Saturday, November 30, 2013

Libro I - Capítulo XXII: CINCUENTA SOMBRAS DE GREY - CHRISTIAN Y ANASTASIA

CAPÍTULO XXII
ES DIFICIL DECIR ADIOS

 Traducido y editado por: Patricia Pinto


Me despierto con Anastasia entre mis brazos.

_ ¡No! Gime en sueños. ¡No! No te vayas Christian, murmura. 



Love Story - Taylor Swift

_ Hey, hey... digo frotando su cabello, tratando de calmarla. Ella se relaja bajo mi tacto. Es de noche. Puedo ver las luces de la ciudad desde las ventanas descubiertas.   Encuentro que mis brazos y mis piernas están  alrededor de Anastasia, la reclamo incluso dormido.

_ ¡No te vayas por favor! Tengo miedo. Christian te amo... ella gime y se estremece en su sueño. Le beso el pelo, cerrando los ojos. Es el mejor sonido que he escuchado desde que ella lo dijo por primera vez ayer en su sueño. Pero, sin embargo, tengo miedo de escuchar eso. Me siento intimidado en lo más profundo. Gracias a Dios, ella está dormida. Yo no creo poder manejar esto si me lo dice despierta. Yo no puedo ser amado. No debería ser amado. Estoy jodido. Sucio. Indigno...

_ No puedo... continúa con una ingesta de suspiro tembloroso, su brazo se extiende a una persona invisible en la oscuridad.

_ Bebé... le susurro al oído, no voy a ninguna parte... le digo tratando de tranquilizarla. No me dejes, te necesito... le susurro. Ella suspira en sueños. Nunca... dice a la deriva.

_ Nunca, ¿qué? ¿Nunca qué  nena?

_ Nunca te dejaré Christian, murmura apenas audible, pero esa sola frase me da la mayor paz y tranquilidad que he tenido en toda mi vida. El conocimiento del hecho de que ella me quiere y ella no me dejará me consuela, me relaja, como si una tonelada de carga se ha levantado de mis hombros. Tengo miedo de esta mujer que me toma por sorpresa, incluso en sueños.   Mi reloj marca las 5:16am tengo que levantarme para hacer ejercicios, es una rutina para mí y tengo un largo día por delante. La miro aun dormida. Podría verla durante horas. ¡Ella me ama!  Estoy más allá que eufórico. Me encantaría que me lo dijera de verdad. ¡No! No podría escucharlo. Tengo demasiado miedo con la idea. No soy digno de ella... o de su amor. Soy un hijo de pura jodido y retorcido. No soy digno de nada. Ciertamente no de los gustos de ella, pero yo soy un hombre egoísta que ahora desea tener a este ángel que estoy sosteniendo en mis brazos. Cuan afortunado me siento de tenerla. Me muevo con cuidado, apartando mis brazos lejos de ella.   Tengo que ir a trabajar. Quiero seguir viéndola en su sueño pacífico. Pero cuando muevo mis brazos lejos de ella, cambia su cuerpo y se vuelve hacia mí, me busca en la oscuridad. ¡Se siente atraída a mí también! ¡Qué consuelo es saber eso! ¡Ella tiene mi corazón tirando de una cadena!

Poco a poco me alejo de la cama, mirándola en la penumbra, con la única iluminación que proviene de la ciudad que se asoma a través de mis ventanales. Ella es hermosa. Encantadora. Cautivante. Voy a mi armario y me pongo mis sudaderas de entrenamiento. Me voy a la cama y ​​chequeo a Anastasia por última vez antes de salir para el gimnasio.

Cuando llego a la planta baja para hacer ejercicio, Taylor ya está ahí. Él me mira con recelo, y se da cuenta de mi actitud calmada, y continúa su entrenamiento al reconocer mi presencia.

_ Buenos días, señor, dice educadamente. Asiento con la cabeza como respuesta. Buenos días.

Entrenamos a lo largo de una hora. Corro, levanto pesas, y nado. Regresamos a mi ático. Tomo mi ducha. Me pongo los pantalones negros y mi camisa blanca. Entro en la cocina. La señora Jones ya está ocupada en la cocina.

_ ¿Quiere su desayuno en este momento, señor?

