CAPITULO XV
50 SOMBRAS DE MIERDA
Traducido y editado por: Patricia Pinto
A medida que descendemos
de nuestro éxtasis y nuestros sentidos vuelven, estoy completamente asombrado y
encantado con esta mujer hermosa que se reivindica en todo el sentido de la
palabra. ¡Y ella sólo ha sido mía! ¡Qué sensación de megalomanía siento! Yo
apenas me estoy dando cuenta del valor de esa palabra en este momento. De hecho ni siquiera entendí lo
importante que era hasta que se subió sobre mí, buscando a tiendas el condón y
tratando de colocarlo perfectamente sobre mi longitud. Me doy cuenta que ella
nunca le ha hecho esto a otro hombre. Nunca le dio placer a otro hombre. Nunca
se sentó encima de otro hombre. Nunca ha sido reclamada por otro hombre. Ella
es mía en todo el sentido de la palabra… completamente mía… y yo soy su hombre…
solo yo.
Ella está
acurrucada sobre mí, su cabeza en mi pecho y yo la huelo a vainilla, a aire
libre y nuestro sexo en mi mujer. No
hay nada más embriagador, más seductor cuando tu mujer está encima de ti,
completa, saciada y satisfecha y tu enterrado y perdido dentro de ella. Cierro
los ojos completamente tomado por el sentimiento que siento. Nunca me sentí así antes. ¡Nunca!
Aunque tengo
los ojos cerrados, ella extiende su mano en mi pecho y siento que me toca. A pesar de que desesperadamente
necesito y quiero que me toque, no puedo soportar esa sensación. Mi mano se levanta y agarra la de ella
y se siente herida. Pero su
mirada suaviza la mía y llevo su mano a
mis labios y beso cada uno de sus nudillos. Entonces me doy la vuelta y la
miro.
_ No, me quejo,
luego de besarla suavemente en los labios.
_ ¿Por qué no
te gusta que te toquen? Susurra, mirándome.
¿Cómo voy a
decirle que fui un fenómeno en la vida, que
no sé quién es mi padre, que mi madre era una puta morena, que fui jodido por
su proxeneta y que ella no hizo nada para protegerme? ¿O le cuento la parte en la que ella
se suicidó cuando yo tenía cuatro años y tuve que vivir y dormir junto a su
cadáver, tratando de despertarla para que me diera de comer, para que cuidara
de mí, durante cuatro días? ¿Cómo puedo
decirle que estoy irreversiblemente dañado y jodido? Así que es mejor resumir.
_ Porque soy cincuenta
tonos de mierda Anastasia. Ella parpadea
y continúo. Tuve una introducción muy difícil en la vida. Yo no te voy a cargar
con los detalles. Simplemente no lo hagas y luego me siento.
_ Creo que hemos
cubierto todo lo básico. ¿Cómo
fue? Digo para cambiar el tema incómodo. Después
de todo, el sexo con Anastasia es mi tema favorito. De hecho, estoy bastante satisfecho de
mí mismo por ser su único maestro.
Su rostro se ve
frustrado con algo de emoción que no me está diciendo. La tristeza, la curiosidad, el deseo. Ella quiere llegar a conocerme, saber
más acerca de mis problemas, pero ¿cómo puedo decirle acerca de mis montañas de
problemas? Entonces voy a perderla
para siempre... si ella se entera sobre la verdad detrás de mis predilecciones. Nunca podré hablar con ella sobre eso.
¡Nunca! Ella correría kilómetros lejos de mí y no quiero perderla.
Ella inclina su
cabeza hacia un lado, imitándome y hace un gran esfuerzo para sonreírme.
_ Si por un minuto imaginaste que pensé
que me cediste el control, bueno, no has tomado en cuenta mi puntaje promedio
de notas. Dice sonriendo tímidamente. Pero gracias por la ilusión, concluye.
Ella es una
mujer inteligente y cuando creo que la tengo distraída, ella dice algo
inesperado que me sorprende.
_ Señorita
Steele, no solo es usted una cara bonita. Has tenido seis orgasmos hasta ahora
y todo ellos me pertenecen. Me jacto juguetonamente. La primera mirada que cruza por su
rostro es de sorpresa, dándose cuenta de
que llevo un recuento. Ella se ruboriza y parpadea al mismo tiempo y su
reacción me hace mirarla fijamente, surco las cejas dándome cuenta de que ella
está escondiendo algo. Los celos
se apoderan de mí. ¿Le ha dado otra
persona un orgasmo que yo no sepa? Yo
no creo poder soportarlo. Se
supone que es sólo mía. ¿O es que
ella se ha dado placer a sí misma? La
curiosidad y celos sacan lo peor de mí.
_ ¿Tienes algo
que decirme? Ella frunce el
ceño, luego me mira avergonzada, se pone carmesí.
_ Tuve un sueño esta mañana, respira sin saber
cómo voy a reaccionar a este tipo de información.
_ ¿Ah, sí?
Ella lanza su
brazo sobre los ojos absolutamente mortificada.
_ Me he venido
en un sueño. Estoy más que aliviado al descubrir eso. Contento de que no fue nadie más. ¡Ella es
toda mía! Ella no se ha tocado a sí misma, eso está muy bien, ya
conoce mis reglas. Inmediatamente se
hace el silencio y me parece divertido.
_ ¿En tu sueño?
Le pregunto.
_ Sí. Me despertó, ella respira.
_ Estoy seguro
de que lo hizo, le digo a sabiendas de que sé cómo afecta a alguien. Si ella supiera que me dio el mejor sueño húmedo que he tenido en
toda mi vida, cuando aun estaba lejos de mí.
_ ¿Qué estabas
soñando? Pido para saber cómo tuvo ese orgasmo. Espero que ella haya estado soñando
conmigo, ya que ahora ocupa mis mejores sueños y a veces la idea de perderla me
da las peores pesadillas.
_
Contigo… apenas susurra.
Su respuesta me
alivia muchísimo. Ella soñaba
conmigo, un sueño erótico en el que fui lo suficientemente bueno como para
darle un orgasmo. ¿Qué estaba haciendo? Pregunto. Esta vez, ella lanza sus dos brazos por encima de los ojos. Su vergüenza le hace ocultar su rostro
como un niño pequeño. Pero no voy
a ser disuadido por eso. ¡Se
trata de una pieza caliente de noticias! Tengo
que saber lo que estaba haciendo. Anastasia,
¿qué estaba haciendo? No te voy a
preguntar de nuevo.
