CAPITULO XIX
¡Oh que buen enredo hemos tejido!
Traducido y editado por: Patricia Pinto
Ella se me queda viendo. Mia rompe nuestra mirada con una
pregunta.
_ ¿Dónde conociste a Ana?
_ Ella me hizo una
entrevista para la revista de estudiantes de la WSU , respondo.
_ La que edita es Kate, añade
Anastasia. Mia mira a Kate que
está sentada frente a Elliot y la conversación va en dirección a la revista
estudiantil.
_ ¿Más vino Ana?, pregunta
mi padre.
_ Sí, por favor, ella
responde sonriendo. Mi papá llena
el resto de las copas. Anastasia
voltea hacia mí, mientras me dispongo a mirarla, con la cabeza inclinada hacia
un lado. Todavía estoy irritado con la revelación anterior.
_ ¿Qué? Lo pregunto.
_ Por favor, no te enojes
conmigo, susurra.
_ No estoy enojado contigo,
le digo, pero eso no es cierto. Estoy
más loco. Ella lo sabe y me mira
fijamente. Ella me lee bien. Suspiro.
_ Sí, estoy enojado
contigo. Cierro los ojos un momento para calmar mi enojo.
_ ¿Enojado con la palma
inquieta? Me pregunta nerviosamente con voz susurrante.
_ ¿Qué están murmurando?
Kate la trituradora de bolas pregunta, metiendo su pequeña nariz en donde no
debe. Anastasia y yo la miramos al mismo
tiempo para hacerle saber que está
interrumpiéndonos.
_ Sólo sobre mi viaje a
Georgia, Anastasia responde dulcemente tratando de difundir la tensión que hay
entre nosotros. Kate sonríe y
algo perverso cruza por su mente. Me
pregunto lo que la pequeña bruja estará pensando.
_ ¿Cómo estaba José cuando
fuiste con él al bar el viernes?
¿Qué carajo? ¿Salió con el fotógrafo cuando está
saliendo conmigo? ¿Está con los
dos? Yo no salgo con nadie más,
¿por qué está saliendo con el fotógrafo cuando sabe cómo me siento al respecto? Sabiendo lo celoso que estoy por ese
hijo de puta... ¿Cómo puede
hacerme eso a mí? ¿Cuánto más
puedo manejar esta noche? ¿Va a
darme un ataque al corazón y me enviarán a la tumba antes de tiempo? ¡Estoy más que loco y con la palma
inquieta! Pensar que tengo que enterarme
de este pedacito de información por la
trituradora de bolas y no por Anastasia ¡Vete
a la mierda! Mi ira está como una
olla de presión a punto de sonar. ¡Voy
a explotar si no dejo salir un poco de vapor!
_ Estaba bien, murmura
Anastasia y confirma mis sospechas. ¡Ella se fue con él!
_ Enojado y con la palma de
la mano inquieta, le susurro acercándome a ella y como un volcán apenas
conteniendo mis emociones. Sobre
todo ahora, le digo en un tono tranquilo y mortal. Ella se retuerce en su asiento.
Mi madre vuelve a aparecer
con los platos y con Gretchen detrás de ella con las bandejas. El teléfono suena y mi padre se excusa
para contestarlo. Mi madre le dice a Gretchen que deje la bandeja en la
consola. Mientras tanto veo a Anastasia
con ojos inquisitivos y celosos. Entonces
ella frunce el ceño y finalmente, se ve sus manos en su regazo. Mi padre vuelve de nuevo a la sala del
comedor.
_ La llamada era para ti
querida, es del hospital, le dice
a mi mamá.
_ Por favor, comiencen
todos, mi madre nos invita y sonríe mientras sale de la habitación. Anastasia frunce el ceño, pero ella debe
tener apetito causado por las actividades sexuales de esta tarde en mi cuarto
de juegos.
Mi madre vuelve unos
minutos después y mi padre le pregunta si todo está bien a lo que mi madre
responde con suspiros, otro caso de sarampión.
_ Oh no, es la respuesta de
mi padre.
