CAPITULO X
PERDIDOS EN AUSTEN
_ Ya sé por qué
elegiste el Covent Garden en lugar del Hamlyn Hall, observa Anastasia.
_ ¿Realmente lo
sabe señora Grey? ¿Y por qué
sería eso?
_ Creo que el
color rojo sensual sería la principal razón, responde ella sin romper su mirada
de la mía.
_ Qué tan bien
me conoces señora Grey. Esa es
una de las razones. Las otras
habitaciones no son lo suficientemente acogedoras
para mis estándares. Me gustan
los colores cálidos y sensuales, así como las pinturas en esta habitación, digo
señalando el rededor de la sala que Taylor logró reservar en el Covent Garden.
_ ¿Cuál sería
la razón en particular? ¿Será que este color te recuerda a una sala favorita
tuya? Dice mientras su mirada escanea las paredes rojas y doradas que dominan
el ambiente.
Yo le doy una
sonrisa lasciva oscura.
_ Cualquier
habitación en donde estés conmigo, es mi favorita señora Grey, le respondo.
_ Sr. Grey está usted muy romántico, susurra.
_ Nuestro
objetivo es complacer, señora Grey. Ahora,
me he estado muriendo por vendarte los ojos
y alimentar a mi esposa... le susurro.
Se muerde el
labio y me mira por debajo de sus largas pestañas. Extiendo la mano y libero el labio.
_ No lo hagas,
le susurro en su oído y beso la comisura de su boca, dejándola con ganas de
más. Yo ya he ordenado para
nosotros, ya que tenemos que llegar temprano a la ópera.
_ ¿Alguna vez
dejará de estar siempre en control Sr. Grey? ella sonríe.
_ El chef
propietario de este lugar es francés. Es
bastante famoso. Ordené seis platos para la cena. ¿Quieres echar un
vistazo al menú?
_ Sí, responde
ella y lo mira.
Saumon Fumé mi-cuit, raifort et concombre
Salmón cocinado en roble ahumado con rábano y pepino.
~
Risotto de champignons sauvages, truffes d'Alba
Risotto de hongos con trufas de Alba
~
Solette poêiée, puré de chou-fleur, amandes grillées
Solomillo de Cornualles Dover, Pan frito, puré de coliflor y almendras
~
Noisette de chevreuil rôtie, endive, céleri
braisé, sauce Grand Veneur
Lomo asado de carne de venado Shropshire, apio estofado,
Con salsa de Grand Veneur
~
Cœur de Franche-Comté: Le Comte
Una selección de tres quesos de la región natal de Raymond Blanc
~
Poire pochee au caramel,
crème Chiboust a la vainilla de Tahití y Reglisse
Pera escalfada en caramelo, con vainilla Tahití crema de Chiboust y
regaliz
Ensalada de hojas de jardín, hierbas frescas y trufas
_ Christian, es
un montón de comida. No sé si
pueda comer tanto. Tenía la
esperanza de ahorrar un poco de espacio para un tipo diferente de postre, dice
mientras me mira con coquetería.
_ No son
grandes porciones bebé, lo suficiente como para obtener un buen sabor, le digo
y ella me sonríe.
_ ¿Me está
sonriendo a mí señora Grey?
_ Sí, ella
contesta con una voz ronca.
_ Oh, no haga
eso señora. Porque podría castigarte por
ello.
_ Sí, por favor,
ella responde y engancha el aliento.
_ Impaciente
como siempre Anastasia... Veré que puedo
hacer, respondo sin sentido.
La cena se sirve
y ella se sorprende con la presentación. Una
vez que los camareros se van, voy a la puerta, y miro a los ojos de Taylor; él asiente con la cabeza en respuesta. Nadie entra, hasta que salgamos.
Saco un pañuelo
de seda de plata de mi bolsillo y se lo muestro mientras me paseo a su lado.
_ Es hora de cerrar
los ojos nena, y me acerco lo más posible a su cuerpo sin tocarla y le cubro
los ojos haciendo un nudo en la parte de atrás sin dañar el moño que ella se
hizo. Ella inhala mi olor, y exhala un
aliento sensual lentamente y al final se muerde el borde del labio. Me inclino
hacia abajo y la beso para morder suavemente su labio en cautiverio.
_ Eso está
mejor, le digo y le doy un pequeño y un casto beso en sus labios. Ella pone mala cara con ganas de más,
cruzando los brazos.
_ No cruces los
brazos, nena. Voy a atarlos si lo
haces, me quejo en voz baja. El
efecto de mi advertencia es inmediato. Sus
manos caen sobre su regazo. La
cena que he ordenado para nosotros no es un menú. Está especialmente preparada para esta
noche por el propio chef.
_ ¿Sedienta?
Pregunto, y ella asiente con la cabeza. Vierto
el vino blanco en la copa. Parece
que tenemos que compartir. Tomo
un sorbo de vino. Es crujiente y
fresco. Entra suavemente y el
sabor es exquisito. Tomo otro
sorbo inclinando la cabeza de Anastasia y comparto el vino con ella. Ella traga con gratitud.
_ Más por favor,
dice ella.
_ Primero debes
comer algo nena, le digo y le doy un bocado de pescado. Ella hace un pequeño
ruido de gusto cuando tiene la comida en la boca.
_ ¿Bueno?
Pregunto.
_ Sí. Se deshace en la boca. Hmm... me encanta, dice ella, y creo
que lo está haciendo deliberadamente para calentarme. La señora Grey ha
adquirido algunas habilidades en el departamento de seducción. Tomo un bocado para mí; sabe
maravilloso. Ella se sienta más derecha en la silla. Entonces le doy de comer
risotto con setas y ella mastica lentamente, haciendo ruidos de degustación.
_ ¿Qué tal si
pruebas la carne de venado?
_ Comience Sr.
Grey, ella dice con doble sentido. Sonrío. Me encanta cuando ella come. Me trae una paz interior.
_ ¿Vino?
_ ¡Sí! dice haciendo
énfasis en la “i” Tomo un sorbo de vino para mí. Está muy bueno, entonces tomo
otro sorbo y lo comparto con Anastasia, cuando le paso el vino, ella agarra mi
labio inferior entre los dientes, chupando.
_ No, bebé...
_ Por favor…
ella pide. ¡Christian! ¡Esto no es justo! Tienes la oportunidad de calentarme y
mojarme y me dejas colgada… ¡Voy a explotar de deseo! Se queja.
_ Cariño, sé, exactamente cómo apagar el fuego... No tengas miedo, ten
paciencia.
Cuando la cena
termina, le desato la venda de los ojos.
_ ¿Hora de la
ópera?
_ ¡¿No me vas a
follar?! Me regaña.
_ ¡Sra. Grey! Estoy horrorizado del lenguaje crudo
que está utilizando, le digo sin poder ocultar la sonrisa en mis labios.
_ No pude evitarlo señor Grey. Estoy abrumada con el deseo de mi
marido, pero parece que no quiere tenerme, y bates sus pestañas, desatando su
encanto. Tengo que morderme el interior de la mejilla para detenerme, porque
tengo otros planes.
_ ¿Inquieta? ¿Molesta? ¿Deseándome nena? Pregunto escabrosamente.
