CAPITULO XVIII
ADIVINA QUIEN VIENE A CENAR
Traducido y editado por: Patricia Pinto
_ Bien hecho,
cariño, murmuro. ¿Te dolió?
_ No, ella
apenas puede respirar una respuesta, tampoco puede mantener los ojos
abiertos.
_ ¿Esperabas
que te doliera? le susurro mientras la sostengo y retiro unos mechones de pelo
de su cara.
_ Sí, responde
ella cansada.
_ ¿Ves Ana? La
mayor parte de tu miedo está en tu cabeza, le digo. Pero lo que quiero saber es si ella
querría volver a hacerlo. ¿Lo
harías de nuevo? Pregunto vacilante. Hace
una pausa por un momento, cansada.
_ Sí, ella
contesta con una voz suave y es mi perdición. Yo
realmente, realmente no sé como esta mujer me tiene con este extraño
sentimiento, no identificado. La
abrazo con fuerza.
_ Bueno, yo
también, me quejo, luego me inclino y beso suavemente la parte superior de su
cabeza.
_ Y no he
terminado contigo, le digo, porque yo la he estado esperando durante días y
semanas. Sus ojos se están cerrando cuando estoy envuelto alrededor de ella. Ella da la vuelta a su cara hacia mi
pecho, e inhala profundamente, pero ese movimiento me pone tenso. Ella abre los ojos y me mira. Miro hacia abajo con una mirada de
advertencia.
_
¡No! Le digo con fuerza. Ha roto el hechizo. Ella me ve como si tratara de
derretir mi corazón oscuro.
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_ Arrodíllate
junto a la puerta, le ordeno. De
alguna manera, mi voz se enfría debido a mi afefobia, no puedo ser tocado, eso
es algo irreversible en mí. Mi
límite duro ha sido violado y yo trato de ganar la compostura. Ella torpemente se levanta y se
escabulle hacia la puerta y se arrodilla de acuerdo a las instrucciones que le di, temblorosa y
cansada. Me muevo alrededor de
ella, pero ella está con los párpados pesados, su cabeza está caída en el sueño.
_ ¿La estoy
aburriendo señorita Steele? Le pregunto haciéndola despertar. Estoy de pie frente a ella con los
brazos cruzados mirándola. Cuando
sus hermosos ojos azules me miran, mi mirada se suaviza. Siempre hay algo en ella que tira de
las cuerdas de mi corazón.
_ Levántate, le
ordeno y ella con cautela lo hace.
La miro y mi
boca se arquea en una sonrisa.
- ¿Estás
destrozada no es así? Pregunto. Ella
asiente con timidez ruborizada.
Aguante, señorita Steele, le digo.
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Es por eso que
quiero que haga ejercicios. Estrecho
mis ojos hacia ella.
_ Yo aún no he
tenido suficiente de ti. Extiende las manos como si estuvieras rezando. Ella
parpadea como si no ha escuchado bien.
_ ¿Rezar? Ella
pregunta confusa, como si este fuera el lugar más extraño para orar. Pero finalmente hace lo que se le dice. Tomo una abrazadera de cables y la
fijo alrededor de sus muñecas, apretando el plástico. Sus ojos se vuelven a los míos.
_ ¿Le resulta
familiar? Le pregunto, incapaz de ocultar mi sonrisa, por la pequeña broma que
le he jugado. Ella abre los ojos
recordando que son las que me vendió y los picos de adrenalina suben de nuevo a
su rostro. Así que he logrado su atención y se ha despertado de nuevo.
_ Tengo
unas tijeras aquí, le digo levantándolas para que ella vea.
_ Las puedo
cortar en cualquier momento, le digo para tranquilizarla. Ella trata de tirar
de sus muñecas probando sus ataduras, pero mientras trata de separarlas, el
plástico se clava en la carne. Mientras
no trate de separarlas estará bien, de lo contrario cortarán su piel.
_ Ven, le dije
tomando sus manos atadas y la llevo hasta la cama con dosel. Ella se da cuenta que está tendida con
sábanas de color rojo oscuro y que tienen un grillete en cada esquina, mira
hacia mí con asombro y curiosidad.
_ Quiero más,
mucho, mucho más, me inclino y le susurro al oído. Pero voy a ser rápido. Estás cansada. Agárrate del poste, le digo y su
corazón comienza a golpear rápidamente de nuevo. Ella está emocionada, frunce el ceño, al
darse cuenta de que no va a estar en la cama. Ella
abre sus manos mientras se agarra del poste de madera tallada.
