Capítulo XIV
Gail y Andrea
Traducido y editado por María Teresa Camp Gozalbo
Gail Jason
Gail
—
Jason, ¿le darás hoy la invitación a nuestra boda al señor Grey? —Pregunto
separando la cabeza de sus brazos.
—
Nena, ¡es nuestro jefe! ¡No quiero sentirme como si estuviera trabajando en mi
boda! —Gruñe Taylor en respuesta.
—
Cariño, esto hubiera sido verdad el año pasado, pero ha cambiado mucho desde
que Ana entró a su vida.
—
Bueno, sí… —Taylor sonríe con rara sonrisa que solo me dedica a mí—. Aún no sé.
—
Vamos Jason, tú, de entre toda la gente debes admitir eso. Ana es la primera
chica normal que el señor Grey ha tenido en su vida. Primera chica que le
arrancó una sonrisa genuina, la primera que lo ha hecho feliz… tú sabes, feliz
con real felicidad y enamorado. Incluso recé para que funcionara para ambos.
Realmente no quería que volviera a su forma de vida sin emociones, frígida y
atrofiada, si pudieras llamarlo vivir. Todavía me cuesta superar el episodio de
Leila cortándose las venas, intentando suicidarse. Ni siquiera podía… —Sacudo
la cabeza. Un estremecimiento sacude mi cuerpo. Siempre supe que el señor Grey
era de buen corazón. A las mujeres les atrae su guapura y su dinero. Dinero,
especialmente las cantidades exorbitantes de dinero que el señor Grey tiene
atrae a las mujeres a los hombres viejos, gordos, calvos, desagradables y
apenas respiran y se mantienen. Cuando el hombre tiene esas posesiones de dinero
y es tan guapo como el señor Grey, los buitres siempre están acosándolo. ¿Qué
es lo que Elisabeth Bennet dice en las primeras líneas de Orgullo y Prejuicio? “Es
una verdad universal que el hombre soltero con una buena fortuna, debe estar deseando
esposa. Sin embargo, son poco conocidos los sentimientos u opiniones de ese
hombre que posiblemente debe estar entrando por primera vez en ese entorno,
esta verdad está fija en las mentes de las familias circundantes, que están
considerado como la propiedad legítima de una u otra de sus hijas”. La
idea de pescar un hombre rico, preferiblemente guapo, no es nada nuevo. Por
supuesto que nunca antes ninguna mujer había amado o cuidado al señor Grey como
la señora Grey, y siendo él mismo. ¿Quién puede explicar el amor y puede
paralizar el corazón y mente de alguien? El señor Grey siempre ha sido muy
diferente a Ana. Ella es la mujer que logró sacarlo de las pesadillas que eran
los demonios de su pasado; una hazaña que ni sus amorosos padres o su costoso
psiquiatra pudieron lograr a través de los años. Simplemente adoro a Ana, no
solamente porque es normal y sin pretensiones, sino porque su belleza interior
se refleja en su exterior. Ha sido dolorosamente tímida y completamente ajena a
su propia belleza. Ha habido chicas que han pasado por este apartamento que no
sabían manejar ni la mitad de lo que Ana consiguió tan hábilmente para alcanzar
sus propias metas; de conseguir al señor Grey por largo tiempo. Él nunca estuvo
interesado en una relación de largo plazo. No hasta Ana. Lo único que existía a
largo plazo era su empresa, su estilo de vida y sus padres; posiblemente
algunos de sus empleados. Tú, yo, Ros, Andrea y Barney. Trabjamos para el
hombre; el hombre indomable que conocemos como señor Christian Grey. Ana ama al
hombre-niño interno aunque se enoje con él furiosamente. Ha conseguido tener al
señor Grey en la palma de su mano. Podría fácilmente aplastarlo y destruirlo si
lo deseara. Estuvo a punto de suceder cuando la secuestraron y golpearon. El
señor Grey pensó que había perdido al bebé y a ella. No estaba seguro si lo iba
a dejar. Nunca he visto a nadie tan asustado. Esos dos están destinado a estar
juntos. —Taylor tira de mí a sus brazos, trayéndome de regreso al aquí y ahora.
—
Lo siento, nena. ¡Todavía estoy muy enojado con él por el incidente con Leila!
—
Jason, ¡esta es su vida! —Lo reprendo—. Leila fue responsable de sus propias
acciones. Si ella y el señor Grey rompieron hace poco tiempo, lo que hizo tiene
sentido. Pero pasaron dos años y medio cuando vino aquí y se cortó una vena
delante de mí. A pesar de que pudo haber tenido un colapso psicótico, creo que
simplemente estaba celosa de Ana por haber logrado hacerse de un lugar en su
vida, —digo y mi hombre que vio asesinar y ver volar a sus hombres y después
recoger sus cuerpos en los campos de batalla, actualmente aún se estremece.
—
¡Todavía tienes pesadillas, nene! ¡Ella causó angustia en ti pero ella fue su
error! —Dice y me abraza con más fuerza.
—
Jason, lo que hizo Leila fue solo una conmoción. Hemos pasado por incidentes
peores. Habiendo visto a la señora Grey en estado cercano a la muerte creo que
me afectó más que Leila.
—
Lo sé, —murmura Jason sombríamente—. Fue uno de los peores días de mi vida, —dice
sacudiendo la cabeza.
—
El mío también, —replico murmurando. No quiero que siga enojado con el señor
Grey por las acciones de Leila. Él se disculpó con Jason y conmigo, sorprendiéndonos
a ambos cuando me encontraron completamente temblorosa. Pero Jason,
desconociendo la disculpa de su jefe, sin palabras me sostuvo y me alejó.
Tratando de cambiar su estado de ánimo, regresé al asunto de Leila—. De todas
maneras, estoy divagando—. Además, —digo sin perder el ritmo—, tuve que pensar
mucho después de eso. Llegué a la conclusión de que describir a Leila como una
chica traviesa sería muy ligero; es engañosa y su habilidad para manipular va
en segundo lugar después de la señora Lincoln. Ella provocó más agonía al señor
Grey y Ana de la que me provocó a mí.
—
No estoy enojado con él por haber follado mujeres en su vida. La gente tiende a
buscar contrapartes torcidas como ella. Pero la chica Williams es manipuladora
y estaba completamente obsesionada con él. El señor Grey no fue capaz de ver su
propia nariz. Debía haberse ocupado de ese problema entonces. Claramente a él
no le importa emplear dinero para su cuidado ahora. Esto debería haberse hecho
entonces.
—
¿Cómo podría haberlo sabido? Ella se fue por su propia voluntad cuando él no
quiso tener una relación permanente. Además Jason, tú mismo tuviste una mala
relación que terminó en divorcio. No importa cuanto investigues los
antecedentes de alguien, es difícil saberlo hasta que vives con ellos.
—
Sé eso nena… la parte racional de mi cerebro lo sabe. Pero el amante irracional
y tu futuro marido, todavía está enojado, —responde Jason bruscamente y me
derrite el corazón.
—
Cariño, no necesitas preocuparte más por mí. Pero sin embargo tengo curiosidad
por algo… ¿Por qué crees que Leila duró más tiempo que las otras?
—
Creo que se figuró que si hacía todo lo que él le pedía al pie de la letra,
podría ser un elemento permanente en su vida como esas pinturas de madonas.
—
La única otra mujer que parecía ser una parte permanente de su vida fue la
señora Lincoln, —murmuro.
—
No hables de esa zorra Gail, —dice Taylor gruñendo.
—
Soy rubia, ella es una rubia hermosa. ¿No te gustan las rubias?
—
Nena, no es que las rubias que no me agraden… —dice y hace caras. ¿Qué dijo
ella o hizo exactamente? ¿Debería estar preocupada? Como si leyera mi mente,
responde—. ¡Solo te amo Gail! —Dice Taylor con ardor—. Pero la señora Lincoln
tenía las garras permanentemente clavadas en la carne del señor Grey. Podría
haber arreglado esas chicas para él, —dice.
—
¿Así que no hay una tienda llamada “Sumisas-somos”? —Pregunto.
—
Creo que se llaman por otro nombre. Pero el señor Grey juega en las grandes
ligas para proteger su privacía. No es que no fuera capaz de encontrar alguna
por sí mismo, tiene los contactos. Pero ella localizaba y entrevistaba a las
chicas en escena y conseguía información de ellas para el señor Grey.
