Volver a un punto de inflexión, todo dentro de mi alma
es un infierno.
CAPÍTULO
XVIII
Una de las mejores cosas de
estar casado, es cuando uno despierta
completamente envuelto alrededor de su bella esposa como un calcetín lleno de
estática. Saber que es suya, incluso si han tenido una pelea la noche anterior.
Siento su mano acariciando suavemente mi pelo y es muy relajante. Mis párpados están cargados de sueño
todavía, y tengo que parpadear varias veces para despertar. Mi brazo está alrededor de su cintura
y mis piernas se enredan alrededor de los suyas.
_ Hola, le digo
soñoliento.
_ Hola, ella responde con una
sonrisa radiante.
¿He mencionado que mi cabeza estaba recostada
en su pecho? Suspiro y los acaricio
con aprecio, gimiendo profundamente. Mi
mano se desplaza por la cintura y la acaricio debajo del suave satén.
Dame una razón
- rosa ft Nate Reuss
_ Qué bocado tan tentador eres, —le digo
aún somnoliento. Me encanta que esté envuelta en seda y satén, porque ella se
merece lo mejor— Pero por muy tentadora que eres, tengo que levantarme, le digo
a regañadientes.
Tengo una reunión muy importante
hoy. Pella vino de Londres y sé que él ya ha examinado las pruebas y debe darme
un informe. Finalmente me desenredo de Ana y me levanto de la cama. Anastasia
se recuesta de la almohada, poniendo sus manos en la nuca mirándome mientras me
desvisto para entrar a la ducha.
_ ¿Admirando la vista, señora Grey?
Pregunto arqueando una ceja. Me
encanta llamarla señora Grey. Porque,
cada vez que menciono ese título, reafirma que ella es mi esposa, ¡la mía! ¡La
de Christian Grey!
_ Es una vista excelente señor Grey.
Le sonrío y
envolviendo mis pantalones de pijama se los lanzo y ella los agarra como una
profesional riendo alegremente. ¡Irresistible! Doy unos pocos pasos hasta nuestra cama y de
un tirón quito el edredón. Pongo una rodilla encima y la agarro por los
tobillos arrastrándola hacia mí y su camisón se desliza por su cuerpo dejándola
desnuda ¡Si! Ella comienza a chillar y a resistirse. Me enciendo
rápidamente cuando ella trata de resistirse. ¡Me encanta! Me acerco a su cuerpo
y comienzo a dejar pequeños besos en su rodilla y entre el vértice de sus
muslos. De repente, sus manos
están en mi pelo, tirando de mí, y sus piernas se envuelven alrededor de mi
cuello. Y pronto estamos perdidos
el uno en el otro.
**** ❦ ♡ ❧ *****
_ Buenos días señor Grey, buenos
días señora Grey, dice Gail cuando estamos sentados en la mesa de desayuno.
Anastasia se ruboriza. ¿Por qué? ¿Será
porque la vio anoche besándose con Taylor?
_ Buenos días. Anastasia responde cuando
la señora Jones le entrega su habitual taza de té.
_ ¿Cómo está, señora Grey? Le
pregunto enamorado.
_ Creo que lo sabe señor Grey, ella
responde tímidamente, mirándome a través de sus pestañas. Yo sonrío satisfecho.
_ Come. No comiste ayer, le digo.
_ Eso es porque estabas siendo un idiota,
me dice con mirada burlona. La señora Jones se debe hacer sorprendido por lo
que me dijo Anastasia, ya que deja caer lo que tenía en la mano en el fregadero
de golpe. Anastasia se sobresalta por el ruido, pero yo estoy completamente
ajeno a eso.
_ Idiota o no, come, le digo en tono
serio.
_ ¡De acuerdo! Estoy agarrando la
cucharilla para comerme el cereal, murmura irritada. Luego le coloca yogurt y
un puñado de arándanos. La veo mirar a la señora Jones que le da una cálida
sonrisa.
Quiero recordarle de mi próximo
viaje a Nueva York. Realmente
necesito que venga conmigo. No
creo que sea una buena idea estar separados tan pronto después de nuestra luna
de miel. Ella debe estar a mi lado.
_ Puede que tenga que ir a Nueva
York, más adelante en la semana, comienzo hablando.
_ Ah.
_ Significa que pasaré la noche
allí. Quiero que vengas conmigo. Voy directo al grano.
_ Christian no tengo tiempo libre,
responde sin ninguna alternativa. ¿En serio? ¿Cómo me responde con esa seriedad
si yo soy el jefe del jefe de su jefe y propietario de la empresa? ¿Cree que no
le voy a dar permiso? Yo le puedo dar el tiempo libre si ella así lo desea. Me le quedo mirando. Ella suspira.
_ Sé que eres el dueño de la
compañía, pero he estado ausente por tres semanas. ¿Por favor como quieres que
dirija el negocio si nunca voy a estar ahí? Estoy bien aquí. Asumo que irás con
Taylor pero Sawyer y Ryan se quedan aquí, dice cuando me ve sonriéndole de
oreja a oreja. Eso no tiene precio señora Grey. Me encanta como racionaliza
todo. ¡Soy su marido, nos casamos, tenemos que estar juntos! Ella no debería
darle prioridad a su trabajo sobre mí.
Se detiene y me clava la mirada.
_
¡¿Qué?! Chilla.
_ Nada. Sólo
tú, le respondo. Ella frunce el
ceño hacia mí. Pero yo no quiero
echar a perder nuestro buen humor esta mañana. Su cara cambia entonces.
_ ¿Cómo te vas a Nueva York?
_ En el avión de la compañía, ¿por
qué?
_ Sólo quería saber si ibas a ir en
Charlie Tango, dice en voz baja. Su rostro palidece.
_ No volaría a Nueva York en Charlie
Tango, no tiene ese alcance. Además no regresa de los ingenieros hasta dentro
de unas dos semanas, le recuerdo. También me recuerda a mí la reunión con Pella
hoy.
_ Bueno, me alegra que esté casi
arreglado, pero… Ella está nerviosa y me recordó el susto que pasé cuando
Charlie Tango falló.
_ ¿Qué? Pregunto en voz baja,
terminando mi desayuno.
Su respuesta es sólo un encogimiento
de hombros. Ella no puede
decirlo. Está demasiado
preocupada.
_ ¿Ana?
_ Es que... ya sabes. La última vez que volaste en él…
pensé, pensamos que tú… ella murmura con
voz quebrada. La miro con cariño.
_ Hey, digo acariciando su rostro
con el dorso de mis nudillos. —Eso fue un sabotaje— Mi mirada se oscurece recordando que el hijo
de puta que lo causó, sigue en libertad.
_ Yo no podría soportar la idea de perderte,
murmura.
_ Cinco personas han sido despedidas
por eso Ana. No sucederá de nuevo.
_ ¿Cinco? Pregunta y yo asiento con
cara seria. ¡Cinco trabajadores
incompetentes de mierda!
Su expresión cambia y luego cambia
por completo el tema.
_ Eso me recuerda. Hay una pistola en tu escritorio, dice
en tono acusatorio.
¿Cómo cinco personas despedidas le
recuerdan a una pistola? Frunzo el ceño por su incongruencia.
_ Es de Leila, digo finalmente.
_ Está cargada.
_ ¿Cómo lo sabes? Le pregunto con el
ceño más profundo. Yo no quiero
que ella esté jugando con una pistola y se haga daño.
_ Lo comprobé ayer, responde ella. ¿Tengo que mantener todo bajo llave de
ella? ¡Honestamente, parece una niña
jorungando todo! Yo no quiero que
se lastime.
_ No quiero que juegues con armas de
fuego. Espero que le hayas puesto el seguro de nuevo.
Ella parpadea medio sorprendida.
_ Christian no hay seguro en un
revolver. ¿No sabes nada sobre armas?
Ahora es mi turno de sorprenderme. Por supuesto que no sé nada acerca de
armas.
_ Uhm... no. Le contestó con
sencillez.
Taylor está en la entrada y
discretamente tose recordándome que mi reunión se aproxima. Asiento con la cabeza hacia él.
_ Tenemos que irnos, le digo, y me
pongo de pie. Me pongo mi
chaqueta gris. Leila tenía una pistola sin seguridad. Eso significa que estaba
planeando disparar a quien se le interpusiera en su camino. El pensamiento me
hace estremecer internamente. Hago una nota mental para hablar con Flynn y que
me asegure que se va a quedar en Connecticut después del tratamiento. Entonces
el hijo de puta Hyde está ahí fuera. El
sabotaje de Charlie Tango se cierne sobre mi cabeza. Realmente tengo que ver a Pella. Momentáneamente me pregunto por qué
se metió en el negocio de la investigación. ¿Cómo
llegó a ser tan bueno en eso? Él
no lo necesita. Él puede
permitirse algo mejor, sin embargo, él es el mejor en esto. ¿Lo obligaron a meterse en eso, como a mí me
forzaron a ser como soy?
Mientras camino hacia el salón,
saludo a Taylor.
_ Buenos días, Taylor.
_ Buenos días, señor Grey, señora
Grey, responde señalando a los dos, pero él está apartando sus ojos de
Anastasia, probablemente recordando su encuentro inesperado, haciendo que los celos
entren en mí. Tengo que asegurarme
de que mi esposa no se aparte de la habitación con tan poca ropa.
_ Solo voy a lavarme los dientes,
murmura Anastasia, y se va en dirección hacia nuestro dormitorio. Cuando entramos en el ascensor, Anastasia
se vuelve hacia mí.
_ Deberías decirle a Taylor que te
enseñe a disparar. La miro divertido por su sentimiento. Preferiría no ver un
arma por el resto de mi vida. Creo que todas deberían ser retiradas de las
calles.
_ ¿Debería? Pregunto secamente.
_ Sí, responde ella con fervor de la
única manera que la hija de un soldado respondería.
_ Anastasia, desprecio las armas. Mi
madre ha cosido a muchas víctimas de delito con armas y mi padre es
vehementemente anti armas. Crecí con sus valores. Apoyo al menos dos
iniciativas de control de armas aquí en Washington.
_ Oh, dice reflexionando sobre lo
que le dije. —¿Taylor lleva un
arma?— Pregunta.
El puede llevar un arma en alguna
ocasión, pero eso está completamente en contra de mi mejor juicio. Tengo que dar mi consentimiento a
regañadientes, porque Taylor es mi mejor hombre de seguridad y tengo que dejarlo
actuar con su mejor criterio. Así como se lo permití en nuestra boda. Mi boca
se adelgaza tristemente recordando y sólo consentí porque Taylor es un
profesional capacitado, ex-militar, y que ha pasado gran parte de su vida
aprendiendo cómo manejar cuidadosamente las armas.
