirándola con
recelo como si yo estuviera mirando a un conejo asustado. No puedo correr ese riesgo, Anastasia.
Estoy con miedo, con temor y desesperado si no la tengo en mi vida.
_ ¿Quieres que
me quede? dice tratando de confirmar lo que quiero.
_ Más de lo que
puedas imaginar. No podría soportar la idea de perderte, le digo en voz
baja. Moriría si ella se va.
Miro hacia ella
de repente con todo el miedo que corre a través de mí. Me asfixio con el temor de que surja la
posibilidad de perderla. La tomo
en mis brazos y la beso con toda mi pasión, deseo, y amor. ¡Dios
mío! ¡Creo que la amo! Ella se
sorprende por mi desesperación.
_ No me dejes, por favor, le ruego. Me dijiste en sueños que nunca me dejarías y
me rogaste que nunca te dejara yo a ti, murmuro contra sus labios
tratando de mantenerla conmigo con el temor de un niño perdido. ¡No puedo perder a Ana! ¡Me arranco mi propio corazón antes de
que cualquier separación permanente se interponga entre nosotros! ¡No puedo vivir sin mi alma!
Rolling the Deep by Adele
Mis ojos se
amplían y finalmente, muestro el sentimiento torturado que siempre me ha
consumido, especialmente en la oscuridad de la noche, cuando estoy solo. Ella me mira con cariño y amor.
_ Muéstrame,
susurra.
_ ¿Mostrarte
qué? Pido incapaz de comprender.
_ Muéstrame
cuanto puede doler, dice ella y me impacta.
_ ¿Qué? ¿Qué me
está pidiendo? Ella me dijo que lo
detesta tanto como detesto ser tocado.
_ Castígame. Quiero saber lo malo que puede llegar
a ser.
Doy un paso
lejos de ella porque no puedo creer lo que mis oídos escuchan. Seguramente mi cerebro está
desvariando. No puedo poner en
peligro mi relación con ella por una información falsa. Estoy confundido. Quiero oírlo de su boca de nuevo, para
asegurarme.
_ ¿Lo
intentarías? Pregunto incrédulo.
_ Sí. Te dije que lo haría, dice ella.
Parpadeo con
incredulidad. ¿A qué está
jugando?
_ Ana, me
confundes, es lo único que se me ocurre decir en este momento.
_ Estoy
confundida, también. Estoy
tratando de resolver esto. Así tú
y yo sabremos de una vez por todas si puedo hacer esto. Si yo puedo manejar esto, entonces tal
vez… ella dice y sus palabras se apagan. Mis
ojos se abren. Creo que ella
quiere tocarme, si tal vez ella puede soportar ser azotada, y si ella está
dispuesta a hacer esto por mí, seguro que intentaría ser tocado por ella. Pero, yo no quiero que al tocarme se
desvíe nuestra relación. Estoy un poco decepcionado. ¿Qué demonios? ¿Esta bella mujer está haciendo algo
que detesta por el solo hecho de satisfacer mis necesidades y no voy a
corresponder? ¡Claro que lo haré! Por fin con voluntad de hierro y
determinación en todo mi ser, dejo que el sentimiento se asiente en mi cuerpo. Estrecho mis ojos hacia ella, mirando
a mi novia especulativamente tratando de ponderar mis alternativas. Esto es lo que quiero y ella a cambio
quiere algo de mí.
_ Te voy a
mostrar lo malo que puede ser y puedes hacerte una idea en tu mente, le digo pausado
junto a la puerta. Hay una
sensación en mi interior que me dice que corrobore y le dé la última
oportunidad antes de entrar.
_ ¿Estás lista
para esto? Pido fervientemente, en busca de una respuesta honesta y veraz.
Ella asiente
con la cabeza, con los ojos firmes, segura de su decisión. Abro la puerta y sin soltar su
brazo, agarro el cinturón que está junto a la puerta, uno de mis instrumentos de
castigo favoritos y luego la llevo al banco rojo que está en la esquina más
alejada de la habitación.
_ Inclínate
hacia el banco, le murmuro en voz baja.
Ella se inclina
sobre el cuero suave con su bata puesta.
_ Estamos aquí
porque dijiste que sí Anastasia. Le digo esto para que entienda que fue ella la
que tomó la decisión de entrar en la sala de juegos para ser castigada, porque
sin su consentimiento nunca lo haría.
_ Y tú huiste
de mí. Te voy a azotar seis
veces, y tu vas a contar conmigo, le digo, enumerando las razones por las que
ella está aquí y recordándole lo que no debe hacer. Es por eso que le hago
contar el número de azotes que recibe para referencias futuras.
Finalmente
levanto el dobladillo de su bata de baño y acaricio suavemente su trasero,
pasando la mano por todas partes y en ambas nalgas y hacia abajo hasta la parte
superior de los muslos.