Entrevista con el vampiro… quiero decir un dominante, y pum, tenía una nueva
sumisa. De esta manera la señora Lincoln estaba en siempre en el entorno; su
lugar favorito, siempre controlando detrás de escena. Por supuesto que no diría
que quería dominarlo; él no la cortó de inmediato. Las mujeres, exceptuando la
presente compañía, —Jason se corrige—, pueden ser más engañosas que los
hombres. Usan medios diferentes a los hombres. Los hombres somos más
predecibles. Prefiero ir a una batalla por un
día que tratar de maniobrar alrededor de esa víbora rubia por una hora, —dice
sacudiendo la cabeza mientras se estremece.
—
¿Por qué te disgusta ella tanto? —Asumo que fue una de las sumisas en el pasado
a pesar que es mayor que otras que tuvo. He notado que a algunos hombres les
gustan las mujeres mayores, —digo tratando de ocultar el dolor.
—
Nena… nada tiene que ver con su edad. ¡Es la que consiguió que el señor Grey
entrara en la mierda pervertida que le gusta cuando tenía 15 años! ¡Llamó a sus
salones “atados emocionalmente” (Nota: no existe una traducción
aceptable), por amor de Dios! —Dice con la ira incrementándose en Jason.
Usualmente es muy controlado de sus emociones y no se enoja con rapidez.
—
¿Atados emocionalmente? —Pregunto confundida. Pensé que se llamaban Esclava.
—
Esclava (en el original en español) significa chica esclava, hembra esclava,
atados emocionalmente como quieras llamarlo…
—
¡Oh, cielos! —Exclamo, mis manos automáticamente se apresuran a mi cara para
sosstener mi caída barbilla.
—
La mujer es totalmente retorcida interiormente. No le gustó cuando Ana le quitó
las garras del señor Grey una por una, y se las envió de regreso a ella y mandó
su culo a empacar, —dice mi hombre con orgullo. Se preocupa profundamente por
Ana; y por alguna razón, no me da ningún sentimiento de celos.
—
Ana puede ser similar a las otras sumisas que tuvo el señor Grey, pero es más
hermosa que cualquiera de ellas. Las otras eran conscientes de su propia
belleza. Ana… no tanto. Pudiera ser que alguien le haya dicho que no era bonita
cuando era un patito feo o algo así y se quedó con esa creencia. No pudo haber
sido el señor Steele. Él la adora. Su mamá la ama a pedacitos también. Tampoco
pudo haber sido el último marido. El hombre parecía muy cortés y muy gentil en
su boda y a Ana parece tenerle cariño. Por supuesto, no lo conozco, pero
usualmente no me equivoco en mis primeras impresiones, —informo en voz alta.
—
No, creo que pudo ser el idiota con el que se casó entre Ray y el último. Ha
tenido cuatro maridos. Los niños creen en la mierda que los adultos les
cuentan, aunque no quieran. Entonces se convierte en su realidad. Ella regresó
a vivir con Ray después de haber vivido con su mamá y el padrastro justo después
de Ray. Algo le pasó ahí. ¡Ese cabrón hizo que Ana perdiera su autoestoima! —Escupe
Taylor.
—
Jason Taylor, ¿tanto afecto le tienes a la señora Grey? —Le pregunto
entrecerrando los ojos. Adoro a Ana, pero no sé que hacer con el repetitivo
epíteto sobreprotector de Jason.
—
Cariño, le tengo cariño a la señora Grey de la misma forma que le tengo cariño
a mi propia hija. Ana no es la primera chica hermosa que el señor Grey trajo a
casa, pero es más allá de la belleza; también es decente, normal, locamente
enamorada de su marido y… —dice y levanta el dedo cuando abro la boca para
decir algo—, solo simpatizo con la señora Grey, pero sé lo que siento por ti.
Creo que, si fueras amenazada, haría cualquier cosa para mantenerte a salvo. En
sus maneras ignorantes e infantiles, la señora Grey trató de lograr eso. Fue
tonto, porque casi la asesinan. Soy un saldado entrenado… —dice, pero lo corto.
—
¡Como si tú, siendo un soldado profesional pudieras aliviar mi preocupación,
Jason Taylor! Me preocupo por ti todos los días con el pensamiento de que
trabajas para mantener al señor Grey a salvo, listo para recibir una bala por
él!
—
No tienes que preocuparte por eso. Tuve toda una vida de entrenamiento. Ella
no. Pero se las arregla para que su falta de entrenamiento se convierta en un
arma amorosa, su actitud mandona y esa damita es lo mejor que le ha pasado al
señor Grey y por Dios, lo está convirtiendo en un hombre de verdad y arreglando
al cabrón retorcido que hay dentro de él.
—
Estuviste de acuerdo conmigo que las otras sumisas del señor Grey eran también
muy bonitas, —digo simulando un regaño mientras trato de ocultar una sonrisa.
—
Sí, pero finalmente alguien cuya belleza interior brilló en todo el camino, mírala
ahora. Es completamente radiante. Sabe que es hermosa y confía en sí misma.
—
¿Debería estar celosa? —Frunzo los labios, bromeando con mi chico.
—
No nena y lo sabes. Rogué, me humillé y te he pedido que te casaras conmigo por
cerca de cuatro años y finalmente me dijiste que sí. ¡Tú, Gail Jones, pronto a
ser Taylor, eres mi mujer! —Gruñe Jason seductoramente—. La señora Grey es el
trabajo que nos ha convertido en familia; pero aún así es todavía trabajo, el
señor Grey es mi prioridad de protección y es como siempre, nuestro jefe. No sé
como Ana se las ingenió con eso, —dice apuntando su cabeza— pero lo hizo.
También consiguió llegar a tu corazón. Aunque me temo que tienes más afecto por
el señor Grey del que quisiera que reservaras para cualquier otro hombre que no
fuera yo.
—
¡Oh, Jason! El señor Grey es buen hombre. Necesitaba una familia y nosotros éramos
lo más cercano antes de la señora Grey, pero que acertado estás en tu
evaluación de mi cariño por Ana. ¡Va a haber un bebé en la casa! ¡Estoy muy emocionada!
¡Y el embarazo positivamente la está haciendo brillar! —Digo aplaudiendo como
una colegiala.
—
Hablando de eso, algún cabrón filtró la noticia de su embarazo al Seattle Nooz, y los paparazzi estaban
alineados tanto fuera de Escala como de SIP. ¡Cuando Sawyer llevó a la señora
Grey a trabajar esta mañana los malditos paparazzi estuvieron cerca de atacar a
la señora Grey! Estaban pululando alrededor de la camioneta en el
estacionamiento de SIP. La seguridad aún no es suficiente allí. Tendré que ir a
inspeccionarla. Sawyer, por una vez no se arriesgó, y la trajo de regreso a
casa.
—
Oh querido, Sabes que Ana es testaruda. Estoy segura que no estaba feliz de ser
traída de regreso a casa.
—
Eso es ponerlo muy fácil. Pero el señor Grey fue muy específico después de su
secuestro. No dejamos nada al azar. Si sabe quien filtró la noticia, el trasero
de alguien va a ser golpeado o le dará una probada de su propia medicina.
¡Estaba furioso!
—
¿Más de lo que normalmente está?
—
Touché. Pero sí. No lo viste en el momento que Ana le dijo que lo estaba
dejando cuando aterrizamos en Seattle. Siempre tengo una idea bastante acertada
del carácter de alguien, y por primera vez la juzgué mal cuando me dijo que lo
estaba dejando. Esposa joven y bonita de un jodido dios del sexo
multimillonario que había estado con él solo por unos meses y anunció que estaba
embarazada y que estaba en el banco retirando unos cuantos millones de dólares
de su dinero. Tú sabes, te haces ideas. Por supuesto, ver a este hombre
aparentemente indestructible romperse en un millón de piezas sin un solo tiro,
y solo con pocas palabras, me confundió también en ese momento. En mi defensa, debes
recordar que nunca había visto a un hombre destruido irreparablemente por una
mujer como al señor Grey y nunca me sentí tal mal por alguien como lo hice por
él en ese momento. Sé que es cabrón, arrogante, un joven rico exteriormente, y…
por supuesto es todas esas cosas, pero aprendes una cosa o cientos sobre
alguien con quien trabajas 24/7 durante cuatro años. Pero, sabía que no estaba
equivocado sobre el carácter de Ana. Algo estaba mal ahí. Mi mente corría a mil
kilómetros por hora. ¿Por qué habría que tomar solo unos pocos de millones de
dólares? ¿Por qué no dejarlo limpio? Simplemente no cuadraba. Sé que el señor
Grey es el hombre más intenso con el qué he trabajado, es único en su clase. Trabajé
con toda clase de pendejos, pero él no es uno. Conseguí conocer al hombre mejor
que los padres que lo criaron, o los hermanos que crecieron con él. Posiblemente
conocían lo síntomas de su enfermedad, pero nunca la enfermedad. Creo que
merece una oportunidad y ahora es casi humano con Ana. Así que, hasta yo estaba
en pánico. Él hubiera estado completamente destruido si ella lo hubiera dejado.