_ ¡Sí, y tú lo
sabes! Ella asiente.
_ Sra. Grey, usted es una luchadora...
Tenemos que ver la ópera. Le tomo su mano para salir.
_ ¡Me gustaría,
pero no me voy a ir! Responde ella.
Yo la pongo en
mis brazos tan rápido como puedo; ella
está a ras con mi cuerpo. Nena…
no lo hagas. Créeme, quiero
follarte hasta la próxima semana, especialmente cuando me estás deseando de
esta manera, pero ten paciencia... ahora... La paciencia es una virtud.
_ Pensé que eras
un tipo del momento, dice con voz entrecortada.
_ Espera... le
recuerdo y le planto un casto beso en sus labios. Espera, bebé... tu esposo se hará
cargo de ti, digo besándola de nuevo. Pero
sus manos tiran de mi cabello y nuestro beso se convierte en uno apasionado. Nuestras lenguas se enredan, ella gime
en mi boca, y sintiendo mi erección, ella empuja su cadera desesperada por
alguna fricción haciéndome sonreír.
_ No aquí. Vamos, digo tirando de su mano.
_ ¿Por qué no
aquí?
_ Porque tengo
planes. Y usted está tratando de
descarrilarlos, digo levantando mis cejas. Ella
pone mala cara y suspira, y me sigue tomando mi mano.
***** ❦ ♡ ❧ *****
Tengo el Palco
Real reservado solo para nosotros. También
se le llama el palco de honor. Cuenta
con un comedor privado detrás, pero también un cuarto de baño de estilo
victoriano que data de 1858 que tengo la intención de utilizar esta noche con
mi esposa.
Le nozze di Figaro, o Las bodas de
Fígaro, es una ópera cómica y una de las obras maestras de Mozart. Es una obra de cuatro actos durante el
cual puedo disfrutar tanto de la obra como de mi esposa. La obra se centra en un solo "día
de locura" en el palacio del Conde de Almaviva, cerca de Sevilla, España. El Maestro de Ceremonia hace su camino y
saluda a la orquesta y la audiencia se pone de pie aplaudiendo. Acomoda
sus anteojos, levanta sus hombros y con un movimiento de la mano, quita su
cabello blanco y luego levanta su batuta. Haciendo gala de un movimiento, la obertura
comienza y ya nosotros estamos sentados en nuestro palco. Aunque el palco de honor
puede albergar a varios espectadores, Anastasia y yo estamos solos. Cuando empieza la obertura, los
músicos son casi invisibles para los espectadores. Es una de las oberturas más famosas
del mundo.
Le Nozze di Figaro Overture
Me siento
intencionalmente en el lado derecho de Anastasia. Tomo su abrigo y lo coloco en la silla
junto a mí. Cuando las luces se
apagan en el Royal Opera House, estamos invisibles para comenzar a jugar. La atención de todo el público se
dirige al escenario que no levanta el telón hasta el final de la obertura. Con el inicio de la primera nota alta
pongo mi mano en la pierna izquierda de Anastasia justo encima de la rodilla
que muestra deliciosamente todo el camino hasta el muslo gracias a la ranura en
el vestido que elegí cuidadosamente para esta ocasión. Siento cuando captura su aliento y
ella se retuerce en su asiento. Cuando
las notas de la música llegan al punto más alto también lo hace mi mano. Cuando la obertura alcanza una nota particularmente
alta, mis dedos alcanzan su cúspide y ella me mira y mira a su alrededor
ansiosa, sus ojos están buscando si alguien nos ve. Las luces están tenues y nadie puede
vernos. Mi mano llega hasta su
sexo, y poco a poco y sensualmente comienzo a estimularla. Con las bolas en movimiento dentro de
ella, ella ahoga un gemido. Mis
ojos voltean a verla mientras que Anastasia no es capaz de romper la suya del
escenario.
Ella junta sus
rodillas apretándolas con fuerza mientras mi mano acaricia su clítoris.
_ ¡Christian!
Susurra mi nombre en un gemido.
Vuelvo la
cabeza hacia ella y arrugo mis cejas.
_ ¿No quieres
nena? Le pregunto mientras sus piernas se contraen ante mi acceso, recuerdo que
me hizo eso una vez.
_ ¡No, te
quiero ahora! ¡Ahora! Su voz es
baja, pero urgente. Su mano llega
hasta mi bulto, y ella comienza a acariciar mi polla rígida con sus dedos. Sus dedos son lentos, cuidadosos, y yo
cubro con mi mano la suya para evitar que se detenga. Tengo muchas ganas de
levantarme y besarla de todas las formas posibles para sacar el calor que
tenemos dentro, pero necesito moderación.
También me muero de hambre por el placer de mi esposa.
El primer acto ha terminado y las luces se atenúan más, por lo que la
gente debe centrarse exclusivamente en el escenario cuando el telón vuelva a
levantarse. En una decisión rápida, levanto a mi esposa y nos movemos
rápidamente a la última fila donde está más oscuro el palco. Anastasia está a
horcajadas sobre mí mientras estoy sentado en la silla y ella pasa sus manos
como serpiente alrededor de mi cuello para enredarlas en mi cabello. Ella abre
mi boca con su lengua desesperadamente y entra en lo más profundo, me chupa y me
lame y yo trato de empujar mi boca para apaciguar sus gemidos que está
disparando mis deseos por ella. Su
lengua finalmente se abre paso en mi boca y la chupo duro, acariciándola con la
mía. Mis manos bajan hasta su sexo otra vez y la froto y ella empuja su sexo a
mi mano esperando. Las bolas están moviéndose dentro de ella, estimulando su
sexo y la hace más salvaje.
_ Por favor…
ella susurra en mi boca. ¡No
puedo soportarlo más!
Miro hacia
arriba y todo está oscuro, y estamos en el rincón más oscuro del palco detrás
de nosotros está el comedor privado, y Taylor está vigilando la entrada, así
que nadie puede entrar.
_ ¡Va a ser
duro y rápido!
_ ¡Sí! Ella
gime.
Con un duro
movimiento de mis dedos, rasgo sus bragas, y descomprimo mis pantalones.
_ Tan pronto
como retire las bolas, quiero enterrar mi polla dentro de ti bebé, le susurro y
ella casi se convulsiona asintiendo frenéticamente.
_ Levanta tu culo glorioso, le digo y ella se levanta de la parte inferior
de mi regazo. Tiro de la cadena sacando
las bolas de plata y ella casi se
corre ahí, inclina la cabeza hacia
atrás, sus pechos hacia delante, yo la bajo en mi longitud y ella toma todo de
mí totalmente. ¡Joder Ana! Apenas y puedo decirle. Nos quedamos quietos, solo
para sentir la fantástica sensación de estar enterrado el uno en el otro, hasta
que finalmente ella empieza a moverse y a guiar sus caderas. El deseo está golpeando
a través de los dos, caliente palpable y tangible. Hundiéndome en su sexo en
flor, mi lugar favorito en el mundo, me doy cuenta de lo mucho que he estado
anhelándola. Empujo mi polla hacia arriba y ella está descendiendo sobre mí
duro, empuja y empuja, follando, haciendo el amor, el deseo carnal de mi esposa
que todo lo consume y el abrasador incendio de rápida propagación llega entre
nosotros. No hay nada que pueda apagar este fuego, sino perdiéndonos nosotros
mismos el uno en el otro, es la unión, el amor, la celebración, hay besos,
caricias, y me he perdido con su deseo por mí, perdido en sus besos pidiendo,
exigiéndome más.
