CAPITULO XII
DIA DE LA CENA
Traducido y editado por: Patricia Pinto
Al día siguiente, mi corazón está en mi garganta todo el día. Estoy nervioso, excitado, feliz, ¿mencioné nervioso? Me doy cuenta que Taylor también nota mi nerviosismo. Mis respuestas son bruscas y cortas. Tengo que tratar de entretenerme en algo para que el día pase rápido. Quiero que llegue esta noche. Quiero hacer el amor con ella. ¡Mierda con ella! Besarla, sostenerla. En vista de que no hay otra cama en Escala, tendrá que dormir conmigo. ¡Otra vez saltando mis reglas! ¡Ella es la grieta en mi armadura! Pero no hay otra cama y no voy a dormir en el sofá teniendo una cama. Mi subconsciente me dice: “deja de mentirte, ni tú mismo te lo crees, quieres dormir con ella” Lo callo, lo más seguro es que lo menos que hagamos será dormir, ¿qué dices a eso ah?
¡Dios! Ya han pasado tres días desde que he estado
con ella y me estoy muriendo… apenas a sólo seis millas de distancia y no
saborearla, no amarla, ¡no follarla!
Exasperado, grito
_ ¡Taylor!
_ Sí, señor, aparece
inmediatamente en el área de sala de estar de mi suite.
_ Necesito salir. Vamos
a ir a correr.
_ ¡Sí, señor!
Puedo correr
hasta su casa desde aquí, y no voy a estar cansado cuando llegue y esta energía
reprimida me está volviendo loco, buscando una manera de salir. Pero por supuesto que no voy a ir,
tengo que controlarme hasta que ella llegue. Así
que sólo corremos y corremos con fuerza durante varios kilómetros. Cuando regresamos, me doy una ducha. Estoy un poco calmado, mi tensión ha
disminuido y tengo que prepararme para esta noche. Me puse mi habitual
camisa de lino blanca con vaqueros negros y una chaqueta de color negro. Quiero estar impecable para que ella
no tenga otra alternativa. Me paso
los dedos por el cabello, dejándolo un poco despeinado para dar un aire de
suficiencia. Pon eso en tu pipa y fúmatelo señorita
Steele, hago mi camino a la planta baja hacia el bar del
hotel.
Pido un vaso de
vino blanco. Estoy nervioso como
siempre y yo nunca ando nervioso. No
soy un tipo de emociones. Siempre
me controlé y el control me da serenidad y Anastasia está creando el caos en mi
alma atormentada ya. Verifico la
hora: 18:56 ¿dónde está? Mi pie comienza a golpear ligeramente
en un gesto nervioso el suelo. Lo
detengo. Me inclino hacia la
barra y tomo otro sorbo de mi vino. ¡Ella está aquí! ¡Siento su mirada
en mi espalda! ¡No sé cómo! Pero cuando ella entra en el salón, la
siento como si estuviéramos conectados. Echo
un vistazo alrededor todavía nervioso y la veo de pie en la entrada de la
barra. ¡Me está admirando! Mi corazón se
derrite y más cuando la veo cómo va vestida. Ella
se ve increíble en un vestido color púrpura. Tengo
que parpadear varias veces para asegurarme de que realmente ella está aquí. ¡Se ve impresionante! Le doy mi sonrisa sólo reservada para ella,
esa sonrisa salaz para mostrar mi deseo, mi afecto, mi desenfreno por ella.
Además de su
vestido ella está usando tacones de aguja ¡al diablo! Tengo un fetiche con los zapatos de
tacón alto que me dan ganas de llevármela y follarla ya. Tal vez lo haga. Tengo un comedor privado reservado. Ella
camina hacia mí y me sale de forma automática caminar hacia ella.
Can't Take my Eyes off of You - Frank Sinatra
_ Anastasia te ves impresionante, es todo lo
que puedo murmurar y le doy un casto beso en la mejilla
_ Estás usando
un vestido. Lo apruebo la
señorita Steele. Le ofrezco mi brazo y ella lo toma y la llevo hacia una mesa
privada. Le hago un movimiento al
camarero y pregunto lo que quiere beber. Ella
me da una sonrisa socarrona, y dice “lo mismo que estás tomando” yo le pido un
Sancerre y lo deslizo en frente de ella. El
pensamiento de que le agrado me marea. No
puedo dejar de decir "Tienen una excelente bodega de vinos aquí",
inclinando la cabeza hacia un lado.
Cierro los ojos
por un segundo para ver si nos podemos escapar de un tirón, pero no, no soy
capaz. Me encuentro juntando mis
manos y me inclino hacia ella. Mis
ojos, mi corazón están llenos de una emoción que siento que voy a reventar. Ella nerviosamente baja la mira, yo sé que
siente la carga entre nosotros.
_ ¿Estás
nerviosa? Le pregunto en voz baja.
_ Sí, susurra.
Me inclino
hacia delante más cerca de ella.
_ Te voy decir un secreto, y le digo con complicidad.
_ Estoy
nervioso también. Ella parpadea y se sorprende. He sido un dominante durante mucho tiempo y
el nerviosismo es una sensación que no está en mí. Pero sí, estoy nervioso. El
camarero llega con su vino, aceitunas y algunos frutos secos.
Ella va directo
al grano.
_ Entonces
Christian, ¿cómo vamos a hacer esto? ¿Discutimos
mis puntos uno por uno?
_ Impaciente como
siempre, señorita Steele, le digo.
Entonces ella
dice muy tranquila se burla de mí. Y es
la cosa más caliente que me ha pasado.
