CAPITULO
XX
VEN
A CASA CONMIGO
Le indico a Ana
que gire a la izquierda, hacia la interestatal cinco, vamos hacia el norte.
Ella pisa el acelerador tan rápido que me lleva hacia atrás del asiento y luego
lo suelta cuando se da cuenta del poder de su coche. Apenas y me doy cuenta de
que acabo de ponerme el cinturón de seguridad y me aferro al agarradero de la
puerta.
_ ¡Demonios! Cuidado Ana, le increpo. Creo que está tan acostumbrada a su
motor de tres caballos y medio de fuerza, después de que treinta y seis de
ellos murieron hace mucho tiempo, que posiblemente su pie empujó con tanta
fuerza pensando que tardaría en acelerar. Su escarabajo no llegaba ni a
veinticinco kilómetros por hora en la primera arrancada para mover todo ese
peso, pero éste, llega a sesenta y cinco con solo medio pisar el acelerador. No
hay necesidad de acelerar con tanta fuerza. Ella convenientemente me voltea los
ojos, mientras Van Morrison comienza cantando una noche fabulosa para el amor… ¡y ella acelera de nuevo!
_ ¡Más despacio!
Me encuentro levantando la voz cuando me agarro de la puerta una vez más.
_ ¡Estoy yendo
despacio! Dice. ¡Que mujer más
frustrante! Es imposible que obedezca y cuando lo hace es un milagro que casi
requiere un aleluya. Suspiro.
_ ¿Qué te dijo
Flynn? Pregunto con ansiedad. Traducción:
¿Te ha dicho que me patees el culo? Mejor
aún, ¿qué le preguntaste? ¿Por qué era necesario que estuviera
fuera de la habitación? ¿Tenían
miedo de que yo hiciera una escena? Estoy preocupado, ansioso y enamorado. ¡Quiero saber!
_ Ya te lo dije
Christian. Dijo que debo darte el
beneficio de la duda, dice ella y de pronto pone las luces intermitentes. ¿Qué demonios está haciendo? ¿Consiguió su
licencia de conducir en el mercado de pescado de Pike, o qué?
_ ¿Qué demonios
estás haciendo? Le grito al entrar en pánico. ¡Nunca
sé lo que está haciendo!
_ Dejar que
conduzcas tú, dice con calma.
_ ¿Por qué?
_ Así podré
mirarte, dice ella haciéndome reír en voz alta.
¡Oh, no,
señorita Steele! Estabas tan
insistente hasta el punto de pelear por conducir. Voy a disfrutar esto y dejar que
manejes.
_ No, no…
querías conducir tú, así que sigue conduciendo y yo te miraré, le digo con un
brillo en mis ojos. Ella me fulmina con la mirada, por no poderse salir con la
suya.
_ ¡No apartes la vista de la carretera! Le
digo gritando. No, esta es
Anastasia estoy hablando de que siempre hace lo inesperado. Entonces rápidamente llega hasta la acera
justo antes de un semáforo, se detiene y sale corriendo del coche dando un
portazo, y corre hacia la acera, se cruza de brazos en un gesto defensivo y sus
ojos me miran con furia. ¡Qué
demonios! Salgo igual de rápido para
decirle que se monte en el coche.
_ ¿Qué estás
haciendo Ana? ¡No te puedes parar
aquí! Pregunto enfurecido, de pie a pocos centímetros de distancia de ella y
mirándola fijamente.
_ ¡Yo sé que no
puedo!
_ ¿Entonces por
qué te detienes? Le pregunto, completamente exasperado con ella.
_ Porque ya
estoy harta de que me des órdenes a gritos ¡O conduces tú o dejas de comentar
cómo conduzco!
¡No podemos
aparcar justo en el medio de la calle en un semáforo, porque Anastasia decide
tener una rabieta!
_ Anastasia,
vuelve a entrar al coche antes de que nos pongan una multa.
_ ¡No! Grita
con terquedad.
¡Ella me
frustra y me vuelve loco! Me
contesta, se enfrenta conmigo y aun parados en un semáforo de mierda, le
importa muy poco joderme. Incluso
enojados la atracción entre nosotros es muy palpable y algo fuera de este
mundo. Odio y amo esto. ¡Me siento vivo con ella! Tomo una bocanada de aire y
me rindo. Paso mis manos por mi pelo doblemente exasperado. Enojado, caliente,
ansioso, estupefacto, me le quedo mirando sin poder decir una palabra. Ella cambia
su estado de ánimo y comienza a sonreírme. ¿En
serio? ¿Aquí? Cuando estamos peleando, estoy casi
listo para follarla en la calle y ¿ella
me sonríe?
_ ¿Por qué demonios
te ríes? Le pregunto.
_ De ti,
responde ella divertida. Bueno,
me alegro de que ser el que proporciona el entretenimiento aquí. Mi mujer es la
chica más frustrante, y por el amor de Dios, no puedo conformarme con nadie más
sino con ella.
_ Anastasia,
eres la mujer más frustrante que he conocido en mi vida, le digo y levanto mis
manos en señal de rendición. ¡Muy
bien! Conduciré yo le digo listo
para volver al coche y ella me agarra por la chaqueta tirando de mí hacia ella.
_ No… usted es el hombre más frustrante que he
conocido en mi vida señor Grey.
¡Ella está
hecha para mí! Encajamos como guates
perfectos.
_ Bueno
señorita Steele, creo que estamos hechos el uno del otro, le digo en voz baja
inclinándome al oído mientras corro mi nariz por su pelo inhalando su aroma
profundamente. Paso mis manos como
serpientes alrededor de su cintura y la abrazo fuerte, ella me rodea igualmente
con sus brazos y finalmente siento la tensión salir de su cuerpo.
_ Dios... Ana,
Ana, susurro mientras beso su pelo y ella me abraza con más fuerza y así como
así, nuestro estrés se alivia, y hemos terminado la pelea.
I hate you then I love you - Celine Dion e Luciano Pavarotti
_ Vamos, le
digo mientras le abro la puerta del pasajero, asegurándome de que entre. Luego
rodeo el coche y me voy al lado del conductor. Con una última mirada hacia
ella, entro el coche y me muevo en el tráfico. Empieza Van Morrison a cantar "Moondance" desde el
principio. Siempre me gustó esta
canción y con un estado de ánimo relajado y ausente empiezo a cantar.
Moondance por enlace de Van Morrison
Bien, es una
maravillosa noche para un baile de luna,
con las estrellas arriba sobre tus ojos,
una fabulosa noche para tener un romance,
cubierta con la manta de los cielos de octubre,
con todas las hojas de los árboles que están cayendo,
con el sonido de la brisa que sopla,
y estoy tratando de satisfacer la llamada,
de las notas de tu corazón que tocan suave y tranquilamente.
Y toda la magia de la noche parece susurrar y callar,
y toda la suave luz de la luna parece brillar en tu rubor.
¿Puedo tener solo un baile más de luna contigo, amor?
¿Puedo tener solo un romance más contigo, mi amor?
Bueno yo quiero hacer el amor contigo esta noche,
no puedo esperar hasta que la mañana llegue,
y yo sé que ahora es el momento correcto
si te tomo entre mis brazos quizás huyas,
y cuando regreses mi corazón estará esperando,
para dejar en claro que jamás estarás sola.
Solo entonces todos mis sueños se harán realidad, querida,
solo entonces te haré mía.
Y cada vez que te toque, tu temblarás
y yo se cuanto me quieres, no lo puedes ocultar.
¿Puedo tener solo un baile más de luna contigo, amor?
con las estrellas arriba sobre tus ojos,
una fabulosa noche para tener un romance,
cubierta con la manta de los cielos de octubre,
con todas las hojas de los árboles que están cayendo,
con el sonido de la brisa que sopla,
y estoy tratando de satisfacer la llamada,
de las notas de tu corazón que tocan suave y tranquilamente.