_ No en este momento  señora Jones. Voy a trabajar un poco.  La señorita Anastasia Steele está aquí. Ella prefiere el té Twinings Inglés en lugar de café. Voy a tomar un poco de café ahora.
_ Sí señor. Prepararé el té, una vez que se despierte. Tengo su café listo, dice entregándome una taza de café recién hecho.

_ Gracias señora Jones, le digo mientras me tomo mi café.

_ Si la señorita Steele pregunta, voy a estar en mi oficina trabajando, le digo.

_ Sí, señor, responde con cortesía.

Camino a mi estudio y Taylor está presente para informarnos de las actividades del día. Repasamos el calendario y él vuelve a su oficina. Abro y verifico mis correos electrónicos. Hay un mensaje de mi mano derecha Ros acerca de una empresa que estamos debatiendo si es rentable o la liquidamos. Ella me envió los libros de contabilidad de Pérdidas y Ganancias y es lamentable. La llamo para discutir más a fondo.

_ Señor Grey dice saludándome.

_ Ros, ¿qué pasa con la cuenta de resultados de la empresa que hemos adquirido el año pasado? ¿Por qué las ganancias no son buenas por cuarto trimestre consecutivo?

_ Es el economista. La empresa ya venía mal y desde el momento en que la hemos adquirido, ha mostrado una ligera mejoría, pero no lo suficiente para recuperarse de las pérdidas.

_ Entiendo lo de la leve mejoría de la que estás hablando, pero no es suficiente. A menos que P&L mejore, no me interesa mantenerla Ros. No vamos a llevar ese peso muerto, le digo.

_ Sugiero que implementemos algunos cambios y quizás reemplazamos el CFO. Tengo a alguien en mente que podría ser capaz de levantarla en poco tiempo, pero no será suficiente con lo que hemos invertido, nos puede costar un poco más de dinero… dice, mientras le interrumpo.

_ Mira, yo no necesito ninguna excusa con patas cortas. Nos está costando demasiado dinero. Haz que Marco me llame.

_ Sí, señor. Además, Barney quería saber lo que piensa del prototipo, o si usted tiene alguna sugerencia para una mejora.

_ Sí, dile a Barney que el prototipo se ve bien, aunque no estoy seguro acerca de la interfaz.

_ ¿No te gusta la interfaz? Viene con altas recomendaciones de nuestros ingenieros, dice ella.

_ No, es sólo que falta algo... De hecho, él y su equipo, podemos intercambiar ideas...

_ Bien. Ya sabes que yo no soy muy técnica, pero es preferible dejar tus inquietudes con el equipo de ingeniería. Si no hay nada más, le digo a Andrea para reprogramar las reuniones para la tarde.

_ Está bien. Ponme de  nuevo a Andrea.

Siento una mirada sobre mí. La mirada de Anastasia. La electricidad palpable. Ella está aquí, en la habitación. Levanto la vista y la veo. Al verla me crece una sonrisa lenta y sexy en mi cara. Ella me mira, sin palabras. Ella toma una respiración temblorosa, como si dejó su cordura en la puerta. Continúo mi conversación con Andrea, pero mis ojos están fijos en Anastasia, sin dejar de mirarla. Esta es la mirada que me hace sentir completamente vivo...


I’m Alive by Celine Dion

_ Andrea. Elimina las reuniones de esta mañana, pero dile a Bill que me llame. Voy a llegar a las dos. Tengo que hablar con Marco esta tarde, por lo menos media hora...

_ Barney necesita hablarle señor. ¿A qué hora lo ponemos?  Dice Andrea.

_ Programa a Barney y su equipo después de Marco, o tal vez mañana, y encuentra tiempo para yo ver a Claude cada día de esta semana...
_ ¿Cuándo le gustaría ver al Dr. Flynn señor?

_ Dile que espere... Yo confirmo esta tarde.

_ Sobre el envío al Darfur. ¿Desea alguna publicidad?

_ Oh .. No, no quiero publicidad para Darfur... digo.

_ Sam dice que puede haber algunos problemas con el envío.

_ Dile a Sam que lidie él con eso..., le digo irritado. ¿Tengo que pensar en todo?