_ Estoy
haciendo esto para que te acuerdes que no debes huir de mí, y aunque es muy emocionante,
no quiero que corras de mí, le susurro. Incluso
jugando, huir de mí es simplemente devastador. En este momento estoy entrando
en mi trance, cuando voy a darles una paliza de mierda a chicas pequeñas de
pelo marrón. Voy a la mierda dura que me gusta. A los castigos. Mujeres morenas como la puta dispuestas a
recibir su castigo. Respiro profundo.
_ Además me
pusiste los ojos en blanco. Sabes lo que siento por eso, le digo con mi voz
firme de dominante. Mi personaje de Dom está de vuelta con toda su fuerza completamente
asociado a esta sala.
Levanto la
correa y aterrizo en su trasero lo más fuerte que puedo sin retener nada,
dejando que muerda sus nalgas. Ella
grita de dolor y conmoción con el primer azote y toma una enorme bocanada de
aire como si sus pulmones estuvieran completamente vacíos.
_ ¡Cuenta,
Anastasia! le ordeno. Al oír su conteo
es un reconocimiento de mi dominación sobre ella. Es un giro enorme y lo que
necesito.
_ ¡Uno! Ella me
grita como si dijera, ¡vete a la mierda Grey!
La golpeo de
nuevo y ya comienza a salir un ribete brillante en su trasero, en una línea
larga y el sonido golpea en la habitación.
_ ¡Dos! Vuelve
a gritar.
Su voz eleva mi
libido diez veces en el límite y comienza mi respiración agitada y
entrecortada. Levanto la correa y pico en su carne de nuevo.
_ ¡Tres! Ella
grita y siento sus cálidas lágrimas que brotan pero ella no está protestando y
tampoco me detiene.
La golpeo de
nuevo. Esto es lo que hago. Esto es lo que me gusta hacer.
_ ¡Cuatro!...
dice ella con voz ahogada más que enojada o deprimida. Su voz sale como estrangulada y su trasero ya
está tan rojo como la bandera china, pero todavía no ha dicho la palabra de
seguridad. Así que no me guardo nada y aterrizo el cinturón otra vez.
_ ¡Cinco!... ya
casi termino… ya tienes tu merecido
castigo madre de mierda… y por última vez suelto el cinturón con más
fuerza.
_ Seis… susurra. Y he terminado… ¡Esto es lo que te mereces puta morena de mierda por dejar que el proxeneta me
golpeara y por abandonarme! cuando dejo
caer el cinturón y salgo de mi trance, la tomo bajo mis brazos con compasión y
sin aliento. ¡Ella soportó el castigo por mí!
Pero de pronto ella lucha por soltarse y no me deja alcanzarla.
_ Suéltame... no... Dice, todavía empujando y luchando para alejarse de mí.
Monster - Lady Gaga
¡Me empuja tratando
de huir de mí! ¡Oh Dios! ¡No! ¿Qué
he hecho?
_ ¡No me
toques! Sisea con fuerza mientras se endereza y se me queda mirando. Estoy completamente desconcertado, mis
ojos muy abiertos y asustados con el conocimiento de que ella puede abrir la
puerta y huir. Ella se limpia sus lágrimas con rabia con
la parte posterior de sus manos mirándome.
_ ¿Esto es lo
que realmente te gusta? ¿Verme
así? Dice mientras se limpia la nariz con la manga de su bata de baño.
Miro con recelo
incapaz de hablar. Bueno… no me gusta verla así, pero joder eso se sintió muy
bien para mí.
_ ¡Bueno, eres
es un jodido hijo de puta!
_ Ana… la miro
conmocionado. Yo no quería
traerla aquí. Pero ella quería
que la trajera de todos modos. ¿Qué
he hecho? ¿Por qué estuve de
acuerdo, incluso después de que ella declaró que detesta ser castigada? ¿Cómo diablos me equivoqué en esta
decisión?
_ ¡No hay Ana
que valga! ¡Tienes que solucionar tu mierda Grey! Dice sus últimas palabras
completamente enojada y herida. Bueno claro, tiene razón, yo tengo que solucionar mi mierda, lo que
pasa es que la mía es esa clase de mierda que no se soluciona fácilmente. Y lo
sé porque he ido de siquiatra en siquiatra y ni siquiera el Dr. Flynn con el que he durado más tiempo ha
podido. Me doy cuenta en este momento que en realidad daño a las personas.
¡Estoy jodido hasta la médula! Lastimo a las personas que se preocupan por mí.
Le causé dolor a la única mujer que me ha gustado. Y en este punto de mierda no
pudo hacer nada para que no se aleje de mí.
Ella agarra la
manija de la puerta y en silencio la cierra detrás de ella, derrotada.
¿Qué hago? ¡No puedo vivir sin ella! ¡Es que no puedo! Soy un tipo de mierda, que no sirve
para nada, no valgo nada y sin embargo quiero su cariño, quiero su amor, la
necesito aquí conmigo. Haré lo
que sea, cualquier cosa para que se quede conmigo.
Mis manos van a
mi pelo con desconcierto, pero esta vez parece que mis dedos van agarrando y
tirando de él con fuerza desesperado. ¡Oh,
Dios mío! Yo sólo... Empiezo a híper ventilar. ¡Voy a dejar que se marche a la única mujer
que he querido! ¿Qué diablos está mal conmigo?