_ Más abajo le
ordeno. Bien. No te sueltes. Si lo haces, te voy a azotar ¿Entiendes? Le advertí.
_ Sí, señor,
dice ella como la niña buena que es.
_ Bien.
Me coloco
detrás de ella y le agarro las caderas y luego la levanto rápidamente hacia
atrás para que se incline hacia delante, ella se aferra al poste.
_ No te sueltes
Anastasia, le advertí. Voy a tomarte duro por detrás. Sostente del poste para mantenerte en
equilibrio. ¿Entiendes?
_ Sí, dice
ella, y le doy una nalgada dura con la mano abierta. Aunque esté cansada tiene
que dirigirse a mí con respeto.
_ ¡Ayy...!
dice, y luego modifica su afirmación murmurando un sí señor rápidamente.
_ Abre las
piernas le digo y meto las mías entre las suyas para separarlas aun más.
_ Eso está
mejor. Después de esto te dejaré
dormir, le digo y froto suavemente su espalda.
_ Tienes una
piel hermosa Anastasia, le digo mientra me agacho y beso su columna vertebral
con ligeros besos muy suaves. Al mismo tiempo, mis manos se mueven alrededor de
su frente colocando las palmas en sus pechos y tiro suavemente de sus pezones
entre mis dedos, ella ahoga un gemido mientras su cuerpo responde, volviendo a
la vida una vez más para mí. Muerdo suavemente y chupo su cintura tirando de sus pezones y sus manos
aprietan el poste tallado. La suelto y
agarro un paquete de condón y arranco el papel de aluminio y me quito mis
jeans.
_ Tienes un
culo sexy y cautivador, Anastasia Steele. Lo
que me gustaría hacer con él le digo emocionado. Coloco mis manos en cada una de sus nalgas y
al ver sus pliegues tan húmedos, deslizo mis dedos hacia abajo introduciéndolos
en su interior.
_ Siempre
mojada, nunca decepciona señorita Steele le susurro y le doy mi señal.
_ Agárrate
fuerte... esto va a ser rápido nena, le
digo agarrando sus caderas y me posiciono. Tomo su trenza con la otra mano
enlazándola alrededor de mi muñeca hasta la nuca, para que voltee su cabeza.
Muy poco a poco entro con facilidad en ella, tirando de su cabello al mismo
tiempo. Estoy completamente dentro de ella, somos un ajuste perfecto. Me
encanta así apretada, sin dilatarse. Salgo
ligeramente y luego entro rápido contra ella, una y otra vez manteniendo el
ritmo. Ella no puede moverse, solo tiene que aceptar lo que le doy. Siento que
se inclina un poco hacia adelante y le grito a través de mis dientes apretados.
_ ¡Aguanta
Anastasia! Ella tiene que aprender que así es como me gusta follar, como un
animal y muy duro. Ella se agarra
más fuerte alrededor del poste y empuja hacia atrás contra mí mientras yo
continúo mi asalto implacable en ella una y otra vez, mis dedos clavándose en
su cadera. Siento que ella se pone
cada vez más débil con la nueva acumulación de otro orgasmo. Sigo moviéndome contra ella, dentro y
fuera y nuestra respiración se mantiene agitada. Siento que se contiene ante el
inminente orgasmo y yo estoy llegando al mío, pero no quiero que se contenga,
quiero que se corra para nuestro beneficio.
_ Vamos Ana
dámelo, le pido y ella gloriosamente me obedece. A medida que se contrae
alrededor de mí es mi señal para dejarme ir. Llegamos los dos al borde cayendo
en pedazos y terminamos en el suelo. Sentí las estrellas pasar ante mis ojos. Eso fue jodidamente alucinante.
Poco a poco
recuperamos los sentidos mientras está tumbada de espaldas encima de mí.
_ Levanta tus
manos, le digo en voz baja. Ella levanta
sus brazos y con una sola pasada de la tijera, corto el plástico.
_ Declaro inaugurada a esta Ana, le digo
bromeando con ella y ella se ríe frotando sus muñecas que están en libertad. Su risa me hace sonreír, es el sonido
más hermoso en la tierra, porque significa que está feliz y me encanta oír su
risa despreocupada y alegre.
I’m on Top of the World - the Carpenters
_ Ese es un sonido hermoso, le digo con aire
taciturno. Me siento culpable y
triste, de repente, de que ella no esté tan contenta como debería estar. Me incorporo súbitamente, llevándola
conmigo una vez más sentada en mi regazo.