Bien, conoces el resto de la historia. Ese día fue de gran aprendizaje para
todos nosotros. Más que eso, me di cuenta que si a ninguno de nosotros se nos
da una oportunidad de enmendar nuestros errores en la vida, ¿cuál es el motivo
para vivir? En cierto modo pensé en nosotros. He estado en combate en más
ocasiones de las que quiero recordar. He visto a mis amigos morir. Estaban
inidentificables, incluso las madres que les dieron vida no pudieron
reconocerlos en su estado final. Cuando vives con alguien 24/7, cuidas su
espalda; se mantienen vivos uno al otro, los lazos que se forjan son indestructibles.
Pero, estar enamorado es un juego de pelota completamente diferente, —dice
Jason dulcificando su mirada hacia mí—. Estaría destruido si me echaras de tu
vida, nena. El señor Grey fue destruido. Si alguien lo quiere joder, tomarían a
su esposa para destruirlo y hacerlo pedazos. Sé que encontró su propósito en la
vida con ella. Por eso fastidio tanto a Sawyer como a Ryan o a cualquier otro
que contratemos para seguridad de la señora Grey ya que es la máxima prioridad
sin mencionar que lleva un bebé en sus entrañas. Si percibimos un peligro
inminente, es llevada a un predeterminado lugar seguro; en este caso el lugar
era la casa.
Me
levanto ligeramente del sofá y restriego la nariz en el amplio pecho de mi
hombre. Huele gloriosamente; masculino y solo siento una pizca de su perfume—. Jason, ¿crees que fue Rodríguez quien filtró
la noticia del embarazo?
—
Nooo, —dice Jason con seguridad—. No haría eso. No es su estilo. Pero fue
cobarde por no acercarse a Ana cuando estaba disponible. El chico también está
que sorbe los vientos por ella. El idiota parece tener valor cuando está ebrio.
Trató de aprovecharse de Ana cuando también estaba ebria, o cuando la chica de
sus sueños se casa con un multimillonario posesivo y el estúpido chico se
entera que está embarazada, y es el momento en que decide declararle su amor,
todo en el lugar y momento equivocados.
—
Bien, Ana es una chica hermosa. Los hombres y mujeres hermosos pueden ser
intimidantes ante gente que pueden mostrar valentía para decir cualquier cosa.
—
Cierto cariño pero, Ana no era consciente de su belleza hasta que el señor Grey
se lo hizo ver con claridad total. Encontró a una chica hermosa, un diamante en
bruto y la convirtió en una joven irresistible. Con esas características llegan
los chacales.
—
Tú no ves a ese chico como un chaca, ¿verdad?
—
No, solamente a un pobre incauto enamorado de la esposa de otro hombre. No me
gustaría si alguien declarara su amor por ti. ¡Eres mi mujer! El señor Grey ha
sido muy tolerante con él. También él está madurando, o está manteniendo a sus
rivales más cerca o ambas cosas.
—
¿No hubieras sido tolerante con aquellos que mostraran interés en mí? —Me
burlo.
—
Nena, se les he dejado claro a todos los del equipo de seguridad al momento de
atravesar la puerta. Estás fuera de los límites. La única excepción a eso ha
sido Stephen el piloto, pero no puedo hacer nada con eso, porque no está bajo
mis órdenes.
—
Oh Jason, Soló salí con él una vez y eso fue hace cuatro años. ¡No es para mí!
¡Tú lo eres!
—
No quiero saber lo que hiciste en esa cita que ha hecho que se haya centrado en
ti por cuatro años.
—
Estuvo en mí, siendo un total caballero, pero simplemente no sentí la química.
Jason
gruñe en respuesta—. ¡Él siente todo tipo de química contigo! —Dice casi
acusando.
—
Amor, es lindo que tengas celos por mí, pero no siento lo mismo por Stephen.
Debe haber tenido una buena cantidad de mujeres desde que le dije que no podía
volver a verlo. Y me estoy casando contigo.
—
¡Maldita sea, totalmente cierto! —Dice e inclina mi cabeza en el ángulo
apropiado y me besa intensamente, dejándome sin aliento.
—
¡Dios Gail! Eres una mujer espectacular. ¿Dónde demonios estuviste toda mi vida?
—
¿Es este tu argumento para meterme a tu cama? Si es así, estás desperdiciando
tu aliento porque ya me tienes. La adulación me temo que no te llevará más
lejos.
La
comisura de la boca de Jason se levanta en una sonrisa sexy—. No estés tan
segura de eso, nena. Tengo la noche libre. Te voy a llevar al arrebato
infernal.
—
A las mujeres nos gusta oír palabras caballerosas de nuestro hombre… —Me burlo.
—
Bien, ven, futura señora Taylor. Como más pronto te lleve a mi cama, más pronto
puedes ser follada y satisfecha. Tengo para todos los gustos.
—
Ya que lo dices tan educadamente señor Taylor… —Digo mientras trato de
levantarme, tarea difícil cuando Jason me mantiene abajo, envuelta en sus
brazos. La invitación sobre la mesa del comedor me llama la atención—. No
olvides darle la invitación al señor Grey, querido.
—
¡Vamos! No eches a perder mi estado de ánimo, nena.
—
¡No hay nada malo con tu estado de ánimo Jason Taylor! Vamos a vivir con ellos
en la casa grande como dos familias. Este es el mejor momento para ti para
aprender a adaptarte, también puedes aprender a relajarte. Honestamente, los
dos deben aprender a sentirse menos heridos. El señor Grey es asunto de Ana,
pero tú Jason, eres el mío. Mañana la invitación. ¿De acuerdo, cielo?
—
¡Sí señora! —Dice Jason saludándome como oficial, y de repente me toma por
sorpresa y me lleva a nuestra cama a grandes zancadas con la paciencia de un
joven novio que está a punto de tener a su novia por primera vez.
* * * * *
Andrea
1º de noviembre de 2011
Andrea
El
sonido de la cafetera eléctrica en la mañana es música para mis oídos. Mi
apartamento generalmente huele como Starbucks con el mejor café fresco de
Seattle. Pero, tenía que correr a trabajar más temprano de nuevo y ahora estoy
parada ante la máquina del mejor café que el dinero puede comprar en la cocina
del último piso de Grey House. Todo el lugar huele como la gloria; cierro los
ojos e inhalo el aroma.He debido salir a las 5:30 para trabajar para el señor
Grey una vez más. Ayer no vino a trabajar. Bien, permítanme repetir eso: Vino
con Taylor listo para ir a una junta solamente para esperar una llamada del
sexy Sawyer y abruptamente salió de la empresa. Desde que su esposa fue
secuestrada y hospitalizada, se ha tomado más días libres de los que tomó en
los últimos 4 años, 8 meses y 11 días que he trabajado para él como su
asistente. Me viene a la mente que tampoco se ha tomado un día por enfermedad.
Mientras cojo una taza de café del gabinete exprimo mi cerebro. No, nunca se
tomo días libres. El hombre vivía y respiraba a Grey Enterprises Incorporated.
Aún lo hace, pero actualmente la señora Grey ocupa el primer lugar de sus
afectos.
Solo
unos meses atrás, la chica vestida con ropa de Wal-Mart pasó por esas puertas
completamente intimidada, pero cuando volvio a pasar por esas mismas puertas
como la esposa del señor Grey se veía espectacular tanto por fuera como por
dentro. No puedo ver a las de mi propio sexo como lo haría el escrutinio de un
amante, pero puedo juzgar una belleza. Creo que esto es la versión moderna de
la Cenicienta. Ni siquiera la ropa barata podía ocultar la belleza de
Anastasia. Tengo que ir a terapia facial una vez a la semana y comprar 800
dólares de productos de belleza una vez al mes en Marcus Neiman para lograr una
piel impecable. Puedo apostar que Anastasia Steele nunca había ido a hacerse un
tratamiento facial hasta que estuvo bajo el señor Grey en su cama. Me encuentro
parada ante el gabinete con la taza en la mano. Finalmente tomo la crema. Regreso
a la súper cafetera y me sirvo una taza de café. Cierro los ojos e inhalo su
aroma. Finalmente me dirijo a conseguir la crema dietética. ¡Ugh! Tengo que
cuidar mi figura, y odio ponerme esta crema y suplementos sin azúcar. El cáncer
en un sencillo paquete de una dosis. Suspiro y me vuelvo a una mesa y disfruto
el café antes que todos los demás lleguen a trabajar.