¡Estoy completamente
jodido! ¿Cincuenta sombras? ¡Soy la peor cosa que la maldita puta morena
parió! ¿Qué he hecho? ¿Podré redimirme? Estoy congelado en el sitio sin poder
moverme. ¿Qué hago? Esta reacción no me la esperaba. Nunca jamás
una sumisa actuó de esa manera. Y menos
cuando te decían “gracias señor” después de una merecida paliza ¿verdad Grey? ¡Ella
me odia! ¡Ella realmente me odia! ¡Por favor, Dios mío! ¡No puedo
soportarlo! ¡Escúchame! ¡Ayúdame! No valgo nada, pero necesito tu ayuda
ahora, por favor… ¡Sálvame de mi miseria! Ella es la única persona que he querido
y ahora ella me odia.
_ Por favor… se
escapa de mis labios en voz baja. Por
favor, Dios... No tengo a nadie
para pedir ayuda. ¿Qué vas a hacer hijo de puta, vas a llamar
a tu mami para que te ayude? ¡Ella nunca te ayudó en nada!
Finalmente
encuentro la fuerza para moverme desde el punto en que estoy congelado y
lentamente abro la puerta. Ella
no está en la puerta. Me voy a mi
habitación y entro en el baño principal y agarro un frasco de Advil y una
botella de loción para calmar su trasero. Entonces
voy en dirección a su habitación. Poco
a poco me dirijo a la puerta y entro en su habitación. El amanecer está sobre nosotros, pero
es como si el sol se ha puesto y no volverá a salir de nuevo para mí. Ella está acurrucada de lado en la
cama, ya que su parte trasera está herida y ella está sufriendo, con la cabeza
enterrada en la almohada y ella está llorando. Las palabras de su compañera de piso
Kate vuelven a mi, "desde que te conoció, llora todo el tiempo" Estoy
roto en mil pedazos. Ella
realmente me odia... me odia.
Puse el Advil y
la crema de árnica en la mesita de noche, y me siento en la cama detrás de
ella, lo más cerca posible, sus sollozos
son fuertes.
_ Tranquila… No
me rechaces Ana, por favor. Ella está
congelada en su sitio, rígida, completamente inflexible. Mi corazón se rompe de nuevo. ¡Yo la he dañado! No luches contra mí Ana, por favor, le
susurro. No puedo soportarlo. Suavemente, la pongo en mis brazos,
enterrando mi nariz en su cabello, besando su cuello. No puedo soportar la idea de perderla. ¡Es que no puedo!
Hard to Say I’m Sorry by Boys 2 Men
Mi alma está
adolorida y estoy perdido. Ella
comienza a llorar de nuevo en silencio. Sigo
besándola suavemente, con ternura, pero soy cauteloso porque sé que ella no me
quiere más.
Los dos nos
quedamos juntos así durante mucho tiempo. No
digo nada, estoy rogando en silencio que me perdone y que me deje de odiar. No hay
palabras para explicar lo mucho que quiero arreglar esto entre nosotros. Ella
finalmente se relaja y deja de llorar. El
amanecer ya está aquí y las luces de la mañana avanzan suavemente en el cuarto.
_ Te traje un
poco de Advil y un poco de crema de árnica, digo después de un largo rato.
Se vuelve muy
lentamente sobre mis brazos haciéndome frente. Su cabeza está apoyada en mi brazo. La
miro con cautela y espero que ella diga algo, cualquier cosa que me dé una
pista de lo que va a hacer.
Ella me mira
como si estuviera mirándome por última vez. ¡Oh,
no! Trato de no separar mi
mirada, manteniendo mis ojos en ella sin siquiera parpadear. Levanta la mano y me acaricia mi mejilla con
las puntas de sus dedos. Cierro los ojos y dejo escapar el aliento que ni
siquiera sabía que estaba sosteniendo.
_ Lo siento,
susurra. ¿Qué? ¿Por qué? ¿Va a decirme que esto no funcionará?
Abro los ojos y
la miro perplejo.
_ ¿El qué?
_ Lo que he
dicho, ella dice. Tal vez no se
irá. Tal vez podamos resolver
esto.
_ No me has
dicho nada que no supiera ya. Siento
haberte hecho daño, le digo con honestidad.
Se encoge de
hombros como respuesta.
_ Te lo he
pedido yo. Entonces me mira y traga. Dios no por favor, que no hable más.
_ No creo que
pueda ser todo lo que quieres que sea,
susurra. Mis ojos se abren de pronto y parpadeo con mucho miedo. No, no, no
quiero oír sus excusas para marcharse.
A Thousand Years by Christina Perri
Ahora, estoy a
punto de perderla. Hay un agujero
en mi pecho y no puedo taparlo. Ella
está aquí, pero a millas de distancia. Ella
se ve confundida.
_ No lo
entiendo. No soy obediente y puedes
estar seguro que jamás te dejaré hacerme eso de nuevo. Y eso es lo que
necesitas, me lo has dicho.