_ Bueno señor
Grey, en ese caso, voy a preguntarle que piensa del clima hoy. Me mira con sus
grandes ojos azules atentamente haciéndome sonreír. Dos
pueden jugar ese juego señorita Steele. Hago
un show para extender mi mano y agarrar una aceituna y la lanzo a mi boca sin prisa. Ella está mirando mi boca, y sé
exactamente lo que está pensando. Ella se retuerce en su asiento y está
nerviosa. Cuando ve mi expresión,
se pone roja y mira sus manos. Ella
debe estar muy caliente, porque se está mordiendo el labio y su mirada es
inquebrantable, incapaz de mirar lejos. Su
pecho se eleva hacia arriba y abajo con deseo, la respiración es superficial,
pero rápida. Ella está juntando
sus piernas ahora, porque ella tira accidentalmente del mantel. Ella
me quiere y despierta deseos que no sabía que existían en mí.
_ Yo creo que
el tiempo está particularmente excepcional señorita Steele, le digo en voz
baja.
Blue Skies - Ella Fitzgerald
_ ¿Está
sonriéndome señor Grey? Me pregunta incrédula.
_ Claro que sí
señorita Steele, sonrío. ¡Agarra esa
Anastasia! Se inclina y
susurra con fervor:
_ Usted sabe
que legalmente ese contrato es inaplicable, me dice.
_ Soy plenamente
consciente de ese hecho señorita Steele. Ella se inclina hacia atrás y se cruza
de brazos, cerrándose.
_ ¿Iba a
decirme algo sobre ese punto? ¿Ella no
confía en mí? ¿Cree que me
aprovecho de ella? Yo frunzo
el ceño.
_ Anastasia,
¿crees que te obligaría a hacer algo que no quieres y luego fingir que tengo un
contrato legal sobre ti? Le pregunto con fervor en mi voz.
_ Bueno... sí. Ella responde y curiosamente su
respuesta me hiere. Yo no le
haría daño. ¿De dónde le viene esa sensación? Dos
simples palabras y sin embargo siento un cuchillo en mi alma oscura.
_ ¿No piensas
muy bien de mi no? Le digo tratando de ocultar el dolor de mi voz, ¿por qué?
_ Señor Grey,
no ha respondido a mi pregunta. Usted
no responda una pregunta con otra pregunta.
Suspiro. Ella se merece una respuesta.
_ Anastasia, no
importa si es legal o no. Representa un arreglo que me gustaría hacer contigo.
Lo que me gustaría de ti y lo que esperas de mí. Si no te gusta, entonces no firmes. Si firmas y después decides que no te gusta,
hay bastantes cláusulas que te permiten alejarte. Incluso si fuera legal, ¿crees que te
arrastraría hasta los tribunales si decides irte?
Ella me mira
por un momento para digerir lo que le acabo de decir y sin apartar la mirada de mí ella toma un
largo trago de su vino. Quiero
que ella confíe en mí. ¡Siempre! Yo nunca me voy a aprovechar de ella. Si hay algo extraño que me sucede, es
el deseo de cuidarla.
A Matter of Trust - Billy Joel
_ Este tipo de relaciones, de hecho las
relaciones en general, se basan en la honestidad y la confianza. Si no confías en mí, para saber cómo
te afecto, qué tan lejos puedo ir contigo, hasta donde puedo llevarte, si no
puedes ser honesta conmigo… le digo y me acerco mirándola directamente a sus
ojos, entonces no podemos hacer esto. Por lo tanto, todo se reduce a esto Anastasia:
¿Confías en mí o no? Me arden los ojos de verla, deseando que sea honesta
conmigo.
Ella inclina la
cabeza hacia mí y me desarma totalmente con su pregunta:
_ ¿Has tenido
esta discusión con, uhm... alguna
de las quince?
_ No, le digo.
_ ¿Por qué no? Me pregunta.
_ Porque todas
eran sumisas establecidas, sabían lo que querían de la relación y sabían lo que
yo esperaba. Así que solo se trató de una discusión de límites blandos y
pequeños detalles.
Ella niega con
la cabeza.
_ ¿Hay alguna
tienda dónde las busques? ¿Algún sitio en particular?
_ No, no
exactamente, le respondo con risa, pero desarmado de nuevo.
_ Entonces,
¿cómo?
_ Anastasia,
¿es esto lo que quieres discutir? o iremos al grano como tu dices. Ella traga. Una gran cantidad de emociones cruzan
a través de su cara. Ella baja la
vista hacia sus manos. Necesito
distraerla y que no piense demasiado. Siempre
está pensando demasiado.
_ ¿Tienes
hambre? Le que pregunto. Ella
mira hacia arriba.
_ No, responde
dócilmente.
Apuesto a que
no ha comido. Ella casi no come
nada.
_ ¿Has comido
hoy?
_ No, dice ella
con una voz apenas audible. Mis
ojos se estrechan. ¿Por qué está
siempre evitando los alimentos?
_ Tienes que
comer Anastasia. Podemos comer en
mi suite o aquí. ¿Dónde
preferirías?
_ Creo que deberíamos
quedarnos en zona neutral. Yo le doy una
sonrisa cínica inclinándome hacia ella.
_ ¿Crees que me detendrías? Le digo
sensualmente en voz baja, ¡me quemo por
ella! Me he estado muriendo
por ella estos últimos tres días. Sus ojos se abren y ella se traga.
_ Eso espero,
susurra.
_ Vamos, le
digo, tengo un comedor privado reservado. Tomo
su mano pidiéndole que traiga su vino. El camarero del hotel nos lleva al
comedor íntimo. Me siento frente
a Anastasia. Ella finalmente me
ve por debajo de sus pestañas y se muerde el labio.
