Saturday, March 8, 2014

Libro II - Capítulo X: CINCUENTA SOMBRAS DE GREY - CHRISTIAN Y ANASTASIA

CAPITULO X
CLUB NAUTICO
  



 Traducido y editado por: Patricia Pinto

Estoy desconcertado sintiendo mucho miedo por mi propia admisión. ¡Lo dije en voz alta! Por fin lo he admitido. Le he dicho a esta diosa que está delante de mí el sentimiento más guardado.  Mis entrañas están girando y tengo esa desgarradora sensación de que soy indigno de amarla. Anastasia se ve alegre, feliz, y ella tiene ese amor incontenible y el anhelo por mí en su mirada.  

In Her Eyes - Josh Groban 

Ella se ve tan inocente, tan atractiva, tan celestial, y eso me hace sentir como una mierda; un hombre desprovisto de alma no debe ser el amor de una chica así.  No puedo soportar la forma en que me mira, como si nada existe para ella sino solo yo en el universo. Recuerdo lo que dijo Sydney Carton en un momento así. “Yo soy un esclavo que te ha decepcionado señor. No me preocupo por ningún hombre en la tierra, y no hay hombre sobre la tierra que se preocupe por mí”

Eso es lo que pienso de mí y niego que mis sentimientos salgan a la superpie. “El amor es una emoción inútil, debilita al hombre” El objetivo final del mismo, lo puedo conseguir por otros medios, sin necesidad de cargar el equipaje que trae. Y ahora aquí estoy al descubierto y con mucho que ocultar, pero no tengo donde esconderme. Estoy frente a este ángel que viene extrayendo con habilidad la miseria de mi existencia. Una existencia llena de capas, pero cuando se levantan todas, estoy es lo que soy. Estoy abierto a ella. Todo esto es nuevo para mí. ¡Yo nunca, jamás le pronuncié estas palabras a nadie en mi vida! ¡Ni a mis padres, ni a mis hermanos, ni a ningún ser viviente! Nunca amé. Definitivamente soy como Sydney Carton hoy. “He tenido esta debilidad, la debilidad de desear repentinamente que ella lo sepa. Me siento como un montón de cenizas en el fuego”

El amor de Anastasia es mi resurrección. El amor de Sydney no fue correspondido. Estuve asustado y sorprendido de saber que Anastasia me ama, pero ahora que lo sé, no puedo prescindir de él.  "Quiero abrazar cualquier sacrificio por nosotros y por nuestros seres queridos”  dijo Sydney a Lucie. Esa era la única manera real de que pudiera dar su amor por ella. Yo también haría cualquier sacrificio por Anastasia, a excepción de verla con otra persona. ¡Moriría antes de permitir que eso suceda! No soy más que un hombre egoísta. Sydney Carton tuvo un sueño que terminó en nada. Pero él le dijo a Lucie que lo inspiró en el sueño. Yo no quiero que esto sea un sueño con Anastasia. Quiero vivir en ella. Quiero experimentar, que sea para mí. ¡Solo para mí! Yo no soy el tipo de hombre que abandona una pelea. Y yo lucho para ganar. Si eso es necesario para tenerla, me gustaría hacerlo con cualquier persona que se atreva a desafiarme.

Anastasia llega hasta mí y me estrecha la cara con sus manos y me da un beso… me besa con una pasión tan gentil; hace que se detenga el tiempo y derrite mi corazón.  Nuestros sentimientos van en aumento mientras fluyen a través de nuestro beso, nuestro vínculo. Su suave beso es más apasionado cuando el agua tibia cae como lluvia sobre nosotros. Todo mi ser se estremece y gimo cuando la tomo entre mis brazos, sosteniéndola cerca de mi cuerpo, de mi corazón y de mi alma. ¿O es al revés? Cuando ella está tan cerca, pienso que tengo un corazón y un alma. Ella los alimenta. Ella me complementa.

_ Oh Ana… susurro con una voz tan llena de emociones que no puedo decir con palabras. Te quiero, pero no aquí. Tengo mi manera de expresarle mi amor. Todo lo demás es nuevo para mí. Esta es mi manera de asegurarme de que estamos bien, además es una manera que nos encanta y es mi manera de consolarla.

When You Say You Love Me - Josh Groban

_ Sí, murmura en mi boca con tantos deseos. 

Cierro el agua de la ducha, la llevo fuera y la cubro con su bata de baño. Entonces me pongo una toalla alrededor de mi cintura. Agarro otra toalla y traigo a Anastasia cerca de mí y comienzo a frotarle suavemente su cabello, para secarlo lo más que puedo. Este acto es simplemente íntimo y familiar y sin embargo hay una cualidad sensual en él. No hay palabras involucradas. Sólo la estoy tocando con un sentimiento de amor y de estima. Cuando veo que no está goteando,  le envuelvo la toalla alrededor de su cabello, y cuando ella levanta la vista para mirarse en el espejo, nuestras miradas se conectan. Anastasia tiene un brillo en sus ojos.

_ ¿Puedo corresponder? Me pregunta.

Me muero porque ella me toque, pero la sensación es nueva y abrumadora, la aprehensión se arrastra de nuevo sobre mí. La miro y asiento afirmativamente. Yo quiero hacer esto. Sin embargo todavía estoy nervioso. Sin parpadear, mi mirada sigue a Anastasia. Ella toma otra toalla de la pila, y se pone de puntillas para llegar a mi cabeza. Me agacho para que tenga un acceso más fácil y pueda secar mi pelo. No creo haber permitido jamás que alguien me haga esto. Ni siquiera cuando me adoptaron. Le dolía a mi madre no poder cuidar de mí como una madre querría, pero aprendí a ser autosuficiente desde que era niño para que nadie me toque. Sin embargo, para mi sorpresa, me parece que me gusta que ella haga esto y por alguna razón inexplicable, comienzo a relajarme y me siento feliz como un niño con una sonrisa de oreja a oreja. Como si fuera una mañana de Navidad.   

_ Hace tiempo que nadie hace esto por mí. Mucho tiempo. De hecho creo que nadie me ha secado el pelo jamás, le digo.

_ Seguramente Grace lo hizo. ¿Cuándo eras niño tal vez?    Pregunta Anastasia.

Niego con la cabeza, mientras ella sigue secando.  

_ No,  ella respetó mis límites desde el primer día, a pesar de que fue doloroso para ella. Yo era muy autosuficiente de niño, le digo con voz baja. Tenía que ser autosuficiente; de hecho creo que fui yo quien se preocupaba por la puta morena en vez de ella por mí.  Pero yo no quiero echar a perder con malos recuerdos  lo que tenemos en este mismo momento.

_ Bueno, me siento honrada, dice ella con dulzura.

_ Puedes sentirte, o tal vez soy yo el que debería sentirme honrado.

_ Eso no hace falta decirlo, señor Grey, dice aun burlándose.

Una vez que ha secado mi pelo, toma una toalla de mano de la pila y se mueve a mi alrededor para estar de pie detrás de mí. Nuestros ojos se encuentran en el espejo. Ella quiere hacer algo más, pero no quiero saber lo que es. Todavía no puedo dejar de darle una mirada inquisitiva en el espejo.

_ ¿Puedo probar algo? Pregunta. Lo sé, me quiere secar. Las palabras se atascan todas amontonadas en mi garganta y se bloquean para salir. Todo lo que puedo hacer es asentir. Poco a poco toma la toalla y seca todas las gotas  del brazo izquierdo. Observo sus movimientos en el espejo, miro a la mujer que sin ayuda de nadie me abrió como un Gran Bazar. Cuando se da cuenta que mi mirada está sobre ella, ella detiene su mirada para encontrarse con mis ojos en el espejo, ardiendo de emoción.  Justo en ese momento, sin romper su mirada conmigo, ella se inclina y coloca un suave beso en mi bíceps. Es un movimiento muy pequeño, pero infinitamente amoroso, un escalofrío recorre mi cuerpo y jadeo, mis labios se abren para dar cabida a la creciente necesidad de atención que hay en mí. Ella se mueve a mi brazo derecho y persigue las gotas de agua con la toalla pequeña. Una vez que completa su misión, ella corre un camino de besos por mis bíceps y extrañamente, me encanta el gesto sensual. ¿Cómo es posible que algo que me asusta hasta la muerte sea tan increíblemente excitante? Una sonrisa se arrastra hacia mis labios.