_ Tenías una
fusta. Dice con el color corriendo por sus mejillas mientras sus brazos están
tratando de enterrar su cara. Estoy
más allá que emocionado con este poco de información. Ella me quiere y lo más importante
es que ella desea juguetes, lo
suficiente como para soñar con ellos. Le
muevo suavemente sus brazos y le pregunto, ¿En serio?
_ Sí. Ella
respira enrojeciendo de nuevo.
_ Hay esperanza
para ti, me quejo completamente aliviado. Tengo
varias fustas. Y pienso que tal vez podríamos probar una de ellas este domingo.
_ ¿Marrón de
cuero trenzada? Ella pregunta haciéndome reír. Si ese es el deseo de sus sueños,
estaré seguro de encontrar una.
_ No, pero
estoy seguro de que podría conseguir una, le digo con mis ojos ardiendo de emoción y anticipación. Me inclino y le doy un beso pequeño; a
continuación, recojo mis boxer y su cara se cae. Taylor ha estado esperándome afuera. Tengo que volver al hotel. Vuelve la cabeza rápidamente para ver el
reloj de la mesilla de noche.
Ella también se
para de la cama y rápidamente se pone sus pantalones de chándal y una
camisola, y luego se sienta en la cama, con las piernas cruzadas, observándome. Mi mente se precipita hacia adelante hasta
el próximo domingo y lo mucho que
siempre quiero estar con ella. ¡Dios! Yo podría vivir enterrado dentro de
ella todo el tiempo. Lo que me lleva a otro tema. Los anticonceptivos. Tenemos
que usar un método de anticoncepción, porque desde que empezamos nuestra
relación he estado usando condones y los odio. Además tengo la intención de
disfrutar mucho de ella y no quiero ningún tipo de restricción.
_ ¿Cuándo
es tu próximo período? Pido interrumpiendo sus pensamientos.
_ ¿Qué? Ella
pregunta sacudiendo la cabeza no del todo contenta con mi pregunta.
_ No me gusta
el uso de estas cosas, me quejo sosteniendo el condón. Entonces lo pongo en el suelo, para
liberar mis manos y ponerme mis pantalones. Ella
no me ha contestado todavía. Está
ocupada con sus propios pensamientos.
_ ¿Y bien? Le
pregunto de nuevo y ella no me responde por alguna razón. La miro, y ella mira hacia atrás. De repente, ella se siente avergonzada. ¡Avergonzada de mí! Pero ella no debe sentir vergüenza de
mí, no después de todos los actos que hemos hecho juntos.
_ La semana que
viene, dice finalmente con la mirada fija en sus manos.
_ Es necesario
resolver algunos métodos de anticoncepción. Yo no quiero joder esto antes de
empezar. Es muy importante que
resolvamos esto. Tengo la
intención de pasar mucho tiempo con ella. Pero ella me mira con una cara en
blanco como si empezara a hablar en griego. De
pronto caigo en cuenta. Ella es muy joven y no ha tenido relaciones sexuales
antes que me conociera. Es posible que ni siquiera haya visitado nunca ha un
ginecólogo.
Me siento de vuelta
en la cama para ponerme los calcetines y los zapatos.
_ ¿Tienes un
doctor? Le pregunto. Ella niega
con la cabeza y su respuesta me hace fruncir el ceño. Justo lo que pensaba.
_ Puedo traer
el mío y que venga a tu apartamento a verte el domingo antes de verme, o puede
verte en el mío. ¿Qué prefieres? La veo
pensativa.
_ En el tuyo.
_ Está bien. Te lo haré saber con tiempo. Hago una nota
mental para que Andrea programe una cita con el medico y que venga a Escala.
_ ¿Te vas? Me
pregunta sorprendida con un trasfondo de melancolía.
_ Sí, le
respondí. Una mirada
interrogante pasa por su cara.
_ ¿Cómo te vas
a regresar? Susurra en voz baja.
_ Taylor me
recogerá, le respondo.
_ Puedo
llevarte si quieres. Tengo un
coche nuevo precioso, dice ella tomando aliento y me sorprende con su respuesta
tomando en cuenta que se molestó cuando se lo di. Se las arregla para
sorprenderme en cada paso.
_ Eso me
encantaría, pero creo que has bebido mucho. Yo no quiero ponerla en peligro por
estar conduciendo medio ebria.
_ ¿Me
emborrachaste a propósito? Me pregunta como la observadora que es.
_ Sí, le
respondí con sinceridad. Yo
siempre procuro ser sincero con ella.
_ ¿Por qué?
Cuestiona.
_ Porque
piensas demasiado y eres reservada como tu padrastro. Una gota de vino en ti y
empiezas a hablar y necesito que seas honesta conmigo. De otra manera te
encierras y no sé lo que estás pensando. In
vino veritas Anastasia.
_ ¿Y siempre
eres honesto conmigo? Cuestiona.
_ Trato de
serlo, dije mirándola con recelo. Ella
tiene que entender que las relaciones como la nuestra solo se basan en la
confianza. Esto solo funcionará si somos honestos el uno con el otro. Le digo
para que entienda.
De pronto se ve
triste. Su cara tiene una emoción oculta que no quiere que yo vea. Finalmente
toma un poco de coraje y agarra el segundo condón y lo mueve en su mano.
_ Me gustaría
que te quedaras y usaras esto, haciéndome sonreír con humor. Me gustaría mucho quedarme y utilizar
ese condón y hacer todo lo que quiero, pero estoy rompiendo muchos de mis
propias reglas. No puedo perder
el control con ella. Tengo que estar a cargo. No
puedo dejar que esta hermosa y encantadora mujer me haga perder el control.
_ Anastasia, he
cruzado muchas líneas aquí esta noche. Me
tengo que ir. Nos vemos el
domingo. Voy a tener el contrato
revisado y listo para ti y entonces realmente podemos empezar a jugar, le digo
con firmeza.
_ ¿Jugar? Dice
parpadeando. Sí, cariño, jugar. Ella parece ansiosa.
_ Me gustaría
hacer una escena contigo. Pero no
voy a hacer eso hasta que hayas firmado tu contrato. De esa manera sé que estarás lista, le
explico.
