La segunda Reunión
Traducido y editado por: Stephanie Gutierrez
Me encuentro a mi mismo como un idiota adolecente de pie frente a la
ferretería Clayton. Ella trabaja el día de hoy. Tomo un respiro profundo y la
localizo en aproximadamente treinta segundos. Se encuentra en la registradora
mirando a la pantalla de la computadora, evidentemente concentrada en una
tarea, mientras come un bagel. A veces remueve los restos de la comisura de sus
labios con su lengua, otras con su dedo medio. Repentinamente me siento con el
lujurioso deseo de ir y chupar los restos de comida de sus labios. Se ve tan
adorable como la recuerdo, de hecho en pantalones de mezclilla y su camiseta se
ve mucho, mucho mejor.
Al subir la mirada dejando atrás su tarea, su respiración se acelera. Esto
me hace sonreír, me alegra ver que puedo afectarla de esa manera. Eso significa
que no es lesbiana. Puedo ver la sorpresa en su rostro y sus ojos azules
dilatarse.
“Srta. Steele, que agradable sorpresa el verla aquí”
Ella observa mi vestimenta, mi camiseta, mis botas de escalar, sus ojos se
detienen un poco más de lo necesario en mis pantalones de mezclilla. Eso me
complace.
“Sr. Grey” ella logra respirar diciendo mi nombre casi en tono de pregunta.
“Estaba en el área. La verdad necesito reponer algunas cosas” digo en forma
de explicación. Y ella una vez mas esta mordiendo su labio inferior y
sonrojándose.
“Por su puesto Sr. Grey” tartamudea primero, y luego poniendo su sonrisa de
empleada me pregunta “¿En qué puedo
ayudarlo?”
“Necesito cables” digo sonriente. Mientras mi mirada se oscurece solo puedo
pensar ‘lo que podría hacerte con ellos’. Su sonrojo aparece una vez mas
mientras me dirige hacia los cables. Luego me ayuda a conseguir cinta pegante,
y soga. Es curioso que me pregunte si estoy redecorando. Mi sonrisa secreta
sale a relucir. No bebe yo no redecoro. Tengo personas que hacen eso. Estos son
para un distinto tipo de proyectos de HUM*, los cuales probablemente nunca haz probado.
¡Pero qué divertido será enseñarte!
Ella se sonroja bajo mi mirada otra vez. Ella esta tan afectada por mí,
como yo lo estoy por ella. Debo preguntarle algo para mantenerla interesada.
“ ¿Por cuánto tiempo has trabajado aquí?”, aunque por su puesto ya se la
respuesta a mi pregunta. Cuatro años por medio tiempo. Su respuesta es
afirmativa, sus ojos mirando hacia el suelo con aquella timidez que había visto
antes. Al momento me muestra dos tipos de cinta pegante y opto por la más
ancha.
“ ¿Se le ofrece algo mas Sr. Grey?” me pregunta con voz ronca y
entrecortada. Si en definitiva mi presencia le afecta. Y ahí estoy yo
respondiéndole con el mismo tono de voz que ella había usado. Al verla cortar
la soga con la eficiencia de una niña exploradora, le pregunto si alguna vez lo
fue de niña mirándola con intensidad. Su respuesta inicial es sonrojarse otra
vez y luego estruja sus manos nerviosamente mirando hacia abajo, y luego
responde. “No Sr. Grey, las actividades organizadas en grupos no son lo mío. No
me gustan ese tipo de cosas” unos
segundos más tarde se atreve a espiarme a través de sus largas pestañas. Es
algo frustrante el tratar de descifrarla. Así que pregunto “ ¿Y qué exactamente
es lo que te gusta Anastasia?”, me dirijo a ella con una voz baja, y ella jadea
suavemente. A decir verdad creo saber la respuesta, y apuesto a que son los libros.
“Libros” murmura ella, pero su mirada dice algo más junto con su sonrojo.
¿Me atreveré a decir Broten y Jane Austem?.
“ ¿Qué tipo de libros?” Pregunto
interesado, pero ya se la respuesta.
“Los clásicos británicos, lo usual” vuelve a murmurar. Pienso que ella es
de esas chicas, corazones y flores. ¿Es esto para mí? Yo no soy de los que hace
flores y corazones. Froto mi barbilla contemplando su respuesta. Pero si
funciona, podríamos tener tanta diversión juntos. Me encantaría tratar. Ella
cambia el curso de la conversación volviendo a su fachada de empleada.