Entonces la mirada de Anastasia y la mía convergen de nuevo en el espejo. Ella pasa toda la toalla con cuidado por debajo de la marca de lápiz labial en mi espalda. Quiero que me toque. Quiero sentirla. Que ella sepa lo mucho que significa para mí. ¡Con la declaración de mi amor por ella un volcán de emociones se levanta en mi pecho!

More Than Words - Extreme

_ Toda la espalda con la toalla, le digo en voz baja. Tengo que hacer esto. Ha pasado el tiempo suficiente. Tengo que conquistar este último pedazo de territorio con ella. Tomo una inhalación brusca para suprimir el diablo que se asoma y que siempre he mantenido a raya.  Cierro los ojos con fuerza. ¡Listo! Anastasia hace lo que le pido de forma rápida. Cuando termina quita la mano y finalmente suelto la respiración. Ella premia mi valentía con un beso en el hombro. Luego pone sus brazos alrededor de mí para secar la parte de mi estómago que está en la zona segura. Pero que alguien me toque, incluso Anastasia en donde no he sido tocado por mucho tiempo supone una lucha titánica. Estoy preocupado por si en cualquier momento ella se aparta de la línea, aunque sé que no lo hará.

_ Sostén esto, me dice y me entrega una toalla seca. Una sensación de confusión me hace fruncir el ceño. ¿Qué estará pasando por su hermosa cabeza?

_ ¿Recuerdas cuando estábamos en Georgia? Me hiciste tocarme usando tus manos. 

Es uno de los mejores recuerdos que tengo. Mi mirada se oscurece con el deseo. Sin decir una palabra, la miro por el espejo. Mi mujer, la chica que me pertenece está haciendo todo lo posible por llevar a cabo una tarea que se supone que es normal, una acción natural que cada pareja hace. Pero para mí es algo muy íntimo y delicado. No hay nadie que se pertenezca tanto ahora como lo estamos nosotros. Su mano suavemente alcanza la mía y la tomo confiando en ella. Guío su mano para secar mi pecho. Tener el control de lo que está haciendo, me hace sentir seguro. Yo puedo hacer esto. Yo estoy a cargo. Ella está haciendo todos sus movimientos bajo mi control. Pero pasar por sobre las cicatrices, desencadena una nueva emoción, trayendo recuerdos torturantes de vuelta que quiero mantener ocultos.  Mi cuerpo se tensa, pero voy a seguir con esto. Confío en ella. Confío en ella. Confío en Anastasia. Es mi mantra. Su mano en la mía se desliza sobre mi torso con torpeza. Nunca estoy incómodo con nada físico si es sexo o ejercicio. Pero esto... Esto es incómodo. La ansiedad rueda a través de mí. El tiempo se detiene, sólo oigo el sonido amplificado de la toalla sobre mi torso sin respirar. Nada más.

_ Creo que estás seco ahora, ella susurra en voz baja, y un sensación de tranquilidad me inunda. Pero también hay algo que crece exponencialmente en mí. Es la necesidad que tengo de ella. Tengo que tenerla, unir nuestros cuerpos, nuestras almas. ¡Tengo que abrazarla hacerle el amor ahora!

_ Te necesito, Anastasia, le susurro con fervor.

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_ Yo también te necesito, contesta tomando una bocanada de aire.  

_ Déjame amarte, le digo con mi voz cargada de emoción.

_ Sí, dice ella, me doy la vuelta más rápido que Superman y la meto entre mis brazos, mientras mis labios buscan los suyos, yo la adoro, la amo, le imploro que me quiera también. Ella es mía y solo mía. Cuando la beso quiero consumirla con todo mi amor y deseo. Me doy cuenta de que es a ella la que quiero, la que aprecio, la que amo con toda mi existencia. La quiero con todo lo que soy: Jodido, voluble, amoroso, cambiante, exigente, posesivo, enamorado, asustado, preocupado, obseso del control, dios del sexo… con todas mis cincuenta sombras… ¡ella me encanta!  

Entro en el dormitorio completamente consumido por ella, con mi mujer envuelta alrededor de mi torso; y la acuesto sobre la cama.

_ ¡Déjame hacerte el amor Ana! Le suplico. Te quiero enseñar lo que significas para mí... Déjame adorarte con mi cuerpo... le digo mientras cubro su cuerpo con el mío.

Your Body Is a Wonderland - John Mayer 

El calor viene de mis brazos y de mi cuerpo... y una creciente tensión en las piernas y el pecho. Mis labios se van a los suyos reclamándolos, mi lengua lanzándose en su boca, buscando la de ella. Es una cata dulce la boca de Anastasia. Ella me consume de la misma manera, pasa su lengua por mi labio inferior lo muerde ligeramente haciéndome gemir más. La fiebre fluye a través de nuestros cuerpos. Le doy besos por su garganta y ella arquea su cuello para darme un fácil acceso. Sonrío. Mi mano va camino a la parte baja de su espalda levantándola de la cama ligeramente, mientras que la otra mano la arrastro por la cadera y la pierna. Bajo hasta su clavícula, luego hacia su esternón, marcando un camino con mi lengua mientras viajo. Siento los latidos de su corazón debajo de mis labios, su pecho sube. Ella levanta su cuerpo del colchón para satisfacer a mis labios que necesitan de ella. Mis labios se mueven sobre su pecho, lamiendo, mordiendo, jugando. Ella corta su respiración un poco más.

_ ¡Oh, por favor, Christian! Suplica. Tomo su pezón con la boca, chupando, mordiendo suavemente, haciéndola jadear y gemir de placer puro. Mi mano derecha se desplaza para encontrar su otro pecho y comienzo a trabajar en él con la palma de la mano. Tomo su pezón entre el pulgar y el índice y repito los mismos movimientos que hago con mi lengua en su otro pecho. El mundo se desvanece y sólo existe Anastasia. Soy tacto, gusto, olfato, oído. Estoy inmerso en ella en todas las formas posibles.

She’s So High - Tal Bachman

_ Tienes un olor que me pone duro al instante Anastasia... murmuro. Toda celestial, toda mujer. Y los sonidos que hace... yo podría seguir amándola, besándola, llevarla a caballo hasta la eternidad. Yo quiero amarla y ella quiere que la ame. Responde a cada beso, cada caricia.  Estamos tan en sintonía el cuerpo del uno con el otro. ¡Estoy incompleto sin ella!

Ella arquea sus caderas y se frota con mi cuerpo. ¡Santo cielo! Mis labios viajan hasta su ombligo y voy metiéndome entre sus piernas haciéndola jadear. Al bajar a su sexo, mis labios chupan en su dulce feminidad. Ana cómo siempre, con un sabor delicioso, como el néctar de una flor, húmeda y caliente. Ella levanta las caderas mientras sostengo sus nalgas con fuerza y da un gemido de placer.  Toma mi cabello entre sus manos y se aferra fuerte, no me voy nena estoy aquí para ti… Sigo saboreando, chupando mientras comienza  a mover sus caderas en pequeños círculos en mi boca y arqueando su espalda grita mi nombre mientras se corre desesperadamente y yo me llevo hasta la última gota de su placer.