¿Dónde
estaba? Ah sí… Mi guapísimo e irracional jefe. Si no hubiera tenido el
entrenamiento que tuve, e investigado sobre mi futuro jefe, lo hibiera mirado
con ojos lujuriosos cuando vine a la entrevista. Bien, tuve la oportunidad de
verlo en la quinta entrevista. Solamente los candidatos más capaces son
contratados y la entrevista final es con él. Hice todo mi esfuerzo para no
quedarme mirándolo fijamente. Es difícil imaginarse un espléndido ejemplar de
hombre como un objeto inanimado. Pero me lo imaginé como si hablase a la
estatua de David y ¡sorpresa!, mi cerebro aceptó ese argumento. Me las ingenié
para conseguir el trabajo. Sabía que es heterosexual. Estos hombres ricos
raramente se casan, especialmente tan jóvenes como Christian Grey. Tienen un
sinnúmero de vaginas o penes disponibles para utilizarlos de cualquier lado que
batee. Sin embargo, una chica vestida con ropa de Wal-Mart capturó su corazón.
Sacudo la cabeza—. ¡Escúchate, ¿estás celosa?, —mi conciencia me reprende.
Puede ser que un poquito. Dios, la señora Grey se veía como un diamante pulido
cuando vino aquí el mes pasado. Positivamente brillando y muy sexy. El rumor
alrededor siempre fue que el señor Grey era homosexual, pero yo sabía que no
era así. He enviado muchos NDAs (contratos de confidencialidad) en los últimos
años. Tenía mis sospechas. No puedes ser una súper asistente si no conoces bien
a tu jefe. Tienes que entender sus necesidades antes que las pida. De otra
manera estás fuera de su liga, y no creas que no eres reemplazable. Es como
meter el dedo en el agua. Al momento que lo saques, el agua llena los espacios
como si nunca lo hubieras metido. Esa es
la naturaleza de los trabajos de asistente de alta preparación. Son puestos codiciados,
en demanda, pagan mucho dinero, consumen tu vida, el horario es indefinido;
pero aún así, eres uno de los muchos candidatos talentosos que darían su brazo
derecho por el puesto. Por ejemplo, me las arreglé para comprar mi apartamento
en lugar de alquilar uno. El señor Grey es muy generoso con el salario y los
bonos. Pero a cambio, es muy demandante. No tolera la ineficiencia,
incompetencia y chico, ¡cómo puede enojarse!
—
¡Buenos días Reina del Hielo! ¿Por qué estás aquí tan temprano?
Escupo
todo el café sobre mi tablet—. ¡Jesucristo! ¡Cerebrito! ¿Por qué me estás
espiando? —Frunzo el ceño y agarro una toalla de papel para limpiar la pantalla
de mi tablet.
—
Dije hola, pero estabas muy ensimismada, no me oíste.
—
No, no me había tomado mi primera taza de café. Usualmente no me despierto
hasta que la tomo, —murmuro. ¿Por qué soy amable con él?
—
Has estado viviendo y respirando por GEH durante los dos últimos meses. Siempre
que llego a trabajar, ya estás aquí. ¿Cómo maneja tu novio la competencia?
Lo
miro de soslayo—. ¡Sí! ¡Novio! Actualmente mi carrera es mucho más importante
que dedicarle tiempo a un solo individuo.
—
Bueno, eso es lo que digo cuando busco una excusa, —dice mientras se sirve
café.
—
A diferencia de ti, ¡tengo muchas invitaciones de hombres para salir!
—
Ahí me pescaste Hielo. No tengo muchos hombres pidiéndome salir. Y aunque lo
hicieran, no aceptaría, —dice sonriente.
—
¡Para de llamarme así, Cerebrito! —Frunzo el ceño. Podría ser guapo. Si
cambiara esos lentes por los de contacto, arreglara su cabello y un par de
cambios en el vestir, podría verse como Ian Somerhalder. Lo lamento
interiormente. No tener un hombre en mi cama me está poniendo a punto de saltar
sobre los huesos de Barney Sullivan.
Barney
Sullivan Ian
Somerhalder
—
Puede que deje de llamarte así cuando vea el primer signo de amabilidad hacia
mí, —dice sonriendo.
Tiene
los dientes blancos perfectamente alienados. Sacudo la cabeza—. Solo toma tu
café y bébelo en silencio. Tengo que organizar el trabajo de hoy, —digo.
—
Me sentaré. Gracias por la oferta, —y se sienta frente a mí.
—
¿Cuál es el trato con la nueva interna?
—
¿Qué?
—
¿Por qué está ahí una nueva interna? ¿Qué pasó con Olivia?
—
Es el programa para los internos. Duran aproximadamente cuatro meses. Aunque
algunos soliciten un puesto permanente o busquen otros entornos.
—
¿No fue contratada por GEH?
—
No lo creo, —contesto.
—
¿Por qué?
—
No lo sé. Posiblemente no estaba calificada y el entrenamiento no fue
suficiente para que fuera contratada.
—
Puede ser que su maestra no fuera apropiada, —dice en tono casual.
Mi
cabeza se levanta rápidamente—. ¿Dijiste algo, Cerebrito?
—
Solamente haciendo una obnservación Reina de Hielo, —sonríe. Lo está
disfrutando.
—
Solamente el 20 al 30 por ciento de los internos se les contrata en GEH.
Conoces la política. Solamente los mejores consiguen trabajar en la compañía a
largo plazo.
—
Lo sé, solo estoy probando tu paciencia, —dice mientras toma un sorbo de café.
Sacudo la cabeza mientras abro las alertas de Google sobre el señor y la señora
Grey. Necesito saber las noticias sobre ellos, lo que está aprobado por el PR y que es falso y lo que se filtra.
Las
alertas son de dos páginas. ¿Sólo de la noche a la mañana? Tomo la taza y doy
un sorbo. Regreso a la primera página y abro el primer enlace mientras doy otro
sorbo. Escupo el café sobre toda la tablet de nuevo y me ahogo con el sorbo de
café que baja por mi garganta.
—
¡Jesucristo, Andrea! —Grita Barney mientras brinca para darme golpes en la
espalda. Una vez que dejo de toser, agarra un par de servilletas de papel y sin
palabras limpia mi tablet. ¿Por qué no vi las noticias ayer? Oh, correcto,
porque el jefe no estaba trabajando, y tuve que atender todos los compromisos,
reagendar y trabajar casi un doble turno.
Barney
mira la tablet recién limpiada y ve las noticias—. Esta dice que la señora Grey
está embarazada. ¿Eso te molestó?
—
¡No idiota! ¡Esa es una noticia falsa o filtrada! Eso significa control de
daños. ¿No has visto a los paparazzi acosando a la señora Grey en la foto
mientras Sawyer está tratando de regresarla a su coche con la ayuda de los de
seguridad de SIP? ¿Adivinas lo enojado que el jefe estará cuando lea las
noticias? ¡Demonios, probablemente ya esté enojado! ¡Ese debe ser el motivo por
el que no vino a trabajar ayer!
—
En defensa de los paparazzi, ¡la señora Grey es una belleza! Si fuera fea,
nadie la perseguiría. Todos hablan de ella en la empresa desde que nos visitó
el mes pasado, —silba Barney.
—
Sí, di eso enfrente del jefe, ¡y verás lo que hace con tu trasero, estúpido! —Sacudo
la cabeza. ¡A veces los hombres solamente piensan con su pene! Miro la hora en
mi reloj. Son las 6:30. Janelyn estará aquí a las 8:00. Relaciones públicas podría
llamar para liberar algún tipo de información. Podemos ser mamá por un tiempo o
negarlo. Tendré que preguntárselo al señor Grey, y eso será lo más fácil de
preguntar. ¡Mierda! ¿Vendrá a trabajar hoy? No dijo que no vendría hoy. ¡Oh mi
Dios! ¡Ahora los malditos paparazzi y los de las revistas estarán al acecho del
crecimiento del vientre! ¡La pobre chica comerá demasiados tacos, y zas!
¡Estará plasmada por todo el Enquirer informando sus cinco meses de embarazo!
No envidio a la gente que constantemente está en el radar.
—
¿Todavía estás enojada conmigo por mi comentario? Mira, lo siento. Quise decir
que la señora Grey es una hermosa mujer.
—
¡No estoy enojada contigo, idiota! ¡Eso sucedió ayer en la mañana! Ya sabes
como se pone de nervioso el jefe cuando se trata de su esposa. Los paparazzi la
estuvieron acosando ayer. Ella no pidió esto. Fueron muchos de estos paparazzi los
que la hicieron víctima de su acoso cuando se comprometió con él. Pero empeoró
cuando la secuestraron. Debe haber sido traumatizante para ella, y eso lo haría
enojar, y adivina quién trabaja con él cuando está enojado.