“ ¿Necesita algo más Sr. Grey?”
Lo que necesito es que ella tenga el deseo de hablarme. Me siento seducido
por ella. No puedo quitarle los ojos de encima; todo lo que hace, como se
muerde el labio inferior, como retuerce sus dedos al estar nerviosa, haciéndome
desear tomarla y atarle ambas manos y capturar su labio en el mío y enseñarle a
esa boca sabelotodo algunas lecciones.
Entonces escuchamos a un tipo llamarla, “ ¡ANA!”un tipo bien vestido se
acerca con confianza, lógicamente la conoce. ¿Sera este su novio?, siento un
repentino escalofrío, y por poco siento el deseo de golpear a ese tipo hasta la
madre. ¿Quién demonios es él?, ella se excusa para mi beneficio y va donde él.
Yo estrecho mis ojos. Quizás fue un error el venir aquí. El la abraza, y
posiciona su brazo posesivamente sobre su hombro, pero ella no es reciproca. Yo
lo observo glacialmente. Quizás no están involucrados. Ella atrae a ese maldito
con ella, donde yo la espero de pie.
“Sr. Grey este es Paul. Su hermano es el dueño de este lugar. Lo conozco
desde hace un tiempo; pero raras veces se le ve por aquí ya que Paul estudia Administración
de negocios en Princeton***” dice ella con ojos expectantes. Lentamente dejo
salir un respiro de alivio. El maldito no es el novio, solo es el hermano de su
jefe. Mientras nos medimos el uno al otro silentemente, Anastasia añade, “Paul,
este es Christian Grey”. Le tomo un segundo darse cuenta de quién soy, y puedo
ver que su hostilidad cambia a una actitud de reverencia y admiración. Si
maldito, ¡ahora suéltala, y arrástrate de nuevo al hoyo del que saliste! , el
me pregunta si necesito algo.
“Anastasia ha sido bastante servicial” digo entrecerrando los ojos
fríamente, haciéndole entender que prefiero que se marche. Finalmente el
entiende el punto y se marcha. No sé porque he sentido este arrebato de celos.
No estoy familiarizado con esta emoción, y
me parece bastante perturbadora. ¿Por qué sentí celos como si ella fuese mi propiedad? Ella no me
pertenece…. Aun. Me gustaría que fuera algo mío.
“ ¿Existe algo más que pueda ayudarle a encontrar Sr. Grey?” pregunta ella
nerviosamente y yo ignoro su pregunta.
“ ¿Cómo va el articulo Anastasia?”, pregunto mientras ella luce
sorprendida, haciendo contacto visual conmigo, no quiero irme aun, quiero que
ella sienta la necesidad de hablarme sobre sí misma.
“Oh, Kate… es decir, la Srta. Kavanagh, mi compañera de piso esta
escribiéndolo. La verdad se encuentra devastada de que no pudo entrevistarle
ella misma. Tiene el deseo de tener algunas fotos de usted también”.
Esta información me sorprende y me da cierta esperanza de que quizás pueda
encontrar la manera de ver a Anastasia nuevamente. Ella puede ver el brillo en
mis ojos.
“ ¿En serio?” pregunto. “ Quizás mañana pueda estar disponible, me estoy
quedando en la ciudad”. Pesco mi tarjeta de negocios de mi billetera y se la
entrego mientras nuestras manos se tocan brevemente haciéndose presente el
mismo choque eléctrico, haciéndome jadear y mis ojos oscurecerse. Tengo el
mismo efecto sobre ella. “Debes llamarme antes de las 10 de la mañana”
Puedo notarla agradablemente sorprendida y me concede una enorme sonrisa
que hace brillar aun mas sus ya de por si prominentes ojos azules, llevándolos
a otro nivel. Me quita el aliento. La verdad es que ella posee una hermosa
sonrisa.
“Si, lo haremos. Kate estará tan feliz” dice extasiada.