_ Por favor, Christian… ¡Te quiero dentro de mí! Me pide jadeando. No puedo soportar no hacerlo cuando ella lo está pidiendo de esta manera. 

_ ¡No sabes lo mucho que me gusta hacerte venir Ana!

_ ¡Dámelo ya Christian! Ella gime, haciéndome sonreír bastante.

Ana tiene los ojos brillantes, sus mejillas rosadas y se muerde el labio de esa manera que me vuelve loco. Me pongo un condón y la beso apasionadamente.

_ Sí, señora Taylor, le digo cuando poco a poco y me adentro entre sus pliegues y siento como va expandiéndose para darle cabida a toda mi hombría. Joder que bien se siente estar atrapado en ella. Suave, cerrada, resbaladiza, húmeda y caliente. Mis brazos están justo al lado de su torso, mientras rítmicamente voy dentro y fuera de ella, la boca de ella cubre de nuevo la mía, probando su propia excitación. Siento los músculos de Anastasia apretando a mí alrededor; deliciosas sensaciones pasan a través de la punta de mi polla por todo el resto de mi longitud, y siento todo mi cuerpo envuelto en un placer dichoso.

_ Vamos cariño dámelo, y como si mis palabras fueran su detonante ella se corre de nuevo gruñendo. Meto mis manos por su espalda y me volteo rápidamente, sin deshacer nuestro preciado contacto, quiero verla.

_ Así nena, quiero verte. Ella está jadeando y recostada sobre mi pecho, dobla completamente sus piernas y ahora sus rodillas están apretando  los lados de mi cintura, estoy atrapado en ella.  Comienza a mover sus caderas a un ritmo deliciosamente lento, agotada, pero todavía con ganas. Sale y entra haciendo movimientos circulares ¡Dios me está matando aquí!

Sigue con su lenta tortura, saliendo y entrando en círculos, busca mi boca y me chupa la lengua duro. Quiero que se lleve todo, así que cada vez que baja hasta el final yo empujo con fuerza para que lo sienta completo. No hay nada mejor en este mundo que estar dentro de Anastasia. Pero no aguanto más, necesito construir alrededor de ella y la apremio.

_ Ana cariño vamos, ahora por favor…

Comenzamos a  empujar con fuerza cada uno con su embestida, construyendo juntos, escalando… dándonos el más puro placer, mis manos van directamente a su trasero trayéndola hacia mí, su cara ahora está metida en mi cuello y sus manos enredadas en mi pelo. La siento cuando se tensa, cuando me envuelve y se corre jadeando. Yo me descargo dentro de ella diciendo entre dientes mi revelación ¡Ana, cariño, te amo!

Cuando los dos nos bajamos de nuestra felicidad y estamos completamente saciados, paso perezosamente los dedos por su cuerpo mientras yacemos juntos. Anastasia está boca abajo abrazando su almohada y estoy de lado, apenas tocando a mi mujer. ¡Mi mujer! ¡MIA! 

Crazy For This Girl - Evan and Jaron

_ Así que usted puede ser tierno, murmura toda satisfecha.

_ Hmm... Parece que sí señorita Steele, le digo sonriendo.

_ No lo fuiste la primera vez que hicimos esto, comenta recordando.

_ ¿No? Sonrío hacia ella. Ese fue el primer momento en que puse mi derecho sobre ella. Cuando te robé la virtud, le digo.

_ No creo que me la robaste. Creo que mi virtud te la entregué libremente y de buen grado. Yo también quería y lo disfruté bastante, sonríe tímidamente mordiéndose el labio.

_ Como yo, si mal no recuerdo señorita Steele. Mi único objetivo es complacer. Y eso significa que eres mía, por completo, le recuerdo. Ella es mía y de nadie más.

_ Sí, lo soy, dice en voz baja con afirmación. Quería preguntarte una cosa, dice.

_ Adelante.

_ Tu padre biológico... ¿Sabes quién era?

Este es un tema que no quiero discutir, pero Anastasia es curiosa. Me ha molestado mucho pensar que el hombre que abusó de mí podría haber sido mi padre. ¡Gracias a Dios que no lo era!

_ No tengo ni idea. No era ese salvaje que hacía el papel de chulo, lo cual está bien.

_ ¿Cómo lo sabes?

_ Por una cosa que me dijo mi padre… Carrick. La observo y veo en su rostro expectativa, esperando que le dé la información. Ella ahora es todo oídos.

_ Siempre ávida por saber Anastasia, suspiro. Sacudo la cabeza con disgusto fingido. El proxeneta descubrió el cuerpo de la puta adicta al crack y llamó a la policía. Aunque tardaron cuatro días en encontrarlo. Él cerró la puerta y me dejó con su cadáver, le digo. Esa escena se reproduce en mis pesadillas casi todas las noches.

Anastasia se horroriza y cambia su mirada a una sombría, haciéndola inhalar bruscamente ante la imagen.

_ La policía lo entrevistó después. Negó rotundamente que tuviera que ver conmigo y Carrick dijo que no se parecía en nada a mí.

_ ¿Recuerdas cómo era?

_ Anastasia, esa es una parte de mi vida en la que no suelo pensar mucho. Sí me acuerdo cómo era. Nunca lo olvidaré. El recuerdo de ese hijo de puta haciéndome daño y yo sin poder defenderme, no es algo de lo que quiera hablar después de hacer el amor de una manera alucinante. La ira se eleva de forma natural en mí.

_ ¿Podemos hablar de otra cosa?

_ Lo siento. No quise molestarte, Christian, ella contesta.

Sé que eso está en el pasado, pero es como recordar el mal sabor de la mierda justo después de haber comido un postre exquisito.  No combina.

_ Es el pasado Ana. No quiero pensar en eso ahora.

_ Entonces, ¿Cuál es la sorpresa? Pregunta. ¡Ella siempre quiere saber todo, pero esto es una sorpresa de la cual no puedo revelar nada!

_ ¿Te gustaría salir a tomar un poco de aire fresco? Quiero mostrarte algo.

_ Por supuesto, responde.

Yo sonrío como un idiota. Quiero tanto hacer esto con ella y es mi tercer pasatiempo favorito en el mundo ¡Estoy muy feliz!

_ Vístete. Unos jeans estarán bien. Espero que Taylor haya metido unos para ti, le digo.

Me salgo con rapidez de la cama y me pongo mis boxer. Ella está sentada en la cama comiéndome con los ojos. ¡Mi pequeño diablillo!

_ Arriba, le regaño, pero ella sigue mirándome sonriendo, viendo lo que le pertenece, o sea ¡yo!

_ Sólo estoy admirando la vista, dice ella volteando los ojos. 

Nos movemos eficientemente entorno a nosotros, como si fuéramos una pareja de muchos años, completamente sincronizados con nuestros cuerpos. Sin embargo esto es algo nuevo para los dos y me siento un poco tímido con este nuevo tipo de intimidad. Una vez vestidos finalmente, cada uno captura la mirada del otro por el espejo, sonriendo tímidamente con cariño.

_ Seca tu cabello, le ordeno después de que ella se ha vestido.

_ Dominante como siempre, responde ella sonriendo, y llenando mi corazón de alegría. A pesar de que parece quejarse, yo sé que a ella le gusta cuando yo estoy a cargo.   

Take Over Control - Afrojack

Me inclino y beso su cabello. Sí, está mojado.

_ Eso nunca va a cambiar, bebé. No quiero que te enfermes. Me voltea los ojos y yo sonrío con picardía.

_ Sigo teniendo las manos muy largas ¿sabe señorita Steele?

_ Me alegro de oír hablar de eso, Sr. Grey. Empezaba a pensar que ya habías perdido nervio, replica.

_ Puedo demostrarte que no es así en cuanto quieras.