Y toda la magia de la noche parece susurrar y callar,
y toda la suave luz de la luna parece brillar en tu rubor.
¿Puedo tener solo un baile más de luna contigo, amor?
¿Puedo tener solo un romance más contigo, mi amor?
Bueno yo quiero hacer el amor contigo esta noche,
no puedo esperar hasta que la mañana llegue,
y yo sé que ahora es el momento correcto
si te tomo entre mis brazos quizás huyas,
y cuando regreses mi corazón estará esperando,
para dejar en claro que jamás estarás sola.
Solo entonces todos mis sueños se harán realidad, querida,
solo entonces te haré mía.
Y cada vez que te toque, tu temblarás
y yo se cuanto me quieres, no lo puedes ocultar.
¿Puedo tener solo un baile más de luna contigo, amor?
Desde mi visión
periférica, veo que Anastasia me mira y su boca se abre en estado de shock por
verme cantar y entonces frunce el ceño ¿Qué pasa? ¿Tan mal canto? Pero canto
todo el camino y en unos minutos veo que sus rasgos se suavizan.
_ Anastasia,
¿sabes que si nos hubiesen puesto una multa, el coche está a tu nombre? Le digo
mientras Van Morrison empieza a cantar "Days Like This"
Days Like This - Van Morrison
_ Que bueno que
me dieron el ascenso entonces, así puedo pagar la multa señor Grey, dice con
aire de suficiencia, haciéndome reprimir una sonrisa.
Me dirijo hacia
la Interestatal 5 hacia el norte. Anastasia me mira completamente inocente y llena
de curiosidad por saber hacia dónde vamos.
_ ¿A dónde
vamos Christian? Ella pregunta para satisfacer su curiosidad.
_ Es una
sorpresa. Dime, ¿qué otra cosa te
dijo Flynn? Le pregunto. Ella sabe que yo voy a cambiar el tema
y su pregunta no va a ser contestada.
_ El Dr. Flynn dijo que te está tratando con
SSFFTB o algo así, dice ella.
_ SFBT, la
última opción terapéutica, murmuro casi para mí. Es la famosa Terapia Breve
Centrada en Soluciones.
Ella se
sorprende.
_ ¿Quieres decir
que ya has intentado otras opciones de terapia?
Resoplo al
recordar a todas ellas. Cincuenta
sombras de mierda no se limpian fácilmente y hasta ahora nada ha funcionado,
pero ésta parece un poco más eficaz. Me
volteo brevemente hacia ella.
_ Nena me he
sido sometido a todas. Cognitiva, Freudiana, Funcionalista, Gestalt, del
comportamiento… Escoge la que quieras, que durante estos años, seguro que la he
probado, le digo con amargura. Hasta que conocí a Ana. Ella es mi terapia. Es por eso que temo tanto perderla. Si
la pierdo, me perderé. La
pregunta de Anastasia me saca de mis ensoñaciones.
_ ¿Crees que
este último enfoque te ayudará? Ella pregunta, pero yo no quiero pensar en eso
ahora.
_ ¿Qué más te
dijo Flynn?
_ Que no
escarbáramos en tu pasado. Que nos centráramos en el futuro… en la meta a la
que quieres llegar.
Asiento porque
sé que él sigue diciendo lo mismo, pero al mismo tiempo me encojo de hombros porque
no sé si funcionará. Mi mente todavía está ocupada tratando de averiguar qué
más hablaron durante esos veinte ocho minutos. Tuvo que haberle dicho algo más.
_ ¿Qué más? Quiero saberlo todo.
_ Luego habló
de tu miedo a ser tocado, aunque él lo ha llamado de otra forma. Se llama haphephobia,
pero no la interrumpo. Asiento
con la cabeza para que ella continúe. También habló acerca de tus pesadillas, y
creo que él los llamó terrores nocturnos, y también habló acerca de su
auto-aborrecimiento, dice mirándome para medir mi reacción. Aparentemente Flynn trató de decir todo sin
asustarla, más bien creo que para su beneficio, para que sea más objetiva a la
hora de juzgar. Estoy perdido en mis pensamientos que tratan de evaluar lo que
todo esto significa para nosotros, ausente comienzo a morderme la uña del dedo
pulgar. Más importante aún, ¿qué dijo ella? Pienso en todo
lo que le pregunto de mí y me volteo para mirarla.
_ Mantenga sus
ojos en la carretera Sr. Grey, no en mí.
Sacarle
información a Anastasia es como hablarle a la pared.
_ Vamos
Anastasia... trato de convencerla. Estuviste en la oficina con Flynn mucho
tiempo. Estoy seguro de que han hablado de otras cosas. ¿Qué más te dijo? Quiero que me cuente todo.
_ El Dr. Flynn no cree que seas un sádico,
susurra en voz baja.
_ ¿En serio? Pregunto
en silencio, y yo no estoy de acuerdo con su evaluación. Frunzo el ceño. Yo soy un sádico, y ahí es donde Flynn
y yo no concordamos. Aunque no tenga la compulsión más y estemos de nuevo
juntos, el temor de que podría volver siempre está presente y me preocupa
demasiado. Porque sé que Anastasia me dejaría si alguna vez se me ocurre
practicar esa mierda a la que estaba acostumbrado. La idea es deprimente.
_ Dice que la
psiquiatría ya no reconoce ese término desde los años noventa, me suelta en un
suspiro. Doy un gemido interior. Su evaluación es toda teórica. Lo que esas teorías sugieren y lo que
siento, o he sentido son dos cosas diferentes. La idea de que yo tenía esos impulsos
hasta hace poco oscurece mi estado de ánimo. Exhalo una bocanada de aire
lentamente por la frustración.
_ Flynn y yo tenemos
opiniones distintas al respecto, le digo
en voz baja. Anastasia se encoge de
hombros.
_ El dice que
tiendes a pensar siempre lo peor de ti mismo. Yo
sé que eso es verdad. También
habló sobre el sadismo sexual… pero ha dicho que es una opción vital no un
trastorno psiquiátrico. Quizás sea en eso en lo que estás pensando, murmura muy
segura. Pero su conclusión me
vuelve loco, y le doy una mirada penetrante. Conozco mis malditas tendencias durante
años. Estoy jodido; no hay forma ni manera que se vea
mejor. Soy un depravado. Casi que me enojo con ella.
_ Así que
tienes una charla con el médico y te conviertes en una experta. Le digo
fuertemente. Mis palabras gotean como ácido hiriendo los sentimientos de
Anastasia.
_ Mira… si no
quieres oír lo que me ha dicho, entonces no preguntes, replica en baja voz. Vuelve
la cabeza hacia un lado, lejos de mí y mira por la ventana, no a un lugar
determinado; ella quiere
distanciarse. Apenas perdida en sus
propios pensamientos. No puedo con
su silencio. Es peor. Quiero
saber. Tengo que saber. ¡Vete a la mierda! ¡Me comporté como un culo de nuevo!
_ Quiero saber
lo que han hablado, le digo mientras dejo la interestatal 5 para dirigirme al
oeste. Ya el crepúsculo se nota en el horizonte.
Ella suspira y
responde lentamente.
_ Me ha dicho
que soy tu amante.
Finalmente
estamos de acuerdo en algo.
_ ¿Ah sí? Bueno es bastante maniático con los términos.
A mi me parece una descripción bastante exacta. ¿A ti no?
_ ¿Tú
considerabas amantes a tus sumisas? Pregunta medio curiosa o medio celosa. Yo
ya sé la respuesta a esa pregunta. Nunca hubo emociones involucradas y
ciertamente no quise a ninguna de ellas. Solo fue sexo, más nada.