Cierro los ojos
y trato de pensar con la mejor parte de mi cerebro. Acabo de darme cuenta de que estoy
enamorado de ella. No quiero
obligarla a pensar que soy lo mejor para ella. ¿No me lo dijo el Dr. Flynn
recientemente? C'est cela l'amour, tout donner, tout sacrificatoire
sans espoir de retour. Ahora lo
entiendo y es demasiado tarde. El amor es darlo todo, sacrificarlo para no
volver jamás. Esta es mi peor
pesadilla. Ella nunca podrá hacerle frente a mis necesidades extremas. Ella
necesita un hombre mejor que yo. Me he estado engañando todo el tiempo. Debo
dejar de ser egoísta. Haz por una puta vez en tu vida algo bueno Grey y déjala ir. Es casi imposible cambiar mi
camino.
You Know I’m No Good by Amy Winehouse
El amor es
darlo todo sin esperar nada a cambio. Vas
a dejar mi corazón y mi alma y voy a quedarme peor de lo que yo era cuando ella
me encontró.
Sus ojos se
abren con mi respuesta. No me
quiero ir… susurra mientras las lágrimas nadan en sus ojos de nuevo. El alivio me inunda una vez más.
_ Yo no quiero
que te vayas, le susurro con voz cruda. Froto
suavemente su mejilla y quito una lágrima con el pulgar. Desde que te conozco me siento más
vivo, apenas puedo pronunciar en voz baja. Mi
pulgar traza el contorno de su labio inferior.
_ Yo también,
susurra de nuevo. Me he enamorado
de ti Christian, ella declara. Oigo estas palabras de su parte cuando está
despierta y consciente. Lo que he estado esperando y ahora estoy aterrado. ¿Ella
me ama? ¿A este pedazo de mierda
de hombre? ¡No puede! ¡Ella no debe! ¡Soy un hombre depravado y jodido! No
soy un buen hombre para ella. Mis
ojos se abren con puro miedo. ¡Esto
es muy malo! Malo para ella y
malo para mí.
_ No, respiro
como si hubiera oído lo peor declaración en el mundo. Me siento como si la vida se apagó en
mí. Tú no puedes
amarme, Ana. No... Es un error, le digo completamente
horrorizado.
_ ¿Un error? ¿Qué error? Pregunta.
_ Bueno,
mírate. No puedo hacerte feliz,
le digo con voz angustiada.
_ Pero tú me haces feliz, dice ella con el ceño
fruncido.
_ No en este
momento, no haciendo lo que quiero hacer. Y este es el quid de la situación,
porque yo estoy jodido y quiero hacerle
daño. Se ve triste y desesperada.
_ Nunca conseguiremos
superar esto ¿verdad? Susurra con voz temerosa entendiendo que somos
incompatibles. Sacudo la cabeza con tristeza. Ella
cierra los ojos, como si ella no pudiera soportar verme. ¡Yo soy un hijo de puta de mierda! ¿Por qué destruir todo lo bueno que
viene a mí?
_ Bueno... Será mejor que me vaya entonces,
murmura y hace una mueca mientras se sienta. Mira ahí tu obra Grey.
_ No, no te
vayas, le digo en completo pánico.
_ No tiene sentido que me quede. La
veo como si le cayera un peso encima. Salgo de la cama y la sigo.
_ Voy a vestirme. Me gustaría un poco de privacidad,
dice fríamente. Y me deja parado en el dormitorio.
Unbreak my heart by Toni Braxton
Voy a mi
estudio y llamo a Taylor. Él
responde a la primera llamada. Mi
voz es tensa y perturbada y por primera vez en mucho, mucho tiempo, no puedo
controlar mis emociones.
_ Taylor, le
digo. Y con esta palabra, las
campanas de alarma suben en él.
_ Ya voy, señor
y entra en quince segundos exactos. Cuando
él está en mi oficina está vestido y listo para cualquier cosa.
_ ¿Qué está
pasando señor? ¿Está bien? ¿Está bien la señorita Steele?
_ Ella me está
dejando Taylor. Quiero que la
lleves a casa, le digo, ni siquiera reconozco la desesperación de mi voz
cargada. Quiero que estés
preparado. Eso es todo, le digo
con una voz carente de emoción. Ese
es el único tipo de voz que puedo manejar.
Él sale de la
oficina.
Tengo ropa de
repuesto en mi oficina, así que me pongo mis jeans y una camiseta. Me quedo descalzo. Vuelvo a la sala de estar, a ver si
puedo intentar persuadir a Anastasia por última vez.
Suena mi
Blackberry. ¡Vete a la mierda! ¡En todo este tiempo y tiene que sonar
justo ahora! Pero veo que es Welch y le dije que se comunicara conmigo.
_ Señor tengo noticias, dice.
_ ¿Qué ha
pasado? Pregunto con impaciencia.
_ Hemos
persuadido al marido de Leila y sacamos un poco de información, muy poca de
hecho. Ella se comunicó con él y le dijo que algo trágico le sucedió, que
necesitaba su ayuda. Pero él le dijo que resolviera sola que no le importaba lo
que le pasara.