Saco del bolso mi suéter y lo coloco por encima de mis hombros. Ahora estoy vestido con vaqueros y camiseta, y si lo necesito más tarde mi suéter está disponible. Miro hacia Anastasia. Ella tiene puesta su camisa azul claro, y los vaqueros. Se inclina hacia abajo y sacudiendo su cabello comienza secarlo. ¡Buena chica!

*****

_ ¿A dónde vamos exactamente? Pregunta mientras estamos a la espera de mi coche. No le voy a decir  mi secreto todavía. Le doy un guiño. Su curiosidad lo único que hace es llevar al máximo mi alegría. Apenas puedo contenerme, ya que es evidente que ella está sacando conclusiones en su cabeza de a dónde la podría llevar.  Ya me imagino  esos engranajes girando en su cabeza tratando de descifrar.  ¡Me encanta este juego con ella! Me inclino y la beso suavemente.

_ ¿Tienes  idea de lo feliz que me haces? Le susurro.

_ Sí... lo sé perfectamente. Porque tú tienes el mismo efecto en mí, dice ella, y para cuando el valet se detiene con mi coche, los tres tenemos sonrisas de oreja a oreja, todos por diferentes razones.

_ ¡Un gran auto señor! Murmura el valet cuando me entrega la llave. Le doy un guiño y ya que estoy muy feliz hoy, lo recompensaré con doscientos dólares. Anastasia me mira con reproche. El valet se tropieza con las palabras, umm… gracias… señor Taylor…

*****

Después de salir del hotel, entramos en el tráfico. Voy a tener que retrasar mi sorpresa un poco con el fin de rectificar algo para Anastasia. Me molestó mucho que Leila fue capaz de localizar su coche, bueno, claro, como Anastasia dijo, era el modelo "especial sumisa." Pero Anastasia nunca ha sido mi sumisa. Ella es mi novia. Ella está en un nivel mayor. Ella es todo. Nuestras almas están hechas de la misma manera. Cuando estamos juntos, vamos sincronizados. Somos como el Ying y el Yang. La mitad de ella es mi alma, y la mitad mía está en su corazón.  

Half of My Heart - John Mayer

¿Cómo podría yo darle el especial de sumisas? 

Me molesta que lo hiciera. Es hora de cambiar esta situación.

_ Tengo que hacer un desvío. No va a tomar mucho tiempo, le digo mientras mi mente está afanosamente ocupada con mis pensamientos.

_ Claro, murmura perpleja.

Caigo de nuevo en mis pensamientos cuando la voz hipnotizante de Eugenia Laguna canta en el fondo .

Fifth Element Diva Song - Evgenia Laguna 

Miro a Anastasia a través de mi visión periférica. Ella es diferente. Ella no es una sumisa. ¡Y ella sería una terrible de todos modos! Me sonrío pensando en eso. Justamente la amo por su espíritu rebelde. Desafía mi lado Dominante. Estoy decidido a darle el puesto que se merece. Así que no, un auto especial de sumisa no va para mi novia. El de ella tiene que ser distinto. Además es mi primera novia y mis primeras veces en muchas maneras. Es la única mujer que he amado. La miro con determinación para demostrarle que ella es diferente para mí.

Salgo de la autopista y tomo a la izquierda en dirección al estacionamiento de un concesionario de Saab.

_ Tenemos que conseguir un coche nuevo, le digo. Su boca se abre. Sé que esto no es lo que estaba pensando cuando me desvié.

_ ¿No es un Audi? Ella pregunta aturdida.

_ Pensé que te gustaría cambiar, murmuro, casi tímido. Sé que admití que la amo, pero todo es diferente con ella, nuevas experiencias, nuevas emociones que nunca pensé que podría vivir. Me pongo nervioso.

_ ¿Un Saab?

_ Sí. Un 9-3. Vamos, digo tomando su mano con la mía como si alguien más lo reclamará antes que yo.

_ ¿Qué pasa contigo y los coches extranjeros?

_ Los alemanes y los suecos hacen los coches más seguros en el mundo, Anastasia.

_ Creí que habías encargado otro Audi A3 para mí.

Oh, nena, soy Christian Grey. Nadie va a discutir conmigo si yo decido o no comprar algo.

_ Eso se puede cancelar, le digo tirando de ella.

_ Te debo un regalo de graduación. Ella va a tener su regalo adecuado hoy.

_ Christian realmente no tienes que hacer esto.

_ Sí, quiero hacerlo. Vamos por favor, le digo con firmeza. Ella suspira y me sigue. Un vendedor con acento de Nueva Inglaterra llamado Troy Turniansky, ve los signos de dólar cuando nos ve.

_ ¿Un Saab, señor? ¿De segunda mano? Me pregunta mientras se frota las manos como esos personajes de dibujos animados que están listos para saltar sobre uno y sacarte todo lo que posees.

_ Nuevo, le digo con firmeza, casi insultado.

_ ¿Tiene algún un modelo en mente, señor?

_ Un Sedan deportivo 9-3 2.0T.

_ Una excelente opción, señor. ¡Por supuesto que sí! Ya lo he revisado.

_ ¿De qué color, Anastasia? Le pregunto inclinando la cabeza.

_ ¿Er... negro? Me contesta con una pregunta. Realmente no tienes que hacer esto, dice ella frunciendo el ceño ¡Qué fastidio con Ana y mis regalos! ¡Si quiero comprarle un coche a mi novia, voy a hacerlo! ¡Y, no será negro, si puedo evitarlo! La gente no lo ven tan fácilmente como otros colores.

_ Negro no es fácil de ver en la noche, declaro lo obvio.

_ Tú tienes un coche negro, ella replica. Sí, pero yo soy mejor conductor.
_ Pues amarillo canario entonces, dice encogiéndose de hombros.

Hago una mueca por su elección. ¡Sé seria!

_ ¿De qué color quieres tú que sea coche? Me pregunta. Ella sabe que yo quiero elegir el color, no puedo apartar mi lado dominante tan rápido.

_ Blanco o plateado, le contesto.

_ Plateado entonces. Tú sabes que me puedo quedar con el Audi, dice ella. La sangre drena la cara del vendedor con la posibilidad de que puede perder la venta y su comisión. 

_ ¿Tal vez le gustaría que un descapotable, señora? Le pregunta, con mucho entusiasmo. No estoy seguro de si me gusta la idea de un convertible. Demasiado peligroso para ella.

_ ¿Convertible? Le pregunto, levantando una ceja, mirándola. Ella mira hacia sus manos. Es evidente que se siente incómoda con el regalo, pero yo quiero hacerlo y quiero que sea un coche seguro para ella.  Cuando Anastasia baja la vista hacia sus manos, vuelvo mi mirada hacia el vendedor

¿Cuáles son las estadísticas de seguridad del convertible?

_ ¡Me alegra que lo pregunte señor! Este coche ha ganado los honores de seguridad durante cuatro años seguidos. Tiene un equipo de seguridad estándar tales como bolsas de aire laterales, frontal y trasera, tiene control de estabilidad, frenos antibloqueo. Además de eso, el control de tracción del vehículo pasó magníficamente las pruebas de volqueo. Continúa por casi diez minutos hablando de las características de seguridad del automóvil. Estoy contento. Cuando me doy la vuelta, encuentro a Anastasia sonriéndome por alguna razón que desconozco. Estoy perplejo y sorprendentemente divertido por su reacción ante mí.

Mientras continúa hablando el vendedor, le pregunto si tiene uno disponible. Me dice que no pero que lo puede ubicar. Asiento con la cabeza, y él está feliz de hacerlo. Cuando se ha ido a su ordenador, me inclino hacia Anastasia.

_ Yo también quiero un poco de lo que ha tomado, sea lo que sea  señorita Steele.  

_ Lo que me he tomado es a usted, señor Grey, ella responde.