_ No te muerdas
el labio. Levanta la vista sorprendida. He ordenado nuestra comida. Espero que no te moleste, le digo.
_ Está bien,
ella asiente. Su aceptación por
último me da un suspiro bien merecido de alivio. Ella puede ser susceptible.
_ Ahora, ¿dónde estábamos?
_ En el meollo
de la cuestión, ella responde automáticamente tomando un sorbo de su vino.
_ Sí, tus
dudas, le digo sacando una copia de su
e-mail de mi bolsillo.
_ Cláusula 2. Estoy de acuerdo. Es para beneficio de ambos, lo
redactaré de nuevo. Ella me mira sin parpadear. Opta por tomar otro sorbo de su vino como
para buscar el valor que perdió afuera.
_ En cuanto a
mi salud sexual; todas mis parejas anteriores han tenido análisis de sangre y
me realizo pruebas periódicas cada seis meses por todos los riesgos de salud que
mencionas. Todas mis últimas pruebas están limpias. Nunca he tomado drogas soy vehementemente
anti-drogas. De hecho tengo una
política de no tolerancia en mi empresa, e insisto en hacer pruebas de drogas al azar. Su boca se abre
con una cara sorprendida como si quisiera decirme que soy un verdadero fanático
del control. Y nunca me he hecho una transfusión de sangre, ¿Eso responde a tu
pregunta? Ella asiente impasible.
_ La cláusula
siguiente es lo que te había dicho antes. Puedes
irte en cualquier momento Ana. No
te voy a detener, le digo a pesar de que sé que no es cierto, sin embargo si
así lo decides, eso es todo, para que lo sepas. Le digo mirándola a los ojos.
_ Está bien,
contesta firme y por un momento me siento que la voy a perder.
_ Espero que te
gusten las ostras, le digo en voz baja, cuando llega nuestro primer plato. Ella me dice que nunca las ha probado.
_ ¿En serio? Bueno, lo único que tienes que hacer
es acercarla a tu boca y tragarla. Creo que puedes manejar eso, le digo
recordando sus habilidades orales. Ella
se pone carmesí. Sonrío mientras vierto un chorro de
jugo de limón en mi ostra y la pongo en mi boca. Entonces la animo a hacer lo mismo.
_ ¿Así que no
lo mastico? Ella pregunta tan inocente. ¡Me
encanta eso de ella! Cuando ella habla
así, todo desaparece, toda la mierda, toda la preocupación, simplemente
Anastasia y yo.
_ No, Anastasia,
le contesto con un brillo en los ojos. Se muerde el labio de nuevo. ¡Joder que mujer! ¿Está tratando de quemarme? Le doy una mirada de advertencia. Ella me copia y vierte un chorro de
jugo de limón en su ostra, y se la traga. Se lame los labios hermosos haciendo que
mi polla pegue un brinco.
_ ¿Y bien? Le
pido su opinión.
_ Voy a probar
otra, ella responde secamente.
Estoy tan
orgulloso de ella. Ella está
abierta a probar cosas nuevas y está dispuesta a aprender y a disfrutar de ellas. Me da esperanzas de un nosotros.
_ Buena chica,
me encuentro respondiendo con orgullo.
_ ¿Elegiste
esto deliberadamente? ¿No son, conocidas
por su cualidades afrodisíacas? dice ella.
_ No, le
respondí con honestidad, son el primer plato en el menú, además no necesito un
afrodisíaco cerca de ti, creo que ya lo sabes y creo que reaccionas de la misma
forma que yo. Así que ¿en donde estábamos? Ah, sí, me obedeces en todo. Sí, quiero que hagas eso. Necesito que hagas eso. Piensa en ello como las reglas del
juego, le digo. Tengo que tener
el control. Ella es demasiado
desafiante y esta es la única manera que sé cómo manejarnos.
_ Christian...
ella me mira con miedo, me preocupa que me vayas a hacer daño.
_ ¿Hacerte daño
cómo? Estoy sorprendido por su preocupación.
_ Físicamente,
dice ella, pero su mirada me dicen más.
_ ¿De verdad
crees que yo haría eso? ¿Traspasar
cualquier límite que no puedas tomar?
_ Pero me has
dicho que le hiciste daño a alguien antes.
_ Sí lo hice, pero eso fue hace mucho tiempo.
_ ¿Cómo le
hiciste daño?
_ La suspendí
del techo en mi cuarto de juegos. De hecho esa es una de tus preguntas, la
suspensión, para eso son los mosquetones, el juego de la cuerda, una de las
cuerdas fue atada muy fuerte. Ella alza su mano indicándome que no quiere
escuchar más.
_ No quiero
saber más. ¿Así que no me suspenderás entonces?
_ No, si no
quieres. Esto puede ser un límite
duro.
_ Está bien,
ella da un suspiro de alivio. Estaba
claramente aterrorizada.
_ Así que
obedecer ¿crees que puedas manejar eso? Por
favor, le ruego en mi interior. Necesito
esto. Tengo que tener el control.
_ Podría
intentarlo, susurra.
_ Bien, sonrío
y doy un suspiro de alivio. Ahora
el plazo. Un mes de plazo en lugar de tres es muy poco tiempo, especialmente si
quieres un fin de semana lejos de mí. No creo que pueda estar lejos de ti tanto
tiempo, apenas y puedo manejarlo ahora. Le digo con honestidad. Su expresión
cambia a una de asombro.
_ ¿Qué dices, si
tomas un día de fin de semana y a cambio me das una noche entre semana?
_ Está bien,
susurra.
_ Y por favor,
probemos durante tres meses, sino te parece entonces puedes irte en cualquier
momento. Le pido.
_ ¿Tres meses?