_ Sí, un niño. El cuarto caso en este mes. Si la gente sólo consiguieran vacunar a
sus hijos, dice sacudiendo la cabeza con tristeza, y agrega: Estoy muy contenta
de que nuestros hijos nunca pasaron por eso. Nunca
cogieron nada peor que la varicela, gracias a Dios. Pobre Elliot, dice mientras se sienta
sonriente a mi hermano. Christian
y Mia fueron afortunados. Les dio
muy suavemente, la compartieron entre ellos, a lo que Mia se ríe, y yo pongo
los ojos. Elliot cambia el tema para
uno actual.
_ Entonces, ¿Viste el juego
de los Marineros papá? le pregunta y el tema se cambia. Echo un vistazo a Anastasia y ella
está comiendo muy bien. Elliot, mi padre y yo, cambiamos de tema al baloncesto. Nos gusta hablar de los deportes y los
acontecimientos actuales.
_ ¿Cómo te estás asentando
en tu nuevo apartamento querida? Pregunta mi madre a Anastasia cortésmente sacándola
de sus pensamientos. Ella habla
de su mudanza y de cómo ella y Kate están agradecidas de que Elliot las ayudara. En ese momento, Gretchen entra en el
comedor y limpia la mesa. Ella me
cepilla mientras pasa por mi espalda y me doy cuenta de que Anastasia
entrecierra sus ojos automáticamente. Mientras
tanto Kate y Mia están hablando sobre París.
_ ¿Has estado en París,
Ana? Mia le pregunta.
_ No, pero me encantaría
ir, ella responde.
_ Fuimos de luna de miel a
París, dice mi madre sonriendo con cariño a mi padre, que sonríe a su vez. Se ven tan enamorados el uno del otro
todavía.
_ Es una ciudad hermosa, dice y Mia está de acuerdo con ellos, y añade, a pesar de los parisinos. Christian debes llevar a Ana a París, dice Mía con firmeza...
_ Es una ciudad hermosa, dice y Mia está de acuerdo con ellos, y añade, a pesar de los parisinos. Christian debes llevar a Ana a París, dice Mía con firmeza...
La Vie en rose by Louis Armstrong
_ Creo que Anastasia
preferiría Londres, respondo en voz baja a su comentario. Recuerdo que me dijo lo mucho que
quería conocer de dónde vienen sus autores favoritos. Se me hace difícil no tocar esta
belleza a mi lado y luego me sale este abrumador deseo de tocarla y amarla. Especialmente
cuando sé muy bien que ella no tiene nada debajo de ese vestido. Pongo mi mano en su muslo. Todo su cuerpo se tensa en respuesta. Ella voltea y se mueve en su silla y
ella trata de alejarse de mí. Yo
no quiero que se me niegue. ¿Es
por el fotógrafo? ¿Ella lo desea
en mi lugar? ¿Es por eso que ha
salido con él? Mi mano toma
medidas drásticas contra su muslo. Ella
está desconcertada, toma su vino desesperada. Yo
quiero lo que es mío, donde quiera que esté. ¡Ella
es mía!
Gretchen llega con el plato
principal, Wellington de carne. Nos
sirven y cuando ella está sirviendo mi plato, Anastasia le da una mirada
venenosa. Miro a Anastasia con curiosidad
sin entender su reacción a la ayuda. Si
le gusto, y se pone celosa de mí, ¿por qué me niega lo que es mío?
_ ¿Así que qué estaba mal
con los parisinos? Pregunta Elliot. ¿No cayeron bajo tus encantos?
_ Ugh, no, no lo hicieron
dice Mia. Me pregunto ¿por qué? ¿Podría ser su naturaleza enérgica, o porque
ella no es discreta con la boca?
Y el señor Floubert, el ogro con el que estaba trabajando, era un tirano dominante
dice, a lo que Anastasia responde escupiendo su vino. Ella posiblemente está pensando en mí,
pero yo no quiero que ella se ahogue.
_ Anastasia, ¿estás bien?
Le pregunto solícito, sacando mi mano de su muslo por el momento. En realidad
es muy divertido verla responder así a los comentarios de Mia. Yo estoy en su mente, entonces. Ella asiente con la cabeza, y le
acaricio suavemente la espalda hasta que veo que ella se recupera. Viendo comer a Anastasia con muchas ganas,
me complace enormemente. Nunca la había visto comer tan bien. Me alegra que no se esté muriendo
de hambre.