_ Oh. Así que… ¿podría extender esto, si no
firmo? Ella pregunta juguetonamente. Evalúo
su comportamiento. Mi niña quiere jugar. Puedo corresponder. Mis labios se
tuercen en una sonrisa.
_ Bueno, le
dije con un brillo malicioso en los ojos, supongo que podrías, pero podría
romperme bajo la tensión.
_
¿Romperte? ¿Cómo? Ella pregunta
inocentemente, juguetonamente asentando con la cabeza y riendo.
_ La cosa
podría ponerse realmente fea, le digo para tomarle el pelo. Ella sonríe de nuevo en respuesta.
_ ¿Fea, cómo?
Ella pregunta con un comportamiento dulce.
_ Oh ya sabes,
explosiones, persecuciones de coches, secuestro, encarcelamiento, le digo con
indiferencia.
_ ¿Me
secuestrarías? Me pregunta sorprendida.
_ Oh sí, sonrío
hacia ella. ¿Tiene alguna idea de lo mucho que la quiero y lo cerca que estuve de
perderla?
_ ¿Me
retendrías contra mi voluntad? Dice ella con voz entrecortada, elevando la
temperatura en la habitación.
_ Oh sí, asiento
con la cabeza. Y entonces estamos
hablando de IET 24/7, le digo. Ella me mira sin entender
_ Me he perdido,
dice ella con voz entrecortada, su proximidad es tan cerca, que puedo oír su
corazón latiendo...
Ella no está
segura si lo digo en serio. ¿Qué haría
ella si de hecho lo dijera en serio?
_ Intercambio
de Energía Total, control durante todo el tiempo, le digo a ella con deseo y un
entusiasmo desbordando en mí. Así que no tienes ninguna opción nena, le digo burlándome.
_ Es evidente,
dice ella chorreando la palabra con sarcasmo, y poniendo los ojos en blanco. ¡Oh, gracias a Dios por esa mierda! nena, he estado esperando este momento
venir, esperando darte una lección. Estoy
más que emocionado y excitado con la perspectiva de castigarla.
_ Oh, Anastasia Steele, ¿acabas de ponerme los ojos en blanco a mí? Ella parece reticente.
_ No, chirría
con un hilo de voz.
_ Yo creo
que sí. ¿Qué fue lo que dije que te
haría si me ponías los ojos en blanco? Pido triunfalmente.
Me siento en el
borde de la cama, esperando para reclamar mi premio: poner su redondo culo
color rosa alabastro.
_ Ven
aquí, le digo en voz baja. Ella
palidece. Ella me mira fijamente
tratando de averiguar si es en serio o no lo que le digo.
_ No he firmado,
susurra.
_ Te dije lo que
haría Anastasia. Soy un hombre de
palabra, le digo con los ojos ardiendo. Voy a azotarte y luego voy a follarte
rápido y duro. Parece que necesitaremos ese condón después de todo, le digo con
mi mirada fija en ella.
Bad Things by Jace Everett
Ella está inmóvil
en su lugar, pero puedo ver que ella está indecisa con diferentes emociones.
Queriendo, deseosa, necesitada, asustada. Estoy
esperando que se mueva, mis ojos deseosos y mis manos con contracciones
expectantes. Ella mira hacia la puerta, calculando su oportunidad de
escapar. Piensa sopesando sus
opciones.
_ Todavía estoy
esperando, le digo. Anastasia, yo
no soy un hombre muy paciente, le advertí con una voz sólida y una mirada
severa. Ella está jadeando,
con miedo, pero también se ve muy encendida, como a mí me gusta. Poco a poco, con las piernas
temblorosas se arrastra hacia mí en la cama y se pone a mi lado. Doy un suspiro de alivio.
_ Buena chica,
murmuro.
_ Ahora
levántate, le ordeno.
Tentativamente
se pone de pie. Extiendo mi mano
y ella pone el condón en mi palma. Estoy lleno de deseos por castigarla,
yo la agarro con la velocidad de una cobra y la llevo inmediatamente a mis
rodillas. Yo quería hacer esto
desde el mismo día en que me preguntó si era gay aquel día de la entrevista.
Con un
movimiento suave me acomodo para que su torso descanse en la cama junto a mí y
levanto mi pierna derecha poniéndola sobre las de ella para fijarla en su lugar
y coloco mi antebrazo sobre la parte baja de su espalda, sosteniendo su cuerpo,
inmovilizándola completamente. Es
una vista hermosa de mierda, yo ya estoy más allá de lo excitado y apenas puedo
contenerme para darle un castigo por su desobediencia, que he estado esperando
desde el día en que la conocí.
_
Sube las manos a ambos lados de tu
cabeza, ordeno y ella obedece inmediatamente.
Ahora es el
momento de decirle cual fue su crimen y decretar el castigo por sus
transgresiones.
_ ¿Por qué estoy
haciendo esto, Anastasia? Le pregunto.
_ Porque puse
mis ojos en blanco, dice con una voz apenas audible.
_ ¿Crees que eso es
educado? Le pregunto firmemente.
_ No, responde
claramente.
_ ¿Vas hacerlo
de nuevo? Estoy seguro que no se
atrevería a intentarlo de nuevo después de recibir su dosis de castigo.
_ Te voy a
azotar cada vez que lo hagas ¿entiendes? Le digo claro y firme. Luego bajo sus pantalones de chándal lentamente,
haciendo gala de la misma. ¡Quiero que recuerde
esto! Estoy excitado, feliz,
deseoso, caliente, y mis palmas están ansiosas de pegarle y difundir el placer con
el dolor. Puedo sentir el rápido
aleteo de su corazón bajo mi tacto.
Pongo mi mano
sobre su culo desnudo, suave y delicioso. Es
tan dulce y liso y muy pronto se pondrá de color rosado. La idea me excita más allá de la
creencia. Yo la acaricio
suavemente, pasando mi palma con vueltas y vueltas cubriendo la mayor parte de
la superficie. Y rápido como la mordedura de serpiente, levanto mi mano y le
doy su primera azotaina tan duro como
puedo.
_ ¡Ay! Es su
respuesta automática a su primera experiencia de dolor por el castigo. Ella intenta levantarse moviéndose,
pero mi mano se mueve entre los omóplatos para mantenerla con firmeza en su
lugar. Yo la acaricio donde
recibió la nalgada. Mi
respiración se excita. Esto es
como el sexo para mí: el despertar, calentarme, excitarme, esperar que el clímax
se aproxime. La golpeo una y otra vez, en rápida sucesión. Ella no hace ningún sonido después de
su primer ¡Ay! Intenta moverse
para escaparse de las nalgadas, pero no dice nada y eso me está divirtiendo
más.