Dice como si las palabras le están dejando un sabor amargo en la boca. Ella se ve alterada. Ella toma otro sorbo de su vino con un
gesto nervioso. Toma otra ostra
para llenar tal vez el silencio que cae entre nosotros.
Continúo.
_ Sobre el
asunto de la posesión. Eso es solo una terminología y se remonta al principio
de obediencia. Es para lograr entrar en el estado de ánimo adecuado, para
entender de donde vengo. Y quiero que sepas que tan pronto entres a mi cuarto
como mi sumisa, haré que te guste. Tienes que aceptar eso por voluntad propia. Es por eso que tienes
que confiar en mí. Te follaré en cualquier momento de la manera que quiera… en
cualquier lugar que quiera. Te disciplinaré porque cometerás errores. Te
entrenaré para complacerme. Pero sé que no has hecho esto antes. Inicialmente
lo tomaremos con calma y yo te ayudaré. Construiremos diversos escenarios.
Quiero que confíes en mí, pero sé que tengo que ganarme tu confianza y lo haré.
El “o de otra manera” Es para ayudarte a introducirte en el tema, significa que
todo vale. Le digo con pasión porque estoy concentrado en lo que quiero. Ella
solo sigue mirándome sin decir una palabra.
_ ¿Sigues
conmigo? le susurro caliente porque toda esta conversación me tiene con la
madre de las erecciones.
Cuando el
camarero se acerca de nuevo, le pregunto si ella quiere más vino, pero ella
opta por el agua con gas ya que ella va a manejar.
_ Estás muy
callada Anastasia, le susurro.
_ Estás muy
hablador. Sonrío.
_Disciplina.
Hay una línea muy fina entre el placer y el dolor Anastasia, son ambas caras de
la misma moneda, no existe uno si el otro. Puedo mostrarte que tan placentero
puede ser el dolor. No me crees ahora, pero a esto es lo que me refiero con la
confianza. Habrá dolor pero no hay nada que no puedas manejar. Una vez más todo
se reduce a la confianza ¿confías en mí Ana? Le pregunto con intensidad.
_ ¡Ana!
Ella me mira
cuando lo llamo por su nombre.
_ Sí. Responde
espontáneamente. ¡Ella confía en mí! Me siento aliviado.
_ Está bien, el
resto son sólo detalles.
_ Detalles
importantes, replica.
El camarero
vuelve a emerger con la comida: bacalao negro, espárragos, puré de papas con
salsa holandesa. Espero que le
guste la comida.
_ Hablando de
comida, ¿la comida es un tema de discusión? Le pregunto.
_ Sí, responde
inmediatamente.
_ ¿Puedo modificarlo
diciendo que comerás al menos tres veces por día?
_ ¡NO!, dice
con vehemencia y con firmeza.
_ Necesito
saber que no pasarás hambre Anastasia, le digo preocupado.
_ Tendrás que
confiar en mí, responde y me desarma por completo. La miro y sí, confío en ella. La idea me
relaja.
_ Buen punto
señorita Steele, acepto lo de la comida y el sueño.
_ Quiero saber
por qué no puedo mirarte, dice ella.
_ Es una cosa
de dominación/sumisión. Ya te
acostumbrarás a ello. Ella me mira incrédula.
_ ¿Por qué no
puedo tocarte? ¿Cómo le puedo explicar
que estoy jodido?
_ Porque no
puedes, le digo con firmeza.
_ ¿Es por la
señora Robinson? Ella pregunta sorprendiéndome.
_ ¿Por qué
piensas eso? Le pregunto. ¿Crees
que me traumatizó? Ella asiente con la cabeza.
_ No Anastasia,
ella no es la razón. Además, ella
no aceptaría toda esta mierda. Ella pone mala cara.
_ Entonces nada
que ver con ella… dice con un tono de pregunta.
_ No, además no
quiero que te des placer a ti misma.
_ Sólo por
curiosidad ¿por qué? Quiere saber. Pues con gusto se lo digo.
_ Por que
quiero todo tu placer, me inclino con pasión y con voz decidida. Y es la
verdad, la quiero solo para mí.
_ Te he dado
mucho en que pensar ¿no? le digo.
_ Sí, ella está
de acuerdo.
_ ¿Te gustaría hablar
ahora de los límites suaves?
_ No durante la
cena, dice ella haciéndome sonreír.
_ ¿Escrupulosa? le susurro.
_ Algo así…
_ No has comido mucho.
_ En realidad, he tenido suficiente, dice con sentido. Pero yo sé lo que comió. Tengo un inventario mental de eso. Tres ostras, cuatro bocados de bacalao, un tallo de los espárragos, y nada más. Cuando se lo digo ella se ve sorprendida que yo recuerde todo lo que ha comido.
_ Me dijiste
que podía confiar en ti, la miro aprensivo.
_ Christian no todos los días tengo una conversación como
esta, dice ella con fervor. Esa
no es suficiente razón para mí. Ella
necesita mantenerse saludable.
_ Yo quiero que
estés en forma y saludable Anastasia, le digo.
_ Lo sé,
murmura, con aire ausente. Cierro
los ojos y respiro profundamente, y cuando los abro, mis ojos están llenos de
deseo.
_ En este
momento Anastasia, lo único que quiero hacer es sacarte ese vestido, le digo
con voz ronca. Ella traga. Su cuerpo cambia. Puedo ver el deseo en ella también.
_ Eso no sería
una muy buena idea, murmura en voz demasiado baja. No hemos pedido el postre ella dice.
_ ¿Quieres
postre? Le pregunto incrédulo.
_ Sí, susurra.