Ella comienza a contraerse a mi alrededor, deliciosamente me chupa,
acariciándome de adentro hacia afuera. Estoy perdido en el placer por ella y me
voy temblando junto con ella, llegando a nuestro punto de gloria.
_ Lo que me haces sentir señora Grey, murmuro en su oído todavía
enterrado dentro de ella. Nena, te voy a follar en el comedor allí durante el
segundo acto, le digo señalando con un movimiento pequeño de mi cabeza y entonces en el cuarto de baño victoriano en
el tercer acto, le digo sin aliento. Y si en el cuarto acto seguimos calientes
voy a hacerte el amor en nuestra habitación del hotel. Sé que las bolas son un
artilugio de rápido efecto y de larga duración, así que Ana no estará
satisfecha por lo menos hasta que la follé dos veces más. Nada malo para mí.
_ ¡Sí, por
favor! Susurra y funde sus labios con los míos de nuevo sin romper nuestra
conexión. Mi polla hace contracciones
una vez más necesitando atención.
_ ¡Oh mierda! Nos saltaremos el segundo acto... Le
digo y comienzo a moverme dentro de ella otra vez mientras mi lengua acaricia
la suya y mi mano derecha comienza a acariciar sus pechos.
Cuando la
canción "Voi Che Sapete" ha terminado, estoy listo para llevar a mi
esposa una vez más, y ella es de lo más servicial cuando bautizamos el cuarto
de baño de estilo victoriano de pie.
Voi Che Sapete
***** ❦ ♡ ❧ *****
En el camino de
vuelta al hotel sostengo la mano de Anastasia y empiezo a hacer círculos en los
nudillos y le paso la uña sobre la mano haciéndola temblar.
_ ¿Qué te
pareció tu primera experiencia en la ópera? Pregunto licenciosamente.
Se muerde el
labio y responde en voz baja.
_ No sabía que
la ópera pudiera ser tan estimulante, Sr. Grey, ella contestó batiendo sus
pestañas. Mi mano va hasta la
barbilla, para liberar su labio.
_ ¡No! ¡Sabes lo que eso me hace nena! le
susurro al oído. Sobre todo
cuando sé que andas sin bragas. Compórtese,
le susurro al oído, mis ojos oscureciéndose.
Cuando llegamos
a nuestra suite, Geoffrey nos espera listo para tomar nuestros pedidos y
servirnos. Pero debo tener en la cara la
marca de que quiero follar con mi mujer aún más, porque Taylor se voltea hacia
Goffrey y sin más le dice.
_ Goffrey va a trabajar para mí esta
noche.
_ ¿Perdón,
señor? Goffrey se vuelve hacia él un poco confundido.
_ Que el Sr. y la señora Grey no necesitan tus
servicios por hoy, me atenderás a mí esta noche, responde Taylor con
tranquilidad.
_ Oh, señor, no
sabía, responde Geoffrey.
_ Sí, mañana
reanudas tus labores, le digo levantando las cejas. Muchas gracias, le digo con
mi mirada impasible de costumbre.
_ Buenas noches
señor, señora, dice haciendo una reverencia, y sigue a Taylor.
Cierro la
puerta y me paseo sigilosamente hacia Ana.
_ Sra. Grey,
quiero reclamarla en esa mesa, luego en ese muro donde se ve la gloriosa ciudad
y finalmente en el dormitorio. ¿Qué dices a eso?
_ ¡Sí! Responde
ella con voz animada.
_ Sra. Grey, ¿sabes lo irresistible que eres
cuando me quieres así? Ella niega con la cabeza.
_ ¡Sí, lo sabes! ¡Ya sabes que me vuelves loco! Me
quejo, mientras paso mis manos como serpiente alrededor de su cintura y mis
labios se unen con los suyos.
***** ❦ ♡ ❧ *****
Cuando me
despierto a la mañana siguiente, mis piernas están envueltas alrededor de las
piernas de Anastasia, y mis brazos cubren sus pechos posesivamente. Su mano está instintivamente en mi espalda
y de alguna manera es reconfortante, ya no tengo miedo. Hemos tenido una larga y apasionada
noche. Yo la veo mientras duerme; ella
es demasiado hermosa. Podría verla durante horas. Ella está en el pináculo de la
inocencia, y es toda mía. Mi
niña, mi esposa, mi amada. Yo no
quiero dejarla sola, pero sé que estará durmiendo durante un tiempo. Yo puedo
ir a trabajar mientras ella sigue descansando. He descuidado mis ejercicios, debería
aprovechar de hacerlo esta mañana.
Me llevo a
Taylor, dejando a Nichols y a Collins esperando fuera de nuestra suite en mi
ausencia, por si Anastasia despierta antes de que yo vuelva. Corro un poco,
levanto pesas, hago cardio y practico con Taylor artes marciales mixtas por
aproximadamente treinta minutos.
Cuando regreso
a nuestra suite, Geoffrey me está esperando.
_ Buenos días
Sr. Grey. ¿Le gustaría tener su
desayuno ahora, o prefiere esperar a que regrese la señora Grey?
_ ¿Regrese?
Pregunto y voy corriendo a la habitación. La cama está vacía y
Anastasia no está allí. Me acabo de dar cuenta de que Nichols
y Collins tampoco están. Rápidamente voy a la sala de estar.
_ ¿Dónde está
la señora Grey? Le pregunto casi con dureza a Geoffrey.
_ Ella dijo que
iba a dar un paseo al Hyde Park, señor.
_ ¿Qué? ¿Sola?
_ Sola no
señor, pero le aseguro que el parque es una zona segura.
_ ¿Hace cuánto
se fue?
_ Alrededor de
unos treinta minutos señor, minutos después de usted salir.
_ ¿Y no ha
desayunado todavía? Hiervo de ira. ¿Qué
dijo exactamente?
Geoffrey se
aclara la garganta, y ve hacia el frente, y baja el tono de su voz para que
coincida con el de Anastasia y animadamente trata de cambiar su acento
británico por el americano.
_ Ella dijo, 'Geoffrey,
voy a ir al Hyde Park, dice con una voz alegre. Dile a mi marido que me voy de paseo, para
conocer un poco la localidad y añade, poniendo los ojos solo como Anastasia lo
habría hecho, me llevo a la Guardia Real conmigo, él cita.
_ Técnicamente
no son la Guardia Real, porque no han estado al servicio de su Majestad,
termina diciendo.
_ Gracias,
Geoffrey, le digo y lo despido. Me doy una ducha rápida y me pongo mi ropa y me
apresuro con Taylor para salir quien me pregunta dónde está Ana.
_ No sé
todavía. La señora Grey ha dado
un paseo por el Hyde Park. ¿Alguno
de la seguridad te ha llamado?