_ A veces, le respondo.
_ ¿No lo apruebas?
_ No. Digamos que Taylor y yo tenemos
visiones diferentes en cuando al control de armas. Sólo porque sé que Taylor
puede maneja armas, y ha sido entrenado para ello, no significa que lo apruebo. Abro la puerta del vestíbulo para que
pase y dirigirnos al coche. Sawyer mantiene la puerta abierta y subimos.
Una vez que entramos al coche, Anastasia sostiene mi mano con fuerza.
_ Por favor, ella dice.
_ Por favor, ¿qué? Pregunto.
_ Aprende a disparar.
¡Dios! ¿Seguimos hablando de lo mismo?
_ ¡No! Fin de la discusión
Anastasia, le regaño. ¿Por qué discutimos por esto? Es una diferencia de
opinión en la que creo firmemente. Anastasia abre la boca para refutar mi punto
de vista, pero sabiamente la cierra de nuevo. Me doy cuenta por el espejo
retrovisor de que Taylor piensa lo mismo que Ana, porque mueve su cabeza en
negación mientras se concentra en el manejo.
_ ¿Dónde está Leila? Pregunta Ana
mientras estoy viendo por la ventana.
_ Te lo dije. Ella está en Connecticut con su
familia.
_ ¿Lo has comprobado? Después de todo, ella tiene el pelo
largo. Podría haber sido la que
manejaba el Dodge.
_ Sí, lo he comprobado. Ella está inscrita en una escuela de
arte en Hamden. Comenzó esta
semana, le respondo y vuelvo a mirar por la ventana.
_ ¿Has hablado con ella? me pregunta en
un susurro horrorizada. Volteo mi cabeza
como un látigo para mirarla por el tono de su voz. Ella está tan roja como una
manzana, toda la sangre se acumuló en su cara. ¿Acaso cree que yo la llamo con
regularidad?
_ No. Flynn lo ha hecho, le respondo. ¿Le molesta que Flynn la contacte? Tengo que
tenerla bajo vigilancia para mantener a Ana a salvo.
_ Ya veo, murmura.
_ ¿Qué?
_ Nada, responde ella. Le doy un suspiro de exasperación. Cuando una mujer... no, para ser
correcto, cuando mi mujer, mi Anastasia, dice
nada, significa todo. Algo está ocultando.
_ Ana. ¿Qué pasa? Ella se encoge de hombros. Trato de leer su cara y puedo reconocer los
signos reveladores de sus celos. Lo recuerdo por los episodios con Elena. Está
celosa —Me mantengo al tanto, comprobando que se quede en su lado del
continente. Está mejor Ana. Flynn la ha derivado a un Sicólogo en New Haven, y
todos los informes son muy positivos. Siempre ha estado interesada en el arte,
así que…— Me detengo porque ya he hablado demasiado y se va a enterar que estoy
pagando sus gastos. Pero eso lo hago por querer ayudarla, no tiene nada que ver
con ningún sentimiento que tenga hacia ella. Es culpa lo que siento y ver la
manera como ha caído tan bajo, me remuerde la conciencia saber que yo contribuí
con eso. Siento que tengo la responsabilidad de velar por sus necesidades
básicas, hasta que se recupere. Ana suspira y se distancia de mí
emocionalmente. No puedo soportarlo. Extiendo mi mano y tomo la de ella en un
apretón suave —No te preocupes por esto Anastasia— le digo para tranquilizarla.
Ella busca en mi cara, y ve la sinceridad en mi expresión y finalmente devuelve
un apretón tranquilizador.
**** ❦ ♡ ❧ *****
_ ¡Detén el
ascensor Grey! Oigo que alguien grita mi nombre. Tanto Taylor como yo, volteamos al
mismo tiempo. Los ojos de Alex Pella me miran y
viene con su seguridad Anthony Decimus con pasos seguros, casi
arrogante. El tiene una mirada casi idéntica a la mía que reconozco
inmediatamente. Él es como yo, otro hombre poderoso. No es un rival, pero sí un
raro amigo. Ambos exudamos la misma magnitud tangible e incesante, una energía
electrizante que nos hace tomar el mando entre un grupo determinado de personas
en cualquier lugar.
_ ¡Que bueno verte Pella! Digo
extendiendo mi mano. El tiene una manera particular de saludarme. Es vez de un
apretón de mano usual, él se aferra a mi antebrazo. Siempre ha sido así.
Estuvimos en el mismo equipo de remo en Harvard y su razonamiento era que: saludarse tomando los antebrazos es más
higiénico. Pensé que es su manera de ser sin importancia, hasta que vi un
partido de fútbol en el que él estaba participando. El campo estaba embarrado
después por la lluvia, y un jugador en particular tuvo la desgracia de que la
pelota de fútbol aterrizó en su cara, rompiéndole la nariz y se limpió la
sangre con sus antebrazos. Pella
lo llevó fuera del campo y después de ver que estaba bien, le dio una sacudida
a su antebrazo fangoso y sangriento.
_ ¿Agitaste su antebrazo sucio? Está claro que no es higiene lo que te
preocupa, lo acorralo en el momento. El simplemente se encogió de hombros.
Ahí me di cuenta de que en cierto modo era otro solitario. Su manera de saludar
es su opción personal de mantener a la gente lejos, igual que yo.
_ Llámalo hábito. Esa es la única manera en que un
hombre de verdad da la mano. Los
vikingos, los hunos, los vaqueros, los antiguos romanos y los griegos, los
Caballeros de la Mesa Redonda... incluso
las tropas que irrumpieron en Normandía, saludaban de esa manera. Por supuesto, yo también soy
alpinista. Si se me hace hábito
sacudir el antebrazo, entonces no tengo que pensar dos veces como agarrar a un
escalador cuando se cae. Lo agarro por el antebrazo, dijo.
Al abandonar mis recuerdos, le sonrío.
_ ¡Que bueno verte Grey! Dice con
firmeza. Saluda a Taylor y él Asiente.
_ Señor Pella. Encantado de verle
señor.
_ Supongo que todavía estás con el
alpinismo, digo con ironía después de la sacudida de antebrazos.
_ Lo estoy. Recientemente regresé del K2, responde
y entramos en el ascensor.
_ ¿K2? Impresionante. ¿No es una montaña con una alta tasa de mortalidad para los alpinistas? Pregunto. Sonríe en respuesta.
_ Por cada cuatro alpinistas que
suben a la cumbre, uno muere en el intento.
_ Bueno, ten cuidado entonces. No quiero
escuchar que serás el quinto escalador desafortunado.
_ Siempre lo soy, dice sonriendo y
cambia el tema. —Yo creo que las
felicitaciones están a la orden. Te
deseo una vida de felicidad con la señora de Christian Grey— dice sonriendo.
_ Gracias, le contesto y sonrío
cálidamente por su reconocimiento respetuoso de Anastasia como mi esposa. Las puertas del ascensor se abren. Taylor y el de seguridad de Pella mantienen
las puertas abiertas mientras salimos del ascensor. Tanto Andrea como Olivia se ponen de
pie y al ver mi cara sonriente, juro que vi en sus caras un suspiro de alivio.
Andrea habla de inmediato.
_ Buenos días Sr. Grey. Bienvenido a GEH, Sr. Pella, Sr. Décimus,— dice ella y se vuelve hacia mí —¿Llevamos
a los señores a la sala de reuniones señor? Welch y Barney ya te están
esperando allí.
_ Sí, gracias, Andrea, respondo. Olivia pega un salto y los lleva hacia
la sala de reuniones.
_ Por cierto, buen corte de pelo
señor Grey, me dice y me detengo. Nunca
me han felicitado por mi cabello antes.
Yo frunzo el ceño.
_ Gracias, murmuro con grata
sorpresa. Andrea me da mi horario del día y me entrega los documentos que Welch
ha dejado para que revise antes de la reunión. Echo un vistazo por encima de
ellos y tomo algunas notas y asiento con la cabeza a Taylor mientras nos
dirigimos a la sala de reuniones. Olivia
está caminando detrás con una bandeja. Ella
sonríe —Buen corte de pelo, Sr. Grey— Siento una imperceptible sonrisa en los
labios de Taylor.
Cuando Taylor abre la puerta de la
sala de reuniones, Welch, Barney y Pella están sentados alrededor de la mesa
mientras Décimus está de pie en una esquina de la habitación, mirando al frente
mientras habla.
La gran pantalla plana en la pared
se llena de vida después de los saludos.
_ Hasta ahora hemos confirmado que
Jack Hyde es el hombre detrás del incendio de Grey House, dice. Una imagen granulada de él aparece en
la pantalla grande, congelada. Dado
que la imagen está muy exagerada, parece digitalizada, y no del todo clara. —La señora Grey lo identificó, y
nuestro propio software de reconocimiento facial lo confirma. Se le informó a la policía que fue
identificado a través del software, pero debido a que el margen de error es del
20% la policía verificará primero su paradero; porque para emitir una orden de
detención, necesitan algo más que una imagen granulada, una evidencia más
concreta que lo una al incendio provocado. Lo mejor que pueden hacer es
verificar en su apartamento y si lo consiguen, será solo para interrogarlo.
Pero por supuesto ya sabemos que no está allí.
Y el señor Pella continuará a partir de aquí, dice y mira a Alex.
Alex se pone de pie en su
considerable estatura, como un depredador. Camina alrededor de la silla en
silencio.
_ Con su permiso caballeros, dice y
se quita la chaqueta que coloca cuidadosamente en el espaldar de la silla. Saca
sus gemelos de su camisa blanca almidonada y los coloca en el bolsillo de su
pantalón y dobla sus mangas.
_ Hemos tenido una larga noche
juntando algunas de las piezas del rompecabezas, pero un cuadro general empieza
a salir, dice sonriendo, y se ve como si tuviera ocho horas ininterrumpida de
sueño. Toma un sorbo de su café
negro, sin azúcar y, a continuación, coloca la taza de vuelta en la mesa.
_ Nuestro foco en este momento, es este
hombre —dice y señala a la pantalla con un puntero láser— Jack Hyde. Esta es la
imagen de su archivo como empleado en SIP. Hemos examinado cuidadosamente su
apartamento y prestado mucha atención a no dañar ninguna prueba, sin embargo,
hemos recogido todo lo que pudimos y nos llevamos imágenes y videos de su
apartamento.