_ Tú podrías ser el postre. Le digo
sugestivamente. ¡Dios! La quiero tener esta noche. Cuando
ella está sentada delante de mí en ese vestido morado, con ese pelo, las
piernas, y esos labios, retorciéndose, recordándome cómo ella se retorció con
mi tacto, y la capacidad de respuesta que me da. Cuando estoy cerca de ella, me vuelve
loco. Me voy a salir con la mía, ella está tan cerca pero tan lejos. La
necesito ahora mismo.
_ No estoy
segura de ser suficientemente dulce, susurra. ¡Oh, no estoy de acuerdo señorita Steele, te he probado, y tú eres la
cosa más dulce que he tenido!
_ Anastasia eres deliciosamente dulce, lo sé.
_ Christian usas el sexo como un arma, eso no es justo, susurra con la mirada fija en sus pequeñas manos. Luego levanta sus hermosos ojos azules y me ve. Su mirada me sorprende. Ella puede ver a través de toda la mierda que me rodea. Ella puede ver el verdadero yo. Mis cejas se disparan por la sorpresa. Tomo una actitud pensativa. Tiene razón, por supuesto.
_ Tienes razón
Ana, dije mirándola. Uno utiliza
cualquier herramienta que esté a su disposición. Eso
es lo que conozco. Es mi herramienta,
mi arma, mi tesoro, mi arsenal. Pero eso no cambia lo mucho que te deseo
aquí y ahora, digo con toda mi pasión. Mi
mirada nunca la abandona y sé que ella siente lo mismo. Esto me da una idea.
_ Quiero probar
algo, le digo en voz baja. Ella
frunce el ceño, a la defensiva. Poco
a poco me inclino, y en voz baja y seductora le digo: Si fueras mi sumisa, no
tendrías que pensar en esto. Sería
muy fácil. Todas esas decisiones, ese
desgaste… ¿Qué es lo correcto para hacer? ¿Debería suceder aquí? ¿Puede pasar
ahora? No tendrías qué preocuparte por ningún detalle. Eso es lo que yo haría
como tú dominante. Y ahora sé que me quieres Anastasia. Una mirada de sorpresa
cruza por su rostro. Ella quiere saber cómo me di cuenta.
_ Puedo saberlo porque… tu cuerpo te
delata, estás ruborizada, estás presionando tus muslos y tu respiración ha
cambiado.
_ ¿Cómo sabes de mis muslos? Me dice incrédula.
_ Sentí el
movimiento del mantel y es una suposición calculada basada en mis años de
experiencia ¿tengo razón o no? Le digo y ella devuelve su mirada a sus manos.
_ No he
terminado mi bacalao, responde con timidez.
_ ¿Prefieres
ese bacalao frío que a mí? Le digo haciéndome el idiota. Ella me mira y yo la
miro con el mismo deseo.
_ Pensé que te
gustaría que acabara mi plato, dice ella.
_ En este
momento señorita Steele, no puedo decirte ni una mierda por tu comida. ¡No se da cuenta que me estoy quemando por
ella! ¡Que me está torturando! tengo que tenerla. Yo sé que ella me desea... ¿Por qué se
me va a negar?
_ Christian no
juegas limpio, susurra. ¡Eso lo sé! Pero
así es como funciono, es mi naturaleza.
_ Lo sé, nunca
lo hago. Ella no entiende que yo soy el dueño de este juego, yo sé como se
juega y he aprendido muy bien. Y ella es tan inocente y con tan poca
experiencia, que ella no será capaz de resistirse a lo que tengo que ofrecerle. ¡Ahora mismo, yo la quiero follar, la
llevaría sobre la mesa si acepta! Ella
frunce el ceño y sus párpados ligeramente campanean sus ojos. Seguro que viene a la ofensiva. Entonces coge
un espárrago y luego lentamente y deliberadamente se muerde el labio y me mira.
Luego se lleva el espárrago a su boca y lo chupa. Mierda me está tratando de
sacar de quicio. Intentando cambiar el juego. Por supuesto mis ojos se abren y
mi polla pega un brinco.
_ ¿Qué estás
haciendo Anastasia?, le digo con los dientes apretados. Ella sonríe dulcemente, y chupa con la
punta de su boca diciendo: Estoy comiendo mi espárrago. Mi erección se dispara
y ahora trago. Ella va a hacer
que convulsione sin siquiera tocarla. Me
muevo en mi asiento para dar más espacio a mi creciente erección.
_ Yo creo, le
susurro inclinándome hacia adelante, que estás jugando conmigo, le digo. Como siempre lo hace. Ella revolotea sus pestañas, y me mira
inocentemente, como una niña buena y dice ella cortésmente, _Estoy terminando
mi comida, señor Grey.
El maldito
camarero entra justo en ese momento, mirándome. Estoy enojado por la intrusión y él lo
sabe. Pero yo le hago un gesto
para que pueda recoger los platos. La
estoy anhelando. Me muero de
deseo y estoy a punto de arder. Tendré
que tenerla aquí, o llevarla a mi suite. No
creo que llegue hasta la suite. ¡Yo
podría reclamarla en el ascensor! El
camarero sigue ahí y le pregunto si desea algún postre.
_ No, gracias Christian,
dice cortésmente y rompe por completo mi corazón cuando me dice que se va.
_ Creo que debo
irme. ¡No, no! ¡Esta escena la he
soñado!
_ ¿Irte? ¿Por qué? Soy incapaz de ocultar mi
asombro y sorpresa. El camarero sale
disparado de la habitación al ver la reacción en mi cara.
_ Sí, sólo me
tengo que ir. Mi deseo por ella está saliendo de mis poros, estoy tan
desesperado por ella.