_ No señor. Tienen órdenes específicas de llamarme
si pasa algo fuera de lo normal, no seguro, o no programado, dice, con el
rostro tenso.
Hacemos nuestro
camino hacia el parque, y escaneando el lugar rápidamente localizamos a
Anastasia. ¡Ella está sentada en un banco con un par de chicas riendo y alimentando
a las ardillas! Tanto Nichols
como Collins están explorando los alrededores, y viendo como un halcón. ¡Mínimo! Todavía me estoy debatiendo si
deberían ser despedidos por no informarme. Nichols
nos ve de primero y se pone carmesí. El comienza a caminar hacia nosotros pero
yo levanto mi mano para que no se separe de Ana, además no quiero alertarla de
nuestra presencia.
Hay dos chicas
en edad universitaria que están compartiendo sus almuerzos con los pájaros y
las ardillas. Anastasia toma un
pedazo de chip y lo ofrece a una ardilla tímida que se detiene a varios pies de
distancia tratando de evaluar si puede confiar en ella. Sintiendo la confianza se acerca y toma la
migaja de sus dedos y se retira a unos pocos metros para comerse su recompensa
con avidez.
Otra chica con
el pelo rizado, toma la comida y se la ofrece desde la mano. Anastasia y las otras dos chicas se
ríen por la suspicacia de los animales. Rompen
un pedazo de un sándwich y lo colocan en el medio de sus manos, y las aves
aterrizan sobre ellas tomando la comida con rapidez. Miro a mi mujer hipnotizado. Incluso los escoltas la ven con
reverencia. Anastasia pone un pequeño trozo en la palma de su mano y la
extiende. Esta vez dos ardillas se acercan y toman las migajas y se retiran a
unos metros y luego se sientan sobre su cola para comer sus premios. No puedo evitar sonreír. Anastasia, siente
mi mirada sobre ella, porque se voltea y me sonríe.
_ ¡Hola
Christian! Me saluda.
_ Hola, le
respondo. No te encontré en la suite. Le
digo más calmado.
_ No te enojes. Quería tomar un paseo por el parque. Me traje a los escoltas, pero les dije que no
te molestarán mientras estabas trabajando, es solo una corta distancia desde el
hotel a pie. ¡Ah y he hecho nuevos amigos! Dice y me lleva hacia ella. No
puedo dejar de seguir a mi esposa.
_ ¡Catarina,
Leonor! ¡Me gustaría que
conocieran a mi marido! Dice con orgullo en su voz, y esa sola frase derrite mi
corazón frío, y decido no despedir a los escoltas.
Dos chicas muy
tímidas me miran y murmuran un “hola”
_ Hola, les
digo, y extiendo mi mano para saludar a las nuevas amigas de mi esposa. ¿Son de
aquí? Pregunto con indiferencia tratando de averiguar si su reunión con mi
esposa es sólo una coincidencia o algo más.
_ Oh, no, somos
de Portugal. Estamos visitando
Londres en nuestras vacaciones de verano. ¡Es
una ciudad hermosa! Dice Catarina. Ella tiene el pelo rizado, hoyuelos en
su cara, y es muy amable de una manera dulce. Asiento
con la cabeza.
_ Encantados de
conocerlos, Sr. Grey, Ana. Tratamos de venir aquí por lo menos una vez al día.
Pero a veces no hay tiempo. Hay tanto que ver en Londres, ya sabe, dice en un dulce acento portugués.
_ Así que un
placer conocerte Ana, dice Leonor. Sr. Grey, ella asiente con la cabeza
tímidamente. Los dejamos solos ya
que están en su luna de miel, dice sonriendo y se va a la orilla del lago a
alimentar a los patos y cisnes.
Mi mirada está sobre
Anastasia ahora con intensidad.
_ Estaba
preocupado por ti, le digo y mi sonrisa desaparece.
_ ¡Oh,
Christian! Te fuiste para tu
entrenamiento, y yo no te
encontré cuando me desperté. Geoffrey
dijo que fuiste al gimnasio. Y ya
que estabas entrenando, pensé que podía dar un paseo y hacer un poco de
ejercicio, mirar el parque, y volver casi al mismo tiempo que tú.
_ ¡Pero no lo hiciste! Le acuso.
_ Lo sé, lo
siento. Me quedé distraída por las
chicas que alimentaban a los animales y quise probar yo misma. Ellas me
mostraron como lo hacían y me estaba divirtiendo un montón, se me pasó la hora.
Y tú viniste y me encontraste. Y
no quiero que te enojes con la Guardia Real Uno y Dos por favor. Yo fui quien
les dije que no te molestaran. Salimos a plena luz del día, simplemente a
disfrutar del clima con 007 y 008
a cuestas.
_ Está bien, le
respondo.
_ ¿Vas a
castigarme por venir al parque?
_ ¡Nena, somos
amantes; tú eres mi esposa por el
amor de Dios! No eres mi sub. Simplemente me preocupo por ti, que salgas
herida de alguna manera. Ella pone los ojos en blanco.
_ Estoy bien Christian,
responde ella, pero su cara se cae.
_ ¿Tú quieres
que yo te castigue? Pregunto tentativamente.
_ Yo no quiero
que me duela, pero... su voz se apaga.
_ ¿Pero?
Pregunto sondeando. Pero, ¿qué?
_ Me gusta
jugar. Me gusta el castigo que me
das sin la intención de hacerme daño, responde ella, haciendo que mi cara se
contraiga con malos recuerdos.
_ Anastasia, yo
no quiero volver a hacerte daño. Nunca lo haría. Pero, me dio miedo cuando no estabas en nuestra habitación del hotel
y casi me dio un infarto. El equipo no llamó a Taylor y debió hacerlo.
_ Fue mi culpa. No pensé que te preocuparías, así que
les dije que no te llamaran y que fuéramos a dar un paseo al parque. Nadie me
conoce en Londres. Y cuando vi a Catarina y a Leonor, me sentí como si
estuviera en el campus de la universidad, y por un par de horas, me sentí como
una chica normal, olvidándome de la seguridad. ¡He disfrutado haciendo algo
simple y fue extraordinario darle de comer a las aves y a las ardillas! Ella
chilla con deleite.
_ Vamos, digo
tirando de su mano. Creo que es
hora de alimentarte. ¿Quieres ir
a comer? Sonríe y asiente con la cabeza en respuesta.
***** ❦ ♡ ❧ *****
_ ¿Qué? ¡Oh Dios mío! Dice Anastasia, y me
abraza a la vista de toda la seguridad y se inclina hacia atrás para mirarme y
luego me abraza una vez más con fuerza, y me besa sin pudor esta vez y tengo
que frenar su pasión. Por un
lado, no quiero que nadie vea como se pone cuando está muy emocionada y en
segundo lugar no hay ningún lugar donde follar en el camino.
_ ¡Me estás
llevando a la casa de Jane Austen! Ella
chilla de placer, y me abraza de nuevo.
_ Si hubiese
sabido que iba a conseguir esa reacción tuya, me hubiese asegurado de visitar
este lugar de primero y no luego de dos semanas de nuestra luna de miel, le
digo sonriendo.