Un vídeo de su apartamento
desordenado aparece en la pantalla. Todo tiene el aspecto tal cual como Welch
me había descrito la noche anterior.
_ Está claro que este hombre está
enojado, —dice, y una imagen de botellas de whisky están destrozadas en el piso
y en las paredes se ve claramente las manchas del licor en ellas, eso significa
que las tiró contra la pared. Hay otra imagen de cables coaxiales rasgados de
las paredes con tanta fuerza que los paneles de yeso también fueron rasgados. Hay imágenes donde aparece como
manchas de sangre en ellas— Pero también este hombre está calculando. El hizo
un esfuerzo por abandonar su lugar porque esperaba que alguien le pudiera
seguir el rastro, como lo hicimos Welch y yo…
_ Pero, no creemos que él está solo
señor, dice Welch lanzando una bomba.
_ ¿Qué?, pregunto.
_ Permítanme corregir lo que Welch acaba
de decir, —dice Alex mirándolo fijamente—La conclusión a la que hemos llegado,
es que él es la mente maestra en todo esto, pero no puede hacerlo solo. Tiene
que tener ayuda. Retiró todo su dinero en efectivo hace cuatro semanas. Tenía
ocho mil dólares. Tiene que vivir en alguna parte, comer, necesitó alquilar el Dodge
que está usando, o lo robó. De pronto sus actividades por teléfono celular
cesaron. O se esfumó de la faz de la tierra o está usando a otra persona y otro
lugar para hacer su trabajo. Es evidente que no es un hombre digno de ser
amado. Ha vivido toda su vida solo y no se le conoce ninguna relación duradera.
Así que la otra opción es que hay alguien al que él debe estar chantajeando,
pagando, o alguien que le conoce algún secreto y está utilizando este hecho
para obtener su ayuda, finaliza.
_ Dos preguntas: ¿Cómo se puede
estar absolutamente seguro de que él es el autor intelectual? ¿Y a quién iba a
estar chantajeando? Pregunto.
Pella mira a Welch, y asiente.
_ Como ustedes saben, Hyde tenía un
archivo delictivo en Detroit como menor de edad. Sus registros están sellados, pero…
hemos cobrado algunos
favores y comprobamos que su huella coincide con la huella parcial encontrada
en Charlie Tango.
Inmediatamente me inclino hacia
delante.
_ ¡¿Qué?! —Hiervo de ira— ¡Yo
sospechaba después de su identificación el domingo, pero ahora que se ha
confirmado, podemos informar a la policía que es él, el que atentó contra la
vida mía y la de Ros Bailey!
_ No es tan fácil mi amigo, dice
Pella levantando sus manos.
_ ¿Qué diablos quieres decir, que no
es tan fácil? —Dirijo la intensidad de mi mirada glacial hacia Pella— Las huellas dactilares coinciden con
la parcial. ¿Qué más necesitan?
Él pone sus dos manos sobre la mesa
y se inclina mirándome directamente a los ojos.
_ Estas demasiado apresurado Grey.
Los métodos que hemos utilizado para revisar sus registros no son del todo
legales. Una vez que un archivo de menores se ha sellado, no se puede abrir sin
el consentimiento de la persona, o después que muera. Los archivos judiciales
sellados, son como fantasmas, la única respuesta que obtendrás es que “No hay
registro sobre esa materia”
_ Entonces, ¿nos quedamos sentados
girando los dedos mientras mi familia está en peligro? ¡No lo permitiré! Siseo
entre dientes.
_ No del todo y no espero nada menos
de ti, —dice con una sonrisa de satisfacción—Hablé con un asociado al
departamento de policía donde están los registros sellados de Hyde. Cuando se
comenten delitos graves, la edad tope es la de catorce en los menores. Hyde fue
capturado manejando un coche que robó dos semanas después de su decimocuarto
cumpleaños y el expediente se cerró unos años antes. En el estado de Michigan,
robar un vehículo es delito grave. Para que ese expediente no se abriera, la
fiscalía tuvo que haber ejercido alguna presión contra alguien en ese momento.
Además no era su primer robo de auto. Así que fue su segundo delito grave. No
me parece un vacío legal que comparen sus huellas, sin embargo no es suficiente
para una condena. Esto solo hace a Hyde una persona de interés.
_ ¿Quién querrá ayudar a un criminal
como Hyde?
_ Ahhh... Y esa es la pregunta del
millón, ¿no es verdad? ¿Quién tiene tanto en juego? ¿Y qué es lo que sabe acerca de él o
ella? Welch y sus hombres fueron
tras sus conocidos. Sus antiguas asistentes son un callejón sin salida hasta el
momento. Welch las ha entrevistado y todas repiten uniformemente la misma
historia, el mismo guión que afirma que todo es una mentira. Los hombres de
Welch las han vigilado a todas. No se ha quedado con ninguna de ellas. Pero
puedo apostar que tiene ojos y oídos muy cerca, mi querido amigo.
Mis nervios están en alerta máxima.
_ ¡Hyde simplemente no pudo haber desaparecido de la faz de la
tierra! ¿Dónde está?
_ Estoy escaneando periódicamente
las cámaras de la ciudad señor, y el software de reconocimiento facial está en
constante funcionamiento. No hay coincidencias
hasta ahora, habla Barney por primera vez.
_ Todas las medidas de
seguridad que has puesto en cada lugar, yo las
hubiera recomendado. La única cosa que me gustaría añadir a eso es que cualquier
información que tengan sobre Hyde, la mantengan en absoluto secreto; no se
puede compartir con nadie más que la policía. Solo lo que tiene que saber. Esa
fuga de información de alguna manera puede prevenir a Hyde y cualquier cosa
puede llegar a sus oídos a través de círculos de amigos o de familia, dice y sé
que se está refiriendo al círculo de trabajo de Anastasia. Bueno ella no
necesita saber nada, no tengo que preocuparla, tengo que protegerla lo más que
pueda.
La reunión continúa durante otros treinta
minutos. Cuando finaliza siento
una sensación de control. Estoy
tomando las riendas de nuevo en mis manos. Me estaba volviendo loco
últimamente. Ahora sé quien es el criminal. Todo el personal de seguridad está
concientes de quien es. El enemigo tiene una cara. Pero las preguntas
planteadas por Pella abren una idea desagradable también. Jack tiene un cómplice o cómplices. Caras desconocidas. Todavía tenemos que estar
muy atentos. Nuestros movimientos tienen que estar coordinados con la seguridad
también. Especialmente con Anastasia y sé que a ella no le va a gustar eso.
Pella me estrecha la mano en su
forma habitual cuando se va.
_ Gracias por venir con tan poco tiempo. Envíame la factura, le digo.
_ No te preocupes por eso. Ya está incluida en la primera página
del informe, dice sonriendo.
En el momento en que vuelvo a mi
oficina, abro el sobre con el
informe que Pella me dio. El no ha establecido monto de la deuda, pero todo
este cambio debe haber aumentado la factura. Lo que veo en la primera página me
hace sonreír. El papel que ha utilizado para escribir su nota, tiene un
logotipo de mi empresa. ¡Lo escribió cuando Welch estaba finalizando la
reunión!
Bueno Grey, no pude asistir a tu
boda y tu regalo se perdió en el correo. Pero probablemente no. Considera la
posibilidad de esta visita como la asistencia a la boda de un amigo. Después de
todo, no hay presente más grande que la seguridad de la familia de un hombre.
Ah, también te traje este pedazo de
roca que mantuve conmigo desde que la encontré. Me gustaría dártelo como un
recordatorio. Poco impresionante, lo sé, pero si se tiene
en cuenta de dónde vino, gana su valor total. ¡De hecho la traje por todo el
camino del K2! Pasó por pendientes pronunciadas, nieve, avalanchas, clima
impredecible, una subida muy traicionera que reduce significativamente la vida
de un alpinista. ¡El K2 es más mortal que el Everest! Es el
santo grial de las montañas, haciendo de este pequeño pedazo de roca, uno de
mis más importantes posesiones recientemente adquiridas. Esa es la prueba de
que durante una situación de vida o muerte, dominé mis sentidos al escuchar a
mi entorno, conquisté mis miedos sobreviviendo a lo desconocido, y a las
terribles experiencias impredecibles. Como
verás Grey, el valor de la roca es en realidad mucho mayor, porque todos los
miembros del equipo han sobrevivido a pesar de que tres de los nuestros
salieron muy heridos, pero con vida. Por lo tanto, esa piedra significa el don
de la vida del final de un reto que ahora te estoy pasando a ti. ¡Felicidades
amigo!
Alex
Sostengo la roca afilada que se
conserva en un delgado acrílico. La examino de cerca y veo una huella dactilar
ensangrentada sobre ella, me pregunto de quien sería. Al reverso del acrílico
una nota con una caligrafía ligeramente garabateada: 13 subió a la cumbre. 13 bajó de la cumbre.
La puse en mi escritorio y de pronto
siento la ausencia de mi esposa. Le escribo un e-mail:
___________________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: Halagos
Fecha: 23 de agosto 2011 09: 54
Para: Anastasia Grey
Señora Grey
He recibido tres halagos por mi
nuevo corte de pelo. Los halagos de mis
empleados son nuevos. Debe ser esa sonrisa ridícula que llevo cada vez que
pienso en lo de anoche. Realmente eres una mujer maravillosa, talentosa y
hermosa.
Y eres toda
mía.
Christian Grey
CEO, Grey Enterprises Holdings Inc.
___________________________________________________
Ella no responde de inmediato, y me
sumerjo en el trabajo. Hay un montón de cosas que hacer antes de viajar a Nueva
York. Su respuesta me llega una hora después.
___________________________________________________
De: Anastasia Grey
Asunto: Intentando concentrarme.
Fecha: 23 de agosto 2011 10: 48
Para: Christian Grey
Sr. Grey
Estoy intentando trabajar y no quiero ser distraída por deliciosos
recuerdos. ¿Es ahora el momento de
confesar que le cortaba el cabello regularmente a Ray? No tenía idea de que
sería un entretenimiento útil. Y sí, soy tuya y tú mi querido esposo,
que se niega a ejercer el derecho constitucional bajo la segunda enmienda de
portar arma, eres mío. Pero no te preocupes porque voy a protegerte. Siempre.
Anastasia Grey
Coordinadora Editorial SIP
___________________________________________________
No me puedo imaginar a mi esposa
como una mujer portando arma. ¡Una
vaquera cualquiera!