_ ¿Que ha dicho
qué? Le grito y veo a Anastasia por el
rabillo de mi ojo sobresaltarse.
_ Pues nos
podría haber dicho la puta verdad. Dame su número de teléfono necesito
llamarlo. Welch esto es una cagada monumental. Miro hacia arriba y veo a mi
chica con ojos melancólicos. ¡Encuéntrala! Termino diciendo y cuelgo.
Anastasia se
acerca al sofá y recoge su mochila ignorándome por completo. Para mi horror absoluto, ella saca su
Mac y camina de vuelta hacia la cocina,
colocándola cuidadosamente en la barra de desayuno junto con su Blackberry y la
llave de su coche. Ella se vuelve
hacia mí cuando yo la miro con mi rostro cargado de terror, completamente
estupefacto. ¿Por qué los pone
ahí? ¿Cómo voy a ser capaz de
comunicarme con ella? Mis sumisas siempre se han llevado hasta la última braga
que les he dado y ella no es mi sumisa ¡es mi novia! ¿O nunca lo fue? ¡No los quiero de
vuelta! Entonces se vuelve hacia mí y fresca como una lechuga me dice:
_ Necesito el
dinero que Taylor consiguió para mi escarabajo, dice con una voz clara y
tranquila, completamente carente de emoción, todo en piloto automático. Conozco esa voz, la acabo de usar con
Taylor.
_ Ana, yo no
quiero esas cosas, le digo con incredulidad, casi incapaz de controlar la
grieta en mi voz. Llévatelas,
insisto.
_ No Christian.
Las acepté a regañadientes y ya no las quiero.
_ Ana, sé razonable,
le regaño.
_ Yo no quiero
nada que me recuerde a ti. Sólo
necesito el dinero que Taylor consiguió por mi coche, responde con una voz
monótona.
Yo suspiro con
incredulidad. Ella está tratando
de apartarme de su vida de raíz. No quiere nada de mí, ni un recuerdo. ¡Dios
mío no lo puedo creer!
_ ¿Intentas
hacerme daño verdad? Está decidida a dejarme.
_ No, frunce el
ceño, mirándome. El amor se
encuentra todavía en sus ojos con profunda tristeza. Estoy tratando de protegerme, y esa declaración me duele más.
I Have Nothing - Whitney Houston
_ Ana quédate
con esas cosas por favor. ¿Cómo diablos voy a estar en contacto con ella?
_ Christian, yo
no quiero pelear, sólo necesito el dinero.
Estrecho mis
ojos hacia ella deseando tomarla. Ella
sólo me mira, impasible, ni siquiera parpadea y no da marcha atrás. Está en modo inflexible. No puedo obligarla.
_ ¿Te sirve un
cheque? Pregunto ácidamente.
_ Sí. Creo que podré fiarme. Ni en este
momento su boca inteligente se calla.
Estoy teniendo
el peor día de mi vida. El maldito
marido de Leila ha tenido contacto con ella, y él no ha dado la información. Ella está ahí fuera en algún lugar
dispuesta a hacerse daño y posiblemente a otros. Y mi novia, la única chica que he
querido me está dejando hoy.
Voy a mi
estudio y le hago a Anastacia el cheque por su coche. Lo meto en un sobre y
vuelvo a salir a la sala de estar. Ella no va a creer el monto, pero fue el
precio que Taylor consiguió.
_ Taylor consiguió
un buen precio. Es un clásico. Se lo puedes preguntar. Él te llevará a casa. Digo asintiendo
con la cabeza en dirección a Taylor. Ella
se da vuelta y ve que Taylor está en la puerta listo para llevarla.
_ No hace falta. Puedo irme sola a casa gracias,
responde ella. Se da la vuelta para
mirarme y yo apenas puedo contener mi furia. ¿Por
qué ella nunca me escucha? ¿Por
qué no puede aceptar un último gesto de mi parte? ¿Por qué Ana? ¿Por qué me haces esto?
_ ¿Vas a
desafiarme a cada paso? Pregunto fríamente.
_ ¿Por qué cambiar
un hábito de toda la vida? Dice tratando de disculparse.
Cierro los ojos
con frustración y paso mis manos por mi cabello completamente exasperado.
_ Por favor Ana,
deja que Taylor te lleve a casa, se lo ruego.
_ Voy por el
coche señorita Steele, Taylor anuncia con autoridad. Tal vez lo escuche a él. Ella lo ve de una manera paternal. Asiento con la cabeza a Taylor y él
sale a buscar el coche.
Ella se vuelve
hacia mí. Estamos cerca de cuatro
pies de distancia. Doy un paso
adelante para abrazarla por última vez sabiendo que yo no seré capaz de dejarla
ir, y ella retrocede automáticamente. Siento como si ella tomó mi corazón y lo
estrelló contra el suelo. Me
detengo. Ella está huyendo de mí,
y estoy totalmente angustiado. ¡Oh
Dios! Ella no me quiere. Eso
duele más. La herí profundamente
y ella ni siquiera quiere mi proximidad. El
dolor es inmenso. Mucho, mucho dolor. Mis ojos arden de deseo y desesperación. ¡Sólo quiero correr hacia ella y
abrazarla y nunca dejarla ir! ¡No me dejes
Ana, por favor!