_ No te muevas,
gruño, mi voz es ronca. O te pego
durante más tiempo, le advertí.
La froto para
difundir la sangre que se apresura a subir a la superficie de la piel con cada
una de mis nalgadas poniendo su culo color rosa. He perfeccionado este patrón
rítmico con años de práctica, acariciar, frotar y soltar con fuerza la mano. Si yo le pego en el mismo lugar,
la tendencia natural del cuerpo es liberar algunas hormonas para adormecer el
área y por eso la acaricio para extender la sensación, entonces no golpeó en el
mismo lugar dos veces seguidas, esto proporciona el máximo dolor. En mi décima bofetada que ella grita
de dolor.
_ ¡Arrrgggg!
_ Solo estoy
calentando, cuando bajo mi mano de nuevo para acariciarla suavemente. Esto hace
dos cosas: la nalgada proporciona el dolor previsto, pero despierta algunas
sensaciones negativas, pero las caricias sensuales la persuaden a recibir otro
dolor, son efectos que aturden la mente. La golpeo de nuevo, llevando un
recuento en mi interior y disfrutando de este infierno que alimenta la bestia
que hay en mí. La acaricio suavemente de nuevo y le doy otra nalgada fuerte, lo
que la hace gritar de nuevo.
_ Nadie puede
oírte cariño sólo yo. Y mis golpes siguen una y otra vez. Repito. Once. Doce. Cuento en mi cabeza. Sigo mi ritmo implacable. Las seis siguientes nalgadas me hacen
más deseoso de ella. Y llega mi bofetada final, la dieciocho. Incluso mi mano
está cantando de dolor.
_ Suficiente,
le digo con voz ronca.
Estoy
sorprendido en la forma en que lo manejó y no lloró.
_ Bien hecho,
Anastasia. La acaricio suavemente
viendo su culo color rosa, rojo brillante. Mientras voy acariciando bajo mi
mano e inserto rápidamente dos dedos dentro de ella, tomándola por sorpresa, he
logrado mi objetivo. A ella se le corta la respiración ya que esto le
proporciona una sensación placentera después de la gran dosis de nalgadas y
caricias que recibió. La siento húmeda y jugosa.
_ Siente esto. Mira como le gusta esto a tu cuerpo
Anastasia. Estás empapada solo para mí, le digo con reverencia en mi
voz. Ella solo jadea porque mis dedos se mueven en rápida sucesión. Entonces
los quito rápidamente sabiendo que ella está ahora llena de deseo… por mí.
_ La próxima
vez, conseguiré que cuentes. Ahora
¿dónde está ese condón?
Alcanzo el
condón y la levanto suavemente y la empujo boca abajo sobre la cama. Bajo la cremallera de mis pantalones y
rasgo el paquete del condón poniéndolo en mi longitud. Le quito completamente sus pantalones y la
pongo de rodillas, acariciando suavemente su culo, deseándola aún más.
_ Voy a tomarte
ahora, puedes venirte. Y me meto dentro de ella, golpeando con fuerza. Siento
su opresión gloriosa aferrada a mi polla como un guante. Ella gime en voz alta
respondiendo. Me tiro hacia atrás
y vuelvo a entrar para encontrar mi ritmo golpeando en ella con un rápido e
intenso movimiento, pegando su culo rosa contra mi vientre. Mientras veo sus
pliegues me estoy llenado de un deseo inmenso.
Su cara está
contra la cama y sus gemidos me indican que está cerca de su clímax. Ella se
aferra a las sábanas hasta que sus nudillos están blancos y esa visión hace que
llegue a mi pico. El clímax entre los dos es inminente. Mis ojos se voltean
cuando siento su agarre, me chupa y me lleva con ella a un orgasmo intenso que
me hace temblar.
_ ¡Oh, Ana!
Exclamo cuando encuentro mi liberación, sosteniéndola firmemente en su lugar mientras
me descargo a raudales dentro de ella. ¡Mierda
eso fue intenso! Me dejo caer, jadeando con fuerza junto a ella y la pongo encima de mí enterrando mi cara en su pelo, abrazándola. Estoy más que satisfecho. ¡La encontré! ¡Ella es la que me va a
satisfacer plenamente!
_ Oh, cariño,
respiro entrecortado. ¡Bienvenida
a mi mundo! Nos tumbamos allí, jadeando juntos, esperando que nuestra
respiración desacelere. Estoy
completamente asombrado de esta mujer que está en mis brazos. Ella es mi pareja perfecta en todo el
sentido de la palabra. ¿Cómo puedo dejar
que se vaya? Toco suavemente
su cabello mientras ella yace en mi pecho de nuevo, completamente agotada; como
a mí me gusta.
Yo huelo su
cabello de nuevo, inhalando profundamente.
_ Bien hecho
cariño, le susurro. Tenía que ser duro para marca la pauta. Ella tiene que
saber cual es su lugar. Miro la camiseta vieja que lleva puesta y no puedo
esperar para comprarle a mi dulce niña preciosas sedas.
_ ¿Esto es con
lo que duermes? Le pregunto suavemente.
_ Sí,
ella respira adormilada.
Ella merece algo
mucho mejor que eso.
_ Deberías
estar entre sedas y satenes, hermosa niña. Te
llevaré de compras, le digo.
_ Me gustan mis
sudaderas, murmura tratando de parecer irritada. Aun desafiándome. La beso de
nuevo.
_ Ya veremos,
le digo. Voy a hacer algunas
compras para ella. Nos tumbamos
unos minutos más y ella se duerme en mis brazos. Pero recuerdo que un dominante
no duerme con su sumisa y ya hoy he roto muchas de mis reglas.
_ Me tengo que
ir, le digo y me inclino hacia abajo, besando su frente con suavidad.
_ ¿Estás bien?
Le pregunto con voz suave. Contempla
mi pregunta un poco.
_ Estoy bien,
solo susurra. Me levanto de la cama.
_ ¿Dónde está el
baño? Le pregunto.