_ ¿En serio? Bueno, pues la verdad es que pareces que estás embriagada, le digo mientras la acerco a mí y le robo un beso. Y gracias por aceptar el coche. Ha sido más fácil que la última vez.
_ Bueno, no es un Audi A3, me dice sonriendo. La edición sumisa no es el adecuado para ella.

_ Ese no es el coche para ti.

_ A mí me gustaba, dice.

_ Señor, ¿el 9-3? He localizado uno en nuestro concesionario de Beverly Hills. En un par de días podemos tenerlo aquí, dice prácticamente emocionado.

_ ¿De gama alta? Le pregunto. Yo no quiero un mínimo de error para ella.

_ Sí, señor.

_ Excelente, le digo y saco mi tarjeta de crédito para pagar por el coche.

_ Si quiere acompañarme señor, dice y leyendo el nombre de la tarjeta dice, Grey. Y tan fácil como eso compramos el coche de Anastasia.

Una vez que terminamos nuestra transacción, me voy con Ana devuelta al coche, le abro la puerta y ella me da las gracias por el regalo.

_ Lo hago con mucho gusto Anastasia.

Cuando enciendo el coche de nuevo, la música vuelve a sonar.

_ ¿Quién es? Ella pregunta.

_ Eva Cassidy, le digo.

_ Tiene una voz preciosa, Anastasia observa.

_ Sí, la tenía.  Ella murió joven, afirmo, sombrío.

Fields of Gold - Eva Cassidy

_ ¡Oh!, dice.

_ ¿Tienes hambre? Le pregunto para cambiar el tema. No quiero hablar de muerte con Anastasia. No es un tema, que quiero asociar con ella. No te comiste todo el desayuno, le digo mirándola con desaprobación.

_ Sí, ella responde.

_ Entonces comemos primero.

Me voy directo hacia la costa norte por el viaducto Alaska Way. El clima está increíblemente hermoso, con mi increíblemente hermosa novia. Habiendo terminado la tarea, vamos a comer para llevarla a conocer mi otro pasatiempo favorito. Cuando otra canción de Eva Cassidy comienza doy vuelta a la izquierda, hacia la carretera de la costa, y por último llego al estacionamiento del restaurante.

_ Vamos a comer aquí. Espera te abriré la puerta, le digo con firmeza para que no se baje sola.  Quiero tratarla, como la mujer elegante que es. Quiero que se acostumbre a ser tratada como una dama.

Caminamos de la mano hacia la zona del muelle.

_ Cuántos barcos, murmura Anastasia. El mar está en calma, y ella los observa mientras se balancean sobre el agua. De pronto una ráfaga de viento se nos precipita y ella abraza con fuerza su chaqueta.

_ ¿Tienes frío? Le pregunto acercándola más a mi cuerpo para mantenerla caliente.

_ No, simplemente admirando la vista, responde ella.

_ Yo me pasaría todo el día contemplándola. Vamos, por aquí. Finalmente entramos a un bar inmenso frente al mar.

Dante me reconoce y me saluda inmediatamente.

_ ¡Señor Grey! ¿Qué puedo ofrecerle hoy?

_ Dante, buenas días, sonrío y nos sentamos en los taburetes del bar. La hermosa dama es  Anastasia Steele.

_ Bienvenida al local de SP, dice sonriendo. 

_ ¿Qué le gustaría beber? Ana se voltea y me mira.

_ Por favor, llámame Ana y voy a tomar lo mismo que Christian, dice con una sonrisa tímida.

_ Yo voy a tomar una cerveza. Este es el único bar de Seattle donde se puede obtener una Adnam Explorer, le digo.

_ ¿Una cerveza?

_ Sí, le respondí sonriendo. Dos cervezas por favor, Dante. Asiente e inmediatamente nos trae dos botellas de cerveza y las pone delante de nosotros.
_ Ellos hacen una deliciosa sopa de mariscos aquí, le informo. Realmente me gustaría que la probara. Pero yo no quiero decírselo. Quiero que sea  su propia elección.

_ Sopa de mariscos y cerveza suena bien,  sonríe.

_ ¿Dos sopas? Dante me pregunta.

_ Por favor, le contesto sonriendo.

Dante nos sirve nuestras sopas y están muy buenas y por primera vez en mi vida me abro a alguien de buena gana. Empezamos a conversar sobre cómo comencé mi empresa. Lo que me inspiró. Hablo de mi fijación de sacar a flote las empresas con problemas, del desarrollo de nuevas tecnologías y otras cosas. Pero también quiero conocer a mi novia mejor.

_ ¿Cómo es Ray? Le pregunto, y ella comienza a hablar de Ray y su infancia. Le pregunto por qué a pesar de ser un buen padre, su madre le abandonó. Ella suspira y habla de la incompatibilidad de él y su madre. Me cuenta de cómo le gustaban los frondosos bosques de Montesano. Habla sobre el divorcio de sus padres, y su traslado a Texas y Las Vegas. Estoy agradecido de que ella no se quedara en esos estados. Ella me bombardea con preguntas acerca de mis películas favoritas, libros y por supuesto ya conoce mi gusto por la música. Cuanto más hablamos, más me sorprende descubrir que tenemos gustos parecidos. Tenemos mucha empatía.

Ha pasado el tiempo muy rápido y ya son casi las 2:00pm. Pago la cuenta y nos alejamos del restaurante.

_ Es un buen sitio. Gracias por el almuerzo, dice.

_ Volveremos. Quiero mostrarte algo, le digo emocionado.

_ Lo sé... y estoy impaciente por verlo sea lo que sea, responde ella.

Mientras caminamos a lo largo del muelle, vemos disfrutando de su día libre a las familias. La llevo hasta estar al frente de mi catamarán. Es grande, por supuesto.


_ Creí que podríamos salir a navegar esta tarde.   

Sailing - Rod Stewart

Este barco es mío, le digo y de alguna manera me siento tímido al respecto. Nunca he traído a nadie aquí, excepto por supuesto a mi familia. Es un barco muy elegante.  

_ ¡Guau! Es todo lo que pudo decir impresionada.

_ Construido por mi empresa, lo digo con orgullo. En cierto modo, es mi bebé. Diseñado hasta el último detalle por lo mejores arquitectos navales del mundo y construido aquí en Seattle en mi astillero. Dispone de sistema de pilotaje eléctrico híbrido, orzas asimétricas, una vela cuadra en el mástil… Empiezo explicando como un padre excesivamente entusiasta que habla de los logros de su pequeño.

_ Está bien... ya me has perdido, Christian, Anastasia dice incapaz de entender toda la información que le estoy dando, solo me hace sonreír. Es un barco magnífico, termino por decir.  

_ Parece realmente fabuloso señor Grey.

_ Lo es señorita Steele.

_ ¿Cómo se llama?

Tomo su mano, y la llevo a un lado del catamarán. En letras grandes dice Grace.

_ ¿Le pusiste el nombre de tu madre? Pregunta sorprendida.

_ Sí, le respondí ¿Por qué te parece extraño? Ella simplemente se encoge de hombros con sorpresa. Tal vez es por mi comportamiento rígido alrededor de mi madre. Nunca he sido bueno para mostrar emociones. Es un concepto muy nuevo para mí, pero yo  amo a mi madre.

_ Yo adoro a mi madre, Anastasia. ¿Por qué no le iba a poner su nombre al barco?

_ No, no es eso... es solo... Ella suspira tratando de reformular sus pensamientos.

_ Anastasia, Grace Trevelyan me salvó la vida. Le debo todo. De hecho, yo no estaría parado frente a Anastasia si no hubiera sido por mi madre. Ella es mi salvadora. Anastasia finalmente toma como bueno mi comportamiento y se da cuenta de la reverencia que tengo hacia mi madre. 

_ ¿Quieres subir a bordo? Pregunto con entusiasmo.

_ Sí, por favor, dice con los ojos iluminados por la emoción.