_ ¿Recuerda el próximo evento al que está invitado, señor?

_ No... ¿Cuál evento?

_ Es un baile ofrecido por la Asociación Americana de Constructores Navales el próximo sábado.

_ ¿El próximo sábado? ... Un momento. Digo.

_ ¿Cuándo vas a estar de vuelta de Georgia? Le pregunto a Anastasia.

_ El viernes ella responde.

_ Voy a necesitar una entrada extra porque tengo una cita..., le digo.

_ ¿Perdón, señor? ¿No sabía que usted tenía una cita?

_ Sí Andrea, eso es lo que he dicho, una cita, la señorita Anastasia Steele me acompañará.

_ Pido disculpas señor. Yo no  oí bien. ¿Algo más señor?

_ Eso es todo, le digo y cuelgo. Mis ojos se van hacia Anastasia.

_ Buenos días señorita Steele.

_ Señor Grey, dice ella con timidez.

Ella está congelada en su lugar. Camino alrededor de mi escritorio y me paro frente a ella. Me toca suavemente la mejilla con el dorso de los dedos.

_ Yo no quería despertarte, te veías tan tranquila. ¿Has dormido bien?

_ Me siento muy bien descansada, gracias. Sólo vine a saludar antes tomar una ducha, dice ella. Ella me mira y me inclino para besarla suavemente. En ese instante, ella lanza sus brazos alrededor de mi cuello, y sus dedos se retuercen  en mi pelo todavía húmedo. Ella empuja su cuerpo contra el mío al ras, y me devuelve el beso con fervor, con pasión. Ella me quiere... ahora mismo. Su ataque me toma por sorpresa, pero, también es una bienvenida. Después de un rato, yo respondo con un gemido que sale de mi garganta. Mis manos se deslizan en su pelo, y abajo hasta su espalda, ahuecando su trasero desnudo mientras mi lengua explora la suya. Me hecho un poco  hacia atrás con mis ojos entrecerrados.

_ Bueno, Anastasia, parece que dormir te hace bien, me quejo.

_ Yo sugiero que vayas a tomar tu ducha, o te pondré sobre mi escritorio ahora, le digo.

_ Elijo el escritorio, susurra con ganas. Me quedo mirándola desconcertado por un pequeño segundo.

_  Tienes gusto por esto, ¿no señorita Steele? Te estás volviendo insaciable, murmuro.

_ Sólo tengo gusto por ti, susurra, y me desarma por completo. Mis ojos se agrandan y se oscurecen con el deseo mientras mis manos amasan su trasero desnudo.

_ Claro que sí, sólo por mí, le gruño a mi mujer, y de repente, con un movimiento fluido, paso mi brazo sobre mi escritorio esparciendo todo su contenido, planos y papeles cayendo en el suelo. La tomo en mis brazos y la acuesto sobre él.

_ Lo quieres, lo tienes nena, murmuro, sacando una paquete de condón del bolsillo de mis pantalones mientras me los desabrocho. Me pongo el condón rápidamente y la miro. Joder tengo que estar preparado para esta chica, porque con ella se junta el hambre con las ganas de comer.

_ Por supuesto, espero que estés lista, yo respiro con una sonrisa lasciva. En ese instante entro, llenándola mientras mantengo sus muñecas firmemente a su lado, y me propongo a empujar profundamente en ella. Ella grita de placer. Está tan húmeda ya.

_ ¡Cristo, Ana! Estás  tan lista, le susurro de admiración.

Ella envuelve sus piernas alrededor de mi cintura y se aferra a mí de esa manera, me quedo mirándola fijamente, con los ojos brillando de pasión y  posesión por esta mujer. Ella es mía, y ella me quiere y me lo afirma de nuevo. Me agrada. Comienzo a moverme y a coger impulso. Empujo profundo y duro y ella grita de placer. Es pura lujuria,  puro deseo carnal... y algo más debajo de todo este exterior que represento. Algo que viene de mi interior. Me muevo y me muevo, deleitándome en la sensación de mi mujer. Mis labios se separan y mi respiración se incrementa a medida que me acerco a mi pico. Retuerzo mis caderas girando y veo que ella también está disfrutando de la sensación de saciedad.