_ Ambos tenemos
la ceremonia de graduación mañana, dice con timidez. Me levanto inmediatamente.
_ Yo no quiero que te vayas.
_ Por favor, Christian,
tengo que hacerlo, responde.
_ ¿Por qué? ¿Por qué me deja? Tengo miedo. Recuerdo esta escena, es la pesadilla más horrible que he tenido.
_ Porque me has dado mucho en qué pensar, necesito algo de distancia, afirma mirando sus manos.
_ Si quisiera
podría hacer que te quedaras. La amenazo como hice en mi sueño.
_ Sí, podrías
fácilmente, pero no quiero que lo hagas. Ella me mira suplicante, ella me desea
también, ¿por qué se niega? Estoy exasperado. Me
paso la mano por el pelo. Con la
intensidad de los dos últimos días que he tenido sin ella, y esa sesión que
tuve con John esta mañana.
_ ¿Sabes?
cuando llegaste a mi oficina para entrevistarme, todo era “sí señor” “no señor”
Creí que eras una sumisa completamente natural. Pero francamente Anastasia no
creo que tengas un hueso de sumisa en tu delicioso cuerpo. Estoy tenso. ¿Quiero seguir persiguiéndola?
_ Puedes que
tengas razón Christian. Y me doy cuenta que ha tomado una decisión. ¡Mierda
quiero tener una oportunidad con ella! ¿No se da cuenta lo mucho que la deseo?
_ Anastasia,
quiero tener la oportunidad de explorar esa posibilidad, murmuro. Una gran cantidad de emociones cruzan
a través de su cara. ¡Yo sé que
ella me desea! Yo sé que ella no
puede estar delante de mí, porque sabe
que la atracción es inevitable, ineludible, que no vamos a ser capaces de
mantener las manos fuera de nosotros. Pero,
sin embargo, ella está optando por correr. Ella
debe querer más. Soy capaz de leer su comportamiento. La miro y acaricio su mejilla y el labio
inferior que tanto quiero.
_ No sé de otra manera Ana, este soy yo,
es lo que soy, susurro con fervor.
_ Lo sé, dice
con una mirada triste en su rostro. Otro
momento de mi sueño.
Me inclino para
besarla. La quiero mucho, me
estoy quemando por dentro. ¡Soy
un hombre en llamas! La miro
buscando su aprobación, su permiso. Ella
corta nuestra distancia para acercar nuestros labios y empiezo a besarla. Sus manos viajan hacia mi cabeza
enredándose en mi pelo, tratando de fusionarse conmigo. Mi mano se desplaza a
la nuca y la otra hacia su espalda y estamos completamente uno contra el otro. Nuestras
bocas y labios explorándose, abiertos, jadeando, retorciendo nuestras lenguas y
acariciándonos. Nos hacemos uno
con el beso y la pasión aumenta. ¡La
quiero! La necesito. Tengo que tenerla. Ella simplemente no se puede ir.
_ ¿No puedo
convencerte de que te quedes? Respiro entre el beso.
You Give Me Something - James Morrison
_ No, dice con
firmeza.
_ Por favor, pasa la noche conmigo.
_ ¿Y no
tocarte? No.
_ Chica
imposible. Le digo mientras la suelto y veo una expresión diferente en
ella. _¿Por qué creo que estás
diciéndome adiós? He soñado esto. ¡He
tenido este momento antes! ¡Ayer
por la noche! ¡Y murió aquí! Mi nivel de ansiedad aumenta.
_ Porque me voy
ahora mismo, dice ella pero no me convence.
_ No es eso lo
que quiero decir y lo sabes. Cierra los ojos, respira con profundidad. ¡Oh Dios, ayer por la noche! ¡He soñado este momento anoche!
_ Christian
tengo que pensar esto, no sé si pueda tener
la clase de relación que quieres, me dice. Cierro los ojos. No quiero volver a pensar en ayer por
la noche. No voy a perseguirla. La quiero viva. Viva, respirando, feliz. Presiono mi frente contra la de ella,
y los dos nos tranquilizamos. Le
beso la frente, profundamente inhalo su
aroma que huele divino, tratando de memorizar ese olor, para recordarla. Finalmente la libero y doy un paso atrás.
_ Como usted
quiera, señorita Steele, le digo. Te
acompañaré hasta el vestíbulo. Ella habló en sus términos, y yo hablé en los
míos. Yo no hago el amor y
tampoco doy "más". Puede que tenga razón. Esto no puede ser para mí, o para
ella. La tomo de la mano y le pido el
ticket de su auto. Ella busca en su bolso y me lo da.
_ Gracias por
la cena Christian, murmura.
_ Es un placer
como siempre señorita Steele, le digo, pero
mi mente está disparando todos los pistones. ¿Quiero
que se vaya? ¿Qué se quede sólo
esta noche? ¿Qué hago? ¿A quién carajo estoy engañando? “Toque”, ese es mi límite. ¿Cuándo a
mí, Christian Grey, se me ha hecho difícil un desafío? No está en mi
naturaleza. No voy a dejar que se me escape. Los contratos siempre pueden ser
renegociados.
Ella levanta la
vista hacia mí, como si ella me está mirando por última vez, como si nunca va a
verme de nuevo. ¡Ella lo siente
también! ¡Ella me quiere! ¡Tenemos que arreglar esto! ¡Tenemos
que trabajar! ¡Mi corazón se está
rompiendo en mil pedazos! Me
muero cada segundo pensando que se va a ir. Incluso la idea de no olerla,
oírla, es como una puñalada en mi corazón oscuro. Mi mirada se encuentra con la
de ella, intensa, ardiente.