___________________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: Annie Oakley
Fecha: 23 de agosto 2011 10: 53
Para: Anastasia Grey
Señora Grey
Estoy encantado de ver que haya hablado
con el departamento de comunicaciones y que ha cambiado su nombre.
Dormiré tranquilo en mi cama,
sabiendo que mi esposa, quien porta armas, duerme junto a mí.
Christian Grey
CEO Hoplófobo, Grey Enterprises Holdings Inc.
___________________________________________________
De: Anastasia Grey
Asunto: Palabras largas.
Fecha: 23 de agosto 2011 10: 58
Para: Christian Grey
Sr. Grey
Una vez más me deslumbra con su
destreza lingüística. De hecho,
su destreza en general, y creo que usted sabe a lo que me refiero.
Anastasia Grey
Coordinadora Editorial SIP
___________________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: ¡Jadeando!
Fecha: 23 de agosto 2011 11: 01
Para: Anastasia Grey
Señora Grey ¿Estás coqueteando
conmigo?
Christian Grey
Escandalizado, CEO Grey Enterprises Holding Inc
___________________________________________________
De: Anastasia Grey
Asunto: ¿Preferiría usted…
Fecha: 23 de agosto 2011 11: 04
Para: Christian Grey
… que coqueteara con alguien más?
Anastasia Grey
Valiente Coordinadora Editorial, SIP
___________________________________________________
¡Sí, eres muy valiente señora Grey! ¡Esta observación claramente merece
una paliza! ¿Es realmente tan
obtusa que no entiende que soy un hombre posesivo, o está tratando de
calentarme?
___________________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: Grrrrr
Fecha: 23 de agosto 2011 11: 09
Para: Anastasia Grey
¡NO!
Christian Grey
CEO posesivo, Grey Enterprises Holdings Inc.
___________________________________________________
De: Anastasia Grey
Asunto: Vaya…
Fecha: 23 de agosto 2011 11: 14
Para: Christian Grey
¿Me estás gruñendo? Porque eso es
algo sexy.
Anastasia Grey
Retorciéndome (en el buen sentido) Coordinadora
Editorial SIP
___________________________________________________
¡Mierda! ¡Ella está jugando conmigo! Ella tiene una oficina propia, y puedo
bloquear las puertas. Tal vez
pueda hacerle una visita hoy.
___________________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: Cuidado
Fecha: 23 de agosto 2011 11: 16
Para: Anastasia Grey
¿Coqueteando y jugando conmigo Sra.
Grey?
Puede que te haga una visita esta
tarde.
Christian Grey
CEO priápico, Grey Enterprises Holdings Inc.
___________________________________________________
De: Anastasia Grey
Asunto: ¡Oh no!
Fecha: 23 de agosto 2011 11: 20
Para: Christian Grey
Voy a comportarme. No me gustaría que el jefe del jefe de
mi jefe esté encima de mí en mi trabajo. Ahora déjame continuar trabajando. El
jefe del jefe de mi jefe podría despedir mi trasero.
Anastasia Grey
Coordinadora Editorial SIP
___________________________________________________
¡Mierda! ¡Casi vuelvo a botar mi café sobre el
monitor! Lo que me gustaría hacerle a ese trasero, ahora mismo.
___________________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: & *% $ & * & *
Fecha: 23 de agosto 2011 11: 23
Para: Anastasia Grey
Créeme cuando te digo que hay una
cantidad de cosas que me gustaría hacerle a tu trasero en este momento. Despedirlo no es uno de ellas.
Christian Grey
CEO y hombre de traseros Grey
Enterprises Holding, Inc
___________________________________________________
De: Anastasia Grey
Asunto: ¡Vete!
Fecha: 23 de agosto 2011 11: 26
Para: Christian Grey
¿No tienes un imperio que dirigir?
Deja de molestarme.
Mi próxima cita está aquí.
Pensé que eras un hombre de senos…
Piensa en mi trasero y yo pensaré en
el tuyo…
TAx
Anastasia Grey
Ahora húmeda Coordinadora Editorial
SIP
___________________________________________________
**** ❦ ♡ ❧ *****
Me levanto a las cuatro de la
madrugada y tomo una ducha. Me visto para salir con Taylor. Anastasia sigue
durmiendo. La miro dormir y froto su cabello con cariño, luego me inclino y la
beso.
Después del desayuno, Taylor y yo nos
dirigimos al aeropuerto. Le escribo un email a Anastasia. Estoy inquieto porque
esta es la primera vez que vamos a dormir separados desde nuestra boda. La
única vez que dormimos separados fue la noche antes de casarnos.
___________________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: Ya te extraño
Fecha: 25 de agosto 2011 04: 32
Para: Anastasia Grey
Señora Grey
Estuviste adorable esta mañana.
Comportarte mientras estoy fuera.
Te amo.
Christian Grey
CEO, Grey Enterprises Holdings Inc.
___________________________________________________
Stephan y su copiloto Beighley están
de pie en la cabina listos para saludarme. Entro
y le digo a Taylor que voy a dormir unas pocas horas. No dormí mucho anoche
sabiendo que iba a pasar un tiempo sin Anastasia y lo menos que hicimos fue
dormir. Stephan me informó que el vuelo tendrá un estimado de seis
horas y cuatro minutos. Eso me
debe dar suficiente tiempo para descansar.
Después de cuatro horas de sueño, me
siento descansado, pero no tan bien como cuando duermo junto con Anastasia.
Agarro mi maletín y me voy a revisar algunos de los documentos mientras tomo
algo de beber. Taylor está sentado leyendo un libro Amour de Louis L.
_ Sr. Grey, me saluda cuando me ve.
_ Taylor, yo asiento. Sigo tomando notas para la reunión cuando la
azafata nos sirve nuestro almuerzo y bebidas. Una ves que terminamos,
escuchamos la voz de Stephan en el sistema de megafonía del avión.
_ Buenas tardes, les habla el
capitán. Debido a algunas turbulencias inesperadas, aterrizaremos en el
aeropuerto JFK con quince minutos de retraso. Hora local 13:32pm
Tan pronto como aterrizamos en el JFK,
y todavía sentado, saco mi Blackberry y encuentro la respuesta de Ana al correo
que le envié.
___________________________________________________
De: Anastasia Grey
Asunto: ¡Compórtate tú!
Fecha: 25 de agosto 2011 09:03
Para: Christian Grey
Hazme saber cuando aterrices… me
preocuparé hasta que lo hagas. Y me comportaré, quiero decir ¿En cuántos
problemas puedo meterme con Kate?
Anastasia Grey
Coordinadora Editorial SIP
___________________________________________________
¿Qué está haciendo ella con Kate? ¿Y por qué no me
dijo que iba a hacer algo con ella? ¿Por qué siempre espera que estemos a
distancia para revelar algo?
Marco inmediatamente su teléfono del
trabajo.
_ Ana St... Grey, responde ella
haciéndome sonreír. Aún se está
acostumbrando a su nombre.
_ Hola, le digo con voz suave.
_ ¡Hola! ¿Cómo estuvo tu vuelo? Responde con una expresión de alivio y
alegría. Debe estar sonriendo.
_ Largo. ¿Qué vas a hacer con Kate? Voy
directamente al grano. Quiero saber si Kate se va a acercar a la casa.
_ Sólo vamos a tomar una copa,
tranquilo, responde ella. Inmediatamente
me tenso. No quiero que salga. ¿Por qué no me
lo dijo antes de irme? No es
seguro para ella romper el protocolo,
después de haber pasado por todos estos nuevos hombres de seguridad. Hay peligro por ahí, y le he dicho que
por el momento, todos debemos seguir los protocolos establecidos. No digo nada. Ella continúa.
_ Sawyer y la nueva mujer...
Prescott estarán con nosotras, responde ella.
_ Pensé que Kate podría ir a la
casa.
_ Iremos allá después de tomar un
trago, responde.
Siempre me oculta algo que quiera
hacer. Lo hace desde que la conocí. Esperó estar en Georgia para decirme lo que
siente. No me habló de su cambio de nombre, cuando tuvo tiempo para hacerlo.
Ahora esto…
_ ¿Por qué no me
lo dijiste? Pregunto con voz tranquila,
muy controlado.
_ Christian, estaremos bien. Tengo a Ryan, Sawyer y Prescott aquí. No es más que una bebida rápida.
Ella todavía está tratando de
negociar, rompiendo el protocolo. Ella debe seguir las reglas hasta que Hyde y
sus posibles cómplices estén tras las rejas. No confío en mí para decirle las
cosas sin perder el control y no estoy en Seattle para arreglarlo. Respiro
profundamente, contando. Diez… nueve... ocho... siete... seis... cinco...
cuatro...
_ Solo la he visto un par de veces
desde que nos conocimos. Por favor. Ella es mi mejor amiga, insiste.
_ Ana, yo no quiero alejarte de tus
amigos. Pero pensé que podía ir a la casa.
_ Está bien, de acuerdo, —dice con
petulancia consintiendo— Nos quedaremos en casa.
_ Sólo hasta que ese lunático esté
por ahí afuera. Por favor.
_ Te he dicho que de acuerdo, ella
murmura exasperada. Cuando ella
de mala gana consiente, siempre voltea los ojos.
_ Siempre sé cuando me estás
poniendo los ojos en blanco, le digo.
_ Mira, lo siento. Yo no quiero
preocuparte. Le diré a Kate.
_ Bien. Doy un suspiro de alivio.
Solo voy a estar fue por un día. Debe ser capaz de obedecer por un día, pero es
de Anastasia de quien estamos hablando.
_ ¿Dónde estás?
_ En la pista del aeropuerto JFK.
_ Acabas de aterrizar, dice ella. Ella
me pidió que la llamara tan pronto como aterrice.
_ Me pediste que te llamara apenas
aterrizara.
_ Bueno, señor Grey, me alegro de que
uno de nosotros sea meticuloso.
_ Señora Grey, tu habilidad para exagerar no
conoce límites ¿Qué voy a hacer contigo?
_ Estoy segura de que pensarás en
algo creativo. Por lo general lo haces, dice con voz seductora.
_ ¿Estas coqueteando conmigo?
_ Sí. Su respuesta descarada me hace
sonreír.
Oigo la tos discreta voz de Taylor
detrás de mí.
_ Será mejor que me vaya. Ana, haz lo que te digo, por favor. El equipo de seguridad sabe lo que
está haciendo.