Ella cierra los ojos y arquea la espalda para mí cuando su pico también se está acercando. Mis movimientos van en aumento y ella gime en voz alta con la sensación que irradia sobre su cuerpo. Empujo más rápido y más duro en un ritmo constante. Todo su cuerpo se está moviendo junto con mis movimientos y siento la rigidez de sus piernas  a mi alrededor mientras ella está tratando de aferrarse a la sensación.

_ Vamos nena dámelo,  le susurro con los dientes apretados y mi  necesidad  la envía sobre el borde. Ella grita cuando llega a su clímax y me estrelló contra ella cuando llego al mío y finalmente en mi mejor momento tirando de sus muñecas, me hundo sin decir nada sobre ella. Estoy completamente tomado. Ella me barre y pierdo mi razón. Cambia mis planes. Pierdo el control. Cuando estoy cerca de ella, yo no quiero nada, ¡solo a ella! 


Fireworks by Kathy Perry


_ ¿Qué demonios me estás haciendo Ana? Respiro cuando acaricio su cuello. Me seduces por completo. Tienes una magia muy poderosa.  

Libero sus muñecas y ella pasa los dedos por mi pelo mientras aprieta sus piernas alrededor de mí.

_ Yo soy la seducida, susurra. Levanto la vista  perplejo y alarmado. De repente tengo este torrente de emociones de amor por ella, y eso me asusta. ¡No estoy familiarizado con esto! ¡Yo no sé cómo manejarlo! Esto no está bien. No es para mí... ¡No puedo amar! Ella es muy inocente, y yo no quiero que ella salga herida por mí. Pero maldita sea la quiero. El lado egoísta de mí me dice que ella es mía en todos los sentidos de la palabra. Pongo mis manos en ambos lados de su cara y mantengo la cabeza en su lugar.

_ Tú. Eres. Mía. Le digo afincándome en cada palabra. ¿Entiendes? Le digo ardientemente. Pero también es mi súplica por ella. Quiero que se quede conmigo. Que no se vaya. Que no me deje. El sentimiento que tengo por ella está haciendo estragos en mi corazón en estos momentos. Estoy completamente dividido entre lo que sé, lo que es seguro, y los deseos de mi corazón...

_ Sí, tuya, ella susurra devolviéndome la mirada. ¿Cómo puedo soportar estar lejos de ella casi una semana?

_ ¿Estás segura de que tiene que ir a Georgia? Le pregunto. Ella asiente con la cabeza lentamente. No quiero presionarla y hacer que corra lejos de mí. Cierro mis emociones y miro hacia abajo, dando a luz a mi rostro impasible que me tomó años formar. De pronto me retiro de ella, y ella se estremece.

_ ¿Estás adolorida?  Pregunto inclinándose sobre ella.  

_ Un poco, confiesa. Sonrío, eso es bueno. Yo la hice de esa manera y yo la he reclamado. Ahí es donde he estado. Haría bien en recordar eso.

_ Me gustas adolorida, le digo con pasión en los ojos. Te recuerda en donde he estado y que sólo yo he estado ahí. ¿Voy a tener suficiente de ella?

Le agarro la barbilla y la beso con fuerza y luego la ayudo a ponerse de pie, toma mi mano y se para. Ella mira  la envoltura del condón que está a su lado y murmura _Siempre preparado. Me quedo mirando el paquete vacío que está sosteniendo en sus manos.

_ Un hombre puede esperar Anastasia, incluso soñar y a veces, sus sueños se vuelven realidad. Ella se ve confundida. Yo soy un hombre que ni siquiera tenía orígenes humildes. Desde el mismo segundo en que fui concebido, estaba jodido. Una madre que fue una puta adicta al crack, un padre que fue uno de sus clientes lo más probable, y los constantes abusos de su proxeneta y ella estaba demasiada envuelta en sus propias penas para ser una verdadera madre. Además de eso se suicidó dejándome con su cadáver durante cuatro días.  Hasta que la Dra. Grace Trevelyan-Grey con su delantal angelical de médico decidió adoptarme... Incluso entonces, yo fui indigno para esa familia perfecta. Indigno de su amor y afecto, indigno de lo que me otorgaron. Yo no tenía nada que ofrecer. ¿Cómo puede un niño contaminado caber en una familia de ángeles? Yo nunca fui suficiente para estar a su altura.