_ A lo largo
del pasillo a la izquierda. Recogiendo
el otro condón, me dirijo al baño para limpiarme. Reviso el botiquín y encuentro
una botella de aceite para bebé. Esto
hará el trabajo para aliviar en parte el dolor de su trasero. Cuando vuelvo a la habitación, ella ya
se ha puesto de nuevo sus pantalones y tiene la cabeza metida entre sus manos,
no me mira.
_ Encontré un
poco de aceite de bebé. Permíteme
frotarte el trasero, le digo.
_ No, voy a estar bien, ella responde.
_ Anastasia, le
digo con una voz de advertencia. Finalmente
se acerca frente a la cama. Me siento a su lado bajando suavemente sus
pantalones otra vez. Arrojo un
chorro de aceite de bebé en mi mano y luego froto su culo con tierno
cuidado. Por alguna razón, siento que su trasero es como un santuario de
adoración. No puedo quitar mis
manos de ella ahora.
_ Me gustan mis manos sobre ti, me quejo. Ella asiente con la cabeza en
respuesta.
_ Ahí, le digo
finalmente después de terminar y subir sus pantalones de nuevo.
_ Me voy ahora,
le digo.
Ella se vuelve
automáticamente y mira el reloj. Son las 10:30.
_ Te
acompañaré afuera, dice en voz baja todavía sin mirarme. Tomo su mano y la llevo hasta la
puerta principal.
_ ¿No
tienes que llamar a Taylor? Me pregunta, aún evitando mirarme. Los castigos
hacen eso.
_ Taylor ha
estado aquí desde las nueve. Mírame,
le digo. Ella se esfuerza por hacerlo
y cuando finalmente lo hace, me mirada con asombro. Ella es increíble, estoy contento con
ella.
_ No lloraste,
murmuro. Entonces el deseo se construye de nuevo, ella es como un sol para mí,
la agarro de pronto y la beso con toda mi pasión.
_ El domingo,
le susurro contra sus labios y es tanto una promesa como una amenaza. La dejo en la puerta y hago mi camino
directamente sin voltear al Audi negro.
_ Señor, dice
Taylor saludándome. Asiento con
la cabeza hacia él en la oscuridad. ¿Al Heathman?
_ Sí, le
confirmo. Mis pensamientos son
todos para Anastasia en la corta distancia de vuelta al hotel.
_ Taylor, le
digo recordándole. Quiero que te
asegures de que se le entregue la
Blackberry a la
señorita Steele mañana en el trabajo. No
me importa si tienen que hacer uno nuevo.
_ Sí señor,
dice con firmeza, sabiendo que Taylor,
va carmesí porque no le gusta la insuficiencia, y aunque es una tarea sencilla,
todavía no se ha cumplido. Tengo
que ser capaz de ponerme en contacto con Anastasia en todo momento. No puedo dejar que algún otro hijo de
puta la encuentre y se la lleve. No
podría soportarlo. No después de
que le reclamé como mía en todas direcciones. Nunca con nadie he tenido esto antes. Me mataría saber que alguien la esté
calentando, abrazándola. El
pensamiento me hace fruncir el ceño y apretó los dientes.
_ Taylor
asegúrate de que lo tenga. Él
sabe lo que vendrá después. Él
tiene la capacidad de leerme. Hemos
perfeccionado la comunicación silenciosa, lo cual es una de las razones por las
que es mi mano derecha. Él sabe
lo que hay que hacer sin tener que ser dicho, y sigue las órdenes a rajatabla.
_ ¡Sí, señor! Incluso si tengo que construir el
teléfono yo mismo, mañana va a recibirlo.
_ Está bien, le
digo, sin embargo, me siento incómodo. Al
salir me pareció que estaba triste. Pero
no puedo romper mis propias reglas. ¿Por
qué tengo este miedo, de repente, como que algo está mal, o que ella puede
deslizarse a través de mis dedos? Ella
está ocupando mi mente todo el tiempo, en la vigilia y el sueño. ¿Cómo es posible que alguien tan
inexperto, tan inocente, tan desafiante y tan intimidante me cautive así? ¿Cómo me conquistó en el transcurso de unas
pocas semanas? Niego con la
cabeza, como para vaciarla de los pensamientos de ella. Cuando llegamos al hotel, Taylor y yo
salimos de la camioneta y le da las llaves al valet. Nos abrimos paso a mi suite. Rápidamente habló con él acerca del
horario en que debemos salir mañana de regreso a Seattle después de una semana
de estancia en Portland. No voy a ver a Anastasia mañana, por eso es importante
para mí que tenga su Black Berry. Él
se va a su habitación junto a la mía y yo abro una botella de vino. Me sirvo una copa y me dirijo a mi
computadora portátil para escribirle a Anastasia un e-mail, así como para
revisar los mensajes que llegaron en mi ausencia. Hay un mensaje de mi hermana Mia,
dándome la información de vuelos que llegan de París mañana. Escribo una respuesta rápida confirmando
que estaré para recogerla.
Entonces
escribo un e-mail a Anastasia:
_____________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: Tú
Fecha: 26 de mayo 2011
23:15
Para: Anastasia
Steele
Querida señorita Steele:
Usted es
simplemente exquisita. Eres la
mujer más hermosa, inteligente, ingeniosa y valiente que he conocido. Toma un poco de Advil, esto no es una
petición. Y no conduzcas tu
Escarabajo de nuevo. Lo sabré.
Christian Grey
CEO Grey
Enterprises Holding inc.
_____________________________________________
Por un lado
quiero que se vaya a dormir, porque ella mañana estará trabajando, pero por
otro lado quiero que me responda, reconociendo que recibió mi mensaje y saber que
está allí, en su pequeño apartamento y no con alguien. Sé que el pensamiento no es razonable,
yo todavía no puedo evitar la sensación de ella. Oigo el sonido de la entrada de un email, quince
minutos después. Estoy ansioso
como un niño de colegio esperando una nota por su primer amor.
______________________________________________
De:
Anastasia
Steele
Asunto: La adulación
Fecha: 26 de mayo 2011
23:21
Para: Christian Grey
Querido señor
Grey:
La adulación no
lo llevará a ninguna parte, pero como has estado en todas partes, el punto es
discutible. Voy a tener que conducir mi Escarabajo a un garaje para venderlo
por lo que no aceptaré ninguno de tus sinsentidos sobre eso. Prefiero el vino
al Advil.
Ana
PS: Los azotes
con vara son un límite duro para mí.