_ Pero Londres
es una gran ciudad y hay mucho que ver. ¡Estoy
tan increíblemente agradecida de que hayas arreglado todo esto! ¡Todo esto para mí! ¡Me encanta cada minuto de esta luna
de miel! Ella brota.
_ Podríamos
haber volado pero, pensé que te gustaría ver algún campo, y me tendrías a mí de
chofer. Ella sonríe lo más amplio posible.
Dejamos la
ciudad de Londres detrás y llevamos a uno de los escoltas con nosotros. Las
casas comienzas a escasear y comenzamos a ver tierras de cultivo y una
vegetación exuberante nos saluda.
_ Es muy
verde... Anastasia observa, pero me esperaba más árboles en las afueras de la ciudad
ella comenta.
Collins
responde a la observación de Anastasia.
_ Lo que pasa
es que el área se ha desarrollado, señora, principalmente por aldeas y tierras
de cultivo es por eso que no ve muchos árboles.
Llegamos a la
casa de Jane Austen en poco más de una hora en coche desde el hotel. Es una
casa sencilla de dos pisos, de ladrillos del siglo XVII. Pero ella no vivió en
esta casa toda su vida, solo los últimos ocho años. Una profesora de la Universidad de
Oxford aceptó darnos un paseo.
Ella está muy bien informada y es
profesora de inglés. Nos recibe sin mucha galantería, no es
lo que se espera de una profesora, pero sigue siendo agradable.
_ ¡Sr. y señora Grey! Nos saluda. ¡Qué bueno conocerlos! Bienvenidos a la Casa Museo de Jane
Austen. Nos damos la mano, y ella comienza la gira.
_ Jane Austen
hizo la mayor parte de su escritura de adulta en esta encantadora casa de
pueblo. Aquí escribió Orgullo y
Prejuicio, Sentido y Sensibilidad, la Abadía de Northanger, Mansfield Park, Emma y Persuasión, todas en
esta casa. De hecho en esta pequeña mesa de té, dice ella señalando una mesa de
té simple y desgastada, con poca pintura y en la cual soy hay una botella de
tinta, una pluma y una silla de madera.
Anastasia ve la
mesa con admiración, luego se vuelve hacia mí y dice:
_ Christian,
Jane Austen le dio al mundo seis de las más grandes novelas en esta pequeña
mesa de té. Si ella puedo hacer
eso con lo poco que tenía, imagina todo lo que el siglo IX les ha ofrecido a
las mujeres, nada sería imposible si solo supiéramos, dice con fervor.
En este momento
algo queda claro para mí. Quiero
hacer algo por Anastasia. Yo sé que ella quiere trabajar en el mundo editorial. Ella admira a la señorita Austen; una mujer que logró hacer algo que la mayoría
de los hombres en su mejor momento no
pudieron hacer. Convertirse
en exitosa por amor a lo que hacía, que en este caso fue la escritura.
Anastasia le gusta la escritura… Publicaciones… Hmm… Sí está muy claro para mí
ahora. Quiero que Ana tenga su propia editorial, puede ser como otro regalo de
bodas y yo la apoyaría en su desempeño, de ser posible que apoye a escritores
que se hagan tan famosos como la señorita Austen.
Anastasia prácticamente
se come todo lo que la profesora nos está diciendo... y yo no tanto. Porque estoy ocupado viendo el intenso
deseo de mi esposa por aprender más sobre uno de sus ídolos.
_ ¿Entonces
esta casa no tiene inodoro? Anastasia pregunta.
_ No, Ana, no tiene. En aquellos días la gente utilizaba
letrinas y urinarios.
_ Está bien...
Cambiemos de tema... dice Ana haciéndonos sonreír a todos.
_ Este es el
lugar donde Jane Austen le gustaba escribir, dice la guía señalando una mesa
junto a un gran ventanal con vistas al exuberante patio trasero, con el césped
bien cortado.
_ Es un lugar
muy inspirador, comenta Anastasia.
_ Bueno, la
vida de un novelista despierta mucha curiosidad, por supuesto. Sobre todo para los amantes de la
literatura que quieren saber cómo escribió, de dónde salieron sus ideas
sorprendentes, o cómo preparó el manuscrito para presentar.
_ ¿Cómo lo
hizo? Pregunta mi chica.
_ Esa es la
parte más frustrante porque cualquier cosa que se diga es pura conjetura. Puedo
especular diciendo que pudo haber aprendido por las circunstancias de su
llegada a Chawton, que por supuesto pasó a ser su hogar definitivo. La señorita
Austen, tenía treinta y tres años de edad cuando llegó aquí. Esta
casa fue un regalo de su hermano Edward, y ella vivía aquí con su hermana
Cassandra, y un amigo de la familia. Jane
tenía una mente vivaz. Lo que pensaba tenía de hecho más vida de lo que estaba
a su alrededor en ese momento. Ella quería inventar historias sobre el mundo de
las hadas, entretener a sus sobrinas tocando el piano. Era muy divertido estar
con ella.
_ ¿Escribió en
este sitio todo el tiempo? Pregunta Anastasia.
_ Jane
escribiría en pequeños trozos de papel que escondía fácilmente de las miradas
indiscretas, pero en general trabajó todo el tiempo en la sala de estar de la
familia.
_ ¿No hay privacidad?
_ No en el
sentido que se nos ocurriría hoy. Es
una casa de familia. No era fácil
para una mujer, o para cualquier persona supongo convertirse en publicista.
Usted ve señora Grey, dice la profesora haciendo un gesto con su mano alrededor,
Jane Austen era realmente una mujer muy tenaz. Una mujer menos dispuesta, no hubiese
sido capaz de lograr lo que ella logró. Ella
escribió sus grandes novelas, y reescribió algunas de ellas, aquí en esta casa. Entonces preparaba los manuscritos y
viajaba cincuenta millas a Londres para su publicación. Debía quedarse mucho
tiempo en casa de su hermano Enrique para poder conseguir una cita con la
prensa. Y, por supuesto, la vida del pueblo en Chawton le proporcionó una
tranquilidad para lograr lo que se proponía.
_ Estoy de
acuerdo con usted en todo eso. Pero,
conseguir que le publicaran sus libros, es solo la mitad de la batalla. La gente en general asume que usted
escribe, publica, y vende miles de libros. Ese
no es el caso. Lo que Jane Austen
hizo es nada menos que un logro increíble. Ella
escribió en un momento en que las escritoras eran pocas y lejos del medio. Se hizo famosa en vida, y su escritura
y los personajes han sido amados por más de 200 años. ¡Eso no sólo es ser prodigio, sino
también más allá de admirable!
¡Tengo la mejor
esposa del mundo! Ella nunca deja
de sorprenderme. Mi esposa no
sólo es hermosa, sino increíblemente inteligente, apasionada, y su amor por lo
que hace me sorprende. Entiendo
de alguna manera a mi esposa mejor hoy. Fui
lo suficientemente superficial como para suponer que ella estudió clásicos
británicos sólo por los corazones y las flores. Nunca pensé que en la forma en que
explicó su percepción de estos escritores a esta desconocida... a esta profesora. Siento envidia de esta completa
desconocida por conocer un lado de mi esposa que yo no sabía que existía. En
este momento, yo estoy orgulloso de ella.