Soñé querer llegar a ese estado... para encajar entre ellos de alguna manera. 


Dream On by Aerosmith

Trabajé excepcionalmente duro. Trabajé lo más duro posible. Aprendí todo lo que pude. Luché con todas mis fuerzas para llegar a donde estoy. Permanecí concentrado y en control. De alguna manera, con una gracia desconocida soy indigno de ellos, pero estoy aquí... en presencia de esta mujer angelical que tiene sentimientos por mí. El temor que siento que ella me deje es inmenso. Que de alguna manera yo podría hacerla correr lejos de mí es lo más insoportable. 

_ Así que, en tu escritorio ¿ha sido un sueño? Me pregunta secamente con humor. Sonrío una enigmática sonrisa que sólo permanece en mis labios sin llegar hasta mis ojos. Por supuesto, esta no es la primera vez que he tenido sexo en mi escritorio. Lo he tenido en numerosas ocasiones. Pero con Anastasia es diferente. Porque ella es diferente. Su cara cambia con mi expresión. Ella se pone incómoda, incluso celosa.

_ Será mejor que me vaya a tomar la ducha, dice ella  tratando de hacer un movimiento para conseguir más de mí. Yo no quiero que ella huya de mí. Es insoportable. Paso la mano por mi pelo exasperado. Pero tengo que estar lejos de su tirón.

_ Tengo un par de llamadas que hacer. Me reuniré contigo en el desayuno una vez que hayas terminado con tu ducha. Creo que la señora Jones ha lavado tu ropa de ayer. Están en el armario, le digo. Ella se ve sorprendida.

_ Gracias, murmura.

_ De nada, le doy mi respuesta automática. Ella me da una mirada extraña.

_ ¿Qué? Pregunto

_ ¿Qué pasa? Re pregunta  ¿Cómo hace eso?

_ ¿Qué quieres decir?

_ Bueno... estás siendo más raro de lo normal.

_ ¿Me encuentras raro? Pregunto tratando de reprimir una sonrisa. Ella se sonroja por supuesto.

_ A veces, responde ella. La miro especulativamente.

_ Como siempre, estoy sorprendido por usted, señorita Steele, digo. Ella hace esas cosas como el inesperado regalo del sexo escritorio, o me reprende a su manera.

_ ¿Te sorprendí cómo? Pregunta.

_ Digamos que fue un placer inesperado.
_ Nuestro objetivo es complacer Sr. Grey, dice ella devolviéndome mis propias palabras, inclinando la cabeza hacia un lado.

_ Y lo haces, le digo. Comienzo a inundarme de esa emoción de nuevo que me pone incómodo, porque me hace perder el control. Su proximidad es… inquietante.

_ Pensé que ibas a darte una ducha, le digo tratando de bloquear esta emoción.

_ Sí...   eh, te veré en un momento, dice ella y deja mi estudio toda confusa.

Cuando sale de mi estudio, me hundo de nuevo en mi silla. Sostengo mi cabeza entre las manos tratando de entender esto, al aquí y ahora. Necesito recoger mis sentidos y mis ingenios. Ella me desarma por completo. Pero no es sólo eso. Yo respondo a ella de una manera tal que es como un planeta que se tira en la órbita del sol. No veo nada más que por ella. No me veo en ningún otro lugar sin ella. La única manera de escapar brevemente de este encanto es tener un poco de distancia. Pero cuando pienso en la distancia entre nosotros, me duele. Es mi enigma. Niego con la cabeza, tratando de ocuparme en otra cosa. Recojo los planos que arrojé al suelo y pongo más atención a mi tarea.

Por fin puedo volver a mis llamadas telefónicas para ordenar el horario de trabajo de esta tarde. Escribo notas para la sesión de lluvia de ideas para el prototipo que estamos diseñando. Antes de darme cuenta, han pasado casi treinta minutos  desde que Anastasia salió de mi estudio. Ella ya debe haber tomado su ducha y ya estará  lista para el desayuno.  