_____________________________________________
_____________________________________________
Su mensaje me
frustra. ¿Por qué no puede
aceptar un cumplido? ¿Acaso
piensa tan poco de sí misma? Ella
necesita dormir si ella quiere tener una noche completa de sueño reparador. Le escribo rápidamente una respuesta.
_____________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: Mujeres
frustrantes que no pueden aceptar un cumplido
Fecha: 26 de mayo 2011
23:27
Para: Anastasia
Steele
Estimada Srta.
Steele:
No te estoy
adulando, yo sólo estaba diciendo lo que pienso de ti. Tienes que irte a la cama. Acepto tu adición
a los límites duros. No beba
demasiado. Taylor se deshará de tu
coche y también conseguirá un buen precio por él.
Christian Grey
CEO Grey Enterprises Holdings Inc.
_____________________________________________
Suspiro y pulso
enviar. Su respuesta es viva y
esta vez es enloquecedora. ¿Qué
está tratando de hacerme?
_____________________________________________
De: Anastasia
Steele
Asunto: Taylor ¿Él es el hombre adecuado para el trabajo?
Fecha: 26 de mayo 2011
23:39
Para: Christian Grey
Muy señor mío:
Estoy intrigada
de que estés feliz de arriesgarte dejando a tu mano derecha conducir mi coche,
pero no a una mujer a la que follas ocasionalmente. ¿Cómo puedo estar segura de
que Taylor conseguirá el mejor precio para dicho coche? He sido conocida en el
pasado, incluso antes de conocerte, por ser una buena negociadora.
Ana
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Este mensaje me
vuelve loco, y tengo en la mente volver allá, nada más para dejarle claro las
implicaciones que tiene. Asumo que a parte del champán, ha bebido un vino tinto
de mierda para calmar su dolor y ella no tiene mucha tolerancia para el
alcohol. Inmediatamente le escribo una respuesta.
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De: Christian Grey
Asunto: ¡Cuidado!
Fecha: 26 de mayo 2011
23:43
Para: Anastasia
Steele
Estimada Srta.
Steele:
Estoy asumiendo
que es el vino tinto el que habla por ti y que has tenido un largo día. Aunque
estoy tentado de conducir hasta allá solo para asegurarme de que no te sientes
por una semana, en vez de una noche. Taylor es ex-ejército y capaz de manejar
cualquier cosa, desde una motocicleta hasta un tanque Sherman. Tu coche no presenta un peligro para
él. Ahora, por favor no te
refieras a ti misma como "una mujer a la que follo de vez
ocasionalmente" porque francamente, me da coraje y realmente no me
quisieras ver cuando estoy enojado.
Christian Grey,
CEO Grey Enterprises Holdings Inc.
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Todavía estoy
respirando como un toro enfurecido cuando regresa su respuesta y mi corazón
salta a la boca con lo que me dice. Así que, mis temores no eran infundados.
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De: Anastasia
Steele
Asunto: Cuidado tú
Fecha: 26 de mayo 2011
23:57
Para: Christian Grey
Querido señor
Grey
No estoy segura
de que te quiera de ninguna forma, sobre todo en este momento.
Señorita Steele
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¿Qué? ¿Ella no me quiere? ¿Por qué no me quiere? Rápidamente le escribo de nuevo.
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De: Christian Grey
Asunto: Ten cuidado tú
Fecha: 27 de mayo 2011
00:02
Para: Anastasia
Steele
¿Por qué no te
gusto?
Christian Grey,
CEO Grey Enterprises Holdings Inc.
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Yo espero
ansiosamente a que me escriba de nuevo. Cuento
los minutos y los segundos en el reloj. Finalmente
llega su respuesta.
_____________________________________________
De: Anastasia
Steele
Asunto: Cuidado ti
mismo
Fecha: 27 de mayo 2011
00:09
Para: Christian Grey
Porque nunca te
quedas conmigo.
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Me quedo
mirando la pantalla de la computadora portátil por un minuto. ¡La he molestado! Finalmente dijo lo
que la ha estado molestando. Yo
sabía que algo andaba mal. He
tenido la sensación, pero la dejé. Pero
ella no dijo nada. ¡Ella dijo que
estaba bien! ¿Ella está demasiado
intimidada por mí para decirme cómo se siente, excepto cuando está borracha y
escribiendo un e-mail? Necesito
que se comunique conmigo abiertamente y con claridad. Además debo recordar que
ella no ha firmado aún y que podría negarse. ¡Mierda!
Ya estaba listo
para irme a la cama, pero me visto de inmediato, me pongo mi chaqueta y tomo
las llaves del coche. Envío un texto rápido a Taylor haciéndole saber que voy donde
la señorita Steele y que voy a pasar la noche con ella. Conduzco a su complejo de apartamentos
con los pensamientos nublando mi mente y preocupado por ella. Aparco el coche, y salgo rápidamente. Llego a su edificio y subo las
escaleras de dos en dos. Llamo a la puerta con firmeza y repetidamente.
You're Always on My Mind - Michael Buble
Es la compañera
de piso Kate la “tritura bolas” quien abre la puerta. Cuando me ve, noto el cambio de enojo en su
cara.
_ ¿Qué diablos
crees que estás haciendo aquí? Me grita.
_ Vine a ver a Anastasia, le respondo.
_ ¡Bueno, pues
no puedes! Vuelve a gritarme. Mi
corazón tartamudea. ¿Es Anastasia la que
no quiere que la vea? ¿Ha cambiado de opinión? ¿Se dio cuenta de lo malo que
puedo ser para ella?
_ ¿Por qué no puedo? Le pregunto.
_ ¿Qué mierda
le has hecho ahora?
_ ¿Qué quieres
decir? Le pregunto incrédulo.
_ Desde que te
conoció, no hace sino llorar todo el tiempo, me escupe.
Su respuesta
aplasta mi corazón oscuro. No quiero que Anastasia llore. Estoy más que
preocupado que se deslice entre mis dedos, solo porque no se comunica conmigo.
¡Tengo que verla!
_ Kate, no me
obligues a abrirme y entrar, le digo
firmemente mirándola. Tengo que
entrar ahora a ver lo que le pasa y empujo la puerta de par en par y entro.
_ ¡No puedes
entrar! Grita detrás de mí. Yo
enérgicamente paso por la sala de estar y entro a la habitación de Anastasia,
prendo el interruptor de la luz del techo y la encuentro llorando en voz alta
sobre su almohada, ella se da vuelta y me mira con reojo y lo que veo son sus
ojos hinchados y rojos llenos lágrimas.