_ No. Ellas
eran compañeras sexuales, murmuro. Este
es un tema delicado con ella, porque ella no maneja mi pasado muy bien, y es un
pasado que no puedo reformar. Casi que la perdí de nuevo después de que Leila
apareció. Soy cauteloso, por la dirección que esta tomando la conversación.
Pero yo quiero que ella sepa.
_ Tú eres mi
única amante Anastasia. Y quiero que
seas algo más, agrego para recordándole que yo quiero casarme con ella.
_ Lo sé. Sólo necesito un poco más de tiempo Christian.
Para reflexionar sobre estos últimos días, dice ella cuando llego a un
semáforo. Miro su cara con
ansiedad tratando de descifrar sus palabras. ¿Eso
es un no? ¿O será que sólo
piensa? Cuando el semáforo se
pone verde, asiento y subo el volumen de la música.
Hemos llegado
al punto de partida cuando Van Morrison empieza a cantar "Moondance"
de nuevo. Yo conduzco a través de
las carreteras bordeadas de abetos y pinos, y, finalmente, hago un giro hacia
un barrio residencial, y hago mi camino hacia el oeste hacia el Sound. La curiosidad de Anastasia se despierta.
_ ¿A dónde
vamos Christian? Me pregunta otra vez. No
se lo diré hasta que lleguemos allí.
_ ¡Sorpresa! Le
digo.
Pasamos por unas
casas de madera bien cuidadas. Hay niños jugando en los patios y manejando
bicicletas. Por fin llego a mi destino después de girar a la izquierda.
Llegamos a una propiedad con puertas de hierro forjado clavadas en un muro de
piedra de dos metros. Marco el código de entrada y las puertas se abren. Estoy
nervioso ahora, porque ella no me ha dado respuesta y no quisiera forzar su
decisión. ¡Joder pero quiero que me diga que sí! ¡Oh mierda! Yo me emocioné
cuando vi que esta propiedad estaba en el mercado y no quiero que nadie le
ponga las manos antes que yo. Si a Ana le gusta… será una esperanza para mí.
Miro a Ana nerviosamente. ¡Espero que le guste! ¡Espero que ella me ame!
Espero…
Ella está
desconcertada con mi expresión y crece su curiosidad.
_ ¿Qué es esto?
Pregunta.
_ Es sólo una
idea, le digo sin dar nada, todavía con esperanzas y conduzco el coche a través
de las puertas. El camino privado
serpenteado por árboles, es lo suficientemente amplio como para que pasen dos
coches. Hay más árboles del lado izquierdo de la carretera en comparación con
el lado derecho donde se ven un terreno plano lleno de grama verde y salpicada
de flores silvestres. Anastasia curiosamente mira por la ventana ya cuando está
la puesta del sol.
La casa
finalmente se encuentra en la próxima curva. Es de un estilo mediterráneo con
piedra arenisca de color rosa suave que muestra su impresionante estructura. El
BMW negro de la inmobiliaria está estacionado en frente del garaje de cuatro
coches. Aparco el coche frente al gran pórtico. Apago el coche y me volteo a
ver a Anastasia más ansioso que nunca. Pudiera tener una idea de qué me responderá
una vez que haya visto la casa.
_ ¿Me prometes
mantener una actitud abierta? Le pido con voz suplicante. Ella me frunce el ceño y yo conozco
esa mirada, algo me va a replicar.
_ Christian
desde el día que te conocí he necesitado mantener una actitud abierta. Es una
respuesta muy acertada.
_ Buen punto
señorita Steele. Entonces vamos.
La Señorita
Olga Kelly es la persona que nos abre la puerta de madera maciza. Está muy
sonriente, elegantemente vestida y lista para cerrar esta venta. Anastasia la
esta viendo y aunque trata de ocultarlo no está feliz con que otra mujer morena
me mire de manera apreciativa. Su posesividad me hace sentir un poco mejor. ¡Tú
eres mi dueña bebé!
_ Buenas tardes
señor Grey, dice saludando con una gran sonrisa y me estrecha la mano.
_ Señorita
Kelly, le respondo el saludo. Se vuelve
a Anastasia para presentarse.
_ Soy Olga
Kelly, dice ella extendiendo su mano a Anastasia.
_ Ana Steele,
dice Anastasia automáticamente, aún no puede descifrar quién es. Olga Kelly se hace a un lado y nos
deja entrar en la casa. Cuando
entramos en la propiedad, Anastasia mira a su alrededor completamente sorprendida que estemos en una
casa sin ningún mobiliario. Las
paredes están pintadas de un amarillo pálido con las sombras de cuadros que
alguna vez estuvieron colgados, como si la casa vacía tiene anhelo de albergar una
familia feliz de nuevo. Algo que dejaron
los antiguos ocupantes es una gran lámpara de araña colgando. No es de mi
gusto. Me gustan los accesorios
modernos. Los pisos son de madera
de nogal que tampoco es de mi gusto, Anastasia está viendo la casa, pero no estoy
interesado en la casa, lo que me interesa es el lugar porque tengo la intención
de demolerla.
La tomo de la
mano y entramos a través del arco hacia el interior que tiene de entrada una
doble escalera de hierro forjado que llama la atención por su grandeza. La llevo hacia la sala de estar magnífica que
solo tiene una alfombra que coincide con las paredes descoloridas. Los
ojos de Anastasia van hacia los cuatro candelabros de cristal de gran tamaño
que cuelgan del techo en la gran sala. Pero,
esto no es lo que quiero mostrarle tampoco. Seguimos
caminando a través de la sala. Cuando por fin llego a las puertas dobles
francesas, me emociono con la perspectiva de los maravillosos paisajes que
tiene el patio trasero. Caminamos
a través de las puertas y pasamos por una gran terraza pavimentada con gruesos
adoquines de mármol travertino de color pálido que le da un encanto del viejo
mundo. Luego bajamos hacia una pendiente de césped bien cortado y más abajo el
Sound donde ya se reflejan las últimas luces del día.
El paisaje que
estamos viendo es lo contrario a lo que veo cuando paseo con mi catamarán.
Desde este lado podemos ver claramente la Isla Bainbridge que se ve a la
distancia, un poco más lejos el Parque Nacional Olímpico. Los colores del
atardecer son mágicos; como si un fuego en el cielo reflejara
perfectamente el estado de ánimo en mi alma... muy emocionado, pero calmante. Las aguas profundas y calmas junto con el
crepúsculo forman una imagen celestial y a Anastasia la ha cautivado, casi se
queda sin respirar. Mis ojos la miran con ansiedad por ver y oír la reacción
que pueda tener.
_ ¿Me has traído aquí para admirar
esta hermosa vista Christian? Me pregunta en un susurro. Sólo puedo asentir. Mi corazón está en mi garganta. Quiero albergar aquí nuestro futuro
hogar. Espero tenerla como mi
esposa.
_ La vista es
sencillamente magnífica. Extraordinaria.
Muchas gracias por esto Christian, murmura volviendo la cabeza de nuevo
para admirar un poco más. Quiero
decirle muchas cosas. Las
emociones que estoy pasando en estos momentos son abrumadoras. Yo la quiero en mi vida de forma
permanente más que a nada. Yo
quiero que sea mi esposa; ella me
da esperanza de más. La esperanza
de una familia incluso... ¿Cómo puedo expresar perfectamente lo que pienso, lo
que quiero, lo que hay en mi corazón? ¿Serían
mis palabras suficiente? Lo que
Charles Dickens expresa en Nuestro común amigo, refleja mis
sentimientos en una forma que yo no podría haber dicho mejor:
“¿Sabes lo que voy a decir? Te quiero. ¿Qué quieren decir otros hombres al
usar esa expresión? Yo no lo sé; lo
que quiero decir es que estoy bajo la influencia de alguna tremenda atracción
que me he resistido en vano, y que me confunde. Usted podría atraerme al fuego, ¿podría dibujar en el agua? ¿Podría ir la
horca? ¿Podría ir a cualquier muerte? ¿Podría ir a cualquier exposición y a la
desgracia? Esto y la confusión
de mis pensamientos, es lo que me hace decir que tú eres mi ruina. Pero si
usted desea devolverme una respuesta favorable por mi oferta de matrimonio,
podrías traerme de nuevo a la alegría con la misma fuerza”
Pero estoy
demasiado abrumado por la emoción y todo lo que puedo decir en una sola
respiración es:
_ ¿Qué te
parecería contemplarla durante el resto de tu vida?