Elliot se burla de mí por como
veo a Anastasia comer, y yo le respondo con una broma, no me puede sacar de mi
buen humor ver a mi mujer comer con
ganas. A continuación, se sirve
el postre. Mia empieza a hablar
de sus hazañas en París. Luego empieza a hablar de lo hermoso que es París.
Paris est del fière de son histoire,
París est merveilleuse a la tombée du jour. Grâce
aux Nombreux adjectifs épicènes, souvent bien, en n'a pas à poser sí la
pregunta: Paris est agréable la nuit, insoportable en été, Magifique à l'aube. "
Todo el mundo se vuelve
hacia ella y la miran sin entender.
Ella está hablando en francés y
ni siquiera se ha dado cuenta. Ella
nos dice que París se enorgullece de su historia y que se ve maravilloso en el
atardecer, es agradable por la noche, insoportable en verano, y magnífico en la
madrugada. Por supuesto, nadie en
la mesa, además de ella y yo entiende lo
que acaba de decir. Somos los únicos
en la familia que hablamos francés.
_ ¿quoi? Ella pregunta, confusa,
después de ver mi sonrisa. Sonrío
más amplio y respondo a su pregunta de ¿qué?
_ Rien..., le digo, nada sin poder
contenerme y empezar a reír con fuerza.
_ ¿Qu'est-ce qui
fait rire te Christian?, dice ella, preguntándome por qué me estoy riendo,
completamente confundida. Me río
con más fuerza, mientras que todos en la mesa nos están mirando.
_ ¿Pourquoi tout le monde me
regarde?, dice ella preguntando por qué todo el mundo está
mirando. Me río aún más fuerte cuando todavía ni siquiera se da cuenta de que hemos estado conversando
en francés. Ella me mira
completamente perpleja.
_ Ils te
regardent, le digo, tratando de
decirle que nos miran, mientras trato de contener mi diversión, eh bien... que parce tu
parles en français... parlons Nous Francais... en ce momento même. Yo le respondo entre ataques de risa. No me había reído así de duro en mucho
tiempo. Porque, le digo, estás
hablando en francés, en realidad los dos estamos hablando en este momento. Ella
se sonroja y luego se echa a reír con el resto de nosotros.
_ Oh, lo siento. ¡Ni siquiera me di cuenta de que yo
estaba haciendo eso! Responde.
Elliot habla de su proyecto
de construcción más reciente, una nueva comunidad ecológica en el norte de
Seattle. Su novia Kate se ve
completamente enamorada de él, ella lo mira con los ojos brillantes con una
mezcla de amor y lujuria por él. Al
menos no aplastará sus bolas... no
en el mal sentido de la palabra. Él
se da vuelta y sonríe a Kate y un intercambio sin palabras apasionado pasa a
través de ellos. Me doy cuenta de
que Anastasia baja la cabeza en vergüenza. Ella
suspira y voltea hacia mí. ¡Maldita
sea! Ella aprieta las piernas y
su tobillo golpea el mío mientras que
ella está tratando de reprimir su creciente pasión. Luego, se lleva ese labio inferior
entre los dientes.
La miro y levanto la mano
para tirar de la barbilla.
_ No te muerdas el labio, murmuro con voz ronca. Yo quiero hacer eso.
When I Need You by Julio Iglesias
Mi madre y mi hermana se
llevan nuestras copas de postre y hacen su camino a la cocina mientras mi
padre, Katherine y Elliot discuten los méritos de los paneles solares en el
Estado de Washington. Participo
en la conversación mientras que pongo mi mano de nuevo sobre la rodilla de
Anastasia. Mis dedos comienzan a
viajar por su muslo. Esto es lo que
sucede cuando llevas tu culo desnudo a mi lado, es una invitación para mí, para
tomar lo que es mío. El aliento de Anastasia está contenido y ella aprieta
sus muslos para detener mi mano que viaja hasta mi lugar preferido. Oh, cariño, esta es la segunda vez que
me lo niegas en el transcurso de la cena. Estoy
rebosante de deseo sexual, enojado y celoso por culpa del fotógrafo. Mi energía sexual reprimida ya me está
frustrando. ¡Ella no puede negarme lo
que ya es mío! Le doy una
sonrisa. Esto no va a ayudar a
calmarme y ahora estoy con la palma inquieta más que antes. Estoy dividido
entre emociones extrañas.