_ Sí, Christian, lo haré, ella
responde agitada.
_ Te veré mañana por la tarde. Te llamaré más tarde.
_ ¿Para controlarme?
_ Sí, le respondo con sinceridad. No hay nada malo en un hombre que ama que
quiera proteger a la mujer de su vida.
_ ¡Oh, Christian! Me regaña.
_
Au revoir, señora Grey.
_ Au revoir, Christian. Te amo, dice ella. Aunque sé que me ama, su declaración
repentina después de su regaño me hace tomar una fuerte inhalación de aire.
_ Y yo a ti Ana, dije suspirando en
la línea. Amo a mi esposa, y esta
primera separación es demasiado difícil.
_ Cuelga Christian, me ordena en un
susurro.
_ Eres una pequeña mandona, ¿no?
_ Tú pequeña mandona, declara. Me derrito por dentro.
_ Mía, le respondo. Haz lo que te dicen.
Cuelga, le ordeno.
_ Sí, señor, dice y cuelga.
Le escribo de inmediato un mensaje
de correo electrónico.
___________________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: Manos inquietas
Fecha: 25 Agosto de 2011 13: 42 EDT
Para: Anastasia Grey
Señora Grey
Eres tan divertida como siempre por
teléfono.
Lo digo en serio. Haz lo que te
dicen.
Necesito saber que estás a salvo.
Te amo.
Christian Grey
CEO, Grey Enterprises Holdings Inc.
___________________________________________________
Me cuelgo el bolso del ordenador
portátil en mi hombro y Taylor lleva las pequeñas maletas. El conductor saluda
amablemente y me dice Sr. Taylor. Yo sonrío. Los taxis amarillos, los autobuses
y un flujo constante de vehículos de todo tipo pasan a través del aeropuerto y
siempre está presente el ulular de una ambulancia o un coche de la policía que también
se pueden escuchar en el fondo justo fuera. El
conductor ayuda a Taylor a cargar las maletas y Taylor me abre la puerta, para
luego sentarse en el asiento delantero. El
conductor cuyo nombre en la etiqueta dice Mark Easton, maneja lento, pero en
una constante marcha, repleto con el tráfico de Nueva York. Atraviesa las
calles y fácilmente llega a mí apartamento del Upper East Side de Manhattan. Cuando llegamos, el portero me abre la
puerta, y yo salgo con facilidad de la SUV.
_ Buenas tardes, señor Grey. Bienvenido
de nuevo a Nueva York, señor, dice el portero quien cortésmente se quita el
sombrero.
_ Gracias, Donald, respondo mientras
me sostiene la puerta del vestíbulo. Tengo
el tiempo suficiente para apenas tomar una ducha, descansar y revisar los
contratos. Tengo una cena de
negocios que asistir. Taylor
presiona el botón para llamar al ascensor.
Han pasado varios meses que no he venido a este apartamento. Realmente quería
que Anastasia viniera conmigo. Tal vez podría llevarla en una escapada de fin
de semana. Taylor presiona el piso del ascensor y yo meto la llave de acceso.
Al igual que en Seattle, tengo el mejor apartamento de este edificio. Me gusta
la privacidad. Vale la pena pagar dinero extra.
_ Taylor, ¿tenemos tiempo para hacer
ejercicios?
Él mira su
reloj y responde: Sí, señor, alrededor de una hora.
**** ❦ ♡ ❧ *****
Me duché y me vestí con mi esmoquin
negro. Son las 8:30 pm. Estoy
ante el espejo y ato la pajarita en un nudo perfecto. Al salir llamo a Anastasia. Ella debería haber dejado el trabajo
ya. Pero ella no contesta el
teléfono. Tal vez está demasiado ocupada con Kate para escuchar
el teléfono. Le daré un poco de
tiempo para instalarse en casa. Cuando
llegamos al Hotel Península para la fiesta de los millonarios, son las nueve y
media de la noche. No se llama así por supuesto, pero la mayoría de los
asistentes son las personas más ricas del mundo. Taylor también está en un smoking, e
inmediatamente sale del vehículo antes de que el servicio de aparcacoches me abra la puerta. Nos abrimos paso hacia la terraza del
Hotel que está vestida de la gala para el evento.
Llamo a Anastasia otra vez, y no hay
respuesta.
Estoy en la reunión codeándome de un
sinnúmero de hombres de negocios y mujeres aburridas igualmente ricos.
Una mujer elegante y muy segura está
en la multitud y se fija en mí. Taylor está tan cerca de mí como le sea
posible, mirando a todo el alrededor. La mujer tiene el cabello largo y oscuro
hasta la espalda y ojos de color azul pálido. Ella mete un mechón de su cabello
detrás de la oreja y levanta la barbilla de una manera elegante indicando su
clase y distinción. Viene directo hacia mí y me extiende su mano mirándome
directamente a los ojos.
_ Sr. Grey. Qué bueno verlo en Nueva York de nuevo,
dice en acento muy culto neoyorquino. No la reconozco, pero ella me
conoce.
_ ¿A qué se debe esta rara visita?
_ Negocios, como puede ver.
_ Ah, pero no me gustaría hablar de
eso. Mi padre me arrastra a estos eventos a menudo, dice sin sentido. Suelto su
mano, pero ella se aferra a la mía, yo me retiro hacia atrás y abro mi mano, de
manera que ella se ve obligada a soltarme.
_ ¿Le ruego me disculpe, señora…? No
me acuerdo quién demonios es ella, y tampoco me importa.
_ Señorita Blackburn. Es
señorita, reitera. He leído
que se ha casado recientemente. Tenía la esperanza de conocer a la Sra. Grey
esta noche, dice.
_ La señora Grey no pudo asistir, le
contesto secamente.
_ Lo siento mucho. ¿Tan pronto? Pregunta sin significado.
_ ¿Tan pronto? Repregunto en tono
áspero.
_ Las esposas se aburren de las
cenas de negocios de sus maridos, por lo general en un par de años, no en un
par de semanas. Tal vez ella no conoce nuestras acciones yo podría… dice con
mucha implicación.
_ Señorita Blackburn, mi esposa y yo estamos felizmente casados. No tengo la intención de tomar un consejo
de alguien que ni conozco, le contesto.
_ Pido disculpas señor Grey. Quería
ser amable. Pero cuando no se sienta feliz, aquí está mi tarjeta. Puede
llamarme, dice mientras sonríe con un destello de complicidad en sus ojos y
mete la tarjeta en la palma de mi mano y luego se va. Yo la arrugo y la dejo
caer al piso.
Reviso mi Blackberry y no hay
llamadas telefónicas, ni mensajes de texto, y no hay e-mails de Anastasia. Tengo una sensación de intranquilidad. Llamo a Anastasia por tercera vez, y
todavía no hay respuesta. Me doy
la vuelta y escribo rápidamente un texto.
* ¿DÓNDE
DEMONIOS ESTÁS? *
_ ¿Sr. Grey? Pierce DuPont a las tres en punto, señor. Él
viene hacia usted. Taylor me informa y yo gano de nuevo mi compostura. Es otro
socio de negocios.
Una vez que la pequeña reunión
improvisada ha terminado, compruebo mi Blackberry, y nada. La llamo de nuevo y cae el buzón de voz. Tomo
un trago de whisky de un camarero que pasa. Me tomo el trago de una sola vez. Estoy
hirviendo de ira. Me siento
impotente, inquieto y como un maníaco en general, también estoy temeroso por la
seguridad de Anastasia.
_ ¿Alguna llamada importante Taylor?
_ Nada, señor, responde.
Un ostentoso diseñador gay cuyo
nombre no recuerdo se aproxima hacia mí, me ha estado mirando desde que llegué.
Deja ir a dos modelos que lo acompañan y se acerca. Pone su mano izquierda
justo por encima de su cintura y con la otra hace un gran gesto.
_ ¡Oh Dios mío! ¡Eres Christian
Grey! Y pone su mano en el corazón. ¡Querido tienes unos hermosos ojos azules!
¡Encantado de conocerte Sr. Grey! Soy Michel Kraus, pero probablemente ya me
conoce…
_ No lo conozco, le contesto con
poca paciencia.
_ ¡Sabe Sr. Grey, si no tuviera una
dependencia económica, con éxito lo habría firmado como modelo de pasarela ya!
_ Gracias por el halago Sr. Kraus. Si me
disculpan, digo con una sonrisa forzada y Taylor se pone en frente bloqueando a
Kraus.
_ Te ves tan dulce como la miel ¿Alguna
vez has pensado en modelar? Le dice a Taylor.
_ Agitarle mi culo a la gente nunca me
atrajo señor, oigo a Taylor responderle.
_ ¡Oh, Dios! ¡Un viejo caballero fashion
también! ¡Llámame! dice metiendo
su tarjeta en el bolsillo de Taylor.
Ahora soy como un volcán a punto de entrar
en erupción. En otra ocasión habría sido amable. Lástima por Taylor. Me dirijo
en dirección opuesta del diseñador. Llamo a Ana otra vez, son casi las nueve y
media en Seattle. Ya debería haber cenado, tener su conversación de chicas y
aún tener tiempo para llamarme. O al menos tener la cortesía de devolver mis
llamadas o un texto. No hay respuesta. ¡Una vez más!
Marco el número de Sawyer. Él responde inmediatamente. Hay música fuerte y un ruido de fondo,
y mi corazón se hunde con la traición de mi esposa. ¡Ella rompió su promesa!
_ Sawyer, le digo con voz tensa. ¿Dónde está la señora Grey? Casi lo puedo
oír tragar por teléfono.
_ La señora Grey está con la
señorita Kavanagh en el Zigzag Café señor. ¿Quiere hablar con ella? Me pregunta
de inmediato.
_ ¡No! ¿Quién más está contigo?
_ Prescott, señor.
_ ¿Y Ryan?
_ Está en Escala.
_ ¿Ustedes rompieron el protocolo?
_ Pido disculpas señor Grey. La señora Grey fue más que insistente
para venir a tomar una copa con la señorita Kavanagh.
_ ¿Y no pensaste en llamarme?
_ No queríamos molestarlo señor.
Todo está bien.
_ Hablaré contigo cuando regrese. Tenemos
un protocolo. Cada vez que se cambie,
debes informarle a Taylor. El no ha recibido llamadas de ninguno de ustedes.
¿Ryan sabe en donde están?