_ Esa es mi
culpa, le digo y me acomodo para frotar sus hombros y brazos para quitar el
dolor que se haya acumulado de nuestro encuentro alegre. La masajeo suavemente.
Ella se vuelve hacia mí tratando de descifrar el significado de mis palabras.
_ ¿El qué?
_ Que no rías
más a menudo, le digo con voz triste.
_ Yo no soy muy
risueña, murmura adormilada.
_ Oh, pero cuando
sucede señorita Steele, es una maravilla y un deleite contemplarlo, le digo con
mis ojos brillantes.
_ Muy florido
señor Grey, murmura, apenas tratando de mantenerse despierta mientras sus ojos
están caídos.
_ Yo diría que
estás bien follada y con necesidad de dormir, le digo con un brillo travieso en
los ojos.
_ Eso no fue
nada florido, refunfuña juguetonamente. Le
sonrío y me levanto junto con ella. Recojo mis jeans y me los pongo.
_ No quiero
asustar a Taylor, ni a la señora Jones, murmuro juguetonamente. Me agacho para ayudarla a ponerse de
pie y la llevó hasta la puerta. En
la puerta está la bata que traje para ella y estoy feliz de vestirla. Parece un
niño pequeño. Ella está completamente gastada; sus miembros no tienen fuerzas
suficientes para levantarse. Cuando
está cubierta y respetable me inclino y la beso suavemente, contento porque ha
sido completamente mía y solo mía, me agrada tanto que reflejo una gran
sonrisa.
_ A la cama, le
digo y la expresión de asombro en
su rostro me hace sonreír... Otra expresión que no tiene precio. Para dormir, agrego tranquilizándola. Claro que quiero más, pero no seré un
degenerado con ella. Siempre he tenido un deseo sexual muy alto, por lo que fue
una tortura para mí cuando era un adolescente caliente, frustrado y sin poder
ser tocado. Normalmente una sesión en mi cuarto de juegos son como mínimos tres
polvos, generalmente cuatro, depende de la escena que haya preparado.
La cargo y la llevo acurrucada contra mi
pecho a su dormitorio, donde fue examinada por la Dra. Greene el día de
hoy. Su cabeza cae contra mi pecho totalmente agotada. Retiro el edredón y la acuesto. Me
pongo a su lado porque después de su primera experiencia en el cuarto de
juegos, no quiero que me oculte nada, y yo como su Dominante me tengo que
asegurar de que esté bien. Pero en el fondo sé que es porque también me gusta
dormir con ella.
_ Duerme ahora,
preciosa, le susurro besando su cabello. Y
cuando ella se acurruca en mis brazos, los dos nos dejamos llevar por el sueño.
Me despierto
antes que ella cuando el sol se está poniendo. La miro y la veo completamente saciada y
relajada durmiendo en mis brazos. Puedo verla durante horas. Mientras
trato de sacar el brazo de debajo de ella, ella se agita inquieta como si algo
la está molestando. Froto su cabello y la acaricio y le beso la parte superior de la cabeza tratando de
calmarla. Ella se relaja. Ella se ha consolado por mi presencia
como me consuela la suya. El
pensamiento me hace suspirar con asombro. Ella
es mi pareja perfecta. Finalmente la libero de mis brazos y lentamente me muevo,
cubriéndola. Su brazo se mueve
para buscarme. Poco a poco me voy
hasta la puerta y la escucho hablar.
_ ¡Christian no
te vayas!
_ Yo sólo
voy..., pero me doy cuenta de que ella está completamente dormida. Ella está hablando sueños.
_ Por favor....
Me encanta... murmura preocupada, moviéndose inquieta en la cama gimiendo, como
si algo le está haciendo daño. Vuelvo
a la cama y me acuesto a su lado. Froto
su pelo de nuevo para calmarla.
¿A ella le
encanta que? O más bien ¿quién? Poco a poco me levanto de nuevo y la
alejo de mis brazos y ella cae otra vez en un sueño profundo. Me acerco de
puntillas a la puerta. Entonces
oigo su voz con toda claridad... las palabras que dice me detienen en seco: Te amo Christian… no me dejes… suplica
en su sueño. Mi boca se abre, me
siento en una silla en la esquina y la miro fijamente. ¿Qué debo hacer con esta información? ¡Ni siquiera puedo empezar a procesarla! No soy digno de su amor... de ningún amor. ¿Qué fue lo Elena me dijo sobre el
amor? que es una emoción inútil que te
quita el control... voy a terminar rompiendo su corazón... ¡Vete a la mierda!