Por un lado, nadie se me ha
negado antes ¡Nunca! Esta es la primera vez que una mujer
cierra las piernas para mí. Es a
la vez muy caliente y va más allá de la frustración. Ella acaba de torturarme mordiéndose
el labio... No puedo soportarlo. ¡Tengo que tocarla! Ella tiene que saber que sus terrenos
sagrados son míos. Su lenguaje
corporal dice que me quiere. ¿Entonces
por qué ella no cede? Tengo
que sacarla de aquí castigarla, follarla y calmar el monstruo interior que hay
en mí.
_ ¿Quieres que te dé paseo por los jardines? Le pregunto
abiertamente, para que otros no nos persigan. Sabiendo
que ella me puede decir NO otra vez, doy un paso delante de ella. Extiendo mi mano y ella la recibe y pone su
mano pequeña y me aprieta. Tan
pronto como nos tocamos se establece nuestra conexión y siento esa atracción
exigente con ella de nuevo. Nuestras
miradas se bloquean y no hay deseo más inmenso que el que sentimos en este
momento.
Anastasia se da la vuelta,
dice, con permiso a mi papá y me sigue fuera de la habitación del comedor.
La llevo por el pasillo
hasta la cocina, donde Mia y mi madre están cargando el lavavajillas.
_ Voy a mostrarle a
Anastasia el patio trasero, le digo a mi madre inocentemente, como si yo voy a
conocer con ella la propiedad. Esto
es algo que un novio que está llevando a su novia a casa de sus padres por
primera vez hace. Es un acto
inocente.
Salimos al patio de lajas
grises iluminado por las luces empotradas. Hay
arbustos en macetas de piedra y una pequeña mesa con sillas de metal elegantemente
situada en una esquina. Vamos pasando el vasto césped que conduce a la bahía. La ciudad de Seattle está en el
horizonte en un abrir y cerrar de luces brillantes. Dos barcos están amarrados en el
embarcadero y la luna de plata está en el fondo sobre el agua. Normalmente me quedaría
a prestar atención a este escenario, pero mi mente está muy lejos de los
alrededores. Estoy más ocupado
con lo que quiero hacer con la señorita Steele.
Estoy casi arrastrando a
Anastasia detrás de mí y sus tacones altos están hundiéndose en la suave
hierba. Se le está haciendo difícil
seguirme.
_ Detente por favor, me
ruega cuando se tropieza. Me
detengo por sus súplicas. La miro
fijamente. Tengo mi cara pasiva yo no quiero detenerme. En este momento le quiero follar sus
siete tonos de domingo después que le dé una buena dosis de nalgadas.
_ Mis tacones. Tengo que quitarme los zapatos, dice
ella.
_ No te molestes, le digo y
me agacho y la levanto por encima del hombro. Ella
chilla en alta voz sorprendida y le doy una nalgada muy dura en su culito.
_ Baja la voz, gruño. En este momento estoy más allá de
enfadado con ella y yo estoy en el justo momento de darle su castigo.
_ ¿A dónde vamos? Ella
respira.
_ Al embarcadero, rompo una respuesta.
_ ¿Por qué? Ella pregunta.
_ Necesito estar a solas
contigo, le respondo.
_ ¿Para qué? La pregunta es
como medio tonta.
_ Porque yo voy a darte
unas nalgadas y luego follarte.
_ ¿Por qué? Ella gime
suavemente.
_ Sabes por qué, siseo. ¿No se ha dado cuenta? Ahora me vas a explicar por qué saliste a
solas con el fotógrafo, por qué planeas un viaje sin consultarme y por qué me niegas lo que es mío.
_ Pensé que eras un tipo de
en-el-momento. Suplica a través de su aliento.
_ Anastasia, estoy en el
momento, créeme.
Nena, te he estado
esperando toda la noche para este momento, pero el tiempo sigue para su
castigo.
Entro a través de la puerta
de madera de la casa de botes y me volteo para encender las luces. Son fluorescentes y zumban. La puesta en marcha de un motor está
flotando suavemente en la oscuridad del agua. Pero
no me detengo. Tomo las escaleras
de madera hasta el segundo piso.