_ Sí, señor. Él lo sabe. Me disculpo señor, pero
Prescott le recordó a la señora Grey que usted nos
instruyó para volver a Escala, pero ella insistió
en ir, y no la quisimos poner en aprietos delante de la señorita Kavanagh o
causar una escena, señor. La señorita
Kavanagh ya había hecho las reservas antes de llegar a SIP y ella no quería ir
a Escala. Yo
le hice una llamada de juicio y persistí con las instrucciones a la señora
Grey, dice.
Estoy hirviendo
de ira. Con una enorme rabia incontrolable. ¡Mi esposa no puede resistirse a la
persistencia de su amiga, pero ella puede ignorar completamente la mía! ¿Quién tiene
prioridad para ella? ¿Kate Kavanagh,
la ex compañera de cuarto, o Christian Grey, su marido? Sin darse
cuenta, ella hizo una elección aquí. ¡Ella eligió a
su amiga sobre mí!
_ Está bien, te veré mañana, digo
con mucha promesa en mi tono y cuelgo.
_ Taylor, llama a Stephan. Nos dirigimos de nuevo a Seattle.
Sus cejas se alzan.
_ ¿Está todo bien en casa, señor?
_ No.
Me mira preocupado, y expectante.
_ La Señora Grey rompió el
protocolo, y ella está con su amiga fuera de la casa. Nos devolvemos ahora.
_ Sí, señor, dice, y ya está
marcando.
Rápidamente le escribo un e-mail a
Anastasia.
___________________________________________________
De: Christian Grey
Asunto: Enojado. No me has visto enojado
Fecha: 26 de agosto 2011 00: 42 EST
Para: Anastasia Grey
Anastasia
Sawyer me dice que estás bebiendo
cócteles en un bar cuando me dijiste que no lo harías. ¿Tienes alguna idea
de lo enojado que estoy en este momento?
Te veo mañana.
Christian Grey
CEO, Grey Enterprises Holdings Inc.
___________________________________________________
_ ¿Sr. Grey? ¿Debemos recoger el equipaje… —Taylor comienza preguntando, pero al ver la furia en mi cara, levanta sus manos en un gesto de renuncia— No importa, señor. Pediré que lleven nuestro equipaje al aeropuerto. El chofer ya está listo para llevarnos. Los pilotos están en camino y el avión ya tiene combustible. Debemos estar listos para salir en una hora aproximadamente señor.
**** ❦ ♡ ❧ *****
_ ¿Puede manejar con más rapidez hacia el
aeropuerto? Le grito al conductor.
_ Pido disculpas, señor, pero tenemos
límites de velocidad.
_ ¡Son casi la 1:00am y casi no hay coches
en la autopista de mierda! ¡Usted puede conducir un poco más rápido! ¡Voy a
triplicar la multa en
caso de que lo detengan! Él mira a
Taylor, quien asiente con la cabeza hacia él de manera afirmativa.
_ Sí, señor, dice el conductor y
finalmente acelera.
Estoy echando humo; la rabia y la ira
están saliendo por mis poros. Quiero castigar
a Anastasia y mucho. Tengo muchas
ganas de castigarla por desobedecerme tan descaradamente, tan rápidamente
después de que me prometió una cosa. ¡Dios! ¡Me siento tan
jodidamente impotente! Me siento haciendo
paracaidismo sin paracaídas. Nada que hacer para mantenerme a salvo. ¡Ni
siquiera un maldito pájaro en el aire! Ella toma todo mi poder y me deja
incompetente e desamparado. Sí. La castigaré. ¡Ella no me va a inutilizar! Si
estuviera en Seattle, voy al bar y la arrastro hasta la casa. Es muy
hábil. Espera a que esté bien lejos para desafiarme, a sabiendas que no puedo
hacer nada al respecto. ¡El protocolo se rompió! Eso no es nada seguro. Hay una
razón por la cual hacemos esto.
Oigo los neumáticos chillando cuando llegamos
al aeropuerto, y el conductor y Taylor dejan escapar un suspiro de alivio al
mismo tiempo.
_ ¡Ya era hora mierda! Estoy que
hiervo y Taylor salta del auto para abrirme la puerta y le lanza un par de
billetes de 100 dólares como propina al conductor y después corre detrás de mí.
Veintisiete minutos desde que envié a
Anastasia un e-mail y estoy de pie en mi jet. Stephan y Beighley están esperando
en la puerta.
_ ¿A qué velocidad vamos en el aire señor?
Me pregunta antes de saludarme.
_ ¡Tan pronto como despegues la cola,
quiero que estés en el aire como si estás siendo perseguido por los perros
infernales y lleguemos a Seattle! Le ordeno.
_ Sí, señor, dice
y ambos toman rápidamente sus asientos en la cabina cuando hago mi camino a mi
asiento. Me siento en
una de las sillas de cuero y abrocho el cinturón de seguridad. Taylor sigue mi
ejemplo en
silencio.
Tarda como diez minutos para que nos
pongamos en marcha y llegar a la línea de despegue. Cierro los ojos
en un intento por controlar mi ira, y tratar de inhalar y exhalar. Este
sentimiento de impotencia me está inquietando. Quiero estar en
Seattle al instante. Mis dedos están
tocando mi asiento como los cuatro jinetes del
Apocalipsis.
_ ¿Señor? ¿Recibió llamada de Sawyer, o
Ryan?
_ Hablé con Sawyer. Tienes que hablar con
él y con el resto del equipo. Nadie rompe el protocolo. ¡Tienen que seguir las
reglas!
_ Sí, señor. ¿Permiso para
ser franco señor? Dice suspirando.
_ Adelante, siseo.
_ Usted y la señora Grey son nuestros
jefes. Si no hay
peligro percibido y usted o la señora Grey nos piden hacer otra cosa, tenemos
que seguir sus órdenes, señor.
_ ¡Tienen que aprender a decirle NO a ella! ¡Mis
pedidos no pueden ser anulados por Anastasia!
_ Sr. Grey, no estoy en desacuerdo con
usted, señor. Pero con todo el
respeto, la señora Grey también es nuestra
jefe por defecto, señor, no nuestro rehén. Hacer cosas en contra de su voluntad
puede causar un incidente. Queremos que la señora confíe en nosotros. Demostrarle
desconfianza, o hacerla sentir que no tiene libre albedrío, sería imposible
trabajar para ella. No querría que la cuidáramos. Nosotros somos su equipo de
seguridad y tenemos que hacerla sentir segura y protegida, incluso si sus
decisiones de última hora rompen el protocolo. No dejaríamos que tome una
decisión si estuviéramos en una situación de emergencia.
Meto mi mano en mi pelo, exasperado.
_ ¡Si doy una orden para que ella sea
llevada a casa, quiero que ella sea llevada a casa! ¡Si ella decide
ir a otro lado, convénzala de lo
contrario! ¡Si ella no hace
caso, quiero que me llamen! ¡Ese es el protocolo! ¡Hay un loco suelto por ahí!
_ Si señor. —Taylor asiente
con nerviosismo— Pero recuerde que usted no ha
querido hablarle a la señora de lo que está sucediendo. Si estuviera enterada
de la situación a lo mejor no hubiese roto el protocolo, dice con
nerviosismo.
Estoy incapaz de
contenerme, sintiéndome impotente, sintiéndome desesperado. ¡Tengo muchas ganas
de castigar a Anastasia! Taylor tiene
razón, por supuesto. Anastasia hace
que todos se sientan nerviosos e indefensos por desobedecer órdenes simples. ¡Quiero
desesperadamente castigarla con un bastón o una paleta o un látigo! ¡Dios ayúdame! ¡Dame
paciencia! ¡Si yo la
castigo, ella me deja! ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué ella
me desafía a cada paso?
¡Este es el vuelo más largo de mi
vida! No me puedo
concentrar, no puedo leer, no puedo ni pensar ¡mierda! Me siento como
atado, sin vista, ni oído, ni olfato. ¡Siento que retrocedo en el tiempo con
esta ira que me ataca!
**** ❦ ♡ ❧ *****
_ Ahora estamos acercándonos a Seattle.
Vamos a aterrizar en el aeropuerto Sea-Tac en breve. Por favor, abróchense los
cinturones de seguridad. La hora local es 4:22am.
Siento un suspiro de alivio por llegar a
Seattle finalmente. Tan pronto como
el avión toca tierra, prendo mi celular. Tengo nuevos mensajes de texto,
probablemente de Ana. Mi corazón se detiene con el primer mensaje.
* Activada la habitación del pánico
*
Tres simples palabras para detener mi
corazón, y siento como el mundo se desmorona a mi alrededor. ¡Creo que estoy
teniendo un ataque al corazón!
_ ¡Sr. Grey! dice Taylor que
también recibe el mensaje. Sus ojos se abren y se ve tan preocupado y asustado
como yo.
Ya está marcando a la casa.
_ Ryan ¿Están todos bien? Le oigo preguntar.
_ Pon el altavoz, le digo.
_ Sí. Todo el mundo está a salvo. Esas cuatro
palabras ofrecen la mejor
noticia que he escuchado toda mi vida. Sí. Todo el mundo
está a salvo. Todo el mundo
está a salvo. Todo el mundo
está a salvo. Mi esposa está
segura. Mi razón de ser
está segura. Mi Ana está
segura. ¡Gracias a Dios! ¡Gracias a
Dios!
_ ¿Dónde está Ana? Pregunto.
_ La Señora Grey está durmiendo señor.
_ ¿Qué diablos pasó?
_ Jack Hyde interrumpió en Escala, señor,
dice.
_ ¡¿Qué?! Taylor y yo
gritamos al mismo tiempo. Estoy temblando
de nervios.
_ ¡Dime que lo han capturado! Oigo a Taylor
preguntar.
_ Sí, señor. Él está en custodia de la
policía.
_ Estamos en camino, digo con severidad cuando trato de mantener el control
a mi reacción física.
_ ¿Cómo está Gail? Pregunta Taylor.
_ Ella está bien, hombre. Está durmiendo
ahora mismo, dice Ryan, y Taylor se hunde en el asiento.
_ Estamos en SEA-TAC aterrizando. ¡Estaremos en
casa pronto!
_ ¿Están aquí? Voy a recogerlos.
_ ¡No! Nos vamos nosotros mismos. ¡No quiero
perder tiempo esperando! Le ladro.
_ Como usted quiera, señor. Escucha,
Taylor. Todavía puede que haya algunos
periodistas fuera de Escala. Si no los vamos a buscar, utiliza la entrada
trasera por favor.
Reviso el resto de mis mensajes en el camino a Escala.