Pago por mi compra mientras ella mantiene la mirada gacha, y yo aquí
muriendo por que vuelva a mirarme. ¿Por
qué estoy comportándome como un adolecente? Su simple toque moviéndome todo por
dentro. Finalmente vuelve a mirarme al momento en que le paso mi tarjeta de
crédito Amex. Nuestras miradas se interceptan. Una vez he terminado, tomo mis
compras y giro sobre mis talones antes de salir, “Oh Anastasia, me alegra que
fueras tu quien me entrevisto, y no tu compañera”. Deseo que sepa que me
interesa, y puedo sentir como el aire se escapa de su cuerpo, ella siente lo
mismo que yo. Le agrado. Al dejar la tienda tengo un renovado propósito. Esto
funcionara.
Taylor espera por mí en el estacionamiento.
“Vámonos” digo. El me conduce hasta el Hotel Heathman. Me dirijo a mi
Suite, coloco mis compras sobre una silla y me ocupo con trabajo, esperanzado
de que llamara. Si no, me iré mañana mismo abandonando esta casería. Espero que
llame. Voy a ejercitarme para gastar mi exceso de energía. Su sonrisa tímida
permanece latente en mi retina. Necesito relajarme, me ejercito durante horas.
Regreso a mi habitación en el hotel para ducharme. Anastasia y sus labios
siguen en mi mente. Si no llama, ¿Qué otra oportunidad para encontrarnos puedo
arreglar? Mi mente trabaja sobre planes de repuesto. Nunca pierdo cuando me
dispongo una misión. Pero si ella tan solo lo deseara. Ella es tan joven para
lo que tengo en mente para ella. Luce tan inexperta. ¿Por qué no me ha llamado
aun? Maldición..
Decido responder algunos correos electrónicos cuando mi teléfono suena. No reconozco
el numero ¿Quién diablos será? Estoy de muy mal humor, así que respondo de
manera cortante:
“Grey”
Una tímida, nerviosa y jadeante voz me responde.
“Ummm, ¿Sr. Grey? Le habla Anastasia Steele” mi corazón se detiene por un
segundo, y luego palpita cada vez más rápido mientras yo me encuentro
respondiendo con una voz ronca pero con un tono suave.
“Srta. Steele, que agradable escucharla”, por poco llego a pensar que no
llamaría. Me siento aliviado. Puedo escuchar su respiración acelerarse. Me siento entusiasmado de tener ese efecto en
ella. Estoy sonriendo como un idiota. Le digo que estoy hospedándome en el
Heathman en Portland, así que decidimos hacer la toma de fotos a las nueve
treinta de la mañana. Cuando ella responde “De acuerdo, ahí lo veremos” toda
agitada y excitada, siento mis ojos oscurecerse, no puedo esperar hasta mañana.
“Lo espero con ansias Srta. Steele” digo con tono altamente seductor. Mi
subconsciente dice “ ¡Tu eres mía!”.
La espera a la mañana siguiente está
cubierta de sueños eróticos en los que Anastasia usa medias de seda y se
encuentra esposada con sus ojos azules expectantes. “Anastasia” murmuro su nombre
como una súplica en mis labios.
“Christian.” Ella respira, su voz es suficiente como para deshonrarme como
hombre. Despierto todo sudoroso con su nombre en mis labios. Pongo mis brazos
sobre mis ojos, y entonces remuevo este sentimiento de intranquilidad mirando
hacia el techo. ¿Pudiera cualquier otro
nombre tener el mismo efecto en mi?, algo como Janet o Marie o Angie… No lo
creo. Anastasia. El nombre es una caricia en mis labios, es mágico y vivo. Me
siento atraído, embrujado en su hechizo.
Al despertar vuelvo al gimnasio para matar el tiempo. Luego de mi
entrenamiento, tomo una larga ducha, me coloco una camiseta de cuello abierto
blanca, y mis pantalones de marca en franela de color gris, colgando en la
parte baja de mis caderas. Como mi desayuno rápidamente y dejo a mi cabello
acomodarse a su propio gusto, dejándolo mojado. Ella me llama, dejándome saber
que están ocupando otra suite del hotel para la sección fotográfica. Taylor me
espera en la puerta.
La busco con la mirada tan pronto y como entro a la Suite. Allí esta ella
de pie, con unos pantalones de mezclilla de corte bajo abrazando sus curvas
bien apretadas y una camiseta blanca que muestra su figura de manera hermosa.
Siento su respiración acelerarse cuando su mirada captura la mía, y noto sus ojos
observándome discretamente.