Voy de mi estudio a la cocina y oigo a la señora Jones preguntándole a Ana si quiere su té ahora.

_ Por favor, responde ella.

_ ¿Desea algo de comer?

_ No, gracias, Anastasia responde para mi disgusto.
_ Por supuesto que vas a comer, le digo  mientras camino a la cocina. A ella le gustan panqueques, tocino y huevos,  señora Jones.

_ Sí señor Grey. ¿Qué le gustaría señor?

_ Tortilla por favor y un poco de fruta, le respondo mientras mi mirada se fija en Anastasia. Estoy en su tirón de nuevo, dentro de su órbita. 

_ Siéntate le ordeno  apuntando a uno de los taburetes de la barra.

Ella se sienta y  tomo el asiento junto al de ella.

Me inclino y le susurro, ¿Has comprado tu billete de avión?

_ No, lo voy a comprar cuando llegue a casa por Internet, ella responde. Si ella esperó tanto tiempo, tal vez ella no tiene el dinero necesario para comprarlo  ¿Por qué no pensé en eso antes?

Me apoyo un poco más y quiero preguntarle si necesita dinero para la compra del boleto. Pero conociéndola con la recepción de regalos, me estoy quedando sin opciones para preguntarle. Froto mi barbilla pensando.

_ ¿Tienes el dinero para el boleto? Pregunto  finalmente.

_ Sí, dice ella con una paciencia fingida como si estuviera hablando con un niño que la molesta. Levanto una ceja para reprenderla y ella de inmediato se corrige.

_ Sí, lo tengo. Gracias.

Pero, yo no quiero que viaje en clase turista si puedo evitarlo. Tengo un jet que puede usar. Yo haría cualquier cosa por ella, poner todo lo que poseo a sus pies... si ella supiera.

_ Tengo un jet. No está programado para ser utilizado durante tres días, está a tu disposición si así lo deseas.

Ella abre la boca a sorprendida. Un destello de emociones pasa a través de su cara. Ira, sorpresa, diversión, choque. Finalmente ella se las arregla para suprimir todo eso.

_ Ya hemos hecho un serio abuso de la flota de la aviación de tu empresa. No me gustaría volver a hacerlo.

Me siento dolido con su rechazo. Puedo hacer lo que quiera con lo que tengo. Ese es el punto de tener la compañía toda para mí. He trabajado muy duro para hacer lo que quiero.

_ Es mi empresa, es mi avión, le digo, sin ser capaz de mantener mi voz herida. ¿Por qué  siempre se niega a que la cuide?

_ Gracias por la oferta. Pero, sería mucho más feliz si tomo un vuelo de línea regular. Le estrecho mis ojos, pero quiero también escoger con cuidado mis batallas. Estoy tratando de no ser dominante. Así que, no digo nada más sobre el tema. Tal vez pueda actualizar su vuelo por lo menos.

_ Como quieras, digo suspirando. ¿Tienes que prepararte para tus entrevistas?

_ No, responde.

_ Bien. ¿Todavía no me vas a decir cuáles son las editoriales? Le pregunto.

_ No, responde ella con una sonrisa.

Mis labios se aprietan en respuesta. Todavía puedo averiguarlo.

_ Soy un hombre de recursos señorita Steele.

_ Soy plenamente consciente de eso Sr. Grey. ¿Vas a rastrear mi teléfono? Me pregunta con una cara completamente inocente. ¡Claro que voy a hacerlo!

_ En realidad voy a estar muy ocupado esta tarde, así que encargaré a alguien para hacerlo, le digo sonriendo. Ella piensa que estoy bromeando, pero todo lo que concierne a Anastasia, no es para bromear.

_ Si puedes prescindir de alguien para hacer eso, es porque tienes exceso de personal, afirma con serenidad.

_ En ese caso, voy a enviar un correo electrónico al director de recursos humanos y haré que revise nuestro número de empleados, le digo tratando de reprimir una sonrisa.

Después de servirnos el desayuno, la señora Jones nos deja para darnos algo de privacidad. Anastasia finalmente alcanza a preguntarme algo que seguro no sabe como abordar el tema.

_ ¿Qué pasa  Anastasia? Le pregunto.