—
¡Lo siento Andrea! ¡No quisiera ser tú en este momento! Bueno, estaré en la
sala de los servidores. ¡Tengo que reiniciar algunos de ellos! —Se va con la
taza de café en la mano.
Mi
BlackBerry suena en silencio. ¡Oh mierda! Ya debe ser Relaciones Públicas.
—
¡Hola Andrea! Soy Jason de PR. Estoy seguro que has visto la noticia. Escucha,
la revista People está llamando para concertar cita con el señor y la señora
Grey sobre el embarazo que no es lo único en la lista, pero esto es la primera
de nuestras recomendaciones, porque esta entrevista podría calmar a los
paparazzi por un tiempo. Mi jefe la recomienda si el señor y la señora Grey se
hacen a la idea. ¿Podrías llamarme sobre esto?
—
Sí, hablaré con el señor Grey acerco de ello después que llegue a trabajar hoy.
—
Será de gran ayuda para saciar el hambre de la gente. Hemos recibido toneladas
de llamadas de las revistas desde el secuestro de la señora Grey, aun de
estudios cinematográficos queriendo convertir la historia en película.
—
El señor Grey es muy reservado y privado, no creo que sería una opción para él,
—digo y oigo una llamada entrante. Miro la pantalla.
—
De todas formas debieras informarle… porque, —dice pero lo corto.
—
Espera. Espera. Dímelo más tarde, tengo una llamada entrante. Te llamaré más
tarde. ¡Adiós! —Cuelgo. Aclarando la garganta, enderezo la espalda y presiono
el botón verde para cambiar de línea—. Buenos días señor Grey.
—
Andrea. Consígueme a los de Relaciones Públicas. Los jodidos paparazzi ya se
han montado un campamento fuera del Escala y de SIP.
El
señor Grey ni siquiera me dice porqué los paparazzi están acampando alrededor
de su apartamento o el centro de trabajo de su esposa. Espera que lo sepa y así
es.
—
Ya estoy en ello señor. De hecho, estaba en el teléfono con los de PR. Jason de
PR dijo que los paparazzi y los de las revistas han estado llamando
constantemente. PR recomienda que acepte una entrevista con la revista People
para aquietar a las demás.
El
señor Grey gruñe muy fuerte en el teléfono—. Tengo que hablar con mi esposa al
respecto. Más tarde les haré saber a los de PR mi decisión. Mientras tanto, se
callan.
—
Sí señor Grey. ¿Hay algo más en lo que lo pueda ayudar, señor Grey?
—
Esto es todo Andrea, —dice y cuelga. Siempre al grano. No palabras de más.
Janelyn
entra a la cocina lista para trabajar—. Buenos días, llegas temprano, —digo.
—
Pero no tan temprano como tú, —contesta animadamente—. Pensé que necesitarías
ayuda hoy después de la carga de trabajo de ayer. Me imaginé que llegarías
temprano, así que también me vine temprano.
Me
gusta. No es tan caprichosa como Olivia; trabaja arduamente y hace lo que se le
dice sin brincar.
—
¡Bien! Tenemos un montón de trabajo que hacer. Sírvete café y sígueme, —digo
recogiendo mi tablet y taza.
* * * * *
CONTROL DE DAÑOS
Ser
amado profundamente por alguien te da fortaleza, mientras que amando a alguien
profundamente te da coraje.
Lao Tzu
¡Los
malditos paparazzi! ¡Anastasia estaba toda temblorosa ayer! ¡Es muy tímida para
tener alrededor reporteros y los acosadores paparazzi la asustan hasta la
mierda! Me paso los dedos por el cabello, desesperado. Taylor está esperando,
más bien con los pelos de punta por la energía contenida, fuera de mi puerta.
—
¡Taylor! —Grito.
—
Sí señor, —dice entrando.
—
¿Qué pasa? ¿Malas noticias?
—
No, no… —murmura. Sostiene algo en su mano cerrada.
—
¿Alguien envió un correo? ¿Un mensaje? ¿Qué pasa hombre? ¿Cuál es el problema? —Pregunto
con impaciencia.
—
No es nada. Puede esperar, —dice. Frunzo el ceño y extiendo la mano. A
regañadientes pone algo en mi palma. Es un brillante sobre con suave aroma con
mi nombre y el de Anastasia escritos elegantemente. Lo abro, y jalo la
invitación a la boda de Gail y Taylor. Mi cara se suaviza.
—
Esto es una invitación. ¿Quieren que vayamos a su boda? —Pregunto sorprendido,
mi voz es un poco ronca. Ana me dijo que mi personal me apreciaba, pero pensé
que trataba de ser amable. Me aclaro la garganta. Esta es una gran buena
noticia considerando toda la mierda por la que pasamos ayer y el susto por el
que Ana pasó. Voy a aumentar su seguridad y no le va a gustar. Levanto los ojos
de la invitación. Taylor se ve indeciso—. Mira Taylor. Hum, por supuesto que
nos encantará ir, gracias a ti y a Gail por la invitación. Pero, conozco a las
mujeres. Si, —digo buscando su cara—, si Gail te obligó a esto, te relevaré de
la obligación de invitarnos. Siempre podré tener una junta o algún trato previo
si quieres estar libre de tu jefe el día de tu boda.
Taylor
parpadea, y sus ojos van de derecha a izquierda como si estuviera sorprendido
de encontrarse con un jefe comprensivo. No soy tan suave. Taylor es mi
mano derecha. Tengo que liberarlo de presión en el día más importante de su
vida y, cuando regrese, estará recargado y menos nervioso. Se queda parado
mirándome. Se aclara la garganta—. Bueno, eso es señor Grey; creo que no me
importa si no va; preferiría no tener a su persistente hermana (de Gail). Pero
ella vendrá. Es la única hermana que tiene. No tengo familia excepto a mi hija.
Creo que Gail tiene la tonta idea de que gente en mi trabajo también es mi
familia, así que de cierta forma, estoy casado con mi trabajo, lo que hace que
usted y la señora Grey sean familia. Curiosamente, —murmura.
Esto
es de lo que más ha hablado de cuestiones personales. Taylor, como yo, es
hombre de pocas palabras cuando se trata de la familia. Paternal, había dicho
Anastasia sobre Taylor. Todos hemos adoptado familias, pero creo que
inesperadamente hemos creado algo más aquí. Anastasia ha hecho todo esto.
Supongo que mi personal se preocupa por mí. Me aclaro la garganta. Creo que un
cambio de ritmo hará feliz a Anastasia. Darlo algo en que pensar que no sean
los paparazzi. La boda de Elliot y Kate está a un mes de distancia y es
aproximadamente en el tiempo en el que el bebé nacerá. Esto es algo que la hará
muy feliz—. Bueno, creo que a Ana le encantará verte a ti y a Gail casarse. —No
quiero decírselo como si fuera un tío. Taylor no es viejo—. Ella te ve a ti y a
Gail como parte de la familia. Diablos, en muy pocos meses, tú y la señora
Taylor estarán viviendo arriba de nuestro garage. Si te parece bien, seguiremos
conservando un perfil bajo en tu boda. De esa forma nuestras mujeres pueden
estar felices. De todas maneras, dicen que la boda es para las mujeres.
—
Sí, dicen que… —murmura.
—
¿Así que el 12 de noviembre entonces? —Pregunto.
—
Si señor.
—
Felicidades. Andrea deberá enviarte la información de cuenta de gastos que te
fue otorgada.
—
No tiene que hacer eso señor Grey, —dice.
—
Bueno, es lo menos que puedo hacer. Gracias a tu previsión, pudimos salvar a la
señora Grey y a nuestro bebé. Lo mereces, —digo y sólo asiente sombríamente en
respuesta—. Por cierto, ¿se han ido los paparazzi de Escala y SIP?
—
Desafortunadamente tampoco. Permanecerán acampando hasta que tengan la
confirmación de algún tipo y hasta saber la fecha de término del embarazo, —dice.
Frunzo
el ceño—. Vamos a hacer ejercicio.
* * * * *
Cuando
regresamos de hacer ejercicio son casi las 7:30.
Gail
está haciendo el desayuno—. ¿Están listos para desayunar? —Pregunta.
—
Todavía no, Gail. ¿Ya se levantó la señora Grey?
—
No, aún no ha venido —responde.