“Srta. Steele, nos encontramos otra vez” digo extendiendo la mano para
recibir su pequeña y pálida mano. Con su toque siento palpitante el mismo
choque de electricidad entre los dos, y sé que ella puede sentirlo también, ya
que sus parpadeos se vuelven mas y mas rápidos. De inmediato se sonroja
acompañando a eso su respiración errática. Retira su mano demasiado rápido para
mi gusto e introduce a su amiga, quien como era de esperarse, no se inmuta, es
segura de sí misma y dominante, como yo.
“La tenaz Srta. Kavanagh. ¿Cómo le
va?” digo y le agradezco a mi estrella en mi cabeza de que fuese Anastasia
quien viniera y no ella. Es lo suficientemente bella pero no me gusta ni un
poco.
Entonces Anastasia introduce al fotógrafo diciendo, “Este es José
Rodríguez, Nuestro fotógrafo” Ella le sonríe de manera amorosa y el responde a
su sonrisa de igual manera pero añadiendo posesividad en sus ojos. Siento la
ira construyéndose dentro de mí. ¿Es este maldito su novio?
“Sr. Grey” el maldito asiente.
“Sr. Rodríguez”, digo glacialmente. Tomo asiento en la butaca para la
sección mientras me mantengo mirando a Anastasia. Necesito saber si alguno de
estos dos malditos que he conocido en estos últimos dos días es su novio. Ambos
fueron posesivos con ella. Luego de 30 minutos hemos terminado. Sucede un
pequeño intercambio de formalidades y agradecimientos, sobre todo entre
Kavanagh y yo, cuando finalmente me giro a Anastasia preguntando, “ ¿Caminaría
conmigo Srta. Steele?”
“Claro” responde ella ansiosa mientras su amiga nos observa sospechosa y el
maldito fotógrafo tiene el ceño fruncido. La palabra Novio, retumba en mi
cabeza. Necesito saber, yo no soy de esos que comparte. Ella tiene que ser mía.
Abro la puerta para permitirle salir. “ ¿Me acompañarías a un café esta
mañana?”, mantengo lo expectante que estoy lejos de mi mirada, pero puedo
sentir su pulso acelerarse y veo su cara colorearse de un delicioso rosa pálido.
Si bebe esto es una cita.
Glad you came - by The Wanted
Ella me dice desilusionada, que debe conducir a los demás a casa. ¡Oh yo te
cubro bebe!.
“ ¡TAYLOR!”…
“Por favor, lleva a la Srta. Kavanagh, el fotógrafo y su asistente con todo
su equipo a donde necesiten ir”, entonces me giro hacia ella y digo “Lo vez,
todo resuelto”.
“Oh Taylor no tiene por qué hacer eso Sr. Grey, yo, puedo cambiar de vehículo
con Kate”, ella regresa a la suite; sostiene una pequeña discusión con su amiga
y regresa.
“Ok, vamos por el café” dice sonrojándose rojo escarlata. Ese color en ella
me hace sonreír como el Gato Cheshire****. Hacemos pequeña charla en nuestro
camino al elevador. Presiono el botón para llamarlo y cuando las puertas se
abren una pareja que había estado besándose, se separa de un salto mirando a
cualquier lado excepto uno al otro. ¿Qué será lo que tienen los ascensores?
Anastasia esta sonrojada y avergonzada. Yo mantengo mi mirada en Anastasia,
observando el adorable color rojizo que sube por sus mejillas una vez más, a
duras penas logro conseguir ocultar mi sonrisa. Cuando finalmente el elevador
suena indicando que llegamos al primer piso, tomo a Anastasia de la mano, y
camino fuera del elevador. Podemos escuchar a la pareja detrás de nosotros
reírse como chiquillos al escucharme murmurar… “ ¿Qué será lo que tienen los
elevadores?”
Cruzamos la calle a una cafetería tomados de las manos y la corriente
eléctrica volviéndose una constante en nuestros dedos.
¨Te English Breakfast, bolsa afuera¨ dice sorprendiéndome. Entonces nada de
café… Luciendo avergonzada ella me indica que no es una de esas personas que
aman el café. Cuando voy por las bebidas y algo de comer, la sorprendo
observándome subrepticiamente con una que otra ocasional mordida de su labio
inferior. Cuando regreso a la mesa, me encuentro con su mirada gacha, mientras
parece haber encontrado algo sumamente interesante en sus nudillos mientras se
sonroja. Me encantaría saber si esta sonrojándose por causa mía.