Me detengo en la puerta
para encender las luces de halógeno en la segunda planta, que son más suaves
para los ojos. La habitación está
decorada con un tema náutico de Nueva Inglaterra. Ahora, si me preguntan, me importa un
carajo la decoración de este lugar, o que alberga mis trofeos. ¡Nop! Tengo dos objetivos en mente, los
cuales involucran a la mujer que llevo en mi hombro como un neandertal habría
hecho hace miles de años. No hay muchos
muebles aquí, pero hay un sofá que servirá para follarla como debe ser, diablos
ni siquiera necesito un sofá para hacer eso.
Pongo a Anastasia de pie en
el piso de madera. Tan pronto
como sus pies tocan el suelo, sus ojos están sobre mí, llevándome en su
cautiverio. Ella está hipnotizada,
como yo estoy con su mirada... Ella
es fascinante. Ella me mira como
una presa vigilaría su depredador. Mi
respiración es dura por el esfuerzo, así como por la ira. Mis ojos están ardiendo de necesidad y
lujuria pura no adulterada, todo por
esta mujer.
_ Por favor no me pegues, ella
susurra suplicante, tomándome completamente por sorpresa. Se supone que es mi sumisa. Pero aquí está negociando su castigo
conmigo, pidiéndome que no le dé sus nalgadas. Me salen arrugas en la frente, mis
ojos se abren y parpadeo con su súplica inesperada.
_ Yo no quiero que me
azotes, no aquí, no ahora. Por
favor no, ella aboga un poco más.
Estoy totalmente
sorprendido y conmocionado con su reacción. Quiero
pegarle y follarla después, pero ella tira de las cuerdas de mi corazón y me
siento incapaz de hacer lo que me propuse hacer. Es como si ella rocía el fuego de mi
ira con su extintor y me desarma por completo.
Su mano se extiende
tentativamente y sus dedos suavemente tocan mi mejilla, a lo largo del borde de
la patilla, a la barba en el mentón. Su
toque hace algo en mí, que me calma y cierro los ojos por un momento. Mi respiración es inestable. Siento el anhelo de nuevo dentro de
mí. Nada menos que tenerla calmaría
mi necesidad. Debajo de toda esta
rabia, también hay miedo. Tan
pronto como mis ojos están cerrados, inclino mi cara en su mano. Anhelo su contacto. Nada es suficiente con ella. Mi respiración se engancha en la
garganta y algo dentro me duele dolorosamente. Como si su mano está alcanzando mi
corazón y apretándolo. ¡Yo la
quiero a pesar del dolor! Siento
su otra mano subir y llegar a mi cabello, suavemente con mimos. Acariciándome como un amante. Doy un gemido involuntario apenas
audible y poco a poco abro los ojos con cautela, mirando completamente a esta mujer que
me está amando con sus manos.
Da un paso adelante y su
cuerpo queda completamente pegado con el mío. Saca
sus dedos suavemente de mi pelo y atrae mi boca a la suya y me basa. Ella me obliga
a abrir mis labios al entrar su lengua y me quejo más fuerte. Yo quiero esto. La
abrazo con fuerza, tirando de ella tan cerca de mí como sea posible, ni
siquiera una molécula de aire puede pasar entre nosotros. Mis manos encuentran
su camino en su pelo. La beso de
nuevo, duro y posesivo. Ella es
mía. Quiero reclamar lo que es
mío. Nuestras lenguas se tuercen
y bailan un tango entre sí, devorando, consumiendo, amorosas y chupándose. Ella es mi alimento para el alma. No puedo vivir sin ella. Necesito una experiencia de afirmación
de vida con ella. Necesito saber que es mía.
Entonces de pronto recupero
los sentidos, necesito resistirme a su embrujo. Doy un paso atrás confundido y
fuera de control. Sus manos caen a mis brazos y yo estoy deslumbrado con una incredulidad
mezclada de deseo, necesidad y emociones sin nombre.
_ ¿Qué me estás haciendo?