Run to You by Whitney Houston
_ Yo no quiero
que te vayas, murmuro con una última súplica. ¡Por
favor, bebé! No te vayas. Estoy lo
suficientemente cerca como para tocarla, sin embargo, no puedo hacerlo, porque
ella levantó muros entre nosotros.
_ No puedo
quedarme. Yo sé lo que quiero y
tú no puedes dármelo, y yo no puedo darte lo que necesitas, dice ella con voz
desesperada.
Doy otro paso
adelante, pero ella levanta su mano para detenerme.
_ No lo hagas,
por favor. Verla retroceder de mí me desespera aun más. Ella ni siquiera puede tolerar mi
toque. No puedo seguir con esto,
finaliza.
Ella agarra su
maleta y la mochila, y va de cabeza al vestíbulo. La sigo, pero mantengo una distancia
prudente. Presiono el botón del
ascensor y las puertas se abren. Ella
sube directo.
_ Adiós,
Christian, murmura.
_ Ana, adiós,
le digo en voz baja. Sólo soy un
hombre miserable, con un dolor agonizante en este momento. No sabía que se podía sentir tanto dolor y
aún estar vivo. Estamos completamente destrozados, lo veo en su mirada cuando
las puertas del ascensor de cierran y Ana desaparece fuera de mi vista y fuera
de mi vida. Mi alma se ha marchado con Ana, aunque sé que nunca tuve
una.
Take My Love With You - Bonnie Raitt
La única mujer
que he amado me ha dejado... Me siento
asfixiado. Siento como su alguien apagó la luz del sol y se la llevó lejos. Mis
rodillas están temblando y es como si flaquearan por llevar un gran peso
encima, el mundo sobre mis hombros. Y por primera vez en mi vida, entierro mis
manos en mi cabeza y creo que voy a llorar. ¡No, no! ¡Yo no lloro jamás!
¡Esto es
totalmente mi culpa! ¡Tú y las malditas
ganas de superar tu mierda Grey! Soy un hijo de puta pervertido. ¿Cómo
coño no he podido sacar estar mierda fuera de mí y no manchar a nadie más?
Me levanto del
suelo con una resolución, las lágrimas aún ruedan por voluntad propia. Me tropiezo con la Señora Jones que
está a punto de irse, pero la ignoro. Apenas puedo ver donde estoy caminando,
mis ojos y mi mente están completamente nublados.
Entro en la
habitación y voy directamente al baño todavía sollozando. Me quito la franela y los vaqueros. Abro
el agua caliente y camino hacia la ducha. Agarro
una esponja en el camino y formo espuma con gel de baño y empiezo fregar y
lavar la suciedad que el proxeneta y la puta morena dejaron en mí, y que se
quedó atascada, viviendo conmigo todos estos años. Me froto fuerte, trato de arrancar las
marcas de cigarrillos, en todos los lugares que no he permitido que Anastasia
me toque. Me doy asco a mí mismo. ¡Me
odio! Sigo frotando y frotando cada vez más fuerte. Mi pecho está rojo y luego
lavo mis brazos y mis manos. Estas son las manos que le hicieron daño a
Anastasia, continúo cada vez más fuerte. Necesito sacar la mierda que hay en
mí. No me detengo. No me puedo frotar la
espalda, pero tengo un cepillo con mango largo. ¿Dónde está? Salgo de la ducha
goteando y golpeo el maldito gabinete para buscarlo. ¡Ahí está! Le pongo un
chorro de gel y froto mi espalda una y otra vez, una y otra vez, hasta que
duele.
El dolor es
bueno. Estoy familiarizado con
él. Todavía no entiendo, como pasamos de
casi hacer el amor sobre el piano a terminar de está manera tan espantosa. La comprensión de que Ana me ha dejado choca
contra mí otra vez, haciéndome temblar las rodillas una vez más y me desplomo
en la ducha de espaldas a la pared,
doblo mis rodillas contra mi pecho y dejo que el dolor me consuma junto
con mi miseria, como un avión fuera de control.
No veo nada, no
se me ocurre nada, y no puedo reunir un pensamiento coherente a excepción de que
Anastasia me ha dejado.
Zombie by the Cranberries
_ ¿Señor Grey?
Esta vez la voz femenina está más cerca.
_ ¡Oh señor por
favor! Ahora la voz está ansiosa,
preocupada y asustada. Sin duda,
no es por mí...
_ ¡Taylor! La voz es fuerte ahora.
_ ¡Jason
Taylor! ¡Trae tu culo aquí! El
lenguaje que utiliza está mujer… ¿Quién es?
Oigo pasos. Pisada rápidas cada vez más fuertes y
finalmente se detienen ante la entrada de mi cuarto de baño. Alguien entra en la
ducha. ¿Qué es esto? ¿Quién es este que entra a mi ducha sin invitación? ¡Qué
grosería!