Su cabeza se
voltea repentinamente con la boca abierta y una expresión de sorpresa. Medio
aturdida y atontada con sus hermosos ojos azules abiertos como platos.
No sé lo que
significa esa expresión. Pero como aun
me queda coraje continúo.
_ Siempre quise vivir en la costa.
He navegado por todo el Sound soñando con estas casas. Esta lleva poco tiempo
en venta. Quiero comprarla, echarla abajo y construir otra nueva… le digo
ansioso de terminar con lo que pienso y le susurro con esperanza, para nosotros…
La miro expectante, con el corazón en la mano, la esperanza es algo bueno.
Espero tener un futuro con Anastasia… espero por más.
Ella se queda
callada. ¿Es que no le gusta la
idea? ¿La he asustado? ¿La cagué de
nuevo? Ana dí algo… o un gesto…
_ Solo es una
idea, agrego para que no se sienta presionada. Sus sentidos finalmente vuelven
a ella. Se voltea y mira hacia atrás en
dirección a la casa. No puedo leer su rostro. Nunca he visto esta
expresión en su cara antes.
_ ¿Por qué
quieres demoler la casa? Ella me pregunta inesperadamente. Mi cara se cae pensando
en que no le gusta el lugar.
_ Uhm... Me
gustaría construir una casa más sostenible, utilizando las técnicas ecológicas
más modernas. Elliot podría diseñarla.
Anastasia ve el interior de la casa con
ternura. Sus
ojos miran a la agente inmobiliaria que está lo suficientemente cerca para
responder cualquier pregunta, pero lo suficientemente lejos como para darnos
privacidad. Luego Ana mira hacia el techo de doble altura en donde se ve una
balaustrada que debe ser el rellano de la plata superior y una chimenea inmensa
con una hilera de ventanales. Su mirada se pierde en la nada.
_ ¿Podríamos por favor echar un
vistazo a la casa?
¿Qué? ¿Ella quiere ver la casa? ¿Significa eso que está interesada? Parpadeo con sorpresa. – Claro – le
digo encogiéndome de hombros.
Las palabras de Anastasia son como
música para los oídos de la señorita Kelly cuando nos damos la vuelta para ver
la casa. A ella se le ilumina el rostro de alegría al pensar que puede vender
la casa. Apenas y escucho a la señorita Kelly porque mi mente está ocupada
tratando de descifrar qué puede significar para Ana. ¿Le gustará la casa? ¿Esto
significa más para nosotros?
_ Señor Grey, señorita Steele, dice
la señorita Kelly, sus palabras gotean como miel. Esta hermosa casa tiene mil cien metros de
construcción en una finca de dos hectáreas y media de terrero, que bordean el
Sound. Como ustedes han visto por fuera, este inmueble cuenta con una primera
línea de playa excepcional, que mide hasta más de ochenta metros. Esta
impresionante casa fue diseñada por un arquitecto europeo bien conocido. El
salón principal con un techo de veinte pies de alto… dice mientras camina con nosotros
a lo largo de la cocina.
_ Esta cocina es de tamaño
industrial, construida con mármol cálido y encantadores azulejos españoles e
italianos en el piso como puede ver. ¡Las encimeras las trajeron desde España! Dice
emocionada. Por supuesto que aquí cabe un grupo grande y pueden tener como
mínimos dos chefs para atender cualquier reunión o evento que deseen hacer. A
medida que avanzamos hacia el comedor, pueden observar que también pueden tener
un gran número de personas para cenar. Miro a Anastasia atenta a todo lo que la
señorita Kelly nos está diciendo, como si se estuviera confesando.
_ Señorita Steele, ¿Le gusta la
lectura? pregunta la señorita Kelly a Anastasia. Anastasia parece desconcertada.
_ Sí, me encanta leer, responde ella
con una mirada inquisitiva en su cara.
_ ¡Bueno, está de suerte! La
habitación de al lado que voy a mostrarles es la biblioteca, e incluso tenemos
una sala de música como es tradición en las antiguas casas mediterráneas
grandiosas. Hay por supuesto un estudio bastante grande, ella dice mirándome.
_ Junto a la cocina, dice mientras
hace un gesto con la mano, hay una habitación muy grande, es un salón familiar.
Los ojos de Anastasia se agrandan cuando oye la palabra familia ¡Oh Dios! ¡Las esperanzas crecen en mí!
_ Hay, por supuesto, una piscina
cubierta, un gimnasio, y un sauna todo dentro de un complejo deportivo.
_ Ahora, si me siguen por aquí, nos dice
y nos lleva a través de un pasillo muy iluminado, descendemos hacia abajo por
otra escalera de hierro forjado hacia el sótano.
_ Aquí tenemos una sala de entretenimiento
con su sala de cine, dice ella. Sillas de cuero reclinables marrones oscuros se han
fijado en su lugar, y la pantalla para trasmitir la película se ve atractiva.
_ Justo al lado de esta sala, está
la sala de juegos. Anastasia inmediatamente me mira y se sonroja. Apenas puedo ocultar una sonrisa ante su
reacción.
_ Por favor si me siguen a la
segunda planta, dice la señorita Kelly y nos lleva hasta el segundo piso
subiendo por la gran escalera. Las manos de Anastasia acarician las balaustradas de
hierro forjado como si estuviera consolándolas. Luego se vuelve hacia mí y me pregunta, Christian, ¿no
podría convertirse la casa ya existente en una más ecológica y autosostenible?
¿Qué? Estoy más que sorprendido. Anastasia me está dando esperanzas. Me encantaría tener esperanza, pero ¿por qué no me ha
contestado todavía? Parpadeo con sorpresa.
_ Tendría que preguntárselo a
Elliot. Él es el experto. Ella asiente con la cabeza sumida en
sus pensamientos. Cuando llegamos a la segunda planta, la señorita Kelly nos
detiene drásticamente ante una puerta.
_ Sr. Grey, señorita Steele, ella abre
las puertas dobles de diez pies que ocultan un gran dormitorio. Aquí tenemos la suite principal, dice y nos permite entrar. La habitación puede ser que necesite un poco de atención, sin
embargo, las ventanas son de una altura hermosa y las balaustradas de piedra
caliza en la terraza con vistas al Sound y a la isla de Bainbridge ¡son para morirse! Como pueden ver, en el
muelle hay dos espacios para embarcaciones de 90 pies, dice ella admirada. Anastasia está
demasiado hipnotizada y perdida con la vista.
_ Tenemos cinco habitaciones
adicionales en esta planta, dice la señorita Kelly y continúa la gira. No estoy pendiente de escuchar lo que está diciendo.
Estoy demasiado ocupado viendo a Anastasia interactuar con ella, como una mujer
que se está preparando para escoger la casa para su familia. Las palabras su precio muy
por encima que el precio de los rubíes, hace eco en
mi cabeza. Ella es mi mujer. Pero ella no me ha dicho "sí" todavía. ¿Por qué no me ha dado una respuesta? ¿Por qué esta tortura?