_ Sabes, nunca me dijiste por qué no te gusta que toquen. Ah, eso. Porque es un tema que trato de evitar a toda costa. No la voy a llenar de mi mierda. Ella mira hacia otro lado preocupada.

_ Ya te he dicho más de lo que le he dicho a nadie Anastasia, respondo en voz baja. No me gusta hablar de esos temas, porque me lleva a una época en la que no podía hacer nada, y no tenía control sobre lo que me pasó a mí, ni a mí alrededor. Estoy demasiado lejos de ese tiempo, y yo no quiero  refrescar los recuerdos horribles de nuevo que a menudo me visitan de noche en mis sueños.

Ella finalmente niega con la cabeza, como para despejarse de sus pensamientos.

_ ¿Vas a pensar en nuestro arreglo mientras estés fuera?

_ Sí, ella responde con honestidad. Ella me mira. Esos ojos... Estoy perdido en ellos.

_ ¿Me echarás de menos? Quiero saber si ella me necesita como yo a ella.

Ella mira hacia mí de nuevo sorprendida por mi pregunta. ¿Por qué está sorprendida, acaso no se da cuenta que la voy a echar de menos?

_ Sí, responde ella y no veo nada más que la verdad en su respuesta. Un alivio pasa completamente sobre mí.

_ Te voy a extrañar demasiado, más de lo que te imaginas,  yo respiro. Voy a pasar un mal momento estando separado de ella.  Su mirada se calienta con mi respuesta. Yo quiero que ella vea lo difícil que se me hace tratar de conocerla siquiera la mitad. Le acaricio la mejilla y me agacho para besarla suavemente.

No quiero dejarla ir, pero ella tiene que llegar a su apartamento para reservar su vuelo, y prepararse para sus entrevistas, y hacer maletas para partir mañana. La voy a extrañar mucho. 

_ Anastasia, quiero que te lleves tu MacBook y tu Blackberry. Y esto no es una petición, le digo con fervor. No puedo soportar no estar en contacto con ella por tanto tiempo. Si ella no está aquí, tengo que tener algo tangible, alcanzable, al menos, escuchar su voz, o leer sus palabras.

_ Está bien, dice ella, sin un argumento que me plazca.

_ Tengo que ser capaz de mantenerme en contacto contigo en todo momento, le digo. No es sólo mi necesidad de controlarla, o porque soy su dueño. Tengo que cumplir con el sentimiento de conexión con ella. No puedo soportar que esté cortado ni siquiera por unos pocos días. La idea se me hace demasiado dolorosa.

Ella finalmente recoge sus cosas para irnos, y se está despidiendo de mí aquí.

_ Te voy a acompañar hasta tu coche.

_ No es necesario que hagas eso Christian, dice ella haciéndome fruncir el ceño.

_ Yo no lo hago porque tengo que hacerlo, lo hago porque quiero hacerlo, le contesto. ¡Caray! ¿No puedo incluso acompañar a mi mujer hasta su coche? Tomo su mano y golpeo el ascensor y  las puertas se abren. Comienzo a pensar demasiado. ¿Y si ella se va a poner una distancia entre nosotros? No es sólo una distancia física, sino también una distancia emocional, ¿Si va a buscar otras posibilidades románticas? El pensamiento me está matando. Diablos, ya siento que este espacio entre nosotros es demasiado.



It’s Now or Never by Elvis Presley 

Su ojos se abren con mi declaración, pero ella llega y toca mi cara, cuando cierro los ojos para perderme en ella, capta mis labios inclinándose sobre los dedos de sus pies, y  respondo con un gemido profundo y la beso con todo lo que tengo, nuestras lenguas hacen piruetas mientras pongo una mano en su nuca y otra en su culo delicioso y la atraigo hacia mí para que sienta mi erección.

_ Voy a echar de menos... esto, le digo en sus labios, y ella gime.

Las puertas del ascensor se abren, y yo tomo su mano en la mía, y caminamos hacia su auto. ¿Cómo voy a hacer una semana sin ella? Distraerme. Volar, navegar, nada será bueno si ella no está aquí.

_ Vuelve pronto, le digo con suspiro 

_ Lo haré... dice y sonríe.