_ ¡Señor! ¡Señor! Grita. Señor, ¿me oyes?
Cierra el grifo
y me doy cuenta que está en un traje oscuro empapado.
_ Gail, pásame un
par de toallas por favor, ladra una
orden eficiente como un soldado.
De repente
estoy siendo levantado sobre mis pies y una gran toalla esponjosa está envuelta
alrededor de mi cintura y otra sobre mi torso.
_ Ve a mi
oficina, en mi botiquín de primeros auxilios, ladra otra orden aguda. Luego responde a una pregunta que no
pude oír.
_ Están
etiquetados. Primeros auxilios
para quemaduras.
Oigo pasos que
corren alejándose.
_ Señor, lo voy
a sentar en la cama ahora, me habla suavemente como si estuviera hablando con
un niño pequeño. Asiento con la
cabeza. Él me lleva a mi cama y
hay una caja en mi almohada. Jason
está a punto de quitarla, pero se detiene.
_ Esto es de la
señorita Steele, dice en voz baja. Todos
mis pensamientos vuelven a mí corriendo con todas sus fuerzas.
_ ¡Es mía! Digo
quitando sus manos fuera de la caja. Como si él fuera a profanar un objeto
sagrado.
Abrazo la caja
y los ojos de Taylor se ven con una expresión nunca ante vista. ¿Será
compasión? Cuando por fin puedo poner la caja sobre la cama, veo en la parte superior de la misma, un papel
desgarrado.
Esto me recordó
un momento feliz.
Gracias.
Ana
Miro la caja
por un largo tiempo. Oigo un
ruido extraño. Un sonido ahogado. Miro hacia arriba y Taylor y la Sra.
Jones están mirándose el uno al otro con expresiones preocupadas reflejo uno
del otro. ¿Quién diablos está
haciendo ese sonido? Cuando abro
la caja que contiene un kit de un planeador para un Blahnik L23, me doy cuenta
de que soy yo el que está haciendo el sonido ahogado.
Taylor se
tambalea incómodo. Él asiente con
la cabeza a la señora Jones y ella sale de la habitación con una mirada de
preocupación en su rostro.
_ ¿Señor Grey?
Taylor pregunta
_ Hmm... Es
todo lo que puedo decir para responder.
_ Tengo que darle
primeros auxilios señor, dice sin vacilar.
_ ¿Para qué?
_ Su piel está
enrojecida señor, casi quemada. Debo curarlo.
_ Lo haré yo
mismo Taylor, digo finalmente al encontrar mi centro, ordenándome, con tono
firme. Me parece oír a Taylor escapar
un suspiro de alivio. Si yo no
puedo dejar que Anastasia me toque, menos puedo dejar que lo haga Taylor. Al
final no lo tengo tan peor que el trasero de ella de todos modos.
_ ¿Va a estar
bien señor? Taylor pregunta vacilante.
No, lo creo. Yo nunca voy a estar bien sin
Anastasia.
_ ¿Cómo se
estaba la señorita Steele? Le pregunto.
_ Señor...
vacila. Ella estaba... no muy bien, señor, dice lentamente. Lo miro para que me diga más. Él fue la última persona que tuvo
contacto con la única mujer que he amado. ¡Quiero
escucharlo todo, no importa cuan doloroso sea!
Duda.
_ Taylor,
quiero que me digas, ¿Cómo estaba
ella? ¿Cómo se veía ella? ¿Te dijo algo?
Taylor me mira
como si él va a traicionar la confianza de Anastasia. Se queda tranquilo.
_ ¿Taylor? Le
pregunto bruscamente.
_ Ella estaba
devastada, señor. Lloró y lloró
todo el camino a casa. Se puso en el
asiento en posición fetal y sollozó muy duro. Sus palabras son como si apuñalara una
herida fresca.
_ ¿Subiste con
ella hasta su casa?
_ Ella no quiso
ningún tipo de ayuda, señor... Ella
sólo... hizo una pausa mirando a otro lado, ella sólo se alejó por su cuenta
poco a poco.
_ Gracias
Taylor, murmuro. Estaré en casa
todo el día de hoy. Tengo este
modelo de planeador para construir que Anastasia compró para mí. Por lo tanto, no vamos a la cena de
esta noche. Has que la señora
Jones arregle un almuerzo ligero, por favor.
_ ¡Sí, señor!
Dice con un poco de entusiasmo. Taylor
sale de la habitación. Tomo la crema que trajo la señora Jones y la froto en mi
pecho, me visto de negro para enfatizar mi propia miseria.
Tomando mi caja
de planeador Blahnik L23 en mi brazo, entro en la sala de estar. La señora Jones está ocupada preparando
un sándwich.
_ ¿Qué le
gustaría beber señor?
_ Vino, por
favor, le digo.
Suena mi
Blackberry en el desayunador. Corro
para responderlo esperanzado de que fuera Anastasia y la señora Jones me mira
esperanzada también.
_ Ana… digo sin
ni siquiera mirar la pantalla del celular.
_ ¡Hola
Christian! Es Elena...