Break Your Heart by Taio Cruz
Estoy confundido,
eufórico, alegre, sorprendido. Poco a poco me salgo de su habitación perdido en
mis pensamientos para tomar una ducha y prepararme para la noche.
Ya listo para
la visita a mis padres, le preparo a
Anastasia una bebida con jugo de arándano y Perrier. La traigo a su habitación y lo pongo
sobre la mesa de su lado. Espero
que la ayude a darle un poco de energía cuando se despierte.
Despierto a Anastasia
cepillando suavemente mis labios sobre su sien y la besó con ternura, pero ella
está demasiado cansada y quiere seguir durmiendo. Ella gime y se entierra en su almohada.
_ Anastasia,
despierta, le digo suavemente.
_ No, ella
gime.
_ Tenemos que
salir en media hora para la cena en casa de mis padres. Digo divertido. Ella abre los ojos a regañadientes. Sus ojos parpadean al cielo exterior. Es el anochecer. Me inclino, mirándola fijamente.
_ Vamos
dormilona, levántate. Me agacho y
la beso de nuevo.
_ Te he traído
una copa. Estaré abajo. No te vuelvas a dormir o vas a estar
en problemas, la amenazo, pero mi tono es suave. La beso breve y dejo la habitación.
Yo tengo mi
iPod colocado en mi estéreo y Frank Sinatra está cantando lejos. Estoy en mi ropa habitual, camisa
blanca de lino y pantalones de franela gris colgando de mis caderas. Miro fuera de mi ventanal la silueta
de Seattle en la noche que se acerca. Mi
mujer está en mi casa, preparándose para visitar a mis padres conmigo. Es una sensación extraña, pero luego
extrañamente me reconforta. Eso es otra
señal que la distingue como mía. Siento su presencia detrás de mí y la
veo. Puedo sentir esa energía que nos sacude cada vez que estamos uno frente al
otro. Me doy vuelta y le sonrío. Ella
está bien vestida, con algo menos por supuesto, ya que su ropa interior se
encuentra ahora en mi bolsillo. Quiero que me ruegue por ella. Vamos a ver cómo
va a responder a mi pequeño juego.
_ Hola, dice ella,
igualando mi sonrisa.
_ Hola, le digo
de nuevo. ¿Cómo te sientes? pregunto
divertido.
_ Bien, gracias
¿y tú? Pregunta. No
podría estar mejor.
_ Me siento muy
bien, señorita Steele, respondo, esperando que me pregunte por sus bragas.
_ Frank... Hmm. Nunca
te imaginé como un fan de Sinatra, dice ella con curiosidad, sorprendiéndome. Levanto una ceja en respuesta. ¿No me las va a pedir?
_ Tengo gustos
eclécticos señorita Steele, murmuro y me muevo rítmicamente hacia ella con una
mirada intensa. Me doy cuenta que
su respiración cambia cuando ve mi postura. Cuando Sinatra comienza cantando Brujería, paso las
yemas de mis dedos por su cara hasta el cuello. Ella cierra los ojos en éxtasis. ¡De repente, yo quiero tenerla en mis
brazos, y bailar con ella, como si no hubiera mañana!
_ Baila conmigo, murmuro con voz ronca.
Witchcraft - Frank Sinatra
Tomo el control
remoto de mi bolsillo y subo el volumen. Levanto
mi mano pidiendo la de Anastasia y una vez más, estoy lleno de ganas de tenerla
en mis brazos otra vez. Estamos embrujados entre nosotros y
puedo ver que mi sentimiento se refleja y es correspondido en sus ojos. Tan pronto como su mano toca la mía,
nuestra sacudida de conexión habitual comienza a correr a través de nuestros
cuerpos. Con un renovado sentido
de deseo, yo la abrazo y curvando el brazo libre alrededor de su cintura, empezamos
a bailar.
Ella extiende y
pone su mano libre en mi hombro y me sonríe. Sólo
somos dos personas jóvenes, juguetonas, disfrutando el momento. Giramos desde la ventana de la cocina
que abarca el gran salón, girando y girando, al compás de la música. Ella me sigue mientras nos deslizamos
en torno a la mesa del comedor, hacia el piano, hacia atrás y hacia delante en frente de la
pared de vidrio, ya Seattle se ve brillante en sus luces. Es la hora de las brujas, con esta
mujer fascinante y este paisaje cautivador con una silueta de Seattle llenando
completamente el fondo, mi mujer en mis brazos, bailando bajo el hechizo de una voz aterciopelada, embrujándome... Ella se ríe de alegría absoluta, cautivada
por todo lo que hago, no puedo mantenerme tranquilo, pero sonrío hacia ella y
en un murmullo le digo: No hay ninguna bruja más agradable que tú y la beso
dulcemente.