Cuando
regreso a nuestra recámara, el cabello de Anastasia está extendido fuera de la
almohada, algunos mechones cubriendo sus mejillas. Sus brazos abrazando la
almohada. La sábana está justo debajo de su pecho expuesto, haciéndome poner
duro inmediatamente. Tiene la piel de gallina en los pechos y sus pezones están
fruncidos por el leve aire causado por el ventilador. Se desliza en la cama y
se voltea hacia mi lado. Jala mi almohada y la abraza ausentemente. La miro
fascinado. Hermosa ni siquiera la describe. Doy dos pasos silenciosos hacia la
cama. Después de dejar la invitación en el buró, continúo obeservándola.
Los
ojos de Anastasia se abren despacio—. Hola, —dice con voz soñolienta.
—
Hola nena. ¿Cómo te sientes?
—
Bien. ¿Acabas de hacer ejercicio? —Pregunta quedamente rodando sobre su
espalda. Eso expone su pecho derecho. Inhalo bruscamente—. ¿Acabas de hacer
ejercicio? —Pregunta de nuevo, inhalando mi aroma.
—
Sí, acabo de hacerlo, —contesto con los ojos fijos en su pecho. Chupa su labio
inferior y lo muerde.
—
No te muerdas el labio. Acabo de hacer ejercicio y no me ha quitado el tonto
nerviosismo. Me harás saltar sobre ti y estoy muy sudado y polvoriento en este
momento. Estaba en el ring.
—
¿Eso te excita —pregunta con lentitud—, si ya te he dicho que te encuentro sexy
cuando estás reluciente con tu ropa deportiva?
—
¿El sudor te excita?
—
Tú
me excitas marido… pienso en la panorámica que vi el primer día que
dormí en tu cama, cuando regresaste de hacer ejercicio, era increíblemente
sexy, como lo es ahora.
—
Señora Grey, ¿me está seduciendo? —Me tiene cogido de los testículos.
—
Eso espero, eres el único hombre en el cuarto, —dice con sonrisa lasciva.
I've got you under my skin - Katharine McPhee con
Chris Botti
Un
profundo sonido primario y gutural sale de mi garganta. Su malestar matutino
estaba presente, pero este mes desapareció. Y ahora no está hablando de
trabajo. Me quito la camiseta y la tiro hecha bolas al suelo. Después, engancho
los pulgares en la pretina de los pantalones de deporte y el bóxer y me los
quito. Anastasia visiblemente traga y despacio se sienta, la sábana
deslizándose por su cuerpo y la curva de sus pechos en crecimiento parcialmente
cubiertos por su pelo en cascada da una visión celestial. Pongo una rodilla en
la cama y la jalo contra mí. Mi cuerpo está firme y cubierto de sudor. Sus
suaves curvas encajan perfectamente en mis duros músculos. Mi polla está dura y
pesada contra los pliegues de su sexo. Anastasia mueve su cuerpo para sentirme
más. Tiembla y ahora está totalmente despierta y viva con un único propósito.
—
Necesito que me agarres fuerte nena, —susurro con voz ronca.
—
Sííí… —gime, aferrándose a mi cuerpo como una tabla de salvación. Girando mi
cadera, muevo la polla y me deslizo por sus hambrientos labios sexuales hasta
humedecer la base de mi polla. Sus piernas se envuelven alrededor de mi torso,
sus talones clavados en mis glúteos en un esfuerzo por hacer que mi polla
profundice más en ella. Anastasia arquea la espalda mientras se levanta sobre
mi polla, empujando sus pechos a mis labios. Capturo un pezón frío y lo
introduzco en la cálida humedad de mi boca. Me empiezo a mover contra ella,
hacia arriba, conduciéndome con urgencia a su sexo. Nuestras caderas están
sincronizadas. Cuando bombeo contra ella duro y caliente, ella desciende sobre
mi erección, abrazándolo como un puño apretado, y jalándome a las profundidades
de su sexo. Mis testículos se aprietan y golpean contra su ano cada vez,
haciéndola gemir.
—
Ana, ¡voy a ir más profundo nena! —Gimo—, ¡te voy a empujar contra la pared y
te voy a taladrar fuerte y rápido!
—
¡Sí! ¡Por favor! —Gime. Recargo la espalda de Anastasia contra la pared justo
en el nivel apropiado para enterrarme en su profundidad. Me regreso y empujo
contra ella duro—. ¡Otra vez, —grita mientras sus brazos envuelven mi torso,
sus uñas clavándose en mi espalda. El gran peso de mi polla gruesa y
palpitante, la reclama desde dentro. Anastasia está más a punto que yo, sus
uñas me están arañando la espalda y trata de mover su cuerpo en su búsqueda de
llegar al final. Mi piel se vuelve completamente caliente bajo sus manos,
nuestras respiraciones son pesadas. Mis movimientos son rápidos, fuertes y
febriles entre sus muslos invitadores. Anastasia lleva una mano a mi pecho y
sus dedos se clavan en mi pezón. Lo tuerce con el pulgar y dedo medio,
poniéndome más duro. Gimo su nombre listo para perder el control.
—
¡Vamos nena! ¡Dámelo! —Grito, mi cuerpo se tensa, rígido y duro como el acero
contra las ahora sus exuberantes curvas sudadas. Su sexo se aprieta,
apretándome con más energía, jalándome más cerca, manteniéndome más tiempo en
las profundidades de su sexo en su apuro para llegar al clímax y ordeñarme. Sus
piernas me abrazan más fuerte, sus talones se entierran más profundo, y grita—,
¡Christian! —Mi ardiente placer se libera en su interior en chorros gruesos y
abundantes. Los gemidos mezclados de ambos con nuestros nombres nos los
tragamos cuando reclamo sus labios con pasión febril, lujuria y admiración por
mi esposa.
—
Anastasia… —susurro su nombre con voz satisfecha, mientras cierro los ojos con
respiración irregular. Pongo mi frente sobre la suya e inhalo el olor del
excitante sexo, su embriagador aroma evocador de feminidad mezclado con mi personal
aroma picante de masculinidad y los débiles trazos demi colonia crean algo que
es únicamente nuestro—. ¿Qué me estás haciendo, nena? Me excitas con una mirada
y me deshumanizas instantáneamente.
Se
abraza a mí más fuertemente—. Gracias, —murmura.
—
¿Por qué?
—
Por hacerte cargo de mis necesidades, protegiéndonos, haciéndome una prioridad
en tu vida… por amarme, —susurra.
—
Soy tu marido. Es lo que hago, —digo mientras saco mi polla de ella. Hace un
gesto de dolor.
—
¿Estás bien? —Le pregunto preocupado—. ¿Te lastimé?
—
No, no estoy hecha de cristal Christian. Estoy bien, —sonríe
tranquilizadoramente.
—
Ven. Vamos a darnos una ducha, —tiro de ella conmigo para el baño.
—
Sí, necesito estar lista para irme a trabajar, —dice haciéndome parar.
—
¿Después de lo que pasó ayer?
—
No tengo molestias matutinas, —dice. Arqueo las cejas—. No tan fuertes,
Christian. Lo he pasado mejor esta última semana. La doctora Greene dijo que
medio día estaría bien, ¿recuerdas?
—
La doctora Greene tampoco vio que fuiste emboscada por los paparazzi. Aanque
que Sawyer tuvo que regresar de la seguridad de SIP a la SUV. —Me dirijo al
baño nuevamente. Sin soltar su mano, abro la llave de la ducha—. Tengo una
propuesta, —digo.
—
¿Qué clase de propuesta? —Pregunta achicando los ojos.
—
No quiero que los paparazzi sigan persiguiéndote hasta que se anuncie
oficialmente tu embarazo. Ya estás en tu segundo trimestre. El Departamento de
Relaciones Públicas recomienda una entrevista sentada, con la revista People.
—
¿No crees que tres meses es muy pronto para eso?
—
De hecho no conozco el protocolo para anunciar un embarazo pero no quiero que
ningún cabrón te arrincone y te asuste hasta el infierno por tratar de
fotografiarte el vientre y ponerte a ti y a Sawyer en una persecución automovilística.
Han causado accidentes en el pasado, y no quiero convertirte en una víctima más
de los paparazzi.
—
Christian, no sé si es necesario… —empieza.
—
¡Ana, lo prometiste! Por la seguridad del bebé. ¡lo mprometiste! Si algo te
pasara a ti o a ambos, ¡enloquecería! Entiendo que no tenemos nada que mostrar
a ninguna revista. Nada del cuarto del bebé o algo como eso. Posiblemente un
comunicado de prensa y algunas fotos profesionales de ambos sería suficiente.
De esa forma tenemos el control de lo que publicarán y de lo que se dirá. Pero,
ya que salvaste a mi hermana, ¡te volviste un ídolo para mucha gente, y quieren
conocerte!, —digo obsequioso.