_ ¿Qué coño
quieres? Respondo con mi tono en fragmentos de hielo.
_ ¿Te llamé en
un mal momento? Pregunta.
_ ¡En el peor! Eres la última persona con la que quiero
hablar en este momento Elena, le gruño.
_ Christian, ¿te
he ofendido de alguna manera? Ella pregunta en voz baja.
_ ¡Si quieres
saberlo! ¡Mi novia Anastasia me
dejó!
_ Pero, ¿por
qué? Pensé que se estaban
llevando todo tan bien... dice.
_ ¿Por qué? ¡Porque, yo soy uno jodido hijo de
puta! ¡Por eso! Te lo dije, ella es un ángel, y yo soy
el engendro del diablo. ¡Yo
destruyo todas las cosas buenas! Hice como me dijiste Elena. Le mostré lo que
me gusta y ella no lo soportó. No tengo necesidad de decirle lo que hice, ella
ya lo sabe.
_ ¡Christian,
no seas tan duro contigo mismo! No
era una gran sumisa de todos modos. Yo
sabía que no podía manejar nuestro estilo de vida. Intenté advertirte de eso. Mira ahora
como estás. Te he dicho que el
amor es una emoción inútil, y te descontrola todo querido... dice, y te lleva a
la mierda, finaliza.
_ ¡Cierra la
puta boca Elena! Si necesito una
opinión, no será la tuya. Ya te
lo he dicho mi novia me dejó, y me aconsejaste volcar su culo. Bueno, ¿adivina qué? Tu deseo ha sido concedido. Mi culo es el que ha
sido objeto de una soberana patada y nunca he estado tan miserable en toda mi
vida. Se llevó la luz de mi vida. Se
llevó mi alma… ¡Estoy cayendo en un abismo! ¿Tienes
alguna idea sobre el tormento que estoy pasando en este momento? ¡Por supuesto que no! Nunca has amado a nadie. Y ahora tienes la osadía de decirme
que en buena hora se ha ido.
_ Christian,
pero...
_ No, hay peros
Elena. ¡Ya he terminado con esa
mierda! ¡Tengo que ordenar mi
propia mierda! Ella es todo para mí. ¿Cómo puedo vivir sin ella?
_ ¡Lo siento
Christian! ¡No puedo soportar
verte de esa manera!
_ ¡Guarda tu
lamento para otra persona! Me
tengo que ir. Mi novia me regaló
un modelo de planeador y tengo que armarlo. ¡No
me llames hasta que te llame! Cuelgo.
La señora Jones
está congelada en el sitio por un momento, pero ella trae el plato de comida a
la barra de desayuno y un vaso de vino, y en silencio se aleja.
Tengo un
planeador que construir hoy. Y,
mañana, ya sea que tengo que encontrar una manera de distanciarme completamente
de Anastasia... o... pero no
puedo llevar el resto de ese pensamiento. ¿Cómo
puedo pensar en ella con otra persona, tocándola, haciendo el amor con ella?
When You’re Gone by The Cranberries
El Final
8 comments:
Gracias por el nuevo capitulo.
ES EL CAPITULO MÁS TRISTE DE LA NOVELA. CADA QUE LO LEO, YA SEA EN EL LIBRO ORIGINAL O EN ALGUN FANFICT MI CORAZÓN SUFRE SIEMPRE LO MISMO, ES ALGO TAAAAN TRISTE.
EXCELENTE TRABAJO.
ESPERO CON ANSIAS LA CONTINUACIÓN DEL 2o. LIBRO.
GRACIAS POR ESTE TRABAJO TAN MAGNIFICO.
De los 3 libros es el capitulo mas deprimente, es triste que llegaran a esa situacion, pero hacia falta para que cristian se diera cuenta de los verdaderos sentimientos por ana,es lo que mucha gente no entiende que dicen que el es una abusador de mujeres y hasta cierto punto es así pero el cambia el no lo vuelve a hacer un verdadero mal-tratador no cambia nunca es mas les deja la cara marcada y hasta llegan a matar a su mujer, cristian no es así, gracias por terminar el 1 libro patricia excelente trabajo te admiro y te respeto por lo que haces gracias Emine un beso y espero que pronto sigas con el 2 libro de nuevo gracias.
cuando lei por primera vez este capitulo quede pasmada, es tan revelador poder saber de algun modo cuales fueron los sentimientos de cristian durante la separación y de como le escupe a elena sus sentimientos por anastasia, es muy triste, gracias por realizar esta estupenda versión y gracias tambien por traducir al español, la traducción no le hace justicia.
los capitulos son super bueno, el ultimo del 1 libro super bueno y triste me hizo llorar iguel que el libro gracias sigue dando los el pensamiento de grey saludo
gracias!!!!! me encanta leer a christian, y ver cuanto tiene que luchar con sus experiencias negativas..... pero al final el amor logra que el salga de ese oscurantismo gracias a la autora y a la traductora son un encanto-
Llore con este capitulo es muy triste y me encanta la forma en que se da cuenta que la ama oh por Dios este hombre con todo su pasado oscuro es perfecto lo amo definitivamente
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