_ Bueno, ya que
he traído un poco de color a sus mejillas señorita Steele. Gracias por el
baile. ¿Vamos a conocer a mis padres?
_ De nada y sí,
no puedo esperar para conocerlos, responde ella sin aliento.
_ ¿Tienes todo
lo que necesitas? Todavía tengo las
bragas en mi bolsillo y en espera de que ruegue por ellas.
_ Sí, responde
dulcemente batiendo sus pestañas.
_ ¿Estás
segura? Compruebo.
Ella asiente
con indiferencia bajo mi mirada intensa. Estoy
completamente divertido por su despreocupación. ¿Quieres
ir a la casa de mis padres con el culo desnudo? ¡Anastasia Steele, usted es
otra cosa! Ya no
puedo seguir el ritmo más y mi cara se divide en una enorme sonrisa y niego con
la cabeza.
_ Está bien. Si así es como quiere jugar señorita
Steele, digo cogiendo su mano, recojo mi chaqueta que está colgado en uno de
los taburetes de la barra y la llevo al vestíbulo del ascensor bajar al garaje.
Cuando estamos
en el ascensor, su mirada va hasta mi
cara. Yo sé que ella no tiene nada
debajo de su vestido y me gustaría ver lo lejos que ella va a manejar eso. Creo que la idea es caliente. Ella va a la casa de mis padres sin
nada debajo del vestido. Sabiendo
lo tímida que es, apuesto a que está lamentando esa decisión ahora. Mi mente se tambalea con los tipos de
juegos que puedo hacerla pasar por esta noche. !Oh, nena, tú
eres la causante de esto y mi objetivo es jugar! Vamos a ver
hasta dónde usted puede llegar... El ascensor desciende rápidamente y
sin problemas. Pero la carga
usual entre nosotros se acumula de nuevo y mi recuerdo vuelve al ascensor de Hotel
Heathman. Algún día, voy a follarla
en el ascensor, pero no ahora. Siento
que mis ojos se oscurecen con el deseo por ella cuando nuestras miradas se
encuentran de nuevo. Pero de un
golpe las puertas del ascensor se abren y la magia todavía está colgando en el
aire. Cierro los ojos y trato de
sacudir las nubes lejos de mi cabeza. Hago
un gesto para que ella salga antes que yo del ascensor de manera caballerosa,
pero no hay nada caballeroso en mis pensamientos acerca de ella. ¡Y ella lo sabe!
Taylor hace
subir el Audi SUV. Abro la puerta
trasera para Anastasia y ella trata de trepar en el interior lo mejor posible tratando
de no mostrar su culo desnudo. El
vestido púrpura es pegajoso y se cuelga muy bien en la parte superior de las
rodillas. De lo contrario, habría
estado demasiado celoso.
Aceleramos en la
autopista I-5, los dos en silencio durante un rato. Mi mente está como un tornado. Miro desde mi ventana a la ciudad
oscureciendo sentado junto a la mujer que me ha cautivado en las últimas
semanas. Ahora voy a llevarla a
conocer a mi familia... oficialmente, como mi novia. ¿Qué me está pasando? Ella me gusta muchísimo. No puedo ordenar mis sentimientos por su
culpa. Por un lado, me gusta mi independencia. Me gusta mi dominio. ¿A quién estoy mintiendo? Me encanta mi
dominio, yo no creo que pueda renunciar a eso. Me encanta mi
estilo de vida... Y por el otro lado me
siento amenazando por todos estos sentimientos que estoy conociendo sin
esfuerzo. Si no estoy a su alrededor,
me siento miserable y hago a todo el
mundo miserable. Me encuentro a
mí mismo pensando en ella cada minuto del día y en mis sueños. Tengo estas emociones sin nombre que
me están volviendo loco. Me pongo
celoso incluso si alguien menciona su nombre, como si fuera algo sagrado del que
no deben hablar. Estoy perdido y
ahogándome en mis pensamientos. ¿Anastasia
mi sumisa? ¿Anastasia mi novia sumisa? ¿Anastasia mi novia? Nunca he dejado que
estos dos mundos se encuentren. Mi familia y una sumisa. He sido muy cauteloso
con eso y ahora aquí estoy… más confundido que nunca.