En un momento la señorita Kelly ha
terminado su gira y nos lleva de nuevo a la gran sala. Se aleja para darnos intimidad
y tomo la mano de Anastasia para llevarla a la terraza de nuevo. El sol se ha ocultado
completamente y ahora sólo las luces centelleantes de la ciudad están brillando
en la superficie del agua. Traigo a Anastasia hacia mis brazos para abrazarla con
fuerza, y con el dedo índice, levanto su cabeza buscando su mirada.
_ ¿Demasiadas cosas para digerir? Le
pregunto tratando de mantenerme sin expresión. Pero un huracán se está gestando
dentro de mi alma. Yo anhelo que ella acepte mi propuesta de ser mía. Ella
asiente con la cabeza sin decir nada.
_ Quería comprobar que te gustara
antes de comprarla.
_ ¿Quieres decir que si me gusta la
vista? Me pregunta. Asiento con la cabeza en respuesta, porque las palabras
tropiezan unas con otras en mi garganta y no logran salir.
_ Me encanta la vista Christian y
esta casa también, dice haciendo un gesto con la mano. ¿Qué? La esperanza inunda mi corazón.
_ ¿Te gusta? Le pregunto.
_ Christian me tuviste ya desde el
prado, me dice con una sonrisa tímida.
Sus palabras son mi perdición, inhalo
fuertemente con su respuesta, y sonrío de oreja a oreja, mientras mis manos toman
su cabello y mis labios descienden en los de ella. El beso nos consume. ¡Estoy
en el cielo!
Agradecemos a la señorita Kelly y le
digo que me pondré en contacto con ella con una oferta.
El precio inicial es de 12,8
millones de dólares. El impuesto a la propiedad es más de cincuenta y
cuatro mil dólares al año. Pero eso
no me importa, si compro esta propiedad voy a formar una familia con Anastasia.
Espero…
Después de entrar en el coche, nos
dirigimos hacia Seattle y estoy completamente eufórico.
_ Entonces ¿Vas a comprarla? Me
pregunta
_ Sí, sobre todo porque te gusta, le
respondo.
_ ¿Pondrás a la venta el apartamento
de Escala?
_ ¿Por qué iba a ser eso?
_ Para pagar la…
_ No te preocupes nena, me lo puedo
permitir, le digo sonriendo.
_ ¿Te gusta ser rico? Me pregunta
con curiosidad.
Me gusta el dinero porque me da
poder. Me gusta la libertad y el control que me da. Le respondo sinceramente.
_ Sí. Muéstrenme a alguien que no le
guste, digo ominosamente. El hecho es que a todos les gusta ser ricos.
Ella se ve incómoda. Yo no quiero que esté incómoda a mí alrededor por
culpa de mi riqueza. Ella nunca ha estado hambrienta. Ella nunca ha vivido en
la pobreza extrema. Mi madre llegó muy bajo por culpa de esa pobreza y murió a
causa de ella. Ni siquiera su propio hijo la motivó a levantarse. Pero no
quiero que ella se sienta intimidada por todo lo que tengo.
_ Anastasia si aceptas mi proposición
vas a aprender a ser rica también, le digo en voz baja.
_ La riqueza es algo a lo que nunca
he aspirado Christian, dice en un suspiro.
_ Lo sé y eso me gusta de ti. Pero
también es verdad que nunca has pasado hambre. Es algo que no se lo deseo a
nadie. Esa es mi realidad. Ella asiente con la cabeza y cambiamos el tema.
_ ¿A dónde vamos? Pregunta.
_ A celebrar.
_ ¿A celebrar qué, la casa?
_ ¿Ya no te acuerdas? Tu puesto de
editora.
_ Ah sí ¿Dónde?
_ Arriba en mi club, le digo sonriendo.
_ ¿En tu club?
_ Sí, uno de ellos, le respondo.
_ ¿Dónde está?
_ En el piso setenta y seis del
Columbia Tower, le digo sonriendo. Los ojos de Anastasia se amplían.
Cuando llegamos nos sentamos en el
bar mientras esperamos por una mesa más privada, le entrego a Anastasia una
copa bien fría de champán Cristal.
_ ¿Una copa señora? Le pregunto.
_ Muchas gracias señor, dice batiendo sus pestañas
coquetamente hacia mí. Definitivamente está coqueteando conmigo y me lo hace
saber.
_ ¿Está coqueteando conmigo señorita
Steele?
_ Sí señor Grey, estoy coqueteando
¿Qué piensa hacer al respecto?
Ah, se me ocurre una serie de cosas. Pero, estoy pensando en la frustración sexual,
sabiendo que a ella le gusta la gratificación instantánea. Yo puedo retrasar
mis propios impulsos para una gratificación luego. Por supuesto ella nunca ha
trabajado en esto. Después de todo la anticipación solo amplifica la intensidad
del resultado final. Ella me ha hecho sufrir toda la semana sin una
respuesta y la única manera en que puedo pagarle es en especie: frustrarla igualmente.
_ Seguro que se me ocurrirá algo, le
digo con voz deseosa. Vamos nuestra mesa está lista.
Cuando nos estamos acercando a
nuestra mesa, me detengo y la tomo por el codo.
_ Ve a quitarte las bragas, le
susurro en el oído. Ella se detiene en seco y voltea a mirarme.
_ Ve, le ordeno en un susurro. Ella busca en mi cara para asegurarse de que hablo en
serio. Nunca he hablado más en serio de nada hoy. Siento su cambio de actitud a una de insensible. Sin decir una palabra, ella me entrega su copa de
champán, y se gira rumbo al baño.
Cuando me siento en la mesa, el
camarero se acerca.
_ ¿Desea esperar a la dama para
ordenar señor?
_ No, yo sé lo que queremos.
_ Muy bien señor. ¿Qué desea?
_ De entrada queremos unas ostras,
de segundo lubina con espárragos en salsa holandesa y patatas salteadas.
_ ¿Eso es todo, señor?
_ Sí, gracias, le digo y el camarero
sale de prisa a poner nuestro pedido.
Anastasia llega después de unos
pocos minutos. Me pongo de pie cuando ella vuelve a nuestra mesa. La impresión que quiero darle
es como de expectativa. Estoy muy tranquilo para su beneficio y el de los
clientes. Ella está tratando de leer mi expresión, tratando de descifrar lo que
voy a hacer, pero no puede.
_ Siéntate a mi lado, y ella se
desliza en el asiento junto a mí. Ya he ordenado por ti, espero que no te importe, le digo
mirándola. Le entrego su copa de champán. Ella me ha
frustrado toda la semana esperando por su respuesta; haciendo que me den ganas
de gritar, suplicar, incluso obligarla a que me diga que sí. Sin embargo, no
dice nada; pero esta noche, igualmente la frustraré tal cual como ella hace
conmigo. ¡En el momento en que termine con ella, el universo se reirá de culo irónicamente! ¡Una por una no es trampa Anastasia!
Coloco mis manos sobre mis muslos como si me estuviera preparando para tocarla
y me doy cuenta que ella se tensa y separa las piernas. No puedo dejar de
sonreír internamente.
No ha pasado mucho tiempo desde que
Ana se ha sentado, cuando el camarero trae las ostras sobre hielo. Le sonrío
con el recuerdo del Heathman y la cena.
_ Anastasia, si mal no recuerdo, me
parece que las ostras te gustaron la última vez que las probaste, le susurro en
tono seductor.
_ La única vez que las he probado,
dice en un tono muy sensual. Le sonrío sabiendo que prendí el fuego. ¡Qué
comience el juego!
_ Señorita Steele, ¿cuándo va a
aprender? Le pregunto divertido. Tomo una ostra y haciendo un amague levanto mi mano
del muslo. Veo que a Ana se le corta la respiración y todo su
cuerpo tiembla de anticipación; nuestros
cuerpos están tan en sintonía. Pero yo tengo
el control, yo soy el conductor. Cuando ella ve que mi mano toma una rodaja de limón,
veo la decepción que cruza por su rostro.