“ ¿Un
centavo por tus pensamientos?” pregunto.
Ahora su sonrojo es de un color más intenso que el de la bandera China.
¡Dios! ¡Lo que me gustaría hacerte para que me digas lo que piensas! Coloco la
bandeja sobre la mesa que ella eligió, y estiro las piernas al sentarme en el
lado opuesto a ella, para observar ese hermoso y tímido rostro. Una vez más la
coacciono para que hable:
“¿En qué piensas?”
Ella permanece un misterio. “Este es mi te favorito me gusta negro y suave”
al decir eso, yo decido ir directo al grano y sacarme a mismo de la miseria en
la que ella me ha colocado porque la verdad no puedo aguantarlo más.
“Ya veo.” Digo, “¿Es ese tu novio, el fotógrafo José
Rodríguez?”
“No” ella suelta las palabras rápidamente, “Es solo un
muy buen amigo. Más bien es como parte de la familia en realidad”
“Ya veo” digo cortando sus palabras. “ ¿Y qué tal el
chico de la tienda?” si este soy yo yendo directo al punto.
“No, no lo es, te lo dije ayer” me responde al momento
que yo doy un extraño jadeo de alivio.
“ ¿Por qué preguntas?” me cuestiona ella.
“Te pones nerviosa alrededor de los hombre”, hago esa
observación y ella vuelve a mirar los nudillos de sus puños mientras se
sonroja.
“La verdad te considero intimidante” me confiesa, pero me
doy cuenta de que fue algo que dijo sin pensarlo puesto que al notar lo que
había dicho, su sonrojo se intensifica llegándole hasta la coronilla mientras
yo tomo un profundo suspiro. Mi presencia si le afecta, el solo pensarlo me
complace y no puedo evitar la sonrisa que se dibuja en mi rostro.
“Yo soy
intimidante, pero por favor no mires hacia abajo, me gusta ver tu cara,” digo,y
y
besar esa boca junto a ese labio que has estado mordiendo. Su mirada vuelve a mí.
“Quiero saber que estas pensando, eres misteriosa
Anastasia.”
Ella luce nerviosa.
Puedo notar que cada vez que se sonroja está pensando en
algo, pero no sé exactamente en qué. Me pregunta si siempre hago ese tipo de
observaciones personales. No sabía que lo hacía. Además, ¿No estaba ella
haciendo observaciones sobre mí la semana pasada? Y entonces me sorprende
diciendo que tengo poco tacto cuando quiero algo. ¡No sabes cuan en lo cierto
estas bebe!
“Yo siempre
obtengo lo que quiero Anastasia” le
digo, “ En todas las cosas”.
Quiero saber más
de ella, y preguntarle sobre su familia. Ella hace lo mismo y me pregunta sobre
la mía. Pero a decir verdad me siento más inclinado a saber sobre ella. Pero no
me da tanta información como deseo. Le digo sobre mi hermana Mia quien vive en
Paris . “He escuchado que Paris es adorable”, dice con un aire soñador. Le digo
que en realidad es hermoso y le pregunto si jamás ha estado allí. Pero ella
jamás ha salido del país.
Al preguntarle si le gustaría ir, su cara se ilumina diciendo, “A Paris,
por su puesto. Pero es Inglaterra donde realmente me gustaría visitar.” Apuesto
a que puedo adivinar la razón. Mi dedo medio vuelve a tocar mi labio mientras
la miro contemplativo y ella luce como si apenas pudiera contener la
aceleración de su respiración. “ ¿Por qué?” le pregunto.
“Austen, Bronte,
Shakespeare, Hardy. Quisiera conocer los lugares que inspiraron a mis autores
favoritos” dice sin siquiera pestañar. Corazones y flores, justo como lo
sospeche. Ella mira a su reloj,
probablemente desea irse a estudiar para sus exámenes finales. Le ofrezco
encaminarla hasta el auto de la Srta. Kavanagh. Ella me agradece el té, pero
por supuesto el placer ha sido todo mío, así que sonrío. Le ofrezco mi mano y
ella automáticamente la toma y en menos de un segundo ahí está, esa corriente
eléctrica que es una constante entre nuestras pieles. Ambos caminamos tomados
de la mano hacia el hotel, perdidos en nuestros pensamientos. Amo la manera en
la que luce su trasero con esos pantalones, y sin pensarlo le pregunto “ ¿Siempre
usas pantalones de mezclilla?”