—
¿Quieres tener el cuarto del bebé listo? —Pregunta con ojos brillantes. Dejemos
que Ana deduzca esa conclusión fuera de lo que dije.
—
Bueno, no, no hoy. Pero si hay algo que quieras ver, ciertamente puedo agendar
tiempo para ir contigo. —La jalo dentro de la regadera.
—
Oh, pensé que querías ir, hacer compras.
—
Ana, te estoy diciendo que va a haber más gente, más reporteros y paparazzi
persiguiéndote. De alguna manera, hemos podido contenerlos. —Digo volteándola
hacia mí. Aprieto un poco de champú en mis palmas y hago espuma en su cabello y
le masajeo la cabeza—. Voy a aumentar tu seguridad. Una persona más será
añadida a tu equipo.
Su
semblante se endurece—. Me limita. Necesito espacio para respirar. Es muy
molesto cuando tengo a una mujer siguiéndome cuando voy al baño a hacer pis, ¡y
sabes que no puedo aun cuando seas tú el que esté ahí! —Me mira.
—
Pero es mejor para tu protección personal en el baño que un loco paparazzi
escondido que puede estar en el siguiente privado. Viene con el paquete para
nosotros, nena. Esto es parte de nuestras vidas. Necesito asegurarme que ambos
están a salvo. No puedo funcionar si tengo en la mente un lapsus de atención
por tu seguridad cuando me es fácil corregirlo. Estamos bajo el radar nena.
Estaremos en él por largo tiempo. Esto es por lo que me gusta proteger nuestra
privacidad. Quizá nunca estemos fuera del radar. Eres una mujer hermosa, y me
han dicho que soy bien parecido para mi mujer. Tenemos dinero; tenemos un
estilo de vida que otros solo sueñan con tener. Siempre habrá gente interesada
en nosotros.
—
¿Cuánto tiempo tendré dos guardias de seguridad? Me gusta Sawyer, pero alguien
más… —se encoge. Luego extiendo las manos con champú para el cuerpo para
empezar a lavar sus hombros, yendo hacia abajo de sus lados. Mis manos se
quedan en su vientre, mis dedos extendiéndose en todo él. Para de respirar.
—
Es por Bip. Sawyer para ti y el otro guardaespaldas para Bip.
—
¡Bueno! —Susurra. Mis manos enjabonadas se
mueven hacia sus doloridos pechos y acuno sus pesados montes.
—
Buena chica… —susurro. Levanta sus brazos y los enlaza en mi cuello mientras
empuja sus pechos a mis palmas, cortando eficazmente nuestra conversación.
Inclina su cabeza a un lado, facilitando a
mi cabeza hundirme y besarla en el ángulo correcto.
* * * * *
Me
pongo la camisa blanca almidonada y Anastasia me la abotona. Me jalo el bóxer y
Anastasia escoje el traje gris oscuro. Me pongo los pantalones y subo el
cierre. Sostiene mi saco. Ella ya tiene puestas sus bragas y sostén de encaje
blanco. Se decide por una falda de vuelos y una blusa que destaca sus curvas.
Luego se sienta en la orilla de la cama y se pone los tacones. Se pone el
cabello detrás de una oreja pero el otro lado está suelto cayendo libremente
sobre su pecho. ¡Jodidamente sexy!
Entonces
se da cuenta del sobre que dejé en el buró—. ¿Qué es esto? —Pregunta
volteándolo y ve nuestros nombres.
—
La invitación de boda de Taylor y Gail.
Me
da una verdadera sonrisa—. ¡Oh! ¡Soy tan feliz por ellos! ¡Ahora tienen fecha! —Cuando
voltea a verme sus ojos están brillantes—. ¿Estamos invitados? ¿De verdad?
—
Sí, sí lo estamos. Guardaremos un bajo perfil considerando lo dedicado que es
Taylor a su trabajo. Pagaremos por su boda y luna de miel como un regalo por
parte nuestra y de Bip. —Digo.
—
Marido, —dice levantándose y abrazándome—. Eres el más amable, el más generoso
hombre que conozco.
— Han estado conmigo por
mucho tiempo y Taylor ha hecho mucho por salvarlos a los dos (Ana y el bebé). Le
debo mucho.
—
Realmente deseo ir, —dice riendo—. Vamos a desayunar. Esty hambrienta.
—
¡Sí señora! —¿Quién soy yo para d¡iscutir cuando todos sus apetitos están
desatados? Nuestro objetivo es complacer.
* * * * *
Acompaño a mi esposa a la puerta de SIP mientras Ryan
y Sawyer alejan a los reporteros.
—
¡Señora Grey! ¿Es verdad que tiene tres meses de embarazo? —Pregunta una
reportera.
—
¿Es un bebé de la luna de miel? —Grita otro reportero.
—
Señor Grey, ¿se casaron por el embarazo de la señora Grey? ¿Fue una boda
repentina? —Es un reportero.
Anastasia
muestra un rostro horrorizado por los chismes que se están gestando.
—
Señora Grey, ¡algunos reportes dicen que está embarazada de más de tres meses!
Esto pondría al embarazo antes de su boda. ¿Planeó embarazarse del bebé del
señor Grey? —La insinuación está ahí.
—
¡Aléjate cabrón! —Sawyer lo empuja con su micrófono lejos de Anastasia.
—
Christian, ¿qué están diciendo? —Susurra Ana horrorizada. Sus ojos ampliamente
abiertos, asustados. Su cara lo dice todo sin palabras: Nunca volveré a tener
una vida normal de nuevo.
—
Señora Grey, ¿estuvo involucrada en el secuestro de su cuñada? —Mi cerebro
encaja la pregunta y puedo hacer pedazos al cabrón. Encuentro a Taylor en mi
codo. Los de seguridad de SIP vienen a
ayudar.
—
Esta es propiedad privada. Esta es una y solamente única advertencia para que
salgan de la propiedad o lo haremos con la escolta de la policía por
allanamiento y acoso a un empleado de SIP, —grita Roach. Las sirenas ya se oyen
en la esquina. Lo primero que veo es al detective Clark con varios oficiales
uniformados.
—
Ya oíste al hombre. Esta es propiedad privada. Tu libertad de prensa no te da
derecho a acosar a una joven; tampoco te da el derecho de allanar la propiedad
de una empresa privada. Todos pueden pasar la noche en la cárcel o pueden irse
pacíficamente. —La multitud se dispersa murmurando y gruñendo.
—
¡Señora Grey! ¡Ryan del
Seattle Celebrity News! Tenemos información que nos llevó a creer que de hecho
usted estaba personalmente involucrada en el secuestro de su cuñada. Dos personas
con las que usted trabajó estaban enteradas. ¿Qué tan involucrada estaba usted
en el secuestro de la señorita Mia Grey? ¿Por qué iba con uno de los
secuestradores? ¿Por qué se escapó de su propio guardaespaldas? ¡Señora Grey,
¿fue su jefe Jack Hyde su amante?
—
¡Cállate la boca pendejo! —Grita Sawyer empujándolo hacia un oficial uniformado—.
¿Vas a estar ahí parado y permitir que este bastardo acose a una buena mujer y la
calumnie?
El
oficial uniformado retuerce el brazo del reportero y le pone esposas. Estoy
erizado de ira incontrolable. ¡Por un lado, mi esposa está angustiada; por el
otro lado un cabrón amenaza a mi esposa con sus acusaciones!
—
La verdad saldrá a la luz, —grita.
—
¡Es correcto, la verdad! Y no sabrás cuando te dé la patada en el culo, ¡jodido
bastardo! —Siseo hundiendo estratégicamente tres dedos bao su garganta con el
mínimo esfuerzo. La cara del reportero se vuelve roja.
Taylor
se vuelve a Sawyer sin palabras y se aleja de mí.
—
Señor Grey, ¡por favor! ¡No se quede parado ahí! —Grita Clarke a sus hombres
uniformados—. ¡Agarren a este patán y fíchenlo! Lo siento señora Grey, señor
Grey. Oí lo que dijeron. No podrán regresar al estacionamiento o a las
instalaciones mañana o usted o su equipo de seguridad pueden pedir ayuda al
911.
Anastasia está parada en el umbral
de SIP; temblando y silenciosa. Parece como si alguien la hubiera abofeteado,
desconcertada por la manera en que la verdad puede ser distorsionada tan
fácilmente; el sufrimiento de alguien convirtiéndose en entretenimiento de una revista
barata. Por primera vez desde que la conocí, veo a Anastasia indecisa y reacia
a entrar a SIP, o simplemente caminar en cualquier dirección. Parada en medio
de la vida y como si hubiera perdido su camino. Se ha ido la alegre y vigorosa
esposa que tenía esta mañana. Estos cabrones le robaron la alegría.