La tomo de la mano y caminamos por la pasarela y finalmente estamos a bordo de mi barco. Anastasia observa los alrededores. Mira a través de las puertas correderas hacia la cabina, y pega un respingo por algo. Mac, abre la puerta y sale de la cabina.

_ Mac, le digo radiante. Mac es una de las pocas personas que considero lo más cercano a un amigo, con la excepción del Dr. Flynn por supuesto.

_ ¡Señor Grey! Bienvenido de nuevo, dice dándome la mano.
_ Anastasia, este es  Liam McConnell. Liam, mi novia, Anastasia Steele, hago las presentaciones normales.

Nombrar a Anastasia como mi novia me da un calor en el corazón. Ambos todavía estamos acostumbrándonos a la idea, pero sé que la quiero mucho y más.

_ ¿Cómo está usted?  Dice Liam y estrecha la mano de Anastasia.

_ Bienvenida a bordo señorita Steele, llámeme Mac.

_ Ana, por favor, le corrige, sonrojándose.

_ ¿Qué tal se está portando Mac? Le pregunto acerca de mi barco.

_ Está preparada para el baile señor, dice sonriendo.

_ En marcha pues, dice Christian.

_ ¿Van a salir? Pregunta Mac.

_ Sí. Respondo a Mac. ¿Una vuelta rápida Anastasia?

_ Sí, por favor, responde.

Llevo a Anastasia dentro de la cabina. Ella observa todo y sus ojos se van hacia la ventana que da hacia la marina, suspira mientras mira por encima de la vista panorámica.

_ Este es el salón principal, le digo.

Tomo la mano de mi novia y la conduzco a través de la cabina principal. Ella mira los pisos de madera clara, el ambiente moderno y bien iluminado, todo limpio, funcional y espacioso.

_ Los baños están de este lado y le apunto a dos puertas, y luego abro la puerta frente a nosotros y entramos en la habitación. La habitación tiene una cama de matrimonio grande y la decoración es de lino azul pálido y madera clara.  

_ Esta es la habitación principal, dije mirándola después de cerrar la puerta. Tú eres la primera chica que traigo aquí, aparte de mi familia. Sonrío. Pero ellos no cuentan.

Ella se voltea y me mira apasionadamente. Sus labios se abren para aspirar el aire y dar cabida a la emoción que hay en ella. Yo la traigo a mis brazos enredando mis dedos en su cabello, la beso largo y persistente. Ella me devuelve el beso con la misma pasión, tirando de mi pelo, pasando sus manos por mis oídos, acariciando distraídamente mis lóbulos de las orejas y volviendo a mi pelo otra vez.  En el momento que nos separamos, los dos estamos sin aliento y deseosos.

_ Tenemos que bautizar esta cama, le murmuro junto a  su boca.

_ Pero no en este momento. Vamos que Mac está soltando amarras, le digo mientras la llevo y apunto a otra puerta, mi oficina está allí y en el frente aquí hay dos camarotes más.

_ Entonces, ¿cuántos puede dormir a bordo? Pregunta.

_ Es un catamarán con seis camarotes, aunque solo he subido a bordo a mi familia. Me gusta navegar solo. Pero no cuando tú estás aquí. Tengo que mantenerte vigilada.

Abro uno de los cajones y agarro un chaleco salvavidas de color rojo brillante. Una idea me viene a la cabeza. Anastasia solo vestida con un chaleco salvavidas. ¡Esto se pone caliente!

_ Toma, le digo mientras la ayudo a ponerse el salvavidas por encima de su cabeza y aprieto las correas. Sonrío nada más de imaginarla solo con esto y nada debajo. En otro momento quizás... ¡Maldita sea!

_ Te encanta atarme ¿verdad?

_ De todas las formas posibles, le digo con malicia. ¿Qué puedo decir? No puedo evitarlo. Soy un hombre muy viril y tengo una mujer muy caliente. Si hay algo sensual y excitante en tu mujer, y la puedes tener de todas las maneras y ella te da confianza con su cuerpo… eso es increíblemente caliente.

_ Tú eres un pervertido, ella se burla de mí.

_ Lo sé, dije alzando las cejas y sonriendo.

_ Mí pervertido, susurra dulcemente.

_ Sí, tuyo, digo finalmente cuando termino de atarla. Siempre. La atraigo hacia mí y beso a mí mujer. Hago una nota mental de que debo realizar esta escena. Es demasiado sexy como para dejarla ir.

_ Ven.

La llevo a la cubierta superior, en la pequeña cabina. Mac está trabajando las cuerdas en la proa de la embarcación.


_ ¿Es aquí donde aprendiste todos los trucos con la cuerda? Anastasia me pregunta inocentemente.

_ Los ballestrinques me han venido muy bien, le digo para evaluar su expresión. ¿Ella quiere estar atada? Señorita Steele, he despertado tu curiosidad. Me gusta verte así curiosa. Yo estaría más que feliz de demostrarte lo que puedo hacer con una cuerda. Sonrío hacia ella. Su expresión cambia a una de impasible. ¡Oh, mierda! ¡Estoy loco! ¿Qué hago?

_ Has picado, dice sonriendo.

Oh, cariño, no me lances esa mierda sobre mí, que me asusta casi hasta la muerte. Tengo que ver lo que puedo hacer para rectificar esa situación. Esto puede ser divertido.

_ Voy a tratar contigo más tarde, pero ahora mismo tengo que pilotar un barco.

Me siento en los mandos y aprieto el motor de encendido que se pone en marcha con un rugido.

Mac el experto salta a un lado y comienza a desatar una de las cuerdas y se mueve a otra tarea. Anastasia me mira cuando con facilidad saco a Grase del puerto. La gente está viendo nuestra partida, ya que es uno de los mejores barcos del muelle. Anastasia le devuelve el saludo a los niños que la despiden con una sonrisa en su rostro. La atraigo hacia mí, la meto entre mis piernas y le muestro los controles.

_ Toma el timón.

_ Sí, sí, capitán, ella contesta riéndose.

Pongo mis manos sobre las de ella y nos dirigimos rumbo fuera de la marina hacia las aguas de Puget Sound. Cuando salimos del puerto deportivo, podemos sentir el viento, y navegamos sobre un mar encrespado y rizado.

_ Tiempo de navegar, le digo y sonriendo le entrego a Anastasia el timón. Toma cógelo tú, y ella está absolutamente horrorizada ante la perspectiva. Traga saliva con los ojos muy abiertos incapaz de hilar una frase.

_ Es muy fácil nena, toma el timón y no dejes de mirar por la proa hacia el horizonte. Lo harás muy bien como siempre. Cuando se icen las velas, notarás que el timón se tensa. Limítate a mantenerlo firme. Yo te haré esta señal, hago un movimiento con mi mano en mi cuello, y entonces puedes parar el motor. En este botón de aquí, le señalo el interruptor negro. ¿Entendido?

Su pecho sube y baja rápidamente.
_ Sí, me dice mientras asiente frenéticamente.

La beso rápidamente y la dejo en la silla del capitán. Estoy muy emocionado por traer a Anastasia aquí. Me uno a Mac para desplegar las velas. Desatamos cuerdas y manipulamos cabrestantes y poleas. Mac y yo hemos hecho esto muchas veces antes, así que no tengo que decir mucho para saber quién tiene que hacer qué.


Finalmente conseguimos izar la vela mayor que se infla y se hincha a merced del viento y de pronto el barco se acelera.  

_ ¡Mantén el equilibrio nena y apaga el motor! Le grito y ella lo hace asintiendo con entusiasmo mientras me mira.

Ahora estamos navegando hacia la Península Olímpica, deslizándonos con el aire.  

_ ¡Mac!

_ Sí, señor Grey, responde.