“Mayormente” me responde confundida. Le sienta bien, muy pero muy bien.
Cuando nos dirigimos al estacionamiento de la nada me pregunta “ ¿Tienes
novia?” toda sonrojada, la razón creo es que tuvo que reunir el valor para
hacerme esa pregunta en voz alta. Le dedico media sonrisa .
“No Anastasia, yo no hago eso de tener novias” le respondo suavemente.
Ella luce confundida, por su puesto. El destello de un pensamiento pasa por
su cara sin palabras. Posee una expresión de decepción en su cara y trata de soltar
mi mano, caminando por delante y tropezando para caer de cabeza a la calle. Me
encuentro gritando: "¡Mierda, Ana!" mientras la salvo de un tirón a su
mano de que un descuidado ciclista la arroyara ajustándola a mi cuerpo lo más posible. La siento inhalar mi olor mientras yo
igualmente tomo una bocanada de su olor suave y femenino emanando de su cabello
y piel. Cierro los ojos un momento susurrando en su oído, "¿Estás
bien?" Mientras la sujeto por la parte baja de su espalda con una mano, tratando de asegurarme de que está bien y no
tiene arañazos en la cara con la otra. Rozo su labio inferior con mi pulgar y siento como un
escalofrío recorre mi cuerpo. Su aliento se detiene. Cerramos miradas, y ella
me observa con tal intensidad, su cuerpo y mirada solo gritan "bésame".
Ella es adorable, y yo me encuentro luchando con mi autocontrol y la
urgencia de acercarnos esa última
pulgada que nos separa y besarla. Cierro mis ojos brevemente y al abrirlos,
estoy determinado. Ella es demasiado joven, inocente, demasiado adorable. Ella
no pertenece a mi mundo.
“Deberías mantenerte alejada de mi Anastasia, yo no soy el tipo de hombre
para ti” susurro. Su cara cambia por una llena de desolación, como si le
hubiesen golpeado con fuerza. Es mejor que sienta que la rechazo a que luego la
hiera de alguna manera peor.
“Anastasia respira, te soltare ahora ¿está bien? Te dejare ponerte de pie y
caminar” su cara está llena de decepción y dolor. La veo abrir sus ojos azules
tan ampliamente como sus ojos le permiten para no dejar que las lagrimas que se
forman haciendo brillar sus ojos no rueden por sus mejillas.
“Lo tengo,” es su respuesta, “Gracias Sr. Grey”
“ ¿Por qué?”
“Por salvarme”, me responde
casi en llanto.
Estoy furioso con el imbécil que casi la arroya. “Fue culpa de ese idiota,
no tuya ¿Quieres que te acompañe al vestíbulo del hotel y tome asiento
contigo?”
“Estoy bien” dice con voz quebradiza. “Gracias por la sección
fotográfica”, continua como si se
tratara de un último esfuerzo de su parte para no llorar. Tengo un debate
interno con ciertas emociones desconocidas. Por poco le concedo una
explicación, de que soy un tipo jodido, y lo que obtendría de mi la haría
infeliz. Ella es del tipo de chica que espera corazones y flores, y las 50
sombras del jodido Christian Grey que soy, no hacen eso.
“Anastasia … yo…” entonces me detengo con esa batalla interna en mi,
deseándola, pero no queriendo lastimarla. Estoy dividido. No puedo aguantar el
dolor en su rostro.
“ ¿Qué Christian?” me suelta, mi nombre suena a una súplica en su lengua.
No, no puedo hacerle esto a ella. Tomo un pequeño respiro y le digo “Buena suerte
en tus exámenes”, confundiéndola.
“Gracias” me responde casi en llanto y camina en dirección opuesta, alejándose de mí.
La ultima cosa que la veo hacer es limpiarse la cara del mar de lagrimas que rueda por sus delicadas
facciones. Mentalmente me pateo a mí mismo.
¡Mierda, Mierda, Mierda!
Me regreso al hotel. Necesito golpear algo, alguien, algo… lo que sea con
un demonio. Estoy lleno de estas extrañas emociones que no conozco. No puedo
sacarla de mi mente. La mirada, el dolor… ¡Maldición! Todo es mi culpa… Yo no
hago eso de tener novias, y ella no es el tipo de chica que quiere lo mismo que
yo. Estoy en un maldito acertijo y tengo un deseo desconocido, algo que me tira
hacia ella, y yo no quiero hacerle daño.