_ Vas a mudarte
este fin de semana a Seattle. Si tomas la decisión correcta ¿puedo verte el
domingo? Le digo, vacilante. Esta es la primera vez que tengo un
desliz sobre mi control.
_ Ya veremos. Tal vez, ella respira. Siento alivio por un segundo, con la
conciencia de que ella tendrá la mente abierta. Pero ella está temblando en su
vestido.
_ Anastasia,
hace frío ahora, ¿no tienes una chaqueta? le pregunto.
_ No. Me quito la mía y se la pongo.
_ No quiero que
te enfermes. Veo por un momento que cierra los ojos y aspira el olor de mi
chaqueta. Mi corazón da un
vuelco. ¡Ella me quiere también!
Entonces me da
la sorpresa de mi vida cuando el valet trae su auto. ¡Es la VW de mierda de mi sueño! Mi boca se abre en shock sorprendido.
_ ¿Es este tu
coche? pregunto horrorizado. Aún, contrariado como estoy con su partida, no puedo dejar de pensar que ese auto es una
mierda. ¿Está apto para circular?
_ Sí, dice
ella. Y un sentimiento de miedo
me recorre.
_ ¿Te llevara
hasta Seattle?
_ Sí, lo hará.
_ ¿Sin peligro?
_ Por supuesto,
dice exasperada. De acuerdo es viejo, pero es mío y apto para circular, mi
padrastro lo compró para mí.
Puedo
rectificar esta situación fácilmente. Ella
no necesita viajar en esta basura, ¡es una trampa mortal! Me preocupo por ella, incluso si ella
no se queda conmigo.
_ Oh,
Anastasia, creo que podemos hacer algo mejor que esto.
_ ¿Qué quieres
de decir? dice mientras ella se percata a qué me refiero. Lo leo en sus ojos:
“no me vas a comprar un coche” la remedo en mis pensamientos. Qué poco me conoces nena, no querrás
desafiarme con esto, siempre me salgo con la mía.
_ Ya veremos,
le digo con fuerza. Abro la
puerta del conductor para que entre. Ella
tiene que quitarse sus zapatos porque apenas tiene espacio entre los pedales y
el piso. Mis ojos se oscurecen con preocupación. Este pedazo de mierda no esta
apto para circular. Si hubiera firmado el documento no dejaba que se fuera en
esta trampa. Pero me ha atado las manos dejándome indefenso.
_ Maneja con cuidado, le digo en voz baja.
_ Adiós Christian, dice con voz
desesperada. Parecía herida y rota y yo también. ¿Qué coño pasó aquí? Estuve a
punto de follarla en la mesa y de pronto se me escapó de las manos. No puedo
sacarla de mi mente. Mis manos corren por mi cabello con doble desesperación,
mientras observo que se va en ese cacharro a distancia.
Me doy la
vuelta y tengo el impulso de correr a mi habitación, pero me las arreglo para
mantener mi rostro impasible y poco a poco camino lento hacia los ascensores. Presiono el botón de llamada. Y su recuerdo aún está fresco aquí en
este ascensor, una vez más. Ella
me está desafiando, ella está jugando su
propio juego, ¡y me gusta demasiado! ¡La
quiero más de lo que siempre quise algo en mi vida! ¿Qué es eso?
Me siento
desconcertado. Todavía no me puedo creer que no estemos follando esta noche. Me
voy directo a mi ordenador portátil. Le
escribo un mensaje. Quiero saber por qué se fue, por qué no se quedó a
pesar del deseo que teníamos, la necesidad de estar juntos.
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De: Christian Grey
Asunto: Esta noche
Fecha: 25 de mayo 2011
22:02
Para: Anastasia
Steele
No entiendo por
qué huiste esta noche. Sinceramente espero haber contestado a todas tus
preguntas. Sé que te he dado un acuerdo enorme para contemplar y espero
fervientemente que le des a mi propuesta una consideración. Quiero que esto
funcione. Vamos a tomar las cosas con calma. Por favor confía en mí.
Christian Grey
Gerente General de Grey Enterprises
Holding Inc.
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Tengo que
encontrar una manera de convencerla. ¿Cuándo
he huido de un desafío? Yo sólo
quiero estar con ella. Este hecho
no va a cambiar. Entonces la pregunta es
¿Voy a llegar a estos extremos por una mujer? La respuesta es un rotundo SÍ.
Nunca he querido tanto algo. Sé que tiene temores. Pero es sólo porque ella no sabe el
placer que le voy a dar. ¿Cómo
puedo convencerla? Mi pesadilla
casi se hizo realidad. La pregunta del Dr. Flynn viene a mi mente ahora: ¿Deseas poseerla? Es difícil de poseer, casi
imposible. Pero quiero poseerla. Reclamar su cuerpo y alma. Pero,
¿cuánto estoy dispuesto a ceder? Y viene esa palabra otra vez:
"compromiso". ¿Puedo cambiar los límites de mis reglas para dar
cabida a un compromiso para ella? Tal
vez pueda probar. ¿Qué va a
hacer ella por mí? ¡Estoy
rompiendo todas mis reglas por una mujer joven e inocente! La idea de que ella se vaya, que esté
con otra persona, enamorada de otro, manteniendo sexo con otro, ese pensamiento
me está matando.