Le susurro. Me desarma por
completo, me deja indefenso. Me hace sentir impotente. Deja mi vida fuera de control y tengo
esta maldita sensación de que se está desgarrando mi corazón oscuro cada vez
que pienso que puede irse. Estoy
más que confuso.
_ Besarte, ella simplemente
responde.
_ Me dijiste que no, le
digo incrédulo.
_ ¿Qué? responde confundida. Ella no sabe que me ha dicho 'no'
_ En la mesa cuando cerraste
las piernas, aclaro.
_ Pero Christian, ella
replica, estábamos en la mesa del comedor de tus padres, ella me mira
desconcertada. Es inapropiado, se
limita a decir. Sólo tengo
asombro en los ojos, con el aumento de lujuria ahora.
_ Nadie ha dicho nunca que
no y eso… me excita. Una sumisa nunca lo habría hecho. De hecho, si yo hubiese querido coger a
una sumisa mientras mis padres estaban cenando, la habría simplemente puesto
sobre la mesa y ella obedientemente abriría las piernas para mí. Eso es lo que hace una sumisa. Sí, y aquí está ella negándose y por
Dios, esta es la cosa más caliente que jamás me hayan hecho. Y su negación aunque es exasperante,
también es así, calientísima. Estoy
lleno de admiración y lujuria por ella. Mi
mano se mueve hacia abajo a su trasero. Yo
le acerco fuertemente contra mí y puede sentir mi erección completa.
_ ¿Estás loco y encendido
porque he dicho que no? Respira, sorprendida.
_ Estoy enojado porque
nunca mencionaste lo de Georgia. Estoy enojado porque saliste de copas
con ese tipo que trató de seducirte cuando estabas borracha y te dejó sola con
un completo desconocido. ¿Qué
clase de amigo es ese? Y yo estoy loco y excitado porque
cerraste tus piernas cuando quise tocarte, gruño peligrosamente y mis manos
lentamente levantan el dobladillo de su vestido.
Yo quiero que ella sepa que
yo la poseo cuando quiera, solo yo. Nadie
más. Su cuerpo es mío para hacer
lo que yo quiera. No de ese maldito fotógrafo que trata de volver a
la línea con ella.
_ Te deseo y te deseo ahora. Y si no vas a dejar que te pegue, que
legítimamente te lo mereces, yo te voy a follar en el sofá en este momento, de
forma rápida, para darme placer a mí, no a ti.
Levanto su vestido y la
mitad de su culo está visible. Me
muevo de repente y hago una copa con mi mano en su sexo y hundo uno de mis
dedos dentro de ella, mientras que con la otra mano le sostengo firmemente en
su lugar alrededor de su cintura. Ella
reprime un gemido de placer.
_ Esto es mío, le susurro
entre dientes. ¡Todo mío! ¿Entiendes? Quiero declarar mi
territorio. Soy muy posesivo con
ella, el miedo pasa a través de mí pensando que cualquier otro hijo de puta
pueda entrar y llevarse lo que es mío. Mi
dedo pasa fácil en la entrada y salida de su sexo, la miro, midiendo su
reacción esperando para ver su respuesta.
_ Sí, todo tuyo, respira con
unas ganas, caliente para mí, lista para ser follada por mí. El alivio me inunda. Siento la corriente por mi torrente
sanguíneo. El latido de mi
corazón y el suyo se mezclan y van como en carreras cada uno, tratando de huir
de nuestro pecho y combinarse.
En este momento, no veo
nada, no siento nada, no puedo pensar en nadie ni en nada, excepto en
Anastasia. Todo mi ser se ha
mantenido en tensión sólo por ella. Nada
existe en este mismo momento, solo ella y yo. Ella
me consume, me conquistó en cuerpo y alma, y tengo que tenerla. Hago mi movimiento.
Animal by The Cab
1 comment:
Cristian es medio loco y malcriado, pero me encantan sus reacciones, el como va sediendo a ana, es lo que mucha gente que no le gusta esta novela no entiende, un verdadero maltratador de las mujeres, no deja de golpear porque la mujer le dice que no, ja ahi es cuando mas les pega y esos son los que ponen los ojos morados y rompen la boca a las mujeres, en cambio cristian se queda quieto no le pega si ella doce NO el no abusa, para mi esa es la gran diferencia.gracias emine y patricia.
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