_ ¿Dónde
aprendiste a bailar? Me pregunta con una voz suave, vacilante. Esto me lleva fuera de mis ensueños,
pero no fuera de mi miseria. Vuelvo
la mirada hacia ella, la tristeza cubre mis ojos.
_ ¿De verdad quieres saberlo? Le contesto en
voz baja.
No puedo verla
bien en la oscuridad, pero la luz que pasa brilla y veo una mirada en su rostro
cayendo.
_ Sí, murmura a
regañadientes.
_ La Sra. Robinson era aficionada a bailar, le
digo. Ella suspira.
_ Debe de haber
sido una buena maestra, ella responde.
_ Lo fue, yo
digo la verdad, en voz baja.
Trato de ver su
rostro en la oscuridad, algunas
emociones tristes parpadean a través de él, pero luego veo un atisbo de
sonrisa. Sus manos se frotan las
muñecas reflexivamente. Ella debe
estar pensando en nuestro enlace de esta tarde. Su mirada cae otra vez, y ella fija su
vista fuera de la ventana, y se pierde en un pensamiento triste por su cuenta. Yo no quiero que sienta lástima por
mí. Ella se preocupa por mi
relación pasada con Elena. Ella
es mi pasado ahora. Ella inhala
una bocanada de aire como si apenas sostiene sus emociones.
_ No, murmuro.
Vuelve la
cabeza hacia mí. No, ¿qué? Ella
pregunta confundida.
_ No pienses
demasiado las cosas Anastasia le digo, incapaz de resistirme a su atracción. Extiendo
la mano y agarro la suya y la beso en
los nudillos suavemente. He
tenido una tarde maravillosa. Gracias.
Le digo con sinceridad. Ella
parpadea hasta mí y sonríe tímidamente.
_ ¿Por qué utilizaste
una abrazadera de cables? Me pregunta susurrando y me hace sonreír hacia ella.
_ Es rápida,
fácil y algo diferente para que sientas la experiencia. Sé que parecen algo brutal, pero me
gustan que las sujeciones sean así, muy eficaz para mantenerte en tu lugar, le
digo sonriendo.
Ella voltea con
nerviosismo mientras su mirada va por encima de Taylor. El está impasible y sus ojos están en
el camino. Taylor ha
conocido mi estilo de vida desde el
primer día. Es mi empleado más confiable y responsable de mi seguridad
personal. Todo esto es parte del
paquete que soy. Me encojo de
hombros.
_ Todo es parte
de mi mundo Anastasia le digo apretando su mano, y luego soltándola. Ella vuelve la cabeza y mira por la
ventana, perdida en sus pensamientos de nnuevo. Me vuelvo para mirarla. Ella se ve como si estuviera
encerrada, sofocante. Siente mi
mirada en ella y vuelve la cabeza para mirarme.
_ ¿Un penique
por tus pensamientos? Le pregunto.
Ella suspira y
frunce el ceño.
_ ¿Tan malos
son?
_ Ojalá supiera lo que piensas tú, dice
sorprendiéndome. Sonrío hacia
ella. Mejor que ni se imagine la mierda que pasa por mi cabeza, porque seguro
que saldría corriendo.
_ Lo mismo digo
nena, le digo en voz baja. Cómo me gustaría saber lo que estabas
pensando.
Por último el
Audi llega a la entrada de la mansión de estilo colonial de mis padres. Es un lugar de ensueño.
_ ¿Estás lista
para esto? Le pregunto cuando nos detenemos en la puerta. Ella asiente con la cabeza, y le doy en
la mano otro apretón tranquilizador. Está
nerviosa, conocer a los padres de un chico por primera vez… aunque también es
la primera vez para mí.
_También es la
primera vez para mí, le susurro y sonrío con malicia hacia ella, apuesto a que desearías
llevar tu ropa interior en este momento, le susurro burlándome de ella. Ella tuvo su tiempo de pedírmelas
amablemente, así que fue su decisión venir con el culo al aire. Se pone roja
como una remolacha. Taylor ha
salido y abre la puerta de Anastasia. Ella
frunce el ceño y sonrío ampliamente a cambio, saliendo del coche.