Anastasia ve
todo en la casa, como si quisiera memorizar el lugar, y arraigar todo su ser. Ella se sienta en el patio trasero, con
un color verde exuberante, y admira las flores, y absorbe cada imagen, cada
árbol, cada pájaro, y cada planta.
Antes de que nuestro
viaje termine, la profesora toma la mano derecha de Anastasia en las suyas.
_ Ana, estoy
muy contenta de conocer a uno de los mayores fans de Jane Austen, además de mí. Recuerde que la rutina diaria de Jane
incluyó largos paseos por las calles de Chawton, al igual que las niñas Bennett pasearían en Meryton
en Hertfordshire. Ella
salía a conversar con sus vecinos, a pasear en la noche, y cenaba con su familia
todos los días, a veces incluía a amigos, y se convertían en reuniones
sociales. Así que, si usted desea
una conexión tangible con el medio ambiente donde Jane vivía, me gustaría mucho
recomendarle que camine por la Villa de
Chawton, vea el lugar, salude a la gente, dice ella con gusto.
Anastasia le da
su brillante sonrisa y asiente con la cabeza, y da las gracias a la profesora. Pasamos
el resto del día conociendo el pueblo y estoy feliz de disfrutar junto a mi
esposa en la ciudad de uno de sus autores favoritos. Mi misión en la vida
después de todo, es hacerla feliz.
***** ❦ ♡ ❧ *****
_ ¿Anastasia, puedes
quedarte sola durante un par de horas por hoy? Tengo una reunión de negocios
aquí. Eso no me llevará mucho tiempo. ¿Hay algo en particular que quieras hacer?
Puedes ir de compras o hacer turismo, con la seguridad por supuesto.
Aproveché que
venía a Londres por unos negocios que tenía pendientes y que no había podido
concretar. Así que a regañadientes, dejo sola a mi mujer en nuestra luna de miel.
Pero sé que otra oportunidad como está no se presentará dentro de mucho tiempo
y estás personas han aceptado reunirse conmigo hoy aquí en el hotel.
_ Oh... dice con
su rostro cayendo, pero rápidamente se recupera y sonríe para mi beneficio. Voy
a estar bien Christian. Ve a tu
reunión. Pero, creo que me voy a
quedar a leer uno de los manuscritos, responde ella.
_ Pero si decides
salir, me llamas. De lo contrario me preocupo. Solo voy al salón de conferencia
en planta baja, le digo con advertencia en mi voz.
_ Llámame si
vas a salir, no lo olvides, le recuerdo
de nuevo.
_ Sí, Christian,
dice poniendo los ojos en blanco.
_ ¿Me estás
volteando los ojos? Bromeo.
_ Sí, señor
Grey, pero creo que usted no tiene tiempo para hacer nada al respecto, ella se
burla.
_ ¡Oh, señora
Grey! Sólo tienes que provocarme.
Siempre puedo tener una excepción a la regla, le respondo tirando de su cuerpo
a ras con el mío, y la atraigo de golpe por su trasero para que sienta mi
creciente erección.
_ Esto es lo
que me haces. Siempre ando con el
arma medio amartillada alrededor de ti cariño, le digo mirándola sombríamente.
Ella se queda
sin palabras, y enreda sus manos en mi pelo, tirando de mí para besarme. Pronto nuestro beso se hace más
profundo, carnal, y sin control.
_ ¿Qué me estás
haciendo bebé? Yo siempre pierdo
el control a tu alrededor, le susurro en
su boca.
_ ¿Te estas
quejando señor Grey? Pregunta.
_ Nena ¿cómo
podría yo quejarme cuando me enciende mi propia esposa? Pero mientras más
pronto termine con la reunión, más pronto vengo a hacer el amor contigo.
_ ¿Es una promesa?
La agarro de su
culo y la levanto del suelo para hacerla envolver sus piernas alrededor de mí
mientras mi erección está cavando en su sexo suave. Mis labios se acercan a los de ella y
mi lengua asalta su boca con deseo carnal.
_ ¿Qué crees
señora Grey? Respiro en su boca.
_ ¡S-sí! Ella
gime.
Ella me deja afuera
y hago mi camino con Taylor.
¡Mierda! Tengo
que acomodarme la polla porque no puedo entrar con una erección a la reunión.
_ ¿Está la sala
de reuniones lista? Le pregunto a Taylor incómodo. El desvía la mirada.
_ Sí, señor. Los clientes deben estar aquí. Tengo aquí su computadora portátil, y
Ros debería estar en línea ya.
_ Te puedes
quedar con Goffrey esta noche. Yo no voy a necesitar más sus servicios, le digo
impasible y Taylor asiente.
_ ¿Cómo está resultando?
Le pregunto completamente indiferente. Taylor
parpadea.
_ Bien atento supongo. No estoy acostumbrado a que me atiendan
de pies a cabeza. Gracias por asignarme
sus servicios cuando es usted quien los necesita, dice y se da cuenta del doble
significado y se corrige, bueno me refiero a que, las habilidades de Goofrey
son buenas, pero prefiero que me atienda Gail, dice finalmente aclarándose la
garganta. Comienza a ponerse colorado y cuando las puertas del ascensor se
abren queda salvado por la campana. Trato de ocultar mi sonrisa.
***** ❦ ♡ ❧ *****
A lo largo de
la reunión apenas puedo mantener mi enfoque en el tema. Mi mente divaga con mi mujer arriba. Lo que quiero hacer con ella, en la
pared, en el baño, en el piano, en el balcón... Especialmente cuando mi
Blackberry zumba, y hay un mensaje de texto de ella:
* Estoy
pensando en las maneras que usted puede cumplir la promesa que me ha hecho. Tal vez debería hacer algo malo que
debe requerir un pequeño castigo *
Yo respondo inmediatamente.
* ¡NO!
*
Quiero hacer
mucho en la cama, pero he arreglado un montón de sitios para visitar en
Londres, así que esos planes tendrán que esperar hasta las noches. La reunión
se extiende por más horas y no puedo detenerla. Pero al final les digo que
seguiremos otro día y que incluyamos otras dos locaciones que serían en Taiwán
y otra en EE.UU. Finalizo la reunión porque tengo una promesa que cumplir a mi
esposa.
***** ❦ ♡ ❧ *****
Cuando regreso
a nuestra suite son pasadas las once de la noche y quiero cumplir con todo lo
soñado con Ana. Ella está acurrucada en el sillón de la ventana, vestida con su
camisón de satén y con un manuscrito entre las manos. Ella levanta la mirada cuando
me ve y mi corazón se hincha.
_ ¡Hola bebé!
Le digo cuando me acerco hacia ella.
_ Hola, ella
responde y se baja del sillón.
Yo la levanto
en mis brazos, y la beso profunda y apasionadamente.
_ He estado
pensando en ti toda la noche. Y
en este momento, quiero llevarte a la
cama. Ella se sonroja y me da un sí con su cabeza.