_ Dame un par de horas con mi novia una vez que anclemos en tierra, quiero que bajes.

_ Sí, señor, dice sonriendo. Asiento con la cabeza y camino de vuelta a la sala de control.

_ ¿Qué te parece? Le grito a Anastasia por encima del sonido del viento y el mar.

_ ¡Christian esto es fantástico! Exclama como un niño que acaba de descubrir su juguete favorito.

_ Ya verás cuando ice la vela globo. Le hago un gesto a Mac para que la despliegue. Es de un oscuro rojo intenso. Uno de mis colores preferidos. El color de la pasión.

_ Interesante color, grita Anastasia, ella me entiende perfectamente. Sonrío como un depredador por supuesto y le doy un guiño. Ahora, ella lo sabe también.

La vela globo se hincha y hace que el barco coja mayor velocidad, Anastasia la mira con curiosidad.

_ Velaje asimétrico. Para mayor velocidad, le explico.

_ Es increíble, dice maravillada.

Anastasia tiene una enorme sonrisa en su cara, y mientras nos dirigimos hacia las montañas olímpicas y a la Isla Bainbridge, la ciudad de Seattle queda más pequeña detrás de nosotros. Todo es simplemente hermoso aquí afuera. Verde, árboles altos de hoja perenne, es hermoso este lugar.  Mares azules y cielos claros con mi mujer a mi lado esto es como tener un pedazo de cielo.

Patch of Heaven - KD Lang

_ ¿A qué velocidad vamos?

_ A quince nudos.

_ No tengo ni idea de lo que eso significa.

_ Unos veintiocho kilómetros por hora, le explico.

_ ¿Eso es todo? Se siente mucho más rápido. Le aprieto mi mano con la mía. Ella está simplemente hermosa. Me quita el aliento, toda burlona, aprendiendo, experimentando y completamente curiosa.

_ Estás preciosa Anastasia. Es agradable ver tus mejillas con un poco de color… y no porque te ruborices. Tienes el mismo aspecto que en las fotos de José.  Ella se da la vuelta y me besa.

_ Sabes cómo hacer pasar un buen rato a una chica señor Grey.

_ Nuestro objetivo es complacer, señorita Steele, respondo cuando aparto su cabello de la espalda y le doy un beso en la nuca, calentándola para lo que vendrá después.

_ Me gusta verte feliz, le digo. Sostengo a Anastasia en mis brazos mientras navegamos, y ella pone su cabeza en mi pecho. Esta es la calma después de todas las tormentas que hemos estado experimentando últimamente. Aunque todavía estamos en el ojo de la tormenta ya que aun no aparece Leila. Pero en este momento en esta burbuja que hemos creado aquí todo es tranquilo y pacífico.

*****

Alrededor de una hora más tarde, estamos anclados en la isla de Bainbridge, uno de mis lugares favoritos para navegar. Mac baja a la costa como le indiqué antes, y esa es mi señal. Agarro la mano de Anastasia y prácticamente la arrastro a mi camarote ya que no quiero perder un solo minuto sin estar con ella.


Me presento ante Anastasia, como un hombre con un propósito, completamente enamorado de ella y embriagado por su belleza. Desato rápidamente su chaleco salvavidas y lo tiro a un lado. Quiero mi postre y mi objetivo es reclamarlo. Miro a mi mujer fijamente con ojos desvergonzados, deseosos y oscuros.

Levanto la mano y deslizo mis dedos por su barbilla, a lo largo del cuello, sobre el esternón hasta alcanzar el primer botón  de su blusa. Ella respira rápidamente.
_ Quiero verte, le digo cuando le desabrocho el primer botón. Ella abre los labios para jadear, su cara me dice que está deseosa y lista para saltar sobre mí. Me inclino y beso sus labios entreabiertos.  Me gusta su visión ardiente por mí.

_ Desnúdate para mí, le susurro, con los ojos ardientes.

Sin romper su mirada con la mía, poco a poco y sin prisa abre un botón. Mis ojos están en llamas, sólo reflejan lo que hay en mi alma. Ella se mueve al siguiente botón y luego al otro y finalmente tiene su camisa abierta.  Con un ligero movimiento de hombros, la deja caer al suelo. Ahora mueve sus dedos para  deshacer sus pantalones vaqueros.

_ Espera, le ordeno. Siéntate.

Se sienta en el borde de la cama, y yo me pongo de rodillas, para deshacer los cordones de sus zapatos. Tiro de cada zapato, seguido por sus calcetines. Tomo su pie izquierdo y lo elevo a la altura de mi boca y le planto un beso en la yema del dedo gordo y luego le doy un pequeño mordisco arrastrando mis dientes.

_ ¡Ah! Ella gime al sentir el tirón en la ingle. Sonrío y me levanto, levantándola de nuevo.

_ Continúa, le digo. 

Ella baja la cremallera de sus pantalones y engancha los pulgares en la cintura de sus pantalones y los desliza por sus piernas. ¡Baby, eres dulce! Esto es un espectáculo para mí. Trato de ocultar mi placer, pero mi sonrisa me delata, el deseo no deja mis ojos. A medida que sale de sus pantalones, ella revela su tanga blanca de encaje y su sujetador a juego que hacen que sus pechos se vean hermosos y redondos. ¡Tan jodidamente sexy! Sin romper la mirada, ella hace un movimiento y va a su espalda para desabrochar el sujetador y lo desliza por sus hombros hasta dejarlo al lado de su camisa.  Engancha sus pulgares en sus bragas y con una facilidad experta, las desliza hasta los tobillos y sale de ellas.

¡Oh Dios! ¡Ella es una diosa sexy! ¡Estoy enamorado de esta mujer! ¿Qué bien he hecho para merecer esto? Tengo que hacer el amor con ella. Tengo que tenerla, abrazarla, y reclamarla de nuevo para mí, quiero tomarla en cada superficie que poseo.

Me agacho y saco mi suéter, luego mi camiseta sin perder la mirada de Anastasia. Me quito rápidamente los zapatos y los calcetines y luego me agacho para abrir la bragueta, pero Anastasia llega a más.

_ Déjame.

You Were Meant For Me - Jewel

Exhalo un suspiro para preservar la calma sin saltar sobre ella. 

_ Adelante, le digo sonriendo.

Da un paso hacia mí y desliza sus dedos dentro de la pretina de mis jeans y me jala hacia ella, haciéndome jadear por la iniciativa que ha tomado, ahora estoy un paso más cerca de ella. Sonrío. Deshace el botón superior, y sin descomprimir mis pantalones, pasa sus dedos sobre mi erección considerable. Doblo mis caderas hacia su mano con ansiedad y cierro los ojos perdiéndome en el éxtasis de este sentimiento.

_ Te estás poniendo más audaz Ana, más valiente, le susurro, y me inclino para besarla profundamente, mientras ella dice rozando sus dedos justo encima de la parte superior de mis jeans.  

_ También tú, susurra. Y sí, me estoy poniendo más valiente, también. Sólo por causa de ella.

_ Allá voy, me susurra.

Ella mueve su mano al frente de mis pantalones vaqueros y baja la cremallera, sus manos avanzan por mi camino feliz y mete la mano por mis boxers hasta sujetar mi miembro con fuerza.   

Un sonido bajo y gutural de placer sale de mi boca. Estamos tan cerca. Yo la agarro entre mis brazos y la beso de nuevo, pero con lentitud, completamente enamorado.  Le expreso en mi beso lo que no soy capaz de decir con palabras. Ella me anima, mueve su mano lentamente arriba y abajo por toda mi longitud y el placer que experimento es indescriptible. Yo pasos mis brazos como serpientes alrededor de ella, una mano la dejo en su espalda y la otra la llevo a enredarla en su pelo.

_ Oh, te deseo tanto cariño...   