_ ¿Aprender qué? Ella pregunta
distraídamente. Aprender que puedo torturarla con deseo insatisfecho,
puedo dejarla caliente y con ganas y no hay final a la vista. Puedo hacer que ella me pida que la toque. Casi puedo oír su pequeño corazón palpitante; la yugular en el cuello está pulsando frenéticamente. Aprieto el limón en la ostra y la llevo directamente a
sus labios.
_ Come, le
susurro.
Sus labios se abren por la
anticipación, pero el único contacto que tendrá será con la concha de la ostra.
No la voy a tocar en absoluto.
_ Inclina la cabeza hacia atrás nena,
le susurro en un tono salaz. Lo hace, y yo inclino la concha de la ostra que se
desliza hacia su boca y puedo ver su garganta tragando sin problemas. ¡Tan
podidamente sexy! ¡Sólo puedo imaginarme mi polla allí y ella tomando todo de
mí!
Tomo otra ostra y exprimo el limón y
la llevo a mis labios para que ella me vea comerla. Ella traga con dificultad,
sus labios se abren para dar cabida a su respiración. Tomo otra ostra y le exprimo el limón de
nuevo. Pongo la mano sobre mi cadera y la paso por mi muslo frotándolo. Ella me
ve emocionada esperando mi toque, pero por supuesto no lo haré. Llevo la concha de la ostra a
sus labios otra vez y una vez más le doy de comer. Tomo la próxima para mí y ella
está casi jadeando. Continúo mi
tortura con las doce ostras. No hago ningún contacto físico con ella; sólo le doy la idea de que la voy a tocar, construir
el deseo, la esperanza, la anticipación, pero nunca la conexión de piel con
piel. Se está volviendo loca. Cuando pongo mi mano en mi pierna de nuevo, la paso
por todo el muslo arriba y abajo y ella
solo mira mis movimientos a punto de saltar sobre mí en la mesa. Entonces hago
de nuevo el amague de levantar mi mano para tocarla, pero la pongo sobre la mesa.
Ella mira mi mano como si fuera un premio, estoy seguro que en este momento
anhela mis dedos en ella.
El camarero vuelve de nuevo con
nuestro plato principal y también llena nuestras copas de champán. Cuando ella
se da cuenta de lo que pedí sonríe.
_ ¿Es este uno de sus platos
favoritos señor Grey? Ella pregunta con un brillo en sus ojos recordando el Heathman.
_ Sin duda, se convirtió en uno,
señorita Steele. A pesar de que fue bacalao lo que comimos en el
Heathman, le digo recordándole. Bajo mi
mano a mi pierna de nuevo y la recorro a todo lo largo. Mi mirada está en ella. Su pecho comienza a subir y bajar en una sucesión
rápida, distraída y ardiente.
_ En ese entonces estábamos en un
comedor privado y recuerdo que estábamos hablando de contratos, dice mientras
sus ojos van a mi mano.
Sonrío al recordar. Ella está ansiosa de tener mi mano sobre ella, así
como yo lo quería en aquella oportunidad. Supongo que está bien excitada por su
sonrisa lujuriosa.
_ Qué días aquellos… sonrío con
malicia. Espero esta vez conseguir follarte, le digo y sin esperar su
respuesta, agarro mi cuchillo y corto la lubina. Yo sé que ella está deseosa
porque la toque, pero al darse cuenta de que mis acciones no van con mis
palabras, su frustración se eleva.
_ Yo no contaría con ello Sr. Grey,
murmura haciendo pucheros. Hablando
de contratos, el acuerdo de confidencialidad…
_ Rómpelo, le digo sin más.
_ ¿Qué? ¿En serio?
_ Sí, contesto tajante.
_ ¿Estás seguro de que no iré
corriendo al Seattle Times con una exclusiva? Dice en tono burlón y como
siempre me hace sonreír.
_ No, confío en ti. Voy a concederte
el beneficio de la duda. Ella levanta la
vista hacia mí con una mirada de admiración y su sonrisa tímida de amor.
_ Lo mismo digo señor Grey, susurra.
Ahora continúo con la próxima ola de
asaltos.
_ Estoy encantado de que lleves un
vestido, le susurro. Ella entrecierra los ojos y me mira con enojo.
_ Entonces por qué no me has tocado,
gruñe entre dientes.
_ ¿Añoras mis caricias? Le pregunto
sonriendo. Sus labios se separan exhalando.
_ Sí, dice echando humo.
_ Come, le ordeno.
Ella levanta su mirada hacia mí
fijamente.
_ ¿No vas a tocarme verdad?
_ No.
_ ¿Qué? Dice en un gemido ahogado.
_ Imagina cómo te sentirías cuando
lleguemos a casa. Estoy impaciente por llevarte a casa, le susurro en su oído. Más leña al fuego señorita Steele.
_ Si empiezo a arder aquí, en el
piso setenta y seis será culpa tuya, sisea entre dientes.
_ Oh Anastasia ya encontraremos el
modo de apagar el fuego, le digo sonriendo con unas ganas... Ella me está contemplando y sé que está tramando algo. Sumerge el tenedor en su pescado, y rompe una pieza. Cuando
la comida toca sus labios, cierra los ojos saboreando gustosamente, con una
mirada perdida de placer. Una vez que lo traga, revolotea sus pestañas y su mano
baja hasta su pierna. Lentamente sube el vestido sobre su hermoso muslo. Ella
me está devolviendo la pelota y trata de derrotarme en mi propio juego. Mi tenedor se detiene en el aire. Ella quiere que la toque. Pero hago un esfuerzo por ignorarla, que no es tan fácil
cuando está jadeando y ofreciéndose a mí. Yo pretendo hacerle ver que su juego no me afecta y
sigo comiendo. Anastasia suelta el cuchillo y sensualmente pasa su
mano por el muslo tocándose, tratando de doblegarme y lo está logrando. Ella no
lo sabe, pero mi polla inmediatamente responde con un movimiento. Me detengo de
nuevo, para recuperar el control y me inclino para susurrarle: Sé lo que estás
haciendo.
_ Ya sé que lo sabe señor Grey, de
eso se trata, dice con voz suave.
A continuación, toma un tallo de
espárragos, y lo sumerge en la salsa, y lo lleva a sus labios, girando y
arremolinando la lengua sobre él como si le estuviera haciendo una felación. Está tratando de devolverme el juego a mí, una vez
más.
_ No crea que me está devolviendo la
pelota señorita Steele, le digo y le quito el espárrago. Abre la boca, nena…
Ella jadeaba mientras me mira con
sus largas pestañas. Yo no soy inmune a sus encantos, es sólo que tengo un mejor control. Yo siempre estoy con el arma
lista cuando se trata de Anastasia, dispuesto a disparar. ¡Siempre me tiene
excitado! Un poco más de esto y me tendrá en sus manos. Ella abre los labios lo
suficiente para que el aire pase a través de ellos y pasa su lengua por el labio
inferior. ¡Oh mierda! Solo puedo sonreír pero mis ojos se oscurecen con un
deseo lascivo.
_ Más… apenas puedo decirle. Con mis
labios entreabiertos le dejo ver un poco mi lengua también. Ella abre más la
boca aceptando. Su lengua a la espera y sus labios color rosa deliciosos. Tomo
una inhalación brusca. Nuestros
ojos se bloquean. Ella toma el espárrago, pero en vez de morderlo lo chupa
lenta y suavemente con unas ganas… ¡No me jodas! ¡Sé que tiene una boca y
lengua talentosa, eso ya lo he probado!