Deposito a mi
esposa en la cama, me quito la ropa y me tumbo en la cama, colocándome entre
sus piernas. Subo con mi mano su camisón de satén que se siente muy bien al
tacto. ¡Ella está sin sus bragas! Pero lo que más me toma por sorpresa no es
que esté casi desnuda, sino que ¡no hay vellos para yo jugar!
_ ¿Qué demonios
has hecho? Exclamo. Me horrorizo con
diversión cuando siento si sexo depilado. Me siento en la cama y me volteo para
prender la luz de la mesita lateral y con cuidado miro hacia abajo. Veo el
vello púbico de Ana, mal recortado como si alguien quisiera crear las vías de
un tren. Mi boca se abre con sobresalto y estoy aguantando la risa. Ella se
pone rojo tomate de inmediato y baja su camisón tratando de ocultar su sexo,
disgustada.
_ ¡Ana! Le
exclamo.
_ Yo... uhm… me
afeité, se las arregla para responder.
_ Puedo darme
cuenta. Pero ¿por qué? Pregunto sin dejar de sonreír de oreja a oreja. Mis
sumisas siempre las obligué a estar depiladas, siento que es más higiénico y
placentero. Pero con Ana eso no me importó, más bien lo veía como una prueba de
su inocencia y la verdad es que no me molestaba en lo absoluto, pero me gusta
su intención.
Ella se ve
completamente tímida y se cubre el rostro con las manos, avergonzada.
_ Oye, nena no
te avergüences. No de mí, le digo
en voz baja, pero estoy tratando de no reírme y el esfuerzo que estoy haciendo
es admirable, pero parece que eso creó algún tipo de reticencia en ella. Tengo
que morderme el labio para detenerme. Dime. ¿Por qué? Le pregunto con un brillo en
mis ojos.
_ Deja de
reírte de mí, me regaña.
_ No me estoy
riendo de ti. Lo siento. Estoy encantado... le digo. Realmente me encanta que se haya
afeitado. La sensación será mucho mejor, piel sobre piel…
_ Oh... ella
responde.
_ Dime. ¿Por qué?
Ella finalmente
toma una respiración profunda.
_ Esta mañana,
después de que saliste a tu reunión, tomé una ducha y me estaba recordando de
todas tus reglas, ella comienza.
Esto no era lo
que yo esperaba. Yo no quiero que
mi esposa piense de sí misma en los términos las sumisas que he tenido. Ella es mi esposa, no mi sub. Todo el humor desaparece en mí, y yo la
miro con cautela.
_ Y yo comencé
a repasarlas una por una y lo que sentía con respecto a ellas y recordé el
salón de belleza… y pensé que esto te
gustaría. No fui lo suficientemente valiente como para depilarme con cera, dice
finalmente en un susurro.
Ella sólo
quería complacerme. Significa
mucho para mí que ella me tenga en mente, pensando en lo que me gusta y siento
mas cariño por esta hermosa mujer que ahora es mía.
_ Oh, Ana,
respiro. Me inclino y la beso
lenta y tiernamente. Me seduces, le
susurro en sus labios y la beso una vez más, sosteniendo su cara entre mis
manos. Mi beso se
profundiza hasta que los dos estamos sin aliento. Finalmente me las arreglo para echarme
hacia atrás, apoyándome en un codo. Pero
esta vez hay un brillo travieso en mis ojos.
_ Creo que
debería hacer una inspección completa de su trabajo señora Grey.
_ ¿Qué? ¡No! Responde de inmediato y se cubre
a sí misma su sexo.
_ Oh, no, no,
Anastasia, le digo y le agarro las manos y las quito de su vientre. Me muevo
rápidamente y me posiciono entre sus piernas y pongo sus manos a los costados. Miro hacia abajo a mi bella esposa, caliente,
lujuriosa, e inclino la cabeza para que mis labios desciendan lentamente por su
vientre desnudo y poco a poco hago camino a su sexo. Ella se retuerce debajo de
mí, hasta que finalmente, deja de retorcerse incapaz de quitarme de mi sitio. El hecho es que me gusta su
resistencia. Es un buen giro. Una pelea en la cama con Anastasia resistiéndose
es una de mis fantasías.
_ Bueno, ¿Qué
tenemos aquí? Le digo y le planto un
beso y paso mi barbilla sobre su sexo desnudo.
_ ¡Ah! Exclama,
sintiendo todo. ¡Sí! ¡Mierda! Tengo una docena de ideas de lo que
quiero hacerle. Pero primero lo
primero.
La miro y no
tengo más que deseo lujurioso en mis ojos.
_ Creo que has
fallado un poco, murmuro tirando suavemente de un mechón justo en la parte de
abajo.
_ Oh... Maldita
sea, murmura mortificada.
_ Tengo una
idea digo saltando de la cama desnudo y me voy de cabeza al cuarto de baño.
Voy a afeitar
el sexo de mi esposa. Lleno un
vaso con agua caliente, tomo una taza, mi brocha de afeitar pasada de moda, jabón,
la maquinilla de afeitar y una toalla. Vuelvo
a la habitación y coloco todo sobre la mesita de noche mirando escabrosamente a
Ana.
Al ver mi
intención, ella pone los ojos como platos, y protesta.
_ No. No.
No.
_ Sra. Grey, si un trabajo ha de hacerse,
merece ser bien hecho. Levante sus caderas. Le ordeno con mis ojos que brillan con una
mezcla de deseo y anhelo de intimidad.
_ ¡Christian! ¡No vas a afeitarme! Ella chilla.
Inclino mi cabeza
hacia un lado y le pregunto
_ ¿Por qué no
habría de hacerlo?
_ Porque…
simplemente es… se detiene.
_ ¿Íntimo? Ana
estoy ansioso de intimidad contigo, ya lo sabes. Además, después de algunas de
las cosas que hemos hecho, no te pongas delicada
conmigo ahora. Y conozco esa parte de tu cuerpo mejor que tú.
Ella abre la
boca por mi arrogancia. Lo puedo
ver en sus ojos.
_ Simplemente
está mal, ella se queja.
_ Esto no es malo, es excitante, digo mirando
hacia su sexo, con ganas de hacer esto.
_ ¿Esto te
excita? Me pregunta asombrada.
Resoplo en
respuesta.
_ ¿No me crees?
Le pregunto mirando hacia abajo con mi polla lista para disparar. Quiero
afeitarte, le susurro. A ella no le queda más que rendirse y pone sus brazos
sobre su rostro.
_ Si te hace
feliz Christian, adelante. Eres un
pervertido, murmura y levanta las caderas hacia arriba, para poder deslizar la
toalla debajo de ella. Sonrío a su aquiescencia. Me inclino y beso la cara interna del
muslo.
_ Oh, nena
cuanta razón tienes, respondo.
Pongo el jabón
en la taza, y remuevo hasta que se forma espuma. Agarro su tobillo izquierdo y abro
sus piernas.
_ Realmente me
gustaría atarte en este momento, me quejo por mi deseo. No quiero darle un corte mientras ella
se retuerce y se mueve alrededor.
_ Prometo
quedarme quieta.
_ Bien.
Corro la brocha
enjabonada sobre su pubis y ella jadea. Ella
se retuerce bajo el pincel.