Ella va a salir lastimada. Ella es muy inocente. ¡No va a funcionar con ella!
La batalla en mis cabeza me hace sentir colérico. ¿Cómo iba yo a saber que no
funcionará si no lo intento?
A la mierda esto. Me daré a mi
mismo un día más. Veré si puedo encontrar una solución a esto en mi cabeza.
Maldición, llamare a Claude Bastille, para que traiga su trasero a Portland.
Necesito un entrenamiento serio.
Mañana, esperare a mañana.
*****
HUM**: Hágalo
Usted Mismo o sus siglas en ingles DIY, que significan Do It Yourself.
Princeton***:
Reconocida universidad norteamericana.
El gato
Cheshire****: es el gato purpura y sonriente del cuento infantil Alicia en el
país de las Maravillas.
…..
10 comments:
Fantástico capítulo me gusta mucho tu manera de contar la historia y muchas gracias x la traduccion!
Demasiado graciassss
ESTUVO SUPER BUNO
Nayaret Fierro Es demasiado bueno!!!! Ame este libro desde el primer momento y leer los fanfic
13 h · Me gusta
Cindy Zamudio Es muy bueno!!! I love.....es muy interesante leer desde el punto de vista de christian.....me encanta..
13 h · Me gusta
Trina Cecilia Hernandez EMINEEE graciasssss es fabulosooooooooooooooo me encantaaa!!!!!!!!
7 h · Me gusta
Alejandra Armenteros Muchas gracias EMINE de verdad me gusta mucho este fan fic y ams un por que s desde la perspectiva de nuestro Christian, espero con ansias el siguiente capitulo por que me dejas en la intriga total jajaja, Fanny Rebellon querida amiga sabes lo mucho que aprecio tus detallazos te mandos besos desde aca
6 h · Me gusta
Marisol Blancas Muy buena versión Emine
1 h · Me gusta
Leidy Diana Bedoya Emine... gracias por hacernos este maravilloso regalo de verdad es un gusto poder seguir disfrutando de Christian lo cual es muy interesante porq podemos conocer mas desde su punto de vista....Nuevamente gracias y porfavor sigue compartiendo esta linda historia...
22 min · Me gusta
Nayaret Fierro Es demasiado bueno!!!! Ame este libro desde el primer momento y leer los fanfic
13 h · Me gusta
Cindy Zamudio Es muy bueno!!! I love.....es muy interesante leer desde el punto de vista de christian.....me encanta..
13 h · Me gusta
Trina Cecilia Hernandez EMINEEE graciasssss es fabulosooooooooooooooo me encantaaa!!!!!!!!
7 h · Me gusta
Alejandra Armenteros Muchas gracias EMINE de verdad me gusta mucho este fan fic y ams un por que s desde la perspectiva de nuestro Christian, espero con ansias el siguiente capitulo por que me dejas en la intriga total jajaja, Fanny Rebellon querida amiga sabes lo mucho que aprecio tus detallazos te mandos besos desde aca
6 h · Me gusta
Marisol Blancas Muy buena versión Emine
1 h · Me gusta
Leidy Diana Bedoya Emine... gracias por hacernos este maravilloso regalo de verdad es un gusto poder seguir disfrutando de Christian lo cual es muy interesante porq podemos conocer mas desde su punto de vista....Nuevamente gracias y porfavor sigue compartiendo esta linda historia...
22 min · Me gusta
Me encanta Emine eres fabulosa, gracias por tomarte el trabajo de hacer esta maravilla, un beso desde venezuela.
Acabo de encontrar tu blog, gracias a Fanny Rebellon acabo de terminar el segundo capítulo.
Es buenísimo a seguir con la lectura.
Acabo de encontrar tu blog, gracias a Fanny Rebellon acabo de terminar el segundo capítulo.
Es buenísimo a seguir con la lectura.
Acabo de encontrar tu blog, gracias a Fanny Rebellon acabo de terminar el segundo capítulo.
Es buenisimo a seguir con la lectura.
osea
Guuuuaaaauuu genial te quedo de todas todas
muchas ghracias por el capitulo
Saludos!!
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