* Todavía estoy en una sola pieza. Pasé un
rato agradable. Te extraño. Por favor no estés enfadado *
También hay un correo de voz de
Anastasia:
“Hola. Soy yo. Por favor, no te enfades. Hemos tenido un incidente en el
apartamento. Pero está todo bajo
control, así que no te preocupes. Nadie
está herido. Llámame.”
Al oír su voz segura me revive
inmensamente. Quiero saber lo que
pasó. ¡Quiero sacarle la mierda a alguien! ¡Dios! ¡Si hubiese estado aquí, podría haber
matado a Hyde! La rabia se está filtrado
en cada célula de mi ser. Siento como si he tragado lava caliente y estoy a
punto de escupirla, incinerando todo a mi alrededor. ¡Estoy enojado con todo el
mundo! ¡Me estoy quemando por dentro con un fuego que consume todo! Estoy
enojado conmigo mismo por consentir que Ana se quedara en Seattle. ¡Debí
arrastrarla conmigo! Recorro las dos manos por mi pelo con fuerza. ¿Qué voy a
encontrar cuando llegue a casa? Por primera vez en mi vida siento una rabia que
no puedo contener a pesar de haber aprendido a ejercer el control. ¡Dios me
ayude! ¡Casi pierdo el amor de mi vida! ¡No podría vivir sin ella! Me odio por
haber aceptado que se quedara aquí. ¿Cómo puedo ser un buen marido si no puedo
protegerla de mis enemigos personales? Esto me está comiendo vivo… quiero
matarlo. ¡Tengo una rabia ciega!
La verdad del
centro de mi existencia está justo aquí sin diluir. La rabia y el deseo de
matar al hombre que pudo hacerle daño a la única persona que me interesa.
¡Estoy enojado con todos, hasta conmigo mismo!
**** ❦ ♡ ❧ *****
Taylor y yo entramos en el vestíbulo
y nos quedamos boquiabiertos al mirar el suelo. Un charco de agua, el jarrón de
flores roto, las flores esparcidas por el lugar. Hay signos reveladores de una
pelea. Una de las bisagras de la puerta medio desprendida está colgado inerte
en el aire. Ryan y Sawyer salen a nuestro encuentro. Ryan tiene un ojo que se
nota con contusiones y ya se le está formando un morado en su cara.
_ ¿Qué pasó? Le pregunto con una voz
completamente suave, completamente fría sin alma.
_ Cuando la señora Grey estaba fuera
con la señorita Kavanagh bajo la protección de Sawyer y Prescott, vi a Jack
Hyde en el monitor de las cámaras de seguridad. Llevaba un uniforme... overoles como
de una compañía de entrega y tenía guantes puestos. Esto me dio sospechas. Pasó el reconocimiento
facial comparándolo con las imágenes y era él. Puse a la señora Jones en la
habitación del pánico y le di acceso.
_ ¿No pensaste que te podía dominar y
hacerse cargo de la casa? ¿Obligar a la señora Jones a salir de la habitación,
obligarla a llamar a Ana y ponerles una bala en la cabeza? ¿No pensaste las
consecuencias si te hubiese disparado o dominado? Mi voz se va levantando en
octavas.
_ Sí señor. Fue un riesgo calculado. Sabía que la señora Grey y la señora
Jones estaban seguras y no íbamos a tener otra oportunidad para tener a Hyde
más cerca. Si perdíamos esta oportunidad de capturarlo, él seguiría siendo un
peligro para usted.
_ ¡Y! —Señalo con un dedo acusatorio
a Sawyer en su pecho— ¡Permitiste que la señora Grey rompiera el
protocolo! Si a Ryan lo hubiesen
dominado… No quiero terminar el resto de la frase.
_ ¿Dónde diablos está Jack ahora?
_ Lo han llevado al hospital por sus
heridas; estaba inconsciente
cuando salió de aquí, luego será llevado a la cárcel del condado. El Detective
Clark llegó a supervisar el apartamento y vendrá mañana otra vez. Hyde vino
aquí con la intención de secuestrar a la señora Grey. Tenía cinta y una pistola
con él señor, dice visiblemente perturbado.
_ ¡¿Qué?!? Ladro la pregunta ¡Voy a
matarlo!
Necesito un trago. Taylor y los demás chicos de seguridad
permanecen detrás de mí mientras él está reuniendo el resto de la información. Agarro una botella de whisky y me
sirvo un trago doble y levanto el vaso tragando de un solo golpe el líquido que
baja por mi garganta quemándome. El dolor es bueno. Necesito el dolor para
superar este entumecimiento. ¡Estoy desgarrado por dentro! Me sirvo de nuevo llenando
el vaso y voy en silencio a la habitación.
Anastasia está acurrucada con mi camiseta y dormida en mi lado de la
cama.
Tiro de la silla del dormitorio, desenredo
la pajarita y la meto en el bolsillo de mi esmoquin. Me siento en la oscuridad
con mi vaso en la mano y miro a Ana durmiendo. Inocente, sin embargo es la
causante de todo. Pudo haber sido herida y habría sido su culpa porque ella
nunca escucha. Nunca piensa en las consecuencias de su comportamiento. Mi
mirada no deja su cuerpo. Quiero
estar en la cama con ella, pero sé que no voy a ser capaz de contenerme, y la
castigaría de alguna manera. Puede que no sea capaz de controlarme aunque me
pida que me detenga. Yo no confío en mí mismo ahora. Puedo hacerle daño y ella
me va a dejar. ¡Ella realmente me dejaría esta vez! ¡Odio esta sensación de
impotencia, de estar atado y no poder solucionar! Tomo otro sorbo de mi bebida. Bajo el vaso y mi brazo izquierdo está
caído en el soporte de la silla. Mi pierna cruzada. Veo que está amaneciendo. Las
primeras luces comienzan a filtrarse a través de las ventanas. Levanto mi mano derecha hasta la
barbilla. Empiezo a correr distraídamente mi dedo de lado a lado sobre mi labio
inferior.
Anastasia se mueve, mis ojos se
abren, pero no me muevo. Me quedo sentado. Esta es la única posición en que
puedo estar seguro manteniendo el control de mí mismo. Anastasia gira y se
frota los ojos.
_ Hola, un susurro soñoliento sale a
través de sus labios.
No digo nada, sólo la miro con
frialdad, sin expresión. Quito mi dedo índice de mis labios y tomo el vaso
hasta llevarlo a mi boca y me tomo el resto de la bebida, colocando el vaso de
vuelta en la mesita de noche.
_ Hola, le contesto en voz baja. Esa es la única manera de que pueda
apaciguar mi ira.
_ Estás de vuelta.
_ Al parecer sí, le contesto.
Ella se sienta en la cama.
_ ¿Cuánto tiempo ha estado sentado
allí viéndome a dormir?
_ Lo suficiente, le digo sin ninguna
emoción.
_ ¿Todavía estás enfadado? dice con
voz quebrada.
Finalmente miro a mi esposa
desobediente con su cara de voy-a-hacer-lo-que-quiero-mientras-tu-vienes-con-un-tren-de-mercancias-
tomando en cuenta que ella me ha dicho eso, enfadado ni siquiera cubre lo que
siento. ¡Cuando Nerón incendio Roma, estaba enfadado! ¡Estoy más allá de eso!
La furia que siento ha creado un agujero negro que se agiganta dentro de mi alma
y nada más que una fuerza igual, detendrá su crecimiento.
_ Enfadado… digo mirándola. No, Ana.
Estoy mucho, mucho más que enfadado.
Ella trata de tragar visiblemente
agrandando sus ojos.
_ Mucho más que enfadado, eso no
suena bien.
Sigo mirándola sin moverme, trato de
cubrir todas las emociones que hay dentro de mí. El infierno es como
efervescente y está justo en mi alma. Un marcado silencio se extiende entre
nosotros. Ella se estira para tomar su vaso de agua y toma un sorbo. Coloca de
nuevo el vaso en la mesita lateral.
_ Ryan atrapó a Jack, dice.
_ Lo sé, le digo, con voz glacial.
_ ¿Vas a ser monosílabo por mucho
tiempo? Me pregunta. Levanto mis
cejas.
_ Sí, le respondo.
_ Siento haber salido anoche.
¡Lo creeré cuando en realidad haga
lo que se le dice!
_ ¿Lo estás? Pregunto.
_ No, murmura pausadamente.
_ ¿Por qué decirlo entonces?
Pregunto exasperado. No quiero
palabras vacías, promesas, disculpas sin sentido. Yo quiero que sea sincera, veraz y
honesta. Eso es lo que yo le doy. ¿Por qué no puede hacer lo mismo por
mí? ¿Cuándo la honestidad se
convierte en una cosa tan difícil de encontrar?
I Need to Know - Marc Anthony
_ Porque no quiero que estés enojado
conmigo.
Suspiro pesadamente. La tensión es un esfuerzo de mi
cuerpo, mi corazón se contrae.
_ Creo que el detective Clark quiere
hablar contigo, me dice.
_ Estoy seguro de que quiere.
_ Christian, por favor...
_ Por favor, ¿qué? Pregunto. ¿Que se supone que haga? ¿Felicitarla por hacerme cuestionar mi
propio juicio de mierda? ¿Por
desobedecer? Su simple acción, una
disculpa falsa, puso una vida en peligro aquí. ¡A todo el mundo, incluyendo la
suya! Y ahora ella me trata como si estoy exagerando.
_ No seas tan frío.
¿Frío? Mis cejas se levantan por la sorpresa,
una vez más.
_ Anastasia, frío no es lo que estoy
sintiendo en este momento. Estoy
ardiendo. Ardiendo con rabia. No sé como
hacerle frente a estos… —Agito mi mano tratando de buscar la palabra adecuada—
sentimientos, le digo mordazmente.
Ella empuja la cobija lejos de ella
y la lleva a sus pies y luego cae en el suelo y camina hacia mí rápidamente
subiéndose a mi regazo, acurrucándose. Trago saliva. Yo la he echado de menos.
Estuve enojado toda la noche y morí mil veces cuando aterricé. Y aquí está, en
mi regazo, sosteniéndome. Mis brazos la serpentean estrechamente y entierro mi
nariz en su cabello. Ella envuelve sus brazos alrededor de mi cuello y toca mi
garganta con su boca. Suspiro profundamente sosteniéndola con fuerza. Siento
alivio al tenerla en mis brazos, pero todavía tengo ira.