Cierro los ojos para suprimir el
deseo creciente, pero cuando los abro de nuevo otra vez, yo también me estoy
quemando por ella. Al ver mi reacción ella gime y su mano se estira para
tocar mi muslo. Tomo su mano. Nop. El juego no ha terminado. Todavía estamos jugando.
_ ¡Ah no! No haga eso señorita
Steele, le digo en voz baja. Luego pongo su mano en su propia rodilla.
_ ¡No juegas limpio! Se queja
poniendo mala cara.
_ Lo sé, digo recuperando el control
del juego una vez más. Levanto
mi copa de champagne y propongo un brindis por
su ascenso. Tintineamos las copas.
_ Sí, no me lo esperaba, murmura, recordando
lo que el hijo de puta de Jack le hizo y mi expresión se oscurece. Pero, yo no
quiero que frustremos nuestro estado de ánimo aquí.
_ Come. No te llevaré a casa hasta
que termines toda la comida y entonces lo celebraremos de verdad.
_ No tengo hambre de comida, se queja lista para ser follada en estos momentos.
_ Come o te pondré sobre mis
rodillas aquí mismo y daremos un espectáculo a los demás, le digo amenazante. Ella se retuerce en su asiento, y su boca va en
una línea tensa, y sólo me mira fijamente. Tomo otro tallo de espárragos, lo sumerjo en la sala y se lo
ofrezco.
_ Cómete esto y la miro
seductoramente. Su mirada se conecta con la mía, ella abre sus labios
y toma la punta, lo chupa y lo come.
_ No comes como es debido. Has
perdido peso desde que te conozco, nena.
_ Todo lo que quiero es ir a casa y
hacer el amor, murmura tristemente, haciéndome reír con su declaración.
_ Yo también y eso haremos, come.
Entonces se da cuenta que no iremos
a casa hasta que ella coma. Así que se da por vencida y comienza a comer.
_ ¿Cuánto tiempo que conoces a Kate
Kavanagh, Anastasia? Le pregunto a la ligera.
_ Desde que empecé la universidad.
_ Ya veo... ¿Ese mismo tiempo tienes
conociendo a Ethan?
_ Sí, más o menos, dice
entrecerrando los ojos tratando de descifrar a dónde voy con este tipo de
preguntas.
_ Nunca los conocí hasta después de
que te conocí, pero conozco a su padre desde hace bastante tiempo, hemos hecho
negocios de vez en cuando.
_ ¿En serio? Yo no sabía eso, dice sorprendida.
_ ¿Alguna vez has salido con Ethan?
Le pregunto, apenas reprimiendo los celos.
_ No, solo es un buen amigo. El
hermano de mi mejor amiga, responde ella.
A Ethan le ocurre lo contrario. Él tiene ojos para Anastasia. Cuando la mira me hace pensar
que tuvieron relaciones sexuales durante una semana y él parece que no acaba de
saciarse con ella. Pero, por
supuesto, yo sé que no es cierto. ¡Es sólo que no quiero que otros hombres se le hagan
agua la boca con mi mujer!
_ ¿Cómo está tu comida? Le pregunto
pasando mi mano por mi muslo de nuevo, tan cerca de ella pero nunca tocando.
Ella parpadea. Ni siquiera registra la pregunta en su cabeza, ella está
distraída viendo mi mano.
_ Todavía estoy comiendo, dice con
aire ausente. Sonrío. En los próximos minutos, finalmente se las arregla
para terminar toda la comida y pone el cuchillo en el plato.
_ Terminé y sonríe como un niño
pequeño que logró algo monumental.
_ Buena chica, la alabo. Mis palabras están llenas de promesas de lo que va tener
para su recompensa, y ella se retuerce en su asiento.
_ ¿Qué hacemos ahora? Pregunta
jadeando.
_ Ahora, nos vamos, nena. Creo que tiene usted ciertas expectativas señorita
Steele, las cuales voy a intentar complacer lo mejor que sé, le respondo y ella
casi convulsiona en su asiento.
_ ¿Lo… mejor… que sabes? Dice
incapaz de formar una frase coherente. El deseo está rebosante en ella. Me levanto y le extiendo mi mano. Ella me pregunta si no voy a pagar.
_ No, soy un miembro de aquí, me van
a enviar la cuenta. Vamos, nena, después de ti, le digo sonriendo.
Miro a mi mujer con un oscuro deseo,
la desnudo con los ojos, me imagino todas las cosas que voy a hacer con ella en
poco tiempo. No puedo esperar para ver su reacción. Ella se levanta majestuosamente, y se pone delante de
mí y se arregla el vestido lentamente, tomándose su tiempo suavizado sus
muslos. Sé lo que está haciendo.
_ Estoy
impaciente por llegar a casa, le murmuro y vamos camino hacia los ascensores.
Le digo al Maître que por favor tenga el coche listo para nosotros. No puedo
esperar más. Quiero a mi mujer de postre.
Pulsamos el botón para llamar al
ascensor. Hay una pareja de mediana edad esperando igual que nosotros. Cuando se abren las puertas tomo a Anastasia por el
codo y la llevo a la parte final del ascensor. Cuando entramos George Stathakis
está con su esposa y me saluda. El se ha hecho millonario con la importación y
exportación. Sabe donde conseguir las mejores ofertas y precios más bajos en
todo el mundo para venderlo a los mayoristas y comerciantes de todo el país.
_ Grey, me saluda. Asiento con la cabeza en respuesta. Hay dos parejas en frente de nosotros charlando en voz
alta posiblemente debido a que están medio embriagados.
Las puertas del ascensor se cierran y
me agacho para amarrarme el cordón de mi zapato para no levantar sospechas de
lo que estoy a punto de hacer. Después de volver a atar mis cordones,
discretamente pongo una mano en el tobillo de Ana que se pone completamente
rígida. Poco a poco me levanto del suelo deslizando mi mano por su pierna hasta
arriba llegando hasta su culo y aprieto. Anastasia se sofoca rápidamente con un
jadeo ahogado. Mi brazo libre la serpentea alrededor de su cintura
mientras me coloco detrás de ella y la acerco a mi cuerpo con fuerza. Mi dedo
índice se sumerge en su sexo húmedo y deseoso y empiezo dando vueltas dentro de
ella. Apoyo la cabeza en su hombro y la abrazo fuerte mirando la parte de atrás
de la cabeza de las demás personas. Mi
dedo entra en profundidad hasta los nudillos y Anastasia trata de sofocar otro
gemido. El ascensor se detiene en el piso cincuenta y tres y otras personas
entran y yo la abrazo con más fuerza. Meto otro dedo en su sexo y sigo con mi
deliciosa tortura. Ella está
caliente, húmeda, exquisita como siempre. Me apoyo en su
oído y susurro con una voz que sólo ella pueda oír. – Siempre tan caliente y lista para mí, señorita Steele – Ella
se retuerce y jadea, apenas capaz controlarse a sí misma.
_ Estate quieta y callada, le
ordeno. El ascensor se detiene en el piso cuarenta y cuatro y entran otras
personas. Todas ajenas a lo que le estoy haciendo con ella. La llevo más a la
esquina y sigo sumergiendo mis dedos dentro y fuera de su sexo. Puedo sentir
sus pliegues hincharse mientras mis dedos van en una danza deliciosa en su
interior. Mi polla está preparándose para lo que viene, y necesito un poco de
fricción, así que me pego en su contra para que me sienta. Ella jadea de nuevo.
_ Chsss, le doy otra advertencia.
¡Estoy tan jodidamente caliente ahora! Para los otros pasajeros, probablemente
parecemos una pareja muy enamorada que anda con besuqueos, ajenos al mundo en
la esquina del ascensor. Nadie se molesta en prestar atención a nosotros.