Mi madre, la Dra. Grace
Trevelyan-Grey está en la puerta esperándonos. Está en un vestido de seda azul pálido
con elegancia sofisticada. Detrás
de ella mi padre alto, rubio y de apuesto
porte.
_ Anastasia, ya
conoces a mi madre, Grace. Este
es mi papá, Carrick, le presento a mis padres.
_ Señor Grey
un placer conocerlo, sonríe y saluda con la mano tendida.
_ El placer es
todo mío, Anastasia, él responde educadamente.
_ Por favor,
llámeme Ana. Sus ojos azules se ablandan.
_ Ana, qué
alegría verte de nuevo, dice mi mamá envolviéndola en sus brazos. Entra, querida.
_ ¿Ya ha
llegado? Escuchamos un chillido desde dentro de la casa. Por supuesto que es Mia.
_ Esa es Mia,
mi hermana pequeña, le digo con mucho amor. La
amo más de lo que me irrita. Efectivamente
Mia viene a toda velocidad por el pasillo, de pelo negro, alta y curvilínea.
_ ¡Anastasia! He oído hablar mucho de ti, ella dice
abrazándola con fuerza.
_ Ana, por
favor, murmura cuando Mia la lleva al vestíbulo.
_ Nunca ha
traído una chica a casa antes, dice Mia con sus ojos azules oscuros iluminados
por la emoción.
_ Mia, cálmate,
mi madre le amonesta.
_ Hola cariño,
me saluda mientras me besa en las mejillas. Sonrío
hacia ella, y estrecho la mano de mi padre. Todos
entramos y nos dirigimos a la sala, mientras que Mia todavía está agarrando la
mano de Anastasia. Cuando
entramos en la sala de estar elegantemente decorada, nos encontramos con Kate y
Elliot que están abrazados juntos en un sofá, sosteniendo unas copas de champán. Cuando Mia finalmente libera la mano
de Anastasia Kate la saluda.
_ ¡Hola
Ana! Y luego dice Christian… en un
saludo todo cortante.
_ Kate, le
devuelvo el saludo. Anastasia
frunce el ceño ante nuestro intercambio. Elliot
agarra a Anastasia en un abrazo que la abarca toda. Yo estoy al lado de Anastasia
envolviendo mis brazos alrededor de ella, colocando posesivamente la mano en su
cadera; extendí mis dedos y tire de ella toda para mí. Aunque
es mi hermano no quiero que otro hombre la toque.
De pronto todo el mundo
está mirándonos a nosotros, como si fuéramos alguna celebridad. ¡Vaya!
Realmente están sorprendidos y ahora me doy cuenta de que no había duda de que
me creían gay. Anastasia se siente incómoda.
_ ¿Algo para
beber? Mi padre nos pregunta finalmente recobrándose después de ver la
confirmación de que su hijo no es gay. ¿Prosecco?
_ Por favor,
Anastasia y yo respondemos al unísono. Esto
es extraño. Mia aplaude con sus
manos en nuestra respuesta sincronizada.
_ Pero si hasta
dicen las mismas palabras dice ella, rápidamente saliendo de la habitación. Cuando ella mira hacia atrás a Kate y
Elliot de nuevo, su mirada cambia. Ella
tiene una mirada triste y deprimida. ¿Qué
ha pasado? ¿Por qué está molesta?
Estos son los momentos en que me gustaría saber qué pasa por su mente.
_ La cena está
casi lista, dice mi madre mientras ella sigue a Mia fuera de la habitación. La miro fijamente y frunzo el ceño al
ver su expresión. ¿Qué está mal? ¿Por qué está molesta?
_ Siéntate, le
ordeno y apunto al sofá. Ella
hace lo que se le dice, cruzando cuidadosamente sus piernas. Me siento a su lado, pero yo no la
toco.
_ Estábamos hablando
de las vacaciones Ana, dice mi padre amablemente.
_ Elliot
decidió seguir a Kate y su familia a Barbados por una semana. Cuando miramos a
Kate, ella está sonriendo con absoluta delicia.
_ ¿Vas a tomar
un descanso ya que has terminado tu carrera? Pregunta mi padre.
_ Estoy
pensando en ir a Georgia por un par de días, responde ella. Estoy completamente sorprendido,
mirando a Anastasia. Esto es
nuevo para mí. ¿Por qué no ha
mencionado esto? ¿Cómo puedo
manejar su ausencia? ¿Ella está
huyendo de mí? Ahora pienso en lo
que me escribió en su e-mail, si pudiera
se habría ido a Alaska. ¿Es esta
su manera de huir?