Me paseo ida y
vuelta en mi suite. Exasperado,
frustrado sexualmente, se negó, me desafió, negoció, bueno aunque estoy todavía
negociando. Esta mujer, que su única experiencia sexual ha sido conmigo, que no
ha tenido novios reales, incluso me
atrevo a decir que casi nadie la ha besado, tiene la habilidad innata de
confundirme. ¡A mí! ¡A Christian Grey! ¡Soy yo quien me niego a otras! ¡Soy yo
el que somete a los demás! La graduación es mañana, y es un día crucial, ella
tiene que decirme. Tengo que convencerla. Estoy esperando su respuesta. Quiero
asegurarme de que ha llegado a casa segura. Y le mando un texto: *¿llegaste ha salvo?* 10 minutos
esperando una respuesta y nada, le envío otro: *Llámame* y espero y espero. No hay respuesta. La llamo. No
responde. Marco de nuevo y nada. Estoy nervioso. No debí dejarla ir. O debí
haberla seguido a su casa para asegurarme de que ella llegó bien. ¡No! Eso
me lleva de vuelta a la pesadilla. Decido
enviarle otro mensaje de correo electrónico:
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De: Christian Grey
Asunto: Esta noche
Fecha: 25 de mayo 2011
23:59
Para: Anastasia
Steele
Anastasia me
preocupa no saber cómo llegaste. Quiero
saber si estás bien.
Christian Grey
Gerente General de Grey Enterprise Holdings
Inc.
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Me quedo un
poco más de tiempo para pulir el discurso que tengo que dar en la graduación de
mañana. Espero que Anastasia conteste
el correo electrónico o el mensaje de texto, pero no consigo nada. La llamo una última vez antes de irme
a la cama preocupado. Ella no
responde. ¿Estará bien? ¿Habrá llegado a su casa o ella
simplemente me está ignorando? Mi
deseo se acumula aún más por ella. Los
pensamientos de ella están siempre presentes en la vigilia y el sueño. ¡Cómo me confundes Ana! Entro al dormitorio,
me cambio y me quedó solo con mis boxer
y me tumbo en la cama mirando el techo pensando en ella y mi sueño llega.
*El fotógrafo la envuelve alrededor de su
cintura y la aferra a su cuerpo. Es irritante y desagradable. Estrecho mis ojos
y le pregunto con fervor ¿por qué él Ana? Ella responde de inmediato. Porque él
está dispuesto a darme más. ¡Ella no necesita tu dinero ni tu perversidad
sexual idiota! Me grita el fotógrafo. No le hago caso. ¿Qué es lo que quieres
Anastasia? ¡Dime! Más de lo que estás dispuesto a darme Christian. Más que el
sexo, más que el dolor y el placer, más que ser un dominante para poseerme.
Quiero un novio que me ame. ¿Y crees que
este pedazo de mierda puede amarte como lo hago yo? Le pregunto. Los ojos de él
se abren y me mira con rencor, listo para matarme. Luego gruñe: Por supuesto
que la quiero idiota, ¿Qué es lo que le vas a ofrecer que no sea una dosis
concentrada de miseria? Yo lo ignoro. Me dirijo de nuevo a Anastasia, agarrando
su brazo, deseando que ella se venga conmigo. ¡Tú no me das más Christian! ¡Tú
solo quieres mi cuerpo y eso no es suficiente para mí! ¿Quieres corazones y
flores? Le pregunto. Sí, y quiero más amor, susurra, porque te amo. Pero tú no
estás dispuesto a rectificar. Su declaración es mi perdición. Me encuentro mudo sin poder decirle ni una
palabra, hasta que le grito: ¡El no te amará tanto como yo en un solo día!
¡Nadie puede amarte como yo y menos este pedazo de mierda! Le digo exasperado. Entonces
¿por qué no me lo demuestras?, dice mirándome con sus grandes ojos azules. La
tomo en mis brazos y la beso, un beso que todo lo consume. *
Crazy Love - Michael Buble
que tremenda sorpresa no tienes ides de lo contenta que me puse cuando vi los nuevos capitulos traducidos, me encantaria conversar contigo, saber que haces, waw que genial, hay muchas interesadas en este fic pero ya traducido, y de hoy en adelante me voy a dedicar a avisarles a las fanaticas de esta historia contada por Emine que dicho de paso me parece fenomenal,sobrepaso a E.L JAMES es mas explicita, mas romantica mas detallista, y eso que la he leido con la traducion del computador que no es muy agradable, de nuevo mil gracias. un beso.
ReplyDeleteHola Fanny! Yo soy Patricia la que tradujo a Taylor!! Esta historia también me ha enganchado, es fenomenal. Emine ha hecho un gran trabajo y al ver que no continuaban con la traducción, me ofrecí y ella con gusto ha aceptado. La otra chica ha estado muy ocupada con sus clases de universidad, pero estoy segura que cuando tenga tiempo, se unirá de nuevo a la traducción y la terminaremos juntas. Trataré de ir traduciendo un capitulo por semana. Saludos.
ReplyDeleteNancy Fica Soto excelentw como todos los demas Emine ya espero el proximo
ReplyDeleteAyer a las 12:08 · Me gusta
Daniela Avellaneda Muy bueno...me enganché totalmente con esttos capítulos
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Leidy Diana Bedoya Emine gracias por regalarnos estos maravillosos capítulos... cada vez me enamoro mas de Christian...
22 h · Me gusta
Teresa Dahlin Me encanta!!mas capitulos por favor.....
20 h · Me gusta
Tai Tafur Podrían darme el link del primer capítulo
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MarjoreAle MendOri woooow quedé extasiada! mas! mas! EMINE por favor!
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Clotilde Eugenia Arellano Mtz Awww! Los leo y revivo la emoción de cuando leí por primera vez la trilogía
17 h · Me gusta
Maggie Sanchez c.... cr.... cre.... creoooooo que me desmayoooooo!!!!!
17 h · Me gusta
Encarna Hernández Gracias por tantos capitulos maravillosos Fanny
40 min · Me gusta
Fanny Rebellon