_ Jesús Ana,
murmuro y apago de nuevo el interruptor y me apresuro a ponerme a su lado.
_ ¿Qué… estás…
haciendo… aquí? Ella jadea entre sollozos. Ella
es incapaz de dejar de llorar. Enciendo
la lámpara de la mesa lateral de noche. Ella
entrecierra los ojos de nuevo. Su
compañera de piso Katherine viene y se para en la puerta.
_ ¿Quieres que
saque a este gilipollas? Le pregunta a Anastasia, irradiando una hostilidad
termonuclear. Alzo las cejas, claramente nadie me habla a mí en esos términos,
aunque yo sé que soy un idiota. Pero su feroz antagonismo me hace pensar que he
hecho algo terriblemente mal con Anastasia, aunque no sé qué. Anastasia sacude
la cabeza ante su negativa.
_ Sólo grita si
me necesitas, dice ella suavemente hacia Anastasia, a continuación, vuelve su
mirada venenosa hacia mí y susurra, Grey
tus cartas están marcadas, señalándome con su dedo índice. Tira la puerta
pero no se cierra. Estoy conmovido hasta la médula, porque es evidente que he
hecho algo a alguien que me importa mucho y no tengo ni puta idea de lo que es. Miro a Anastasia con una expresión pálida
en mi rostro.
Saco mi pañuelo
y se lo entrego a ella.
_ ¿Qué está
pasando? Pido silencio, preocupado.
_ ¿Por qué
estás aquí? Me pregunta como respuesta, haciendo caso omiso de mi pregunta. Sus
lágrimas cesaron, pero ella sigue angustiada, su cuerpo todavía tiembla. Esto
me molesta y estoy ansioso por saber lo que he hecho y cómo puedo corregirlo.
_ Parte de mi
función es la de cuidar de tus necesidades. Dijiste
que querías que me quedara, así que aquí estoy. Y sin embargo, te encuentro así. Estoy
seguro de que soy el responsable, pero no tengo ni idea de por qué. ¿Es porque te pegué?
Ella se sienta
en la cama y hace una mueca de dolor que no paso desapercibido.
_ ¿Has tomado
algún Advil? Le pregunto, a lo que ella responde con un movimiento de cabeza. ¿Podrá alguna vez hacer caso a cualquier
cosa que le pidas que haga? Estrecho
mis ojos, me levanto y salgo de la habitación para buscarle uno.
Le pregunto a
Kate que está ocupada embalando para preguntarle si tiene un Advil. Me da una
de esas miradas que matan.
_ Tenemos algunos
en el botiquín del baño, ella responde y agrega, recuerda mi amenaza
Grey... ¡Es mejor que
hagas esto bien!
_ Lo haré, le
digo, llena un vaso con agua, y voy a buscar dos Advil para Anastasia y camino
de regreso a la habitación.
_ Toma
esto, le ordeno y me siento suavemente en la cama a su lado, para no
molestarla. Ella pone el Advil en su boca y lo traga con el agua.
_
Háblame, le susurro reprimiendo mi preocupación. Me dijiste que estabas bien. Yo nunca te habría dejado si te
hubiera visto así, le digo mirándola tratando de averiguar las razones de su
estado actual. Ella sólo mira
hacia abajo a sus manos. ¿Qué le
preocupa?
Ella no dice
nada.
_ Supongo que
cuando me dijiste que cuando estabas bien, no lo estabas. Al parecer he dado en
el clavo porque ella se mueve en la cama.
_ Pensé que
estaba bien, susurra sin dejar de mirar sus manos.
_ Anastasia, no
puedes decirme lo que piensas que quiero oír. Eso
no es muy honesto. La reprendo. Todas
las relaciones se basan en la confianza, en especial la que estamos construyendo.
De lo contrario, no funcionará ¿Cómo
puedo confiar en todo lo que me has dicho?
Ella finalmente
me ve bajo la cascada de su pelo castaño. Yo
frunzo el ceño ante ella, con una expresión sombría en mis ojos de frustración
y preocupación, su estado plantea mi nivel de ansiedad y me paso las dos manos
por el pelo.
_ ¿Cómo te
sentiste mientras te estaba golpeando y después de eso? Le pregunto.
_ No me gusta. Preferiría que no lo hicieras otra vez,
dice en voz baja.
_ No estaba
destinado a que te gustara, le digo.
_ ¿Por qué te
gusta entonces? Ella pregunta mirándome. Su
pregunta me sorprende. Es en
parte porque tengo que alimentar a la bestia que hay en mí, pero no gusta verla en ese estado.
Tengo que mostrarle el control total que tengo sobre ella, es una necesidad que
me satisface y me despierta
_ ¿De verdad
quieres saberlo? Le pregunté. A ella no
le gustará lo que le voy a decir.
_ Oh, sí, claro
que me encantaría saberlo, dice con sarcasmo goteando sus palabras.
Estrecho mis
ojos en ella de nuevo. Ten
cuidado, le advierto. Ella
palidece.
_ ¿Vas a
pegarme otra vez? Me pregunta desafiante.
_ No, no esta
noche, le respondo. No quiero
hacerle daño a ella... ahora mismo.
_ Así que… ella
me engatusa.
_ Me gusta el
control que me da Anastasia. Quiero
que te comportes de una manera y si no lo haces, te voy a castigar y tú
aprenderás a comportarte de la manera que deseo. Disfruto castigándote. He querido hacerlo desde el día que me
preguntaste si era gay.
_ ¿Así
que no te gusta como soy? dice con tristeza. ¡Eso
no es cierto! Me encanta la forma
que es. De hecho ella es un soplo
de aire fresco en mi jodida vida. Me
quedo mirándola, aturdido de nuevo.
You're in my Heart by Rod Stewart
_ Creo que eres preciosa como eres, le
digo con completa honestidad.
_ Entonces,
¿por qué estás tratando de cambiarme?
_ Yo no quiero
cambiarte. Me gustaría que fueras
cortés y sigas el conjunto de reglas que
te he dado y no me desafíes. Simple,
le digo.
_ ¿Pero quieres castigarme?
_ Sí, quiero.
_ Eso es
lo que no entiendo, dice confundida. Suspiro
y me paso mis manos por el pelo de nuevo completamente exasperado.