Sí, me gustaría que mi esposa
estuviera en casa, y segura. Me encantaría que estuviera esperando cuando
regresara, pero una una oscura parte de mi cabeza sabe que lentamente pero, con
seguridad le originaría resentimientos y perdería la chispa de la que me
enamoré; no quiero que pierda su ánimo de lucha. No por mí y tampoco por
algunos putos paparazzi.
—
¡Día de trabajo, Ana! Te acompañaré a tu escritorio, —susurro, dejándole saber
que estoy con ella.
—
Probablemente debería quedarme en casa hoy… —susurra.
—
Cuando te caes de la bicicleta, ¿regresas a casa o te subes nuevamente a ella? —Pregunto
abriendo la puerta y permitiéndole pasar, ignorando a cualquier otra persona.
—
¡Buenos días Ana! —Grita la alegre recepcionasta afro-americana.
—¡Hola
Ana! —Salta su asistente. Anastasia solo inclina la cabeza, sin expresión.
Acompaño
a Ana a su oficina, y posiblemente le cerré la puerta en las narices a su
asistente Hanna.
—
Ana, nena, mírame —la insto.
—
¿Es eso lo que piensa realmente la gente de mí?
Driven to tears - Sting and Robert
Downey Jr.
—
¡No! Eso son sólo los malditos rumores que los paparazzi difunden para
conseguir acercarse a ti. ¡Pero los demandaré y desharé su puta editorial pieza
por pieza! ¿Por qué importa lo que otros piensan? ¡Creo en lo que importa, no
lo que ellos piensan! —Golpeo la puerta con el pulgar. Ella se hunde en la
silla frente a su escritorio.
—
Pero están haciendo tal ruido como si nuestro bebé fuera un instrumento para
conservarte conmigo. ¿Quién estará difundiendo esa agresiva noticia? ¡No es
verdad! Más pronto o más tarde alguien a quien conozca o me importe pensarán
que esa es la verdad sobre mí, —dice mientras pone su mano protectoramente
sobre su vientre.
—
Ana, si creen en esa mierda y no a ti, entonces no son dignos de tu
consideración.
—
Pero, es muy fácil de creer. Aun tú al principio creíste que te estaba dejando
por dinero, —murmura.
—
Solo porque fuiste tú quien me dijo que me estabas dejando. Te creí, no a los
jodidos paparazzi. Pero, fui un pendejo. Lo sé mejor ahora. ¡Me amas y
definitivamente te amo, nena! Este es un problema y lo vamos a resolver juntos.
Recuerda, hay muchas celebridades que pasan por esto día con día. Todos y cada
uno de los aspectos de su vida son examinados por otros. Eres famosa porque
eres mi esposa. Pero también porque eres una mujer hermosa que ha hecho un acto
de valentía. Algunas personas lo distorsionarán, no importa qué. Haré todo lo
que esté en mi poder para protegerte a ti y a nuestro bebé. Mientras tanto, hoy
tienes que trabajar. Estoy seguro que tienes toneladas de cosas que hacer.
Arreglaré este problema hoy. Probablemente tengamos que dar una entrevista a
una revista respetable para aclarar los rumores y anunciar tu embarazo.
—
Oh, no sé. Estoy temblando.
—
Ana, —le digo levantando su barbilla—. Será en nuestros términos, en casa y
nuestra historia. Tendremos las preguntas antes. Las estudiaré y las
aprobaremos juntos. De esa manera tenemos control de la situación. ¿De acuerdo?
—Asiente ausentemente—. Ana, por favor, me estás preocupando. Mírame… —ruego.
Finalmente su mirada se enfoca y me mira—. Tú y yo, y ese Bip dentro de ti.
Nada ni nadie más importa. No, no des el control de tus emociones a estos
pendejos. A mí, sí. ¡A alguien más, no! —Respira temblorosamente.
—
Estoy tratando. Es qué nunca había sido acusada de algo tan vil, tan mezquino y
tan públicamente cuando estuve cerca de morir y perder a nuestro bebé durante
el proceso de salvar a Mia. ¿Cómo alguien puede pensar que estuve involucrada
en eso?
—
Estás permitiendo que otros tomen el control sobre tus emociones y permitiendo
que esas ideas se introduzcan en tu cabeza. El proceso correcto es a través de
nuestro método para refutar esas acusaciones; porque sabemos la verdad. Lo
informaremos a su debido tiempo, en nuestros términos. Lo que necesitas es
recuperar tu auto-control.
—
¿Cómo? No puedo vivir en una burbuja lejos de la sociedad, Christian.
—
A veces son necesarias como protección. No tenemos que responder a las columnas
de chismes. Oirás y verás cosas que no te gustan. Eso es parte de esta vida. La
gente es atraída por el dinero. Atraída por la belleza. Atraída por el status.
Porque todo eso representa poder. Desean eso para ellos mismos y algunos harán
lo que sea por obtenerlo. Así que, para conseguir su meta, emplearán maneras
repugnantes para destruir o dañar a la persona. Tienes que tener una dura piel social. Tienes amigos verdaderos que te
aman y se preocupan por ti. Me tienes a mí, tu marido que está locamente
enamorado de ti. Tenemos un bebé en camino. Tenemos todo lo que cualquiera
pudiera desear. ¿Por qué podría alguien controlar tus emociones tan fácilmente
por propagar algunas mentiras? —Le pregunto arqueando las cejas.
—
Porqué son venenosas. Me preocupa que te lastimen o que creyeras en ellas.
—
Ahh. Ahora encontramos la raíz del problema. Cuando sostuve tu frío cuerpo
entre mis brazos, mi mundo estaba destrozado. Tú eres mi todo. ¿Algún jodido
extraño gritará algunas palabras y cambiará lo que siento por ti? Lo haré
pedazos. Nunca… jamás… permitiré que alguien te lastime, física o
emocionalmente. Lo prometo.
—
¡Gracias, Christian! —Dice con fervor y me abraza apretadamente—. No se que
habría hecho sin ti.
—
Nunca lo sabrás nena. ¡Porque soy yo el que no puede vivir sin ti! Ahora, de
regreso al trabajo. Hoy solo medio día.
—
Bien, —responde.
—
Sawyer y Ryan se quedarán aquí contigo. No salgas a comer. Ellos te traerán la
comida.
—
Así lo haré, —dice aferrándose a mí con fuerza como una mujer ahogándose. Mi corazón
se aprieta. Quiénes sean que estén jugando este juego y dejaron a estos
cabrones sueltos, los haré pagar. Beso a mi esposa, y la dejo en SIP con el
corazón apretado.
Cuando
llegamos a la SUV, volteo hacia Taylor—, ¿Le informaste a Welch?
—
Sí señor. Alguien está difundiendo los rumores y permitiendo que las revistas
de chismes hagan su asqueroso trabajo para ellos.
—
¿Están sus chicos vigilando a Linc?
—
Sí señor. Pediré el reporte esta tarde.
—
Hazo rápido. Y cuando lleguemos a GEH, consigue a los malditos abogados en
línea. ¡Querían una cacería de brujas, la han conseguido! —Quienquiera que esté
detrás de esto, está jodiendo al hombre equivocado. Ensombrezco los ojos con
rabia calculada y determinación. Mi BlackBerry vibra. La saco y verifico el
correo entrante.
De: Alex Pella
A: Christian Grey
Fecha: 1º de noviembre,
2011
Hora:
9:03
¡Hey
Grey!
El
rumor es que tienes un niño en camino. ¡Felicidades a los dos! Pero el chisme
real es que alguien está tratando de mover las aguas para ocultar algo para
atacarte. Lo que sea que estás experimentando ahora es solo pura diversión. Aún
no sé que es ese algo. Hasta ahora los labios están sellados. Mantén a tus
seres queridos cerca, y a los enemigos aún más cerca. No se han mencionado
nombres, todavía. Se espera que los esquemas sean complicados. Mantente en
guardia. Mantendré los ojos abiertos y los oídos listos. Te informaré si oigo
algo.
Tu
amigo
A.
¡Joder!
¿Quién está detrás de toda esta mierda?
Alex Pella Christian Grey
5 comments:
Olá! Estou ansiosa pela continuação do livro 5, capítulo 13. Parei na parte que Elena sofreu um acidente e o Taylor contou ao Christian. Quando vai publicar a contratação?
Olá
Olá
Olá! Estou ansiosa pelo livro 5 capítulo 13
Olá! Estou ansiosa pelo livro 5 capítulo 13. Quando vai publicar a continuação? Parei na parte que a Elena, sofreu um acidente e o Taylor começou a contar ao Christian.
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