Saco mi dedo y froto su perla de
placer que está sensible y entonces sumerjo mi dedo de nuevo en su sexo otra
vez y meto otro. Ella se hunde en mis brazos, entregada al placer que le
proporciono, pero yo no quiero que se corra. Quiero que esté deseosa por mí
cuando lleguemos a casa.
_ No te corras, le pido firmemente.
Eso lo quiero para después… Mi brazo
libre aprieta de nuevo su cintura y extiendo mi mano sobre su vientre
presionando para mantenerla en su lugar, pero es para darme más facilidad de
profundizar en ella y torturarla deliciosamente.
El ascensor finalmente llega a la
planta baja y yo saco cuidadosamente mis dedos fuera de ella y le beso la parte
superior de la cabeza. Stathakis se despide de mí cortésmente y tomando a su
mujer sale del ascensor. Ana se da la vuelta gastada, deseosa, sin acabar,
caliente y mojada.
_ ¿Lista nena? Le pregunto cuando
sumerjo mis dedos en mi boca y los chupo con fuerza. – Pura delicia señorita
Steele – Le susurro.
_ No puedo creer que acabes de hacer
eso, dice casi cayéndose a pedazos.
_ Le sorprendería lo que soy capaz
de hacer señorita Steele, le digo extendiendo mi mano para meter un mechón de
pelo detrás de su oreja.
_ Quiero poseerte en casa, pero
puede que no pasemos del coche y salimos del ascensor.
_ Vamos señorita Steele.
_ Sí, quiero hacerlo, murmura con petulancia.
_ ¡Señorita Steele! Le reprendo con
un fingido horror.
_ Nunca he practicado el sexo en un
coche, murmura. ¡Más vale que no lo haya hecho! Me detengo en seco y me vuelvo
hacia ella, sosteniendo su barbilla para mirarla a los ojos.
_ Me alegra mucho oír eso. Debo
decir que me habría sorprendido mucho, por no decir molestado, que no hubiera
sido así, siseo entre dientes apretados. Ella no sabe cómo me pongo de celoso. Incluso la idea
de ella con alguien más me vuelve loco. Ella es mía y sólo mía.
_ No quería decir eso, ella replica
de nuevo.
_ ¿Qué querías decir? Pregunto en
todo áspero.
_ Solo era una forma de hablar
Christian, responde
_ Ya. La famosa expresión “nunca he
practicado el sexo en un coche” Sí es muy conocida. Es sorprendente la
facilidad con que dispara su lengua señorita Steele.
La mayoría de la gente tiene miedo
de los celos, del odio, incluso. Pero Sidonie Gabrielle Colette dijo que “los celos
no son del todo bajos, pero nos pillan humillados y abatidos, a primera vista”,
y mi amor y deseo por Anastasia es tan grande que incluso la idea de que alguien
más la mire con los mismos ojos que yo, hace que mi corazón se corte en mil
pedazos, poco a poco sangrando casi hasta la muerte.
_ Lo he dicho sin pensar Christian…
Por Dios, tú acabas de… hacerme eso en un ascensor lleno de gente. Tengo la
mente aturdida.
_ ¿Qué te he hecho yo? Le pregunto
porque quiero que me diga que yo soy el único que la calienta, que la pone
deseosa y lujuriosa. ¡Quiero que me diga que soy su hombre!
_ Me has excitado. Muchísimo. Ahora
llévame a casa y fóllame, me dice con los ojos ceñudos y enojada. Esto es más
de lo que esperaba. Mi mandíbula se abre
y no puedo dejar de escapar una risa.
_ Es usted una romántica empedernida
señorita Steele, le digo y la tomo de la mano para sacarla del edificio en
donde ya nuestro coche nos espera.
Que descriptivo este capitulo, mejor imposible gracias por este nuevo capitulo, como siempre un honor y un gran placer.Espero por mas Emine sin palabras, Patricia gracias por seguir traduciendo
ReplyDeleteMuchas gracias!!!!!
ReplyDeletefantástico CAPITULO ME ENCANTA ESE JUEGO DE CRISTIAN, ES TREMENDO,AMO SI DESESPERO POR SABER LA RESPUESTA, ME ENCANTA COMO PIENSA EN ANA, DE VERDAD ES UN PLACER LEER ESTA HISTORIA, Y ANASTACIA COMO SE COMPLEMENTA A EL, HAY QUE VER COMO LE SIGUE EL JUEGO, Y DICEN QUE ELLA ES MEDIO BOBA, JA ESA DE BOBA NO TIENE UN PELO, GRACIAS EMINE COMO SIEMPRE ERES GENIAL, Y TU MI AMIGUI PATRICIA TE AMO GRACIAS MIL POR ESA MARAVILLOSA TRADUCCIÓN, ESPERO CON ANSIA EL PRÓXIMO CAPITULO. UN BESOTE..
ReplyDeletePatricia Aurora Mmmmm....ayer extrañe el capitulo!! Gracias Emine y Patricia por su trabajo y a Fanny por subirlo
ReplyDelete20 de diciembre a la(s) 11:42 · Me gusta · 1
Claudia Henao Gracias Patricia, Emine
20 de diciembre a la(s) 12:24 · Me gusta
Andrea Valenzuela Ulloa aaaa dios mio!!!!!...que hombre por todos los cielos...-.-que buen capitulo..quien no querria celebrar algo con el......es genial gracias emine y patricia...fantastico me encanto
20 de diciembre a la(s) 13:21 · Me gusta
Analia Cesar I love Christian's side of the story. Thanks Emine! You're a genie!
Patricia un impecable trabajo como siempre! Gracias!
20 de diciembre a la(s) 13:40 · Me gusta
Anna Wann Graciassss!
20 de diciembre a la(s) 13:49 · Me gusta
Maria Gabriela Seco Avila yo tambien quiero una celebracion tan atrevida jajaja excelente capitulo como siempre
20 de diciembre a la(s) 14:09 · Me gusta
Nancy Fica Soto se extrañaba a grey muy vuen capitulo emine y patricia yo tb quieri una cena asi jajaj
20 de diciembre a la(s) 15:29 · Me gusta
Paola Baez muy bueno este capitulo
20 de diciembre a la(s) 15:39 · Me gusta
Yudii Moràn Gracias Emine y Patricia que gran trabajo..
20 de diciembre a la(s) 15:59 · Me gusta
Noelia Palma Fuentes Genial me e
20 de diciembre a la(s) 16:40 · Me gusta
Vita Garcia Rangel como siempre mas que sorprendentee....... gracias Emine
20 de diciembre a la(s) 16:49 · Me gusta
Titi Jerez de ensueño gracias bs
20 de diciembre a la(s) 17:13 · Me gusta
Alejandra Moyano Ahi lo leoo !!!!
20 de diciembre a la(s) 17:14 · Me gusta
Teresa Dahlin Genial
20 de diciembre a la(s) 17:56 · Me gusta
Alejandra Moyano Tres reglas fundamentales para a una cena una no llevar bombacha. Dos comer provocativamente y haya un ascensor ... Jaja . Que capitulon gracia enime y patricia .... Fanny gracias por subirlo !¡!!!
20 de diciembre a la(s) 18:37 · Me gusta
Maritza Cordova wow, como siempre un deleite leerles gracias, cada capítulo amo mas su forma de ser de Cristian
21 de diciembre a la(s) 2:49 · Me gusta
Francisca Rodriguez Fernandez Ke bueno
21 de diciembre a la(s) 7:00 · Me gusta
Begoña Fraile Toribio me encantaaaaaaaaa
21 de diciembre a la(s) 13:47 · Me gusta
Giselle Sanchez Rodriguez gracias chicas excelente!
24 de diciembre a la(s) 0:13 · Me gusta
Claretzimar Barboza amiga donde encuentro los otros capitulos?
Me encanta como plasmas todo desde el punto de vista de Cristian. Eres muy buena escritora.
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