_ Oh, señora Grey. ¿Qué voy a hacer contigo? Pregunto besando la parte superior de su
cabeza.
_ ¿Cuánto has bebido? Pregunta.
Yo todavía, creo que merezco una copa o dos
después de esta dura prueba.
_ ¿Por qué? Pregunto.
_ Normalmente no bebes licor.
_ Esta es mi segunda copa. He tenido una noche difícil Anastasia.
Dale al hombre un descanso.
Sonríe por respuesta.
_ Si insistes, Sr. Grey, dice respirando
en mi cuello. Hueles celestial.
Yo dormí en tu lado de la cama porque tu almohada huele a ti.
Acaricio su cabello.
_ ¿Lo hiciste? Me pregunté por qué
estabas de ese lado. Todavía estoy enojado contigo, le recuerdo.
_ Lo sé.
Mi mano rítmicamente le acaricia la
espalda.
_ Y yo estoy enojada contigo,
susurra. Eso me hace pensar. Ella es la que ha cometido todas las
posibles transgresiones, y ¿está enojada
conmigo?
_ ¿Y qué rezo he hecho para merecer
tu ira?
_ Te lo diré más tarde cuando ya no
estés ardiendo de rabia, responde ella besando mi garganta. Cierro los ojos
disfrutando de la sensación, de su contacto, pero no quiero besarla. Esto me llevaría a la cama, y no voy a
ser capaz de controlar mis ganas de castigarla. Mis brazos alrededor de ella, apretando más
fuerte.
_ Cuando pienso en lo que te podría
haber sucedido... digo con la voz quebrada, cruda susurrando.
_ Estoy bien.
_ Oh, Ana, sollozo apenas
controlándome. ¡Pudo haber muerto! Si algo le sucediera, yo moriría de a
pedazos.
_ Estoy bien. Estamos todos bien. Un poco agitados. Pero Gail está bien. Ryan está bien. Y Jack se ha ido.
_ No gracias a ti, murmuro.
Ella se inclina hacia atrás y me
mira.
_ ¿Qué quieres decir?
_ No quiero discutir sobre ello en
este momento, Ana. Ella levanta la cabeza y
me mira fijo, por último descansa en mi pecho una vez más. Mis dedos se mueven
en su pelo jugando con ella.
_ Quiero castigarte, le susurro. —No puedo evitarlo. Estoy perdiendo el control, y me está
matando— Golpearte realmente fuerte,
agrego.
_ Lo sé, susurra.
_ Tal vez lo haga, le digo probando.
_ Espero que no, ella responde con
fervor. La abrazo con más fuerza.
_ Ana, Ana. Pondrías a prueba la paciencia de un santo.
_ Te podría acusar de muchas cosas,
señor Grey, pero el de ser un santo no
es una de ellas, me evalúa
correctamente.
_ Un punto justo, bien hecho como
siempre señora Grey, le digo besando su frente.
_ Vuelve a la cama. También tuviste una noche difícil. Me pongo
de pie con ella en mis brazos y la acuesto en la cama.
_ ¿Te acuestas conmigo?
_ No. Tengo cosas que hacer. Vuelve a
dormir. Te despertaré en un par
de horas, le digo y recojo mi vaso.
_ ¿Todavía estás enojado conmigo?
_ Sí.
_ Voy a volver a dormir, entonces.
_ Bien. —Recojo el edredón, la
arropo y le doy un beso en la frente— duerme.
Me voy de vuelta con mi equipo de
seguridad. Todo el mundo se pone de pie. Taylor no está.
_ ¿Dónde está Taylor?
_ La policía está aquí, buscando en
el garaje… dice Ryan.
_ ¿Qué es lo que no me estás
diciendo?
_ Uhm... —responde Sawyer, tragando
saliva— Encontraron la camioneta
de Hyde en el garaje.
_ ¿Y?
_ Hay un colchón, tranquilizante
suficiente como dormir a un caballo y dos elefantes y una nota dirigida a
usted, señor.
La sangre drena mi cara. Me siento
congelado. Se confirma la sospecha de que vino aquí con el único propósito de
secuestrar a mi esposa y violarla aquí ¡en mi propio garaje de mierda!
_ ¿Dónde está la nota?
_ La policía la tiene, pero Taylor
tiene una copia. Tomó una foto, y me muestra el texto.
¿Sabes quién
soy? Porque yo sé quién eres pajarito.
¿Qué demonios significa esto? ¿Él me conoce? ¡Nunca vi a esa persona en mi vida hasta conocerlo en
el Bar 50!
_ ¡Quiero verlo! Le digo, y Ryan
corre detrás de mí mientras hago mi
camino hacia el ascensor. Estoy
irradiando con la tensión, la ira, la furia asesina, y este sentimiento de no
tener ningún tipo de control. La
impotencia me está ahogando.
Cuando llegamos a la planta baja,
sigo a los hombres uniformados hasta encontrar la camioneta en el garaje. Mi
mirada es un volcán cubierto de hielo. La
rabia ardiendo dentro de mí solamente se oculta con la mirada helada. Taylor camina hacia mí, y me presenta
al detective que investiga. Veo
el camión de mudanzas con ventanas oscurecidas con alambres de metal. Un colchón sucio en la parte trasera
de la furgoneta, cuerdas, cintas, objetos para infringir dolor que conozco, y
cajas y cajas de tranquilizantes ¡Mierda! ¡Él vino listo con suficiente
suministro que podría haber matado a mi esposa! No puedo parpadear, no puedo formar
una palabra. Todo lo que siento
es este inmenso impulso de matar a Hyde, e inflingirle la misma agonía que él quería
hacerme a mí. ¡Todo lo que quiero es llevarlo al juicio final!
_ ¿Sr. Grey? Pregunta el detective.
_ ¿Qué? Le
contesto con la intensidad de mi rabia
dirigida a él. Me las arreglo
para mantener la calma.
Quiero joder a Hyde con mis propias
manos. ¡Quiero dejar la impresión de mis nudillos en su puto cuerpo y torcerle
las bolas! Y meter su propia polla en su culo. Hoy es el día. No estoy con
juegos.
_ Detective, le sugiero que complete su
búsqueda e investigación antes de que me interrogue. No voy a dar una
entrevista improvisada en el garaje. Usted ha sabido de Hyde. Le hemos dejado
muy claro que él era un peligro para mí y mi familia. Sin embargo a pesar de
que mi equipo de seguridad le ha proporcionado evidencia creíble, no ha hecho
nada para protegernos. Venga a mí con respuestas antes de interrogarme, le
digo, y doy la vuelta para ir a sacarle la mierda a algo.
¡Hay un saco de boxeo en el gimnasio
del sótano con mi nombre por todas partes!
Profundamente
en la oscuridad, miro detenidamente,
permanecí
largo rato tratando de preguntarme,
atónito,
temeroso, dudando, soñando lo que ningún mortal jamás se ha atrevido a soñar
antes; pero se rompió el silencio y la oscuridad me dio una señal y la única
palabra que se oía en un susurro era Ana… eso fue lo que me susurró el eco y de
nuevo se oyó Ana…
Simplemente
eso y nada más.
Volver al
punto de inflexión, todo dentro de mi alma es un infierno.
Pronto oí de
nuevo el eco sonando más fuerte que antes.
Edgar Allan Poe
intenso capitulo muy bueno...comprendo la preocupacion de el...y sus ganas de protegerla..pero ella no tenia como saber si mas encima se lo ocultaba...me encanta y los extrañaba...los detalles de lo que el tiene en su interior son fantasticos muchas gracias impaciente para el proximo quede intrigada
ReplyDeleteDios este capitulo es fuerte, entiendo a Grey, tiene razón, pero el tiene la mala costumbre de no hablar con Ana con claridad, ella no es adivina, aunque Ana es fuerte y arriesgada, le gusta buscarle las 4 patas al gato, abusa de su suerte, y me da cierto pesar, pues ella la están haciendo pagar culpas que no tiene. Jack esta furioso por no haber podido salirse con la suya, pero su odio mas profundo es hacia Cristian. La envidia lo carcome. hubiera querido tener todo lo que Grey posee, sin pensar lo que el ha trabajado para conseguirlo- Jack utiliza su gran inteligencia para el mal, que estúpido. Me encanta el capitulo Emine mil gracias, y ahora que he leído parte del libro que saco E.L. James, es cuando mas me doy cuenta que tu escribes mucho mejor, y lo digo sin que me quede nada por dentro. A James le debemos la historia y los personajes, pero me decepciono, ella pudo haber hecho maravillas en el libro, y desaprovecho la oportunidad. Fijate que tu si lo hiciste, escribiste algo de la época de sumiso de Elena. y escribiste sobre Leila, Erika no. Copio su primer libro y puso uno que otro pensamiento de grey y ya. Digamer eso de sacar todo el contrato con reglas y demás, por favor. O hizo el libro para salir del paso con sus fans, por el chasco de la película o lo hizo para ganar mas dinero. Erika solo ha tenido suerte. Eso si siempre le agradeceré por la creación de nuestro 50 Sombras.Amiga Patricia te amo, gracias por darnos algo de tu valioso tiempo. He extranado charlar contigo eres fabulosa, un besote.
ReplyDeleteComo siempre excelente capitulo entiendo a christian que quiera protegerla pero tiene que contarle las cosas para que ella entienda pero siempre quiere ocultarle cosas que son para la seguridad de ella pero asi es no puede hacerse nada. y para rematar se pone furioso y no se pone a pensar que menos mal ana no estaba en el apaartamento. bueno emine gracias por esta maravilla. patricia gracias por tomarte el tiempo de traducir que Dios te bendiga
ReplyDeleteEste capitulo es realmente muy intenso, es increíble como transmiten todos estos sentimientos, es maravilloso el trabajo que realizas Emine y a ti Patricia gracias por seguir traduciendo, Gracias por publicar este cap justo esta semana, es cabala mis leer un cap antes de un examen, lo crean o no, mis saludos y siempre esperando por mas.
ReplyDeletePamela Nicosia Tremendo capítulo, estoy asustada del genio de Cristian súper bien lograda la interpretación de cada momento , que terrible cada cosa que les pasa ... Pero me encantan los dos
ReplyDeleteAyer a las 12:52 · Me gusta
Claudia Henao Espectacular este capítulo muchas gracias Emine aplaudo tu imaginación. Aunque no he leído todavía el libro de E.L James si he leído muchos comentarios y solo te puedo decir que es impresionante toda la investigación e imaginación que tienes. Gracias a Patricia por su traducción.