Have I told You Lately - Rod Stewart

Es todo lo que puedo soportar sin hacer el amor con ella. Inmediatamente me alejo y me quito mis pantalones vaqueros y los boxers y ahora ambos estamos desnudos, sin ocultar nada. La mirada de Anastasia cambia a una de tristeza.

_ ¿Qué pasa, Ana? Le pregunto, acariciando su mejilla con los nudillos.

_ Nada. Simplemente ámame ahora.

Con su declaración, tomo a Anastasia en mis brazos y la beso con mis manos en su pelo. Nuestros labios se fusionan, nuestras lenguas bailando su tanto particular, jugueteando. Llevo a mi mujer hasta la cama y bajándola suavemente me acuesto a su lado. Mi nariz pasa a todo lo largo de su mandíbula, inhalando su aroma único, embriagador, que me despierta. Estoy completamente excitado.

_ ¿Tienes alguna idea de lo exquisito que hueles Ana? Eres irresistible.
Ella sólo me mira con asombro y reverencia absoluta, enamorada, inocente. ¿Cómo puedo resistirme a esta poción? Arrastro mi nariz por su garganta, sobre sus pechos y los beso, quiero mantener este aroma en mi memoria.

_ Eres tan hermosa, murmuro mientras tomo un pezón y lo chupo suavemente. Su espalda se despega de la cama y deja escapar un gemido involuntario.

_ Quiero oírte nena,  le digo.

Mis manos se arrastran hacia su cuerpo mientras mi boca persiste en sus pechos, con mis labios los chupo y los muerdo deliciosamente. Ella es simplemente deliciosa, yo nunca voy a tener suficiente de ella. Mis manos siguen su camino hasta la cintura, hacia sus curvas deliciosas, pasando por sus nalgas, sin dejar de lamer y chupar sus pechos. Su cuerpo está en tensión, excitada, deseosa y tengo que estar dentro de ella.

Llego hasta su rodilla y la tomo para engancharla alrededor de mi cadera, desnudando su sexo en flor para mí. Ella da un jadeo carnal de deseo puro y su reacción aumenta mi deseo por ella diez veces más haciéndome sonreír en su piel. Ruedo rápidamente sobre la cama y me doy la vuelta, de manera que ella queda a horcajadas sobre mí y le doy un condón.

Anastasia se mueve hacia atrás para acomodar mi longitud sustancial tomando mi hombría en sus manos con fuerza. Para mi sorpresa, ella se agacha y besa mi pene llevándoselo a la boca. Pasa su lengua con movimientos giratorios en la punta y lo chupa con fuerza. ¡Cristo su boca golosa! No puedo dejar de quejarme y flexiono mis caderas involuntariamente para entrar completo hasta llegar a su garganta. Entra y sale varias veces y luego me aprieta con sus labios hasta salir lentamente chupándome. ¡Simplemente es exquisito!

Finalmente se sienta y me mira. Esta mujer sin ninguna ayuda puede arrastrarme con ella, me tortura con su mirada y me trae al borde del éxtasis con sus caricias. Estoy asombrado y sin aliento.

Ella rompe el paquete y lo envaina a lo todo lo largo. Le doy mi mano para invitarla a montarse encima de mí y ella desciende lentamente sobre mi hombría. Es simplemente glorioso cuando entro en su húmeda cavidad. Siento sus músculos que aprietan alrededor de mí y las sensaciones se propagan por todo mi cuerpo haciéndome gemir con un sonido profundo que sale de mi garganta. Pongo mis manos alrededor de sus caderas y entro y salgo de ella con ímpetu, necesito consumirla.

_ Oh, cariño, le susurro, y de repente me siento para quedar cara a cara con mi mujer y entrar lo más profundo que me sea posible. En esta posición se siente divina, estamos encajados perfectos, se siente una mejor fricción y me entierro en ella lo más profundo que puedo. La sensación es simplemente placentera. Ella respira jadeando y se aferra a mis brazos para movernos mejor. Le agarro la cabeza entre las manos y la miro sintiendo cada movimiento, cada deseo, cada parpadeo, mis ojos son el reflejo de ella.

_ Oh, Ana. Lo que me haces sentir, susurro y la beso con toda la intensidad ardiente. Ella me devuelve el beso, estamos conectados en cada punto posible, haciendo el amor, sintiéndonos unidos en cuerpo y alma. Estoy enterrado profundamente en ella, besándola, sosteniéndola mientras ella se mueve hacia arriba y hacia abajo sobre mí. Estamos tan cerca, que siento que puedo tocar su alma.

_ Oh, te amo, me dice entre cada movimiento. Me quejo y gimo con el sentimiento de indignidad, un sentimiento que me tortura. 

I Would Do Anything For Love - Meatloaf  


No me siento digno de ella.   Pero yo quiero ser digno de ella. De mi mujer. Tengo que ser el que la reclame ahora, y con un movimiento rápido, me doy la vuelta y la llevo debajo de mí sin romper el contacto entre nosotros. Ella envuelve sus piernas alrededor de mis caderas permitiendo que me quede en su interior. La adoro y la quiero y la deseo muchísimo. El sentimiento es tan palpable y tan fuerte que todo lo consume, me pongo en movimiento y dejo que los sentimientos se apoderen de mí cuando cierro los ojos. El placer que sentimos es tan fuerte que es imposible no gemir entre nosotros.

Mi barco se balancea suavemente en el agua, casi imitando mis movimientos dentro de su sexo a la perfección. No hay ningún otro sonido que no sea nuestra respiración apasionada y yo quiero saborear lentamente este momento, la primera vez en mi barco. Quiero tenerla a un ritmo pausado, amarla como se merece. Pongo mis brazos por debajo de su cabeza, acariciando su rostro, admirando su belleza quemándome en nuestro hacer el amor y la beso.   

En este momento, somos uno; cuerpo y alma. Dos mitades que finalmente se encontraron uno al otro. Estamos saboreándonos, entrando y saliendo con delicia.  Las manos de Anastasia se mueven por mi pelo, tirando de mí hacia ella, exigente, con ganas de más de mí, tratando de consumirme. Sus manos se mueven a la parte baja de mi espalda en círculos pequeños. Su respiración comienza a acelerarse rápidamente cuando mi ritmo la trae al borde de los picos de placer. Mis labios se mueven en su boca ferozmente, los chupos, los beso, paso mi barbilla por su mandíbula  y mordisqueo el lóbulo de su oreja. Quiero estar en todos los lugares a la vez. Mi respiración se incremente a medida que el placer aumenta dentro de mí. Los dos empezamos temblando, allí mismo, así… así… la magia está apareciendo. Ella empuja sus caderas en sincronización con las mías, incrementando nuestros sentimientos, subiendo… subiendo… siento todos los músculos de su interior apretando cuando su orgasmo es inminente. 

_ Eso es, nena... entrégate a mí... Por favor... Ana, le murmuro.

_ Christian… grita mi nombre en una oración como una letanía en sus labios y yo gimo con fuerza cuando alcanzo el éxtasis total. En este momento, soy de mi amada y mi amada es mía.





3 comments:

  1. Wawwwwwww eso fue glorioso, poder leer ese sentimiento tan fuerte de cristian es algo deslumbrante, el sentir de el que no es solo pasión, es ternura, cariño, admiración y un amor demasiado grande es increíble, cada ves que leo esta novela quedo prácticamente babeando, emine eres un prodigio mil gracias por existir, y tu mi amiga del alma Patricia tu trabajo excelente te admiro y te quiero mucho madre eres genial un besote muahh y gracias.

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  2. Excelente...la verdad dos insaciables cuya química los unió para escribir una historia de amor única....Gracias chicas por compartir tan bello trabajo...

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  3. Me encanria seguir leyendo desde la perspectiva de Grey, espero con ansias el tercer libro en español.
    Felictaciones por este gran trabajo.

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