_ Es la forma
en que estoy hecho, Anastasia. Necesito
controlarte. Necesito que te
comportes de una manera determinada y si no lo haces me encanta ver tu hermosa piel
ponerse color rosa alabastro y que se caliente bajo mis manos.
Sus ojos se
abren, su mirada está en algún lugar entre el miedo y reticencia. ¿Entonces no es el dolor por lo que me
estás haciendo pasar? Ella pide. Trago. En realidad, tiene mucho que ver con
eso. Alimenta mi necesidad de darle
dolor a ella.
_ Un poco, para ver si puedes soportarlo, pero
esa no es toda la razón. Es el
hecho de que tú eres mía para hacer lo que me parezca, el máximo control sobre
otra persona. Y eso me excita. Muchísimo Anastasia. Mira, no me estoy explicando muy bien...
Nunca he tenido que hacerlo antes. Realmente no he pensado en esto en gran
profundidad. Siempre he estado
con personas con ideas afines, me encojo de hombros, casi en tono de disculpa.
_ Y todavía no
has contestado a mi pregunta ¿cómo te
sentiste después? le pregunto.
_ Confundida,
ella responde.
_ Estabas
excitada sexualmente Anastasia, le hago recordar. Cierro los ojos con el recuerdo fresco
de lo sucedido y mi libido va aumentando. Cuando
los vuelvo a abrir la miro ardiente. Esa
mirada hace algo con ella y siento que me responde del mismo modo. Ella lo disfruta también.
De hecho, una
gran cantidad de deseo pulsa constantemente entre nosotros, sus ojos fijos en
los míos con la necesidad y la pasión salvaje.
_ No me
mires así, murmuro. Ella frunce
el ceño.
_ Yo no tengo
ningún preservativo, Anastasia, y tú lo sabes, estás molesta. Contrariamente a lo que cree que tu
compañera de cuarto, yo no soy un monstruo fálico. Por lo tanto, ¿te sientes confundida? Le
pregunto. Ella se retuerce bajo
el escrutinio de mi mirada.
_ No tienes
ningún problema en ser honesta conmigo por correo. Tus e-mails siempre me dicen
exactamente cómo te sientes. ¿Por
qué no puedes hacer eso conversando? ¿Tanto te intimido? Ella voltea su mirada
hacia la esquina de su cuarto y sin mirarme susurra su respuesta.
_ Me seduces
Christian, me abrumas completamente, me siento como Ícaro volando demasiado
cerca del sol.
Su respuesta me
hace jadear.
_ Bueno, creo
que lo entiendes al revés, le doy mi respuesta.
_
¿Qué? Pregunta sorprendida.
_ Oh,
Anastasia, me has hechizado en cuerpo y alma. ¿No
es obvio?
_ Todavía no has
respondido a mi pregunta. Escríbeme
un e-mail, por favor. Pero en
este momento, realmente me gustaría dormir. ¿Me
puedo quedar?
_ ¿Quieres
quedarte? Me pregunta con esperanza en su voz.
_ Tú me querías
aquí, le contesto, aunque sé el significado de su pregunta. La
respuesta es, sí, quiero quedarme. De
hecho no hay otro lugar en el planeta en el que preferiría estar que no sea en
esta pequeña habitación.
_ No has
respondido a mi pregunta, dice el sondeando.
_ Te voy a
escribir un e-mail murmuro con nerviosismo. Me
levanto y vacío todo de mis bolsillos sacando mi BlackBerry, llaves, billetera
y dinero. Me quito el reloj,
zapatos, calcetines y los pantalones vaqueros y los pongo en una silla. Me paseo por el otro lado de la cama y
me deslizo junto a Anastasia. Mi
lugar feliz.
_ Voltéate, le
ordeno.
También ella se
desliza lentamente bajo las sábanas, haciendo una mueca ligeramente, mirándome. Ella está sorprendida pero
visiblemente feliz de tenerme en su cama. ¿Cómo
puedo escapar de ella? ¿No sabe
que estoy enganchado? Me apoyo en
un codo y la miro.
_ Si vas a
llorar, hazlo delante mí. Necesito
saber, le digo. No la quiero miserable
durante mi ausencia.
_ ¿Quieres que
llore? Ella pregunta con curiosidad.
_ No mucho. Yo sólo quiero saber cómo te sientes. No quiero que te deslices entre los
dedos. Apaga la luz, es tarde y
ambos tenemos que trabajar mañana.
Ella se da
vuelta hacia la mesa auxiliar y apaga la lámpara.
_ Acuéstate de
lado, de espaldas a mí, me quejo en la oscuridad. Poco a poco me muevo y pongo mis
brazos alrededor de ella y la tiro hacia mi pecho fusionando nuestros cuerpos. La sensación es exquisita. En este momento, ella es mía. No
entiendo como me negué rotundamente a quedarme con ella. ¡Qué mierda contigo Grey!
_ Duerme nena,
le susurro inhalando profundamente su aroma celestial. Entonces los dos nos
vamos a la deriva en un sueño pacífico.
Lullaby - Dixie Chix
Waw Patricia que regalazo sera por ser navidad? pues maravilloso me encanta que saques cap nuevos parezco una niña con juguete nuevo cada ves que abro esta pag, me encanta el cap. de echo me encantan todos los cap. por el solo echo de poder entenderlos eres una genio amiga,es maravilloso tener esa facilidad para traducir, de nuevo gracias a ti y a Emine y me gustaria cuando saca emine nuevo cap despues del polemico cap. XVII que por cierto me encanto y eso que lo leo por el computador, ansio leerlo en español un besote amiga.
ReplyDeleteMuchisimas gracias.
ReplyDeleteVeronica Judit Poirier OH MY GOD
ReplyDeleteAyer a las 10:49 · Me gusta
Leidy Diana Bedoya Ufff q capitulo mas intenso... gracias gracias Emine por lo q haces
Ayer a las 12:20 · Me gusta
Nancy Fica Soto gracias Emine y Patricia cada capitulo es cada vez mejor
Ayer a las 12:26 · Me gusta
Carla V Salazar me encantoooooo
Ayer a las 12:27 · Me gusta
Naty Leyva muy bueno las felicito
Ayer a las 13:32 · Me gusta
Liliana Rodriguez Ufff buen capitulo.
Ayer a las 20:03 · Me gusta
Piedad Garcia Mendoza Buenisssimo