_ ¿Georgia?
murmuro preguntando.
_ Mi madre vive
allí, y no la he visto en mucho tiempo, responde ella.
_ ¿Cuando pensabas
ir? Les pido en voz baja, apenas controlada. Mi
nivel de ansiedad se ha disparado por encima de mi límite tolerable.
_ Mañana al
atardecer, ella responde y yo estoy
tratando de procesar esa información. En
este momento, quiero ¡tomarla, azotarla, y follarla! Apenas puedo contenerme en mi asiento
con mi familia alrededor. Mi
mirada se fija en ella.
Mi hermana Mia
se pasea de nuevo en la sala de estar y cada uno toma una copa llena de
Prosecco rosa.
_ ¡Salud! Mi
padre levanta su copa. Me importa
un carajo. ¡Mierda! ¡Se va! ¡Ella está corriendo! ¡Mierda! ¡Doble mierda! Apenas puedo controlar mi respiración. ¿Cómo puedo estar sin ella?
_ ¿Por cuánto tiempo? Le pregunto en voz engañosamente
suave, pero estoy más que enojado.
_ No lo sé
todavía. Dependerá de cómo vayan
mis entrevistas mañana.
Mi mandíbula se
aprieta y Kate la trituradora de bolas consigue interferir en la conversación. ¡Mierda!
_ Ana se merece
un descanso, dice ella mirándome fijamente, el antagonismo se filtra a través
de ella.
_ ¿Tienes
entrevistas? Mi padre le pregunta.
_ Sí señor,
para pasantías en dos editoriales mañana, responde Anastasia.
_ Te deseo lo
mejor de la suerte.
_ La cena está
en la mesa, mi madre anuncia.
Todos nos
paramos. Kate y Elliot siguen a mi
papá y a Mia fuera de la habitación. Cuando
Anastasia se prepara para seguir, la agarro del codo, llevándola a detenerse
bruscamente.
_ ¿Cuándo ibas
a decirme que te ibas? Le
pregunto con urgencia. Mi tono suave
apenas está cubriendo mi rabia apenas contenida, a punto de estallar.
_ Yo no me voy. Voy a ver a mi madre, y yo sólo estoy
valorando la posibilidad, ella responde.
_ ¿Qué pasa con
nuestro acuerdo? Le pregunto con
fervor. Pensé que teníamos un
trato.
_ No tenemos un
acuerdo todavía, me responde.
Mis ojos se
estrechan, estoy listo para castigarla, pero, este no es el lugar para ello, y
ella no ha firmado todavía. ¡Maldita
sea! Tomo su codo, y la conduzco
fuera del salón.
_ Esta
conversación no ha terminado todavía, le
susurro amenazante a medida que entramos en el comedor.
¿Qué más va a
pasar esta noche? Estoy molesto,
tenso, irritado, confinado, y ahora mismo, me gustaría sacar toda la mierda
fuera de ella y mi mierda si fuera necesario. ¡Mierda!
¡Respira Grey, respira! Me recuerdo a
mí mismo cuando tiro de la silla de Anastasia junto a mí mientras mis ojos
están fijos en ella, mirándola como un halcón. No puedo dejar que se me escape y ella
está huyendo de mí. Ni siquiera
iba a decirme. ¡Mierda! ¡No puedo respirar! Cierro los ojos, y
cuento... muy lentamente... Uno... dos... tres... cuatro... cinco... seis... siete... ocho... nueve... diez...
Aún no hay
alivio, ¡Vete a la mierda! Trago. Diez... nueve... ocho... siete... seis... cinco... cuatro... tres... dos... uno...
Se me hace
difícil respirar. Me doy cuenta
de que Mia se sienta junto a mí, y toma mi mano apretándola con fuerza,
sacándome de mis ensoñaciones. Le
sonrío cálidamente.
Un alivio
temporal me inunda... hasta que miro hacia
Miss Independencia de nuevo.
I’m Afraid of Losing You by A Rocket to the Moon
Patricia amiga GRACIAS tu ni te imaginas como vigilo esta pagina solo esperando un nuevo capitulo, madre nos tienes pagando penitencia, yo esperaba uno al meno de regalo de navidad je je, espero que hayas pasado una buena navidad y que hayas recibido tu año nuevo junto a tu familia con alegria, te deso lo mejor a ti y a Emine que te puedo decir del cap lo amoooooo y amo mas este Emine escribe especial siempre le da su toque especial de nuevo gracias un besote a las dos.
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