_ No te muevas,
le ordeno con la censura en mi tono y paso la brocha una vez más. O voy
a atarte, le digo por su
atrevimiento. Me encantaría
atarla, afeitarle y follarla. Las
contracciones en mi polla vienen inmediatamente.
_ ¿Has hecho
esto antes? Pregunta tentativamente cuando alcanzo la maquinilla de afeitar.
_ No, le digo.
_ Oh. Bueno, dice sonriendo. Me encanta la respuesta de ella.
_ Otra primera
vez señora Grey.
_ Me encantan
las primeras veces.
_ A mí también. Aquí voy, le digo y paso la hojilla
por los labios de su sexo.
_ Sigue sin
moverte, le ordeno, porque estoy
completamente concentrado en la tarea que estoy realizando. Le afeito todo el
vello. Una vez que veo que todo está listo, y la zona está tan calva como
cuando nació, agarro la toalla y le limpio el exceso de espuma.
_ Listo. Es más
o menos como debe ser, reflexiono. Ella
levanta sus brazos y me mira cuando me siento y admiro su ahora completamente sexo
afeitado.
_ ¿Feliz?
Pregunta con una voz tímida.
_ Mucho contesto
sonriendo, y ahora a pasar a la siguiente cosa que he querido hacer desde que
llegué. Con facilidad meto un
dedo dentro de ella. Sin vello. Sólo piel con piel, y ella está
deliciosamente húmeda. Me inclino
hacia abajo y corro de nuevo mi mejilla en su protuberancia sensible haciéndola
gemir. Entonces mi lengua serpentea al alrededor de sus pliegues. Ella levanta
sus caderas de la cama mientras sus piernas se envuelven alrededor de mis
hombros. Bromeo cuando ella se
rinde con mi lengua.
_ ¡Oh, por
favor, Christian! Ella se queja.
_ ¿Qué quieres
Ana? Tienes que decirme bebé... le susurro.
- ¡A ti! Me
exige.
_ ¿Quieres que
te folle con esto? Le pregunto mientras paso mi lengua alrededor de sus labios,
su clítoris, chupando con suavidad y con mi dedo jugando dentro ella.
Yo amo saborear
a mi mujer. Solo yo he estado aquí. Ella tiene un rico sabor a néctar dulce, a
inocencia y me enciende a lo grande. Ella
grita mi nombre.
_ ¡Christian,
por favor!
_ ¿Por favor,
qué, Ana? Le exijo, haciéndome el inocente.
_ ¡Tú sabes!
Dice y me jala entre sus piernas.
_ Es usted una
chica exigente, pero por casualidad hoy estoy tomando todas las solicitudes, le
digo y comienzo a chupar y lamer su clítoris sensible, ella tiene sus manos
aferradas a mi cabello, girando sus caderas en concordancia con mi lengua, y
rápidamente explota en un orgasmo que la estremece. Me llevo todo su placer en
mi boca y me levanto para sumergirme en ella y saborear los últimos espasmos de
sus paredes sedosas. Me quedo un rato en mi lugar favorito en el mundo.
_ Ahora cariño…
siénteme completo le susurro en su oído y me hundo hasta la empuñadura y
comienzo a moverme.
Hola las lectoras de este hermoso Blog. Mil gracias por los pocos, pero queridos comentarios, son los que enriquecen a esta página, porque de ellos se alimentan. Llega la época de Navidad y con ella mucho trabajo para mí, este será mi último capítulo traducido por este año, y seguiré en Enero. Espero que pasen unas felices fiestas y que tengan un próspero año nuevo. Besos.
ReplyDeleteMuchas gracias por traducir los capitulos.
ReplyDeleteFeliz Navidad.
Que pasen unas hermosas fiestas junto a todos sus seres queridos, de todo corazón una fiel fan del blog, esperare con ansias que llegue el mes de enero para asi reencontarnos, saludos Patricia, Emine.
ReplyDeleteAndrea desde Argentina.
Mil gracias por el blog Emine eres genial y espero q algún día te publiquen. Estar en la cabeza de Christian es simplemente fantástico, uno no se aburre. Patricia, mil gracias mas por la traducción, espero q continues. Ahora a esperar enero con muchas ganas. Felices fiestas , saludos desde Nueva Caledonia
ReplyDeleteHe seguido con muchísimo interés esta parte. Todos los capítulos me han estremecido y aunque no he puesto posts, solo este, creo, pero eso no impide que todos y cada uno de ellos merezcan una gran felicitación y considero que la traducción es excelente.
ReplyDeleteQuerida Patricia, mi más gran agradecimiento a tu esfuerzo, te deseo una Navidad llena de amor, paz y alegría con tus seres queridos.
Esperaré con ansias las próximas traducciones. Un abrazo muy sincero.
Hola Patricia, mil gracias por la traduccion es excelentecel trabajo que haces aquí. A Emine felicitaciones, estas versiones suyas son adictivas de tan buenas que son. Espero con ansias enero. Felices fiestas!
ReplyDeleteSaludos desde Nueva Caledonia
PATTY:
ReplyDeleteMUCHAS GRACIAS POR TU HERMOSA LABOR.
TE DESEO FELICES FIESTAS.
Y POR AQUI NOS ESTAREMOS VIENDO EL PRÓXIMO AÑO.
TE MANDO UN ABRAZO.
Y ESPERO CON ANSÍAS LA CONTINUACIÓN DE ESTA HISTORIA.
FELIZ NAVIDAD!!!!
Paty: No sabes como adoro tu historia, la tengo en un lugar muy especial en mis archivos, y espero con impaciencia tu traducción, la cual es muy buena. Por favor Paty, no nos tenga a la espera. Un gran abrazo por el ya avanzado 2015 y que todos tus sueños se hagan realidad. Son mis mejores deseos. Perdona que no haya puesto comentarios en todos los demás libros y capítulos pero eres excelente traductora.
ReplyDeletePatricia quería saludarte nuevamente ya que no ha sido publicado mis deseos de unas felices fiestas para ti y Emine, espero con ansias tu regreso, sin mas que mis ansias por seguir la lectura de tu fabulosa traducción mis saludos a las dos. Andrea desde Argentina.
ReplyDeletePatricia disculpa por tomarme el atrevimiento de escribir estas palabras pero creo que es justo dado el trabajo que realizas en esta traducción tan emotiva, detallada y llena de todo tu esfuerzo y dedicación de tu parte.
ReplyDeleteCHICAS SE QUE SON MUCHAS LAS QUE LEEN ESTE BLOG DADO QUE YO PERSONALMENTE ME HE DEDICADO A DIFUNDIR, DEJEN SUS COMENTARIOS AQUI, TENGAN EN CUENTA QUE POR ESTE MEDIO TANTO EMINE COMO PATRICIA SIENTEN QUE SE APRECIA SU TRABAJO Y QUE ESTOS MENSAJES LES SIRVE DE ALIENTO PARA CONTINUAR, muchas gracias. Andrea desde Argentina.
Hola Patricia. Espero que ahora si se publique el mensaje.
ReplyDeleteLo primero de todo es desearte, con retraso, que en ese año se cumplan todos tus deseos.
Y en segundo lugar, deseando leer de nuevo tus magnificas traducciones.
Un beso muy fuerte.